No se… ¿Por dónde empezar?...Quiero pedirles a todos una tremenda disculpa por haberme ausentado por mucho tiempo de Fanfiction pero es que una serie de eventos me obligaron a alejarme pero ya estoy de vuelta ya casi finalice mi licenciatura así que me tendrán con más frecuencia aquí escribiendo. Y estaré actualizando poco a poco, incluso les tengo una sorpresa, pero les adelanto que es un especial navideño para Lost Canvas y especialmente para Sísifo después de leer más a fondo me parece un personaje que tiene mucho potencial su personaje.

Heero: Si ya terminamos de leer la manga, así que no entraremos en mucho detalle ahora ya, en el siguiente capítulo se explicara todo con más calma.

Y wow muchos reviews eso me pone muy contenta me inspira a seguir escribiendo, ustedes saben que son mi fuente de inspiración.

Creo que debo hacer más historias de Lost Canvas, así que espérenla con ansia, la verdad les voy hacer honesta desde el fondo de mi corazón esta serie tiene demasiado potencial es una verdadera pena que TMS anunciara que no tiene interés de seguir los ova pues, tendremos que conformarnos con el manga y los Gaidens.

Kaito Hatake Uchida: Te pido una enorme disculpa por dejar esta historia sin actualizar pero pasaron muchas cosas me tuve que alejar espero que donde quiera que estés, leas ese capítulo. Puede que si traumen los castigos que tú digas pero como, que siguen siendo muy infantiles para mí, aunque depende de cada persona disfruta el capítulo.

DaanaF: Hola sweettie no te preocupes más adelante verás lo que le sucedió a Pandora créeme le han quitado muchos derechos que ella gozaba como eterna mensajera del dios Hades y no eres la única que le enferma esa Pandora y un hombre no es mala idea fíjate ya se me está ocurriendo algo muy bueno, y si Sísifo es un hombre feliz con su familia que el mismo está formando con Sasha. Awww te encantara Kyrian. Tranquila tengo planes para Perséfone.

Marde State: Gracias me alegro que te gustará la verdad me estoy esforzando mucho para que la historia llame más la atención para ustedes, mis queridos fieles lectores. Si Sísifo cumplió una de sus fantasías más grandes el poder a Sasha su mujer. Y si muchas emociones más vienen en los siguientes capítulos, me temo que no pensé en Aspros por lo que le está sucediendo a Sísifo Junior. Pero veré como lo involucro a él en todo esto. Sinceramente creo que si seguirá sus pasos pero no tanto a lo que Aspros deseaba hacer sino otro tipo de pasos, que son muchos peores me encanta generar suspenso.

Guest: Gracias por leer la historia, bueno aquí viene otra actualización.

Aquí les dejo disfruten de la nueva entrega.

Capitulo No10

La Estrella Maldita De Géminis

—Sísifo Junior eso no está bien, un bebe educado no se pone a jugar con la tierra. Ven vamos a dentro tendré que darte, un buen baño de aguas con sales minerales con esencia de especias indias tu favorito.

Se quejó con preocupación una de las doncellas que estaba cumpliendo, con su labor de niñera con el pequeño niño semi dios, que no dejaba de jugar en el suelo con la tierra ensuciando toda su túnica que quedo toda cubierta de barro y lodo manchando sus rizos castaños trigos, pero eso no parecía importarle en lo absoluto. Todo lo contrario no dejaba de sonreír con alegría e inocencia de un ser libre de maldad.

El niño alzo sus dos manos para que Anticola la cuarta doncella de confianza de la orden, de vetales que se encargaban de los cuidados personales de la diosa de la guerra en el santuario. Se acercara con sumo cuidado lo alzara evitando a toda costa el contacto de la piel del niño con la fina tela de seda de su túnica.

— ¿Qué vamos hacer contigo? Eres un bebe muy terrible mira que ensuciarte de esta forma la túnica no es propio, de un futuro heredero del planeta tierra así que por eso te vamos a bañar y te pondré ese horrible vestido que no te gusta.

—No—murmuro él bebe con molestia.

—Si señorito usted, le pondremos ese vestido como castigo por estar jugando con el lodo. —y él bebe le frunció el ceño, lo que provoco que la doncella lo mirara con una sonrisa triunfadora.

—No, querer ponerme ese feo vestido no—él bebe empezó hacer su famoso berrinche.

—Si te lo vas a poner, Sísifo Junior si no vas a tener muchos problemas con mamá por estar jugando a la tierra. Sabes que a nuestra diosa le disgusta que juegues con la tierra pero como no haces caso, te vas y te ensucias es la segunda vez al día que te baño. En verdad eres bien desobediente.

Tras unos breves instantes en que la doncella, le reprendía severamente por estar jugando con la tierra entraron al templo principal en dirección a la cámara del maestro donde los estaría esperando una Sasha que ya presentaba cuatro meses de embarazo de su segundo hijo.

El cual sería una preciosa niña, lo que alegro bastante al santo de Sagitario. Pues siempre el anhelo una hermosa damita que tuviera los mismo ojos esmeralda. Como los de Sasha. La joven no pudo evitar soltar una suave carcajada al ver a su bebe, totalmente cubierto de barro y lodo, con una expresión de molestia en su rostro lo que le hizo adivinar los malévolos planes de su doncella Anticola.

—No es necesario que tengan que explicarme las cosas—respondió Sasha caminando hasta donde ellos—De seguro lo amenazaste diciéndole que le colocarías, ese horrible vestido que a mi bebe tanto le disgusta que le pongan ¿No es así? La tela de esa túnica es muy pesada, le da mucha calor a mi bebe. Por lo que siempre termina quitándosela.

—Le ruego que me disculpe señorita Athena, pero es que no lo pude evitar. Es la única forma que este niño que está aquí me haga casa. Tiene suerte que no es su padre quien lo recibe. Porque si hubiera sido el señor Sísifo que el señor nos proteja pero estaría reprendiendo al bebe, de que no debe estar jugando con la tierra. Pero no hace caso, estoy seguro que nada más le falta usar las flechas de Sagitario como juguete.

—No gracias a dios, Sísifo es muy cuidadoso de donde dejas sus armas. Siempre que él bebe va estar caminando en los interiores, del templo de Sagitario él se toma la molestia de guardarlas para que nuestro niño no esté jugando con ellas. Es un travieso, pero aun así lo adoro. Owuh

— ¿Señorita Athena se encuentra bien? —le pregunto con preocupación la vetal a la joven embarazada—Si, me encuentro bien es que solo Sísifo Junior me acaba de manchar mi vestido de lodo. Lo peor del caso es que este vestido me lo acaban de entregar de la sastrería del pueblo del anillo medio, por motivos de mi embarazo. Tendre que ir a cambiarme de traje, para lucir presentable para la llegada de Euphemia.

—Mejor déjemelo a mí yo me encargare de sus cuidados de aquí en adelante, mientras usted se cambia de vestido porque el que está usando ahora mismo está totalmente lleno de lodo. —apunto al traje de la diosa, que inmediatamente se molestó un poco con su hijo ante su travesura, pero después simplemente le dedico una sonrisa se acercó a él y le dio un suave beso en su mejilla enlodada.

Le permitió a una de sus doncellas que se encargara de los cuidados de su pequeño bebe de un año, en este caso que lo bañara por segunda vez en el día. Observo el cómo los do se retiraron dejándola completamente sola con su vestido totalmente cubierto de lodo. De pronto su sonrisa se cayó dejando a sacar flote la tristeza que sentía en todo su ser. Al recordar la maldición que aquella en el cual su hijo vivía todos los días.

—Ojala que esa sonrisa que tienes en tu rostro, tan inocente no se borre. Por la maldad de aquella estrella maldita, que hoy vive dormido en mi hijo.—y Sasha sintió que sus ojos se humedecían, ella no deseaba que su hijo sufriera la maldición de los Géminis.

—No se perderá si no le permitimos entrar al mundo de la caballería desde muy temprana edad, le dejamos que tenga una vida tranquila e llena de felicidad. —y de pronto se escuchó la poderosa voz del caballero de Sagitario, que en esos momentos venia caminando en dirección a la diosa que se encontraba parada, con el vestido manchado y sus ojos se humedecieron al ver a Sísifo.

—Eso decimos ahora, pero en cualquier momento…la sangre lo llamara, el querrá ir al campo de batalla—agregó Sasha que no lo soporto más camino hasta donde estaba Sísifo, lo abrazo rodeando sus finos brazos alrededor de su fuerte pecho de guerrero.

—Yo creo fielmente que los dos podremos cuidar a nuestro hijos, evitaremos ese cruel destino que le aqueja…sé que lo lograremos, aunque en ese camino tengamos que hacer sacrificios. —agregó Sísifo respondiéndole al abrazo—Lo sé pero no deja de ser doloroso, para mí el tener un hijo que en un futuro se pueda convertir en el precursor de una nueva guerra. Pero por ahora pensaremos en el presente… ¿Cómo esta Euphemia? Ya se adaptó a su nuevo hogar.

—Todavía se está acostumbrando al santuario, después de todo es solo una bebe de unos dos meses de nacida. Por lo que cuando crezca será una gran divina doncella, como las que siempre han acompañado a la diosa Atenea desde la era del mito o no cielo. —comento Sísifo con una sonrisa mientras se inclinaba para besar a la diosa, a lo que ella le respondió con la misma intensidad.

— ¿Cómo va nuestra hija? —agregó Sísifo con una sonrisa—Esta algo inquieta pero bien, me alegra que vayas vuelto cariño no sabes lo impaciente que me pongo cada vez que te vas de misión e incluso tu hijo Sísifo Junior. Se puso feliz cuando regresaste.

—Como no si tengo, donde regresar. —aclaro el escoltando a la diosa en dirección a los interiores de la cámara del maestro.

Habitación De La Princesa Euphemia.

— ¿Cómo se encuentra su alteza real? —pregunto Degel entrando a la gran habitación de la reencarnación de la divina doncella que en esos momentos se encontraba en brazos de una de las doncellas que le estaba cambiando, sus pañales.

—Señor Degel, sea bienvenido…en estos momentos la divina doncella está siendo cambiando sus ropas...por órdenes de su ilustrísima, tenemos que llevársela para que registre su nacimiento. Por lo que le ruego que sea paciente nos espere unos minutos antes que tan siquiera, usted pueda ver a la bebita.

Hablo Andrea dedicándole una respetuosa reverencia, al santo de Acuario que asintió. Se acomodó las gafas.

Se dedicó a contemplar a una hermosa bebe de 2 meses de nacida, que estaba recostada sobre un mueble de dosel de una madera fina, donde le estaban cambiando sus ropas. Su cabellera era rosado luz de pocos mechones que caían al frente de su cabeza, de angelicales facciones que conmovían a cualquier persona que cargarse aquella criatura tan frágil que había sido adoptada en un orfanato en Inglaterra por el santo de Sagitario que fue enviado. Con el propósito de traer a la bebe al santuario.

—Es increíble que después de muchos años la reencarnación de la divina doncella, haya decidido descender para acompañar a Lady Sasha en su misión de proteger el planeta tierra y eso que estamos ya casi en pleno siglo XVIII, y según los registros la última divina doncella que acompaño a la lady Athena fue en la era de la guerra de Troya. La divina doncella era la asistente de más confianza de la diosa Atenea, era la cual se encargaba de gobernar en su lugar cuando la diosa perdía la vida en la guerra, no había más nadie que reclamase ese puesto claro siempre y cuando no existiera un patriarca de por medio. Y la que también cargaba frente a sus hombros la reconstrucción del santuario en tiempos de paz. —comentaba Degel observando a la pequeñita que no dejaba de sonreír, era imposible creer aquella niña tan frágil tuviera sobre sus hombros una responsabilidad muy grande.

—Pues así como la señorita Athena, a ella le toca un destino tan sombrío…pero confió que esta niña, será educada por la propia diosa Athena. Claro siempre apoyada por su ilustrísima, por ahora esta bebe estará bajo el cuidado de nosotras hasta que alcance la edad suficiente para empezar sus estudios—declaro una de las vetales que cogió a la bebe, en brazos se la coloco delicadamente en los brazos de Degel.

—Buenas tardes lamento la tardanza pero este niño, batallo para que le colocaran la túnica. O no es así Sísifo Junior. Te dije que como castigo te la colocaría y viste cumplí mi amenaza.

En esos momentos Anticola entraba a la habitación con un irritado Sísifo Junior que no dejaba de tratar de quitarse su túnica, pero no podía porque se lo había ajustado lo suficiente para que le fuera imposible quitársela.

—Señor Degel es bueno verlo, por los aposentos de la princesa. Con su permiso es que vengo a mostrarle al pequeño Sísifo Junior su nueva compañera con las que compartirá sus juguetes no digas que no…—entonces la doncella acerco al bebe de un año a la bebita de dos meses que dejaba de sonreír, aquello llamo la atención del pequeño.

Que no dejaba de observar con curiosidad, a esa niña que era mucho más delgada y frágil que él.

—Con su permiso pequeño príncipe Sísifo Junior, tendré que llevarme a la señorita con su ilustrísima. —se levantó con la bebita en brazos, y Sísifo acerco su manita con mucho cuidado toco la de Euphemia. Provocando que la niña se riera y obligara al niño a esconder su rostro en el cuello femenino.

— ¿A qué se debe esa reacción? —se burló Anticola del niño, que aún tenía su rostro escondido.

—Es simplemente que la bebe despertó curiosidad en el joven príncipe, por lo que no veo nada malo su reacción simplemente se sorprendió es normal a esa edad que los bebes, todo les denota una pizca de curiosidad. —agregó Degel y Anticola asintió observando el cómo se retiraba con la bebita en sus brazos, en dirección a la cámara del sacerdote.

—Con su permiso a todas aquí presente, llevare a este niño con sus padres de seguro estará contento de verte, ya tu papá está de regreso y de seguro que estas muy impaciente de verlo.

Despacho Del Patriarca.

— ¿Educar a la divina doncella? —pregunto Sísifo en presencia del Patriarca del santuario—Con el debido respeto que se merece mi señor. Creo, que no soy el más capacitado para educar a una princesa.

—Considero que eres el más acto para educar a la princesa Euphemia, cuando cumpla los 8 años de edad. Estará bajo tu tutela le enseñaras todo relacionado con la cultura griega, y las bases astronómicas. Sé que lograras perfectamente esta tarea Sísifo, pues confió en tu buen juicio. —agregó Shion—Ya has cuidado a la señorita Athena, la has protegido desde que ella apenas era una niña y tú la conoces mejor que nada me atrevo a decir que mucho mejor que todos nosotros, ella actualmente es tu esposa.

—Caballero de Sagitario yo también confió en que podrás realizar esta tarea que se está encomendado. —le sonrió Sasha con dulzura a Sísifo, que se mantuvo ante la expectativa.

—Confiamos plenamente en tus capacidades para educar a esta niña, como la sacerdotisa principal del templo de Atenea, que por lo tanto cumplirá con la voluntad de la diosa tanto dentro del santuario como en sus límites, y fuera del mismo como la representación de la diosa misma. —se escuchó de repente la voz de Degel que en esos momentos entraba, con la pequeña bebe en sus brazos.

—Caballero de Acuario. Degel. Bienvenido, es bueno tener una opinión tan discreta y seria como la tuya—se alegró la diosa al levantarse de su trono arreglando elegantemente su vestido, con delicadeza.

—Disculpe mi intromisión, señorita Athena. Pero aquí le traigo a la princesa Euphemia—y Sasha asintió con un poco de ayuda de Sísifo. Quien la ayudo a bajar, los escalones, para evitar que la diosa resbalara debido a su delicada condición.

— ¿Esta es la niña? —sonrió con dulzura la diosa—Es hermosa tiene un particular cabello rosado, y los ojos azul violeta más lindos que he visto en todo mi vida. De seguro será es una gran princesa cuando crezcas estoy segura…que juntas podremos llevar a la tierra a la senda de la paz eso te lo prometo Euphemia. Sísifo me puedes explicar…¿Dónde sentiste el cosmos de la divina doncella?

—Si proseguiré entonces…—continuo Sísifo—Como usted sabe señorita Athena, he estado investigando sobre la leyenda de la divina doncella, desde hace algún tiempo atrás en la biblioteca que tengo en el templo de Sagitario, me ha tomado algunos meses poder percibir la energía de ella. Pero no fue hasta hace dos meses cuando estaba realizando una misión de espionaje por los alrededores de Atlántida para comprobar que el alma del dios Poseidón sigue en su descanso eterno sentí un diminuto cosmos, que estaba a punto de nacer por lo que inmediatamente tuve que desviarme de la misión original que se me encomendó. Zarpe en el primer barco que salía en dirección, a Londres donde sentí el cosmos para mi sorpresa…la niña fue abandonada en un orfanato en Inglaterra, y les pregunte a las encargadas del lugar si sabían… ¿Quién eran sus padres? Ellas simplemente me dijeron que no sabían a ciencia cierta si la niña tenía padres. Pues la encontraron debajo de un puente llorando lo que me hace sospechar que esto fue obra de los dioses. Un milagro que es difícil de describir, al ojo humano.

—Si es así entonces esto tuvo que ser obra de Hermes, el dios de la forja. —declaro Sasha, lo que provoco la mirada de todos ante su deducción. —Despreocúpense del origen de la niña, lo que importa ahora es que ella vivirá en el santuario con todos nosotros. Y tu Sísifo serás su tutor, siempre recibirás la ayuda de Degel en lo que necesites. Esa es tu misión de hora en adelante.

—Si—asintió Sísifo ante las palabras de su diosa y esposa.

—Mañana empezaremos las clases caballero de Sagitario, lo estaré esperando en la biblioteca. —sin más que decir el caballero de Acuario se retiró, en dirección a su templo.

—Sí, con su permiso señorita Athena me tengo que retirar a entrenar a mi discípulo. —y Sasha asintió permitiéndole a su caballero partir a los campos de entrenamiento.

—Esta niña es como yo Shion, un contendor que alberga el alma de un ser divino. —y Sasha se deprimió un poco al saber la situación de aquella pequeña que sostenía en brazos, que su hijo no dejaba de observar con mucha curiosidad.

—No diga eso señorita Athena, no permita que eso le incomode recuerda que no le hace bien a su bebe, por lo que tiene que estar tranquila por su hija y recuerde que usted como esa pequeña son las princesas que caminan entre los hombres. —y Sasha asintió sonriendo un poco triste, le entrego con mucho cuidado la bebe al patriarca para caminar directamente donde estaba su hijo. Enfurecido por la calor que sentía, por la túnica lo que provoco que la joven de la cabellera violeta soltara una tierna risa.

Su hijo en verdad detestaba esa túnica que le habían colocado lo irritaba mucho por lo que Sasha aprovecho cogió a su bebe en brazos le empezó hacer cosquillas en el estómago forzando al infante a soltar una gran carcajada, se lo llevo hasta los interiores de la cámara y Shion suspiro retornando a todo el trabajo que se le había acumulado durante todos estos días.

Campos De Entrenamiento. Templo De Sagitario.

—Maestro puedo hacerle una pregunta…—pregunto Kyrian, a lo que Sísifo le dedico toda su atención—Claro dime mientras terminas tus lecciones de griego, después de esto comenzaremos con las prácticas de arquería. Tienes que tener puntería perfecta, los caballeros de Sagitario somos caracterizados por eso.

—Si maestro, pero yo quiero saber si esa niña que trajo al santuario, Euphemia era su nombre creo que se lo escuche a una de las doncellas que viene a limpiar la casa de Sagitario. Se quedara a vivir con nosotros pues me parece muy pequeña, ella no tiene padres que cuiden de ella ¿Verdad? —y Sísifo sonrió—Esa niña no tiene familia la encontré en un orfanato, en Londres por lo que no tienes que preocuparte por ella. Aquí será bien cuidada por todos nosotros eso te incluye a ti y a mi hijo, que cuando crezca se harán cargo de ella. Otra cosa… ¿Estas impaciente que Euphemia crezca?

—No por nada maestro…no lo digo por nada indecente solo le pregunto por ella. —fue la respuesta de Kyrian que inmediatamente desvió la mirada, y Sísifo se burló.

—Tan pequeño, y ya es un casanova…me preocupa que intentes cortejar a mi hija que está por nacer. Tendré que tener los ojos bien abiertos, entonces.

— ¿Por qué dices esas cosas tan desvergonzadas? —se quejó—Además la princesa solo tiene dos meses de haber nacido está demasiado pequeña y ni siquiera es una niña, y yo tengo 10 años de edad estoy muy pronto a cumplir mis 11 años de edad. Jamás me involucraría con alguien que es menor que yo sin ofender maestro Sísifo.

—No me ofendiste en lo absoluto así que no tienes por qué preocuparte, sabes que es curioso que yo antes pensaba de la misma forma que tú piensas ahora. Imagínate para ese entonces debía tener 22 años de edad y sin embargo eso se fue al caño, cuando conocí a Sasha de ese entonces de 8 años de edad. Las cosas cambiaron desde ese día que el traje al santuario para poder protegerla, al principio yo pensaba que solo quería protegerla por el gran destino que ella tenía como diosa, pero cuando Sasha entro a la adolescencia…la comenzó a ver bajo una luz que nunca llegue a pensar que la vería. Como una mujer. Fui ahí que comenzó a darme cuenta de mis verdaderos sentimientos el cómo estos me punzaban a cada rato en mi pecho.

—Eso es muy impresionante, sin caber mencionar que usted era la guardia de seguridad personal. Lo que todavía no comprendo con exactitud…es ¿Cómo usted pudo soportar tragarse esos sentimientos por años? —y Sísifo no comprendió la pregunta de su discípulo.

— ¿A qué te refieres? —y Kyrian se dio cuenta mientras le entregaba el documento a su maestro, para que lo revisara que él no había comprendido su pregunta.

—Veo que no me entendió la pregunta, lo que quería decirle realmente era maestro. ¿Cómo usted le hacía cuando otro caballero estaba cerca de ella y la trataba de una manera que no formaba parte del protocolo? Y me gustaría ponerle de ejemplo al caballero dorado de Escorpio. Kardia en la trata como si fuera su hermana, sin ningún pudor alguno.

—No te voy a mentir que me sentía completamente celoso de como Kardia la trataba abiertamente a ella, y de la relación que ellos forjaron no solo del…sino de Tenma pero él era diferente puesto que creció con Sasha en Italia, pero si hubo momentos que yo contenía mis fuertes deseos de llenarle el rostro de flechas. Por lo que yo tenía que guardar la compostura, simplemente dedicarles mirada frías…poco después tuve que aprender a tragarme mi orgullo y seguir con mi deber de caballero. Después de todo yo era la cabeza del grupo de los 88 caballeros, necesitaba mantener una imagen y una compostura de adulto maduro e responsable, no de un impulsivo adolescente de 18 años de edad ¿Me entiendes Kyrian? —finalizo revisando el documento escrito en griego.

—Eso debió ser duro. Aunque viéndolo bien un hombre celoso, es muy peligroso más que una mujer. —y Sísifo no pudo evitar soltar una tremenda, carcajada—Puede ser pero eso sucedía cuando yo no tenía en claro que era lo que sentía por Sasha, no fue ya cuando me quedaba muy poco tiempo de vida que me di cuenta que mis sentimientos eran otros.

—Pero…ya no tiene de que preocuparse la señorita Athena…es su esposa. La madre de sus hijos—y Kyrian sonrió tomando el arco, y buscando una flecha.

—Si pero, me has cambiado el tema. Sospecho que en un futuro, vas a tener muchos problemas amorosos con la princesa Euphemia—se burló Sísifo, a lo que Kyrian se ruborizo de la pena al saber que su maestro se estaba pasando un poco por sus bromas.

—No me interesa la princesa Euphemia. Es solo un bebe. —se quejó el con el rostro ruborizado de la molestia.

—Bueno dejando el tema a un lado, concentrémonos en tus clases de arquería. —y el niño asintió colocando la flecha en el arco, y apunto a su blanco. Por lo que Sísifo le comenzó a indicar como debía, hacer las cosas.

Así que el tiempo comenzó a pasar de manera muy rápida en el santuario que poco a poco los meses comenzaron a pasar la fecha que estaba prevista, para el parto de la diosa Athena se acercaba cada vez más la llegada de la pequeña Kore.

Euphemia seguía creciendo convirtiéndose en una hermosa bebe de cinco de meses de edad, y el pequeño Sísifo Junior seguía siendo el niño travieso hasta casi parecía que aquella maldición que la sacerdotisa china Mulan estaba casi al olvido, al ver la sonrisa del niño. Y su emoción de saber que tendrá una hermanita. Y ya casi estaba Octubre a la vuelta de la esquina.

El día 6 de octubre por la madrugada, Sasha había sido inundada de fuertes dolores de parto que provocaban que la muchacha hiciera un puño en sus sabanas de dosel en el templo de Sagitario y provoco que ella intentara levantarse para poder ir en busca de la habitación del pequeño Kyrian para que fuera en busca del patriarca y una partera, pero para su tranquilidad Sísifo se dio cuenta que su esposa ya estaba entrando en trabajo. Se levantó y le beso los labios se paró de la cama. En busca de una partera.

—Estoy es bastante deprimente ya han pasado dos horas, la partera no ha salido para darnos una noticia de Lady Sasha. Uh no dejo de sentirme impaciente, no sabemos el ¿Cómo ella lo debería estar pasando allá dentro? De seguro está sufriendo y porque demonios Sísifo ¿Por qué no estas apoyándole en estos momentos? Idiota. —se quejó sonoramente Kardia que estaba muy impaciente en la sala del piso residencial del templo Sagitario, no estaba solo todos los caballeros dorados estaban reunidos. Como el patriarca. Y Sísifo simplemente ignoro a Kardia lo que incinero su furia.

—Cálmate Kardia si la partera no ha salido es por una razón, es que la bebe no ha nacido. Y te ´pido que no provoques a Sísifo, que sabes de lo que es capaz. —intento calmarle Degel que estaba sentado en una silla con un libro, en sus manos.

— ¡Como si yo le tuviera miedo al castaño de mierda! —grito sonoramente Kardia, lo que provoco que en cierta manera todos se preocuparan de que el escorpión le quisiera buscar la pelea a Sísifo. Y que el Sagitariano le respondiera sus palabras.

—Oye Kardia no eres el único que está desesperado que esa bebita nazca, yo también quiero conocerla…es verdad se están tardando demasiado y si es as pobre Sashita va a estar muy agotada después de esto. Y oye si quieres una muerte prematura…te sugiero que te calles. —agregó Manigoldo que no dejaba tomar una buena copa de vino, a pesar de las reprimendas de Albafica y Hasgard de que no trajera vino.

—Podrían calmarse y recuperar la compostura, no ven que la señorita Athena en estos momentos necesita más del apoyo y no constantes quejas de ustedes dos. La partera saldrá cuando sea el momento…es más… ¿Por qué están tan nerviosos? No debería ser Sísifo el que este nervioso y mírenlo está manteniendo la compostura, no ustedes.

Se molestó el Cid y apunto a un tranquilo pero nervioso Sísifo que no dejaba de cargar a su hijo que estaba completamente dormido, he ignoro completamente todas las palabras de Kardia que el sabían muy bien que solo eran una provocación de él. Y Kyrian estaba a su lado bostezando constantemente.

—Es verdad lo que dice el Cid, estas muy tranquilo Sísifo y yo que le aposte a Dohko e Regulus que estarías sumamente nervioso. —se burló Hasgard acercándose a donde estaba Sísifo—La verdad si no te voy a negar, que estoy completamente nervioso y muy preocupado por la salud de Sasha. Pero tengo fe que ella es muy fuerte, por lo que no sucederá cualquier complicación en el parto.

—Es cierto pero la señorita Athena es sumamente fuerte, yo sé que ella será toda una guerrera. Y yo también quiero que nazca la bebe, por cierto veo que Anticola no trago a la princesa Euphemia. Pensé que la traerían. Ya que ella también debería de estar aquí. —agregó Dohko orgulloso de su diosa, entonces vio a Kyrian que se estiraba perezosamente.

—No creo que sea buena idea además la princesa Euphemia, es demasiado pequeña como para estar aquí. De a milagro Sísifo tiene a su hijo en sus brazos—le contesto Hasgard sentándose en una silla.

—Maestro Sísifo… ¿Cuánto falta para que nazca Kore?...ya han pasado dos horas desde que la señorita empezó su labor de parto, creo que el reloj está apuntando que ya pronto serán las…4 de la mañana...la verdad me siento muy cansado. Me gustaría poder llevarme al pequeño Sísifo Junior a su habitación para que descanse un poco, sería injusto mantenerlo despierto a estas altas horas de la madrugada.

—Espera un poco más, Kyrian…—intento explicarle Sísifo pero fue interrumpido, por un sonoro llanto que se escuchó por toda la sala.

Lo que llamo la atención de todos que inmediatamente se pusieron de pie totalmente emocionados, especialmente Sísifo que se levantó de su asiento le entrego con mucho un dormido Sísifo Junior a los brazos de Hasgard que sonrió lo cargo con cuidado para no despertar al niño.

Inmediatamente corrió hasta los aposentos de ambos, impaciente de ver a su mujer y poder conocer a su hija.

Habitación De Sísifo y Sasha. Templo De Sagitario.

—Señorita Athena, ya puede descansar ya termínanos. —escucho Sasha, lo que alegro bastante puesto que ya estaba impaciente de conocer a su hija. Que no dejaba de buscar a la doncella que tenía a la recién nacida en sus brazos, con la mirada.

— ¿Dónde está mi hija? —pregunto con impaciencia—Ya señorita…en unos minutos se la vamos a dar, aunque debo admitir que es una niña realmente hermosa es idéntica a usted…pero eso si heredo los ojos azules de su padre.

—Eso me alegra, no sabes lo impaciente que estaba por conocer a mi hija. —y Sasha sonrió al ver que Anticola se acercó a su regazo cargando a una bebe de cabellos castaño claro rubio y de ojos hermosos ojos azul verdoso. Y no dejaba de llorar.

Sasha no pudo evitar sonreír con dulzura se acomodó en la cama sentándose entre todas las almohadas de la cama, al recibir a su hija en brazos se la depositaron delicadamente como si estuvieran tratando de evitar, que el llanto histérico de la niña se hiciera más sonoro y alterara más a todos los presentes que ya estaban impacientes por la espera de Kore; La puerta de los aposentos se abrió dejando ver a un sonriente Sísifo que no dejaba de estar ansioso de ver a su hija de conocer su hermoso rostro. Puesto que él estaba seguro que su hija había heredado la misma dulce sonrisa que su madre. Camino despacio por la habitación no pudo evitar decir sumamente emocionado en frente de las doncellas e partera que recogían todos los implementos que se necesitaron para traer a la niña al mundo.

— ¡Es hermosa! ¡Kore hija bienvenida al mundo! ¡A nuestras vidas! —enuncio emocionado al ver a la recién nacida, que lo observaba fijamente con aquellos grandes ojos azul verdoso. Una mezcla de los colores de los ojos azul ciruela de Sísifo y los jades de Sasha.

—No es hermosa Sísifo es nuestra hija la aspiración que siempre has anhelado, es increíble que con solo verla una sola vez no puedo dejarla de quererla es la misma sensación que tuve al tener a Sísifo Junior hace un año en mis brazos. No sabes cuánto te amo…me has dado la alegría más grande el poder ser madre. Y oye Sísifo Junior… ¿No estaba contigo? —le pregunto curiosa al saber que su hijo no estaba aquí con ellos, disfrutando el momento de conocer a la nueva integrante de la familia.

—No esta con Hasgard ya más tarde podrá conocer a su hermanita menor, como Kyrian. Mi amor ven dame nuestra hija, que necesitas descansar. No quiero que hagas ninguno esfuerzo que no sea estrictamente, necesario. Descansa mientras yo me hago cargo de los cuidados de nuestra hija e hijo. —le sonrió Sísifo que tomo con cuidado a la bebe en sus brazos se sentó en el umbral de la cama, donde yacía Sasha sentada.

—Ya cuando me sienta mejor. Vamos a presentar a nuestra hija frente a todo el santuario de Atenas como a la divina doncella que no se ha presentado formalmente frente a mis queridos caballeros, eso incluye a los caballeros dorados. Solo tres de la elite dorada la conocen y han tenido la oportunidad de tener trato con ella…esos son por supuesto tú mi amor, Degel y Shion. Ya me imagino que el resto debe estar impaciente de conocerla…me da la impresión que Manigoldo es el principal en la lista—. Se burló Sasha lo que provoco que Sísifo no pudiera evitar soltar una carcajada y se inclinó para besar a su esposa.

—Conociendo a Manigoldo…le va encantar la idea de molestarla, de eso estoy completamente seguro sinceramente el no cambia. Es un mujeriego y desvergonzado. —se negó evidentemente divertido Sísifo pensando, en el futuro de Euphemia y no pudo evitar deprimirse un poco al recordar el de su hijo pero como él se prometió no permitirá que el entrara al mundo de la caballería.

Pero no dejo que ese aquel pensamiento le arruinara la felicidad de saber que ahora era padre de una hermosa niña, que ahora cargaba en sus brazos. Estaba seguro que viviría el día a día por él, por su hijo y por su esposa.

—Será mejor que te lleves a nuestra hija, para que se la presentes a los demás. —declaro ella, por lo que el asintió se paró para llevarse a la recién nacida a sus brazos para que los demás caballeros dorados tuvieran la oportunidad de conocerla.

9 Años Después.

Templo De Sagitario. Biblioteca de Sísifo. Lunes 4 De Mayo De 1752.

—Muy bien por hoy, terminamos la lección Euphemia. Ya puedes retirarte, si quieres puedes ir a jugar con Koré—agregó Sísifo. Cerrando su libro de literatura griega en frente de una niña de 9 años de edad. De cabellera rosado larga y ondulada con una galluza ondulada, de ojos grandes y violeta, de una piel lechosa como la leche. Y vestía una túnica griega y sandalias doradas. Llevaba su cabeza adornada una corona de rosas rojas.

—Muchas gracias maestro Sísifo, pero antes que me vaya necesito hablar con usted. —declaro Euphemia cerrando su libro donde estaba leyendo, sobre mitología griega.

— ¿Qué quieres hablar? Cuéntame tengo todo el tiempo del mundo antes de irme a los campos de entrenamiento, para ver cómo sigue el progreso de mi discípulo Kyrian que de seguro ya está impaciente de que yo lo vaya a ver. Después de todo cada vez está más cerca de finalizar su entrenamiento a pesar de que él ahora está portando la armadura de Altar, y es el asistente del patriarca. Después de todo en unos años tendré que retirarme pues ya estoy a pronto a cumplir los 41 años de edad.

—Precisamente de eso quería hablarle señor Sísifo yo solo espero su compresión. Y que usted me disculpe. —le suplico, y aquello llamo poderosamente la atención de Sísifo—Pero le quería hablar sobre su discípulo Kyrian, me parece que usted necesita saber que él fue castigado por el patriarca Shion hace dos días por estar cometiendo irrespeto, en frente de los aposentos de la diosa Atenea. Cuando ella veía precisamente bajando los escalones escoltada por Sísifo Junior su hijo y su hermanita Kore. Y mi persona.

— ¿Irrespeto? Pero…cual que yo sepa mi discípulo es un muchacho muy respetuoso frente a las reglas del santuario, en estos años que ha estado viviendo en el santuario el jamás ha faltado a ningún reglamento protocolar…—insistió pero ella lo detuvo de nuevo—Pues parece que esta es la primera vez que lo hace, y espero señor Sísifo que eso no se vuelva a repetir o sino me veré obligada a tenerle que hacerle una suspensión de dos días.

—Cuéntame que hizo Kyrian, para que lo castiguen de esa forma tan severa. —pregunto Sísifo preocupado por la intriga que sentía al saber, lo que había hecho Kyrian.

—Tuvo relaciones sexuales con una doncella de confianza de la señorita Sasha cuando la joven estaba en horas laborables, y lo peor del caso cuando los interrumpimos en pleno acto en el que estaban a punto de cometer él tuvo el descaro de decir que era para atender sus necesidades sexuales, puesto es la ya es un joven de 19 años de edad y ya está en edad para hacer esas cosas can desvergonzadas. En frente de nosotros que somos unos niños pequeños todavía y lo peor del caso…en frente de la señorita Sasha. —finalizo la joven princesa, lo que provoco que Sísifo abriera los ojos en par a par. Sin poder creer lo que estaba escuchando.

—No puede aceptar lo que me estás diciendo, Kyrian no es de ese tipo de jóvenes—hablo Sísifo—Sin embargo lo que me estás diciendo es muy severo, si contamos que Shion lo castigo por estar profanando a las doncellas vírgenes que son la servidumbre de Sasha. Tendré que hablar con el severamente, darle un castigo…mira yo comprendo la falta que hizo y también que es un joven de 19 años ya está en su auge con las hormonas puesto que yo también fui joven alguna vez y a esa edad también tuve mis encuentros sexuales pero lo hacía fuera del santuario con doncellas del pueblo pero jamás con las doncellas del santuario eso es un irrespeto. Por lo tanto te lo agradezco Euphie, que me mantuvieras al tanto veo que el no quiso decirme nada porque sabía que me iba a enojar. Ahora mismo quiero que me acompañes hasta los campos de entrenamientos para conversar con él y después de esto quiero ver a mis hijos.

—Claro la verdad me siento muy apenada, en tener que decirle esas cosas tan feas de su discípulo pero me pareció muy importante que usted sepa lo que él hace fuera de su tutela. Y además tampoco quise decirle que él me falto el respeto diciéndome que yo era una niña entrometida, que no debía tomar decisiones sobre su vida. Y eso es un irrespeto a la autoridad. Yo solamente ese día estaba cumpliendo órdenes a pesar de que soy una niña de nueve años soy bastante consciente de cómo funciona el mundo de la caballería. —se disculpó un poco apenada Euphemia, lo que en cierta medida le saco una sonrisa a Sísifo.

—Ya escuchado suficiente, Euphie lo que te agradezco de verdad…por lo que tendré que hablar seriamente con mi discípulo. Muchas gracias por informarme, hubiera preferido saber lo que hizo a través de tus labios no me hubiera gustado escuchar eso de otra persona que no sea de mi confianza. —aseguro ya sumamente molesto un Sísifo que ya tenía 40 años, a pesar de ser ya un hombre maduro.

A decir verdad no había cambiado mucho en apariencia, lo único que se le podía notar eran cierta arrugas que se hicieron impotente en su rostro que le daban un aire de sabiduría y madurez a su semblante tan impotente, sin embargo no los aparentaba sino mucho menos que eso mucha personas que lo conocían pensaban que estaba llegando a sus 30 años. Le ponían entre los 26 y 29 años de edad. Lo único que si cambio de él, fue su cabello que se le corto un poco hasta arriba de la altura de su cuello. Y en ese tiempo creció un poco más…llegando al 1,93 m. Pero para los ojos de Sasha seguía siendo el mismo atractivo hombre que había venido a buscarla en Italia cuando ella era mucho más joven.

Le corrió la silla a la niña que sonrió con dulzura le agradeció y tomo su libro se colocó en su hombro comenzó a caminar en dirección a la salida siendo escoltada por el santo de Sagitario. Que estaba hecho una furia divina pero esperaría hasta llegar donde se encontraba su discípulo darle una buena reprimiendo no eso sería demasiado benevolente de su parte… lo mejor de era darle un fuerte castigo. Para que aprendiera a respetar la inocencia de las doncellas.

Campos De Entrenamiento Cercanos Al Templo De Sagitario.

—Mi señorita Athena me mando a llamar…—hablo un joven de casi 20 años de edad, de cabellera castaño medio claro cobrizo, de ojos azul grisáceo, de piel bronceada, y contextura fuerte y atlética con músculos esculpidos. Media un 1,91 y vestía la armadura de altar.

Se arrodillo en frente de la diosa Athena dedicándole una respetuosa reverencia a su superior, manteniendo los ojos cerrados y esperando las órdenes de su diosa enunciara.

—Si te mande a llamar Kyrian porque quiero hablar contigo con respecto al castigo que te dio Shion hace dos días atrás. Lo he estado pensando por mucho tiempo, yo comprendo muy bien el que estés en una edad que no puedas controlar tus impulsos pero considero que debes tenerles más respeto a las doncellas que trabajan en el santuario y no mirarlas con ojos que no sean de cordialidad, ellas están consagradas para servirme desde que eran muy pequeñas, así que eso no se te olvide. Por esa misma razón he tomado la decisión de que te cuando esa doncella cumpla la mayoría de edad eso será en cinco años te casaras con ella para que nadie cuestione su honor, ni mucho menos que la señalen como vulgarmente en esta sociedad le dicen a una mujer que se entrega antes del matrimonio una…zorra. —finalizo Sasha mientras observaba el combate de diferentes aprendices, su voz era neutra y suave.

— ¿Qué? —pregunto impresionado Kyrian el caballero de Altar, y aspirante a la armadura de Sagitario.

—Lo que oíste Kyrian, me duele saber que tu siendo un muchacho tan impasible y respetuoso…pudieras cometer un error como es, lo peor del caso que era una niña de 14 años de edad, y alégrate de que no le he dicho nada a Sísifo porque si fuera así, no creo que te vaya a ir muy bien…sabiendo como es el. —le reprendió severamente Sasha levanta donde de su asiento para mirar fijamente a Kyrian a los ojos.

La joven diosa ya tenía unos 27 años de edad, pero seguía viéndose con una jovial apariencia de una niña de 14 años, era que el reloj de arenas de oro de Cronos jamás hubiera pasado y que se hubiera quedado en esa edad. No pudo evitar sonreírle con cariño al joven, discípulo del caballero de Sagitario.

—Lo lamento mi señorita Athena que no volverá a pasar, le juro que me voy a hacer responsable de mi actos. Y de la doncella de aquí en adelante. —agregó Kyrian totalmente avergonzado de su actitud, de pronto se escuchó una poderosa voz que le mismo conocía y trago grueso al adivinar quién era—Maestro Sísifo…como esta no esperaba verlo por aquí, pensé que estaría dándole lecciones a la mocosa…digo a la princesa Euphemia.

—Aparte de chismosa, me dices mocosa—se quejó Euphemia—Pero que irrespetuoso eres enserio que eres un desvergonzado, no tienes ningún respeto por tus superiores. Debería darte mucha vergüenza el tratarme de esa manera debería ser más como Sísifo Junior que el si me trata con respeto como soy una princesa, y la sacerdotisa de este santuario estoy en un rango por encima de usted mi estimado. No como tú que eres un mocoso. Mírelo señorita Sasha, siempre siendo grosero conmigo yo solo cumplo órdenes. La verdad te voy a hacer honesta desde el fondo de mi corazón lamento mucho lo que te sucedió, pero sinceramente tú te lo buscaste por calentureo.

—Euphie ya tranquila, Sísifo no necesito que me lo digas de seguro ya tuviste que haber sido informado del irrespeto que cometió tu discípulo. —y Sasha empezó a caminar en dirección a donde estaba Sísifo.

—Con todo respeto, señorita Athena. Yo sé que obre mal, le pido perdón que se entere de esto maestro yo comprendo que usted me ha inculcado fuertes valores tanto de ser un santo de la justicia como el de un hombre. En cierta le voy a dar la razón a la mocosa…perdón a la divina doncella. —y Euphemia inflo los cachetes con molestia al ser llamada por segunda ocasión mocosa por Kyrian e incluso hizo un berrinche. —Yo le solicito que me del castigo que considere pertinente por mis acciones. Le juro por lo más sagrado que tengo que no lo volveré hacer.

—No creas que con tus disculpas me vas a convencer y que te vas a zafar de este asunto, lo primero que quiero que hagas como castigo que te voy a dar es que escoltes a la señorita Euphemia hasta donde están mis hijos en el templo de Géminis puesto que mi hijo Sísifo Junior ha hecho amistad. Con Deuterios aunque me desagrade el hecho, pero de todas formas es su amigo. Luego de esto vas a limpiar todas las habitaciones del piso residencial del templo Sagitario por una semana y sin quejas… ¿Me entendiste? Y de paso vas a pedirle disculpas a esa muchacha, apoyo lo que dijo Sasha te casarás con ella…o a menos que estés esperando a cierta princesa de cabello rosado cumpla por lo menos los 15 años de edad.

— ¿Eh? —dijo de pronto Euphemia al escuchar la mención de su hermosa cabellera rosa. Incluso se ruborizo de la pena.

—No diga tonterías maestro, yo no estoy esperando a nadie. Por favor en el nombre de Cronos, sea más prudente al decir esas cosas tan enfermas…yo no me podría fijar en una niña tan joven ya se lo he dicho varias veces e insiste en lo mismo. —se enfureció Kyrian al volver a escuchar las mismas palabras de su maestro.

Sin darse cuenta o tal vez no lo vio con sus propios ojos no observaron más allá de los puros ojos de azul violeta de la pequeña pero aquella reacción suya le provocó un fuerte dolor en el pecho de Euphemia al escuchar esas palabras, tan crueles por parte de Kyrian.

De pronto los ojos de la niña empezaron a humedecerse en contra de la voluntad de la niña, al escuchar las palabras tan horribles del eso le dolía mucho mas de que el la llamase mocosa o le colocara algún apodo ofensivo. Ella no comprendía el odio del castaño.

—Kyrian no digas esas cosas tan feas, en frente de la niña—le susurro por lo bajo Sasha.

— ¿Por qué me odias? —se escuchó la voz de Euphemia lo que sorprendió a todos, pero especialmente a Kyrian que no espero tal reacción de la niña ante sus palabras.

—No espera un momento Euphie no es lo que realmente tú piensas, mi discípulo no quiso decir eso en realidad. Él no te odia solamente…con un excepto del Tártaro deberías de moderar tu carácter con la niña.

Y no pudo terminar su frase porque la pequeña no lo pudo soportar más salió corriendo en dirección contraria, lo que provoco que el mismo Kyrian intentara correr detrás de ella solo para que Sísifo lo detuviese le dijera que esperara un poco. Pero él no le hizo se fue detrás de la niña para tratar de arreglar el malentendido que surgió por culpa de las hirientes palabras que enuncio hace unos minutos al frente de su persona.

—Oh, no sé qué voy hacer realmente con ese jovencito yo sinceramente no comprendo…que es lo que tanto le molesta a él, cada vez que está presente de la pequeña Euphemia. —se quejó Sísifo caminando en dirección al podio para admirar los combates de los aspirantes.

—Pensé que lo sabias cielo, me sorprende que no hayas intuido lo que le sucede a él. —declaro—No, no lo se Sasha el suele ser muy reservado con sus emociones, no es alguien que se habrá con facilidad a otras personas para expresar lo que él piensa o diga con respecto a cualquier situación que se presente. Es bastante problemático.

—Con la única persona que él se abre es con nuestro hijo. Sísifo junior —y la joven diosa tomo asiento—De todas formas ya le he dicho que intente llevarse bien con ella pero no me hace caso, es como si el sola idea de intentar entablar aunque sea una relación de coexistencia entre los dos es imposible. Como la profecía que enuncio Mulan a nuestro hijo, no hay día que yo no dese encontrar a esa mujer devolverle su enunciado a través de un Impulso De Luz De Quirón a ver si se queda quieta de una vez por todas.

—Sísifo…yo confió en ti…sé que lograremos de alguna forma romper esa profecía solo hay que saber esperar y seguir investigando…y así como tu yo tampoco he perdido la fe, porque la esperanza es lo último que se pierde recuérdalo siempre cariño. —finalizo con una sonrisa, y Sísifo no pudo evitar regresársela.

Ambos aun en el interior tenían la esperanza de que lograrían a liberar a su hijo mayor, lograrían liberar a su hijo de la maldición que le enunciaron cuando aún él estaba en el vientre de su madre esperando el día que le tocara venir a este mundo.

Las Afueras Del Templo De Géminis.

—Euphie…pero que alegra verte por aquí…—se alegró un niño de 11 años de edad que no pudo evitar sonreír al ver a la niña, que llegaba y lo abrazaba con fuerza, su desconsolado llanto se hizo más sonoro.

—Sísifo…no sabes el dolor que siente mi corazón en estos momentos—lloro Euphemia con el corazón destrozado.

Siguió abrazando con fuerza a un niño de cabellera castaño claro trigo teniéndolo prácticamente del mismo largo que su primo Regulus, de ojos azul verdoso como los de su hermana. Era prácticamente más alto que la niña, tenía una sonrisa gentil tan parecida como la de su tío Alone.

—Otra vez tuviste problemas con Kyrian de nuevo esto no me está gustando para nada, no tendré que hablar muy seriamente con él no debe tratarte de esa manera tan cruel—se quejó con preocupación Sísifo que sentó a la pequeña en una piedra.

—No es justo…yo nunca le he hecho nada a Kyrian, si es por lo que ocurrió con la doncella simplemente cumplí con mi deber, eso es todo no debe odiarme de esa manera. Solo soy una niña de 9 años de edad jamás le he querido hacer daño—siguió llorando la niña.

— ¿Qué ocurre?... —se escuchó de pronto la profunda voz de Deuteros quien en esos momentos llegaba hasta el encuentro de los dos.

—Perdone señor Deuteros pero es que la divina doncella vino hasta acá para conversar conmigo unos momentos, al parecer tuvo un pequeño percance con Kyrian el discípulo de mi padre Sísifo. Por lo que ahora la estoy consolando para que se sienta mejor. Para hacerte honesto no me agrada para nada lo que tenga el en contra de tu persona Euphie pero considero que él debe pedirte una disculpa no debe tratarme de esa forma tan…cruda.

—No me digas…otra vez el mocoso te hizo llorar deberías de tener un poco más de dignidad divina doncella y devolverle esos insultos al papanatas ese, no te dejes menospreciar tienes una boca que los dioses te dieron úsala no seas ingenua que en esta vida no hay cabida para las mujeres inocentes y tontas sino para las fuertes e guerreras. En vez de estar aquí llorando como una magdalena en brazos del pillo este de aquí—apunto a Sísifo que se enojó por las tontas palabras de Deuteros, que solo causaron que el llanto de la niña se hiciera más evidente.

— ¡Señor Deuteros! —le reprendio molesto Sísifo pero el joven simplemente lo ignoro—Tranquila eso no es cierto estoy seguro que mi padre hablara con él, pero ahora solo quiero que te tranquilices y me cuentes como va marchando la propuesta que te pedí que le hicieras a mi madre.

—Si…pero ella sigue negándose a que…entres al mundo de los santos de Athena. No me quiere decir razones de su decisión—comento ella—Pero veré si lo vuelvo intentar de nuevo.

—¿Otra vez el idiota de Kyrian te hizo daño? —le pregunto Deuteros de pronto acercándose a la niña de cabellera rosada—Pues…si señor Géminis no hay día que él no me haga un desaire. Incluso cuando estoy con Sísifo y Koré acompañándolos en sus lecciones se comporta de una manera déspota.

—Enserio que ese idiota no aprende pero no te preocupes, que yo me hare cargo del discípulo de Sagitario, que no es más que un mocoso engreído que piensa que será tan fuerte como lo es Sísifo. —le dedico una sonrisa malévola a la niña incluso de su boca sobresalía un colmillo, que lo único que consiguió era perturbar a Euphemia.

—Tiene un colmillo sobresaliendo… ¿Qué es una especie de carnívoro? —susurro por lo bajo, pero al parecer Deuteros le leyó el pensamiento—Creo que me leyó el pensamiento. Que miedo.

—Euphie…por amor a Athena hasta al fin te encontré…—hablo Kyrian hasta llegar hasta el encuentro de los niños.

En cuanto ella lo observo llegar inmediatamente se escondió detrás de Sísifo Junior, buscando su protección desesperadamente como si quisiera. Que se colocó delante de ella como un escudo protegiendo a su amiga, de aquel que consideraba casi como a un hermano mayor ya que después de todo ellos habían crecido juntos desde que eran muy pequeños. Y Deuteros se colocó detrás de la niña le froto la cabeza con ternura que solo reservaba para la peli rosada.

—Un momento pequeñín. Espero que no vengas a ofender a la Euphemia o es que estas olvidando el rango al que pertenece—se quejó Deuteros, y Kyrian entonces se mantuvo a las expectativas mientras que los dos niños se quedaron en silencio.

—Disculpe…señor Deuteros perdone la intromisión…pero requiero hablar con la señorita Euphemia…es que necesito aclarar un asunto que nos ha incomodado a los dos desde hace muchos años—y Euphemia no pudo evitar socollar del dolor, lo que provoco que Sísifo Junior la abrazase se la llevase del lugar.

Kyrian intento ir pero Deuteros lo detuvo, no le iba a dejar pasar para que insultara a la niña de nuevo como siempre él lo hacía cuando el tenia oportunidad de herir sus puros y delicados sentimientos, de una niña que solo cumplía con su deber a veces.

— ¡Euphie! ¡Espera! ¡Yo quiero ofrecerte una disculpa por el mal trato que te estoy dando! —le grito a la niña, que pronto detuvo su marcha solo consiguió apretar los puños. Continuar su camino a pesar de los insistentes gritos del caballero. Que Deuteros lo intentara detener.

— ¿Ya te sientes mejor Euphie? —le entrego Sísifo una taza de té a la pequeña que agradeció—Si muchas gracias, por preocuparte por lo del asunto que me platicaste no te preocupes, yo intente convencer a Lady Sasha que te deje entrenar con Deuteros. Pues tienes un tremendo potencial para ser un santo dorado.

—Eso es lo que más deseo en el mundo, ya que quiero seguir los pasos de mi padre. Aunque es una verdadera pena que yo no pueda heredar su armadura como un orgulloso hijo, que soy pero poseer la armadura de Géminis es un honor muy importante para mí. Puesto que quiero volverme muy fuerte como el, desde que era muy pequeño he crecido escuchando en boca en boca las leyendas sobre el santo de Sagitario. —finalizo Sísifo emocionado lo que en cierta medida contagio a Euphemia.

—Yo comprendo mucho tu deseo de convertirte en santo dorado, como el señor Sísifo—agregó ella—Sabes hay algo que quiero platicarte desde hace mucho tiempo puesto que somos amigos, desde que somos muy pequeños. Hemos crecido juntos, eres casi como mi hermano como también lo es Koré por eso quiero confiarte esto pero me prometes que no se lo dirás a nadie.

—Claro cómo no, lo que sea tu secreto esta absuelvo conmigo.

—Es que no sé por dónde empezar…pues es muy vergonzoso para mí. —se avergonzó al recordar esa situación tan incómoda.

— ¿Qué es lo que te incomoda? —y la peli rosada por fin cogió valor para decirle, fue interrumpida por Sísifo que en esos instantes llegaba acompañado de Kyrian y de su pequeña hija Koré, Deuteros que camino inmediatamente en busca de Euphemia. Y sin darse cuenta fue salvada por su interrupción.

—Euphie creo que es mejor que nos retiremos al templo de Géminis, tengo que conversar contigo asuntos…que ya conoces bien—le susurró al oído a Euphemia que asintió con tristeza, no le había podido decir a Sísifo sus sentimientos de confusión. Y otras cosas más que eran incomodas para ella.

—Oh ya te vas Euphie, si es así nos vemos en la hora de la cena así me platicas el problema que tienes y juntos le encontraremos una solución—sonrió ignorante que Kyrian lo había visto desde lejos, de pronto sintió una punzada en su pecho. Los celos atacaban.

—Si…claro charlaremos después Sísifo. Con su permiso. —dijo la niña que le dedico una pequeña sonrisa se retiró.

—Euphie…—trato de hablar Kyrian para ser callado por Sísifo.

—Kyrian tenemos que hablar seriamente—se quejó Sísifo Junior que le dedico una mirada muy seria, mientras Kyrian soltó un fuerte suspiro puesto que él sabía lo que iba a suceder.

—Ya tendré suficiente tiempo para que hablemos Sísifo Junior…pero ahora me asignaron una misión a las afueras del santuario en los límites del pueblo de la Antigua Grecia, por lo que voy a estar varios días fuera. Por eso te pido…que pospongas la conversación que supuestamente vamos a tener los dos con respecto a mi comportamiento con la princesa Euphemia.

—Eso es espero porque voy a estar esperándote, buenas tardes padre. —hablo Sísifo Junior le dedico una respetuosa reverencia, a su padre que sonríale froto con cariño su cabellera castaña muy claro.

—Será que nos demos prisa, porque tenemos que apresúranos que tu madre, nos está esperando para tomar el con ella sabes que no me gusta hacerla esperar. —y el niño asintió se fue detrás de su padre.

—Papá yo quería hacerte una pregunta—hablo una niña 10 años de edad que era físicamente igual a su madre solo que ella tenía el cabello castaño medio claro, de ojos azul ciruela iguales a los de su papá.

—Claro puedes preguntar lo que quieras.

— ¿Por qué no dejas que mi hermano sea un caballero dorado tan fuerte como tú? —declaró y aquello le cayó como una bomba a Sísifo.

—Es algo que no te puedo revelar hija no es el momento para discutir ese tema, lo único que puedo decirte es que es lo mejor para tu hermano mayor ya que solo queremos protegerlo y evitarle una vida llenas de tragedias. —finalizo Sísifo con el semblante muy serio, lo que molestó mucho a Sísifo Junior.

—Pero papá…yo no comprendo… ¿Porque no me dejas seguir tus pasos? Es algo que nunca he comprendido de ti y me niegas ese derecho desde que era muy pequeño cuando he escuchado esas impotentes leyendas de los caballeros dorados, yo también quiero llegar a ser tan fuerte como tú. Y me niegas ese derecho que injusto eres sabes papá.

—Sísifo no voy a discutir contigo sobre ese tema menos en frente de tu hermana, por eso te pido que lo dejes para después—declaro el muy serio lo que provoco que el muchacho, se molestara bastante y apretara los puños con fuerza.

— ¡No papá es suficiente que me estés negando el derecho de ser un caballero dorado! —le grito ya cansado de tener que lidiar con las prohibiciones de su padre, lo que provoco que Sísifo se sorprendiera ante las palabras de su propio hijo, vio que este salió corriendo en dirección contraria.

Templo De Géminis. Piso Residencial.

—Gracias Deuteros te lo agradezco bastante el que me hayas detenido a tiempo, estaba por cometer el peor erro de mi vida. —agradeció Euphemia al recibir una tasa de chocolate caliente de parte de Deuteros que se sentó al frente de ella, le dedicaba una mirada muy seria a la niña.

—No tienes por qué agradecérmelo, pero de todas formas estabas apunto de confesarle…a…que consideras como un hermano que estas enamorada del hombre de que siempre te maltrata y no te da tu lugar, para empeorar las cosas es diez años mayor que tu—se quejó Deuteros y Euphemia se retrajo sintiéndose regañada—Es verdad. Él tiene 19 años está por cumplir muy pronto los 20 años de edad, lo más sensato que esté interesado en doncellas de su rango de edad o por lo menos dos o hasta cinco años menor que él. No diez como es en el caso de mi persona, pero créeme que yo no deseaba que esto sucediera.

—Pues lamento decírtelo pero sucedió, por lo que el tendrá que esperar hasta que cumplas por lo menos catorce años para hacerse responsable de los sentimientos que planto en ti.

— ¡No para nada lo hagas Deuteros! —hablo Euphemia con brusquedad—Esto es solo un secreto…entre nosotros dos Deuteros tu eres mi amigo, y siempre me has tendido una mano amiga cuando realmente lo he necesitado eso te lo agradezco bastante. Soy una niña todavía pero se me ha forzado a madurar muy rápido desde que tengo uso de razón.

—No me pienso callar algo tan grave, pero si es por tus insistencias…lo haré pero te advierto desde ya…que si más adelante ese desgraciado te vuelve hacer daño, te juro que soy capaz de descuartizarlo en pedazos bastantes grandes. —comenzó Deuteros sumamente irritado.

—Deuteros tu serías incapaz de hacerle daño a Kyrian porque eres una persona muy noble—se preocupó un poco Euphemia, ante las reacciones de Deuteros con respecto a sus sentimientos por aquel aspirante a caballero dorado de Sagitario.

—Euphie, no está tonta por el amor de dios a veces puedes pasar de boba e inocente sin embargo no comprendo a las mujeres, le aguantas todo por amor eso es completamente ridiculo. No ves que él te hace daño con sus comentarios de mal gusto cada vez que él te suele cruzar palabras muy hostiles contigo y eso que eres una niña de 9 años de edad debería de tenerte más respeto.

—Kyrian es el discípulo del señor Sísifo a quien quiero como un padre—y Euphemia bajo la mirada con tristeza, pero decidió cambiar el tema. —Deuteros tu sabes… ¿Por qué el señor Sísifo le impide a Sísifo Junior entrenarse contigo?

— ¿Para qué quieres saber eso Euphemia? —le pregunto con molestia Deuteros dejando su te a un lado—No lo que sucede es que Sísifo Junior me ha comentado su descontento con respecto a la decisión de sus padres, que me parece algo injusta…de parte de ellos…ya que él tiene un potencial que no debe perderse y yo considero que se debe perfeccionar, con respecto a las técnicas de combate e incluso estoy llegando a pensar que puede igualar de poder al joven prodigio Regulus.

—Enserio ni siquiera sabes el porqué de esa prohibición por parte de la señorita Athena. —y Euphemia le negó con la cabeza—Es muy simple princesita me parece extraño que no te hayan platicado sobre ese tema, pero como eres una buena amiga te lo contaré pues considero que tienes derecho a saber la verdad. La razón de esa prohibición por parte de Sísifo y Lady Sasha con su hijo es que fue maldecido desde que estaba en el vientre por una hechicera china. Cuyo nombre es Mulan, esa mujer nos predijo que Sísifo Junior se convertiría en el juez de la maldad y que derrocaría a su propia madre como el nuevo gobernante del santuario.

— ¿Qué? —se sorprendió la joven incluso ella se levantó de su asiento tirando él al suelo.

—Lo que oíste. Por eso desde entonces las cosas han sido difíciles para ellos, han tenido que vivir con esa enorme carga en sus hombros completamente solos. Incluso Kyrian se les ha unido, porque ese mocoso aprecia a Sísifo Junior según me conto Asmita no desea que ese helado destino que le espera suceda. Por lo que siempre están evitando que el se interese, en el arte de la guerra. —y siguió su relato, sin darse cuenta que cada palabra que él decía le rompía el corazón a Euphemia.

Incluso solo logro conseguir que los ojos de la pequeña se humedecieran sintiendo el dolor de Sísifo y Sasha como suyo, en cierta medida le dolió saber que Kyrian también estaba involucrado en este asunto. Y que en sus hombros cargara semejante tarea. La niña lloro por su mejor amigo.

—Ese es el destino de los Géminis siempre portar la maldad en su ser, por más que queramos ser seres benevolentes siempre se predice que uno de los dos gemelos nacerá como la estrella de la maldad. Pero Sísifo Junior puede emparentar ser una persona idéntica a su padre pero tiene un futuro incierto.

—Eso no es justo Deuteros que él sea la estrella maldita de Géminis, yo tengo que hacer algo para impedir que esa profecía se cumpla. De alguna forma tiene que haber para revertirla. Y tú me ayudaras—declaro ella al borde del llanto, la respuesta de la peli rosada sorprendió mucho a Deuteros.

— ¿Qué cosas estas diciendo? —se quejó Deuteros pero al ver el llanto de la niña se mantuvo en silencio. —Te lo ruego por todo el cariño de hermana que le tengo a Sísifo Junior tienes que ayudarme de alguna forma, para poder ya romper esa maldición Sísifo Junior no se merece eso no es justo.

—Euphie…—se sorprendió pero le tomo unos minutos pensar pero decidió asentir, lo que alegro a la niña se fue corriendo abrazarlo.

—Muchas gracias Deuteros sé que en el fondo también deseas ayudar. —Euphemia lo miro con una sonrisa en su rostro.

—Eres una mocosa manipuladora no sé cómo le logras para siempre doblegarme. —la niña se encogió de hombros—Mañana hablare con Shion haré la solicitud en verdad me desagrada tener que entrenar al hijo de Sagitario, pero si es por ayudar a la señorita Athena estoy más que dispuesto a tolerarlo solo por ti y por ella, no pienses que hago esto por Sísifo. Y mucho menos por el mocoso ese que te maltrata que a veces me provoca llevármelo a la isla Kanon a darle una buena lección.

—Deuteros no seas tan déspota—se quejó la niña con preocupación.

Los Limites Del Santuario.

— ¡¿Por qué siempre mi padre me quita la oportunidad de ser como el?! —grito Sísifo Junior ya estando completamente solo se había decidió que no iría a su residencia para conversar con sus padres, pues sabía que lo iban a reprender.

—No comprendo a mi padre, yo solo deseo ser un veterano de la guerra como lo fue en la guerra santa. Un impotente general como lo es, pero el me limita con esas prohibiciones que me tiene de estar lejos de los campos de batalla no de alguna forma me convertiré en caballero dorado lo juro—y de pronto se comenzaron a escuchar fuertes truenos resonar por la tierra, pero no eran los acostumbrados sino unos muy violentos de color rojo escarlata e incluso la mirada de Sísifo Junior se tornó roja.

—Así que dices que…deseas… ¿Convertirte en caballero dorado? —de pronto se escuchó una dulce e sensual voz femenina. Sorprendiendo a Sísifo Junior.

— ¿Quién está ahí? —grito el niño conmocionado al ver que el cielo se estaba tornando muy oscuro—Pequeño niño te he estado observando desde mucho tiempo, sé que tu mayor anhelo es en convertirte en un caballero dorado como lo es tu padre. Ser tan poderoso como él y poder cuidar de tu madre como lo hacen los fieles santos dorados. Yo puedo ayudarte a conseguir la armadura de Géminis.

— ¿Puedes ayudarme enserio? —alego sorprendido—Claro pero será muy pronto, en unos años podrás obtener esa armadura.

Otro trueno se escuchó de pronto una extraña acobijó a Sísifo Junior, la oscuridad que descansaba en lo más profundo de su corazón había salido a flote.