Hellsing y todos sus personajes son propiedad de Kōta Hirano, Crepúsculo y sus personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Yo solo me divierto escribiendo fics.

Advertencia: El único propósito de este fic es entretenimiento, si eres fan de crepúsculo y te ofendes fácilmente, este fic te puede resultar ofensivo. Si lo lees es bajo tu propio riesgo. Una vez aclarado esto, disfruten de la lectura.

LOS VAMPIROS NO BRILLAN

En un pequeño pueblo de Forks algo insólito estaba pasando, un grupo de vampiros y hombres lobo habían dejado sus diferencias para cumplir con una tarea en común: "proteger a la humana conocida como Bella Swan del grupo de neófitos".

Ese era el último día de entrenamiento, según la visión de Alice los neófitos estarían en Forks a la media noche. Era la hora perfecta ya que ellos al ser vampiros no podían salir de día sin el riesgo de ser delatados por sus brillitos.

_ Por cierto Cullen_ le llamó Jacob con fastidio_ cuando todo esto acabe la tregua entre lobos y vampiros acabara.

_ Mientras que Bella esté a salvo lo demás es lo menos.

Ese día no sucedió nada interesante. Pero al día siguiente sí. El grupo conformado por vampiros y lobos emprendieron su noble marcha hasta el punto de encuentro, listos para empezar la batalla.

Pero al llegar encontraron algo completamente diferente. Ningún neófito estaba en posición de combate, todos estaban tirados en el suelo convertidos en cenizas que eran llevadas por el aire.

Solo un vampiro estaba de pie. Lucía un traje rojo con sombrero del mismo color, unos grandes lentes redondos y amarillos; cabello negro y despeinado; de su boca sobresalían unos colmillos de gran tamaño.

_ Esto es decepcionante_ había dicho con su voz profunda a la vez que movía de un lado a otro el arma que tenía en su mano_ vine aquí por unos vampiros que causaban desorden y solo me encuentro a un grupo de hadas súper desarrolladas.

_ Ellos eran vampiros_ le dijo Edward con cierto tono molesto_ neófitos de los más fuertes.

_ Los vampiros de verdad no brillan, las hadas sí.

_ De hecho sí_ respondió Edward molesto_ te lo probaré.

Edward Cullen corrió hasta trepar sobre una roca, aplaudió y una luz de origen desconocido apareció sobre él haciendo que todo su cuerpo comenzara a brillar.

_ Y bien ¿tienes algo que decir? _ agregó Edward con tono desafiante.

_ Los vampiros no brillan, pero te daré una oportunidad de demostrarlo, pelea y demuéstrame que no eres un insulto a los vampiros.

_ ¿Cómo te llamas? _ le dijo Edward desafiante, a cada instante su molestia aumentaba.

_ Alucard fue el nombre que me dio mi anterior amo y es el nombre del vampiro que va a destruirte.

Con una velocidad inhumana Edward se posicionó detrás de Alucard y le conectó un golpe que lo lanzó a varios metros. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en el rostro del Cullen pero no pasaría mucho antes de que esta se borrara.

_ ¿Eso es todo lo que tienes? _ respondió Alucard a la vez que se limpiaba un pequeño hilo de sangre que brotaba de la comisura de su labio_ he peleado con escorias mucho más interesantes que tú.

_ Los vampiros no sangran_ le dijo Edward en un fallido intento por imitar al vampiro de la capa roja_ porque después de mordido la sangre desaparece de las venas.

_ Tu ignorancia no deja de sorprenderme, para mal debo aclarar. Cuando un humano no virgen es mordido por un vampiro, este se convierte en una especie de zombi que obedecerá en todo a su amo, son llamados Gouls. Pero si es virgen se transformara en un vampiro de bajo rango.

_ Como se nota que eres fanático de Stocker, esos vampiros de los que hablan son solo ficción, los vampiros reales brillamos, no tenemos sangre y algunos tenemos habilidades especiales.

Sin que Edward lo pudiera evitar, Alucard lo había golpeado provocando que su brazo callera. No hubo sangre pero no por esto le resultó menos doloroso al Cullen.

_ ¿Qué te pasa? Solo te he arrancado el brazo ¡Vamos! Haz algo, invoca a tu familia, regenera tus partes, transfórmate ¡haz algo! o es que acaso no eres un vampiro de verdad.

_ Él no necesita hacer eso porque aquí estamos nosotros_ le dijo Jasper antes de lanzarse al ataque.

Logró impactar a Alucard, incluso hacerlo chocar contra el árbol más cercano. Pero no logró vencerlo. Alucard fácilmente le arrancó los brazos. Los Cullen no podían creer lo que veían, ahora no tenían duda de que había sido él quien había destruido a todos los neófitos.

Todos los vampiros y los lobos se lanzaron a atacar a Alucard, lo tenían rodeado. Ellos golpearon donde pudieron y por un momento creyeron haber ganado cuando vieron el cuerpo desmembrado de Alucard rodeado de su propia sangre.

_ Lo bueno fue que sí pudimos matar aunque sea solo un vampiro_ comentó Jacob con una sonrisa burlona_ aunque dudo que pueda ser llamado como tal, solo era un fanático de las novelas de terror.

_ Aunque yo esperaba algo más de acción_ comentó Paul con voz aburrida a la vez que limpiaba unas gotas de sangre que mancharon su mejilla.

_ ¿Qué te pasa? _ le dijo Emmett en un fallido intento por imitar a Alucard_ solo te hemos arrancado todas las partes del cuerpo ¡vamos! Haz algo, invoca a tu familia, regenera tus partes, transfórmate ¡haz algo! O es que acaso no eres un vampiro de verdad.

La manada de hombres lobo y vampiros comenzaron a retirarse. Bella se encargaba de ayudar a Edward a caminar mientras Alice hacía lo mismo con Jasper aunque no era necesario porque lo que le faltaba era un brazo, no una pierna. Pero algo los hiso detenerse, las partes de Alucard comenzaban a moverse hasta reunirse en el mismo punto.

_ ¡Idiota! _ le gritó Rosalie a Emmett a la vez que le conectaba un golpe al hombro_ ¿es que tenías que darle ideas? Mira lo que has hecho con tus estupideces.

_ Pero yo no hice nada_ comentó Emmett a la vez que se frotaba el brazo_ yo solo repetí lo que había dicho antes ese tal Alucard.

_ Es hora de que vean lo que un vampiro de verdad puede hacer_ les dijo Alucard quien lucía en perfectas condiciones_ ustedes no son más que escoria, una burda imitación que degrada a la original, ahora les demostrare lo que un vampiro de verdad puede hacer.

Para horror de los presentes, observaron como Alucard se transformaba en un enorme perro negro con muchos ojos rojos, algo mucho más aterrador que toda la manada de hombres lobo.

Solo le tomó diez minutos acabar con todos los vampiros y licántropos. Para él todos ellos eran solo un juego de niños. Ni siquiera los neófitos, aquellos que decían ser los más fuertes, habían representado un verdadero desafío.

Para Alucard aquel peculiar grupo no representaba ninguna amenaza. Ya lo había dicho antes, los vampiros no brillan, las hadas sí.

Esa era la principal diferencia entre Alucard y los Cullen. El primero con solo su presencia provocan temor y respeto, ellos, no podían considerarse verdaderos vampiros.

_ Objetivo de la misión, completado, los "vampiros" han sido silenciados_ había dicho Alucard antes de retirarse.

Pero antes quiso dar un último vistazo al campo de batalla, había tenido misiones fáciles, enfrentamientos tan sencillos que le resultaban una desilusión, pero como ese ninguno. No lograba entender cómo era que podían llamarse a sí mismos vampiros.

_ Ya no hacen a los vampiros como antes_ fueron las últimas palabras de Alucard antes de desaparecer.

No muy lejos de allí los Volturis permanecían de pie. Ellos habían presenciado todo lo ocurrido. Con solo un vampiro se habían encargado de todos, incluso de los lobos.

No se trataba de alguien a quien pudieran vencer fácilmente y ellos lo sabían por lo que se habían dedicado a observar desde lejos.

_ ¿Deberíamos decirle a Aro sobre esto, Jane?

_ Lo dudo mucho_ respondió la rubia inexpresiva, aunque también estaba aterrada_ este Alucard no es un vampiro ordinario. Mientras no cause problemas lo mejor es mantenerse al margen.

Los Volturis desaparecieron tan misteriosamente como habían llegado. Habían sido prudentes al desistir enfrentarse a Alucard, sin embargo no habían aprendido lo más importante:

"Los vampiros no brillan".