Dedico este capítulo a Akina Wong, Alice Frost O, Ladygatuna, Lawliet girl 31, Melu 1509, Yuuki-Lawliet y a todos los lectores.

Capítulo 4: Justícia

Los rayos del sol entran por las ranuras de la persiana entreabierta. Un nuevo día ha empezado. Abro los ojos y parpadeo varias veces. También me desperezo y observo la persona que ocupa la otra cama. Linda sigue durmiendo. Intento no hacer ruido mientras cojo el Ipod de la mesita de noche. Empiezo a escuchar música para comenzar el día, como yo suelo decir, con ganas. Mientras "The Hell song" de SUM 41 retumba en mis oídos, me dedico a observar mi nueva habitación. Linda me permitió colocar mi quipo de música y los altavoces. También vació parte de su estantería para mis Cds. Sonrío ya que parece que mi hermano tenía razón cuando dijo que nos llevaríamos bien. No puedo decir que seamos amigas, pero con el tiempo quizás. Creo que sería bonito tener amigos, nunca he tenido. Pensando en esto, no sé cómo, pero me vuelvo a dormir.

vsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvs

-¡Sky! ¡Despierta o no llegamos al desayuno!-abro mis ojos cuando noto que unos brazos me sacuden.

Me quito los auriculares que aún llevo puestos y bostezo.

-Cálmate Linda, tenemos tiempo-digo despreocupada.

-¡Vamos cámbiate!-insiste ella con un tono demasiado alto para mi gusto.

Suspiro. No me gustan las prisas por la mañana.

vsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvs

Después de ponerme unos tejanos negros, una sudadera roja con capucha y unas deportivas negras, me peino y bajo con Linda al comedor. Al llegar, noto como algunos niños me miran con curiosidad y ¿respeto?

-Eres la nueva, hermana de L y además te enfrentaste a Mello, es normal que llames la atención-me dice Linda sonriendo.

Ayer me preguntó qué había sucedido cuando me encontraba en el despacho de Roger y se lo conté.

Me encojo de hombros. No es para tanto.

-¡Linda! ¡Ven a sentarte aquí!-llama la atención una de las inaguantables amigas de Linda.

No tengo muchas ganas de empezar el día oyéndolas cotillear, además tampoco me han pedido que me siente con ellas.

Linda me mira indecisa. Le sonrío despreocupadamente, no quiero que se sienta mal por mí.

-Ve con ellas Linda, no pasa nada.

-Pero…-empieza ella.

-Nada, anda ve, si tampoco tengo mucha hambre. Voy a coger una manzana y saldré un rato al patio-insisto.

-Vale…nos vemos en clases, recuerda que empiezan a las ocho y que tienes que ir a buscar los libros al despacho de Roger.

Asiento sin decir nada más. Cojo una manzana verde, ácida y deliciosa y me voy.

Me siento rara, ¿acaso las amigas de Linda me han catalogado como extraña? No me duele porque apenas las conozco, pero espero que Linda no acabe creyendo lo mismo. Niego con la cabeza para deshacerme del pensamiento. Eso no va a pasar.

Mientras como la manzana, abro la puerta de mi habitación y cojo mi amada guitarra. A continuación, salgo por la puerta trasera al jardín. Hoy hace un tiempo relativamente bueno. No llueve y las nubes dejan que el sol ilumine un poco las hojas anaranjadas. Me siento en la escalera de piedra de la puerta trasera y coloco mi guitarra. Empiezo a afinarla.

Pasado un corto momento de afinación, decido tocar "Pieces" de SUM 41. Me gusta mucho ese grupo. Cuando toco el último acorde, oigo unos aplausos.

-Suena bien-me dice una voz que recuerdo como la de Matt.

Me giro y no se sorprendo al ver que tengo razón, memoria auditiva. Le sonrío.

-Gracias-le digo orgullosa-¿llevas mucho ahí?-le pregunto curiosa.

-Ya habías empezado, estaba pasando por aquí para salir a fumar cuando te he visto.

-Pues espero que hayas disfrutado del espectáculo-le digo riendo.

Él también ríe.

-Conozco el grupo, me ha sorprendido tu gusto musical.

-¿El mío? ¿Por qué?-le pregunto.

-Pues veras…siendo una chica…-empieza a responder.

-Ah, eres de aquellos que creen que las chicas solo escuchan lo que está de moda.

-La verdad es que sí-dice sincero.

-Pues estás equivocado-le digo un poco ofendida.

-Ya lo veo-dice él sonriendo despreocupado.

-Debería ir a contarle a Roger que te escapas a escondidas para fumar-le digo fingiendo seriedad.

Esto va a ser divertido.

Sus ojos se abren con sorpresa y ríe.

-¿Crees que él no lo sabe?-me pregunta.

-Por supuesto que no-le respondo convencida-si lo supiera no saldrías por la puerta trasera ni esperarías que terminara de tocar para que no te viera.

Vuelvo a ver como la sorpresa invade sus ojos.

-Lo que no entiendo es por qué me has dicho que fumabas y por qué has dejado que te viera-sigo yo.

-He dejado que me vieras porque quería disfrutar del espectáculo-me dice sonriendo despreocupado.

Vuelvo a reír.

-¿Y?-insisto yo.

-Bueno-empieza-creo que ya tuvimos bastante con el lio de ayer, no creo que quieras volver a estar en el despacho de Roger en tu segundo día.

Estallo en una carcajada y él se une. Me empieza a caer bien.

-Tienes mucha razón-le digo.

Veo como baja las escaleras de un salto y me mira.

-¿Vienes?-me pregunta con una sonrisa amable.

Asiento y camino a su lado hasta uno de los muros. Matt sube con facilidad y le sigo. Benditas lecciones de artes marciales.

Una vez estamos sentados en el muro, Matt se coloca un cigarrillo en los labios y le prende fuego con un mechero plateado. Le miro fascinada cuando exhala. Parece que lo haya hecho muchísimas veces.

-Oye Matt…-empiezo-¿Cuándo empezaste a fumar?-le pregunto.

Él parece reflexionarlo un momento.

-A los quince-me responde.

-¿Cuántos años tienes?-le pregunto porque creía que tenía mi edad.

-Dieciséis-me responde con una sonrisa.

-Así que eres dos años mayor que yo-murmuro para mí misma.

Matt me mira, pero no dice nada. Parece muy concentrado en su cigarrillo Marlboro.

Después de volver a exhalar, me pregunta lo que todos parecen preguntarse.

-¿Qué se siente siendo la hermana de L?

Suspiro y miro mis manos. A continuación, miro a Matt y veo que me mira expectante. Luego, dirijo mi vista a los edificios de Winchester y me dispongo a hablar.

-Es horrible-digo sin pensar.

Me tapo la boca con las manos. ¿Por qué he dicho esto? Seguro que Matt lo malinterpretará.

Tengo la necesidad de justificarme.

-Verás…no quiero que me malinterpretes. Es solo que está en constante peligro y no quiero que le ocurra nada malo. No soportaría perderlo. Él es la única familia que me queda. Por supuesto que entiendo que su trabajo es de vital importancia y estoy orgullosa de él, pero a veces desearía que fuésemos solo dos chicos normales y que pudiera cuidar de mí, como todos los hermanos mayores hacen en las películas.

Noto una mano sobre mi hombro y me atrevo a mirar a Matt.

-Tranquila-me dice-te entiendo.

Ahora es mi turno de sorprenderme. Eso no me lo esperaba.

-¿Tiene esto que ver con que estés tan empeñada en ser su sucesora?-me pregunta mirándome fijamente.

Yo solo asiento.

Él solo apaga su cigarrillo.

-Vamos o llegaremos tarde a clase-me dice él bajando del muro.

Me tiende una mano para ayudarme. No la necesito, pero no sé por qué la tomo.

-Tengo que ir a buscar mis libros al despacho de Roger-digo.

Matt se ríe. Le miro sin comprender.

-Después de todo, sí que vas a volver ahí en tu segundo día-consigue decir entre risas.

El pelirrojo ha conseguido sacarme una sonrisa.

svsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvsvs

Después de coger mis libros y darle las gracias a Roger, Matt me dice que tiene que pasar por su habitación para coger los suyos y su preciada consola.

-Pues te veo en clase porque tengo que dejar mi guitarra-le digo.

-Claro-dice él-hasta luego.

Nos despedimos sonriendo.

Cuando entro en clase, Linda me hace señas para que me siente con ella. Decido hacerlo.

No le da tiempo a preguntarme nada porque un señor que supongo que debe ser el profesor entra en el aula.

-Buenos días alumnos-saluda cordialmente.

Algunos alumnos le devuelven el saludo. Yo no lo hago, estoy observando como la puerta se abre de golpe y dos voces hablan a la vez.

-Sentimos el retraso profesor Mason-son Mello y Matt.

-Tomad los dos asiento, luego informaré a Roger de su demora-contesta el profesor.

Río por lo bajo y por desgracia no pasa desapercibido.

-¿Le hace gracia señorita?-me dice el maestro-Quizás debería hacer lo mismo con usted.

Me quedo helada.

No otra vez…

-Lo siento profesor-digo cabizbaja.

-Bueno, hoy no informaré al director porqué quiero ver su potencial señorita-dice el maestro.

Miro a los dos chicos y creo que tengo que salvarles de esta. Después de todo, es lo justo.

-Entonces tampoco debe informarle del retraso de mis compañeros o no sería justo.

El profesor Mason parece dudar. Tengo que insistir.

-¿No es hacer justicia lo que nos enseñan en esta institución?-pregunto con mi sonrisa de suficiencia.

-Sky…-dice flojito Linda.

La ignoro y mantengo mi sonrisa, ahora es una de triunfo.

-Tienes toda la razón, empecemos la clase-me da la razón el maestro.

Dirijo mi vista hasta Matt y Mello. El pelirrojo me guiña un ojo y me regala una gran sonrisa, el rubio me mira confuso. No sé en qué momento su confusión desaparece y me sorprendo cuando me regala una pequeña sonrisa que yo devuelvo inconscientemente.

Espero que os haya gustado el capítulo y que me dejéis un review. Subiré el otro pronto. Esta historia es un Mello x OC, pero quiero desarrollar bien las relaciones entre personajes. Tened paciencia. ^^

Besos.