¡Volví! Les traigo este capítulo nuevo, cortito, pero importante, que formaba parte del anterior.

Ojalá lo disfruten. Es completamente POV Tony.

Ya saben el disclaimer de memoria~


Se había hecho de tarde en aquél trágico, trágico día.

Bien, no, no fue trágico, pero fue desagradable. Y no, no fue mi culpa como me gritó Natasha luego de una cachetada karateka, no fue mi intención como me defendió -a medias- nuestro arquero personal (que conste, no necesitaba que se metiera, yo brillo por mi defensa propia), y ciertamente Bruce no trabaja para la asociación de villanos del espacio exterior, como indicó Sherlock-Thor en una teoría.

Y no fue un ataque psiquiátrico, como prácticamente me echó en cara Rogers. ¡Por supuesto que no! ¡Era toda su culpa! Puedo entender que sus neuronas no estén tan avanzadas como las mías, pero era sentido común, señores. ¿Qué no se supone que es un soldado? Nunca debería bajar la guardia, tampoco con una mujer. Yo lo aprendí cuando mi secretaria candente resultó ser una espía a sangre fría aquella vez.

Ahora me encontraba descansando sobre los sillones de la sala. Ciertamente y sospecho que por orden de Romanoff (que de seguro fue corriendo a avisarle a papi Fury lo que había ocurrido) no había nadie más cerca. Bueno, eso hasta que cierta voz se hizo eco en mis oídos.

— Tal vez necesites ver a un doctor de la cabeza —

Levanté la vista –a mi pesar, Steve era molestosamente alto– e hice una mueca de cansancio.

— No necesito ver a un psiquiatra Cap, si es eso lo que quisiste decir con doctor de la cabeza. Estaba preocupado por ustedes, vamos, ¿No es más conveniente un "Gracias Tony por invertir tu tiempo en nosotros"? —

— A veces hablar contigo es como hablar con una pared. . . —

Fruncí el ceño. Si Rogers venía a buscar pelea, por supuesto que se la daría.

— Fue tu culpa. Sabes bien que estamos constantemente en amenaza, y lo primero que haces es ligarte a una camarera de segunda que ni siquiera sabemos quién es con exactitud. Banner tal vez se haya equivocado en darle la dirección aunque ahora esté con un ataque leve de Alzheimer y no lo recuerde, pero tú fuiste quien le abrió las puertas a MI torre. Y no te creas que me importa que hagas con tu entrepierna Rogers, pero. . . —

— Detente —

Había visto pocas veces a Steve enojado en serio. No contaban las veces en las que discutía con una máquina expendedora porque no sabía cómo marcar en la pantalla táctil, o cuando trataba de saber el significado de Tumblr.

Pero sabía que estaba enojado, y yo también lo estaba.

— Creo haberte dicho que pensé que lo sabías, Stark. —Antes de que mencionara mi apellido a lo Terminator, yo ya me había incorporado del sillón y estábamos frente a frente, a una distancia poco considerable. Inhalé, como si la falta de oxigeno se hiciera presente— No voy a permitir que le faltes el respeto a Cassie, como tú bien dijiste, ¡No la conoces! ¡Y si hubiese sido una amenaza, me hubiese dado cuenta! —

— ¡Claro que no! ¡Tu moral irreverente te nubla y aceptas cualquier cosa de una mujer solo porque es amable! ¿A qué juegas, Cap? ¿Todo esto de verdad lo haces para revolcarte con alguien? ¿Independientemente de quién sea, enemiga o no, sólo porque es amable contigo? ¡Este es el siglo XXI, aterriza! ¡Nadie es amable con nadie sin motivos ocultos! —

— ¡Esa es TU verdad, no la mía! —

Rogers me miró furioso, y juré que estuvo a punto de golpearme. En cualquier momento podía dar la orden y hacer que mi traje apareciera, para contraatacar. Pero él no lo hizo, y yo tampoco. Más bien se quedó mirándome. En silencio.

Sus ojos azules me hicieron pensar en varias cosas, en las maravillosas playas paradisiacas de verano, en el invierno, en el color de la pasta dental que usaba Clint (¿los pájaros tienen dientes?), y también en que tal vez me sobrepase un poco con lo que dije. Tal vez.

En esos minutos de telenovela que nos pasamos mirándonos, Rogers se separó más de mí y se llevó una mano a su melena dorada. Sentí que el oxígeno se hacía presente en mis pulmones, y un gusto amargo en la boca desagradable.

El ambiente era realmente pesado.

Para mi suerte Steve no se fue, sólo se sentó en uno de los sillones contrarios antes de pronunciar palabra alguna.

— Hasta tú sabes bien que no soy de esa clase de. . hombres, no todos somos como tú Stark —

Me sorprendió a medias que decidiera comenzar con eso. Era claro que aún estaba molesto, pero no como hace minutos atrás. Suspiré e imité su acto de sentarse en el sillón, en declaración de paz. Lástima que no tuviera una banderita blanca a mano, sino la hubiera sacado también.

— Me ofendes Rogers, que mala impresión tienes de mi. . . pero ese no es el caso, ¿no? —

— No sé si deba ser yo quien tenga que disculparse, pero lo hago de todas formas, lo siento. —

— Disculpas aceptadas —

— ¿Disculpas aceptadas? ¿No vas a reconocer un poco o casi toda la culpabilidad? Yo no fui quien organizó un operativo de seguridad entero —

Oh vamos, eso es historia antigua. Me llevé una mano a la frente, si no hacía algo esta discusión se iba a extender hasta el fin de los tiempos, y aún soy un hombre que pretende hacer muchas cosas hasta eso.

— ¡Esta bien, mamá! Tú ganas, lo siento Steve. Siento haber armado un protocolo de emergencia en contra de tu no-novia —

— No son las disculpas que esperaba —

— Confórmate con eso, no hay reembolsos para ancianos —

Steve sonrió, y permaneció en silencio en su lugar. Esta vez no era un silencio incómodo o de ascensor, era uno de calma. El mismo que te inunda cuando duermes por las noches, cosa que por cierto, no llevo haciéndolo "bien" estas semanas. Ser Tony Stark no es tarea fácil.

Miré perezosamente por la ventana y vi la extensión de la noche, al fin había terminado todo esto. Aún no entiendo a Rogers, y pese a que tuve y tengo la capacidad de continuar esta discusión porque creo que tengo razón, no lo hago. Todo está bien así, y ya había bastantes problemas por solucionar que continuar echando tierra al asunto. Vamos, que de tanta presión comenzaran a salirme arrugas, o canas. ¡Canas! No cuento con la poción de la juventud eterna a.k.a suero de super-soldado como Steve, tengo que mantener mi imagen como los mortales.

Tampoco me estoy entendiendo a mí mismo. Es ilógico pensar que tengo tantas dudas con respecto a Rogers y no las tengo con los demás.

¿Será algún tipo de hipnosis que habrá aprendido en un tutorial de YouTube? No lo creo, estamos hablando de Steve 'tengo el siglo pasado tatuado en la frente' Rogers. Tal vez me esté enfermando, algún resfrío, gripe, bacterias de Asgard que haya contraído Thor, ¡Algo debía ser!

Cerré los ojos, tanto pensar me cansaba, tal vez si descansaba un poco mi mente se aclararía más.

.

.

.

.

.

.


Agradezco el apoyo de los que aún continúan leyendo esta historia. Con este capítulo cierro la primera parte, faltan aclarar más cosas pero todo a su tiempo. (?) De todas formas, no se preocupen, no pienso extenderlo demasiado, creo que me quedan unos cuantos capítulos más.

Como siempre leer lo que piensan es un placer, asi que, ¿reviews?