Desclaimer: Fairy Tail no es mío, es propiedad de Hiro Mashima-sama :)
El Fuego Perdido
Prólogo
— ¡Natsu! —desperté sobresaltada y cubierta de sudor.
Con mi respiración agitada observo a mí alrededor y me doy cuenta de que estoy en mi habitación, que solamente se ilumina gracias a la luz de la luna que se filtra por la ventana.
La ventana se encuentra abierta y una brisa fría acaricia mi piel en un silencio que me consume por dentro.
Las lágrimas comienzan a salir y oigo los sollozos de una bola azul que se encuentra a lado mío.
—Happy… —susurro pero no consigo respuesta—no haz dormido aún ¿verdad?
—No, yo sé que Natsu volverá —dijo con la voz quebrada.
En ese instante sentí un nudo en mi garganta y las lágrimas se apresuraban más por salir—Tu lo viste, Happy… Natsu… está muerto —mi estómago dio mil vueltas y un fuerte dolor en mi pecho comenzó.
— ¡No! — se negó Happy para luego derrumbarse por dentro y llorar, mirándome con su cara llena de lágrimas de que había estado llorando toda la noche. Lo abracé con fuerza. Era difícil de creer.
''Lucy, te quiero''
Lo recuerdo, sus últimas palabras y contengo los saltitos mientras me muerdo mi labio inferior. Ni si quiera hubo tiempo para responderle pero si hubiese podido le habría dicho que yo también.
—Happy…
—Lucy, yo sé que él no ha muerto, él es Natsu, él dijo que nunca nos abandonaría y que siempre nos cuidaría, que somos sus amigos y que nos falta muchas aventuras, él no puede. Él aparecerá por esa ventana e invadirá tu hogar y te pedirá para hacer una misión como siempre lo hizo, yo sé…. Él… él… nos quería mucho a… a nosotros… no… n-nos abandonaría —con esto me abrazó más fuerte y comenzó a gritar mientras su llanto se hacía más fuerte, ¿quizás por el dolor de saber que nada de eso pasara, de que todo eso simplemente ya… terminó?
Aunque yo también quisiera que eso pasara, no iba a pasar. A pesar de que siento que quizás esté vivo, yo lo vi morir.
—Lo extraño, Happy — confesé. Happy se detuvo por un momento pero luego volvió a llorar.
—Yo también —su voz quebrada me mataba e intensificaba mi nudo en mi garganta. Mis lágrimas caían sobre él así que las secaba constantemente.
Me desperté sin saber cómo y en qué momento me había quedado dormida. La luz del sol me molestaba profundamente y gruñí ante esto como respuesta.
Me froté mis ojos y casi nublada la vista llegué al baño. Una vez que terminé de prepararme fui a la cocina y me encontré con Happy, Erza y Gray desayunando junto a un plato en un lugar vacío, lo que supuse que era para mi.
—Buenos días, Lucy —saludo Erza.
—Hey, Lucy —lo hizo igualmente Gray levantando una mano mientras con la otra tenía té, supongo.
—Buen día—respondí finalmente para sentarme— gracias —agradecí y Erza asintió.
—No soy muy buena pero hice el mejor esfuerzo — me confesó luego de un silencio.
Lo probé y de verdad se encuentra delicioso pero fue difícil hacer que mi sonrisa pareciera verdad —esta delicioso, gracias Erza.
Asintió nuevamente y continuó comiendo su torta favorita, fingiendo igual que todos una sonrisa.
Un silencio inundaba el lugar. La verdad no escuché ni una palabra salir de la boca de Happy que terminó de comer dos pescados.
—Entonces ¿Qué tal tu novela, Lucy? —preguntó Gray tratando de romper el silencio incómodamente.
—Bien, estoy a punto de terminarla.
—Qué suerte. La última vez que lo leí…
Me sonrojé y le tiré lo primero que encontré, él rio por debajo pero fue algo… seco al final.
— ¿y tú que tal con Juvia? —preguntó Erza.
—Eh… eh... —reímos un poco por ver su sonrojo.
—Gray, tu ropa —le hice recordar que no traía puesta.
Erza sonrió pero luego se desvaneció su sonrisa.
— ¿Y tú que tal con Jellal? —volví a hablar picaronamente.
—P-p-p-p-pues…. ¡Lucy! —dijo completamente roja que competía con el color de su cabello.
—Lucy… —dijo Happy sombríamente.
— ¿Si? —respondí con cautela.
—Acompáñame —me miró directamente— por favor.
Nos quedamos en silencio a ver el comportamiento de Happy y como sus ojos suplicaban.
—Sí.
Luego de un tiempo Erza y Gray se retiraron y fueron hacia el gremio, en cambio Happy y yo fuimos al cementerio.
El comportamiento de todos pues era porque Makarov mientras caían sus lágrimas decía que a Natsu no le hubiese gustado vernos así. Hace pocos menos de tres meses había sucedido pero aún yo sigo teniendo pesadillas o simplemente no puedo alcanzarlo aunque intento y los demás tratan de fingir sonrisa tratando de hacer lo que Natsu hubiese deseado.
Llegamos mientras los copos de nieve caían sobre nosotros. Yo tenía puesto un gorrito blanco, un saco blanco, un jean negro ajustado, botas negras y la bufanda de Natsu.
Estábamos mirando la tumba de Natsu y Happy se puso sobre ella queriendo como abrazarlo. Mientras el gato soltaba algunas lágrimas de nuevo y yo me encontraba perdida en los recuerdos que tenía junto a él, fue cuando me di cuenta que un colgante estaba entre la nieve que lo tapaba por poco y del cual emanaba una energía mágica.
La agarré y tenía la forma como la de un diente de tigre, solo que esta era transparente y tenía un líquido azul en el.
— ¿Qué es eso, Lucy? ¿Por qué está eso aquí?
—No lo sé —respondí con sinceridad. ¿Por qué estaba esto aquí?
—Vamos junto al master para ver si sabe algo sobre eso —sugirió.
—Sí—Asentí.
Fuimos al gremio y la falsa alegría estaba presente. Sin hacer mucho caso a los demás fui junto a Mirajane para preguntar por el maestro. Me respondió con que pasara nomas directamente y eso fue lo que hice. Me di cuenta de que quería preguntar el por qué queríamos hablar con él pero solo se inmutó y con una sonrisa nos despidió.
Entramos en la oficina y Happy llevaba el colgante. El maestro Makarov se había dado la vuelta de su silla para mirarnos.
— ¡Lucy! ¡Happy! — Se alegró de vernos— ¿sucede algo? —y tenía todo el derecho a que su voz esté preocupada ya que no entro mucho a su oficina
—Fuimos a la tumba de Natsu —dijo Happy con determinación y la mirada triste en Makarov apareció —Y encontramos esto —sus cejas se levantaron en curiosidad. Happy le entregó el collar y él lo examinó.
— ¿Qué puede ser eso, master? —pregunté.
Su cara era seria, parecía tener una pizca de rabia pero solo se quedó callado. Luego de un minuto de silencio dijo: —Le daré a Porlyusica para que lo examine —asentimos— ¿algo más que pueda hacer por ustedes, hijos? —volvió a preguntar dejando de lado el tema.
—Nada más. Gracias, master.
—Claro —les avisaré cuando sepa.
—Sí — Asentimos con Happy para irnos después.
Fuimos junto a los chicos en la barra y ahí nos quedamos charlando.
—Vamos a hacer una misión —dice Gray mientras yo tomaba mi bebida.
—Me parece bien, hace mucho ya no hacemos nada —me miró Erza— ¿Qué dices, Lucy?
—Pues el cobro por mi departamento se acerca y necesito algo de dinero.
— ¡Bien! —Dijo Gray— Vamos a elegir pues.
— ¿Y Happy? ¿Tú que dices? —pregunte antes de irme con Gray a elegir la misión.
—Aye —respondió sin ánimo. Una mirada de pena por el gato se me cruzó pero la cambié de inmediato.
Encontramos una misión, viajar hacia un pueblo un poco abandonado, matar unos monstruos que aterrorizan a las personas de la zona, cobrar e irnos. Sencillo.
Apenas aceptamos la misión y esa misma tarde nos fuimos al lugar. Se sentía raro no venir con nadie que se enfermara. Me quedé dormida mientras me imaginaba que él podía estar frente a mí y vomitando por la ventana, de verdad, lo extrañaba y nada era igual.
¿?¿? Punto de Vista.
—Despierta.
— ¿Dónde estoy? ¿Yo creí que estaba…
—¿Muerto? Pues no… Bienvenido a Tártaros, Natsu Dragneel.
Gracias por leer chicos. Espero que les haya gustado y bueno pues les dejo en sus manos la decisión de si quieren que siga o no, así que espero leer sus comentarios y esta es la idea que se me ocurrió para esta nueva historia Nalu :)
Espero que hayan disfrutado de la ''propuesta'' de fic
Besos y nos leemos pronto :* 3
Zo, bye
