EPÍLOGO
by The Fox


EPILOGO
TO THE MOON
The Three Broomsticks, Hogsmeade.

La nieve caía despacio, perfecta y suave, en copos delicados como plumas de
alguna ave blanca. Alguien sacudía las almohadas del cielo, y los estudiantes de
Hogwarths disfrutaban su primer fin de semana libre en Hogsmeade, bien abrigados
contra el frío, las bufandas con las alegres rayas de cada casa sobre sus
túnicas negras: rojo y amarillo, amarillo y negro, azul y chocolate, verde y
gris. El cielo estaba completamente blanco, y a pesar de los estudiantes más
valientes intentando entre risas correr en trineo, o comprar dulces en
Honeydukes, o juguetes en Zonko's, o incluso los asustados primeros años
echándole una mirada aterrada a la famosa Casa de Los Gritos, el lugar lejos más
concurrido eran Las Tres Escobas, el pub de estudiantes donde incluso algunos
profesores se aparecían a beber la famosa cerveza de manteca caliente y a
mezclarse con sus alumnos. Era, después de todo, una fecha festiva.
Pero a los estudiantes se le borraba la sonrisa de la cara, y todos evitaban
mirar hacia donde, solitario en un rincón del famoso Pub, su profesor de
Pociones bebía un vaso de brandy tibio y leía una carta.
Lo odiaban. Lo temían. Su frialdad, su aspereza, su mente ágil que le permitía
adivinar cualquier truco, cualquier trama, cualquier excusa eran aterradoras
para los alumnos más jóvenes, que se aterrorizaban hasta la histeria. Y los
alumnos mayores lo despreciaban por su crueldad, su rigidez, su falta absoluta
de sonrisas, calor humano y amabilidad. Por ello, fuera de las paredes de
Hogwarths, donde e estaban obligados a agachar la cabeza ante su voz sedosa y
cruel, lo ignoraban por completo, atreviéndose a apenas a echarle miradas
asesinas.
Cuando se encontraban con esos ojos negros e intensos, miraban a otro lado,
turbados, contentándose con criticar en susurros su toga manchada de pociones,
su pelo largo, su rostro pálido y avejentado, y reírse muy bajo de su nariz
aguileña y el encorvamiento que años de pociones estaba logrando en su espalda.
Se reían comparándolo con la bruja mala del oeste, con Maléfica, y muchas otras
tonterías por el estilo. .
Creían que él no los oía?

Mi querido profesor:
Bill dice que usted tenía razón, el hueso que le envíé no correspondía a la
tumba que abrió, sino que era la clave para una mucho más antigua que
recientemente pudo abrir para Gringotts. Le debemos un regalo, sin su ayuda para
datarla nunca hubiésemos supuesto que ese travieso Imhotep podía haber enterrado
al faraón tan profundo, sobre una antigua tumba. Qué sacerdote más pajero, no le
parece?
Sobre sus preguntas sobre mi piel, no se preocupe. Uso la poción que me preparó
y ya no tengo ni enrojecimiento ni ampollas, ni me he vuelto a insolar como un
bobo. Creo que me estoy aclimatando al fin al sol de Egipto. Nieva donde usted
está? De veras lo extraño, a usted y a la nieve. Use la bufanda que le tejí y
cuídese su garganta. Le pediría que me mandara un trozo de nieve, pero seguro
que Bill se lo comería de la emoción : dice que se muere por una navidad blanca.
Está flaco como un listón y moreno como una nuez, y sigue con el pelo largo,
largo. Yo lo encuentro precioso, pero no sé cómo aguanta: yo me lo corté nada
más llegar al estilo de mi Belial, y él tenía toda la razón, porque es mucho más
cómodo y agradable. Aunque recién ahora empiezo a reconocerme cuando me miro al
espejo.
Le mando aquí adjunto la mariposa egipcia que me pidió. Le sirve para su poción?
Si no, dígame nomás y le cazo otra, me divertí mucho cazándola junto al Nilo. Es
el primer río completamente verde que veo bajo un cielo azul y un horizonte
amarillo. Espero que sí pueda venir a visitarme el próximo verano, Bill y yo
estaremos felices de mostrarle todo Egipto si quiere. Nuestra casita no es la
gran cosa, pero le aseguro que es suya para cuando quiera venir: tengo un
cuartito lleno de sol donde me encantaría llevarle el desayuno, kebab y ese
yogurth tan rico que hacen acá. La comida es tan rica que he subido cinco kilos:
voy a terminar como un puffkein ni me controlo. Pero Bill dice que mientras más
haya de mí que amar, el más feliz. No es bobo ^-^ ¿
Antes de que se preocupe: sí, aprobé mis exámenes, con distinción si lo hace
feliz. La Universidad de Ramsés es de lo más interesante, y gracias a Dios
muchas clases son en inglés, sino me iría espantosamente mal… pero al fin,
matemáticas es el idioma universal, no? Tres años más y seré un Star Mage. Si
apruebo mis ramos, claro.
Sí, yo también estoy moreno, le sorprendería. La verdad Bill opina que ahora me
parezco mucho más a la foto que nos regaló cuando nos mudamos, se acuerda? Esa
de usted, mi padre, el señor Malfoy y el padre de Stephen en ese campo de
girasoles. De hecho, hasta se me está aclarando el pelo con tanto sol. Qué es de
Stephen? El muy ingrato no me ha escrito ni una línea en el verano, aunque
supongo que ser el juez más joven de Inglaterra debe tener lo suyo. Hugh sí nos
escribe con regularidad y anduvo por aquí en el verano: no lo va a reconocer, le
cortaron el pelo a lo militar en la academia. Está altísimo, también.
Sobre lo otro que me preguntaba… usted sabe. Me siento tan culpable por la
muerte de Belial como porque Bill rompiera con su familia: dos años no cambiarán
mi pena, ni diez, ni veinte. Sé cómo le duele a Bill estar lejos de una familia
que tanto ama, aunque los más jóvenes, sus hermanos Fred, George, Ginny y Ron no
saben lo que pasó y le escriben regularmente. Percy, el mayor que sigue, está
muy dolido con él y no le habla. Y Charlie estuvo acá la otra noche, y aunque
claramente no le agrado, le dijo a Bill que seguía siendo su hermano y todo. Me
alegré tanto por él. Sé que planea ir a pasar un tiempo con su familia el
próximo año, a ver si puede arreglar las cosas… y si no le importa, mientras
Bill va a ver a su familia a la Madriguera Weasley, yo planeo ir a molestarlo a
su casita en Edimburgo. Molesto? Sí, seguro que sí, pero puedo ser su elfo
doméstico por unas semanas y regalonearlo, mi estoico profesor. Así que no dude
que iré a abrazarlo muy pronto.
Seguro que no quiere venirse a Egipto con nosotros? Ya verá, lo acosaré tanto
que va a aceptar pedir un traslado. En la Universidad el maestro de pociones es
bastante malo, por lo que he oído: lo recibirían con los brazos abiertos. Seguro
que no le interesa? Yo le regalaría una túnica blanca de lino, con el calor que
hace aquí es un placer no tener que usar pantalones... *risa *
De veras puede conseguirme un colmillo de opal eye? Muchas gracias! Es justo lo
que ansío para el cumpleaños de Bill. Sé que se muere por tener uno que colgarse
del cuello. Y deben dar buena suerte. A mí me gustaría un ónice, pero ya sabe…
Bill seguro me va a comprar una mascota, no le gusta que me quede solo tanto
mientras anda en misión. A mí no me molesta, aprovecho de estudiar. La
Aritmancia y Bill son cada uno muy absorbentes e interesantes, pero no doy
abasto…
Prométame que se va a cuidar y que comerá y dormirá como debe. Me preocupo mucho
por usted. Aparte de Bill, es todo lo que tengo. Y si usted no viene pronto, iré
yo a coparlo y a ver algo de césped verde.
Le he dicho que ya no tengo pesadillas?
Escríbame pronto.
Si va a ver a Belial, por favor póngale unas rosas por mí y dígale hola de
nuestra parte.
Je suis toujurs, SU OLIVER.

He's taking his time making up the reasons
To justify all the hurt inside

Snape soltó una risita al ver una fotografía adjunta de un Oliver moreno contra
el Nilo, con una brillante polera blanca y pantalones sueltos tostados cortados
bajo las rodillas, con Bill a su lado, su pelo largo y rojo en el viento, una
sonrisa ganadora, su camisa blanca manchada de tierra, los pantalones castaños
sueltos y relajados. Los dos sonreían al sol, y le hacían señas, riendo e
invitándolo.
Snape levantó la vista, y su mirada se ensombreció. A su alrededor, las miradas
eran exactamente iguales al tiempo afuera: heladas, hostiles, brutales. Frías,
tan frías.
Lo odiaban y lo temían. Y la verdad, ya no le importaba.

Guess he knows from the smiles and the look in their eyes
Everyone's got a theory about the bitter one

Snape sabía cómo lo miraban son alumnos. Algunos, deseándole de todo corazón una
pronta muerte, y preguntándose cómo no lo partía un rayo. Otros, seguros que
había nacido del vientre de un Dementor, de un huevo, o de una poción que había
ido horriblemente mal. Lo miraban como algo no humano, cruel y frío como una
máquina. Algo hecho para torturarlos, una sombra negra conjurada de sus temores
que vagaba por los pasillos de Hogwarths, buscándolos.
Al final, el wraith fui yo.
Mejor.
Ya no quedaba nadie que pudiera lastimarlo.
Sabía que sólo los mejores de ellos le atribuían un amor perdido, una familia
destrozada, o tal vez un padecimiento secreto. Pero ni en sus más crueles
imaginaciones podían acercarse a la verdad. Nadie sabía…
Nadie lo entendería.
Nadie preguntaría jamás, siquiera.

They're saying mama never loved him much
And daddy never keeps in touch
That's why he shies away from human affection

Despacio, abrió la cajita de madera que Oliver le enviase. Dentro, una mariposa
perfecta de alas plateadas y oro, grande como una mano, con antenas negras lo
aguardaba, quieta en su estuche de terciopelo negro.
Snape la miró, la luz de invierno reflejándose en esas alas frágiles. Tanta
belleza, muerta. Sus ojos negros se suavizaron como ese terciopelo, pensando en
el monumento de granito negro que Lucius había construido en los terrenos del
cementerio de Hogwarths, donde un ángel de piedra negra custodiaba dos tumbas
gemelas: NATHAN LEARY y BELIAL MALFOY.
Él mismo había tendido a la bella mariposa plateada que había sido su Belial en
su estuche de terciopelo negro, junto a ese inútil talismán. Habían construido
esa tumba para que Nathan descansara al fin, por una vez junto al objeto de su
amor. Y desde entonces, nunca más había sido visto ese fantasma de ojos celestes
que pedía afecto.
El ángel tallado encima tenía ojos de plata pura. Lucius había invocado una
poderosa maldición contra cualquiera que turbase el sueño de su hijo y de su
antiguo amor.
Severus se había pasado una larga noche trabajando con pociones y hechizos hasta
que Belial fue bello otra vez, hasta que pudieron enterrarlo con una sonrisa de
paz. Y de pie en esa tumba, mientras lloraba, fue Lucius quien lo dejó, incapaz
de mirarlo a la cara.
Había sido una noche lluviosa.

Snape decidió guardar la mariposa en un cristal. Pagaría, si podía, por alas de
mariposa egipcia en polvo para el antídoto que preparaba, pero, cómo destruir
tanta belleza? Prefería tenerla en su escritorio, para que cada vez que la
mirase su corazón doliera, sí, pero latiese. Desde que Lucius lo dejó bajo la
lluvia, ya no parecía latir.

But somewhere in a private place
He packs his bags for outer space

Un susurro de terciopelo.
- Me puedo sentar?-
Snape alzó la cabeza. Y no movió ni un músculo, excepto para cerrar los ojos.
Lucius. Bello como siempre, perfecto como siempre, su túnica negra de terciopelo
con broches de platino se sentó en un revoloteo de capa y melena plateada. Cruzó
las piernas, sensual y diestro, y pidió un whiskey en las rocas, antes de apoyar
el codo en la mesa y el afilado mentón los dedos.
Muchos decían que a Lucius Belial no le había importado nada: tantos decían que
no había llorado a su hijo. Pero Snape sabía que al mirarlo nadie más que él, y
Djeri y Stefan, habrían notado nada diferente.
Sus ojos.
Ojos que habían sido de plata ahora eran plomo, más duro y denso, y a la vez
suavizados por el tiempo y el dolor. Ojos que ya no cometerían errores jamás.
Ojos templados, que eran cálidos en los suyos propios.
Lucius alargó una mano y Severus estuvo seguro que lo iba a besar en la mitad de
las Tres Escobas, frente a todos sus alumnos. Pero Lucius sólo sonrió, y le tomó
la foto para mirarla.
- El único Weasley que vale la pena. Qué negrito que está Oliver… se parece a
Djeri… lástima su pelo, me gustaba más con melena…-suspiró.- se ven felices.-
- Entonces parece que algo hice bien.- respondió Severus, preparándose a irse.
Lucius se limitó a alzar sus pies bajo el mantel y atrapar los de él.
Severus le echó una mirada asesina.
Lucius, más delgado, más seco, con esa dureza nueva en los ojos, sonreía.
- Qué quieres?-
- A ti.- Lucius susurró con calma.- Rescaté a Djeri de Azkaban. Ahora te voy a
rescatar a ti.-
And now he's waiting for the right kind of pilot
To come (and he'll say to him)

Un silencio. Severus bajó la cabeza en la mesa, su pelo cubriéndole la cara,
excepto los labios.
- Lucius…-
- Si tengo que violarte sobre esta mesa frente a todos tus alumnos, yo no me
hago problemas.-
-… Lucius, déjame. No tengo valor para mirarte a la cara. Dejé morir a tu
hijo...- a Severus no le temblaba la voz, pero no lo miraba a la cara. Y Lucius
alargó una mano y lo forzó a hacerlo, para decir con sus ojos en los suyos:

He's saying
I would fly to the moon and back
If you'll be if you'll be my baby

- Belial tomó la decisión de saltar al vacío porque quería amor. Yo respeto su
decisión. Y seguiré su ejemplo, aunque me destroce igual.- su voz se hizo muy
baja, muy tensa.- Te amo, Severus. Con todo mi corazón, con todas las fibras de
mi cuerpo, te amo, y soy tuyo. Y no te dejaré escapar, nunca más.-

Got a ticket for a world where we belong
So would you be my baby

- Entonces porqué me dejaste frente a la tumba de Belial? Pensé que me
culpabas…-
- No.- Lucius habló en un susurro.- Me avergonzaba mirarte. Sé cuánto lo amaste,
y fue mi error, no el tuyo, el que lo mató, a él, y a Nathan. Pero mi vergüenza
no es suficiente para apartarme de tu lado. Nada lo es.-
Silencio, espeso. Severus apartó la mirada, una mano cubriéndole la cara
cansada. Habló en susurros:
- No puedes… simplemente… dejarme en paz…? Olvídame. Lo único que he hecho ha
sido arruinar tu vida.- su voz tembló.- Quién te dice que no volveré a hacerlo?-
- Es muy probable. Pero si uno se lanza contra al vacío, no puedes culpar al
piso por destrozarte.- Lucius sonrió sin humor, sus manos enguantadas delicadas
en su copa. Bebió, y se lamió los labios.
- No quiero. No otra vez.- la voz de Snape era suave y terminante.
- El próximo año entra Draco, Sev.-
- Cómo puedes confiarme otro de tus hijos…?-
Lucius sonrió, y tocó la fotografía.
- Stefan y Djeri podrían estar tan orgullosos y agradecidos. Ninguno de nosotros
era mejor padre que un gato, sabes. Y tú has cargado con todo.-
Severus esbozó una sonrisa, sus dedos en la fotografía, en Oliver, su feliz
juventud enamorada, cerca de los de Lucius.
- Sev…?-
- Crees que Djeri lo aprobaría?-
- Cielos, no. No con ese pobretón.- Lucius rió brevemente.- Y Amanita correría
en círculos.-
Los dos rieron, bajo y siniestro. Los alumnos a su alrededor se apartaron, como
si observaran un siniestro aquelarre.
- Y tú serías el tío travieso que convenció a los jefes de Gringotts de destacar
a Bill en un lugar tan lejano.-
- Yo no hice nada. Sólo… sugerí algo.- Lucius parpadeó, perfectamente inocente.
- Y Stephen consiguió el primer contrato de su generación en el ministerio.-
- Sólo… tiré algunas sugerencias por allí.-
- Sugerencias?-
- Alguna vez no he sido sugerente?-
-…- Snape lo miró, las cejas alzadas.
Un largo silencio, cálido y tranquilo.
- Has tenido sueños extraños?-
- A qué te refieres?- ninguno de los dos se miraba. Miraban sus copas, licor
dorado en uno, licor traslúcido como diamantes en la otra.
- He soñado con Djeri.-
- …también tú?-
-… y dice que Voldemort volverá, Sev.-
La temperatura bajaba, afuera. Los estudiantes empezaban a irse, ya que
anochecía, aún a las cinco de la tarde.
- No has sentido una sensación de… picazón? quemadura…?- Severus alzó la mirada
y vio a Lucius riéndose.- En la MARCA, tarado!-
- La verdad, sí, allí también…- Lucius lamió el borde de su vaso.- Ooh, Sev…
crees que Djeri tratase de advertirnos? Es muy propio de él.-
- No es único sueño que he tenido, Lucius.-
- Me vas a contar que has tenido sueños mojaditos conmigo? No hace falta… es
natural…-
Severus le echó una mirada llena de afecto. Una mirada llena de lágrimas. Eran
casi dos viejos, y nada había cambiado.
- Sueño con Montrose, con el cementerio. Me veo avanzando contigo en mis brazos,
muerto… t tendiéndote en la tumba para abusar de tí con veneno en mi boca, para
morirme tras cerrar la tumba desde adentro.- Severus se frotó los ojos, aunque
su voz era calma y fría.- Lucius, no quiero que…-
- Prométeme que lo harás.-
- Qué?-
- Prométeme que me amarás antes de que me enfríe. Prométeme que dormiremos los
cuatro juntos otra vez, al final de todo.-
Severus se quedó sin palabras, sin aliento, a la pasión, la furia, la voluntad
de Lucius. Pero un segundo después, Lucius era de nuevo el hedonista, siniestro
Lucius Malfoy que sorbía su copa con desgano. Un momento después, Lucius pagó
sus bebidas, y se levantó. Y se inclinó para susurrarle algo al oído, tan rápido
que su melena rubia resbaló sobre la cabellera negra.
- Voy a preguntarle a Rosmerta si nos arrienda un cuarto. Te voy a hacer chillar
como un adolescente. - Lucius se volvió, y caminó como si fuera el dueño del
local al mostrador, su capa ondulando. Y Severus alzando ojos negros llenos de
risas y lágrimas, susurró para sí:
- Oh, Lucius…-

Una vez hubo una historia de amor que se volvió pesadilla.
Una historia de amor que fue más fuerte que el horror, la muerte, y la locura.
Y a pesar de los años transcurridos, el amor aún es más fuerte.
Esta es la historia de cuatro adolescentes a punto de volverse hombres, y de
pagar deudas que se escriben con sangre, lágrimas, y magia.
Y de cómo puedes perdonar, pero nunca olvidar.
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The Fox, Jueves 21 de Noviembre 2002, 2:18 pm.
Sean bienvenidos a mis grupos:
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