N.A. Hola a todo el mundo, aquí les dejo una nueva historia, ubicada después de la marcha de Emily... hace mucho que me la pidieron y finalmente la voy cumpliendo, para Jessica.
1- Volar alto
Londres era en muchos aspectos parecido a su hogar y en otros muchísimos aspectos muy diferente, no sabía ni que pensar, no iba a decidir aún si eso era bueno o no, tendría que irse haciendo a la idea de que estaba en un sitio nuevo y diferente, que él había elegido hacer eso y tenía que ir asumiendo el clima, las costumbres y muchas cosas de un país extranjero. Incluyendo que estaba solo.
Hotch había decidido hacer ese viaje, esa transferencia temporal a Londres, probar trabajar al menos un tiempo en otro sitio, para renovarse, para cambiar cosas y tal vez un poco para huir de las cosas que ya no estaban bien. Sonaba cobarde y extraño viniendo de él, pero tenía que hacerlo.
El cambio se lo habían ofrecido un par de veces para poder implementar su sistema de perfiles con la oficina de Londres, era una oferta muy interesante; y las cosas en la UAC habían tenido sus altibajos, pero todo estaba bien, estable, el equipo trabajaba bien y Strauss había contratado a algunos aprendices para apoyar, de modo que su ausencia no iba a perjudicar el trabajo; también estaba su ruptura con Beth, algo dramática, pero la relación ya no iba a ningún lado; y de cualquier modo Jack ya pasaba mucho tiempo con Jessica en lugar de con él... De pronto sentía que necesitaba cambiar algo, que tenía que aceptar esa propuesta, le gustaba.
Así que ya estaba en Londres y estaría ahí por varios meses, al menos seis para ese trabajo, y volvería un tiempo a casa, antes de que se decidiera si su presencia en Londres sería necesaria por un año más, entonces él y Jack tendría que decidir que harían, ya sería cosa de familia... Apenas llevaba unas tres semanas ahí y ya estaba pensando en el futuro, aunque fuera en una ciudad que aún le era bastante desconocida.
Trabajaba de 9 a 5, básicamente un buen horario de oficina, tenía a su cargo varias personas y tenía que encargarse de enseñar lo fundamental de perfiles, aunque ya tenían un buen conocimiento sobre perfiles, lo que él conocía tras sus años en la UAC brindaba nuevas perspectivas, incluso podía ser que terminará haciéndose cargo de esa unidad y unas aledañas. Tenía futuro. Diario llamaba a Jack, a menos que Jessica lo hubiera llevado de paseo o algo así; y muy a menudo se comunicaba con el equipo.
-Agente Hotchner...- un asistente lo llamó- tenemos el reporte de el último caso, creo que hemos resuelto esto en tiempo record-
-Revisaré eso ahora...- dijo él tomando el expediente que le tendía el asistente, el quinto de los casos que se pretendía resolver con perfiles- parece que todo esta en orden...- declaró algo sorprendido, los otros casos no habían marchado tan bien en realidad- me parece que esta perfecto, debo felicitarlos por este trabajo Agente Duncan... creo que eso nos dejará con la tarde libre-
-¿De verdad?- el agente joven se sorprendió, Aarón Hotchner no solía ser tan flexible
-Sí, tengo que reconocer que este es un buen trabajo y se notan los cambios, así que los premiare con eso, pueden irse ya- dijo él mirando el reloj, no eran ni las 3- creo que es todo agente Duncan, los veré el lunes-
Hotch no era flexible con los horarios, pero era viernes, el trabajo ya estaba hecho y muy bien, no tenía más trabajo pendiente para los otros agentes esa semana, además él también estaba cansado y quería tomarse unas horas ese día antes de su junta del siguiente día. En ese momento lamentaba haber aceptado los reportes y trabajo extra de los sábados... aunque no tenía nada mejor que hacer. No había buen tiempo para conocer los alrededores de Londres, el tiempo estaba más lluvioso que de costumbre y eso ya era decir.
Terminó sus expediente importantes pronto, se quedo unos minutos de más esperando, en silencio, extrañaba al equipo en ese momento, no estaba acostumbrado a la sensación de soledad, pero estaba en un sitio donde no conocía a nadie. No sabía si era buena hora para llamar a la UAC y no tenía nada original que decir; Jack estaba con unos primos, Jessica se lo había dicho un par de días antes, así que no podía llamarlo. Iba a ser una larga tarde.
Caminó bajo su paraguas en dirección a su departamento, había rentado un amplio departamento a unos treinta minutos del trabajo, una zona tranquila; llovía levemente así que se detuvo a comprar un café, era temprano aún, pero ya empezaba a oscurecer por la temporada del año.
Se detuvo en el umbral de la tienda y miró un momento la lluvia, meditando, necesitaba algo con que relajarse, con que no sentirse tan solo en ese nuevo empleo... Se distrajo, fue su culpa, debía admitirlo, por eso al moverse chocó contra una mujer y ambos cafés cayeron estrepitosamente en el suelo. Ambos dieron un paso atrás, los zapatos de ella habían quedado empapados por el café, pero él sólo tenía una salpicadura.
-Lo siento, es mi culpa- se disculpó él con ella y fue entonces cuando la miro.
Y se quedo en shock.
-¿Hotch?-
-¿Emily?-
Era ella, definitivamente era ella, pero al mismo tiempo era otra, era una mujer diferente a Emily aunque aun era la misma, llevaba un vestido verde oscuro, elegante y formal, pero coqueto, corto, muy femenino, los tacones altos que debían ser impecables cuando no estaban llenos de café, su cabello era más largo, castaño, medio sujeto con un prendedor de plata, aretes largos y un collar de plata que coronaba un pequeño dije, el maquillaje tan impecable como siempre... se veía, diferente, increíble, perfecta.
-No puedo creerlo...- susurró él y en realidad le costaba creer que por casualidad justamente había chocado con ella
-Ni yo, ¿qué haces aquí? Eres la última persona que esperaba encontrar, yo...- ella sonrió y lo abrazó, eso también era nuevo, una Emily más efusiva, confiada y cercana- es maravilloso, Hotch-
-Pues es una larga historia- dijo él sin saber como debía tratar a esta nueva Emily
-Porque no me cuentas, tengo tiempo ahora mismo- contestó ella- sólo déjame ir a conseguir otro café para ambos...-
-Al menos déjame invitarte el café yo, es lo menos que debería hacer y luego busquemos un sitio para platicar a gusto un buen rato- le ofreció él
-Eso me encantaría- dijo ella dedicándole una brillante sonrisa
Hotch la miró un tanto anonadado antes de decidirse a ir por café... ¿era posible que hasta su sonrisa fuera más brillante y encantadora? Definitivamente su estancia en Londres estaba mejorando muchísimo en ese momento. Sonrió.
