Ni Bleach ni ninguno de sus personajes me pertenecen. Son propiedad de Tite Kubo, su creador y sus editores.
-Inoue sempai!-Orihime, que rebuscaba en su taquilla, se giró al escuchar su nombre.
-Ano…-la joven arañó su cerebro intentando recordar el nombre del joven que se encontraba delante de ella.
-Yamada Saito, Orihime sempai.
-¿Puedo ayudarte en algo, Yamada kun?
El joven cerró los ojos, se inclinó en una reverencia exagerada y extendió los brazos. En las manos llevaba un sobre.
-Para ti-dijo el muchacho después de unos segundos.
-¿Para mí?-preguntó una voz masculina. Yamada Saito abrió los ojos y vio unos zapatos oscuros y un pantalón gris claro.
-Eto… Kurosaki kun
Yamada terminó de incorporarse. Ichigo estaba delante de él, con el ceño muy fruncido, mirando el sobre que le acababa de quitar de las manos.
-Es para Orihime senpai.
-¿Y tú quién eres?
-Ya…ya… Yamada Sa…
-Da igual-lo cortó-¿No deberías estar en clase?
-Yo… yo…
-Largo.
-Pero, pero, pero…
-¡Aire!-le gritó Ichigo y el pobre chico salió corriendo.
-¡Kurosaki kun! Eres muy malo, has espantado al pobre Yamada kun.
-¡Ya era un manojo de nervios antes de que yo le hablase! Te ha escrito una carta de amor, por cierto.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque en el sobre hay un corazón enorme en el que pone Yamada x Orihime 4ever-Ichigo se la entregó a su amiga y empezó a caminar en dirección al aula. Ella le siguió, jugueteando con la carta entre los dedos.
-Es encantador.
-A lo mejor deberías salir con él.
-¡Kurosaki kun!
-Lo digo en serio, es verdad que parece encantador-dijo. Y abrió la puerta para que pudiesen entrar en el aula.
-¡Ohayu Tatsuki chan! ¡Ohayu Chizuru chan!
-¡ICHIGOOOO!
-¡Yo!-Después de noquear a Keigo, Ichigo se reunió con el grupo de chicos.
-¿Qué llevas ahí, Orihime?
-Una carta de amor-contestó Ichigo por ella.
-¿Una carta de amor de quién?-preguntó Chizuru con pavor, pensando que la misiva podría ser del mismo Ichigo.
-Yamada kun-contestó Inoue.
-Inoue dice que es un encanto-apuntó Ichigo-Le he dicho que a lo mejor debería salir con él.
-¡Ichigo!-lo regañaron todos. Ishida lo miraba de reojo y Tatsuki lo hacía asombrada.
-Un momento, un momento…-pidió Mizuiro-¿Dices que la carta es de Yamada san?
-Hai.
-¿Yamada? ¿Qué Yamada? ¿No será Yamada Ryu?-preguntó Tatsuki-Creía que iba a la universidad.
-¡Ese Yamada no!-les informó Orihime con una sonrisa-Su hermanito.
-¿Su hermanito? ¿El pequeño?
-Ese.
-Ahhhhh-dijeron a coro, entendiendo muchas cosas.
-Pero si tiene nueve años… diez como mucho.
-¿No es adorable?-parpadeó Orihime.
-Encantador-apostilló Ichigo. Inoue le sacó la lengua.
-¿Tú qué dices, Tatsuki chan?-Tatsuki colocó la mano en la cabeza de su amiga, con afecto.
-Le diremos que venga a almorzar con nosotras, si tú quieres. Podrías compartir alguno de esos panecillos que traes. Le hará muy feliz.
-¿Por qué a nosotros nunca nos pedís que almorcemos con vosotras?-Se quejó Keigo.
-Porque no sois encantadores.
-Mañana te escribiré una carta yo-dijo el joven. Pero cambió de idea en cuanto vio los ojos de Ichigo. Mejor no.
FIN.