Disclaimer: Aquí especifico que los personajes de esta mi original historia le pertenecen a Takahashi Rumiko, excelente mangaka cabe recalcar.

Para siempre: Chapter 5

(Capítulo final)

—¡Graduados! —Gritaron eufóricos botando sus diplomas.

Ella bajó a recibir los abrazos de sus padres y amigos. Estaba tan feliz que no podía evitar sonreír a punto de llorar, pero aun así algo la opacaba, no la dejaba ser completamente feliz.

"Él…"

Hacía ya un año, ¡un año que no lo veía!, sentía miedo, ¿acaso lo de ellos había acabado?, ¿ya él no volvería?, ¿estaría bien?, ¿soltero?, ¿la amaría aún tanto como ella lo amaba a él?

Tal…vez…suspiró y dejó de abrazar a su madre. Caminó hasta un lugar algo más apartado y respiró tratando de sacarse aquel nudo de la garganta, cerró los ojos y entonces sintió unos labios besarla con pasión.

No los abrió, con lágrimas correspondió al beso sabiendo de quien se trataba, con tanta añoranza, con tanto amor, con esa esperanza que creía perdida, con todas aquellas emociones reunidas en un solo beso que indicaba amor puro y un nuevo comienzo, de más felicidad.

—Felicidades mi hermosa arquitecta. —Dijo él llorando de alegría mientras acariciaba su angelical rostro, ¡Cuánto la había extrañado!, ¡otro año sin su amor!, sin sus sonrisas, sin sus besos, sin su calor, sin su manera de decirle te amo, sin ella.

—Inuyasha. —Pronunció sonriendo sin dejar de llorar—, tú…—Volvió a abrazarlo sin creer que lo tenía allí, al amor de su vida, ¡lo tenía allí! Inuyasha sacó una hermosa cadena de oro con un corazón el en centro y la colocó alrededor del cuello de la mujer de su vida—, Inuyasha yo no puedo —se lo tocó.

—En el centro tiene grabado: "Te amaré por siempre Kagome. Siempre tuyo mí corazón, Inuyasha Taisho".

—¡Te amo! —Exclamó ella lanzándose a sus brazos.

—Más que amarte yo siento que eres mi vida.

Todos los familiares regresaron su mirada a la pareja. No tenían palabras para describir lo que sentían al ver a sus respectivos hijos; ¿qué hacía Inuyasha allí?

El padre de Kagome frunció el ceño y comenzó a caminar hasta el joven que en algún momento vio como un hijo, pero no después de lo que le había hecho a su amada hija.

—¡Espera Suikotzu! —le llamó Inu No Taisho— recuerda que es mi hijo.

—Pero recuerda lo que le hizo a mi hija —recordó—, tú hijo —miró a Inuyasha— rechazó a mi pequeña en pleno altar, ¿deseas que lo reciba con un abrazo?

—Señor…

—¡Tú te callas muchacho! —Le interrumpió a Inuyasha—, después de lo que le hiciste a mi hija, después del dolor que la hiciste pasar, después de tanto tiempo de abandono sin explicación, ¿te atreves a volver a ella?

—Papá, eso ya pasó —habló Kagome con dulzura— ahora lo sé todo, ya no hay dolor entre nosotros —lo miró con dulzura y amor indescriptibles—, ahora quiero rehacer mi vida con el hombre que amo, y ese, es Inuyasha.

Aun por lo que dijera Kagome, ellos no aceptaban, se les había hecho el corazón cuadritos cuando vieron a su hija sufrir así, luego no fue la misma, hasta ese día…

Quisieron protestar, pero al ver el brillo en sus ojos no tuvieron más opción que aceptar que la felicidad de su hija era la de ellos. Atónitos, los padres de Inuyasha miraban como el joven cogía a su novia de la mano y caminaban hasta el escenario de los recién graduados, los cuales disfrutaban de las delicias culinarias del evento.

Todo era perfecto, el sol brillaba, al aire libre y con vegetación, aire fresco y una multitud de estudiantes de azul que celebraban el ser profesionales.

Dejó a Kagome a su lado y delante de 489 personas llamó su atención, para decir por el micrófono:

—Quisiera un poco de atención ¡a los de atrás! —Se refirió a los últimos—, por favor —todos dejaron lo que hacían para admirar al hombre que tenía a la bella mujer a su lado—, quisiera decir que hoy ocho de noviembre del año 2013 —miró a Kagome y sin dejar de hacerlo prosiguió—, es el día más especial y feliz de mi vida, ¿por qué?, simple, tengo a la mujer que amo a mi lado nuevamente —la gente comenzó a aplaudir—, y sí, hemos pasado cosas inimaginables pero el final feliz tiene más sentido cuando lo logras luchando tanto, quiero decirte que no solo eres la mujer que amo Kagome, eres parte de mi ser, eres mi vida, mi aire, mi energía para vivir y seguir adelante, eres mi todo y aunque suene cursi —no dejaba de mirarla mientras ella lloraba—, quiero que sepas que doy mi vida por ti, que te agradezco solo el hecho de permitirme mirarte y admirar tus brillantes ojos junto a tu deslumbrante sonrisa, que agradezco cada lágrima y cada beso que me hizo sentir el hombre más afortunado y especial de la tierra, solo por el hecho de ser tuyo, de que mi corazón y mi alma te pertenezca, te amo Kagome Higurashi, te amo desde el primer momento en que te vi con todas las fuerzas de mi ser, te amo y nunca me cansaré de repetirlo. —La gente explotó en aplausos y Kagome no dejaba de llorar y de mirar los dorados ojos su Inuyasha—. Eres tan necesaria para mí Kagome.. Eres ese segundo que necesito para respirar, tomar aire y preguntarte, —sacó un anillo de diamantes—: ¿quieres casarte conmigo?

La tensión se hizo presente y la sonrisa de Kagome se borró poco a poco dejando a Inuyasha inmóvil. La gente esperaba una respuesta, ¿qué pasaba?

Kagome estaba helada y aun así Inuyasha no la soltaba, al contrario, la sostenía con más fuerza. Ya le había pasado una vez, las mismas palabras, un evento, un anillo, lágrimas…y todo había terminado en el peor día de su vida.

Pero había algo diferente: ya todo estaba arreglado, ya no había dolor ni algo que los pudiera separar, las palabras habían sido más espontaneas y sinceras, un evento al aire libre delante de más de 300 personas, no como la vez anterior, un anillo más hermoso y lágrimas de infinita felicidad que habían esperado su regreso…

La familia Higurashi y Taisho miraban nerviosos la escena, ya habían pasado por eso, ¿sería diferente?, ¿por qué Kagome no respondía?, ¿acaso no se quería casar con él?

Kagome agarró el micrófono, sin dejar de mirar a Inuyasha y sin soltarlo dijo:

—Hoy dieciocho de noviembre, ante tantas personas, diciéndote que te amo más que a mi propia vida, que eres simplemente vital, yo Kagome Higurashi Sukida, acepto casarme contigo Inuyasha Taisho Ishikawa.

El micrófono calló debido a que Inuyasha tenía alzada a su princesa cual niña de cinco años en el aire. La gente volvió a aplaudir más aliviada y algunos no pudieron evitar que una lágrima se les escapara, así como a la madre de Kagome.

Kagome gritaba eufórica para que su novio la bajase mientras no dejaba de reír, cuando este le hizo caso pudo limpiar unas lágrimas de felicidad pura de su amado.

—Te amo Kagome, no sabes cuánto te amo, gracias por hacerme el hombre más feliz de la tierra, te juro que esta vez será diferente y…

Kagome llevó su dedo índice a los labios de Inuyasha ordenándole que se callara y dejándole en claro que también lo amaba.

—Ahora cállate y bésame. —Atrapó sus labios con pasión mientras la gente gritaba, aplaudía y echaba chiflazos a los novios.

Sus familiares observaron aquel cuadro tan lleno de amor. Bien, a la final de todo, la felicidad de sus hijos/hijastro era la de ellos ¿no?, y si eran felices ellos también lo eran.

No importando si tropezaban con la misma piedra y volvían a sufrir, ellos como padres siempre estarían allí para levantarlos por mucho que se repitiera la historia…

::::::::::::::::::::::::::

Shibuya, Tokio, 15 de abril del 2024. Martes, 08:10 pm.

"Hoy la señorita Mitsuki por fin fue condenada a quince años de prisión por intento de asesinato al joven médico, Shuru Watanabe. La joven modelo declaró hoy que lo hizo por el gran parecido físico que este tenía con un hombre que marcó su vida y le debía una venganza.

Las investigaciones fueron cerradas y el médico se encuentra en óptimas condiciones, según los doctores se espera que en un mes pueda darse de alta ya que está reaccionando muy bien a pesar del impacto de bala en su hombro y necesita bastante reposo.

Hasta aquí el informe.

Seguimos contigo en estudios Sango."

—Muy bien y ese fue el reporte de nuestra corresponsal desde el juzgado de Yokohama el cual…

—Valla sí que se parece a ti. —Le dijo a su esposo atónita— tiene tu cabello y masa muscular. —Su esposo la miró incrédulo y con los celos a flor de piel—; pero no tiene tus hermosos ojos, —chocó su frente riendo picarona— tu encantadora y sexy sonrisa…

—Y sobre todo no tiene a una mujer tan maravillosa como tú a su lado. —Culminó él comenzando a besarla, y en menos de un segundo comenzó a darse cuenta que quería más, más de su mujer, de su esposa, del amor de su vida. Deseaba hacerla suya como cada noche y sentir aquella entrega y amor infinitos que ella le daba en cada relación.

Esa que no solo le decía más placer, sino más amor, más de él y más de ella. Comenzó a acariciar su nuca pero unos gritos muy conocidos los separó casi de inmediato algo alterados.

—¡Mamá, papá, mamá, papá!

—Kira, Akira —observó a las idénticas nenas encima de su cama—, ¿qué no estaban dormidas? —Trato de sonar enojada mientras negaba con la cabeza, aun así una pequeña sonrisa no se pudo reprimir al ver los brillantes ojos de sus hijas—, ¿qué hacen aquí a esta hora?

—¡Mamá, papá, mamá! —Volvieron a gritar al unisio emocionadas—, estuvimos pensando que faltan solo nueve meses para nuestro cumpleaños…

—¿Y? —Inquirió Inuyasha perplejo— ya tienen demasiadas muñecas niñas.

—¡No, queremos un hermanito! —Corearon.

Bien el mundo se les vino encima. La tensión se hizo presente y no pudieron articular una-sola-palabra. ¿Qué podían hacer?, osea, ¿qué piensas cuando van tus hijas de un momento a otro, entran a tu cuarto y te piden un hermanito?, ¡a morir lejos!

Oyó a su esposo sonreír y atraer a sus muñecas a él para decir:

—De acuerdo princesitas, les daremos un hermanito. —Las niñas gritaron un "eh" de alegría y satisfacción alocándose.

—¿Eh? —Inquirió totalmente asombrada, osea, ¡hello!, ella estaba allí…

—Bien niñas, ahora vallan a dormir si quieren un hermanito —miró a su incrédula esposa—, este es un asunto entre su madre y yo. —Volvió la mirada a la atónita mujer y le guiñó un ojo.

Akira de ojos dorados y cabellera plateada saltó de la cama seguida por su hermana Kira, de cabellera del mismo color y ojos chocolates. Corrieron hasta la salida y nuevamente se despidieron de sus padres y cerraron la puerta.

—¿Por qué hiciste eso? —Preguntó cruzándose de brazos. Su marido la miró burlón y con cara de, "Son niñas, hay que complacerlas ¿no?" y ella no hizo más que fruncir el ceño—, claro, como no eres tú el que los carga y los pare.

—Pero sí soy yo quien atiende los antojos —comenzó a acercarse más a su mujer—, quien está contigo en el parto dándote fuerzas, —llegó hasta su cuello dándole una descarga eléctrica—, quien te ayuda en las madrugadas y sobre todo, —giró su cara para tenerla a centímetros de la de él—, soy yo quien te los hace.

Kagome enrojeció un poco ante la última frase. Si bien era placentero hacerlos, no lo era tenerlos. Su marido la besó instantáneamente haciéndola suspirar.

—De acuerdo, pero si me ayudas a cuidarlo…

—Bien, entonces prepárate cariño —le apodó con voz ronca—, porque te haré un hijo, verás que sin falla va a ser uno.

Giró a Kagome para tenerla en una mejor posición y apagó la pequeña lámpara, para comenzar así entre besos, carisias y suspiros un acto de amor en donde eran uno solo…

Que me alcance la vida: Tema de Sin Bandera.

Tantos momentos de felicidad,

tanta claridad, tanta fantasía.

¿Qué era lo que él no había tenido de Kagome?, ¿qué era lo que esa mujer no le había entregado en once años de matrimonio?, ¿qué era lo que él no había recibido en su niñez mientras eran amigos?

¿Qué era lo que tenía ella que lo hacía sentir tan especial?

"¿Qué era?"

Tanta pasión, tanta imaginación,

y tanto dar amor hasta llegar el día.

¿Cuánto había esperado él para hacerla suya?, ¿Cuánto la había amado en sueños sin que ella lo supiera?, ¿cuán feliz había sido él cuando pudo pedirle matrimonio?, ¿Cuántas veces le dijo te amo ella mientras le hacía el amor?, ¿qué sintió cuando le dio su primer beso?, ¿Cuánto se habrían entregado mutuamente sin que ellos mismos pudieran darse cuenta?

"¿Cuánto?"

Tantas maneras de decir te amo,

no parece humano lo que tú me das.

Con cada risa, con cada beso, con cada lágrima y con cada caricia, con cada detalle que ella le daba le decía, que más que amarlo era parte de su existencia, que era lo que le hacía falta para vivir.

Lo que ella le daba, amor cada día, cada segundo que podía lanzarse a sus brazos y decirle; "estoy contigo", cada palabra de fuerza, cada sonrisa su cable a tierra, cada una de sus hermosa hijas, el regalo más grande que ella pudo haberle hecho fue enterarse que estaba embarazada de gemelas, sus tesoros, ellas tres, su razón de existencia.

"Su vida entera…"

Cada deseo que tú me adivinas,

cada vez que ríes, rompes mi rutina.

¿Cuántas veces había adivinado sus pensamientos y deseos solo con mirarlo?, ¿Cuántas veces lo había sorprendido con esas acciones?, ¿cuántas veces se había entregado a él sin que le dijera una sola palabra?, ¿cuántas veces había sonreído para relajarlo de cualquier problema laboral?

"¿Cuántas?"

Y la paciencia con la que me escuchas,

y la convicción con la que siempre luchas.

¿Qué podía tener Kagome que no tuviera otra mujer?, ella luchaba, sonreía. Recordaba la época en la que la escases de dinero se hizo presente, pocas ventas y por consecuencia despido de personal y baja de sueldo. Ella estaba allí, con una sonrisa diciendo que todo estaba bien a pesar de todo.

No tenía la más mínima intención de bajar la guardia, ¿qué habría sido de él sin su apoyo en esos momentos?, ¿Cuántas veces había pensado que la vida los golpeaba y ella había estado allí con una mirada?, con ese color chocolate que hacía su vida más dulce.

Ella lo escuchaba, aun cuando recordaba la muerte de su madre ella lo arrullaba como un niño entre sus brazos, lloraba con él y siempre le recordaba que lo amaba y que no estaría solo nunca.

"¿Podía ser ella, más hecha para él?"

Como me llenas, como me liberas,

quiero estar contigo, si vuelvo a nacer.

¡Cuánto amor entregado!, ¡Dios, cuanto la amaba!, ella era su todo, cada problema tenía una reconciliación mejor que la otra, cada grito que ella daba él lo tomaba como un berrinche, como el berrinche de su amada pequeña.

Única, Kagome era única, estaba más que agradecido por haberla conocido, porque mujeres como ella no había dos en el mundo y solo era para él.

Ella la única, su princesa, su musa, su inspiración, su futuro.

"Ella lo era todo"

Le pido a Dios que me alcance la vida,

y me dé tiempo para regresarte, aunque sea tan solo,

un poco de, lo mucho que me das.

Y en verdad sí, sentía que no le iba a alcanzar la vida para poder pagarle todo lo que había hecho por él, sin pedir nada a cambio y siendo ella mismo en todo momento.

"Así como la amaba"

Le pido a Dios que me alcance la vida,

para decirte, todo lo que siento gracias a tu amor.

Amaba la manera en la que ella suspiraba en su oído su nombre…

El sentimiento de que no soy yo,

de que hay algo más, cuando tú me miras.

Amaba la manera en la que ella lo estaba mirando, perdiéndose en su color adorable…

La sensación de que no existe el tiempo,

cuando están tus manos, sobre mis mejillas.

Amaba la manera en la que lo besaba, en la que lo abrazaba y en la que se arqueaba contra él, pidiéndole más…

"Y él no se lo iba a negar"

Como me llenas, como me liberas,

quiero estar contigo si vuelvo a nacer.

La manera tan suave en la que ella pasaba sus manos por su espalda mientras él le besaba el cuello…

Le pido a Dios que me alcance la vida,

y me dé tiempo para regresarte,

aunque sea tan solo un poco de lo mucho que me das.

Sus labios tan exquisitos dándole descargas mientras dibujaban su varonil pecho, y tan hermosa que se veía a la luz de la luna que se colaba tenuemente por la ventana a la derecha de su cama…

Le pido a Dios que me alcance la vida,

para decirte, todo lo que siento gracias a tu amor.

Un gemido sonoro que llevaba consigo su nombre, un gruñido que la reclamaba como suya, placer, intensidad, eternidad, amor. Todas esas emociones juntadas en un segundo que compartían mientras él se encargaba de engendrar a su futuro hijo.

Que me da la luz que hace despertar,

que me aleja de la oscuridad.

Un te amo de parte de los dos, una mirada más con la respiración irregular y el corazón a mil por hora, y un beso con suavidad para cerrar con broche de oro la increíble y mágica noche en la que él tenía a la mujer de su vida abrazada a su pecho, y ella a su eterno amor en todo su cuerpo…

Que me llena de calor el mundo,

para que no pierda el rumbo.

::::::::::::::::::::::::::

Shibuya, Tokio, 15 de marzo del 2073. Lunes, 11 de noviembre.

Y allí estaba ella, mirándolo como siempre lo había hecho, con aquella dulce mirada que aun por los años no se había opacado, tenía el mismo brillo y transmitía la misma sensación de toda la vida.

Las lágrimas no dejaban de escapar sigilosas por el arrugado rostro, roto por los años de eterna felicidad que mutuamente se habían brindado.

Agarró su mano fuertemente, o por lo menos a lo que su avanzada edad le permitía, aun sentía como el alma se le iba con ella, pero el cáncer de seno no era algo que él podía evitar. Se sentía impotente, ella estaba allí, muriendo en sus narices y él no podía hacer nada más que dejarla ir…

—Aun sigues con esta marchita flor…Inuyasha. —Pronunció con su voz suave apagada por la avanzada edad de ochenta y cinco años, siguió mirando a su esposo un año mayor que ella—, ¿cómo es que aun puedes amar a una vieja como yo?

¿Qué cómo aun podía amarla?, ¿cómo podía preguntar eso?, él era el que no creía que había podido estar con ella todo ese tiempo siendo cada día más feliz, cada momento más vivo a su lado, cada sonrisa, cada beso aun le parecía mentira tenerla allí, en su cama, ¡casados!

—Kagome… —Llamó con voz ronca por el nudo que se atoraba en su garganta, ¡maldición no me dejes!, quería gritar, era inútil. No tenía ni las fuerzas ni las ganas de gritar, más bien de llorar—, ¿cómo me puedes preguntar eso si eres lo más grande que tengo en la vida? —Más lágrimas se liberaron como cascadas y el rostro de su amada se contrajo de felicidad al oír—: yo te amo.

La mujer tosió un poco y se aclaró la garganta, ¡era increíble que aún le dijera eso!, se amaban, aun a pesar del tiempo se amaban.

Inuyasha no dejaba de mirarla con la angustia reflejada, ¿por qué?, ¿por qué tenía que haber pasado el tiempo y ahora tenía que volverla a arrebatar de sus brazos?, sesenta años, sesenta años no habían podido ser suficientes para disfrutar de ella y sabía que hubiese querido más, mucho más.

—Yo también —volvió a toser— yo también te amo Inuyasha te he amado siempre —sonrió cálidamente—, creo que eso ya lo sabes, siempre seré tuya, mi corazón, mi cuerpo, mi ser y mi amor siempre te pertenecerán, Inuyasha, —seguía hablando suavemente—, mi amado Inuyasha.

Ella suspiró. Tal vez el último suspiro, tal vez el último te amo, tal vez la última mirada y la última sonrisa que le podía dedicar a su amor eterno antes de irse para siempre de ese mundo. Pero feliz, realmente feliz de haber podido disfrutar, de sus hijos y de una vida inmensa e increíblemente feliz junto a él.

Inuyasha sintió que su corazón se detuvo, una promesa, siempre se pertenecerían en esta y la otra vida. Lo sentía, sentía venir el deceso de aquella mujer que marcó su vida, de aquella que le regaló una razón para vivir, la mujer que regaló eso que todos los humanos no podemos encontrar por mucho que busquemos, por mucho que tengamos dinero y mansiones, eso tan deseado que es la felicidad. Cada segundo era menos sin ella y todo pasaba como en cámara lenta, ella no dejaba de sonreírle a pesar de ya no tener fuerzas.

Se acercó a su rostro y miró sus finos y marchitos labios, pero que aún tenía esa misma dulzura que cuando los probó por primera vez. Para él, así Kagome tuviera mil años, ella seguía siendo su pequeño cariño, su hermosa niña adorada. Tal vez sería la última vez que podría probarlos, la última vez que podía mirarla tan intensamente y decirle cuanto la amaba.

Se levantó un poco de su silla acercándose, no dejaba de soltar su mano derecha.

—Aquí, ante Dios que sé que no está escuchando —pronunció Kagome mirando a su esposo—, y este lugar que siempre fue nuestro nido de amor, te prometo que te estaré esperando siempre Inuyasha, no importando cuanto tiempo…—las lágrimas la invadieron—, quiero confesarte que muero feliz de estar a tu lado, que te agradezco infinitamente cada dia de alegría que me regalaste —su voz era tardada—, y quiero prometerte que jamás —un nudo en la garganta hizo que pronunciara pausadamente estas palabras—: dejaré…de amarte.

Inuyasha mojó las mejillas de su mujer con sus lágrimas mientras le daba un beso, el último beso de su vida, vida terrenal que no le iba a impedir estar siempre a su lado.

Tan suave como se acercó se separó, miró los ojos entrecerrados de Kagome y le susurró:

—Yo también te amo Kagome, con toda mi vida, para siempre…

El último suspiro, el último aliento, las últimas palabras eternas y el último apretón de manos que compartieron fue en ese preciso instante en el que un minuto después, el corazón de Inuyasha dejó de latir junto con el de su amada esposa, para así, encontrarse en la otra vida, tal y como se lo habían prometido en la tierra.

Le pido a Dios que me alcance la vida,

y me dé tiempo para regresarte, aunque sea tan solo

un poco de lo mucho que me das.

Sintieron un golpe en su corazón. Entraron como pudieron y el cuadro los devastó.

—¡No! —Gritó Akira llena de lágrimas al verlos, no lo soportó, su cuerpo perdió fuerzas y tuvo que ser ayudada por sus hermanos—, nuestros padres no…

—Cálmate Akira —dijo entre llantos Kira.

—Debemos ser fuertes por nuestros hijos. —Habló Ikiro, el hermano menor, siempre demostrado más fuerza aunque se muriera por dentro al ver a sus padres muertos.

Se incorporó el muchacho idéntico a su padre y con su mismo carácter, a diferencia de sus hermanas que tenían el carácter de su madre.

Miró a la pareja y una pequeña sonrisa de satisfacción se formó en su rostro. Su madre como siempre con su rostro angelical y su padre con aquella expresión tan pacífica sobre el pecho de su madre. Dormían plácidamente mientras la luz del sol de aquella mañana los alumbraba.

Se habían amado, ¡Cuánto se habían amado!, al punto de morir juntos. Ojalá el llegara así con su esposa, una mujer muy parecida a su madre la cual amaba con locura.

—No lloren más y solo mírenlos —llamó la atención de sus desencajadas hermanas—, murieron juntos, señal de que su amor era infinito, —llegó hasta sus hermanas y las levantó abrazándolas mientras una lagrimas rodaba por su mejilla. Hizo que todos quedaran en frente a sus padres y prosiguió—, su amor siempre será eterno, un ejemplo —las mujeres asintieron—, para siempre…

Le pido a Dios que me alcance la vida,

para decirte, todo lo que siento gracias a tu amor.

~Fin~


Bien, es oficial, necesito ayuda para autores, e.e soy un asco con los finales, lo sé, pero puse todo mi empeño para darles lo mejor y lo saben

O:

Osea, ¿qué diablos tiene que decir una autora después de haberle dado este final a su aclamada (sí como no) historia?

(?)

¡A si claro!, :D ya me acordé, tienen permiso para matarme

u.u

Bueno, me dejo de lamentar la existencia porque esa ya es bastante cursi y descabellada y empiezo con, mmmmmmmm, oh sí.

¡Agradecimientos!

Alferza: Desde que te conozco eres mi lectora fiel de este fic xD, si nena, fue un gusto en serio que lo hayas leído y que lo hayas disfrutado, fue un verdadero honor tener tus reviews los cuales me demostraban que mi historia era de tu agrado. Realmente te agradezco cada uno de tus reviews y espero que podamos (si esque no me matan e.e) vernos en otro proyecto.

¡Infinitas gracias nena!

Athena: Anónima de mis amores, mi segunda lectora, la segunda que me apoyó en este fic dejando su preciado review. Muchísimas gracias preciosa, pude notar que estabas atenta de mi actualización, en serio agradezco este apoyo que me diste, gracias por mencionar la calidad de mis capítulos. Has sido una gran lectora y siempre te lo agradeceré.

¡Te mando un beso desde Ecuador!

Anikar: Preciosa, en la escala de lectoras, la tercera seguidora que me dijo que actualizara. Tu segundo review fue magnifico, gracias por sentir que amas mi fic, es un honor para mí que lo leas y lo sabes. De antemano te agradezco todos tus reviews y el que me posiblemente me dejarás, (igual para las demás)

¡Suerte con tus demás proyectos, te mando un abrazo y los mejores augurios!

Paty: Anónima preciosa, aunque solo te vi una vez, agradezco tu hermoso review que en realidad compensó que en los demás chapter's no te hubiera visto. En verdad estoy muy agradecida porque ¡cómo te gusta mi fic!, :3 eso me llena. Si te pasa nuevamente por aquí y me dejas un review, te aviso que de todo corazón te lo agradezco y lo hice con mucho cariño.

¡Te me cuidas y sé siempre tú misma!

Serena tsukino chiba: Quinta de mis amadas lectoras. Muchísimas gracias Lorena, siempre es un gusto complacerte, y es un gusto que me sigas en algunas de mis historias. En serio eres una de mis lectoras fieles y favoritas, te dediqué la parte en la que se reencontraron, espero te haya gustado.

¡Pasa vida hermosa y recuerda que Dios te ama! X3

Cielo Paz:¡Kya!, queridísima Cielo, amé tu review y lo sabes :3 precioso como siempre el condenado xD espero verte por aquí diciéndome que tal el asqueroso final que le metí a la historia T.T por favor no te olvides que estaré esperando. A ti te dedico la parte en la que engendran su hijo XP

¡Te quiero y te cuidas!

RatillaFresa: Lectora de mi alma amada número 7 demasiadas gracias por mencionar que escribo excelente linda, fuiste otra de mis tantas inspiraciones a la cual le dedico todo el chapter, para todas en realidad con amor y pensando en cada una de ustedes. Te agradezco una y mil veces.

¡Te re-cuidas y nos leemos!

Ecu-Deus:Desquiciada ¡Asadafajajasafsfsa! Sabes que amé tus review's compatriota de mi alma ¡carajo! xD mi guayaquileña del corazón, una más del hueco de Inuyasha x3 fic dedicado para ti *w*

Por cierto, lo de nosotros, ya sabes lo de (hdkjdkgkjhdfgkhgdgasdggdfagd) sí eso, pues estoy en proceso, yo te aviso cuando esté listo ¿okas?

¡Te amo y lo sabes X3 (?)!

Yukiitan:La reciente cerecita del pastel que alegró el fic :3 muchísimas gracias preciosa, sabes que es un honor que mi historia te guste, te atesorare, ¡gracias!, espero no haya metido la pata en este final e.e

¡Bienvenida y síguete amando!

Lem0n-chan:¡OMG!, ¿en serio te hice llorar?, no inventes que me auto ventilo, entonces, ¡la parte más triste del cap. Dedicada a ti!, :3 por llorona te pasan esas cosas CX amo que hallas disfrutado, llorado y reído, (lo de Mitsuki, bueno, ¿algo se me tenía que ocurrir para que el rechazo tuviera coherencia ¿no?, estrategia de escritores laralaralara xD) ¡Y si eres masoquista! Decía yo que te agradezco porque está bonito (?) (¿Cómo no lo va a perdonar si la idea es que queden juntos ._. osea lo del condón tiene coherencia xD es malo juntarse con el monje Miroku u.u) y aquí te complazco con la conti. No te di lemon :P (con voz burlona) soy mala lo sé x3 pero así me quieren ¿no es así?, (A lo lejos gritan ¡NOOO!) bueno puede que en otra historia (si esque vivo) te de lem0n.

¡Te cuidas y te quiero!

Pauly: La última nena preciosa que se unió al club xD muchas gracias linda, en verdad y e.e allá tú si querías más tensión, claro, como no es tu vida la que peligra ._: xD, ya en serio muchas gracias y espero haber llenado tus expectativas con este fin (lo dudo mucho e.e)

¡Nos leemos y eres especial :D!

¿terminé?

¡No, imagínate!

(¨_¨) ¡Bestias inanimadas!, solo procuren no meterse con migo o las pagarán caras .l., decía yo mis señoritas, que el lemon puro y salvaje era innecesario y lo saben.

y.y

Ay yo te quiero tú, lo sabes, ponte la mano en el pecho, que yo te quiero, eso lo…ay perdón, ya me confundí no era necesario lemon, ¡pónganse la mano en el pecho!

*u*

No piensen mal, no se vallan a ir por otro camino porque les dije que se pongan la mano allí, e.e de plano y las encuentran sus madres, las acusan de pervertidas y me van a estar echando la culpa a mí.

Ò.Ó

Agradezcan que no alimenté su mente pervertida con un lemon ¡y de una vez le voy diciendo a sus madres!, ¡señoras, las pervertidas y mal pensadas son sus hijas yo no me responsabilizo por…

*De atrás salen unas chicas y me tapan la boca y me llevan arrastrando*

¡Suéltenme malditas locas, suéltenme! *me sueltan y sigo*, como decía, allí les dejo a que opinen que tan spam estuvo el final.

ToT

¡Todo sea por mí!, gracias por todo nuevamente y le doy fin definitivo a la historia que espero de todo corazón les haya gustado y ya saben que la hice con cariño y para ustedes.

^O^

Por cierto, ¿me matan ustedes o me mato yo?

X_X

PD: A los que se unan después y dejen reviews también les agradezco y aviso que editaré el doc para dejarles mis agradecimientos así que dense una vuelta periódicamente para que puedan ver mis notas.

¡Un besote!

¡Recen por mí!

T.T