El chico abrió los ojos al fin, miraba a todos lados, la verdad es que parecía sumamente confuso pero realmente me aliviaba ver que había abierto los ojos. Durante todo ese tiempo a penas si había dormido, intentaba sacarle el máximo posible de tiempo a Lily para que descansara o estudiara sin que el imbécil este la tuviera preocupada lo que hacía que mi tiempo quedara muy reducido o a penas inexistente. Si, era un alivio que se despertara, al podría volver a su vida.
-Al fin te despiertas Potter. Vaya siesta, dos semanas durmiendo...
-Pe...perdona... no sabia que llevaba tanto tiempo... -La enfermera empezó a hablar como si pretendiera decir el máximo de palabras posibles en el mínimo tiempo, como por palabras por minuto le pagaran. A mi me costaba entender lo que la enfermera decía así que no quería hacerme a la idea lo que le costaba a Potter que ya no tenia muchas neuronas que se dijera y después de una semana inconsciente no se le puede pedir a nadie que razone correctamente. iba a cortarla antes de que el otro se volviera quedar inconsciente de la incesante verborrea de la mujer pero el mismo me interrumpió- Disculpe... podría ir más lento, no conozco a ese James ni Severus del que habla así que me cuesta seguir lo que dice...
Una semana después
Era como tener un maldito grano en el culo, joder. La maldita enfermera había conseguido que ese imbécil pudiera dormir conmigo hasta que se le recuperara la memoria, no se por que motivo su cerebro razono que ese inútil y yo eramos amigo y que esa era la mejor idea pero solo había conseguido que me dieran ganas de matar a alguien, que tres imbéciles de Gryffindor me miraran desde la otra parte de un comedor abarrotado prometiendo con esas miradas una muerte inminente, que los de Slytherin me miraran riéndose de mi y que al final el principal motivo por el cual quería la recuperación de Potter me fuera privado, recuperar mi maldito tiempo.
-Señor Snape, es mejor que el señor Potter permanezca con caras que antes relacionaba con sentimientos de amistad, y ya que parece que el joven siente un fuerte apego hacía usted les proporcionaremos un cuarto para que él pueda estar con usted todas las horas del día sin problemas y así pueda recuperar su memoria
Daba igual cuanto le hubiera protestado, justificado e intentado razonar la enfermera del diablo, llevaba una maldita semana con Potter pegado a mi culo. Claro... como había sido la única persona a parte de la enfermera que había estado ahí en el momento de su "renacer" el muy idiota había relacionado que era como su madre o su mejor amigo o algo así y permanecía todo el maldito día conmigo, no estaba tranquilo sin el ni en el baño. Lo peor era que como el no recordaba nada todo su maldito grupo de gilipollas me perseguían pensando que lo había hechizado o algo así. Lo único bueno que había conseguido era que Lily pasara mas tiempo conmigo y que me librara unos minutos de la maldita garrapata.
Me froto los ojos levantando la vista del papel para mirar al pesado, estaba durmiendo en su cama al otro lado del cuarto que nos habían preparado, definitivamente estaba mejor dormido. Recojo todas las cosas que había dejado en la mesa y las meto en mi baúl antes de tumbarme en la cama. Una parte de mi sentía pena por Potter, recordaba primero el hechizo de Bellatrix, que se mostraba muy complacida hoy cuando vio a Potter perseguirme por los pasillos, recordaba su agonía cuando revertimos el hechizo pero sobre todo me acordaba de aquellos intentos de explicarle a alguien sin memoria que era un mago y que se encontraba en un colegio de magia para mejorar sus , no nos creyó. Este recuerdo fue el que borró mi pena por completo. Si lo hubiera sabido no lo habría ayudado ni en un millón de años, no debería haberlo hecho ya, pero no podía decirle qeu no a Lily.
-Bueno James... ese es tu nombre...y este- me señalo a mi como quien no quiere la cosa- Este es tu amigo Severus, James, tuviste unos problemas y has olvidado todo al parecer- Esas palabras me condenaron ante los ojos del chico confuso que miraraba con adoración desde la cama, y mi condena fue esa, que me adorara- Bueno, lo primero que debes saber es que lo que te voy a decir te va a parecer la mayor locura del mundo pero es la verdad... eres un mago
No creyó ni una de las palabras que dijimos hasta que yo saqué la varita. Tras varias demostraciones logramos que nos creyera, con una cara de sorpresa total, emocionado y entusiasmado con la escena que acababa de ver. Y todo fue a peor, quería saber todo de todo el mundo y de todo lo que pasaba a su alrededor, dos horas explicando y ni siquiera estábamos en la superficie de la totalidad de todo lo que el preguntaba y ahí llego mi tortura, con nombre apellidos, gafas y sin memoria.
-Severus, seria mejor si siempre estuvieras con el ayudándolo y explicándole esas tantas cosas que quiere saber- Que manera mas gratuita de escaquearse, quise decírselo, ero no pude, cuando me quise dar cuenta estaba en la puerta con James junto a mi en una habitación nueva para ejercer mi nuevo cargo de niñera- El estará mas a gusto, os prepararé un cuarto
-¿Pero entonces por que hay cuatro casa?¿por qeu cada uno escogió ese animal?¿por qeu se llaman así? ¿por que significan lo que significan?
Ya me dolía la cabeza, era como abrir un grifo y no encontrar la maldita llave para cerrarla, acabas inundado y mojado de arriba a abajo. Eso era el James desmemoriado, una maldita inundación de palabras y preguntas. Lo prefería en coma, o con sus imbéciles amigos, a los que irónicamente tenia miedo, por desgracia, ya que no tenía manera de librarme de sus preguntas. Como no recuperara pronto su maldita memoria iba a matarlo, y no me arrepentiría ni un poquito.
