Capítulo 25.
Pledge.
Promesa Solemne.
Reina blanca.
.
.
.
El día de hoy Kallen se siente ligeramente invisible y positivamente culpable, quiere huir del comedor y tal vez del palacio. Ella esperaba sus maletas en el patio, la ira y las reprimendas, no paso nada, Clovis ni siquiera la mira y nadie más menciona el incidente como si este no hubiera pasado. Tal vez hay cosas más importantes pasando en el palacio en este momento pero la verdad es que es un poco extraño que a nadie parezca importarle.
La caballero pelirrosa había hecho la mejor representación de su vida de estar interesada en su desayuno, no es que fuera necesario por que nadie estaba mirando, aun así no pudo evitar notar cuando Clovis abandono el comedor, y fue aun más extraño ¿pero qué estaba mal? ¿ella o los demás? ¿qué era esa incomodidad en su pecho? Kallen ya había asumido la culpa y planeado una escueta disculpa, fuera o no expulsada del palacio. Así que ¿qué era lo que tanto la molestaba esa mañana?... era acaso ¿qué Clovis no había sonreído? ¿no había llenado el comedor con su cháchara molesta? y... ¿no le había dedicado coquetos guiños?...olviden eso ultimo. Kallen se paro con sobre salto de su cómoda silla y por primera vez ese día todas las miradas se concentraron en ella, la pelirrosa confundida les dedico un vago gesto de disculpa y salio de allí en dirección contraria al príncipe rubio, lo que sea para no pensar en príncipes rubios. Lelouch, claro Lelouch la razón por la que esta en el palacio y quien se supone debe ser su prioridad, no lo a visto desde anoche y seguro que perseguirlo y arruinarle el romancito con la peliverde es mucho mejor para su salud mental que pensar en los guiños de Clovis.
o.O.o
La unica esperanza de que Clovis fingiera normalidad esa mañana hubiera sido la presencia de sus padres...fingir para ser descubierto, esperaba la reprimenda de Charles por ocultar sus sentimientos y los mimos de Marianne para consolarlo, de lo que sea que le pasara. Ellos no eran unos padres sobreprotectores o entrometidos pero siempre se interesaban por él, alentaban sus logros y talentos e incluso le hacían ver sus errores y defectos...en este momento solo podía pensar en lo mucho que metía la pata ultimamente y que hace mucho no era felicitado por nada... él era alguien que ni siquiera su familia tomaba en serio... Clovis suspiro no queriendo caer en la autoflagelación.
De verdad que quería ver a sus padres en el desayuno para que de ahí en adelante supiera como comportarse...ellos siempre sabían como solucionar todo...sus "padres" ...¿no era eso una mentira? ¿no era el un príncipe falso? ¿no era fingir su único talento? Gino y Nunally trataron todo el desayuno de animarlo pero curiosamente no se sintió merecedor de esos ánimos y su apetito brillo por su ausencia. Desde anoche no podía dejar de pensar cosas deprimentes, él no era lo suficientemente bueno;era falso, superficial, mimado y egoísta obviamente Kallen no estaba interesada en él y era hora de que lo entendiera. Así que para no molestar a nadie más con sus problemas, no era que nadie ademas de Nunally y Gino parecieran interesados, lo mejor fue salir de ahí.
o.O.o
Lelouch nunca había tenido una resaca, pero la imaginaba como algo muy parecido a lo que le pasaba ahora, dolor en cada parte de su cuerpo y sentidos hipersensibles que le instaban a no despertar jamás. Además seguro que despertar en un nido de toallas en el piso de su baño no ayudaba en nada.
Cuando los recuerdos le invadieron no supo si las nauseas eran parte de esa preciosa resaca pos intoxicación o solo el resultado de saber lo mucho que había arruinado las cosas anoche. Si, había calidez, confort y deseo pero ella había dicho que no y él había seguido. No le extrañaría abrir esa puerta y ser recibido por la furia de C.C o incluso por su ausencia, no sabía que sería peor, aun así abrió.
- Esperaba que hubieras muerto de hipotermia en el piso del baño- dio la voz plana de C.C, ella estaba aun en la cama destendida, su ropa era la misma de ayer y no había mucho que pudiera hacer para que no pareciera un lió arrugado de telas elegantes fuera de lugar.
Ahora que lo pensaba el debía verse igual de desaliñado.
- Y yo esperaba que quisieras castrarme con una cuchara.
- Sabes que la violencia no es lo mio...- su voz seguía plana y su mirada perdida en el techo, aun así Lelouch podía considerar un milagro que no se hubiera ido corriendo anoche.
Con movimientos lentos y mesurados el se sentó en el lado opuesto de la cama y se tiro devastado en el absurdamente cómodo colchón.
- Lo siento, de verdad... anoche casi lo arruino todo...yo- hablo el luchando entre la solemnidad, la ira y la vergüenza.
-Lo sé - detuvó C.C el errático discurso del príncipe- no fue tu culpa.
- Aun así ¡te lastime!...
C.C por fin se movió, dio la vuelta a su cabeza para mirarlo y sus manos atraparon la cara de Lelouch para obligarlo a enfrentar sus miradas. El era ira y confusión, ella consuelo y calma.
- No fue precisamente algo horrible- dijo ella luchando con las ganas de sonrojarse- por supuesto que estaba asustada por que no eras tu mismo y ... sabes mi tonto mie... no hablaremos de eso ahora...- ella desvió la mirada con las mejillas oficialmete coloreadas.
- Otra cosa que arruino- dijo el, más calmado, cerrando los ojos y juntando la frente con C.C.
El contacto fue tan reconfortante que Lelouch casi podía olvidar el dolor de cabeza y C.C la falta de sueño.
- Lo resolveremos.
- Juntos.
- Bien y ahora ¿cómo voy a salir de aquí?- preguntó la peliverde.
- Muy simple, no te vayas- dijo el, pero era más una suplica que un plan o una orden.
- Los sirvientes van a hacer de esto un festín de chismes.
o.O.o
- Has estado en calma mucho tiempo, la gente esta olvidando la grandeza del Imperio- comento Vincent tratando de aparentar calma pero con la respiración ligeramente agitada después de la cabalgata.
- Ocultar una verdad no la hará desaparecer- fue la repuesta solemne de Charles mientras contemplaba la ciudad desde su vista privilegiada. Pendragon, y la ciudad capital eran efectiva e inocultablemente grandiosas.
- Creí que no te gustaba que otras naciones subestimaran la nuestra.
Charles no comprendía el punto de su hermano, a veces Vincent tenia impresiones equivocadas y dudas sobre el Imperio por que se mantenía mucho tiempo fuera de el.
- Si no son nuestros enemigos no me interesan su juicio, si planearan serlo...
- Sería solo peor para ellos habernos subestimado- intervino Marianne con elegancia y firmeza a pesar de llegar a pleno galope en su semental negro, a Charles nunca le había parecido más hermosa.
- Exacto mi reina- sonrió el emperador mientras besaba el dorso de la mano de su esposa.
- Las batallas deben ganarse antes de comenzarse, si caes en la guerra y el caos, tu también has perdido- opino Marianne con una sonrisa secreta para su esposo.
- Muy cierto pero solo la guerra y el caos llevan al progreso- defendió su punto Vincent .
- Las alianzas también llevan a el - declaró firme el emperador. - Es curioso yo no vi esta verdad hasta que vi a mis hijos a los ojos y ellos me pidieron encontrar soluciones nuevas.
- Si no fueras tu, pensaría que el amor te ha ablandado Charles- opinó Vincent con el animo un poco desinflado.
- Yo creo que le ha fortalecido- dijo Marianne orgullosa.
- Entonces yo aceptare que mi hermano a aprendido y yo también estoy dispuesto a hacerlo- habló Vincent con los ánimos renovados y una sonrisa misteriosa.
Marianne no sabe determinar si esas palabras y toda la brillante disposición son reales o falsas, por su parte Charles ya le esta sonriendo a su hermano.
V.V ama el conflicto por que siempre lo lleva a superarse. La emoción de la guerra siempre precede al dulce sabor de la victoria mientras que las aburridas teorías pacifistas le aburren hasta el hastió. Su pequeño pasatiempo como jefe de un organización de mercenarios lo mantiene siempre entretenido desde que los consejos de Marianne y Calabrechi frenaron a Charles de unirse al juego de la guerra.
Hay batallas por ahí, terrorismo y disturbios... gente débil señalando con el dedo a otras que le han hecho daño, gente que no es lo suficientemente competente de protegerse a si misma. Si, el mundo siempre tendrá el condimento del caos pero parece que ese ya no es un placer que pueda disfrutar con su hermano. En el pasado tuvo la ilusión de que al deshacerse de Calabrechi Charles volvería a ser como antes, pero no fue así, al parecer el problema es más profundo que eso y sus lindo sobrinos son parte del problema, V.V es un hombre malvado pero curiosamente no tocaría ni un pelo de sus bonitas cabezas, hay muchas otras cabezas que puede cortar para ver florecer el hermoso caos, comenzando por una molesta peliverde.
Si, las cosas más simples pueden despertar los más grandes desastres y la mejor forma de disfrutar un huracán sin salir volando es estando en el centro, definitivamente V.V se quedaría un tiempo en Britania.
.
.
.
Notas de autor: Y he vuelto a tardar pero podemos coincidir en que semanas son mejor que años, una pequeña disculpa por el retraso, de verdad me cuesta retomar el ritmo de la historia y poner todas las ideas que quiero incluir en orden.
Gracias a las personitas que me dejaron su opinión, me alientan a seguir. A todos los lectores que pasan por aquí, también muchas gracias, no olviden dejar sus criticas para que la historia tome rumbo y mejore, cada cosa que me dicen en sus comentarios por insignificante que parezca me inspira las cosas más disparatadas.
Nos veremos pronto.
