Siento mucho la demora... espero que sea de su agrado

Sagalieta y Valentinmeo

escapan de nuevo...

Y ahí estaba yo, en la sala de mi templo sentado en el viejo sofá cama, como un novio esperando a su amada, impaciente y nervioso, la congoja se apoderaba de mí y el control de la tv pagaba inocentemente la factura con mis dientes, como un juego pasaba canales solo para matar el tiempo en que Alejandra, la novia de Kiki y su amiga Camille terminaban de arreglar a mis dos compañeros, estaba por decirlo así, desesperado, y eso que el inquieto pelirrojo me había, por así decidirlo, tranquilizado con que la ceremonia ya no sería esa tarde, sino hasta en la noche, así que para calmar la ansiedad decidí prepararme un par de emparedados, pero un familiar cosmos me detuvo a unos pasos de la cocina.

—Kanon… ¡Regresé!—escuché la ronca voz del Wyvern y me voltee para verlo mientras entraba con una bolsa de papel en su mano. Realmente me impresione, ya no parecía ese mal encarado juez del inframundo vestido ahora con unos jeans azul oscuro y una camiseta negra tallada de esas que resaltan tus músculos, totalmente ajeno a la imagen que un espectro daría, me lo imaginaba con unas botas de soldado y esas cosas que los góticos suelen utilizar, pero aún más me impresionó ver las tres figuras que se aparecieron a sus espaldas, el perro ovejero de Minos con su flequillo al fin recogido en una especie de boina dejando al descubiertos sus ojos y vestido con una camisa blanca bajo un gabán café y un pantalón de vestir un poco más oscuro, Aiacos que parecía una copia de Edward Cullen y Violate definitivamente "disfrazada" de Bella Swan

— ¿Qué rayos están haciendo ustedes aquí?—pregunte mientras cruzaba mis brazos para mostrar mi inconformidad y regresaba de nuevo al sillón.

—Radamanthys nos comentó sobre el problema con Valentine—me dijo Minos mientras se adentraba y se auto invitaba justo a mi lado.

—Y quisimos ayudarle… además no hay mucho movimiento en Giudecca y nuestro señor Hades está en estos momentos con tu diosa—me comentó Garuda mientras se recostaba en un pilar de la entrada y dejaba a su general de pie a su lado.

En fin, suspiré pesadamente, era su espectro después de todo, y era por culpa de esa harpía que estábamos todos reunidos— bueno y por la de Sagui… ya, está bien, yo detoné todo este asunto, lo admito, pero ¿a acaso no estoy haciendo algo por solucionarlo?—Un largo e incómodo silencio nos rodeaba mientras nos observábamos como en un partido de póker, de repente la espera al fin había terminado y por la puerta de unas de las habitaciones salió una sonriente Alejandra con un cepillo lleno de ¿Cabello lila?, carraspeó su garganta y esperó por unos momentos.

—Señor Mu… salga lo estamos esperando—dijo Alejandra sin perder su sonrisa.

¿Estas segura que no me veo ridículo Alejandra?—se escuchó la voz del carnero casi a punto de quebrarse—me siento extraño…

—No… ya verá que se ve bien, salga…—animó la joven casi desesperada mientras nos sonría.

Pero no me siento listo…

La impaciencia me carcomía, estaba a punto de morder mis uñas y comerme el control del tv que no había soltado, di un paso para ir por él personalmente, pero la puerta se abrió y…no creerán lo que vi, aunque no fui el único que reaccionó de esa manera tan asombrada, Minos se reclinó sobre sus rodillas y levantó una ceja, Aiacos abrió ligeramente su boca y Radamanthys atrapó en el aire la bolsa que había dejado caer y ¿yo? Trague grueso, estuve a punto de escupir para ver si no había engullido mi lengua, frente a nosotros Mu era, debo decirlo, una hermosa doncella lemuriana vestida con un peplo bastante decente, con su cabello sujeto en una especie de moño que permitía la caída de algunos rizos enroscados y que dejaba frente a su rostro su pava ahora acomodada como un flequillo, una diadema de flores de plata y un brazalete en forma de serpiente adornaba su brazo izquierdo, el maquillaje no era excesivo, en resumen, se veía perfecto.

— ¿Y bien?—preguntó con su ronca y pasiva voz sacándonos de nuestro ensañamiento.

—Solo no hables—dijo Aiacos recibiendo un codazo de Violate—Oye… te vez bien…

—Nada mal—contesté acercándome y rodeándolo como león a su presa con una mano sosteniéndome la barbilla, estudiaba sus rasgos casi, por no decir totalmente femeninos—pareces una verdadera doncella Mu

—No puedo creerlo… ¡si buda me viera!—escuchamos esa varonil y a la misma vez cantarina voz de Shaka de Virgo que irrumpía en la sala y nos regalaba una mirada fulminante principalmente a ciertos jueces que sonreían por bajo— ¿y que están haciendo estos cosplay de crepúsculo aquí?—me trague una carcajada pues yo había pensado lo mismo, luego le preguntaría donde había visto esa película.

Tras de él venía Camile aun con un peine y un encrespador en sus manos literalmente lo perseguía, lo bueno de Shaka era que estaba acostumbrado a caminar con esas largas túnicas de arriba abajo, y no se tropezaba con facilidad, haciendo su papel más creíble al contrario del carnero, que estaba seguro de ultimadamente llevarlo cargado. De nuevo lo observamos bien, de brazos cruzados frente a nosotros agitaba su pie, vestido de la misma forma que Mu, solo que su cabello caía en una hermosa trenza sobre un par de pechos falsos que se asomaban.

— ¡Señor Shaka… falta un poco de labial!—le gritaba exasperada Camille a buda que se reusaba a cualquier intervención de la joven.

—¡Por Hades!…—se carcajeo Aiacos—que eres ¿Barbie mitológica? ¿Los dioses del olimpo se venden por separado?

— ¿El trasero es real?—preguntó Minos tras una carcajada.

—Muy real…Sam Sheepdog ¿hay algún problema?, a diferencia tuya no me la paso sentado todo el día—escupió sin pelos en la lengua con una leve sonrisa retorcida—subo gradas día y noche—clavó sus zafiros en Mu que sonreía y los entrecerró— ha y ¿tu si disfrutas de todo esto he? Claro no me digas… ¿hay que tomar las cosas con calma Mu? Y tu Juez de Garuda ya me estas…

—Vamos Shaka, no te enojes…—traté de tranquilizarlo mientras lo tomaba del brazo— solo será un momento luego se desaparecen, necesitamos pasar a la celebración y les juro, que les recompensaré este sacrificio, es por Saga, yo… necesito de su ayuda chicos—ambos me observaron con seriedad, incrédulos pero dispuestos a traer de vuelta a mi hermano, aunque su dignidad y hombría estuvieran en riesgo, dignos santos de Atena.

—Está bien…—dijo Shaka tras un suspiro sonoro—por nuestro compañero de armas será.

—Nuestro hermano… Saga—terminó Mu en una muestra de humanidad que casi me hace llorar como un cocodrilo.

— Perdón por interrumpir este momento tan emotivo pero ¿nos vamos ya?—preguntó Radamanthys observando a Shaka de soslayo.

—No creas que me gusta la idea Wyvern…—aclaró buda sujetándose del brazo del unicejo.

Los observé por un momento mientras caminaban adelante, pero que buen trabajo habían hecho las chicas, inclusive sus varoniles brazos se veían delicados, sus piernas totalmente tapadas y unos finos tacones con los que Mu casi se tropieza— ¡andando carnero!—dije tomándolo del brazo mientras le ayudaba a dar unos cuantos pasos caminando junto con Minos, Aiacos y su general tras de nosotros, cuchicheando como viejas de patio.

Lo siento…—se disculpó Mu casi en un murmuro—los tacones de las armaduras son más gruesos que esto—me sonrió con su semblante tan pacifico de siempre.

Llegamos a escondidas hasta detrás del coliseo, tomamos prestado el auto de mi hermano y partimos hacia Atenas, la ceremonia comenzaría con la luna en su cenit, eso quería decir que teníamos unas horas de más para encontrar a mi hermano y detener esa boda a como diera lugar.

Narradora—

Saga caminaba de un lado a otro, frotaba sus manos y las soplaba, sudaba frio, estaba nerviosa, se quedó por un momento viendo por la ventana ¿Por qué lo hacía? ¿Realmente se quería casar? ¿Estaba segura que ese joven de cabellos rosados era su alma gemela?, cerró sus ojos y suspiro fuertemente permitiendo que la brisa jugara con sus cabellos, se acercaba el atardecer y desde el balcón de ese hotel griego donde se hospedaban se podía apreciar en plenitud, sintió de repente unos fuertes brazos rodeando su cintura y unos suaves labios acariciar su cuello.

— ¿Qué tanto piensas pequeña?—preguntó el chipriota dejando a sus ojos descansar en el sol que se ocultaba bajo el mar.

—Valentine ¿me amas?—preguntó sujetando las manos del espectro y aprisionándolas con fuerza

—Más que a mi vida…

— ¿Cómo sabes que no es un capricho?—preguntó— y si Kanon tiene razón y soy de verdad un hombre y…

Inmediatamente sintió como el abrazo perdía fuerza y el joven la giró descansando su frente sobre la de ella, esos ojos dorados penetraban cada rincón de su alma.

Levantó su mano y acarició con delicadeza el rostro de la pequeña Saga, sonrió y besó su nariz, recibiendo a cambio una sonrisa de la peliazul, levantó su mentón y besó sus labios, un beso suave, cargado de ternura.

— ¿Qué sentiste?—preguntó el espectro sin apartar su vista de las esmeraldas de la peliazul.

—Que… yo… yo

—Mejor no contestes Saga…—dijo colocando un dedo sobre su pequeña boca.

—Pero… estoy confundida… todo pasa tan rápido…

El chipriota la sujeto de nuevo y siseó en su oído casi como un ronroneo—te quiero…

Saga cerró sus ojos y sonrió.

Fin narradora—

El atardecer caía sobre nuestras espaldas, llegamos al lugar y sin esperar más nos adentramos hasta la enorme catedral, debido a la experiencia anterior el unicejo y yo caminábamos ariscos de todos los fieles con temor a encontrarnos con los que nos querían sacar el demonio, con rapidez llegamos a un arco de flores donde un hombre de apariencia femenina sostenía una tabla con unos papeles, hicimos una enorme fila para poder pasar hasta que llegamos frente al tipo raro vestido como un pingüino.

— ¿Sus nombres?—preguntó con una sonrisa mientras nos observaba de arriba hacia abajo— ¿todos se casaran?—cuestionó de nuevo levantando una ceja, déjenme decirles con ese gesto llegue a pensar que era el hermano perdido de Afrodita, su mismo perfil y hasta el tono de su voz y ese bendito lunar—Si no vienen a casarse tendrán que esperar afuera hasta que acabe la actividad—nos dijo con la misma sonrisa.

—Si… disculpe—contesté adelantándome y jalando a Mu conmigo—mi nombre es Kanon y esta es mi… novia Mu…sita.

— ¿Musita? Pero que nombre más peculiar—dijo anotando en la tabla—bien…

Seguí caminando con el carnero de mi brazo pero el tipo coloco su tabla en mi pecho.

— ¿Pero ya le dijimos nuestros nombres?—dije ya sintiendo una pequeña pizca de desesperación.

—Pero no he dicho que pueden pasar…aun—hizo una conocida mueca, y esa cara, esa bendita cara solo podían significar problemas y grandes.

— ¿Bien… que debemos… hacer?—pregunté entre dientes.

—Darse un romántico beso bajo el arco para la foto que se les dará el final…

Respondió el tipo con un brillo singular en sus ojos abrazando la tabla contra su pecho. Un momento…¿Beso? Había dicho ¿beso?, giré hacia el Wyvern y este se echó para atrás mientras Shaka abría desmesurado sus ojos y negaba con rapidez con su cabeza—estamos juntos en esto unicejo, Shaka—dije hasta sus mentes, luego voltee hacia Mu pero mi compañero tenía la vista perdida y sus puntos casi unidos en su frente, giró hacia mí y soltó mi mano furioso.

—No… suficiente con vestirme tan ridículo como para hacer eso Kanon… jamás…

—Vamos Mu, solo cierra los ojos… por Saga… nadie sabrá de esto—rogué casi a punto de arrodillarme.

—Si… nadie más que los jueces del inframundo y esa… mujer—me dijo cruzando sus brazos—o lo que sea—me murmuro debido a la poca feminidad que aparentaba Violate.

—Es un requisito…—dijo el hombre viendo su reloj y agitando su pie, claro al volver el rostro hacia atrás me di cuenta que estábamos atrasando a esa turba de enamorados que querían ahorcarse de por vida, suspiré y exhale, sabía que el carnero me odiaría por esto, lo giré rápidamente y lo besé, mejor dicho toque sus labios—ohh pero no estaba la cámara lista—dijo el hombre tomando una cámara digital tras una mesa a sus espaldas, yo respiré resignado—de nuevo pero más largo… con ternura… con pasión…

Estaba a punto de reclamar cuando Aiacos pasó a mi lado empujándome con Violate y la besó tan apasionadamente que pensé que la desnudaría frente a nosotros.

—Aiacos y Violate —dijo abriéndose paso entre nosotros—perdedores…leí en sus labios, claro él no tenía que besar a un hombre.

— ¡Basta, yo no haré esa ridiculez!—gritó el unicejo acercándose al tipo raro y tomándolo de su corbata—mi "novia y yo… hemos esperado demasiado tiempo para que usted nos retrase de esta forma tan ridícula—aparte de los santos de Atena, nadie, nadie sobre la faz de la tierra era capaz de resistir esa mirada de furia del Wyvern, así que el pobre hombre asustado solo atinó a dejarnos pasar, de haberlo sabido no hubiese pasado por esa incómoda situación.

….

Dentro, todo era un desorden de gente, parejas, novias y novios sonriendo, era caótico, ¿Cómo encontraríamos a Saga entre ese montón de personas? de repente el sacerdote dio la señal de comenzar a formarse en dos hileras para hacer una especie de ritual de iniciación antes de la ceremonia formal, yo me sentía perdido, Saga no estaba por ningún lado, no había señas del cosmos de Valentine, necesitaba retrasar esa boda colectiva un poco más, pero ¿cómo? Estaba bloqueado completamente—Necesitamos retrasar la boda—dije al inesperado equipo anti felices para siempre.

—Tengo una idea…—dijo el pelinegro de Garuda mientras jalaba a su espectro y a Minos—ustedes busquen a esos dos, confíen en mí —nos dijo guiñando su ojo, fue… espeluznante.

Lo vi perderse entre la multitud mientras tratábamos sin éxito los cuatro restantes buscar el cosmos de Valentine, fue entonces que el ruido de una guitarra seguido del chillido que producen los micrófonos nos llamó la atención, cuando volteamos justo frente a nosotros, ahí sobre una explanada con una tarima, los dos jueces y Violate estaban a punto de ¿Cantar?

Para ustedes desde el inframundo— clamó Minos por un micrófono—Sexies Judges !…—dijo al otro juez mientras las jóvenes y no tan jóvenes novias se acercaban a la tarima dejando a sus futuros conyugues solos y mal humorados,

"Minos Grifo y Daddy Aiacos…"

escuchamos del pelinegro que ya se había quitado su camisa y se acariciaba su torso de una manera exotica.

Guaro guaro guaro guaro

Todo el mundo

Quiere quiere quiere quiere

La gente pide…

Agua y Guaro

En verano y carnavales

ambos cantaban sin camisa y con unos bling bling colgando en sus cuellos… mientras Violate hacía de chica entarimada con su blusa recogida al ritmo de la canción.

Tequila llegó, el bus ya llegó y los manes quieren…

Pelo pelo—gritaba Aiacos

Que los manes quieren—contestaba Minos con sus manos arriba, creo que ese día más de alguna se estaba arrepintiendo de casarse

Por Atena, jamás pensé estar vivo para ver eso y estoy seguro que Radamanthys tampoco, pues me apretó el brazo con fuerza incrédulo de ese espectáculo que sus compañeros semidesnudos presentaban. Bajo una curiosa gorra rasta Minos nos hizo señas de salir de ahí y buscar a Saga, decidimos dejar a Mu y Shaka por si los enamorados aparecían por estos lados y nosotros corrimos como perseguidos por toros en pamplona, aunque el momento era de tensión ver a esos dos cantando reguetón fue algo épico.

Narradora—

No todos los días se lleva a cabo un ritual tan hermoso como esas bodas colectivas en la gran explanada de Atenas, la joven deidad había casi rogado a su patriarca y convencido a su antipático tío de formar parte de las celebraciones como espectadores, así que sin saber lo que les esperaba salieron junto a la joven Pandora hacia la capital de Grecia.

El ambiente era hermoso, colores, risas, ¿espectros cantando?, la cara del señor del inframundo estaba desencajada, Saori con una sonrisa de oreja a oreja negaba con suavidad mientras Shion hacia un esfuerzo por ahogar una carcajada junto a Pandora, una carcajada que definitivamente se tragó cuando observó un par de curiosas doncellas, entonces palideció, enmudeció, sintió que su cabeza le daba vueltas, no le importó que un semidesnudo Minos, tomara la mano de su diosa y la llevara arriba de la tarima junto a Pandora, ¿eran su discípulo y el más cercano a dios?, ¿vestidos con peplos y pechos falsos? ¿Peinados como una mala imitación de Rapunzel y la Afrodita del mito?, no, él tenía que verlos de cerca o morir en el intento, pero no logro caminar dos pasos cuando la joven Pandora que lo había visto caminar lo tomó del brazo y sin derecho a negarse lo haló hacia la música junto a Hades.

Con una tímida sonrisa el lemuriano saludó con sus dedos a su maestro mientras codeaba a Shaka, pero una enorme sombra apagó su rostro, tras de ellos, un par de fortachones parecidos a Aldebarán los acorralaron.

—Hola hermosas—dijo uno de los hombres que tenía el cabello rubio y un tatuaje de una mujer desnuda en su brazo— ¿Por qué tan solas linduras?

De inmediato Shaka sintió como unas enormes y desvergonzadas manos rodearon su firme pero masculino trasero, lo dejó, sonrió cuando el hombre de manera atrevida y sintiéndose autorizado posó su mano sobre su parte delantera, quedando inmóvil.

— ¿Te gusta lo que tocas degenerado?—dijo con su ronca voz mientras se giraba con sus ojos abiertos de par en par.

Los tipos salieron disparados con cara de asco mientras Shaka sonreía satisfecho junto a su amigo.

—Jamás se imaginó que encontraría este…—dijo sujetando su entrepierna con orgullo— ¡tesoro del cielo!—exclamó con una sonrisa mientras sacaba esos falsos pechos que lo sofocaban—creo que ya no necesitaremos esto—Mu asintió apartando los rulos y e igualando a su compañero, quedando ambos con su torso desnudo y siendo ahora un imán para las féminas aun solteras.

Fin narradora—

Corrí, corrí, busque, pero mi hermano no aparecía por ningún lado, la angustia acudía a mí de nuevo como una avalancha de frustración y culpa, estaba a punto de caer resignado al suelo, cuando lo sentí, esa ligera vibración de mi cosmos solo podía significar algo, Saga. Levanté mi rostro y ahí estaba, justo frente a mí, como si de una princesa se tratara, en una amplia explanada, sola, expuesta, con un vestido de novia hasta sus tobillos, caminé hacia ella, clavó sus ojos en los míos, suspiró, negó con suavidad y cuando estuve a centímetros de tomarle la mano, la imagen imponente de Valentín se interpuso de nuevo.

—Saga—lo llame haciendo caso omiso de la figura de la arpía—no sabes lo que haces… regresa conmigo.

—¡Si sé!…—escuche su voz como en un precipicio—yo… yo lo amo Kanon—dijo entrecortado mientras se atrincheraba a sus espaldas.

Sus palabras me martillaban el cerebro, cada letra era como una explosión de galaxias en mi conciencia, yo la había llevado a eso, yo lo había convertido en una niña mimada, y malcriada, pero había algo raro en el timbre de su voz, hacía falta confianza.

—Valentine!—grito Radamanthys casi a punto de dejarme sordo— ¿Qué carajos crees que estás haciendo?

—Sigo mi instinto mi señor—dijo el chipriota—amo a esta mujer y me voy a casar con ella opónganse quien se oponga—gritó sujetando a mi hermana, la observé asentir dudosa.

Por un momento nos vimos los rostros sin decir ni una sola palabra, luego mi mirada se dirigió hasta la bolsa de papel donde el Wyvern traía el antídoto, necesitaba un solo movimiento para hacer que Saga bebiera de esa botella, una ilusión, una distracción, algo que…

—¿Qué demonios está sucediendo aquí?—escuche esa voz y mis nervios se crisparon, me di vuelta para quedar cara a cara con el dios del averno—Radamanthys ¿Qué pasa?— y ahí estaba, justo cuando Valentine y el unicejo hacían una reverencia abrí mi otra dimensión, le quité la bolsa de papel de la mano y lo observé sonreír—Suerte—murmuró a mi cabeza, saqué el frasco y reaparecí tras Saga, tomándola del cuello mientras le tapaba la nariz y obligándola a tomar el brebaje que gracias a Zeus era pequeño, y reaparecí al lado del dios una vez más que me observo confundido—¿Saga?

—Kanon… señor Hades—corregí—ella…Es Saga—el dios abrió sus ojos como plato y negó con rapidez.

—Mi señor Hades… Valentine quiere casarse con un santo de Atena—conto el juez mientras se ponía de pie.

—Y lo voy a hacer, nadie me lo impedirá… además ella es una mujer.

Pero cuando todos dirigimos la mirada hacia Saga ella estaba sentada en el suelo sosteniendo su cabeza.

—¿Qué me diste Kanon?—esta vez era la mirada furiosa de Valentine sobre mí, protegiéndola al acercársele—me duele la cabeza…

—¿Estas bien amor mío?—preguntó con delicadeza mientras la ayudaba a levantarse—ya verás Kanon, quieras o no, con o sin sacerdote consumaremos nuestra unión—me amenazó, yo arrugue mi nariz con asco, consumar… eso me ponía los nervios de punta

—Abrí un portal a otra dimensión y le di el antídoto… no hay nada que puedas hacer…—le dije al espectro que me observaba con ira—y mantén tus asquerosas manos lejos de mi virginal hermana…—ya esos eran mis celos interfiriendo por mí.

—¿Cómo dices? ¿Otra dimensión?—preguntó Saga, pero no pude contestar, tras de ellos un portal se abrió atrapándolos y tragándolos.

Palidecí, morí y resucite en ese momento, me dirigí a Radamanthys y lo observe con terror, Hades se notaba realmente confundido, el primer efecto fue casi inmediato, pero no pensé que sería su cosmos.

— ¿Qué está sucediendo Kanon?—me pregunto Shion que en ese momento se acercaba, tras de él mis dos compañeros y más atrás la señorita Saori junto a Pandora y Violate.

— ¿Pudieron recuperar a Saga?—pregunto Minos al aparecer junto a Aiacos haciendo que Shion elevara sus puntos y me observara con mucho reproche—oh no…—se retractó demasiado tarde.

— ¿Kanon? Dime que no fuiste al inframundo a tratar de volver a Saga hombre otra vez…—vi su rostro angustiado, suspiré con pesar y baje mi cabeza.

—Maestro sé que lo desobedecí… pero ahora lo importante es que Saga ha desaparecido… y ya bebió el antídoto…—casi lloraba del desespero—y para variar… ya recuperó parte de su cosmos…—los ojos de Shion se abrían cada vez más.

—Un momento—la voz de Hades nos hizo girar a todos— ¿le diste el antídoto? ¿El antídoto que prepararon sin MI supervisión?...—todos me veían a mí y al dios, yo asentí—no podemos perder más tiempo… tenemos doce horas—todos bufamos—para encontrar a Saga antes que se haga hombre y no en un momento muy preciado para Valentine…—Oh no, mi hermano se convertiría en hombre mientras Valentine… hiuggg tenía que hacer algo, pero ahora ¿Dónde buscar?

—El templo de géminis—murmuró Mu captando toda nuestra atención—es decir… es el último lugar que recuerda…

—Entonces hacia géminis…—fue la orden de Shion, solo esperaba que no estuvieran equivocados, tenia un muy mal presentimiento sobre todo esto.

Continuaraaaaaaa

Gracias por leer y de paso tomarse el rato para dejar esos comentarios tan bellos, un abrazo.