Lo prometido es deuda, aquí tienen el inicio de una nueva historia que contendrá muchos más capítulos que aquel Oneshot que hice.

Espero que la trama sea de su agrado, ya que no sólo agregare la pareja de Kyoko y Ayano, sino también las demás parejas y los personajes de esta serie tendrán gran relevancia.

Bueno, Yuru Yuri no es de mi propiedad, ni ninguno de sus personajes aquí mencionados, salvo algunos personajes agregados.

Sin más que agregar comencemos...


Sentimientos encontrados

Prologo

Muy temprano por la mañana la madre de Kyoko tocaba ansiosa a su puerta.

-Hey Kyoko, recuerda que tienes que levantarte temprano para alistar la habitación de huéspedes-gritó lo más alto que su voz lo soportó para que su hija se despertara.

-¿Por qué yo?-respondió adormilada la rubia.

-Porque en eso quedamos ayer por la noche-hablo su madre irritada.

-No lo recuerdo-Kyoko se encontraba somnolienta, se había pasado la noche entera trazando los bocetos para la realización de los nuevos doujinshi de Mirakurun que vendería para la próxima convención.

-Es la última vez que te hablo, Toshino Kyoko-de nuevo gritó su madre desesperada-y más te vale que bajes en 5 minutos, sino olvídate de que brinde más presupuesto para esos doujinshi tuyos.

Kyoko abrió de golpe los ojos y se paró como de rayo para arreglarse y terminar lo que su madre le había encargado.

La razón de tanto ajetreo era porque su prima Kazumi vendría a mudarse a su casa por tiempo indeterminado, los padres de esta fueron transferidos a América por su trabajo y no hubo de otra que ella se quedara con su prima.

Kyoko no recordaba muy bien como era su prima en realidad, bueno, a decir verdad ella no recordaba la mayoría de las cosas; pero aun así, sabía que su prima era una linda persona, con la que solía jugar cuando eran pequeñas y sus familias se reunían. Por lo que recordaba a ella también le gustaban esa clase de cosas como los mangas, el anime y los videojuegos, por lo que no sería difícil llevarse bien con ella ahora.

Se levantó de su cama y fue directo a la ducha.

Sólo le quedaban pocas horas para que sus clases en la preparatoria iniciaran y le había prometido a Yui que se reunirían en su vieja escuela antes de eso, para poder ver a sus amigas Chinatsu y Akari.

Así es, ahora Kyoko cursa su primer año de preparatoria, tiene 16 años y sigue conservando su aire fresco y divertido que la caracterizaba; en realidad no había cambiado mucho, su cabello sólo era un poco más largo que antes y aún conservaba ese moño atado en él, se veía un poco más alta y comenzaba a parecer un poco más madura y bonita, bueno más de lo que ya era.

A pesar de todo lo ya mencionado, Kyoko seguía siendo Kyoko.

-Puede que sea divertido tener a Kazumi por aquí-se dijo sonriente mientras limpiaba la habitación donde su prima se quedaría- Le diré que me ayude con los doujinshi que me faltan por terminar.

En todo este tiempo se había transformado ya en una mangaka semi-reconocida por la comunidad otaku, ya que no sólo hacía doujinshi, sino que también publicaba sus propias historias originales y la verdad en ambos casos no le iba nada mal, se vendían como pan caliente.

Terminando esto, se dirigió a su antigua secundaria donde ya sus amigas la esperaban.

-Hola chicas, ¡Buenos días!-Saludo efusiva la rubia, mientras corría a alcanzar a sus amigas.

-Pensamos que no llegarías, ¿En qué te has demorado esta vez?-Preguntó Yui con un tono de molestia, siempre era lo mismo, Kyoko era la última en llagar. Yui era un poco más alta que Kyoko, también se veía un poco más madura y opto por que se cabello fuese igual de corto que siempre.

-Lo siento-dijo soltando una risita culpable y mirando hacia un lado- me puse a trabajar hasta tarde, además tenía que preparar todo para la llegada de Kazumi-

-¡Wow! ¿Entonces es verdad que Kazumi-chan se mudara aquí?-preguntó emocionada Akari. En estos dos años la pequeña pelirroja tenía el cabello un poco más largo hasta el hombro y conservaba sus singulares coletas, poco a poco se iba pareciendo más a su hermana Akane.

-Espero que Kazumi-san no se espante y decida huir de ti, Kyoko-le dijo la peli-negra a su amiga algo preocupada porque la chica no soporte vivir con alguien como la rubia.

Akari y Yui si se acordaban de la pequeña prima de Kyoko, también algunas veces llegó a jugar con ellas, Kazumi admiraba mucho la valentía de la peli-roja y animaba a Kyoko para que fuera como ella, mientras tanto llegó a tener pequeños desacuerdos con la peli-negra y era generalmente por la impertinencia de Kazumi y su habilidad para ver a través de las personas.

*Flashback*

Kyoko y Akari se encontraban corriendo por el jardín, mientras que Yui y Kazumi estaban jugando en los columpios.

-Mira Yui, fíjate qué tan alto estoy volando-gritaba Kazumi desde lo alto.

-Eso no es nada, puedo ganarte fácilmente-dijo Yui mientras aumentaba la velocidad.

-Claro que no-comenzó a reír, luego se le ocurrió una brillante idea- Es más, te propongo un trato, si logras superarme dejaré que le des un beso a mi prima.

-¿Qué?-los colores se le subieron al rostro- ¿Y yo como para qué quiero eso? Ella no me agrada de esa forma

-Pues tu expresión dice lo contario-sonrió maliciosa-Anda, sé que quieres hacerlo.

-Ya no digas tonterías Kazumi-le contesto molesta a la niña.

-¡A Yui le gusta Kyoko!, ¡A Yui le gusta Kyoko!, ¡A Yui le gusta Kyoko!-repetía entre risas la niña, la morena ya no hizo más que agachar la cabeza y ocultar su rubor- No te preocupes, no le diré a nadie, pero tendrás que hacerme unos cuantos favores, Yui-chan.

*Fin Flashback*

-Esa rata…-gruño por debajo Yui al recordar lo sucedido hace algunos años, apretando los puños en amenaza.

-Parece que Yui-senpai no se siente bien-le susurró Chinatsu a la peli-roja, viendo con extrañeza la actitud de su senpai.

Y por último, nuestra querida Chinatsu, seguía siendo algo "especial" en algunos sentidos, seguía dando miedo y ya que muchas personas le dieron su opinión sobre sus dibujos, decidió tomar clases de dibujo, pero aun así no le fue muy bien.

Después de la graduación de sus senpais, ella se había hecho más cercana a Akari, tanto como para poder considerarse mejores amigas, pasaban mucho tiempo juntas, igualmente hablaban más con Himawari y Sakurako pero su relación no era tan fuerte como la que tenía con la peli-roja, incluso a veces hacían planes para ellas solas; ya no estaba tan obsesionada con Yui pero aun albergaba sentimientos por ella.

-Yui, se nos está haciendo tarde-Kyoko despertó de sus recuerdos a Yui con una mirada confusa al ver que su amiga estaba perdida en sus pensamientos- Quiero aprovechar para llegar temprano y pedirle a Ayano sus apuntes de ayer.

-A sí, es verdad-sacudió su cabeza para despejar todos esos recuerdo de su mente-nos vemos luego chicas.

-Está bien, espero que pronto podamos ver de nuevo a Kazumi-chan, quiero ver que tanto ha crecido-dijo alegre la peli-roja, a lo que recibió una mirada escéptica de Chinatsu.

-Sí, veré que día es posible que nos reunamos todas-contestó Kyoko-Bien, nos vemos más tarde.

Así, las cuatro se separaron tomando rumbo a sus respectivas escuelas.

-Parece que te llevabas muy bien con la prima de Kyoko senpai-hablo Chinatsu con curiosidad.

-Sí, ella siempre fue muy amable conmigo y nunca le parecí alguien invisible, éramos muy buenas amigas-la voz de Akari sonaba algo nostálgica- De verdad estoy muy emocionada por volverla a ver.

Sin embargo, eso hizo que surgiera un sentimiento extraño dentro de la peli-rosa.

-Para mí no pareces alguien invisible Akari, bueno, ya no- Al principio Chinatsu sonó algo molesta, pero luego, al darse cuenta que hubo un tiempo donde ella ignoraba frecuentemente a su amiga hizo que suavizara su voz y sintiera algo de culpa.

Y no pasó desapercibido para Akari.

-Lo sé Chinatsu-chan, es por eso que te estimo mucho- esto último lo dijo con una sonrisa y acto seguido, tomó la mano de la peli-rosa en símbolo de amistad y entrelazo sus manos con las de ella.

Chinatsu se sonrojó, un sentimiento cálido la embargó, aun ignorando que significaba apretó la mano de su compañera. Las chicas continuaron caminando agarradas de la mano mientras se sumergían dentro de la institución.

Mientras tanto Kyoko y Yui ya se encontraban dentro de la preparatoria caminando entre los pasillos.

-¡Rayos! Sólo espero que Ayano esté de buen humor y quiera pasarme los apuntes-dijo Kyoko algo preocupada.

-No deberías depender tanto de ella-le reprochó a su amiga-pobre tener que cargar contigo por los próximos 3 años.

Aunque sonaba molesta, la verdad es que sentía una envidia con respecto a eso. Ayano, Chitose y ellas habían quedado en la misma preparatoria, Yui pensaba que como siempre le tocaría en la misma clase que Kyoko pero no fue así, la rubia había quedado en la misma clase que Ayano, Chitose en otra clase y Yui en otra; por lo que la única oportunidad que tenía para hablar con su amiga dentro del instituto era entre las horas de descanso.

El que Kyoko y Ayano estuvieran juntas en la misma clase, y sin Yui o Chitose de por medio, eso les dio la oportunidad de conocerse mejor; algo que nuestra Tsundere amiga agradeció a los Dioses, le encantaba la idea de tener a la rubia para ella sola la mayor parte del tiempo. A veces podía ser algo fastidiosa, pero le molestaba demasiado, aunque no lo admitiera abiertamente .En cuento a Kyoko, este tiempo le ha dado la oportunidad para confirmar un par de cosas con respecto a la chica.

-Supongo que es hora de despedirnos-ya habían llegado a la puerta del salón de Kyoko y Yui parecía algo desilusionada-

-No te preocupes Yui, sé que te disgusta separarte de tu amada Kyoko pero podremos vernos en el primer descanso-Habló en broma Kyoko haciendo que Yui se molestara por ese comentario.

-A veces llegas a ser muy idiota-fue lo último que dijo antes de retirarse a su respectivo salón.

Sin darle mucha importancia Kyoko se dispuso a entrar, encontrando sólo a Ayano leyendo un libro en su lugar.

Sentada entre una de las tantas bancas del salón de clases, se encontraba una chica de 16 años, muy bonita, con una larga coleta morada que le llegaba hasta por debajo de la cintura, sobre sus ojos color morado-rojizo, llevaba unos pequeños lentes de lectura, con su misma mirada sería de siempre, que igual nunca ha perjudicado su belleza.

Kyoko quiso aprovechar para darle un buen susto mientras la peli-morada se encontraba distraída.

-Ni siquiera se te ocurra Toshino Kyoko-Ayano no despego ni por un minuto su vista del libro, pero ella sabía muy bien lo que la rubia intentaría hacer.

-Vaya, sí que eres buena Ayano- se rió Kyoko, luego tomó asiento en su lugar, justo detrás de ella.

-Llevas medio año haciendo lo mismo-suspiro con cansancio y se voltio para encarar a su compañera-simplemente te estas volviendo predecible.

-Tal vez ya me estás conociendo mejor, lo que creo que es muy genial-sonrió sincera.

-Yo no le veo lo genial-dijo mirando hacia el otro lado, para que Kyoko no descubriera que le fascinaba la idea de conocerla cada días más- Además-trató de cambiar de tema-¿Ahora, qué te trae tan temprano por aquí? Conociéndote pensé que llegarías tarde o peor, hasta la segunda clase-

-Oh sí, casi lo olvidaba-rápidamente sacó de su mochila la libreta de apuntes-Necesito que me pases los apuntes de ciencias, me quede dormida como al inicio del tercer segundo de clase.

-Sí lo noté, tus ronquidos no me dejaron prestar atención-Ayano había luchado por concentrarse en esa clase, pero simplemente no pudo y trató mil veces de despertar a la rubia pero no funcionó.

-O tal vez, sólo estaba pensando en mí-lo dijo tratando de burlarse de su compañera.

-No, en verdad fueron tus ronquidos- no dejándose molestar por la rubia y con una expresión neutral.

-Vamos Ayano-Kyoko empezó a quejarse como niña de primaria, jaloneando el uniforme de la peli-morada

-No lo haré, tienes que hacerte más responsable, siempre es lo mismo contigo-Dijo tratando de apartar a la rubia de ella, ya que siempre que la jaloneaba terminaba a pocos centímetros de su rostro y un rubor muy evidente comenzaba a aparecer.

-Está bien, te prometo que será la última vez que duerma en clase y que te pido los apuntes, en serio.-Ayano nunca había visto esa mirada en Kyoko, una de desesperación y arrepentimiento, pero no la convencería tan fácil.

Aunque le encantaba observar esa carita suplicante de su amada.

-No lo sé Toshino Kyoko-dijo dudosa-llevo muchos años conociéndote y no estoy segura de que puedas cambiar el hecho de que eres una floja.

-¡Woa! Eso fue demasiado cruel, incluso para ti Ayano-Kyoko sonaba dolida y no era sólo por actuación, le dolía saber que Ayano tenía un mal concepto de ella.

-Ya sé, haré lo que me pidas-dijo tomándola de las manos y mirándole a los ojos.

-¿Lo que yo te pida?-Ayano termino de sonrojarse por completo, al ver la mirada decisiva de la rubia y su peligrosa cercanía.

Entonces comenzó por imaginarse todas aquellas infinitas posibilidades que tenía, tatas cosas que podía pedirle a la rubia, sanas y no tan sanas, pero ella sabía muy bien que esas oportunidades no existían en verdad.

Al final, como era de costumbre, el lado Tsundere de Ayano y su orgullo ganaron la contienda.

-No necesito nada de ti-dijo soltándose de ella y fijando su atención de nuevo a su libro.

-¿Segura?-pregunto la rubia, algo confundida por su reacción-por lo menos podría darte un beso-

La rubia tomó (En broma) la cara de Ayano entre sus manos y la acercó más a ella.

-Oh, Sugiura-san y Toshino-san han llegado temprano, ¿entonces podrían ayudarme a hacer el aseo antes de que las clases comiencen?-Llegó una compañera a interrumpirlas.

Sin más opción las chicas se separaron. Ayano no comprendía mucho de lo que acababa de ocurrir hace unos momentos, pero antes de ayudar a su compañera y sin que Kyoko se diera cuenta; le dejo el pequeño block de notas en su escritorio, para que después de terminar con el aseo pudiera copiar los apuntes que le faltaban.

Ese día las clases siguieron sin problemas, Kyoko se sorprendió al ver la libreta de Ayano y considero muy lindo de su parte prestárselo, además de que no se durmió en todo el día en ninguna clase, como se lo había prometido a Ayano con anterioridad. Mientras que la otra chica seguía algo intrigada por la actitud de la rubia en la mañana.

Al final, las clases se dieron por concluidas y cada alumno regresaba a sus respectivas casas, Kyoko decidió esperar a Ayano para agradecerle por prestarle la libreta, ya que cuando se la devolvió no tuvo oportunidad de hacerlo.

-Hey Ayano, gracias por pasarme los apuntes, por poco creí que no lo harías- le dijo muy agradecida, brindándole una linda sonrisa, lo cual provocó un gran sonrojo en Tsunderella.

-No agradezcas, es la última vez que lo hago-dijo con voz firme pareciendo algo molesta, pero como siempre cambio un poco esa actitud-no es que me intereses o algo así, sino que no me gusta que la profesora pierda tiempo valioso de la clase regañándote.

-Si, si, lo que digas-Kyoko sabía que no lo decía en serio pero decidió dejar ese asunto por ahora- Aun así muchas gracias.

Kyoko le planto un pequeño beso en la comisura de sus labios como un pago por su acción, después de eso salió corriendo a su encuentro con Yui, dejando a Ayano sorprendida.

-¿Por qué tardaste tanto?- le preguntó Yui a su amiga mientras caminaban a sus casas.

-Lo que pasa es que quería agradecerle a Ayano lo de esta mañana, así que lo hice y le di un beso como recompensa-mientras que eso sorprendió a la peli-negra, la rubia lo dijo con demasiada naturalidad.

-¿Un beso? ¿No crees que eso es llegar lejos por una libreta?-a reprimió molesta, aunque no sabía el porqué.

-Tranquila no te emociones, fue pequeño y cerca de los labios-dijo encogiéndose de hombros y restándole importancia- no es la gran cosa.

-¿No crees que ella lo puede mal interpretar?-la verdad es que no quería que Ayano se hiciera falsas esperanzas por los descuidos de su amiga

-Claro que no, Ayano es muy lista, sabe que estoy bromeando-Kyoko solía jugar mucho sobre este tema, no sólo con Ayano sino con la mayoría de las chicas que conocía.

-No deberías jugar con sus sentimientos de esa manera-la regañó.

-No estoy jugando-dijo calmando un poco a Yui, después se quedó calada un momento poniendo una mirada seria-Hace un par de años estaba segura de que ella sentía algo por mí, pero bueno desde que entramos a la preparatoria ha hecho que cambie de idea y recuerda lo que pasó en aquella fiesta que hicimos después de la graduación.

-Si es verdad, nunca me esperé que reaccionara de esa manera-dijo recordando los sucesos de aquel día, donde bueno algunas cosas no salieron como se esperaban- Entonces si fuese el caso que tú le gustaras y ella te lo dijera ¿Le corresponderías?-preguntó esperando con ansias esa respuesta.

-No lo sé, Ayano es una chica muy linda e interesante y apenas nos estamos conociendo más, ya somos más cercanas que antes y eso me gusta mucho, pero no sé si llegaré a sentir algo más por ella. Además de que en todo este tiempo nunca me ha dicho que le gusto, es por eso que no le he tomado mucha importancia al asunto.

Una parte de Yui se sentía satisfecha de escuchar esto, al saber que existían pocas posibilidades de que Kyoko correspondiera los sentimientos de Ayano, a la vez que sintió culpa por estar feliz por esa causa.

-Bueno, sólo trata de que esto no se te salgo de las manos, la verdad Ayano ha sido muy amable con nosotras, no me gustaría que saliera lastimada.

-Tranquila, tendré mucho cuidado de que eso no suceda, ahora tengo que apurarme estoy segura de que Kazumi ya está en casa.

Ayano caminaba sin rumbo fijo por las calles cercanas a su casa, ya se estaba haciendo de noche y en realidad no tenía ánimos de llegar a su destino, después del beso con Kyoko su estado de ánimo bajo drásticamente, incluso le pidió a Chitose que la dejara caminar sola por esa vez.

Mientras caminaba se topó con un parqué ya algo vacío por la hora que era y decidió sentarse en un columpió a aclarar sus ideas.

-No sé por qué me altera tanto que ella me bese, si sé muy bien que eso no significa nada para ella- se dijo comenzando a mecerse cada vez más fuerte- ¿Me pregunto si en verdad es poco relevante para ella coma para tomarlo siempre a juego?

-Me molesta mucho esa actitud de ella, siempre se está burlando de mí sin impórtale lo que en verdad siento, justo como aquella vez.

El recuerdo de ese día llegó a su mente, la verdad nunca pensó que ella significara tan poco para Kyoko como para gastarle esa broma tan cruel, en su mente iba viviendo de nuevo lo sucedido.

Comenzó a escuchar voces que eran parte de sus recuerdos.

*La siguiente en participar es Ayano-de claro Kyoko*

*Vamos Ayano, entra ahí no te pasara nada malo*

*¿Quién se meterá ahora con Sugiura-senpai?-esta vez era la voz de Chinatsu*

*Yo lo hago-decía Kyoko*

*Tengo un regalo especial para ti Ayano*-era la voz susurrando de Kyoko-

*Supongo que a esta edad importa poco a quien beses o no-decía entre risas burlonas la rubia*

Sin darse cuenta de lo que pasaba, Ayano ya se encontraba derramando unas cuantas lágrimas.

-Dios mío, ¿Por qué precisamente tenía que recordar eso ahora?-dijo mientras se limpiaba las lágrimas con las mangas de su suéter-Como dice ella, de todos modos no importa, tan sólo debería dejar de pensar en ella.

Y no pudiéndolo evitar de nuevo comenzó a llorar.

-Disculpa ¿Te sientes bien?-escuchó la voz de alguien- ¿Puedo ayudarte en algo?

Ayano levanto la vista y se encontró con una chica más o menos de su edad, muy linda, cabello largo rojo fuego y ojos de igual color, hacia un perfecto contraste con la puesta de sol que aparecía lentamente, la chica la miraba con preocupación.

-Sí, muchas gracias-respondió de nuevo limpiándose las lágrimas-todo está bien.

-A mí me pareció que estabas llorando, disculpa por mi impertinencia pero no me gusta ver llorar a las chicas, y menos si son tan bellas como tú.

Ayano se sonrojó por tal comentario mientras la misteriosa chica le sonrió, mostrándole un pequeño colmillo felino de lado en la parte posterior.

-Gracias-dijo tímidamente-pero no creo ser así.

-Claro que lo eres-le dijo- y también apuesto que tienes una gran personalidad, tengo cierta habilidad para ver atreves de las personas así que no puedo equivocarme.

-Con que una habilidad ¿Eh?-dijo Ayano en un susurro, sonriendo levemente.

-Así es, y este gran súper poder me dice que estabas llorando por asuntos del corazón ¿O me equivoco?-

-No te equivocas, pero eso no es una habilidad ¿Por qué más lloraría una chica de 16 años?

-Touche-se rió porque había sido pillada-aunque conozco muchas que lloran por cualquier tontería, por ejemplo: si se les rompió una uña, o si no les quedó el peinado de esta mañana, o por qué la temperatura atmosférica las hace ver más gordas, que no hallaron el barniz de su color, que ya se comieron 4 pasteles y sólo querían dos; en serio las chicas somos un caso.

Ayano comenzó a reír por los comentarios y el ingenio de la chica que ahora se encontraba a su lado sentado en el otro columpio.

-"Que extraña persona"-pensó la peli-morada.

-De seguro piensas que soy una chica algo extraña ¿No?-Ayano la miró sorprendida- también soy telepata

-¿Debería preocuparme por eso?-preguntó Ayano algo desconcertada, mientras que la muchacha sólo reía al ver las reacciones de su acompañante.

Esa chica le recordaba un poco a Kyoko y de nuevo al pensar en ella una sombra de tristeza la cubrió.

-¿Acaso he dicho algo malo?-preguntó la chica preocupada.

-No-se apresuró a decir-sólo acabo de recordar…-

-Acabas de recordar por qué estabas llorando-completó- si no te molesta podrías contarme, te sentirás mucho mejor, nos acabamos de conocer así que no le contaré a nadie.

De nuevo esta chica le había sonreído mostrando ese inusual colmillo.

Ayano no sabía por qué pero se sentía muy cómoda con esa chica, tanto como para contarle su problema.

-La verdad estoy enamorada de alguien, pero ese alguien no me toma enserio-confesó la peli-morada-Sólo se la pasa bromeando conmigo o con otra chica cualquiera, no estoy segura si no se ha dado cuenta de mis sentimientos o si sí lo hace y sólo está juagando, no sé qué hacer.

-Tal vez ella es así por alguna razón, si conoce tus sentimientos a lo mejor y no sabe cómo corresponderlos, es por eso que está distrayéndote y prolongando más el tiempo mientras piensa en una respuesta o probablemente sea sólo una idiota que sólo le gusta divertirse con las personas. En ambos casos no es justo para ti tener que soportarlo, primero está tu bienestar y si ella te hace sentir mal y te lastima con su actitud, lo mejor es que te alejes de ella porque a la larga serás tú la única perjudicada.

-Tienes razón-dijo reflexionando las palabras que esta misteriosa chica le acabada de decir, unas muy sabias palabras-siento que sólo estoy perdiendo el tiempo con esto, ella nunca cambiará esta actitud, pero simplemente no quiero dejarla, porque yo la amo a pesar de lo tonta que llega a ser.

-Tú tienes la última palabra, tan solo piensa en lo que dije-miró su reloj y se apartó del columpio- ahora me retiro como ves ya se hizo de noche y más vale que vuelva a casa.

Ayano miro alarmada su panorama, era cierto ya el cielo había oscurecido desde hace ya unos minutos y ella no se había percatado, se paró de prisa del columpio, casi perdía el equilibrio pero fue atrapada justo a tiempo.

-Supongo que yo también debo irme-por un momento se quedó perdida en la profunda mirada de la peli-roja que se encontraba sosteniéndola, después se apresuró a zafarse de ella- disculpa si te quité tu tiempo con esta estúpida charla.

-No te preocupes, estoy acostumbrada a este tipo de cosas, como sea me pareció maravilloso conocer a alguien tan lindo en este parque, no pensé que ocurriría-

-Por cierto ¿Qué hacías aquí?-no era usual encontrar a estas horas a una chica solitaria, bueno salvo a ella misma.

-Vine a recordar viejos tiempos, en este parque solía jugar con mi prima y sus amigas-miró con nostalgia alrededor- fue hace muchos años pero no ha cambiado en nada, acabo de mudarme a esta ciudad y fue lo primero que se me ocurrió hacer.

-Pues me alegro de que lo hicieras, das muy buenos concejos y me has sido de gran ayuda, además me has levantado el ánimo-ahora esta vez le toco a Ayano sonreírle, lo que dejo maravillada a la otra muchacha.

-Es bueno oír eso-dijo aun encantada por esta.

-Por cierto mi nombre es Ayano Sugiura- Ayano se inclinó respetuosamente, lo que le pareció muy lindo a peli-roja.

-Yo soy Kazumi Ushio, es un placer conocerte Sugiura Ayano.


Esto ha sido todo por hoy, no estoy segura de cuando volveré a actualizar.

Pero según vea la respuesta de ustedes trataré de apresurar el paso.

Espero que les gustara y que dejen sus opiniones, criticas o comentarios, para tratar de mejorar la historia.

Por mi parte, aquí me despido, de antemano muchas gracias por sus Reviews.

Nos leeremos en otra ocasión. Bye.