26.-presion
Su alegre hija siempre había sido exageradamente emotiva y aunque rara vez le contaba cosa alguna de su vida… tenía experiencia para saber con facilidad los estados de ánimos de su pequeña pelirroja quien ya no era más una pequeña, siempre la molestaba esperando obtener un poco más de información cuando Anna con su mente confundida hablara divagando.
Desde de la llegada de cierta persona noto que Anna sufría ataques de sentimientos fuertes, de los que pellizcan el alma y te llevan al cielo y justo en aquel momento sabía que algo andaba mal, para ambas chicas Elsa y Anna estaban… compartiendo un secreto triste, un secreto que le había costado sus más grandes esfuerzos por averiguar y con las ya de por si grandes complicaciones con la familia de su esposo (cosa que no le mencionaría a su hija) estaba teniendo dificultades para ayudar a su pequeña, por suerte una aliada inesperada se unía a su causa y revelaba brechas de un camino satisfacorio para todos… o eso esperaba la señora Grenn. El conocido automóvil de Cold se estaciono en el pórtico, envio un sms breve a los refuerzos antes correr a abrir la puerta.
Elsa se demoró un momento dentro del auto. Las mentiras, los errores y los secretos alejan a las personas meditó, temía que refundir los recuerdos de Krista en el pasado y nunca hablar de ellos terminara por ser un error y separarla de Anna.
Cada mañana revisaba los mensajes de su móvil, rogando no encontrar una fecha de partida y una locación nueva para ir a competir, por suerte lo único que había eran múltiples sms de sus amigos que no tenían nada que ver con Krista, la rubia dorado de Canadá no había dado señales de vida desde que Elsa encontró la carta y esperaba que todo continuara así, se esforco todo lo que pudo por eliminar sus problemas de su mente por solo unas horas, por el tiempo que Anna estuviera a su lado.
-entra querida, afuera esta frio, pasa, pasa- la señora Green abrió la puerta y habló antes que tuviera tiempo siquiera de tocar.
-buenas tarde…gracias, con su permiso-respetuosamente entro a la casa
-no tienes que ser tan formal querida… ya casi somos familia no crees-Elsa se sonrojo un poco por la insinuación- y guarda el rubor para Anna, se de buena fuente que le gusta cuando te sonrojas… estás en tu casa Anna está en su cuarto puedes subir si gustas-
-…gra…gracias-tartamudeo casi de manera inaudible y se encamino, con la cara roja como un tomate, hacia la habitación de Anna, golpeo suavemente la puerta antes de entrar. Anna estaba recostada en el dosel de su cama con la laptopo apoyada en sus piernas cubiertas por cobijas.
-hola-dijo ligeramente sorprendida, sus lindos ojos recorrieron la habitación buscando algún posible desorden o algo vergonzoso que hubiera dejado a la vista, el inventariado termino rápido y centro su atención en la cara rojiza de Elsa, olvidó ocultar a algo o más bien a alguien… de haber sabido que vendría hubiera ocultado a mi madre en algún cuarto bajo llave pensó
-te has topado con mi madre-adivinó, cero la laptop y la dejo a un lado, miro a Elsa quien sonreía tímidamente-que te dijo, no espera mejor no me digas que puede que termine tan roja como tú, no es por nada pero me encanta cuando te sonrojas-salió de la cama con sus ropas de dormir poco apropiadas para el invierno, Elsa se sonrojo más-pudiste haber avisado y te había salvado de eso, bueno quizá también me hubiera tocado algo de "eso" a mí-se mordió la lengua para intentar dejar de hablar.
-tu madre me dijo que te gusta que me sonroje y también que…-Anna la silencio con un beso y la atrajo hacia sí, la chica mayor no opuso resistencia y correspondió al beso. Escucharon que la señora Green subía por las escaleras en compañía de alguien más que imaginaron seria Olaf, se separaron y cruzaron una mirada significativa, Anna se lanzó a la cama y se cubrió con las mantas y Elsa ocupo la silla del escritorio lo más lejos posible sin parecer que se preparaban para el peligro inminente.
-lo siento…-dijo la pelirroja al tiempo que dedicaba miradas ansiosas a la puerta
-no te disculpes…-los golpes en la puerta impidieron que dijera algo más, respiraron profundamente y prepararon miradas inocentes
-pase-dijo Anna con fingida indiferencia.
Olaf y su madre entraron con aquellas sonrisas de complicidad que lo decían todo, su primo le sonrió a Elsa y saludo con la mano, la rubia correspondió al saludo con una sonrisa nerviosa en el rostro.
-interrumpimos algo importante?-pregunto su madre.
-esto parece importante-con un ademan señalo la habitación…
-bueno… no pero esto sí que es importante, Olas…1…2…3: Feliz cumpleaños-gritaron a la vez
-esperen que?-miro a Elsa en busca de apoyo pero la rubia estaba algo desconcertada, tanto como ella lo estaba-hoy…hoy no cumplo años
-calla Anna Olaf y yo ensayamos por horas para que saliera coordinado, pero ya que lo arruinaste toma-le tendió una pequeña cosa rectangular forrada hábilmente y con un moñito rosa muy pequeño en una esquina-es tu regalo de cumpleaños adelantado, si te lo damos después no alcanzas las inscripciones-
-no entiendo nada… hoy no es mi cumpleaños-
-ábrelo quizá así entiendas mejor-la apremio su primo, se sentó al borde de la cama y con las miradas de todos los presentes y aquel incomodo silencio aplastante quito el forro-
-un pasaporte es mi regalo… no entiendo…-
-He sí! No querías una…-
Elsa comprendió la situación y naturalmente culpo a Meyer, sería posible que… pero si no tenía mensajes en la bandeja de entrada
-Creo-fue la respuesta de Anna, la canadiense no le había dicho a donde se iría y según la última vez que había preguntado Elsa no sabía nada y estaba de "vacaciones"- si pero como…-
-no fue difícil-Olaf respondió antes de que formulara toda la pregunta
-lo leímos en tu diario, justo después del viaje que hicieron-explico su madre a continuación-no te quedaras nunca más sola en casa, bueno si te vas no regresaras a casa un buen tiempo pero… de alguna forma estas castigada, no te di permiso de salir de Inglaterra- dirigió su vista a la rubia-Elsa, querida… no necesitas secuestrarla yo estoy completamente de acuerdo, si quieres incluso puedes decirme mamá… puede que sea algo apresurado pero si quieren casarse yo te ayudaría a convencer al padre de Anna es un tipo duro pero con mi ayuda…-le giño un ojo
-estoy realmente apenada por "secuestrar" a su hija a Francia sin su consentimiento, le prometo que no volverá a ocurrir-Elsa empezó a disculparse
-Que ocurra cuanto quieran solo que no sea durante el ciclo escolar-respondió su madre, Anna sentía su cara arder y la mirada burlona de su primo clavada en ella, se dejó caer en cama y se puso una mano en la frente para medir su temperatura.
-y sobre lo del matrimonio…no hay nada en esta tierra que quisiera más que la mano de su hija-Elsa no habría querido soltar las palabras pero de alguna forma olvido donde se encontraba y con quien se encontraba y simplemente lo dijo, Anna se incorporó de golpe, algunos pensamientos con relación a bodas habían surgido en su mente pero los reprimía con facilidad nunca espero que Elsa pensara lo mismo… ambas hicieron contacto visual.
-Elsa-susurro la pelirroja con una mano en el corazón, sus latidos desbocados y mariposas en el estómago. La rubia se ruborizo totalmente
-Anna, querida, quieres que le tome una foto a Elsa sonrojada para que la agregues a tu diario, esa cosa tiene tan pocas imágenes y tanto texto que…-la señora Green arruino el momento, pero ese no era el lugar más apropiado para hablar de matrimonio y compromiso, su primo empezó a hacer una imitación horrible de una canción de bodas con tarareos y sonidos extraños
-diario! No tengo un diario-replico alarmada, apenas se había percatado de que su madre había declarado abiertamente leer sus más íntimos pensamientos y secretos de las paginas sagradas de un gastado cuaderno encuadernado en piel que su abuelo le había regalado de pequeña.
-claro que sí, siempre está dentro de la almohada-dijo Olaf
-gracias a eso siempre sabemos que darte en tu cumpleaños-siguió su madre
-y cito; querido diario estoy locamente enamorada de Elsa Cold, no puedo imaginar no verla de nuevo… no tenerla cerca me partiría el corazón, quiero ir con ella a su siguiente competencia no importa en qué país sea… la seguiría hasta el fin del mundo-exagero al final su primo
-jamás escribí eso-intento defenderse la pelirroja, miro a Elsa quien a su vez miraba el suelo, tan serena, tan hermosa… tan perfecta… mi madre y Olaf lograran que piense que estoy loca pensó-cállense- grito
-Olaf que desconsiderado de tu parte, no citaste bien, era algo así… querido diario-
-los dos cierren la boca y tu madre, cuántos años tienes, 10?-dijo incorporándose muy dispuesta a correr a su madre del cuarto
-43 hija pero gracias por el cumplido, Olaf, cariño, vámonos… espera falta algo… el moño pásalo-dijo lo último en un susurro
-Elsa también hay un regalo para ti-los intentos de la rubia por pasar desapercibida fueron nulos, levanto la vista y observo como la señora Green ponía un moño de regalo color rojo en la cabeza de su hija
-ahora salgamos de aquí… estas dos tiene mucho que discutir-
Cuando la puerta se cerró la pelirroja corrió a poner seguro, no quería que entraran a decir alguna otra cosa, respiro profundamente y miro a Elsa esperando encontrar en sus ojos alguna señal de que pensaba de la situación tan vergonzosa a la que se habían sometido pero la rubia miraba en otra dirección y reprimía unas ricillas de forma inefectiva.
-adelante búrlate… no sabes cuán difícil es vivir con ellos-replico
-me hago una idea-ambas rieron-además dan buenos regalos-agrego, con suavidad retiro el enmarañado listo de su "regalo"
-por favor dime que no crees que estoy loca-dijo Anna muy avergonzada de la situación, Elsa sonrió y la estrecho contra sí
-estoy locamente enamorada de ti Anna Green-replico la rubia y silencio cualquier queja con un beso,
-no se suponía que no sabías el siguiente destino-dijo cuándo se separaron para cambiar de tema y olvidar lo de su madre y Olaf, tomo de la cama el pasaporte… una visa de estudiante-esto dice que la siguiente competencia es en… Canadá…-la chica mayor palideció, tomo el pasaporte y busco rigurosamente más detalles
-es… es… no puede ser-si Meyer había confabulado para aquello… no solo compartiría el mismo país con Krista si no también la cuidad y una vez más la escuela. Música de bodas resonó en el piso inferior.
-la próxima vez… avisa, dejare una nota y saldré por la ventana-Anna empezó a quitarse la ropa, la canadiense enrojeció y tartamudeo una pregunta
-porque te estas desvistiendo?-
-acaso no quieres ir a un lugar que tenga una mejor música-le dedico su más encantadora sonrisa y un giño… logro sonrojarla aún más, le quedaba tan bien el rojo que deseo que su madre tomara una foto para su diario
-espero… te espero en el auto-se excusó antes de huir de ahí con el corazón tan acelerado que temió le diera un infarto, reprimir el deseo y la lujuria se había convertido en habito desde que conoció a Anna y esta no le ponía las cosas fáciles, se despidió educadamente de la madre de Anna y entro al vehículo para encender la calefacción e intentar calmar su acelerado corazón.
La pequeña Green bajo de dos en dos las escaleras y corrió a la salida, una vez ahí grito
-mamá voy a salir… regreso al rato-cerro la puerta pero antes de dar el primer paso hacia el auto la volvió a abrir y grito otra vez-o quizá mañana-cerro y fue con Elsa
El transporte cobro vida y empezó a transitar por las calles
-no te ves muy feliz de saber que iremos a Canadá-señalo
-lo estoy, Anna… es solo que-Krista mi primer amor espera en esa ciudad y temo que las cosas entre nosotras se compliquen ligeramente con su presencia pero por lo demás es maravilloso poder regresar a casa por lo menos una temporada quiso decir pero no se atrevió, sus planes consistían en quedarse en Inglaterra no en sacar a Anna de ahí y llevarla a conocer a Krista, incluso considero la posibilidad de dejar el patinaje artístico… se quedó pensativa un tiempo
-si tienes miedo de que conozca a tus padres te juro que no me comportare como mi madre cuando los tenga enfrente-la pelirroja no sabía cuál era el problema pero hubiera dado lo que fuera por tranquilizar a Elsa.
-no… no es eso- aun que mis padres también representan un problema
-puede que esto solo sea un error y mi madre crea que a donde regresas es Canadá y todo esto no sea más que un error y te marches a algún lado y yo me quede aquí y… y… … es mucha coincidencia y demasiado bueno para ser verdad-reflexiono
-Anna-intento pensar en algo para consolarla cuando una voz robótica anuncio que tenía un SMS nuevo de "Trina Meyer-Entrenadora"-leer-le pidió a la maquina
-hola Elsa, espero que estés disfrutando tus vacaciones y que siguieras mi sabio consejo de seguir tu corazón y hablar de tus sentimientos con Anna-al instante Elsa se arrepintió de haber pedido escuchar el mensaje, ya muchas cosas bochornosas habían sucedió ese día-con respecto a las vacaciones me temo que no pueden durar por siempre [puntos suspensivos]-dijo la voz metálica-se solicita la presencia de la reina de hielo en bueno [puntos suspensivos] regresas a casa. Como no estaba del todo segura de como evoluciono el asunto de tu y Anna contacte con su madre y para mi sorpresa la agradable señora no me tomo como una loca cuando le propuse un intercambio a Canadá y me entere además de muchas cosas de las que discutiremos en otra ocasión, eso es todo [puntos suspensivos] tu traslado será en una semana y media, te sugiero que empieces a empacar tus cosas Elsy, nos vemos en Canadá.- hubo silencio y la voz dio otras opciones que Elsa ignoro, no quedaba otra alternativa, Anna y Krista se conocerían y el pasado que compartía con la rubia dorado tenía que salir a la luz.
-Anna… hay algo que tengo que decirte-dijo y de dispuso a confesarlo todo.
