Tu juventud y mi experiencia

Resumen: Harry y Scorpius tienen una relación de casi un año, pero ya va siendo hora de que la gente se entere y los padres de Scorp den su bendición… si, claro...

Categoría: Harry Potter

Personaje: Harry Potter, Scorpius Malfoy

Géneros: Humor, Romance

Clasificación: NC-17

Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, Lemon

Capitulo: 5/5

Completa:

Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.

Capítulo 5

Scorpius gemía al sentir los labios de Harry sobre su piel y como bajaba hacia su miembro que se mostraba erguido.

El moreno llevó su boca al miembro de su esposo y lo cubrió con sus labios para empezar a darle la mejor mamada que podrían darle en su vida. Subía y bajaba haciendo presión en la base haciendo que Scorp gimiera con mayor intensidad y se estremeciera. Invocó un tubo de lubricante y lo tomó con la mano que no tenía ocupada y con gran maestría logró abrirlo para untar sus dedos con eso y comenzar a preparara a su pareja introduciendo un dedo en su interior.

—Harry… haaa… mas… —le rogaba al sentir las mil y un sensaciones que cubrían su cuerpo.

Harry siguió con su labor hasta que pudo introducir tres dedos, mucho a la incomodidad de Scorp, que si bien estaba embotado por las sensaciones, no dejaba de sentir un poco de dolor al ver profanada su virginal entrada. Por fin sintió que estaba listo y sacó sus dedos de su interior y se ubicó entre sus piernas.

—Estas listo, mi amor, ahora te penetrare, pero si sientes demasiado dolor me debes decir —le indicó, pero Scorp sólo era capas de asentir con la cabeza.

Harry posicionó su pene en el ano de Scorpius y lentamente entró en él.

El rubio se quejó al sentir la cabeza y se estremeció cuando empezó a llenarlo, pero en ningún momento le dijo que se detuviera, quería sentir cada milímetro que su marido se incrustaba en él.

El moreno hizo acopio de todo su autocontrol y entró de una sola vez, era lo mejor para su pequeño amor.

El rubio arqueo su cuerpo al sentir como entraba de una vez.

—Me quedare quieto hasta… que te puedas acostumbrar… —le dijo cerrando los ojos para aguantar las ganas de arremeter contra el pequeño agujero.

Empezó a lamer sus pezones para distraerlo mientras sus manos acariciaban sus costados.

Scorpius gemía y se retorcía. Dolía, es verdad, pero su pareja hacía un excelente trabajo distrayéndolo. Sentía la lengua del moreno pasar de un pezón al otro recorrerlas por completo, mientras su mano acariciaban sus caderas. Poco a poco el dolor se volvió placer y movió sus caderas para darle a entender que estaba listo.

Harry salió por completo y entró nuevamente sacando exquisitos gemidos de la garganta de su amor. No pudiendo aguantar mas empezó con su vaivén y subió para besarlo en la boca. Sus salivas se mezclaban, sus gemidos se anclaban en las paredes.

El moreno entraba y salía golpeando el punto exacto para mandar la conciencia de su amor a la luna.

Harry se incorporó y abrazó la cintura haciendo que quedara sentado a horcadas sobre él y que la penetración fuera mas profunda.

—Haaa… mas… por favor… Harry más —gemía con los ojos cerrados.

—Merlín… haaa… te amo… no sabes cuanto… —lo tenía sujeto por las caderas y lo hacía subir y bajar de manera rápida y moviéndose para que en cada envestida su miembro golpeara contra su próstata.

El miembro de Scorpius se friccionaba entre ambos cuerpos y el rubio sintió un terrible calor en la parte baja de su vientre.

—Harry… ya estoy… haaaa… cerca —le hizo saber a su amor.

—Yo también… estoy a punto —apresuró las envestidas aun mas.

Los sonidos de su cuerpo retumbaban por todo el lugar, un sonido entre fuerte y mojado. Era el sonido más erótico que podría formarse en una unión.

Pocos minutos pasaron, para que llegaran al clímax.

Un gemido desgarrador fue lo que se escuchó, cuando ambos vaciaron sus cuerpos en el otro.

Harry sujetó el cuerpo de su esposo que convulsionaba por el orgasmo que había tenido. Él no estaba en mejores condiciones, pero se las arregló para salir de su cuerpo lentamente. Vio con satisfacción como un hilo de sangre salió del ano de su esposo junto a su semen. Lo acostó a su lado y lo hizo ubicarse en su pecho.

La respiración de ambos se fue acompasando lentamente.

— ¿Estás bien? —Le preguntó acariciando con una mano sus cabellos y con la otra su cintura.

—Sí —le dijo aun con los ojos cerrados —. Gracias —le dijo de repente.

— ¿Por qué? —Preguntó curioso.

—Por amarme y por dejarme amarte —levantó su cabeza y conectó sus claros ojos con los verdes de su esposo.

—No sabes cuanto te amo —lo besó lentamente, reclamando su lengua, con la que jugó por un largo rato hasta que el cansancio los venció y los mandó al mundo de los sueños.

Pasaron dos días desde que la feliz pareja de recién casados se la pasó más en la cama de la casa de los Potter que en otra parte.

Draco había estado reticente al saber que su hijo se iba de su casa al otro día de haberse casado, pero la pareja quería tener un poco de privacidad y los chicos Potter, es decir Albus y Lily, habían vuelto a Hogwarts y como James vivía con Ted, tendrían la casa para ellos solos.

Con suerte habían salido de la cama para comer algo, si es que comieron más de dos veces al día, ya que luego de hacer el amor una y otra vez, el sueño los vencía y al final ni ganas de comer tenían.

Ya era domingo y tendrían que volver a Hogwarts.

El director les había dado libre unos días, como regalo de luna de miel.

— ¿Crees que los alumnos hagan mucho problema al enterarse de nuestro matrimonio? —Le preguntó Scorpius, terminando de empequeñecer su baúl con las cosas que había traído de Hogwarts; ropa interior y artículos de aseo, mas unas cuantas prendas de ropa, que al final de cuentas no usó.

—No tendrán nada que decir —le dijo abrazándolo por la espalda y dándolo vuelta para besarlo —me encantaría quedarme más tiempo a solas contigo, pero ya debemos volver —picó sus labios por última vez —¿Listo? —Le dijo abrazándolo por la cintura.

—Si —le dijo abrazándolo nuevamente y pegándose más a su pecho.

Se aparecieron en los terrenos aledaños al colegio.

Una nueva aventura les esperaba y esta vez estaban juntos contra ello.

- Fin -