Holaaaa! cuánto tiempo ha pasado? dos años? tres?. Realmente a estas alturas no recuerdo exactamente cuanto tiempo tiene desde que abandoné esta historia. Pero bueno, aquí estoy de nuevo, esperando poder terminarla. Estoy haciendo una reedición de la historia por lo que probablemente muchas cosas cambien, igualmente no creo que las personas que seguían este fanfic recuerden algo sobre ella, así que hacer mejor como si fuera una historia nueva.

No la elimine y volví a escribirla porque me dio pena perder los review (aun no estoy muy segura de que se perderán, pero espero realmente que eso no pase)

Como sea, recapitulemos:

El título lo obtuve de una de las palabras de la saga "el legado" de Christopher paolini, en ese momento (2014) acababa de leer la saga y en ese momento me pareció un nombre adecuado para esta historia.

Helgrind o Hellgrind significa las puertas de la muerte.

En fin.

Skip Beat! no me pertenece, es propiedad de la mente maestra de Yoshiki Nakamura.

Que lo disfruten!

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El precio del poder

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Se dice que hace mucho tiempo la tierra estaba sumida en silencio. La gente vivía en constante miedo, muerte y dolor; las poblaciones llegaban a reducirse considerablemente y los reinos luchaban día a día para sobrevivir. No importaba lo fuertes, ricos, valientes o importantes que fueran el terror se instalaba en sus corazones en cuanto los escuchaban, en cuanto los veían; imparables criaturas que dominaban los aires y hacían temblar la tierra.

Cuentan las historias que estos seres eran hermosos y letales, de grandes tamaños, su piel más dura que una roca que brillaba con el sol de forma deslumbrante, se comían ganados enteros y a los desafortunados que se cruzaban en su camino. Eran seres invencibles, con gigantescas alas, podían escupir fuego de sus fauces y tenían la capacidad de comerse ejércitos enteros. Su furia movía todos los elementos: los mares se alteraban, el viento generaba tormentas de aire y el fuego se extendía como ríos a su paso. Conocidos como demonios de la noche pues atacaban los poblados cuando la luna se encontraba en su punto más alto, cuando eran más fuertes y sus cuerpos brillaban con la misma intensidad que el sol durante el día, con el paso del tiempo estos extraños seres fueron llamados dragones.

Se cuenta que existió un reino lleno de prosperidad y paz a pesar de las constantes batallas y muertes. Su rey, amado por su pueblo y conocido por su gran sabiduría, vivió luchando por ellos y dio vida a dos herederos que fueron entrenados desde su juventud para el día en que uno de los dos tomara la corona.

Se dice que las tierras de aquel antiguo reino estaban llenas de riquezas y era constantemente atacados por otros reinos buscando quedarse con sus tierras; fue durante una de estas batallas que se le dio muerte al rey. Empezaron las revueltas internas causadas por la elección del próximo monarca. Todos apreciaban al hermano mayor y al final él fue coronado frente a la envidia del hermano menor. Lo que ocurrió después nadie lo sabe con certeza.

Hay varias versiones en las que se cuenta que el hermano mayor escapó al ser incapaz de soportar la carga de un reino entre sus hombros, hay otra que dice que fue exiliado por el hermano menor; esta última historia fue la que se propagó por todo el reino, motivo por el cual muchos llegaron a odiar al hermano menor impidiendo su entrada al trono frente a la desaparición del mayor aún cuando él no era culpable de la situación. El más joven príncipe conociendo la verdad y con un gran resentimiento en su corazón controló a la población con su gran ejército y juró frente a todo el mundo tomar venganza por lo que le hizo su hermano mayor, llevando a buscarlo hasta los confines de la tierra, esperado algún día sus predecesores puedan cumplir aquel juramento.

Nadie supo lo que ocurrió realmente con el rey pero lo que conoce mi pueblo es la verdad: El hermano mayor junto a una parte de la población fue en la búsqueda de un ser de leyenda: un antiguo dragón con la capacidad de controlar a los demás dragones. Se desconoce si el rey realmente lo encontró. Después de meses de viaje atravesando los grandes mares el grupo se instaló en lo que hoy en día es nuestro hogar; una gran isla apartada de todos los demás reinos y pueblos. En este lugar existe un gigantesco bosque que se dice es el hogar de seres mucho más antiguos y fuertes que los dragones, nunca nadie los ha visto, pero se cuenta que el rey realizó un pacto para que pudiéramos vivir en paz con ellos y nos ayudaron a controlar a los dragones quienes ahora son la montura de nuestro ejército. Nadie se adentra al bosque sin permiso pues es un lugar bastante peligroso, a pesar del pacto, los dragones solo obedecen a sus amos y los dragones salvajes todavía atacan a las personas que se adentran demasiado cerca de su hogar; en el límite de la isla se alza una cordillera de montañas en donde estos viven y en medio de ellas se distingue una montaña mucho más grande que todas las demás, se cuenta que ese es el hogar de aquel ser de leyenda.

Esa es la historia de mi pueblo, la historia del hermano mayor quien fue mi bisabuelo.

Cada año, los jóvenes del pueblo que fueron entrenados, al cumplir 17 años son llevados a aquellas montañas con el fin de obtener su propia montura. Somos un pueblo guerrero, desde jóvenes nos enseñan el uso de armas, pero hay una clase en específico en la que enseñan a los chicos el dominio de los dragones. Las mujeres no están permitidas en esa clase, pues nuestra aura no es lo suficientemente fuerte para poder dominar a un dragón y evitar que estos nos ataquen.

Cada persona del reino es especial, se desconoce si estas extrañas habilidades nacieron cuando se realizó el antiguo pacto de paz entre especies pero en su mayoría estas habilidades refieren al uso de armas. Desde niños se realizan pruebas para saber qué clase de habilidad se tiene y se enseña a usarlas y potenciarlas. A pesar de esto los únicos que entran en batalla son el ejército junto a sus dragones.

El ejército está dirigido por mi padre, el rey. Él y su gran montura son los primeros en entrar en combate, nuestras tradiciones dictan que es él el primero en moverse en caso de necesidad, si el rey no alza las armas por sus súbditos, ¿Por qué estos deberían alzar sus armas por su rey? Nuestras tradiciones también dictan que sólo un heredero hombre puede ejercer el título de rey y una vez esté en el cargo es libre de encontrar una esposa quien lo seguirá hasta los confines de la tierra.

El problema en mi familia radica en ese punto: el rey solo tiene un heredero y es mujer. Existe mucho conflicto a causa de mi existencia, mi madre me odia aunque mi padre me respeta y me protege de aquellos que desean dañarme.

Desde pequeña fui entrenada por especialistas en el uso del arco, la espada y armas pequeñas como las dagas. Cuando cumplí 15 años se intentó decretar que lo mejor que se podía hacer en mi situación era contraer matrimonio y mi esposo subiría al trono pero mi padre rechazó la idea al ser mi apellido el que se perdería y la memoria de mi bisabuelo desaparecería con el paso del tiempo y ante las dudas de todos se me empezó a entrenar para ser la próxima soberana; cuando entrara al poder contraería matrimonio con algún fuerte joven de las familias nobles y él sería el encargado de dirigir el ejército bajo mis estrictas órdenes.

-¡Hey Kyoko!, por fin has llegado. Creí que ya no vendrías y te irías a vagar por ahí. - El joven se acercó con una sonrisa petulante en la cara, sus cabellos castaños balanceándose con su paso.

-Fuwa, a pesar de encontrarnos comprometidos le pido que no me hable con tanto informalismo. Se respetuoso, sigo siendo hija del rey. Sabes que no debo faltar a mis clases. - La sonrisa en el rostro de Sho creció llenándose de burla soltando una molesta risita.

-Solo eres hija del rey cuando te conviene pequeña mocosa, y princesa o no, aun sigues faltando a clase.

Se molesto, odiaba que la conociera tan bien. De niños tomaban clases de espadas juntos y sus familias eran demasiado cercanas, el Padre de Sho era un miembro activo del ejército y su madre pasaba prácticamente todo su día dentro del gran castillo junto a la reina y las otras nobles del reino.

-Siempre que falto son por órdenes del rey, no puedo hacer nada al respecto. - Sho giró los ojos sabiendo que mentía. Cualquiera que la conociera lo suficiente sabría lo mucho que amaba caminar entre las calles de su ciudad, siempre se le iba el tiempo de aquella forma.

Ambos entraron a la escuela. Era grande, tenía muros gruesos y cada especialidad estaba separada de las otras, como pequeñas casas dentro de un gran muro. Al igual que el resto de las casas del pueblo las aulas eran blancas y cada una tenía lo que se requería para aprender el arte del arma que se enseñaba.

Sho, como siempre, vestía igual que un príncipe. Sus ropajes son del mismo tipo de seda que los suyos. Él llevaba un pantalón negro con su usual playera de manga larga y botones al frente de un azul rey; llevaba un chaleco de piel café y en la cintura su espada en el cinto, como siempre atrás portaba una pequeña daga con una funda de hermosas decoraciones verdes muy parecida a la suya.

Aunque él no supiera usarla la portaba como símbolo de su familia, todos los nobles portaban una igual.

Ella en cambio llevaba un vestido ligero que usaba para entrenar, al ser de la nobleza no se le tenía permitido llevar pantalones como el resto de las chicas que asistían a la escuela. Portaba una espada al cinto, un protector en el torso como protección para la arquería. Su arco era de madera de un roble del bosque, según su padre era mágico y cuando lo usó para tallar mi arco se hizo más resistente y lo cierto es que nunca ha tenido que cambiarlo, cosa que le alegra pues siempre le ha parecido hermoso. En la punta del arco se suele amarrar una de las plumas del primer ave que se caza para llamar la buena fortuna. En su caso, para su disgusto y alegría del rey, se trató de un hermoso fénix; su vida se extinguió en cuanto soltó la flecha, con sus hermosas plumas que al sol parecían llamaradas de fuego. El resto de sus plumas fue usado para construir sus flechas.

Siempre se arrepintió de haber soltado aquella flecha.

-Princesa ¿Le gustaría practicar conmigo? -Hoy tocaba práctica de espada, una suerte que a Sho también le tocará.

-Lo siento mucho, le prometí a Fuwa practicar con él hoy y porfavor usa mi apellido para llamarme.-Le respondió con una sonrisa de disculpa.

-Entiendo, gracias princesa Mogami.

Bueno, era un avance.

Realmente detestaba que le llamaran princesa. El joven que no reconoció se retiró dando una ligera reverencia. Sho que no se perdió todo el intercambio se acercó a ella y le mostró una nueva sonrisa, era hora de practicar. Le pasó una espada de madera como la que llevaba en su mano derecha y se empezaron a rodear el uno al otro buscando la mejor forma de dar el golpe.

Kyoko como siempre mostraba movimientos rápidos y elegantes, mientras la ventaja de Sho era su fuerza y la facilidad que tenía para predecir sus movimientos.

La desventaja de practicar juntos frecuentemente.

Después de empatar en la última práctica que libraron decidieron detenerse. Había pasado más tiempo del planeado y el atardecer empezaba a acercarse con rapidez. Se despidieron con un ligero asentimiento y una promesa de volver a pelear juntos y con eso tomaron camino a su respectivo hogar.

Kyoko estaba aburrida de la monotonía de su rutina, tenía prohibido pasar demasiado tiempo fuera, en especial sin una guardia pero a veces le gustaba escaparse; se disfrazaba cambiando sus caros ropajes y con una capa en la cabeza cubriendo sus largos cabellos pelirrojos se adentraba en la ciudad. Le gustaba visitar el pueblo cerca de las orillas del mar, observar y escucharlo siempre era una maravilla y le gustaba ayudar a las personas de allí. Envidiaba un poco sus vidas tranquilas con la única preocupación de sus pescas día con día.

Pero ese no sería uno de esos días donde podía escapar y olvidarse de todo, con un suspiro de resignación terminó caminando por el puente que la llevaría a la entrada del castillo. Era igual a todo lo demás, de un blanco puro con la excepción de unos pequeños detalles en oro causando que brillara desde la lejanía en los días soleados.

Saludo a la guardia cuando entró y esquivo a presurosos trabajadores que le brindaban un pequeño saludo antes de seguir en sus recados. Pudo llegar a sus aposentos sin ningún contratiempo y pidió a una joven que cuidaba de ella que le llevara la cena a su habitación. Le gustaba la vista que tenía, desde la ventana podía observar las casas y una parte del bosque, también podía ver las montañas y un resquicio de mar.

Las calles durante esta época del año solían ser muy movidas. Constantes festejos se realizaban como agradecimiento a la vida en paz que se llevaba, al día en que los dragones dejaron de atacar al resto del mundo. La música y los cantos atravesaban su ventana, aunque no podía verlos sabía que a lo largo de las calles podían verse mujeres y hombres bailando libremente y probablemente había más de un niño jugando y disfrutando el ambiente. La música iniciaba cuando el ocaso empezaba a caer y terminaba a media noche, cuando la luna se encontraba en su punto más alto y los dragones en la antigüedad salían a devorar al mundo.

Se recargo en el marco de la ventana, añoraba esos días de disfrute, recordaba vagamente haber asistido a alguna noche de fiesta durante su niñez, su padre tomándola de la mano le abría paso entre la multitud danzante como si se movieran en una corriente de un río y le sonreía sin parar. La alzaba en brazos y poco le importaba verse bailando con su gente, riendo y bebiendo con ellos. Pero hace ya bastante tiempo de eso.

Todo terminó la primera vez que intentaron asesinarla.

Después de la cena y una agradable ducha tomó un pergamino y se recostó en su cama a leerlo. En el pergamino estaba descrita una de las más grandes leyendas del bosque prohibido, contaba la historia de una de las civilizaciones que vivían ahí: seres de bellos rasgos y de orejas puntiagudas a los que llamaban elfos, ellos eran capaces de usar magia con la que hacían que la naturaleza fuera más bella. Era una de esas historias que las madres cuentan a sus hijos para que estos no se adentren al bosque. Esa es la historia del por qué nuestro bosque se prende igual que los dragones durante la noche, generando un hermoso espectáculo de luces de diferentes tonalidades. Se quedó dormida, recordando algo que había vivido en su niñez. Algo que había cambiado su vida.

Kyoko se había perdido después de una pelea con su madre, salió corriendo del castillo y sin querer terminó adentrándose en el bosque prohibido. Cuando dejó de llorar se encontraba asustada, no reconocía nada y no sabía cómo regresar a casa. Después de tanto caminar la sed quemaba su garganta y empezó a seguir el ruido de un río rogando que fueran aguas dulces. Cuando llegó disfruto del agua y apagó sus deseos de tomarla. Pero aún se encontraba perdida.

Cuando iba a volver a romper en llanto algo llamó su atención. Se trataba del joven más hermoso que había visto en su corta vida. El joven voló hasta aterrizar en las mismas aguas de las que ella había bebido. En ese momento pensó que estaba soñando, pero eso a pesar de su extrañeza había ocurrido, o al menos eso le gustaba pensar.

El joven llevaba ropas que nunca había visto. Ropas verdes que se podían confundir con la naturaleza y se movían como agua por su cuerpo. Observó al joven quien al contrario a sus ropas lucía un llamativo y reluciente cabello color del oro que brillaba igual que el sol. Cuando sus miradas se cruzaron se quedó perdida en la profundidad de sus ojos verdes y sus orejas puntiagudas que a pesar de su apariencia iban muy bien con su rostro.

-¿Quién eres pequeña?

El chico se acercó a ella, su voz sonaba igual de dulce que el río pero al mismo tiempo se escuchaba poderosa….

Un fuerte sonido la sacó de su recuerdo asustandola. Algo que casi nunca sonaba lo estaba haciendo ahora.

Era la alarma de guerra.

Una de las trabajadoras del castillo entró corriendo a la habitación llevando una vela en las manos.

-¡Princesa! es mejor que nos movamos, se han infiltrado a la ciudad, su padre está en combate pero no pueden detenerlos. Se dirigen al castillo…

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Espero que les haya gustado el capitulo! como sea, espero realmente que me perdonen por haber abandonado esta historia, los últimos dos años de la universidad y hacer mi tesis consumió todo de mi, espero realmente no haber perdido el toque, hace años que no escribo nada.

Quería agradecer sus comentarios que aun en el 2017 me pedían terminar esta historia. Como he estado haciendo reedición de capítulos no me he tardado mucho (solo cuando debo escribir capitulos completos nuevos, si! encontraran nuevo material sobre la historia) Así que está previsto que publique todos los viernes.

Así que bueno, vamos a los agradecimientos:

Gracias Ivy, fuiste el último comentario de esta historia. a Maru que al parecer leyó seguido toda la historia y esperaba un capitulo que lo terminara (no te tengo un capitulo, te tengo muchos!, si es que regresas, claro XD) :(

Gracias Sumi onechan, no se si sigas usando tu cuenta de ff pero realmente recuerdo todo el apoyo que me brindaste siempre, gracias por tus comentarios y espero algun momento re-leernos.

Gracias Usagihell34, también me acuerdo de tí! gracias a tí por ser única también y por haberle tenido fe a esta historia (aunque no la terminara)

Gracias ILexa, También me acuerdo de ti, como olvidarte? gracias por tus comentarios y una disculpa por no terminar mis historias, lamento decirte que No need to Know y Aura Oscura no se si los terminare, prefiero enfocarme solo en esta historia que ya estaba en su arco final pero si todo sale bien igualmente continuaré con las otras.

Tsukiyomi Sora y NadieLee gracias por leer la historia y sus comentarios que en sus días me motivaron a seguir

Whiteheart91 gracias por tus comentarios, en ese momento Cerebro-chan y yo teníamos un final muy claro y aun sigue dentro de mi…. lamento decirte que probablemente sea malvado muajajaja

Mutemuia, gracias por tus comentarios espero volver a leerte algún día.

Lineve, gracias por tus comentarios y por apoyarme en todo este camino que recorrimos hace muuucho tiempo, espero leerte algún día de nuevo.

Yasnaa, .naru, yuki-moko-san, ela9999, nanaah, lunakari, yuukychan, Azareth, Suzuna; gracias por sus lindos comentarios y por creer y apoyarme en su momento.

Gracias a todos y a los lectores fantasma, espero que todavía anden por aquí, que se encuentren bien y sean felices, que hayan sido dos años llenos de metas para todos ustedes y espero que algún día vuelvan a encontrar esta historia y por fin pueda concluirla para ustedes.

PD: (Saben que es más triste! todos estos años sin leernos y Kyoko y Ren siguen dando pasos de bebés!) Dos años, casi tres y aun no estan juntos!

PD2: Alguien puede informarme como esta esto de los lectores beta?

En fin, basta de cursilerias, como quien dice….. HE REGRESADO! yo y cerebro-chan estamos felices de estar por aquí de nuevo y espero volver a leernos! nos vemos el próximo viernes!