Outtakes Pov Edward: ¿Qué hubiera pasado si Victoria tuviera poderes?

Correspondiente al capítulo 19

No podía despertarla. Habían pasado varios minutos y no conseguía que abriera los ojos. Estaba sumergida en un profundo sueño.

Tiré de mi pelo desesperado mientras me paseaba por su habitación. No sabía qué hacer.

Bella se removió y su respiración se agitó a la vez que gemía bajito. Rápidamente fui a su lado y noté como un corte había aparecido en su cuello.

Fruncí el ceño. Eso era extraño.

La moví de nuevo, pero nada. Sea lo que sea que estuviera soñando no debía ser nada agradable. Su expresión era de furia y algo me sorprendió. Un golpe apareció en su mejilla.

Rápidamente coloqué mi mano sobre el golpe. No entendía nada.

Entonces su expresión cambió a una de dolor. Tenía que hacer algo para despertarla. Estaba sufriendo.

-Bella, Bella- sacudí su hombro suavemente y entonces se sentó de golpe.

-¿Qué ha pasado?- preguntó mirándome extrañada.

-¿Qué recuerdas?

-Estábamos en la cocina discutiendo y creo que me dormí. Cuando desperté no estaba aquí, estaba en una cabaña, atada y con Victoria.

-Exacto. Estábamos en la cocina y de repente me llamaste mientras caías al suelo. Antes de que cayeras del todo te atrapé, te dejé en la cama e intenté despertarte, pero no podía. Después de casi una hora te apareció ese arañazo- señalé su cuello y ella lo tocó-, y después ese golpe en la mejilla- llevó la misma mano a la zona que le había dicho. Teníamos que descubrir como deshacernos de Victoria. No podíamos continuar así. Coloqué mi mano sobre su hombro, lo apreté delicadamente a modo de consuelo y Bella siseó de dolor. Rápidamente quité mi mano-. ¿Bella? No he puesto ni un poco de mi fuerza- dije preocupado. Quizá me había pasado apretando.

-Sácame la camiseta- dijo.

-Emm, Bella…- tragué nervioso-, no sé si…

-Edward- se puso sería-. Hazlo. Yo sola ahora mismo no puedo y necesito comprobar algo.

Me aclaré la garganta, agarré los bordes de su camiseta y comencé a quitársela.

"No mires, no mires" repetí en mi mente. Debía ser un caballero.

-Agg…- se quejó cuando levantó los brazos y los tuvo que volver a bajar.

Miré sus brazos y tenía varias marcas.

-Bella, tienes marcas en los hombros y en las muñecas- dije preocupado-. Dijiste que estabas atada, ¿no?- asintió-. Dime exactamente como- pedí.

-Pues… cuando desperté tenía los brazos por encima de mi cabeza, atados con cadenas, pero después de… discutir con Victoria tiró de una cadena y me dejó colgada de los brazos.

-Normal que te duelan. Casi te saca los hombros- dije entre dientes mientras pasaba un dedo por su hombro.

Esa loca la estaba haciendo daño en sus sueños; donde yo no podía salvarla. Aparté la mano de ella y apreté el puño.

-¿Edward, puedes dejar…- se mordió el labio-; me traes hielo para los hombros?- era tan humana… No pude evitar sonreír.

-Bella, sé que querías pedirme que dejase la mano- agachó la cabeza timidamente.

-No quiero usarte así, no eres mi refrigerador- susurró.

-Pero a mí no me importa y lo sabes. Yo estoy aquí para cuidarte y si mi fría piel te viene bien para que no pases calor o para algún golpe, yo encantado te ayudaré- dije seriamente. Si de algo servía que fuera vampiro tenía que aprovechar mi naturaleza para hacer algo bueno.

Ella podía ser bastante absurda a veces, pero Bella era así.

-Vale- dijo y se mordió el labio.

-Pídemelo entonces- dije con una sonrisilla.

-Edward- cogió aire-, ¿puedes poner las manos en mis hombros, por favor?- toda la sangre se agrupó en sus mejillas. Estaba preciosa.

-Claro que sí, mi amor- dije sonriendo y con mucho cuidado coloqué mis manos en sus hombros-. ¿Mejor?

-Ajá, gracias.

-¿Dónde te duele más?- quizá Carlisle debería revistarla.

-En las muñecas, la mejilla y un poco el arañazo del cuello.

-¿El golpe y el arañazo cómo te lo hiciste?- pregunté. Yo estaba asumiendo que todo eso se lo había hecho Victoria, pero quizá había sido de otra forma.

-Victoria me agarró del cuello y me clavo las uñas y después me dio una bofetada- dijo encogiéndose de hombros, pero al presionarse contra mis manos siseó de dolor.

-Relájate- quizá algún medicamento podría ser de ayuda-. ¿Tienes alguna crema para el dolor muscular?

"Ya voy Edward, lo tengo todo bajo control" la voz mental de Alice me alertó.

-Emmm- se quedó pensativa-. No, lo siento- entonces Alice golpeó suavemente la ventana, pero Bella no se lo esperaba y dio un salto en la cama chocándose con mis manos-. Agg- lloriqueó.

Los dos miramos la ventana y encontramos a Alice colgada. Me levanté y abrí para que ella pudiera entrar.

-¿Qué haces aquí, duende?- pregunté.

-Tuve una visión de ti cayendo al suelo, pasando mucho tiempo dormida y despertando con dolores fuertes. Luego tuve otra de nuestra conversación así que he venido a traerte la crema para el dolor. Lo siento, pero te va a durar un par de días- dijo disculpándose.

-Gracias, Alice- dijo Bella.

-No pude avisaros de que ibas a quedarte dormida de repente. La visión vino un par de segundos antes de que pasara- dijo seria.

-¿Aún no has encontrado explicación para tus visión de Bella?- la pregunté.

-No, hablé con Carlisle y está tan perdido como yo. No cree que sea fallo de mi don, ya que con los demás no me ocurre. Él cree que sea algo que Victoria haga. Quizás es cosa suya el que mis visiones vengan demasiado tarde.

-Si aparecen antes vendríais y me ayudaríais. Eso a ella no le interesa. Ella lo que quiere es que no lleguéis a tiempo- dijo Bella para sí misma-. Alice, pienso que Carlisle tiene razón. Creo que Victoria es la que está manipulando tus visiones- dijo segura.

-No lo sé- me crucé de brazos-. Un vampiro no puede tener tantos dones. Se tiene uno o ninguno. Pero que ella controle el sueño ya es un don. No puede tener otro que controle las visiones de Alice o el tiempo en el que sucede todo.

-¿Y si no está sola?- preguntó Bella-. Quizá tiene a alguien que la está ayudando…

-El visitante de hoy podría estar con ella- dijo Alice.

-Puede ser- dije pensativo. Esta opción me cuadraba más-. Alice, ve a casa y háblalo con todos. Nosotros iremos en cuanto podamos.

-Edward, tenemos que avisar a la manada- dijo Bella.

-Llama a Jacob y díselo tú- dijo Alice entregándola su móvil.

Bella miró la hora, pero igualmente marcó y esperó.

-¿Bella?- respondió Jacob con un bostezo. Ese chucho era un maleducado.

-Jake, lo siento, pero es importante. Creemos que el visitante de hoy trabaja con Victoria.

-¿Y qué te hace pensar eso? Quizá es un chupasangre perdido- dijo.

-Porque las visiones de Alice no funcionan bien conmigo desde que empezó todo este lío de Victoria y creemos que trabaja con alguien que tiene el don de cambiar el tiempo o algo así.

-Eso tiene su lógica- dijo-. Voy a entrar en fase y explicárselo a los demás.

-Gracias, Jake- dijo.

-De nada, adiós, Bells- se despidió y colgó.

-Voy a ir a casa a hablar con los demás- dijo Alice-. Adiós chicos- y salto por la ventana.

"Por cierto, no os preocupéis por Charlie. La tele dijo que hay bastante lío, así que no vendrá en un rato".

Al menos no tendría que preocuparme de que me pillara aquí a estas horas.

Caminé hacia la ventana y la cerré. No quería que Bella cogiera frio.

-Siéntate dándome la espalda- dije y me miró confundida-. Voy a ponerte la crema en los hombros y así no puedo- expliqué.

-Ahh… claro- se levantó y se sentó delante de mí como le había pedido.

-Si te hago daño avísame- dije y asintió. Abrí el bote de la crema puse un poco en mis dedos y con muchísimo cuidado empecé a extenderla por sus hombros haciendo un suave masaje. Bella gimió bajito y yo quité las manos rápidamente asustado de haberla herido-. ¿Te duele?

-No, estoy muy a gusto. Lo haces muy bien- dijo-. ¿Hay algo que no sepáis hacer los vampiros?- con una sonrisa continué con mi trabajo.

-Mmmm, no lo sé. Supongo que todo es práctica- dije. Con mi mirada recorrí sus brazos y vi el comienzo de algunos cardenales en sus muñecas-. ¿Sigues teniendo esa crema para los moratones que te dio Alice?- pregunté después de un rato.

-Sí, está en el botiquín.

-Voy a ponértela en las muñecas, están empezando a salirte moratones- dije quitando con cuidado las manos de sus hombros.

-¿Si?, yo no veo nada- dijo mirando la zona que le había dicho.

-Sí, quizá es algo pronto para que tu vista lo aprecie- dije levantándome y saliendo de la habitación.

Rápidamente entré en el baño y saqué del botiquín la crema que necesitaba.

-Edward- me llamó cuando regresé a la habitación-, ¿Charlie ha vuelto ya?

-No, he visto en la mente de Alice que según las noticias están teniendo bastante lío- dije.

-Oh, vale.

-Gírate- pedí y ella obedeció.

Cuando estuvimos cara a cara la miré. Era preciosa, pero ella agachó la cabeza avergonzada. Bajé un poco más la mirada y vi el motivo de su timidez. Si fuera humano estaría rojo.

-Oh, creo que será mejor que me ponga una camiseta- dijo levantándose.

-No te cubras los hombros, así que ponte alguna de tirantes- dije.

Caminó hacia el armario y cogió una camiseta verde pistacho.

-¿Puedes ayudarme?- le pidió poniéndose frente a mí. Cogí la camiseta y se la puse con cuidado-. Gracias- dijo-. Esto es desesperante- se quejó sentándose otra vez-, ni siquiera me puedo vestir sola- resopló.

-No te preocupes, en un par de días se te pasará- dije empezando a echar la crema en sus muñecas.

Después de un rato de silencio volvió a hablar.

-Edward.

-Un momento, voy a lavarme las manos- dije cuando terminé. Rápidamente salí de la habitación, me lavé y en menos de dos segundos ya estaba de vuelta-. Dime.

-Edward, yo… lo siento mucho- se disculpó agachando la cabeza.

-¿El qué?- la miré confundido.

-Antes de que me quedara dormida estábamos algo… tensos- aclaró.

-Oh, no te preocupes, teníamos mucha presión- no podía olvidar que era humana.

-Sé que me puse muy insistente en que no fueras tras ella. Estaba muy asustada, con todas las pesadillas que estoy teniendo y no quería que te pasara nada. Siento haber dicho que me iría yo en su busca...

-La verdad...- suspiré-, la verdad es que eso sí me dolió- confesé-. Jamás pensé que dirías que yo sería capaz de olvidarte. Bella, ¿es que no te he demostrado día a día que eres mi vida? Eres lo más importante para mí. Ya te lo dije una vez. No puedo vivir en un mundo donde tú no existas.

-Lo siento- lágrimas rodaron por sus mejillas. Se arrodilló en la cama, me rodeó la cintura con sus brazos y apoyó la cabeza en mi pecho-. Lo siento tanto- lloró-. Hacerte daño es lo último que quiero.

-No llores, Bella, ya está- acaricié su cabeza como si fuera de cristal-. Mejor olvidemos esto que ha pasado- la levanté por la cintura para que quedara a mi altura y la besé desesperadamente. Su boca era cálida y su sabor mi perdición. Pero no podía dejarme llevar, así que cuando le faltó el aire me separé y apoyé frente contra la suya-. Te amo.

Escuché como Charlie aparcaba.

-Y yo a ti- dijo acariciando mi mejilla.

-Charlie acaba de llegar- dije dejándola tumbada en la cama.

En su mente vi que quería ver a Bella, así que lo mejor sería esconderme.

Caminé hacia la ventana y la abrí.

-No te vayas- dijo alarmada.

-Enseguida vuelvo. Tu padre va a ver cómo estás. En cuanto se vaya a la cama vendré- dije y salté para esconderme en el árbol que había enfrente.

Charlie abrió la puerta y Bella fingió dormir. No pude evitar sonreír. Su padre no entró, simplemente se quedó en la puerta sintiéndose culpable por dejar a su única hija sola tanto tiempo.

Con cuidado cerró y se marchó a su habitación, así que aproveché y volví a entrar.

-Se siente culpable por dejarte sola tanto tiempo- dije tumbándome a su lado.

-No le culpo, lo entiendo. Es su trabajo- dijo-. Además no me importa estar sola.

-Amor, tú no estás sola- dije acariciando su mejilla-. Yo siempre voy a estar aquí.

-Lo sé- dijo abrazándome-. Además cuanto más tiempo pase Charlie fuera de casa, menos involucrado estará en todo esto- era tan inteligente…

-En eso tienes razón- dije y bostezó-. Intenta dormir. Mañana iremos a mi casa para hablar con todos de nuestras suposiciones y después iremos a hablar con los lobos. Necesito saber que les parece todo eso.

-Entonces mañana por la mañana llamaré a Jacob para citarlos- dijo cerrando los ojos.

-Buenas noches, amor- dije y besó mi pecho. Poco después se quedó dormida.

El resto de la noche pasó tranquila aparentemente, pero no lo sabía hasta que Bella despertara. Cuando amaneció su móvil vibró y desde mi posición pude ver un mensaje de Alice. Quizá sería hora de despertarla, así que acaricié su mejilla suavemente.

-Mi amor, es hora de levantarse- dije.

-Buenos días- dijo cuando abrió los ojos.

-Hola, ¿alguna pesadilla?- pregunté.

-Ninguna- dijo feliz.

-Alice te ha mandado un mensaje- dije dándole el móvil. Cuando terminó de leerlo me miró-. Dice que me ponga tirantes y que vendrá a recogernos en un rato.

-Entonces bajaré a prepararte el desayuno mientras te cambias- dije y me levanté.

-Espera- paré-. Edward, sé que esto de incomoda, pero… necesito que me ayudes con la camiseta. No puedo mover mucho los brazos- un precioso sonrojó apareció en sus mejillas.

-Vale, ve cambiándote y preparando la camiseta, cuando estés lista subiré- dije y salí.

Charlie ya se había marchado así que bajé tranquilo de no ser pillado.

Saqué todos los ingredientes para preparar el desayuno y me puse manos a la obra. Solo esperaba que le gustase… Para mí toda la comida humana olía igual de mal, así que no tenía un buen indicativo de si lo estaba haciendo bien o mal.

-Edward, ya estoy- escuché como Bella me llamó. Rápidamente subí y entré en su habitación-. ¿Qué estás preparando?- se acercó y con sus dedo tocó la punta de mi nariz y se lo llevó a la boca. Si fuera humano estaría rojo como un tomate, pero como no lo era, lo único que pude hacer fue tragar grueso.

-Gofres con chocolate, un vaso de leche y zumo.

-Gracias, estoy deseando probarlo- dijo-. Vale, necesito que primero me saques la que llevo puesta.

Quizá debí haberme mentalizado para esto. Bella no lo entendía, pero ella era demasiado irresistible. Si fuera humano probablemente no podría quitar mis manos de ella en ningún segundo, pero siendo vampiro debía controlarme. Un descuido y podría aplastarle un hueso o incluso matarla.

Cogí aire y llevé las manos a la parte de debajo de su camiseta para empezar a subirla lentamente. La ayudé a levantar los brazos y terminé de quitársela.

"Edward, no mires" me dije a mí mismo.

Cogí la otra camiseta que estaba encima de la silla y se la puse con cuidado. Al terminar la ayudé a bajar los brazos y suspiré.

-Ya está- dije aliviado. Demasiada tentación.

-Gracias. Bueno, ¿dónde está ese suculento desayuno?- preguntó animada.

-Te espera en la cocina, aunque aún no terminé los gofres- dije mientras bajábamos.

-No importa, los puedo acabar yo.

-No, sabes que yo me ocupo del desayuno- dije. Ella se sentó en la silla de la cocina y yo fui a terminar de preparar el desayuno.

Cuando terminé se lo serví.

-Gracias amor, tiene una pinta...- dijo relamiéndome los labios.

Miré hipnotizado como su lengua mojaba sus labios y tragué.

"Control" un gesto y ya me tenía al borde.

-Tengo que llamar a Jacob- dijo después de un rato.

-Iré por tu teléfono- necesitaba respirar aire limpio si no me terminaría lanzando sobre ella y no precisamente por su sangre.

Rápidamente subí a su habitación, cogí su teléfono y varias respiraciones. Realmente no me estaban ayudando demasiado, porque toda su esencia estaba aquí concentrada, pero al menos ella no estaba aquí para presenciar el poco control sobre mi cuerpo.

Cuando estuve listo bajé a la cocina. Para ella solo fueron unos pocos segundos.

Bella buscó el número del chucho y esperó.

-Hola, Bella, ¿ocurre algo?- saludó el perro.

-Hola, em… no, solo quería decirte que necesito que juntes a la manada para que habléis con los Cullen- Bella me miró y la lancé un beso. Al instante se sonrojó y apartó la mirada.

Exquisita.

-¿Tenemos que ir a hablar con las sanguijuelas?- preguntó con asco y me tragué un gruñido. A mí tampoco me apetecía tener una reunión con un puñado de perros adolescentes, pero la seguridad de Bella era lo primero.

-Jacob céntrate, esto es importante. Es para hablar sobre lo que te conté anoche- dijo Bella seriamente.

-¿Anoche?- ¿estos perros tenían problemas de memoria?

-Jake… anoche te llamé y estabas dormido. Te expliqué nuestras suposiciones y me dijiste que hablarías con la manada- le recordó.

-Ahh… sí, sí, perdona- rió nervioso-. Lo único es que aún no he hablado con ellos. Lo siento, en cuanto colgué me quedé dormido. Era la primera noche que podía dormir desde que nos pusimos a vigilar y estaba cansado.

-Lo siento, Jake.

-No te preocupes, Bella. Lo tenemos todo controlado- le quitó importancia-. Bueno, ¿y a qué hora tenemos que quedar con ellos?- preguntó y Bella me miró. Tendí mano hacia ella para que me diera el teléfono.

-Jake, Edward se va a poner. Él te explicará lo que necesites saber mejor que yo.

-Agg- se quejó. Sí, chucho, yo tampoco estoy feliz con tener que hablar contigo-, está bien, pásamelo- dijo.

-Se amable- le advirtió Bella y me pasó el teléfono.

-Hola, Jacob- saludé educadamente. No iba a rebajarme a él. Yo sabía comportarme-. Antes de que nos veamos, primero vamos a ir a hablar con mi familia sobre el tema. Después te llamaremos para concretar el lugar y la hora- dije.

-Entonces iré a avisar al resto de la manada de vuestras sospechas y de la reunión.

-Vale, adiós- dije y él colgó.

-¿Qué ha dicho?- preguntó Bella.

-Que va a poner al corriente a la manada sobre lo que le contaste anoche y sobre lo de la reunión que haremos.

-¿Crees que irán?

-Supongo que sí. Para ellos proteger a los humanos es lo principal y en este caso tú estás en peligro. Eres su amiga y Charlie amigo de sus padres, así que con más razón no se negarán.

-Espero que se controlen- dijo preocupada.

-No te preocupes, solo hablaremos del tema.

-Edward, quiero ir contigo- dijo quitando la mesa.

-No creo que sea buena idea, Bella. Vamos a estar rodeados de lobos que no saben controlarse- lo que menos quería era a Bella rodeada de un puñado de lobos inestables.

-Edward, nunca ha pasado nada, además voy a estar contigo- dijo y suspiré. No podía luchar contra ella.

-Vale, ¿has acabado?- dije mirando los platos.

-Sí- se secó las manos en un paño-. Le dejo una nota a Charlie y nos vamos.

"Edward, ya estoy aquí" la voz de Alice se coló en mi cabeza.

En nuestra reunión no quitaría mis ojos de Bella y mi mente de la manada. Al primer signo de inestabilidad y no íbamos de allí. No iba a dejar que esos cachorros la hicieran daño.

Cuando terminó salimos y en la entrada ya nos esperaba Alice en su coche.

Hola! Aquí os dejo un nuevo capítulo con nuestro vampiro favorito.

Qué os ha parecido? Pobrecito como sufre con las provocaciones de Bella.

Gracias a todas por continuar la historia conmigo y dejarme vuestros comentarios.

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Espero que os haya gustado y me dejéis muchos reviews.

Besitos =)