Hi, Hi
¡Gracias a las dos chicas que me dejaron un review! Y también agradezco que lo agreguen a Fav o Follow
Bieeenn,en el fanfic voy resaltar mucho la amistad entre Shindou y Kirino. Y como verán, Kirino menciona "todavía pensar como chico", la cosa es que no puede seguir pensando como chico porque el cuerpo en el que está es el de una chica y una chica tiene un crecimiento y desarrollo diferente (¿?) ¡En fin! La forma de actuar de Kirino ira cambiando poco o mucho (¿?)
Avisos: Cambie lo de POV (Punto de vista de un personaje, o sea cuando un personaje narra lo que vivió o vive) cambie lo de cursiva, mejor lo dejo sin nada, cuando algo vaya desde el punto de vista de un personaje habrá una señal de separación (No son signos, es una separación de Fanfiction). Lo que si ira en cursiva son palabras resaltadas. Sin más el fanfic…
Los personajes de Inazuma Eleven Go!, Chrono Stone, o Galaxy no me pertenecen, si me perteneciera Inazuma… pues no me quejo de nada de Inazuma xD De hecho si me perteneciera sería un desastre (¿?)
Capítulo II: "Cine, bruja y ropa interior"
Después de unos minutos, Shindou dejo de sentirse raro, bueno casi… el punto es que ahora se encontraba mirando detenidamente a su mejor… ¿amiga?
Por otra parte Kirino se sentía acosado/a.
―Shindou, no me mires así.
―¿Y cómo quieres que te miré?
―Sólo no me mires.
―¿Por… qué?
―Tú y tu estúpida pregunta me están fastidiando la vida…
―Yo y "mi" estúpida pregunta no te hicieron eso que te pasó.
―Llámalo por su nombre. ¡Tan sólo dilo! ¡Me convertí en una chica!
Con cada comentario el ambiente se ponía peor y la sirvienta ya se estaba sintiendo incomoda de estar allí. Así que simplemente intervino:
―Joven Takuto. ¿Quiere que lo ayude con algo?
―Ahora que lo menciona podría conseguir ropa para Kirino.
El/La peli-rosa se sintió ofendido/a por lo que dijo Shindou, ni idea de porqué, más bien creo que simplemente le irritaba la presencia del pianista, porque no le ayudaba mucho que digamos…
―¡YO NO NECESITO TU CARIDAD! ―gritó furioso/a Ranmaru.
―¡Por amor a Dios! ¡Deja de gritarme!
―¿Entonces…? ―preguntó la sirvienta y Shindou simplemente la miró como si le insinuara que se fuera.
―Miré, usted sólo tome esto ―dijo mientras le extendía en su mano una tarjeta de crédito―. Compre lo necesario… digo, Kirino no puede quedarte en pijama todo el día y no puedes ponerte ropa de chico.
El aludido arqueó una ceja. No comprendía bien lo que su amigo le decía…
―¿Y cómo por qué no puedo vestirme de chico?
―Te daría mil y un razones. Pero la principal es que si te miran vestida como chico… simple y sencillamente se vería raro, teniendo en cuenta que en tu apariencia es demasiado femenina.
―¿Acaso crees que yo voy a ponerme un vestido? ¿O falda? ¿O shorts?
―Ah… pues es lo normal en las chicas, ¿no? ―cuestionó el castaño provocando que Kirino se molestara.
―Normal… Tsk como si algo en mi vida lo fuera. En serio, Shindou me siento horrible, no tengo ganas de salir a ningún lado.
―No te vas a quedar en pijama todo el día ―comentó el pianista intentando apaciguar la situación.
―Pe-pero… ―comenzó a tartamudear la sirvienta―. ¿También le compro ropa interior?
Esa pregunta provocó un silencio incomodo, además de ocasionar que Shindou se sonrojara y Kirino se pusiera tan rojo que parecía que se desmayaría.
―S-sí… ―respondió tímidamente Shindou y a Kirino simplemente le dieron ganas de ahorcarlo―. Ya sabe… sost… brag… ¡Eso que se ponen las chicas!
―¡Shindou, estás loco si crees que me voy a poner eso!
―¡¿Y qué quieres ponerte?!
―A-a-ah… ¡NADA! ¡NO QUIERO NADA!
Shindou se sobó la sien. Y miró a su sirvienta.
―Usted cómprelo y ya.
―Está bien, joven Takuto ―ella se retiró rápidamente antes de que la linda chica comenzara a gritar otra vez.
―…
―…
―…
―Lindo día, ¿verdad? ―preguntó Shindou intentando aliviar la tensión, pero Kirino lo miró de forma reprobadora y lo ignoró―. ¿Estás moles…ta?
―…
―Oh, me vas a ignorar. Vamos a ver cuánto aguantas.
―…
―Has lo que quieras.
―… ―siguió sin responder y el castaño se comenzó a desesperar, aunque como es muy inteligente se le ocurrió algo para fastidiar a su "amiguita".
―Pero que hermosa estás.
Y con ese comentario Kirino lo miró sonrojado y molesto.
―Me vuelves a decir eso y te prometo que no tendrás hijos.
―Vale, pero por lo menos ya me contestaste.
―¡Eres muy inmaduro!
―¿Yo? Mira quién habla, él que no quiere aceptar lo que pasó, si estás en el cuerpo de una chica tienes que usar ropa de chica. ¡Acéptalo!
―¡Acaso quieres que use…! ―gritó y antes de terminar la frase lo dudo y prefirió hacer un puchero―. ¡No, no y no! ―al gritar se escondió debajo de las sábanas―. ¡Jamás saldré de aquí!
―Por favor… estás en mi casa, dentro de una semana tendremos que volver a la escuela y no arreglaras nada actuando así, también te sugiero que te vayas a bañar…
―¡DEJAME EN PAZ!
Shindou al sentirse ofendido por lo dicho por Kirino, jaló una de las puntas de la sábana.
―¡Kirino! ―exclamó y siguió forcejeando, así comenzaron ambos a jalar la sábana una y otra vez…
―¡Shindou!
―¡Ranmaru!
―¡Takuto!
―¡Niña!
―¡Idiota!
―¡Chica!
―¡Llorón!
―¡Basta!
Y como última acción logró quitarle la sábana dejándolo sin nada con que esconderse.
―¡¿Por qué diablos no me dejas en paz?!
―Escúchame, vas a ponerte la ropa interior de chica porque eres una chica, te pondrás la falda porque eres una chica, serás una chica hasta que encontremos una solución a este problema. ¡¿Entendido?!
Kirino hizo un puchero y cambió su expresión a una tranquila, bueno, más bien una de cachorrito regañado, y eso le dio mucha pena a Shindou, pero le restó importancia…
¿Cómo debería de sentirse un chico que dejo de ser chico? Me siento muy raro y encima creo que… que… que quiero gritarle a todos. En especial a Shindou y no sé porque, su presencia me irrita… ¡Ahhh! Y en este mismo instante estoy sentado en la cama de mi mejor amigo, ahora que lo pienso tengo mucha hambre… ¿Cómo habré terminado así? ¿Le hice algo malo a alguien….? ¡Soy demasiado bueno para que algo así me pasara! ¡¿Quién habrá sido?! ¡Mier…coles! Encima tengo que usar ropa interior de chica. Me sentiré extraño y sería la experiencia más rara de mi vida. ¡Waaaaaa! Le echó la culpa a Shindou. ¡Si, él tiene la culpa de todo! ¡DE TODO!
Como él tiene la culpa de todo voy a mirarlo e imaginar que lo estoy ahorcando...
―¿Estás molesta?
Shindou no pudo hacer una pregunta más estúpida, era obvio, pero como no le presta atención…
―¡SÍ!
El castaño frunció el ceño confundido, ¿Acaso había hecho algo malo?
―¿Qué te hice?
―¡Todo!
―Hum~ No recuerdo haberte golpeado~ .
―Idiota.
―Eh… gracias.
¿Si quiera estaba concentrado? ¡No! Estaba pensando como resolvería esta situación. ¡Bien! Takuto, trataba de prestarle un poquitito de atención a Kirino, ya que esta ha comenzado a hablar… de quién sabe qué, porque la verdad ni entiendo de qué diablos habla.
―Se supone que hay un abismo entre …
¿De qué… está hablando? ¡Arg! ¡Ya! Debo concentrarme, y… ¿cómo será eso de ser una chica? Y… Oh, Kirino ha comenzado a verme con su mirada asesina. Pero, ¿yo qué hice? No recuerdo haber dicho algo malo, ¿o sí? …
―¿Y bien, Shindou?
―¿Bien qué?
―Ya sabía. No me estás escuchando.
―Te estoy escuchando, Kirino. Es sólo que tú estás más… a no sé… ¿sensible?
―¡NO ME ESTÁS ESCUCHANDO!
―¡Ya te dije que no me grites así!
―¡Entonces aprende a escucharme!
―¿Vas a empezar de nuevo, Kirino?
―No, él que empezó de nuevo fuiste tú. ¿Sabes? Dejaré de hablarte.
―Kirino, no estamos para esto.
―Contéstame una pregunta.
―…
―¿Qué era lo que te estaba diciendo?
―Eh… era algo sobre… ―comencé a balbucear tonterías, de verdad, no era mi día y creo que además estaba olvidando algo, pero eso no era lo importante―, sobre lo que te pasó.
―¿Ajá?
―Y… que…
Sí, mi mejor amigo de toda la vida, me estaba ignorando. Le había hablado de un sinfín de cosas y él estaba en su mundo. A estas alturas, ¿qué podía hacer?
¡Gritarle! ¡Gritarle hasta quedarme sin aliento! Es que detesto que no me escuche, es odioso, y lo peor es que apuesto que Shindou sólo piensa en estupideces. Así que lo mire de manera acusadora, me acerqué a él y antes de poder hacer algo su estúpido teléfono sonó.
Y así, Shindou fue salvado por la campana, digo por su móvil…
―¿Aló? ―preguntó el castaño.
―¡Shindou-san! ―exclamó emocionado Tenma desde el otro lado de la línea.
―¿Tenma?
―¡Sí!
―¿Pasó algo?
―¡No! Es sólo que quería recordarle que hoy íbamos al cine.
―¿Al cine?
―¿No recuerda? ―cuestionó con decepción el menor.
―Sí, ya recordé. Sólo que… Kirino no podrá ir…
―¿Por qué Kirino-sempai no podrá ir?
―Es que… tuvo unos problemas…
―¿Son graves? ¿Está bien?
―No es grave, sólo que salió de la ciudad porque un familiar está enfermo y no se sabe cuándo volverá…
―Oh, que lastima.
―Sí… ―susurró y miró de reojo a Kirino y tuvo una idea―, pero tengo a una amiga a la que puedo llevar.
―¿Una amiga?
―Ajá… la conozco desde hace mucho tiempo y no se las había presentado.
―¡Fabuloso! Llévela para que la conozcamos.
―Bien. Nos vemos en el cine.
―¡Ok! Recuerde que es en la tarde.
―Nos vemos más tarde, Tenma.
―¡Adiós, Shindou-san!
En ese instante, Kirino lo miraba con mucha curiosidad, porque no había escuchado ni entendido muy bien lo que había dicho. Shindou por otra parte intentaba analizar un plan que acababa de formular en su mente de pianista, sin embargo su teléfono volvió a sonar.
―¿Sí?
―¿Cómo estás, Shindou-kun? ―preguntó con burla una voz femenina―. Imagino que has de estar muy confundido, pero no sólo tú es más… ¿Cómo está Kirino-kun?
―¿Quién eres?
―Sabía que serías tan idiota de no recordarme ―comentó fastidiosamente la misteriosa chica―. Pero da igual, mira espero que Kirino-kun disfrute de su nueva vida~
―¿Acaso tú…?
―Vaya, pensé que eras más inteligente, Shindou-kun, en fin, como no has comprendido, te diré que yo fui la que "provoque" lo que le pasó a tu amigo digo ahora es amiga. ¿No?
Kirino estaba furioso, así que agarró el móvil de Shindou y comenzó a alterarse…
―¡¿Dime ahora mismo quién diablos eres?! ¡¿Por qué me has hecho esto?!
―¿Quién soy? Pufff, sería una estúpida si te dijera, pero igual, soy una de las mil chicas que Shindou-kun rechazó. Y como soy vengativa pues ya imaginaras porque hice esto.
―Vale, Shindou es un idiota.
"La" peli-rosa hablaba como si el castaño no estuviera allí presente.
―¡Oye!
―¡Shhh! ―calló Kirino―. Dime, ¿qué tengo que ver yo con qué Shindou te haya rechazado?
―Jo, tú también eres igual de tonto que tu amigo ―molestó la bruja digo la chica―. Verás, a Shindou le importa mucho sus compañeros y daría la vida por ellos, ¿verdad?
―Ajá…
―Imagínate que duro ha de ser tener la culpa de que tu mejor amigo se convierta en una chica.
El pianista allí presente comprendió todo, era una venganza explicita hacia él, y quién pagaría por ello sería su mejor amigo de toda la vida, Kirino Ranmaru.
―¡Hey! ¡Tú no tienes derecho a hacerle eso a Kirino! ¡Si yo fui quién te hizo daño, me lo hubieras hecho a mí y no a él!
La chica al otro lado de la línea de teléfono soltó una gran risa.
―¿Ves? Eres una ternurita con tus amigos… ―se burló nuevamente―, tranquilitos, digo tranquillo y tranquilita. Que todo a su tiempo, si quieren una solución ya la hallaran. ¡Esto es todo! ¡Bye, bye!
Y así la chica cruel terminó la llamada dejando a ambos dos rojos de la ira.
―¡Es una bruja! ―exclamó Kirino.
―¡¿Qué diablos le pasa?!
―¡Exacto! ¿Y sabes qué es lo peor?
―¡Sí!
―¡Que es tu estúpida culpa!
―¡Sí, es mi…! ¿Qué?
―¡Shindou todo es tu culpa! Apuesto que la rechazaste de una forma horrenda, ahora yo tengo que pagar las consecuencias.
―¡Espera! Yo no tengo la culpa de que la loca sea se desquite contigo. En verdad, las chicas son tan irracionales y lo único que hacen bien es burlarse de los chicos.
―¿Sabes? Sí, es verdad, las chicas están locas. Ha de ser por tener saturado el cerebro con sus ideas estúpidamente románticas.
―Y lo peor es cuando te engañan y caes en sus redes, son todas unas tarántulas, manipuladoras…
―No le echó la culpa a esa chica por haberles hecho eso ―opinó una dulce y tierna niña de apariencia infantil―. Son unos machistas…
―¿Quién eres? ―preguntaron Shindou y Kirino.
―¿Yo? Soy Nishimura Sachi.
Y así se presentó Sachi, una chica con el cabello color azul oscuro, largo hasta la cintura, el cual adorna con una moña que se coloca a un lado de su cabeza, aparte de arreglárselo para que le quedara un flequillo de lado que le cubre sólo un poco el lado izquierdo, sus ojos son de color amarillo dorado, y su estatura era algo baja. En esos instantes Sachi estaba usando un traje típico de una sirvienta.
―¿Nishimura? ―cuestionó Shindou―. Nunca te había visto.
―Pues yo si a usted, Takuto-sama ―aclaró con una sonrisa radiante―. A usted lo he visto muchas veces junto a Kirino-san.
―Ah… ¿desde cuándo trabajas aquí? ―interrogó la peli-rosa.
―No estoy segura, tal vez desde hace dos años…
―Tanto tiempo y nunca te había visto… qué raro ―opinó Shindou―. Además estás muy joven para trabajar. ¿Cuántos años tienes?
―Tengo trece años…
―¡¿Trece años?! ¡Es imposible que trabajes aquí! Eres una niña ―gritó el pianista y Kirino solamente miraba a Sachi.
―¡Bien! Es mi tía la que trabaja aquí, pero igual… me he pasado varias veces por aquí…
―¿Y dónde está tu tía? ―preguntó Kirino.
―Hace como treinta minutos que salió diciendo que iba a comprar unas cosas para Takuto-sama.
―Entonces tu tía es la que sabe que…
―Kirino-san es una chica ―terminó de aclarar Sachi.
―¿Tú también sabes de esto? ―cuestionó alterada Kirino y la niña simplemente asintió.
―Gritaron muy fuerte… tiene suerte que sólo mi tía y yo hayamos escuchado.
―¿Y no crees que estemos locos? ―Shindou insistía en sus preguntas y Sachi se estaba cansando de ello…
―No. Anoche vi cuando trajo a Kirino-san, también cuando noté que ambos se durmieron después de hablar un montón, y la ninguna persona entró aquí anoche, lo más lógico es pensar que es un mal sueño o que fue un hechizo. Y por último escuché la llamada de la bruja que provocó esto. ¿Más preguntas? ¡No! ¿Verdad? Mejor para mí…
―… Eso no soluciona mi problema y la culpa la sigue teniendo Shindou…
―¿Sigues con eso? Y luego en inmaduro soy yo…
―Deberían dejar de pelear, además ustedes deben aprender mucho de las chicas. ¡Yo los ayudaré con eso!
―¿Ayudar? ―está vez la peli-rosa arqueó una ceja aun estando con la horrenda pijama que de por si le quedaba grande―. No hay nada que hacer…
―¡Claro que sí! ―gritó emocionada Sachi―. Yo también estudio en Raimon. Soy una chica y puedo darte consejos para mantener eso en secreto y que no sea tan evidente que usted es una chica.
―¡Genial! Entonces ella puede ayudarnos a buscar a la chica que te hizo esto. ¿No te parece una buena señal Kirino?
―Pues sí. Supongo que es bueno aceptar su ayuda.
―¡Awww! ¿Puedo ayudar a Kirino-san a arreglarse?
―¿Arreglarme? ¿Para qué?
―¿Acaso no va a ir al cine con Takuto-sama?
―¿Cine? ¿Eh? ¡¿Shindou?!
―Ah, eso… es que, ¿recuerdas que prometimos ir al cine con Shinsuke, Tenma, Tsurugi, Kariya y Hikaru?
―… Sí, pero… ¿les dijiste que no podía ir?
―Bueno, si les dije eso, pero dije que llevaría a una amiga…
―…
Silencio… completo silencio y en ese instante Shindou solamente sintió como Kirino se le tiraba encima, quedando ella encima de él…
―¡Tremendo idiota! ¡No estoy para esas tonterías! ¡Ni creas que voy a salir de esta casa!
―Ve-venga, cálmate… que das mala espina así, toda loca…
―¡¿Loca?! ¡Deja de decirme chica!
―¡¿Cómo quieres que te diga?!
―¡K-I-R-I-N-O!
―Va-vale… ―tartamudeó nervioso―. ¿Podrías quitarte de encima?
―Claro ―susurró y se levantó dejando a Shindou mirando hacia el techo.
―Vaya, el color del techo sí que es desabrido y horrendo. Y por cierto… ¿Nishimura cómo sabías lo del cine?
―Escucho muy bien y si se pregunta… puede que sea demasiado curiosa…
―¿O sea que me espías?
Sachi se puso roja… va da igual, ella era una de las cientos de locas por Shindou, pero era algo más platónico, no se moría tanto por él.
―Este… no.
―Ok…
Hubo silencio en la habitación, todos vieron para distintos lados hasta que alguien tocó la puerta.
―Joven Takuto, ya regresé.
―Pase ―ordenó Shindou.
―Compre lo que me… ―dijo y antes de terminar vio a su sobrina―. ¡Sachi! ¿Qué haces aquí?
―Etto… yo…
―¡Te dije que no vinieras a molestar!
―No estoy molestando.
―Pero desobedeces mis reglas… le tendré que decir a tu madre.
―¡No es justo! Kazuto puede hacer lo que quiere y yo no.
―Mira, Kazuto es muy rebelde, sin embargo eso no justifica que tú lo vayas a ser.
―¿Kazuto? ―preguntaron Kirino y Shindou.
―Kazuto es mi hermano gemelo ―respondió Sachi.
―Que interésate ―comentó Kirino.
―Oh, joven Takuto, aquí le dejo la ropa que compre.
―Gracias y puede retirarse ―dijo el castaño, pero hizo una señal con su mano―. Sólo una cosa.
―Lo que usted diga joven Takuto.
―¿Podría dejar que su sobrina nos ayude?
A Sachi se le iluminaron los ojos.
―Por favor, déjame ayudar ―pidió con la mirada más tierna que pudo.
―Ah… está bien.
―¡Aw~! ¡Gracias!
―Pero ten cuidado y no causes problemas.
―¡Ok!
Así la sirvienta se fue dejando solos a los tres adolescentes.
―¡Les agradezco profundamente que me dejen ayudar!
―No tienes que decir eso. Ahora dinos, ¿qué vas a hacer primero?
―¿Yo? ¡Pues primero Kirino-san se tiene que dar un baño!
―¡¿Un baño?! Así… pe-pero… ―reclamó la peli-rosa intentando articular alguna frase.
―¡Pero nada! Vamos ―animó Sachi mientras le daba empujoncitos en la espalda a la otra chica―. ¡Voy a hacer que luzcas divina!
Shindou intentó aguantarse la risa, imaginar eso le causaba una gracia increíble, mientras que Kirino estaba más rojo que un tomate.
Muchísimos minutos después Kirino ya se había dado el baño, y bueno le costó pues intentaba no morirse de la pena en ese instante, pue su cuerpo ya no era el de antes y ahora tendría que acostumbrarse a eso. Cuando salió de la regadera con todo y una toalla que la cubría, vio como Sachi escogía entre un motón de ropa algunas prendas.
―¿Por qué haces esto?
―¡Me gusta ayudar! Y adoro este tipo de situaciones anormales, como que alegran el día.
"Sí, claro alegran el día", pensó con sarcasmo Kirino.
―Muy bien, ya escogí tu ropa interior ―dijo sin ninguna pena la peli-azul―. ¿Qué te parece?
―E-eh… ―tartamudeó la peli-rosa al ver las prendas color fucsia―. ¡N-no!
―¡No diga eso! ¡Vamos póngaselo!
―¡No quiero!
―¡Vamos, tiene que ir al cine!
―¡No entiendo por qué tengo que ir!
―Si no va, sus amigos vendrán aquí, o si no sospecharan que hay algo raro y usted no quiere que lo tomen como un loco si alguien que no le cree lo termine metiendo en un manicomio.
―Tienes razón…
Si lo pensaba bien, si hubiera la posibilidad de que sus amigos le creyeran sería difícil ya mantener el secreto, y si alguien mayor se enterara de eso, creerían que está loco y lo más seguro es que termine en algo que no quiere…
―¿Se lo va a poner?
―Bien.
Kirino accedió a lo pedido por la niña, y se puso las prendas. Al rato, ella comenzó a pedirle que se probara un sinfín de combinaciones que habían ordenado. Y pasaron muchos minutos, mientras ellas comenzaban apenas a si quiere arreglar algo, Shindou en la habitación esperándolas, desesperado, dando vueltas en la habitación como un loco, caminaba y caminaba, pero a él restémosle importancia, lo esencial son las chicas. Quieres luego de mucho tiempo se decidieron por una de las mil combinaciones hechas.
―¡Al fin! ¿Ya termino? ―preguntó desesperada Kirino.
―No, falta su cabello y maquillarla un poquito.
―¿Ma-maquillarme? No me gusta eso…
―Es sólo un poquito.
―¿Cómo es que sabes mucho de todo esto?
―Mi madre fue maquillista de actores de teatro, además también escogía la ropa de algunos, yo la acompañaba y observaba todo…
―Oh, ya veo. ¿Por qué no vives con tus padres?
―Ellos están en Osaka por trabajo, yo prefería quedarme aquí en Inazuma con mi tía y mi hermano ―ella miró hacia abajo y luego le sonrió―. Le voy a arreglar el cabello.
―Ah, que queda…
―No se preocupe. Todo va a estar bien.
"No sé porque, pero creo que de aquí creo que aprenderé cosas nuevas", analizó Kirino.
Mucho tiempo después Kirino y Sachi salieron del baño. Shindou se encontraba acostado en su cama, mirando nuevamente hacia el techo aburrido.
―¡Takuto-sama!
―¿Eh? ―preguntó sin ningún interés mirando todavía hacía el techo.
―¡Terminamos! ―volvió a gritar Sachi.
Shindou se levantó y miró a Kirino, quién llevaba una mini-falda algo abombada color blanco, una camiseta de color rosado con un poco de escote en el pecho, encima de esta llevaba un chaleco abierto de color violeta adornado con circulitos de color blanco, también llevaba unas medias cortas de color blanco, y unos zapatos deportivos color blanco con rayas fucsias. Y su cabello estaba suelto, y como ahora es largo le llegaba casi a la cintura, su flequillo seguía casi tan desordenado como antes, sólo que tenía un brillo que denotaba hermosura. También tenía un poquito de maquillaje encima, pero ni se notaba. Y con todo esto, encima Kirino tenía un sonrojó leve porque todavía no se acostumbrada a ello.
Shindou miró a la peli-rosa y…
Notas:
¡Aquí el capítulo de hoy! Si hubo algunos errores lo siento, la verdad no me fije :/ Sin más ojalas les haya gustado.
Agradezco a rox siniestra , rikka . senbon , raf-lily, THe Normal GIrl ¡Gracias por el Fav, Follow, o Review!
Ojala les haya gustado esta conti, ¡y a todo aquel que lea esto gracias! xD
En fin, si tienen alguna sugerencia son aceptadas, si quieren que Kirino o Shindou hagan algo díganme, o si tienen algún personaje que quieren que aparezca me dicen ;D Claro que sea coherente xD sin más hasta el otro capítulo.
¿ReViEwS?