TODO LO RELACIONADO CON HARRY POTTER NO ME PERTENECE EXCEPTO ESTA HISTORIA, ESTE CAPITULO Y LOS FUTUROS.

HOLA ESTA ES UNA NUEVA HISTORIA DRAMIONE, ESPERO LES GUSTE Y UNA PEQUEÑA ACLARACION NO LA TRAIGO EN CONTRA DE RONALD PERO SEAMOS SINCEROS ES LO QUE IMPEDIRIA UNA RELACION ENTRE HERMIONE Y DRACO, BUENO AQUÍ EL PRIMER CAPITULO ESPERO LES GUSTE.

** capitulo 1: cuando todo se rompió **

Los rayos del sol entraban por la pequeña ventana que estaba en una de las paredes de la habitación, iluminaba la mitad de ella, empezando por el diván que estaba al pie de la ventana, siguiendo por el baúl que estaba a los pies de la cama, la cama era una individual solo la ocupaba ella, la habitación estaba llena de libros y de fotos de ella y sus amigos, ella dormía plácidamente pero en pocos minutos tendría que despertar y prepararse para un largo día llena de preparativos.

Se levanto de la cama sin problemas llevaba una pijama color salmón, en realidad era un blusón delgadito y es que en esas temporadas el calor era realmente insoportable por eso optaba por una pijama ligera. Se dio una ducha rápida y se arreglo para salir.

Se puso unos jeans ajustados, una blusa negra que tenía cuello cuadrado dejando ver su clavícula, unas botas largas color negro con unos adornos a los lados color blanco.

Se arreglo el cabello en una coleta y salió de su cuarto para ir a desayunar, prepararía desayuno para tres, ya que en cualquier momento llegaría Ginny y Luna que la acompañarían todo el día y como sino si es lo que hacen las damas de honor. Porque ella se casaría, se casaría dentro de un mes exactamente el veintiséis de mayo, con Ronald Weasley.

Ron le había propuesto matrimonio unos meses después de que terminara la guerra, estaban pasando tiempo en la madriguera alejándose de todo el horror vivido meses antes, intentando olvidar y superar el dolor de las perdidas, y un día de mediados de Noviembre llego Ron y así como la vio se lo propuso, delante de todos y Hermione solo puso asentir, le emocionaba tanto la idea de casarse con su mejor amigo, porque ¿Quién mejor para ser tu esposo que alguien que te conoce mejor que nadie?

Hermione preparaba un poco de café cuando sus amigas aparecieron por la chimenea.

-Hola Hermione ¿Ya lista? – Ginny parecía ser la más ansiosa de todas, ya que a ella también le habían propuesto matrimonio pero ella se casaría a finales del mes de septiembre y al parecer creía que sí pasaba más rápido la boda de Hermione se acercaría más la de ella.

-Hola Ginny, hola Luna ¿quieren un poco de café? – ignorando a Ginny Hermione empezó a servir un poco de la bebida caliente en unas tasas que tomo de la alacena.

-Hola Hermione que linda te vez hoy, estoy segura que él día de hoy estará lleno de sorpresas y emociones inolvidables – la voz soñadora de Luna era siempre muy buena escucharla cuando estabas a punto de un ataque nervioso, siempre encontraba las palabras exactas para animar a quien sea.

-Gracias Luna, espero que sí, por fin iremos a elegir mi vestido me siento tan emocionada y nerviosa al mismo tiempo, que estoy a punto de un ataque – Hermione rio con un poco de sarcasmo estaba sumamente nerviosa, tenía un presentimiento para ese día y esperaba que todo saliera bien.

-No te preocupes todo lo que pase el día de hoy pasara por que así es necesario para tu vida, y eso te hará feliz, recuérdalo siempre Hermione Granger.

Después de que las tres se tomaran rápidamente el café y comieran unos panques que había comprado Hermione una noche antes, se dirigieron al callejón Diagon donde compraría Hermione se vestido de novia, en una boutique llamada Moda & estilo, era una tienda nueva donde las propietarias eran las hermanas Patil, ahí había vestidos únicos y exclusivos, y había decidió que esa era su mejor opción para elegir un vestido de novia.

Llegaron a la tienda donde todos los adornos, paredes, sillones y las puertas para los vestidores eran de color rosa y fiusha, todo lo que no era de esos colores era de color blanco, tenía un estilo Hindú aunque tenía un buen aspecto, después de un rato empezabas a odiar el color y ni decir del olor a incienso que inundaba la habitación; esperaron en el mostrador a que algunas de las hermanas Patil, las atendieran.

Después de unos minutos Padma Patil salió detrás de una cortina que se encontraba a un lado del mostrador, ese día llevaba un lindo vestido color anaranjado pálido, el vestido era de un solo hombro y que caía ajustándose a su pequeña y linda figura. Su maquillaje sutil resaltaba sus ojos y sus labios que eran de un color rojo intenso, se veía bastante guapa, y eso era muy notorio ya que a ella y a su hermana Parvati las buscaban mucho intentando conquistarlas o por lo menos salir con ellas.

-Hola Luna, Ginny, Hermione ¿en qué puedo ayudarlas? – Padma tenía un tono de voz bastante dulce era casi empalagoso.

-Pues resulta que venimos a ver sus vestidos de novia – Ginny hablaba muy emocionada como si ella misma fuera la que elegiría el vestido para la boda.

Padma parecía un poco sorprendida – ¿te casas Ginny?

Ginny soltó una carcajada y Padma se sorprendió tanto que se puso tan roja como un jitomate. Al darse cuenta de esto, Ginny paro de reír y le sonrió de manera amable a Padma – No Padma, la que se casara es Hermione, yo sí me caso pero hasta finales de septiembre, y aquí la señorita se casara dentro de un mes el veintiséis de mayo para ser exactas – al mencionar a Hermione Ginny le dio unas pequeñas palmaditas en la espalda por lo que hizo que Hermione perdiera el equilibrio y casi callera al piso.

Luna permanecía en silencio observando todo con su mirada soñadora tan característica de ella, ella era muy feliz por sus amigas pero no estaba segura de que existiera alguien que la amara a ella como Harry y Ron aman a Ginny y a Hermione respectivamente, esperaba que en algún momento amara y la amaran de esa manera.

-Luna ¿te pasa algo? – Hermione pudo notar que la expresión de Luna no era del todo feliz y eso realmente le preocupo ya que Luna siempre mostraba una sonrisa aunque todo estuviera en su contra, o que al parecer de los demás no existiera motivo para sonreír ella lo encontraba.

-No me pasa nada Hermione, solo pienso en lo lindo que sería que alguien me amara como las aman a ustedes – a veces la sinceridad de Luna las hacía sentir como si les aventaran un balde de agua fría, y es así como se sintieron Hermione y Ginny, se sintieron raras, como culpables de su felicidad.

-Luna pero que dices, cualquier hombre que tenga el privilegio de conocerte se enamorara de ti de inmediato, solo dales la oportunidad de conocerte. – Ginny podía ser la más alocada de las tres pero también era una muy buena amiga cuando era necesario y podía ser la más tranquila si la situación lo ameritaba y esa era una de esas ocasiones.

-Vamos Luna, Ginny tiene razón, tú no te preocupes porque cuando menos te lo esperes tendrás a un hombre muy guapo tras tus huesitos, así que tranquila amiga – realmente esperaban que Luna se sintiera mejor, no era bonito saber que tu amiga se sintiera de aquella manera menos siendo que ella es realmente hermosa y que su personalidad es única y especial.

-Sí muchas gracias Ginny a lo mejor algún día eso pasará, pero ahora no hablemos de mí, hablemos de Hermione Granger y su hermoso vestido de novia.

-Está bien, Padma nos puedes decir donde tienes tus vestidos de novia – Hermione estaba feliz porque al parecer ya se le había pasado ese sentimiento de soledad a Luna y también porque ahora ya iría a ver los vestidos de novia y escoger alguno.

Padma solo asintió y con una mano les hizo señas de que la siguieran, las llevo a una parte de la tienda donde todo era blanco y color perla.

-¿cómo que vestido buscas Hermione? – Padma estaba parada a lado de un armario pequeño pero que era engañoso ya que tenía un hechizo de expansión para poder ahorrar espacio y tener más espejos donde las mujeres pudieran admirarse usando los posibles vestidos que usarían el día de su boda.

-Pues estaba buscando algo sencillo, lindo pero para nada revelador ni provocativo.

Ginny solo miro hacia arriba en signo de desesperación, porque creía que si su amiga tenía un lindo cuerpo tenía que lucirlo y demostrar que es sumamente hermosa, pero Hermione pensaba diferente y nadie podría hacerla cambiar de parecer.

-Bueno siendo así te podría mostrar varios vestidos, haber que te parecen y si en alguno de ellos encuentras el indicado.

Con un movimiento de la varita de Padma del pequeño armario salieron tres vestidos y se quedaron flotando frente a ellas como si estuvieran en unos maniquís.

El primero era un vestido muy sencillo de cuello uve, que se sujetaba por el cuello, el corsé era sencillo liso salvo por una línea en diagonal de pedrería que salía del lado superior izquierdo y terminaba en el lado inferior derecho, la falda era larga ampona lisa, con una capa de seda que salía desde el final del corsé y se abría cubriendo toda la falda menos lo de enfrente, y al igual que el corsé en la orilla de la capa había una línea de piedritas que parecían diamantes – ese definitivamente no, pensó Hermione no le había gustado ni tantito – el segundo era un vestido al que tenían unos tirantes delgados, los tirantes eran pequeñas flores de tela, del corsé salían unas mangas más gruesas que tenían que estar a los lados, esas eran de puro adorno porque obviamente no eran para sostener el vestido, el corsé de la parte del escote era recto con una línea muy fina de piedritas que parecían diamantes, todo lo demás del corsé era completamente liso, excepto hasta el final donde terminaba en pico y también había una fina línea de piedritas en el contorno, la falda del vestido caía de manera recta con un poco de vuelo – ese tampoco es ¿Por qué no me gusta ninguno? Y entonces fue como vio el tercer vestido que a ella le gusto de inmediato no creía que hubiera otro vestido más hermoso – el corsé era straple y la tela del vestido era como si tuviera varios pliegues, los pliegues estaban de forma diagonal de forma que terminaban del lado izquierdo justo donde iniciaba la falda había una rosa de tela grande de donde comenzaba la falda del vestido que parecía que toda la tela tuviera que salir de ahí ya que era igual de pliegues la falda caía de una manera muy hermosa era un vestido divino y esa era el indicado.

-¿Qué opinas Hermione? ¿Cuál te gusta?

-Quiero probarme el tercero – está decidida cuando ella quería algo difícilmente cambiaba de idea, y se vestido era una de esas cosas de las que no pensaba cambiar de opinión.

Padma le dijo donde probarse el vestido y después de unos minutos salió del pequeño cambiador para poder admirarse.

Cuando ella salió todas platicaban de lo que se pondrían en la boda de Hermione y de que estaban muy emocionadas porque todo estaba ya elegido que solo faltaba que llegara el día, y Hermione para hacerse notar tosió.

Todas se quedaron en silencio y con la boca abierta, Hermione se veía hermosa. Al vestido le faltaba modificar un poco en el busto y a los lados porque le quedaban un poco grandes pero fuera de eso se veía hermosa nunca la habían visto tan hermosa como ese día, aunque sospechaban que se vería aun más hermosa el día de su boda.

-Pero vamos díganme algo ¿Qué tal me veo?

-Te ves hermosa Hermione Ron no podrá dejar de mirarte – la voz soñadora de Luna fue la primera en escucharse e hizo que Hermione se sonrojara.

Antes de que Hermione pudiera decir algo Padma le dio un ataque de tos como si estuviera nerviosa, pero después de ayudarla y de que asegurara que no tenía nada Hermione aparto el vestido y pidió que le hicieran las modificaciones necesarias. Salieron de la tienda de las hermanas Patil y se dirigieron a las tres escobas por unas cervezas de mantequilla.

Hermione era muy feliz con sus amigas, amigos, con su vida todo era perfecto no podía pedir más.

Después de unas horas decidió visitar de sorpresa a su prometido, a él le encantaba que lo hiciera a Ron le gustaban las sorpresas, así que decidió aparecerse en el umbral de la puerta del departamento de Ronald.

Entro al departamento con mucho sigilo para que Ron no la escuchara, pero se arrepintió en el momento la habitación estaba llena de la ropa de Ronald y de la de una mujer, y de la habitación de Ronald se escuchaban ruidos propios de la pasión, eso la horrorizo y quiso salir corriendo huir de esas imágenes pero al retroceder choco contra un florero y lo rompió y antes de que pudiera salir de ahí Ron salía envuelto en una toalla a ver qué era lo que pasaba detrás de él llegaba Parvati la hermana gemela de Padma.

La cara de los dos magos que salieron a su encuentro fue de verdadero pánico era obvio que no esperaban verla. La respiración de Hermione era entrecortada sentía como si los dementores estuvieran cerca, toda la felicidad que sentía se había esfumado, creía que tenía frio ya que todo su cuerpo temblaba y sentía un tremendo vacio en su interior.

-Hermione – Ron empezaba a hablar de manera temblorosa y con mucho cuidado eligiendo con mucha precisión sus palabras – espera tienes que escucharme no es lo que parece.

Las palabras de Ronald la ayudaron a salir del estado de shock en el que había entrado, aquellas palabras trilladas y sin sentido, aquellas palabras que utilizaban para intentar ocultar lo que realmente era, y eso la hizo explotar.

-¿Qué demonios dices Ronald? ¿Cómo que no es lo que parece? Es obvio lo que sucede ¿no? Es obvio que me has estado engañando, eres una basura Ronald Weasley no quiero volver a verte, esto se termino – Hermione se quito el anillo de compromiso que llevaba en la mano derecha y se lo aventó a la cara dándole justo en la frente, quería gritar, golpearlo, llorar pero no podía algo dentro de ella no se lo permitía pero sentía un vacio muy grande en su interior y un dolor inimaginable que decidió que las cosas no se quedarían así. – ¡Riddikulus!- grito apuntando a Ronald que tras recibir el hechizo de Hermione se quedo totalmente calvo no tenía ni un pelo ni en la cabeza ni en la cara, cejas, pestañas y su cabello se habían ido, y también noto con mucho horror que en la frente se le formaba una palabra con granos, como aquella chica que los delato en el quinto curso de Hogwarts, cuando delato el ED, la palabra que se le formaba a él era infiel. Hermione dio la vuelta para salir de ahí pero se la pensó mejor y regreso para enfrentar a Parvati.

-Se que no éramos las mejores amigas ni nada por el estilo pero eres una maldita perra ¿sabes? Tú tampoco te salvaras ¡Riddikulus! – ella también se había quedado calva pero todo el cabello de su cabeza había ido a parar a todo su cuerpo aunado a que los granos que le habían salido a Ronald en la cara a ella le había salido en todo el cuerpo, no formaba ninguna palabra pero era algo asqueroso de ver – sabes algo más ¡traga caracoles! – apunto con su varita a Ronald haciéndolo pasar nuevamente por ese horrible y asqueroso hechizo. Salió del departamento de Ronald con las lagrimas a punto de salir, estaba sumamente triste no sabía que pasaría no quería escuchar lo que tenía que decir Ronald, pero creía que tenía que dejarlo excusarse pero estaba segura de que nada la haría cambiar de opinión definitivamente la boda estaba cancelada.

Regreso de nuevo a su departamento ahí esperaría a que Ronald llegara con respuestas. Espero toda la tarde, evito llorar al máximo pero estuvo a punto de hacerlo cuando llego la media noche y no tenía noticias de Ron, pero tuvo que evitar hacerlo ya que escucho la voz de Ron del otro lado de la puerta de su departamento.

-Hermione ¿estás ahí? ¿Podemos hablar? – la voz de Ron sonaba cansada y como si le costara hablar, de hecho como si le doliera la garganta y supo porque, por el hechizo de traga caracoles que le había lanzado antes de salir corriendo.

A modo de respuesta con un movimiento de varita Hermione abrió la puerta.

Ron entro al departamento con un ramo de flores rosas y rojas las favoritas de Hermione.

-Hermione lo siento mucho, en realidad no sabes cómo lo lamento – la cara de Ronald refleja un poco de arrepentimiento pero Hermione no lo creía.

-¿Por qué?

-No lo sé solo pasó, me dijo que era como una despedida de soltero y de repente una cosa llevo a otra cosa y después llegaste tú y no sé lo siento.

Era la escusa más estúpida que había escuchado pero le servía para confirmar su decisión de ya no casarse con Ronald.

-¿Era la primera vez?

No supo porque pero no pudo mentirle no pudo decir lo que en realidad quería decirle y supo que al decirlo la perdería para siempre.

-No, no era la primera vez.

Las palabras de Ron hicieron que se le rompiera el corazón en mil pedazos.

-Vete Ron no quiero saber nada más de ti en mi vida, vete no quiero volver a verte.

-Pero Hermione entiéndeme por favor perdóname en verdad que nunca fue mi intención lastimarte.

-Ya no importa Ronald vete de aquí no quiero volver a verte, de hecho me iré me iré lejos donde no pueda volver a verte, no te digo que te odio porque no lo hago pero de verdad quisiera hacerlo, adiós Ron.

Se acerco a él para empujarlo y sacarlo de su departamento no quería que él la viera llorar. Ron acepto salir sin antes dejar las flores en una mesita que Hermione tenía en la entrada de su departamento diciendo entre dientes las compre para ti, al salir del departamento supo que nada haría que ella regresara con él y eso lo hacía sentir miserable, porque en realidad se arrepentía de corazón maldecía el día en el que acepto a salir con Parvati pero el daño estaba hecho y no podía remediarlo, aunque lo intentaría pero no estaba seguro de nada.

Hermione en cambio estaba segura de que se iría y no volvería jamás o por lo menos en muchos años, regreso y tomó lo necesario, o sea toda su ropa, galeones, cremas para su cabello, y algunas que otras cosas para poderse ir, sin mirar a atrás. Decidió que lo mejor era ir a decirles a sus amigos porque se iba porque Ronald no se merecía que sintieran pena por él, que creyeran que ella se había ido y lo había abandonado porque eso no había pasado.

Llego a casa de Harry en busca de apoyo y exactamente fue eso lo que encontró, Harry estaba con Ginny cuando les explico que se iba y él porque, ambos querían matar a Ronald pero Hermione no se los permitió, decidió que con ellos era más que suficiente para explicar porque se iba, además de que les pidió disculpas por irse y no tener planes de regresar para la boda de ellos, no tenía ganas de ver a Ron y sabía que él estaría ahí por ser la boda de su hermana.

Decidió irse por un tiempo a Egipto de ahí iría a conocer América, siempre quiso conocer esa parte del mundo mágico, y quería aprovechar el tiempo para estar sola.

Aunque quería ir a conocer el mundo mágico de Egipto decidió irse de la manera muggle, o sea en avión, eligió un vuelo sencillo y de clase media, no le apetecía irse de las formas mágicas, porque además eran un poco más complicadas y lo único que quería era alejarse sin problemas.

El vuelo hacia Egipto salía a las ocho cincuenta de la mañana del sábado, llegaría a ahí en cuestión de horas, en realidad cinco horas, así que decidió tomar un poco de literatura clásica muggle porque a la gente se le haría extraño si la vieran leer Historia de Hogwarts o algo parecido y decidió leer Romeo y Julieta de William Shakespeare, una historia trágica de amor y odio, no era precisamente para animarse pero no le importaba prefería leer a perder el tiempo pensando en lo triste que se había vuelto su vida en tan solo dos días.

El vuelo resulto más tranquilo de lo que hubiera imaginado, sin contratiempos casi ni noto el tiempo que paso, cuando llego a Egipto ya eran las dos de la tarde, y ya empezaba a tener un poco de hambre así que decidió aparecerse en la pequeña posada de magos que estaba en el centro de la ciudad, los magos que vivían en Egipto se ocultaban entre los muggles, no se alejaban tanto de ellos como los ingleses.

La posada se llamaba Heka, que los antiguos egipcios utilizaban para referirse a la magia, también era utilizada como forma de protección de la magia oscura, y de los enemigos.

La posada era una casa del tiempo del Egipto antiguo y estaba caracterizada como de esa época, era un lugar muy acogedor y muy agradable, llego a la recepción y pidió una habitación que diera vista hacia la alberca del lugar. También pidió un poco de comida, para que se la llevaran a su habitación.

Después de unos minutos llamaron a la puerta, eran los de servicio al cuarto, con la comida que había pedido, decidió pedir comida típica de la región, kufla, que son rollos de carne picada de cordero a la brasa, nunca lo había probado pero estaba decidida a probar lo que sea a cambiar su perspectiva de la via y arriesgarse más. Aunque eso no era precisamente un riesgo pero si era algo diferente.

Estaba degustando el platillo cuando noto a alguien en la alberca, era un hombre muy guapo, y por a posición en la que ella estaba solo podía observar su cuerpo más no su cara, pero eso no le importaba demasiado era una vista muy buena, tenía todo el cuerpo bien formado, como si fuera una persona que hace mucho ejercicio, o alguien muy atlético, era una muy buena visión y decidió ir a hablarle.

Así que se cambio rápidamente y se puso su traje de baño de una sola pieza, pero aun así era un traje muy bonito, le enmarcaba toda su figura, en la espalda del traje tenía unos hoyitos de adorno que dejaban ver parte de su espalda, la parte de enfrente era toda cerrada, y se sostenía por unas cintas cruzadas al cuello, el traje era rojo, su color favorito por ser de los colores de Gryffindor.

Salió rápidamente al área de la alberca, pensó en acercarse y hablar del clima o algo parecido pero creyó que era un tema un poco tonto, así que decidió que las cosas ocurrieran con normalidad. Pero para su desgracia antes de acercarse por completo al joven y de poder verle la cara ella tropezó y cayó encima del joven mago.

Fue algo realmente vergonzoso, aunque el joven demostrando sus buenos reflejos evito que ambos cayeran por completo al suelo, mientras el joven la sostenía pudo notar que tenía unos muy trabajados brazos y que el calor del sol también lo transmitía su cuerpo y que tenía un delicioso aroma a menta.

Alzo la cara y se retiro la melena de la cabeza para poder ver al joven y poder agradecerle, pero al levantar la cara pudo sentir que los colores se le subían al rostro y no porque estuviera en el suelo, no porque el joven si era realmente guapo, sino que a el joven lo conocía, y de que a pesar de saber quién era seguía considerándolo un hombre muy guapo y que si era posible esperaba poder platicar un rato con él, el joven mago era un antiguo compañero de Hogwarts, era un Slytherin, era Draco Malfoy.

-Granger, puedes tener un poco de más cuidado al caminar, no es que no me haya gustado que cayeras encima de mí, pero hay otras formas de acercarte a mi – la voz de Draco la derritió, era la voz de un hombre no la de un chiquillo de Hogwarts, pero lo que más le gusto es que insinuara que le gustaba que ella estuviera cerca de él, y lo único que atino a hacer fue sonreírle mientras se levantaba.