Hoooola estoy por estos lugares ya que tengo una gran idea en mente.

Es una historia algo fuera de lo común y espero que tenga algo de aceptación.

La dejaré como un one shot si no tengo la aceptación y voy a tratar de actualizarla a diario pero los caps. serán cortos.

Ya saben que nada me pertenece esto es de S. Meyer.

Con ustedes…

El Profesor

Pov. Bella.

-. No, James – me enfadé con él.

-. Solo fue un acostón además estaba…

-. Te volviste a drogar? Lo habías prometido, que no volverías a hacerlo- el intentó acercarse a mi-. Esto se acabó.

-. No bella, no voy a permitir que me dejes- me acorraló contra la pared.

-. Déjame, esto- nos señale a los dos-. Se acabó.

Me aparte de él.

-. Esto no se ha acabado- se atrevió a decirme-. Esto va a durar para siempre- no lo soporté y me subí a mi auto.

Era un auto hermoso. Estilo sedan, de color negro. Un Mercedes.

Arranqué y desaparecí del estacionamiento del colegio.

Las lágrimas hicieron acto de presencia, nublando un poco mi vista.

Yo había tenido una relación con el por más de seis meses, en los cuales el había dejado las drogas y éramos felices o por lo menos eso yo creía.

Al parecer no le pareció suficiente mi amor y se acostó con Victoria.

Y pensar que yo me había informado y estaba lista para ser suya.

Fui a mi habitación y me encerré en mi cuarto.

Mi padre, Charlie, no estaba en casa. Decidí cocinarle, para que cuando llegara todo estuviera listo y poder conversar como lo hacíamos todas las noches.

Mi padre llegó a casa, de la estación de policía.

-. Hola papi como te fue?- lo abracé y lo guie a la mesa en donde procedí a servirle la cena.

-. Bastante cansado. Pero vine a cenar – yo sonreí complacida.

-. Papá terminé con James- el me miró con el ceño fruncido.

James, era hijo de un compañero de trabajo -. Qué pasó?

Le conté lo que paso y de que se drogaba. Me había enterado de su infidelidad, porque la propia Victoria me lo dijo.

-. No te llegaste a…

-. No, gracias a los cielos no lo hice- dije algo ruborizada.

-. Y si sales con tus amigas?- propuso.

-. Enserio?- le pregunté.

-. Necesitas distraerte o quieres quedarte a ver el partido?

-. Las llamaré- terminamos de cenar. Lo que me gustaba de Charlie, era que podíamos hablar de cualquier cosa él, era mi mejor amigo.

-. Y lleva protección – me volví a ruborizar-. No te me pongas así. Lo más probable es que te emborraches y…

-. Ok, pero espero no llegar hasta ese punto.

Terminamos de comer en silencio. Y fui a llamar a Alice y Rosalie.

Quedamos en que Alice nos pasaría a buscar.

Ya en la discoteca…

-. Toma otro trago Bella- me incitó Alice. Este ya era mi cuarto trago de Vodka.

Ya estaba bastante alegre.

-. Otro- pedí al cantinero que me veía raro, pero yo estaba bastante tomada como para notarlo.

Me puso el trago enfrente y justo cuando lo iba a tomar me lo impidieron.

-. Este alterado, no te lo tomes- dijo una voz aterciopelada a mi oído.

-. Oh mi dios, pero cómo?- no sabía como había sucedido, pero esperaba que se aclarara todo.

-. El bar tender – en ese momento llego el dueño del bar o eso parecía y lo echó.

-. Lo siento señorita, le pido que me disculpe de ahora en adelante todo lo que consuma será gratuito como tambien la entrada a este lugar por un mes- yo asentí y pedí otro trago.

-. Gracias por salvarme- el me sonrió. Pero se veía triste-. Qué te pasa?- pregunte tocando su brazo. En verdad ya estaba bastante pasada de copas.

Negó con la cabeza -. Es solo que es difícil tratar de que las demás personas te acepten cuando ni tú mismo te aceptas.- dijo y yo acaricie su brazo bien formado-. Y tú por que estas aquí?

-. Mi novio me fue infiel- el asintió y luego me miró, haciendo que algo en mi entrepierna empezara a palpitar.

-. Pues es un imbécil.

Seguimos bebiendo juntos por un buen rato. Parecíamos amigos de toda la vida.

Salimos del bar y empezamos a caminar hasta que yo no lo soporte más y lo besé. El deseo me quemaba las venas.

No sé cómo, pero una cosa llevó a la otra y yo ya me encontraba en su departamento.

Era bastante lujoso y a la vez impersonal.

-. Es lindo- el me miró fijamente.

El deseo me recorría con fiereza.

Nos acercamos poco a poco y nos besamos apasionadamente.

Mis manos fueron a los botones de su camisa y las suyas fueron a las tiras de mi traje negro.

Al parecer los casi diez tragos de vodka, hicieron su trabajo, ya que me hicieron sentirme liberal y que todo lo podía.

Las prendas fueron sobrando, hasta que quedamos desnudos en plena sala.

Me llevo a una habitación y me depositó en la cama.

Beso mis labios y bajo a mi cuello, mientras sus manos acariciaban mis muslos.

Pov. Edward.

No sabía muy bien qué hacer, pero no podía dejar de besar su hermoso cuerpo. Era la primera vez que estaba con una mujer, más no la primera vez que tenía sexo con alguien.

Si, era gay.

Devoré sus labios rojos e hinchados de tanto besarlos.

Bajé a su cuello en donde dejé una marca. Tenía esa mala costumbre.

Fui bajando poco a poco por su cuerpo, hasta que me encontré con sus pechos; que no eran ni tan grandes ni pequeños, eran rellenos y acorde con su cuerpo.

Los besé haciéndola gritar, de placer y deseo.

-. Ah… Edward.- gimió mi nombre-. Por favor- me posicione entre sus piernas y la miré a los ojos.

Se veía nerviosa y algo temerosa.

-. Soy… virgen- me dijo y yo me sorprendí-. Lo sien…- la callé con un beso. Ya no me sentía tan nervioso, ya que, esta sería nuestra primera vez.

Busque en la encimera un condón y me lo coloqué.

La besé y mientras lo hacía iba entrando en su cuerpo. Ella, presa del dolor mordió mi labio inferior.

Era tan estrecha y deliciosa -. Oh por Dios- dijo ella, momentos después cuando yo había terminado de entrar en su cuerpo y había traspasado su barrera.

Me besó con pasión y deseo. Yo empecé a entrar y salir de su cuerpo.

La sensación era tan embriagadora y deliciosa que me consideraba adicto a ella.

Me giré con ella encima para que me montara- ella apoyó sus manos en mi pecho y comenzó a impulsarse. Hacia movimientos con sus caderas que me sacaban gemidos y gruñidos de placer.

Sentía que ella se contraía a mí alrededor y empezamos a movernos con más frenesí.

Sentí la explosión del orgasmo y la sentí venirse tambien.

-. Edward.

-. Bella- dije su nombre.

Ella se recostó contra mi pecho y yo la abracé.

Me sentía muy bien con ella así.

Cuide su sueño y bese sus labios.

Me entristecí al recordar que solo había sido por esta noche.

Quería volver a verla, pero sabía que eso no era posible.

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Los rayos del sol golpeaban mi rostro, por lo que abrí mis ojos para encontrarme con ella…

Estaba tan hermosa y parecía un ángel.

Me ruborice al recordar lo que pasó anoche.

Ella se removió sobre mí y abrió sus ojos. Eran un color chocolate en los que me perdí.

Me vio y se tapo la boca con las manos-. Oh por Dios- gimió.

-. Buen día Bella- acaricie su cabello.

-. Buen día- se alejó de mí y se sentó en la cama-. Que hice?

-. Pasa algo?- ella me miró consternada.

-. Me acosté contigo sin conocerte y perdí mi virginidad – dijo mirando la cama.

-. Si te consuela, era la primera vez que lo hacía con una mujer- ella me miro estupefacta-. No era virgen- ella frunció el ceño-. Soy gay- ella abrió sus ojos desmesuradamente.

Bueno hasta aquí el cap.

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Besos

D. F.