¡Hola!, ¡Feliz Año Nuevo!

Verán, este año que pasó (2016) resulto ser la cosa más ocupada en la facultad (si, pasan los años y yo nada que termino al facultad de Medicina xD). Lamento demorar tanto en actualizar pero sólo les puedo decir que aún no estoy de vacaciones y tengo semestral de Obstetricia en 3 días D:

El punto es que lo que me pasa al escribir, a veces me supera. Un día que me inspiro, no puedo para hasta terminar un capitulo o una idea. Entonces a pesar de no estudiar nada para mi prueba, les traje el capítulo 17 del Chico de mis sueños. Llamémosle un #Golpedeinspiración

Faltan por lo menos unas dos semanas para que pueda salir de vacaciones (sí he estado en semestrales desde el 27 de diciembre o sea 0 fiestas de fin de año para mi), o sea que durante esas vacaciones por a intentar actualizar No lo niegues más y su final. La idea inicial era esa, pero como me les digo, me inspiré más por acá. A veces me pasa lo contrario.

Como siempre gracias a las personas que me dan Fav y Follow. Que sepan que yo siempre espero su opinión en los RR, de hecho cuando veo que me llegan las notificaciones al correo de Fav y Follows cruzo los dedos para que también llegue la de un RR. A veces pasa… a veces no /3

A todos esos que me dejaron su opinión durante lo que pasó del 2016, les mando muchos besos, Gracias!, hacen que piense en ustedes y como tomaran los capítulos cada vez que escribo y me hacen esperar ansiosa cada comentario. En otras palabras… Ustedes son lo que me inspiran;

Gracias a: Gaby09abad, Guest, NHmaryon, aledama3, Luz253, Rafael Hyuga, AcidESP, Hima947, JANETT, michelhina, Makaa-chan, Anacar, NaruHina The Last, Akime Maxwell, Hyuga96, Momo99 y eliuska20.

¡A todos les deseos un próspero 2017 y muchas cosas buenasas para este nuevo año!

Btw… capitulo 17 año 2017 ujujujujuju (ojala pudiera poner al monito de whatsapp #justsaying)

Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto, yo solo me divierto haciendo historias alternativas

**Importante/ Advertencia!

LIME, LIME, LIME (OJO)

Yei— = Diálogos

"Yei"= Dichos de otros en las palabras del narrador

Líneas horizontales son cambios de escena (Ojo aquí también, RECUERDEN: solo las líneas horizontales)

**Los recuerdos están en cursiva

Sin más, a leer (:

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El Chico De Mis Sueños

Capítulo 17

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Los días habían transcurrido increíblemente rápido, en cosa de nada el día de la cena Familiar de Naruto había llegado y que decir del tiempo entre el chico de mis sueños y yo. Este se había reducido drásticamente y la única tarde en la que me visitó en el resto de esa semana, transcurrió en una impresionante contienda entre Neji y él.

Su relación con mi familia en verdad era buena y obviamente soy la que más se alegra de ello. Mas francamente esperaba que con el tiempo él y yo lográramos compartir más momentos juntos y por sobre todo solos, cosa que no ha sucedido. Mi proposición de aquella vez no se había vuelto a retomar. Aparte aquella mañana en la que el chico de los videojuegos me llevo a la casa de la bfi, no pudimos demorarnos absolutamente nada ya que su madre necesitaba ayuda con otros arreglos de la fiesta.

Entonces, en resumen… Mi visión de todo es que después de esta cena tan importante con su familia. Naruto tendría más tiempo para compartir conmigo y ambos podríamos hacer más recuerdos juntos.

Recordé las fotos que nos hizo Hanabi esa noche, eran preciosas. Moría por cambiar mi profile de facebook, pero el hecho de que fuera demasiado pronto me detenía. Obviamente eso no sucedió con mi teléfono; mi novio seguro reiría al ver mi nuevo fondo de pantalla.

—¿A qué hora es la invitación, Hina?

—Siete, mamá.

Observe la invitación en mis manos, de veras que la madre de Naruto tenía como un don para este tipo de cosas. "Celebra con nosotros nuestra boda de porcelana" decía resaltado en dorado. Según el papel, no era necesario llevar un presente, pero evidentemente era imposible que yo llegase con las manos vacías. Levanté con sumo cuidado la caja con el elegante lazo.

—Sólo es una escultura de porcelana, les gustará.

—Hanabi —mire a mi hermana elegante con su vestido negro— ¿en serio crees que es adecuado?

—Bromeas, es muy linda.

—No hablo del regalo —mis ojos se nublaron— Hablo de mí; ¿y si no les agrado?... Tengo mucho miedo, Hanabi.

—Hinata estás tremendamente hermosa.

Me observe por enésima vez al espejo, ondulé mi cabello y lo recogí en una media trenza despeinada a mi lado izquierdo. Llevaba el flequillo de lado y esto lograba que se apreciara apropiadamente mis aretes de pluma dorada. Mi maquillaje era ligero y natural en los ojos, pues sólo quise que resaltaran mis labios color rojo vino, el cual elegí porque pinte mis uñas de esa tonalidad.

Mi vestido era blanco con escote de hombros caídos que le proporcionaba protagonismo a mis clavículas y que dejaba un solo vuelo ligero en mi busto para descender ajustándose a mi figura hasta un poco por debajo de mis rodillas, con una abertura que mostraba parte de mi muslo de mi pierna derecha al caminar. Usaba además mi inseparable reloj Fossil, un clutch de sobre dorado, zapatos abiertos y elegantes, de punta de aguja, con un estilo romano que cubrían hasta mis tobillos, dorados al igual que mis accesorios.

—Pareces una princesa griega.

Hanabi estaba a mi lado con un vestido negro elegante y un moño alto, que le favorecía tremendamente.

—Tú también te ves bellísima, hermana.

—Obvio —con su brazo simuló la muñequita glamorosa de whatsapp — Espero que haya algún medico con el que se pueda tener una conversación interesante en esa fiesta, porque de no ser así no sé qué será de mí, hermanita.

—Bueno sólo conozco a Ino, en esa fiesta. Aunque el chico de mis sueños, me comentó que Sasuke y Sakura tal vez vayan pero no es algo que el pudiese asegurar así que… Podrías mantener una conversación muy interesante con la bfi.

—Ino me agrada, pero vamos. La compañía de un hombre promete más hermana.

Reí por su comentario, Y es que no podía cuando ella decía "hermana" con ese tono jocoso.

—¿Niñas ya están listas?, ya se nos hace tarde.

—Hana nadie nunca llega a la hora en punto. Eso es cosa del pasado.

—Pues nosotros si llegaremos a la hora justa, no quiero quedar mal ante los padres de ese joven tan maravilloso —Mamá sacó su teléfono— ¡Mis hijas están tan hermosas!

Sólo sentimos los flashazos que nos cegaron, para que luego Hanabi recordara sacar el primer snap de la noche.

—De mamacitas —leí en voz alta el snap de mi hermana— ¿En serio vas a ponerle ese título?

—Claro, aquí da igual, si se borra 24 horas después.

—Pero existen los screencapture, hermana

—Y que importa, hermana—simulo mi mala imitación— No es como si mintiera.

—¡Hana apresura a tus hijas que llegamos tarde!

—¡Vamos bajando cariño!

—Niñas, demasiada farándula por hoy, vamos.

—Mami —enlace mi brazo al de mi progenitora— Tú también estás muy bella.

—¡Sí que te luciste, Hana!, ¿ya te vio papá?.

—Ay mis princesas y no me ha visto —nos dio un beso a ambas en la cabeza con una sonrisa pícara— Le voy a dar la sorpresa.

—¡Oh my gosh!; ¡¿Cómo lo ven?!

Hanabi posteo, otro video en snapchat.

—#QuienTeAguanta, Hermana

Las tres bajamos entre risas al encuentro de los dos hombres Hyuga de esta casa.

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"La bif: ¿Dónde estás?, ya preguntaron por ti. 7:11 pm"

"Llegando, ¡What!; ¿Quién?. 7:12 pm"

"La bif: El chico de tus sueños, está en la entrada recibiendo a los invitados, esperándote. 7:12 pm"

"Ya estamos estacionando. 7:15 pm"

—Es un bonito vecindario.

—Parece de personas adineradas —Neji respondió el comentario de mi madre— ¿Eso es una Humer?; me equivoqué, no parece… es de personas adineradas.

—¿Habías venido antes Hina?

Hanabi me hizo la pregunta, ignorando la expresión desaprobatoria de papá, en el retrovisor.

—No, nunca.

—Hmp, más vale.

—¡Papá!

Apagó el automóvil, dándonos el pase para salir de él. Al bajar caminamos un poco hasta que llegamos al jardín de los Namikaze, donde todo estaba decorado con muchas luces. Vi las fuentes a cada lado de la entrada de aquella casa y me detuve en el apuesto chico de mis pesadillas con una camisa azul oscuro y unos pantalones caqui, era sencillo, varonil, pulcro y muy, muy apuesto.

—Buenas noches —Naruto se acercó a mi familia— Los estaba esperando.

Sonreí a ver sus ojos tan azules. Y un suspiro salió de mis labios, ¿Qué me había hecho el chico de mis sueños?; la vida era tan injusta, con sólo una camisa y esa sonrisa ¡lucía tan atractivo!, apuesto que no se había esforzado nada, en cambio yo… Wao yo sí que tarde horas en arreglarme.

Sin quererlo me quedé mucho por detrás de mi familia, consumida en pensamientos. Fue entonces cuando sentí esa colonia que me encantaba inundar mis fosas nasales y sus brazos tomarme entre ellos.

—Dios mío, Hinata Hyuga —se separó para acariciar mi rostro— Estás… no sé, yo… Yo simplemente no tengo palabras mí amor. Te ves increíblemente hermosa, Dios.

Con mis mejillas calientes sólo pude sonreírle y cerrar los ojos, para calmar la satisfacción que me inundo el cuerpo, después de aquellas palabras; las horas invertidas se convirtieron en poca cosa. Sentí su respiración acercarse, por lo que yo busqué el encuentro de sus labios. Al no sentirlos, abrí los ojos y vi ese par de pozos azules que amaba mirarme fijamente, algo que sentí totalmente íntimo e hipnotizante.

—¡Perdón! —cubrí mi rostro con mis brazos— Soy una tonta, no sé qué me pasó Naruto, olvídalo por favor.

—¿Cómo pretendes que lo olvide?, —escuché su ronco susurro— ven.

Naruto enlazo sus dedos a los míos y me escoltó rodeando la casa, sin decir una sola palabra. Entramos a la cocina de su hogar y allí sin más sentí sobre mi espalda el frio metal de una… ¿nevera?

—¿Qué?

Sus labios acallaron cualquier pensamiento que tuviera la oportunidad de expresar y la voracidad con la que me atacó me hizo perder todo hilo de realidad. Devolvía los besos tal cual podía, no estaba pensando. Sólo gemidos y caricias, en eso me había convertido.

Me aferré a su rostro, acaricié de su mandíbula, sintiendo cada que su boca se abría para comer de la mía. Mordí de su labio, en tanto sostenía fuertemente su cabello con mi otra mano.

—¡Jesús!

Lo escuche vociferar, para luego sentir una de mis piernas ser levantada a la altura de su cintura.

—Naru-to —gemí, para luego succionar sus labios— Me gustas demasiado Naruto.

Su miembro chocó contra mi vientre, entonces lo sentí agacharse para encontrar algún contacto con mi sexo y volví a gemir. Mi respiración descontrolada empezó a adueñarse de esa cocina, ya que ahora mi cuello era el único con la atención de su boca.

—No… Bésame yo…

Halé de sus cabellos reclamando sus labios. Y dejándome llevar por el vaivén de su lengua en mi cavidad; mordí de ella, escuchando un gruñido del chico de los videojuegos, para luego succionarla y sentir sus mano sosteniendo con fuerza mi trasero, pegándome mucho más a su erección, me moví un poco; recordando la última vez y el resultado fue glorioso. Ambos gemidos en la boca del otro.

—Te necesito Hinata, Santo cielo; no sabes cuánto.

Yo no sabía exactamente que necesitaba pero si sentía que algo me hacía falta estando con él. Quería más de Naruto, necesitaba más del chico de mis pesadillas.

—Más de ti… yo….

—Si amor… si

—¡Ah!

Me sentí levantada por este hombre y ya está se convirtió en la tercera vez que él y yo no encontrábamos en esta situación; enrollé mis piernas en su cadera, apoyando mi espalda en el frio metal del electrodoméstico. Mis piernas quedaban libres del mismo modo en el que mi vestido cedía por aquella posición y gracias e eso el contacto de nuestros cuerpos se intensificó.

—Naruto

—Hina…

Lo acalle con mis labios de nueva cuenta y la puerta de la cocina se abrió sin previo aviso. Asustados, ambos dimos un salto por la impresión. No quise abrir los ojos por miedo a lo que podría acontecer, así sólo me limité a escuchar los chasquidos desaprobatorios que salían de los labios de la persona que nos interrumpió.

—No, no, no. Chicos… La cocina no es un buen lugar —una sonrisa burlona me hizo abrir los ojos. Yo conocía esa voz— Tampoco es buena idea que desaparezcan si apenas está empezando la fiesta dobe, tu madre está buscándote frenética. Quiere conocer a la no tan inocente Hinata.

Me sonroje por ese comentario y mucho más, después de escucharle sonreír. Así que deshice la posición por lo que me lleve la oración el primer lugar, con los pies en el suelo, acomodé mi vestido y vi frente a mí, como el chico de mis sueños estaba todo despeinado y con los labios llenos de mi labial rojo vino.

—El punto es que ella venía a la cocina, pero yo obviamente me ofrecí a hacerlo porque ya sabes... suelo ser bastante malicioso y este es el único lugar donde pudieron venir si estaban en la casa. Es decir, en pocas palabras que me debes una usuratonkachi.

Teme.

—Por cierto, hola Hinata. Luces preciosa tranquila, casi no te despeinaste, sólo que debes retocarte un poquitín. Hay un baño por aquí atrás —señalo un pasillo— Te será más fácil hacerlo allí.

Pase a su lado con la cabeza gacha; no me atreví ni a mirarle, ¡moría de vergüenza!; en mi estupefacción me deje la puerta abierta, aun escuchando de su conversación.

—Tú también límpiate dobe —escuche el sonido del papel toalla ser arrancado—No sé qué pasa contigo pero… piensa un poco lo que haces, que no sólo está tu familia aquí, también está la de ella, cuídala más.

—Gracias.

—A la orden, marica. Tú si vas a necesitar peinarte de nuevo por Kami.

—¿Hinata? —la voz de Ino retumbó en el ese espacio— Oh, hola de nuevo a ambos. Si tú estás aquí todo despeinado, quiere decir que Hinata también ¿no?

—Está en el baño por allí.

—Okay, imagino lo que sucedió —escuche sus pasos encontrándome con ella ya al salir del baño— ¡Vaya estas preciosa!, ¡Sabia que ese era tu vestido!

—Tam-bién te-e ves her-mosa ami-ga.

—¡De qué vas! —rió con ganas— Tus padres están preguntando por ti y el chico de tus sueños.

Sasuke no pudo contener un bufido de burla.

—¿El chico de sus sueños?

—Ya cállate teme y vamos fuera que nos están esperando.

—Mira que injustos son Ino —detuvo a mi amiga en la puerta— ¿Es Ino verdad?, —ella sólo asintió— Uno le salva la vida literalmente y cómo te tratan luego de que te utilizan.

Mi amiga rodó de ojos y salió conmigo de la mano de esa cocina. Siguiéndonos de cerca venían ambos chicos, aun discutiendo.

—¡Allí esta ella!

Una mujer elegante de cabellos rojos recogidos en un moño y unos ojos azules más oscuros que los del chico de los videojuegos tomó mis manos y acunó mi cuerpo en un abrazo. Con cara de sorpresa vi a mis padres sonreír a su espalda. ¡Oh por Dios, es ella!

—Eres guapísima, Hinata —me separó un tanto— ¿Cómo una mujer tan hermosa como tú, se fue a fijar en mi desconsiderado hijo?

—Kushina, la estas abrumando, —se acercó a nosotras el chico de mis sueños versión adulta— Soy Minato Namikaze y ella Kushina Namikaze, mi esposa. Mucho gusto pequeña —tomó mi mano con delicadeza— Cuando Sasuke me dijo que vendrías me llevé una gran sorpresa, decir que mi mujer es impaciente es poco pero la realidad es que eres la primera chica que mi hijo trae a casa y eso nos llenaba de ansiedad por conocerte a ambos. Me alegra que hayan venido y conocer a una jovencita tan bella como tú.

Estaba muda y con el rostro híper caliente. Observe a sus espaldas a Hanabi haciéndome señas para que dijera alguna palabra y milisegundo después sentí el codazo de mi amiga que seguramente pensaba igual que mi hermana.

—Oigan ustedes, la están poniendo nerviosa —Naruto tomó mi mano— Ellos son mis padres Hinata.

—Es… es un gran placer, conocerlos al fin, —hice una leve inclinación— Me llamo Hinata Hyuga y estudio en la misma facultad que Naruto.

—Un gusto bonita —sonrió la joven madre.

—La decoración es preciosa, ¿cierto Hinata?

Ino al rescate again, contribuyó mi amiga después de un milisegundo de incomodo silencio.

—Sí, me gustó mucho su jardín frontal, las luces lo hacen parecer de otra realidad.

—¡Uy Cariño!, repítele eso de nuevo a tu noviecito por favor —sonreí sin comprender— Ese muchachito que sostiene tu mano, creyó que poner las luces era demasiado y no paró de refunfuñar cuando le pedí a él y a Sasuke que lo hicieran.

—Mamá.

Todos rieron por el tono del pequeño Namikaze.

—Oh casi lo olvido— extendí el presente en mis manos— Muchas felicidades por su boda de porcelana.

—Ay por Dios linda, no te hubieras molestado.

—Es un presente departe de toda mi familia, espero que les guste.

—Bueno no puedo esperar para abrirlo así que…

Kushina Namikaze, despegaba cada cinta adhesiva para no dañar el papel de regalo; era muy considerado de su parte. Cuando ya tuvo la caja blanca en sus manos la abrió sacando las figuras de porcelana de él. El obsequio constaba de un ángel animado con dos novios con sus iniciales debajo de él. Según mis investigaciones de google, esto el traería mucha prosperidad a la pareja, siendo su boda de porcelana, debían recibir regalos de porcelana.

—¡Esta bellísimo, muchas gracias!.

Le dio un beso a cada integrante de mi familia, presente.

—Disculpen—Neji llego ante nosotros con el arreglo artesanal que había hecho mamá— Fue mi culpa, lo deje olvidado en el auto, pero aquí lo tienen, Muchas felicidades.

—Vaya son tulipanes amor —Minato sostuvo el arreglo— Ustedes aún no lo saben pero acaban de ganársela sólo con estas flores.

Nos hizo reír a todos.

—Mi esposo tiene toda la razón, aparte se ven muy especiales y no parecen comprados.

—Y no lo son —Hanabi intervino— Mamá lo hizo, ama la botánica y la jardinería se le da bien.

—¡¿En serio?!, no te creo que detalle Hana. Definitivamente que tú y yo tenemos mucho de qué hablar. Ese pescado en salsa blanca que me hiciste llegar con Naruto era adictivo.

—No te preocupes, fue por agradecimiento. Tú pastel de manzana estuvo muy delicioso también.

—Que ilusión que les haya gustado, pero me atrevo a decir que el pay de manzana no puede competir con tu pescado en salsa blanca; hasta hizo que Minato insinuara que les pidiera la receta.

—Oh no, no. Yo podría decir lo mismo de su postre. Se llevó el halago de Hiashi y de todos mis hijos.

—Pues venga Hana no se diga más, debes conocer a mis amigas y Hinata tú también cariño, ven. Debo presentarte para que seas la envidia de todas esas madres.

Reí al ver que se llevaban tan bien, aparte también vi cómo mi padre conversaba con el padre de Naruto y todo eso me hizo más ilusión y aunque fui alejada del chico de mis sueños e Ino, mi perspectiva de esta cena fue que iniciaba con buen aspecto.

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—Bueno ya que mi esposa se ha llevado a la tuya, puedo aprovechar —papá codeo al Sr. Hyuga con mucha confianza— Sé que parezco joven para preguntarte esto pero ¿qué tal se te da el ajedrez?

Neji se puso a mi lado con una sonrisa por lo que lo miré pidiendo una explicación.

—Tu padre no tiene idea de lo que acaba de hacer— susurró bajo.

—Se me da bien.

Contestó el Hyuga simplemente, ganándose una gran sonrisa de parte de Minato.

—Sabía que no me defraudarías Hiashi —mi padre le brindó uno de los tragos de whisky que se repartían por todo el salón— La única forma de probar tus palabras es con una buena partida.

Ambos hombres caminaron rumbo a la terraza.

—¿Por qué, qué hizo?

Aproveche para aclarar su comentario.

—Hiashi Hyuga es un adicto al Shogi, siempre nos obliga a que rindamos un juego con él, cada que puede.

—Hmp, así que Minato encontró a un rival que le dará la talla entonces —Sasuke intervino— También es muy bueno, pero hablando de juegos. ¿Dicen que eres bueno en Smash?

—Neji, él es Sasuke Uchiha, casi como un hermano para mí. Teme él es el hermano de Hinata, Neji.

—Qué tal —saludó el Hyuga— se me da bien.

—De tal palo, tal astilla.

—Y ella es Hanabi, Sasuke, la hermana de Hinata.

—Pierdes tu tiempo, ya nos presentó Yamanaka antes —rodé de ojos— Por allá esta Sai, vamos a echarnos una partida con él y Neji, dobe.

—Paso por ahora, me preocupa Kushina llevándose a Hinata así de repente.

—Querías pasar tiempo con ella, ¿no? —Ino dio dos palmadas en mi espalda con una sonrisa burlona— Yo también, te entiendo.

—Bueno vente a jugar con nosotros Ino.

—Será

—¿Qué te pasa dobe?

—Es que realmente quería mostrarle la casa y presentarla con todos —el teme bufó— Pero ya mi madre me quito el papel.

—Eres demasiado tierno cuñadito—Hanabi soltó una carcajada— Ve con ella junto a tu madre, seguro esta aterrada por allá. Eso sí, dando lo mejor de ella pero aterrada al fin.

No hizo falta que lo dijera dos veces.

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—No es la mejor idea asistir Mikoto —Itachi vio como la mujer preparaba un vestido— Sasuke no quiere vernos. Aunque nos hayan invitado, no es apropiado.

—Tú consientes demasiado a tu hermano Itachi, nosotros no podemos vivir según sus caprichos.

—Dudo mucho que comprendas porque lo digo.

—Iré… no importa lo que digas iré y enfrentaré de una vez por todas esta situación con Sasuke.

—¿Qué situación? —Fugaku los detuvo a ambos— Apenas ayer regrese de viaje y me entero que mi hijo se fue de la casa. ¿Qué está pasando?, no voy a tolerar más su actitud sospechosa. Ayer no paraste de llorar por la noche Mikoto. Y si tu madre no planea decírmelo lo harás tu Itachi; habla de una vez, ¿qué está sucediendo?

—No creo que yo sea el indicado para decírtelo.

El silencio fue lo único que reinó en esa habitación por minutos

—Fugaku yo…—Mikoto volvió a romper en lágrimas— Yo le hice algo terrible a nuestro hijo.

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—Feíta, eres buena en esto.

—Por lo menos en Mario Party nadie puede contra mí —la chica rio con malicia— Es tu turno, vamos.

—¿Por qué entraste de esa forma? —Luigi golpeó el dado en la pantalla— ni siquiera saludaste a Naruto, ¿Cómo sabrá que estas aquí?

—Seguro verá a mi madre y lo notará, ¡vamos juega!

—Si tú lo dices.

La puerta de la habitación de video se abrió y la impresión no pudo ser callada en el rostro de aquellas dos personas.

—Sakura…

Esos ojos jade se apartaron de los míos, enfocándose únicamente en el televisor.

—Ino, que sorpresa.

—Hola Sai.

—¿Vinieron a jugar?. Podemos reiniciar el juego pero uno deberá esperar porque la feíta me obligó prácticamente a jugar una ronda rápida de Mario Party.

—¿No deberían estar en la fiesta ustedes?

Hmp, que idiota pero si… fue lo único que se me ocurre decir.

—Hola Ino —la peli rosa saludó a la amiga de Hinata pasando de mi —¿Cómo ha ido todo?, es un gusto verte de nuevo.

—Bueno bien, no me quejo —la Yamanaka me miro con incomodidad— Oye te ves muy bien hoy y esos zapatos, vaya me encantan.

—Que linda, gracias.

—Hinata siempre me obliga a jugar con ella.

Por concéntrame en la Haruno, perdí el hilo de la conversación entre Sai y el hermano de Hinata.

—¿Conoces a Hinata?

Sakura preguntó amablemente.

—Él es el hermano mayor de Hinata, Neji Hyuga —presente al chico, como segundo intento de llamar su atención— Neji ellos son Sai y Sakura, amigos de la infancia y compañeros de carrera.

Sakura carraspeo y en la pantalla vimos cómo se reinició el juego.

—Ya me canse —mostró una sonrisa fingida— Te libero Sai y es un gran placer Neji. Naruto me ha hablado mucho de tu hermana —hizo una reverencia— Hasta pronto, les dejo libre el lugar para que puedan jugar tranquilos.

Sin más caminó "imperturbable" pasando a un lado nuestro.

—Sakura —sostuve su mano— necesitamos…

—Disfruta la fiesta compañero. Discúlpame, definitivamente fue un terrible error haber venido.

Se soltó de mi agarre y a paso rápido entre la multitud.

—No espera… —salí detrás de ella— Sakura por favor.

Logré alcanzarla, tomando de su brazo entre tantas personas, para luego halarla escaleras arriba. Esta situación no daba para más, debía terminar de una vez por todas.

—Nosotros nos debemos una conversación.

—Tu y yo no… no nos debemos nada —Vi escozor en sus ojos— suéltame por favor, no debeos armar revuelo en la fiesta de Kushina y Minato.

—Y no lo haremos —cerré la puerta a mis espaldas— explícame como dos personas que iban a ser padres, no tiene nada de qué hablar.

—Sasuke no, te lo ruego… por allí no empieces.

—Me canse de hacerme el tonto Sakura. Yo te amaba como nadie, los amaba a ambos por eso reaccioné de esa forma ante las mentiras de mi madre —sostuve de su rostro— Eras la mujer más importante para mí, yo simplemente no podía creer que fueras capaz de abortar a nuestro bebe —pase mis dedos por sus mejillas húmedas por las lágrimas— Eso me cegó Sakura y realmente llegue a lastimarte como un imbécil —fruncí el ceño— Aunque no lo creas, aún no me perdono por el año que te hice vivir. Pero no quiero estar lejos de ti, no quiero huir más. Yo acepto cada uno de mis errores y quiero enmendarlos como sea Sakura. Te pido por favor me perdones.

—Sasuke… no yo…

—Sakura, yo aún te amo, no he dejado de hacerlo. Te amo.

—Tú no me amas.

—¿Qué dices?, veme a los ojos. Soy yo, tu Sasuke y te amo. —sus ojos jade estaban todos brillosos— No puedes fingir no creerme. Estoy seguro que todos te lo han dicho, desde Naruto hasta Temari. Me comporte de una forma infantil, lo sé. Hui de ti, de mis sentimientos y de mi dolor… de nuestro dolor. Me convencí egoístamente que sólo yo sufría y te deje de lado. Sakura perdóname, por favor.

Esa mujer de cabellos rosas, reventó en llanto y yo tomé fuertemente de su cuerpo. Ocultando en mí pecho cada uno de sus quejidos.

—Yo sé que a ti te sucede lo mismo, sé que no has dejado de amarme Sakura. Esto que nosotros hemos vivido, esta relación… Nuestros siete años juntos, no se pueden dejar de lado de la noche a la mañana. Porque yo lo intenté, lo hice de todas las formas y no pude; en ningún momento deje de pensar en ti, en ningún momento deje de quererte y por eso me dolía tanto verte y compartir contigo.

Ella me separó de si con sus brazos.

—Pues yo si te creí, yo si creí que dejaste de amarme. Que te habías enamorado de Hinata Hyuga y que seguirías con tu vida… sin mí.

—Yo estuve equivocado Sakura. Yo no creía en ninguna mujer y fui un imbécil; Hinata también salió lastimada por mi culpa.

—Uhm —secó sus lágrimas— seguro fue eso lo que Naruto me comentó.

Habló más para sí misma que para mí.

—Ese dobe.

—No pero… Naruto nunca me dijo nada referente a ti y a Hinata. Siempre lograba evadir mis preguntas y terminaba diciéndome que todo iba a salir bien, que no me preocupara.

—El dobe siempre me hacía ver lo jodidamente enamorado que seguía de ti y yo detestaba que lo hiciera, por eso seguía intentando con Hinata —Bufe divertido— Lo gracioso era que sin ser consciente, yo estaba complicando la extraña relación que llevaban esos dos.

—Frustrando al pobre de Naruto con eso.

—Sí, nos jodíamos mutuamente. Pero la culpa de todo al tenía el por no decirme lo que le pasaba con al Hyuga. Al final todo eso llevó a que Hinata llorara y Naruto y yo nos agarrásemos a golpes.

—Ah —levantó uno de sus dedos— entonces esa fue la discusión entre ustedes que Hinata escuchó y terminó en un gran malentendido.

—Uhm, ese día ella se enteró que yo la buscaba para olvidarme de ti y el malentendido fue que Hinata creyó que el dobe únicamente se acercaba a ella por lástima.

—Espera… ¿por mí?, uhm ya veo; por eso fue que Naruto no quiso contarme.

—Bueno es que la historia también es complicada.

—¿Más que la nuestra?

—Uhm pueden igualarse, supongo—acaricié sus cabellos— Me encanta que digas que aún tenemos historia.

Con un sonrojo desvió la mirada.

—Cuéntame Sasuke, quiero saber.

—Vale, pero si me perdonas.

—Tonto, ¿cómo paso todo?, dime.

—Hmp —tome de su mano y nos sentamos sobre la cama—Aunque Naruto y Hinata ya tenían una especie de relación antes de esa discusión. Hinata formaba una barrera entre Naruto y ella diciendo que estaba enamorada de mi —Sakura abrió sus ojos— Sí, ella se mostraba interesada en mí en un principio, por eso yo creí que con ella estaría bien "intentar algo", en primer lugar. Pero nuestro amigo rompió cualquier sentimiento de la Hyuga por mí a su manera, —rodé de ojos— La llenó de confusión y Hinata cada que el se le acercaba me ponía de excusa diciéndole que me quería, cuando en realidad ya se encontraba loca por el Dobe.

—Wou, wou, para un poco. ¿Hinata estaba interesada en ti en un principio?

—Aja.

—¿Pero luego Naruto se metió y ya no lo estuvo más?

—Naruto se enamoró de ella, de hecho tenías que verlo. Cuando empezó todo se mostraba como en otro mundo, era un completo desastre —acaricié su mejilla— De hecho sabes que ahora ellos están saliendo, ¿no?

—Eso sí, pero nunca supe como inicio.

—Naruto hacia jugadas a los oscuro, la besaba por los rincones de la facultad, la llamaba, la acorraló durante la gira médica. El dobe la quería pero él tampoco se permitía aceptarlo porque según él, ella estaba por mí.

—Por los pasillos —rio con diversión— Wou todo un acosador.

—Ya ves. —reí con ella— Hasta la persiguió a sus casa.

—Ah eso sí lo sabía, me dijo que fue por ella cuando la vio sufrir.

—Bueno, aquel día del "malentendido", el me acorraló para que me apartara de Hinata y peleamos porque me dijo la verdad que yo no quería escuchar.

—¿Que estabas enamorado de mí y que Hinata sólo era una excusa para olvidarme?

—Exactamente — presione de sus nariz, obteniendo un puchero de mi mujer— Me pidió que me alejara de ella y que asumiera mis sentimientos por ti de una vez por todas. Entonces Hinata nos escuchó y por eso terminó todo mal entre los tres.

—Vaya que fue complicado, ¿Naruto te contó todo esto?

—Desde que me fui de la casa y me vine a vivir acá, he escuchado esa historia como unas veinte veces —reí con sarcasmo— Lo trae muy mal Hinata.

—¿Te fuiste de tu casa? —Sakura había desviado si vista hacia nuestras manos— mi madre me dijo que te quedabas aquí, pero creí que sólo era por unos días.

—Sakura, —tomé de su quijada con mis dedos, guiando el encuentro de nuestras miradas— no debiste tomar la responsabilidad de Mikoto totalmente sobre tus hombros, éramos una pareja. Debimos enfrentarlo juntos.

—Yo no pude permitir que tu supiera la verdad —sus ojos volvieron a estar llorosos— Tu amas a Mikoto, ¡es tu madre por Dios!.

—Lo es, pero lo que hizo fue imperdonable y te lastimó a ti, la mujer a quien también amo.

—Entiéndeme se trataba de Mikoto, no podía competir contra ella. Era su palabra contra la mía.

—Y tú eres mi mujer Sakura.

—No quería verte sufrir, lo siento. Yo también me equivoqué.

—¿Sakura… tu aún… —mis manos temblaron sobre su agarre— aún me amas?

Ella llevó mi mano a sus labios, besando del dorso con una tenue sonrisa.

—En ningún momento deje de hacerlo, Sasuke Uchiha.

Con un suspiro de alivio, una gran sonrisa se adueñó de toda mi cara.

—¿Ni aunque sea un completo idiota?

—Ni aunque seas el tonto más grande del planeta, podría contra el amor que siento por ti.

—Te amo

La vi cerrar esos ojos jades

—También te amo

La escuche pronunciar antes de acortar toda distancia y perderme entre sus besos. Había transcurrido un año de distancia, un año sin tocarnos. Año que sólo logró que la pasión y el deseo que sentíamos los dos se resguardará hasta desbordarse esta noche.

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—Oh Mikoto que gusto verte, ven y conoce a Hana, es la madre de Hinata —La Sra. Namikaze, prácticamente haló de aquella mujer— Mira y ella es Hinata, la novia de Naruto. ¡¿Puedes creer lo linda que es?!

La hermosa mujer, nos saludó a mí y a mi madre con un beso en la mejilla.

—Vaya que eres guapa, que suerte tiene Naruto.

—Gracias — hice una reverencia.

—Buenas noches, Sra. Uchiha —el chico de mis sueños llegó ante nosotras y miré con sorpresa como saludaba a la ¡¿madre de… Sasuke?!— Mamá, yo creo que será mejor que yo le muestre la casa a Hinata.

—Ay claro cariño, disculpa por robártela tanto tiempo.

—Naruto, hijo. No me llames así. Me conoces de toda la vida, dime Mikoto.

—Ah, claro… Mikoto.

—Así está mejor —sonrió— estoy buscando a mi hijo. ¿Pueden decirme dónde está?

—Ah, Sasuke está en el cuarto de videojuegos, con Neji… el hermano de Hinata.

—Ese niño no cambia, en serio. Mira que estar encerrado jugando durante tu fiesta, Kushina discúlpale.

—Ay no te preocupes, el único motivo para que mi Naruto no lo esté acompañando, seguramente es esta señorita a mi lado —una gota rodó por mi frente— Oye y dónde está Fugaku, ¿ya volvió de su viaje?; estoy segura que Minato se emocionará al verlo.

—Bueno el prefirió esperar en el Jardín, es que vinimos por Sasuke.

—Oh vaya, ¿y no se quedaran para la velada?

—Bueno Itachi, si debe estar por aquí, pero ya sabes cómo se pone Fugaku a veces.

—Naruto, hijo. ¿Tu padre donde se encuentra?

—Está jugando ajedrez con el señor Hiashi —Kushina le miró buscando algo en su rostro— Es en serio mamá.

—Esto es de familia. Hana ven, vamos por ellos —enlazo su brazo al de mi madre— No te preocupes Mikoto, seguro Minato lo convence para que comparta un rato con nosotros. Por mientras, allá esta Mebuki que me dijo que tiene muchas ganas de que charlen, hace mucho que no se ven, ¿cierto?

—Busquemos a Sasuke mi amor —Naruto tomó de mi mano después de aquel susurro— Ya lo traemos, Mikoto.

—Con su permiso.

Incliné mi cabeza en forma d despedida de la señora

—Propio, niños.

Ya lejos de ella, no pude contener las preguntas que surgían en mi mente.

—Kushina, me presentó a Mebuki hace un rato, ¿Es ella la madre de Sakura, cierto?.

—Nadie de la familia sabe lo que hizo Mikoto —vi su expresión seria— El hecho de que estén todos aquí me preocupa un poco y más con lo que dijo de que venían por Sasuke. El teme no querrá irse así de fácil.

—Uhm, me temo que Sakura también está aquí. Lo escuche de su madre —lo miré notando como fruncía el ceño— A mí también me pareció un poco extraña la actitud de Mikoto.

—Que Sakura esté aquí podría complicar un poco más las cosas, pero ella y Sasuke deben hablar. Pensándolo mejor que ellos se encuentren, no sería lo peor del mundo.

Llegamos a una puerta corrediza a un lado de la sala. Al abrirla vimos como Neji, Sai e Ino se enfrentaban en una partida de Mario Party.

—¡Oh, se ve divertido!, ¿quién va ganado?

No me contuve al verlos reírse a carcajadas.

—Hina a que no adivinas —la Yamanaka hizo una pose de triunfo— Le estoy dando una paliza a estos dos.

—Sólo tienes suerte —Neji soltó como restándole importancia— estoy un poco oxidado en este juego.

—Ay por favor, son puras excusas —desmentí sus palabras— Yo siempre te gano en Mario Party.

—Hinata pudiste habérmelo dicho, antes de aliarme a él —Sai puso pausa al juego, mirando a Neji— Dijiste que se te daba bien el multiplayer.

La sonrisa de Ino no se hizo esperar.

—Ya acepten su destino, Losers.

—¿Sasuke no estaba con ustedes? —El chico de mis sueños volvió a hacer evidente el motivo de nuestro ingreso en esa habitación— Hace un momento los vi entrando a todos aquí.

—Ah él se fue con la feíta.

—¿Con Sakura?, —mi novio dijo sorprendido— ¿De eso hace cuánto fue?

—Bueno, empezamos a jugar hace como una hora y media —Ino miró su reloj de muñeca— Ella salió de aquí al vernos llegar junto a Sasuke.

—¿Y saben hacia donde tomaron?

—No —contesto Sai, empeñado en el desafío de Bowser— ¿Por qué mejor no los llamas?

—Ya lo intentamos —marque una vez más su número desde el teléfono de Naruto— Pero no se preocupen, ya daremos con ellos.

Halé del chico de mis sueños, deteniéndome al recordar algo importante.

—Neji… ¿y Hanabi?

—Ni idea.

—Uhm.

Salimos del cuarto, dejando a ese trio disputándose sus coins con Bowser. Caminamos un poco y el chico de mis pesadillas a mis espaldas vi a mi hermana conversando con un joven cerca de la mesa de bebidas.

—Es Itachi, el hermano del teme.

—Bueno al menos veo que está bien acompañada, creí que estaría sola —detuve mis pasos y miré la expresión preocupada de mi acompañante— Busquemos a Sasuke, uhm pero ¿dónde crees que puedan estar?

—Sígueme, en serio espero que eso que pienso no este volviendo a suceder.

Subimos las escaleras llegando a la planta alta de la casa en un pasillo lleno de puertas, las cuales supuse eran las recamaras.

—Esta es la habitación de mis padres, —Señaló la puerta doble al final del corredor— y está —tomó el pomo de la puerta— es la mía y todas demás que ves, son de huéspedes. No solemos llenarlas pero si se utilizan, como cuando mis padres invitan a sus amigos a cenar y están muy tomados para regresar a sus casas; también cuando Shin, Sakura o Sasuke se quedan a pasar la noche.

—¿Shin?

—Oh, es el hermano de Sai. Te lo presentaré, seguro esta abajo y no se ha separado de la mesa de bocadillos.

—Será un placer conocerle.

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La vi reír y ver su rostro angelical, me hizo dudar un poco sobre abrir la puerta de la habitación. Es decir, en serio no podía estar pasando de nuevo. Es aceptable que ocurra una vez, pero Sasuke no es capaz de hacer lo mismo dos veces, ¿no?

—Entremos.

Teniendo un poco de fe en mi amigo giré de la perilla.

—¡Te amo Sa… Sasuke!

—¡Ah, Sakura!

Al abrir la puerta de par en par, los sonidos gemidos de esos dos se hicieron presentes en el pasillo. Vi a Hinata enrojecer hasta las orejas y ¡La madre que me parió!. Cubrí su menudo cuerpo con el mío dejándola tras mi espalda para que no viera tal traumatizante imagen.

—Mierda no me lo puedo creer, ¡Ustedes otra vez!

Sakura estando encima Sasuke completamente desnudos sobre mi cama, detuvieron todo movimiento de placer y se cubrieron el uno al otro con un abrazo. Miré sobre mi hombro como mi muñeca parecía haber olvidado respirar de la impresión. La sostuve por los hombros con el miedo de que cayera rendida al desmallo.

—¡Maldición dobe!, ¡Cierra la puerta!

Seguro que no hablaba en serio, sentí un tic en mi ojo luego de escucharle.

—¡Que cierre la puerta!, ¡¿que cierre la puerta de mi habitación?! —Me voltee dándoles la cara, cuanto ellos ya habían encontrado refugio en las sabanas— ¡Por Dios, por qué de tantas habitaciones ustedes se empeñan en hacerlo en la mía!, ¡entiendo que les pase una vez pero dos!

—Crees que yo tenía la mente clara para pensar a qué habitación entrar.

—¡Es que no me lo puedo creer!; ¡A mí no me molesta que tengan sus privacidad!, ¡¿Cuál es el fetiche con mi cama?!, ¡Es como si les prendiera, maldición!

—¡Naruto!

Sakura habló muy avergonzada. Por lo que tomé una gran bocanada de aire, buscando tranquilizarme. Hale la puerta que estaba a un lado para cerrarla, sacando de allí a Hinata.

—¡Vístanse de una vez!. Tu familia está allá abajo y están preguntando por ti, Teme.

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Toqué mi frente sintiéndola caliente y es que casi podía imaginar humos saliendo de mi cabeza.

—Hinata lamento que hayas tenido que ver eso. —Naruto cerró la puerta de su habitación de un portazo —Debí entrar sólo, ya me esperaba yo que algo así sucediera.

—Al menos… —reí incómoda— al menos ya solucionaron sus problemas, eso es bueno.

—¿Qué hago contigo?, —el chico de mis sueños me acogió con sus brazos— Eres tan hermosa.

Correspondí su abrazo con más fuerza perdiéndome entre su aroma. Inhale profundamente sobre el pecho del chico de mis pesadillas. No sé cómo lo lograba, pero tenerle de este modo me tranquilizara más que cualquier cosa. Haciendo que las imágenes que vi hace segundos, fueran nada en comparación a estar a su lado.

—Te amo —susurre mis sentimientos totalmente relajada— No quiero alejarme ni un solo milímetro de ti, Naruto.

—¿Ni uno solo?

—Nup

—¿Y cómo voy a satisfacer la necesidad de besarte después de esas palabras, si tu no quieres alejarte de mí ni un milímetro?

—Puedes besar mi cabeza, mis cabellos, mi frente y no tienes que alejarte.

—Yo quiero morderte los labios, Hinata.

Levanté el rostro de su pecho para mirarlo con una sonrisa de medio lado.

—¿Sólo mis labios?

—Hinata Hyuga.

Elevé de mi cuerpo hasta encontrarme con su boca. Lamí de sus labios apenas pude tocarlos, repartiendo caricias entre ellos y sintiendo leves mordidas sobre los míos. Me abrí paso dentro de su cavidad con mi lengua, succionando de la suya y moviendo la mía alrededor del musculo en cada succión.

—Uhm, bonita.

Con un impulso empuje de nosotros, terminado con Naruto recostado contra la puerta de su habitación, notando como sus manos se posaban sobre mi trasero. El chico de mis sueños movía de sus manos de arriba hacia abajo, pegando más de nuestras caderas.

Al tomar aire el chico de mis pesadillas se perdió en mi cuello, repartiendo besos y mordiscos por donde quería.

—Yo quiero morderte por todas partes Hinata. —Apresó el lóbulo de mi oreja entre sus dientes ganándose un pequeño gritito de mi parte— aquí y muchos otros lugares que no te imaginas.

—¿Qué lugares, Na-ru-to?

—Uhm, ¿señorita Hyuga está usted seduciéndome?

—¿Te gusta?

—Me estas tentando demasiado.

—¿Y eso es malo? —me perdí en esos pozos azules y lamí de mis labios— ¿En qué lugares quieres morderme, Naruto?

—Hinata —Apretó de mis nalgas— Si será bueno o malo, dependerá de ti —me robó un pequeño beso sin dejar de mirarme— ¿esto te gusta? —hizo referencia en la presión de sus manos a lo que yo asentí sin vacilar— Entonces es muy bueno. Quiero adueñarme de todos tus deseos, probar cada parte de tu cuerpo, detallar tus sabores y morder cada esquina de tu piel. ¿Eso te asusta? —negué con la cabeza sin dejar de mirarle y como elevó a comisura de su labio en una sonrisa— Quiero morder tus muslos, —llevó sus manos entre el interior de mi vestido— tus pechos —con su otra mano libre tocó de ellos por encima de la tela— morder estos pezones —los delineo con sus dedos por encima de la ropa por lo que gemí, dejándole hacer— Separa las piernas, amor —obedecí sus palabras, disfrutando del recorrido de sus manos —Estas húmeda, muy húmeda Hinata.

—¿Si? —Mis ojos permanecían cerrados, concentrada en su ronca voz— ¿mucho?

—Hmp, me gusta —Sentí sus dedos tocarme sobre las bragas— Permiso.

Susurro para abrirse paso a mi piel desnuda y yo separé un poco más las piernas. Complemente hipnotizada con cada movimiento.

—Quiero morder de tu sexo, Hinata —beso mis labios, siendo correspondido al instante— quiero morder y chupar tu clítoris —acallando mis gemidos con su labios, daba vueltas sobre ese botón de placeres— quiero estar dentro de ti Hinata Hyuga.

—Ah, Naruto

Sentí dos de sus dedos en mi interior, entrando y saliendo con suavidad. Abrí mis ojos que habían permanecido cerrados, encontrándome la expresión más sexy que jamás había visto en el chico de mis sueños. Su mirada me traspasaba, era oscura, penetrante e hipnotizante; luego de verla no pude apartar mis ojos de él, aunque fuera consumida por la vergüenza en cada uno de mis gemidos me era imposible dejar de mirarle.

—Quiero hacerte mía Hinata —Trague saliva por el corrientazo que sentí al escucharle— Quiero hacerte el amor.

La puerta se abrió a su espalda, haciendo que el chico de mis pesadillas perdiera el equilibrio y yo con él. Naruto sacó las manos de mi entrepierna para darse apoyo y sostener de mí sobre su cuerpo. La expresión que vi hace unos instantes desapareció totalmente de su rostro para ver con molestia al causante de nuestra caída.

—¡Maldita sea Sasuke!

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—No es mi culpa —Sasuke venía refunfuñando— Las puertas se hicieron para abrirse.

—Ja, pues lo mismo digo teme,—baje de otro escalón— y más si es de tu propia habitación.

—No se compara, dobe.

Ni Sakura, ni Hinata habían dicho una sola palabra luego de lo acontecido. Pero sí que era un alivio, que ya por fin luego de casi un año ya se reconciliaran esos dos.

—Claro que no se compara, para nada.

Miré a la Hyuga a mi lado, quien seguía con su mano entrelazada a la mía. Descifre su silencio al ver esos pómulos aún sonrosados. La forma en que esta muñeca se entregaba a mí, no dejaba de sorprenderme. Ella me provocaba y me hacía sentir de todo con nada, ni me tocaba y ya me tenía como loco, como por ejemplo: sólo con sus palabras de hace un rato o este movimiento de sus piernas al caminar. Eso sólo hacía que me preguntara, si Hinata era consciente de lo sexy que se veía su trasero en ese entallado vestido blanco.

Mi autocontrol con mi muñeca estaba llegado a su límite y eso era algo que realmente me preocupaba. Ella se merecía lo mejor y si yo perdía el control, la tomaría de la forma más bruta y primitiva para saciarme y esa forma no era nada apropiada, para una virgen e inocente princesa.

Una vez abajo, Mikoto cruzo el salón para encontrarse un Sasuke sorprendentemente de la mano de Sakura.

—Hijo… Sasuke—intentó tocar su rostro, siendo esquivada de inmediato por el teme— Hemos venido por ti. Tu padre y yo queremos que hables con nosotros en casa.

Una afectada Mikoto Uchiha mantuvo su mano en su pecho apretándolo con fuerza, aguantando con un nudo en la garganta toda lágrima que brillada en esos oscuros ojos.

—No voy a volver, no por ahora.

Ella observó a Sakura, quien ahora portaba la mirada desviada de su dirección.

—Niña… perdóname, Sakura. Yo no pensé lo que hice, yo fui muy estúpida y tomé la peor decisión de mi vida —las lágrimas contenidas, se tornaron liberadas—No quise hacerte daño niña, a ninguno de ustedes.

—Yo…—Sakura habló con resentimiento— yo confiaba en usted, nunca creí que tenía que cuidarme de lo que comiera en la casa de la mejor amiga de mi madre. Una de las mujeres que me vio crecer, que me acepto como parte de su familia por siete años. Yo pensé que usted me quería, en serio discúlpeme, pero yo a pesar del tiempo aún no puedo mirarla a los ojos.

Sakura se soltó del agarre de Sasuke y caminó lejos de Mikoto Uchiha.

—¡Lo sé, Sakura!, ¡Yo te falle, le falle a Sasuke y a…

Mikoto comenzó a llorar desconsolada sobre el suelo del lobby de mi casa, a sus espaldas vi como todos los invitados miraban tal acontecimiento y cómo llegaron rápidamente, mis padres y Fugaku Uchiha a nuestro lado.

—Señora, Mikoto por favor levántese. —sostuve de ella con mis manos— por favor, vamos a un lugar más tranquilo.

—¡Sakura perdóname!

Mi amiga se había detenido junto al teme, sólo para voltear y ver tal crisis en la madre del azabache. Sasuke volvió a tomar de su mano y su ceño permanecía fruncido.

—Naruto, —mi padre llego para ayudarme a levantarla del suelo— ¿Mikoto que te sucede, acaso te sientes mal?

—Sasuke.

El respetable Fugaku Uchiha se arrodilló a un lado de su esposa, a quien habíamos logrado levantar de suelo. Al ver esto Minato y yo desistimos con Mikoto y está también adoptó la misma postura de su esposo.

Sasuke y Sakura permanecían anonadados a la distancia, viendo la situación. Vi como frente a ellos Hanabi e Itachi se acercaron a la pareja Uchiha y el último imito la acción de los mayores. Hanabi tomó del brazo a Hinata con una expresión de preocupación.

—Nosotros somos tu familia Sasuke y si no eres capaz de perdonar a tu madre por lo que hizo, aquí estoy yo también para pedirte o más bien pedirles disculpas a ustedes dos —Fugaku sostuvo su expresión seria— Por favor, les ruego perdonen a mi insensata esposa.

Sakura se desplomo en llanto en los brazos de Sasuke y Kizashi y Mebuki llegaron junto a la pareja

—Madre mía, Sakura. ¿Qué está pasando?, ¿por qué todos se arrodillan?

—Mamá yo…

—¿Hija responde qué pasa? —Kizashi insistió

—Señor y señora Haruno —Sasuke se colocó frente a ellos, arrodillándose de igual manera que los demás integrantes de la familia— Perdónenme, yo no supe cómo cuidar de su hija. Perdóname tú también por favor Sakura y te pido… —cerró con fuerza sus ojos— Y te pido que por favor, también perdones a mi madre.

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Tras aquel espectáculo, la familia Haruno se retiró del lugar y del mismo modo los Uchiha se fueron detrás. Al final lo que había hecho Mikoto Uchiha era de acusación legal y si los Haruno así lo decidían podían demandar y ganar. Un asunto tan serio no era algo que pudieran discutir de la manera tan abierta, a como se estaba prestando. La única gran verdad es que el dilema entre Harunos y Uchihas sólo sería resuelto por esas dos familias y en juego a ello… quedaba la confianza y la amistad de tantos años.

—Los trapos sucios se lavan en casa, Hina.

Miré a mi hermana después de que soltara aquellas palabras y es que llevaba gran razón. Aunque El chico de mis sueños y yo quisiéramos ayudar, lo único que se podía hacer por ellos era rezar para que tuviesen un buen final.

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¡Termino!

Este capítulo me quedo extremadamente largo, pero bueno… la inspiración.

Espero todos sus comentarios en los RR, si lo amaron, lo odiaron, si ya de por si dejo de escribir porque voy de mal en peor; lo que quieran xD. Yo estoy para leerlos.

Disculpen si no puedo contestar a los RR del capítulo 16 pero luego de publicar voy directo a hacer un milagro con los 20 temas que tengo por estudiar de obstetricia.

El próximo capítulo se llama: Más de ti.

Sin más:

¡Gracias por leer!, ¡Muchos besos para este 2017!

RR = Yei (: