Les presento mi primera historia :3

Los personajes no son míos, son de Akira Amano, solo uso los personajes como entretenimiento y sin fines de lucro.

*Notas al corregirlo un año después*

Ohio/Konnichiwa/Konnbanwa –minna-kun

¡Por Primo!, cuando se me ocurrió volver a leer esto enserio que quise meter la cabeza a un agujero. Empezando por los guiones equivocados, el millar de notas de autor, uso excesivo de puntos suspensivos, falta de puntos al final de las oraciones, números en cifras y los errores de ortografía más simples, ¡sin contar todos los fallos de redacción!

El summary también estaba horrible.

Me propuse revivir este fic y dejarlo presentable, espero que lo disfruten :D

Advertencias: TYL! y muy probable OoC no intencional. ¡A leer!


Volver a estar junto a ti

Capítulo 1 "Separación"

—Lambo, Lambo-san debe ser fuerte, de-debe resistir.

*Flash back*

Lambo e I-pin, junto a los demás residentes de la casa Sawada se dirigían a su hogar luego de un día de campo al "estilo Vongola" . Todos regresaban con caras sonrientes, menos Tsuna claro, quien venía medio muerto arrastrando los pies.

Casi al llegar divisaron una extraña figura frente a la puerta y los que lo notaron se prepararon para atacar, lentamente y agradeciendo la ignorancia de Nana, se acercaron cautelosos.

—¡Maestro!—grito emocionada I-pin mientras corría a su encuentro y los demás bajaban la guardia al identificarlo.

Fon los saludo con una pequeña reverencia como es de esperarse, agradeciéndoles por cuidar a su pequeña alumna, la señora Sawada lo invito a pasar y como siempre le ofreció te.

—Ciaussu, Fon—saludo Reborn cuando por fin se encontraron solos y sentados alrededor de la mesa de la cocina-—¿Cómo ha ido tu tratamiento con Verde? ¿Ningún inconveniente?—pregunto fingiendo-o disimulando, nunca se sabía con el asesino-interés.

—Ninguno, ha funcionado muy bien—señalo—tú también deberías empezar con él, mi cuerpo ya casi vuelve a su edad correcta.

—Me alegro, pero viniste por una razón, y no fue para convencerme de tomar el tratamiento de ese científico loco—no fue una pregunta, sino una afirmación.

El chino asintió

—Tan perspicaz como siempre Reborn—le felicito y después soltó un largo suspiro, recargando su mejilla en su mano cubierta por su larga túnica— en realidad vengo a despedirme, ahora que volví a ser como antes tome la decisión de volver a china y seguir con mi entrenamiento, así que no te veré ni a ti ni a los Vongola por un largo tiempo.

—Ma-Maestro—a I-pin casi se le cae la taza de té que le estaba sirviendo a su maestro, y comenzó a sollozar, pero no, no derramaría lágrimas, le tenía que mostrar a su maestro que ella era fuerte.

—No llores I-pin—le suplico agachándose hasta ella y limpiándole la mejilla-—también he venido para otra cosa,—pauso para darle tiempo a la pequeña de calmarse—¿Te gustaría ir conmigo? Seguiré con tu entrenamiento, tu etapa de aprendizaje en Japón ha terminado.

A la niña se le iluminaron los ojos, y sonrió lo más que sus pequeños labios le permitían.

—Por supuesto que I-pin ira maestro, sería un honor.

*Fin del Flash back*

Y ahora, se encontraban todos en el aeropuerto para despedirse de su pequeña amiga.

—Adiós I-pin, cuídate mucho, Haru y los demás de extrañaran~desu

—Nos vemos I-pin-chan, estaré esperando el día en que nos volvamos a ver—se despidió la peli-naranja.

—Vuelve a casa cuando quieras, ka-san estará muy feliz de tenerte en casa de nuevo –después de eso Tsuna sonrió de esa manera tan tranquilizadora que solo el sabia dar, evitando que la china iniciara la cuenta de la bomba pinzu.

Lambo que aún permanecía en brazos de Nana no dejaba de repetir en su cabeza —Lambo, Lambo-san debe ser fuerte, debo resistir— mientras unas rebeldes lagrimas trataban de salir, ¿qué más podía hacer?, si mejor y única amiga se iría y no la volvería a ver en mucho tiempo.

Ella, la que siempre se preocupaba por él, con quien jugaba todo el tiempo y la única que lo soportaba y perdonaba no importa cuánto la molestara.

I-pin se iba a un lugar lejano… ya no podrían crecer juntos, no irían a las mismas escuelas, no asistieran juntos a Nami-chu como él siempre se imaginó que seria. No quería separarse de ella, pero, también fue ella la única que siempre lo apoyo y aun cuando lo regañaba todo el tiempo nunca se enojó verdaderamente con él ni siquiera fue grosera.

Ella lo quería , acepto a ese niño llorón y malcriado, por eso, esta vez no sería egoísta y la dejaría marcharse con la persona que ella mas quería, pero tampoco la despediría con lágrimas en los ojos, después de todo él era el grandioso Lambo-san, el mejor hitman del mundo y no podía darse el lujo de que su amiga supiera que estaba triste por su partida.

Bajo de los brazos su mamma y corrió hasta donde estaba la china—debo resistir, debo resistir—seguía repitiendo en su cabeza, se paró frente a ella y le regalo la sonrisa más tierna que pudo forzar

— Que te valla muy bien I-pin, vuélvete muy fuerte y regresa— se metió la mano al afro, saco una paleta (*)y se la tendió a la niña —Toma, para que no olvides lo genial y generoso que es el gran Lambo-san.

—Lambo— la arte-marcialista apretó el dulce contra se pecho y por los altavoces se anunció la llamada para el próximo vuelo a china, sin perder más tiempo la pequeña le dio un rápido beso en la mejilla al niño con traje de vaca y corrió para desaparecer tras la puerta de revisión para abordar el avión.

Todos ahí habían observado la tierna escena y notaron como una luz blanca y con florecillas envolvía a los más pequeños de la familia y el ambiente a su alrededor, también como al bovino le apareció un pequeño sonrojo, pero, al desaparecer I-pin tras la puerta el aura donde el permanecía se esfumo y este callo de rodillas

—Debo resistir, debo resistir.—y sin más demora las lágrimas comenzaron a brotar por sus ojos.

Y así es amigos, esta fue la primera vez que Lambo "resistió", al menos hasta que ya no vio a su amiga.

* Diez años después*

Caminando por las calles de Italia se encontraba un peli-negro, ya con su cabello bien cortado y cepillado, su camisa de estampado de vaca y semi-abierta, ya como todo el "Otona-Lambo" de quince años.

Cuando tenía once, Tsuna había decidido enviar de regreso a Lambo con su familia para que estudiara en Italia, los Bovino estaban pasando por tiempos tranquilos y podrían darle un mejor ambiente para su formación, el al principio se reusó a irse pues decía que I-pin podría volver en cualquier momento y quería estar allí, pero, un día llego una carta.

Al principio parecía la rutina normal de las cartas mensuales de Fon, pero en particular la que acababa de llegar decía algo muy diferente, normalmente hablaban del progreso de la niña y con eso podían sacar cuentas de cuando volverían-y según Lambo eso sería pronto-pero esta no decía nada de eso, en cambio fue muy corta y eliminaba toda esperanza.

Vongola:

Tengo que ser breve, solo quería informarles que nos quedaremos indefinidamente en China, ya que se nos dio la oportunidad de volver a levantar un antiguo dojo en las montañas, I-pin decidió que se quedara aquí a apoyarme, pero no se preocupen, el destino hará que nos volvamos a ver algún día.

Fon.

—¿Algún día nos volveremos a ver, eh?—se dijo a si mismo Lambo, pero su charla con si mismo fue interrumpida por una nube rosaba.

La nube tapo completamente su vista, y cuando se desvaneció pudo ubicarse en la vieja habitación del décimo.

Parece que mi pequeño yo ha usado la bazuca de los 10 años por accidente otra vez—pensó, recorrió el lugar con su vista y diviso a Tsuna sentado en la cama- Yare yare, joven Vongola-saludo.

—O…Otona-Lambo, Otona-I-pin-señalo lo obvio.

—¡I-pin!—la mente del bovino se paralizo al oír ese nombre- I-pin, ¿puede ser eso posible? ¿Dónde?

—Ah,¡ Sawada-san!

Y así es se encontraba junto a una linda joven de más o menos su edad, trato de disimular su asombro y como buen casanova la reviso disimuladamente de pies a cabeza, la chica trato de salir de allí diciendo algo sobre ramen y el trato de seguirla, pero…

—RO-ME-O-—apareció Bianchi tras de él con un par te pasteles de "poison cooking" y como era la rutina, el Italiano salió disparado rogando que los 5 minutos se acabaran pronto, no sin antes darle una última mirada a una china con dos trenzas que corría por la calle.

La nube rosada volvió a envolverlo y suspiro tranquilo.

El efecto se había terminado y se encontró a sí mismo en un parque que estaba como a quince calles de su lugar original—Yare yare, ¿Qué hizo mi yo de cinco años para llegar hasta aquí?— hablo consigo mismo, al menos estaba más cerca de la mansión, suspiro hondo y comenzó a andar.

¿En serio esa era I-pin?-—no se veían en diez años y se reencontraban en el pasado, cuando ellos todavía estaban juntos, sonrió al recordar eso.

Pero ella ni siquiera le había prestado atención, solo decía algo de que los fideos del señor Kawahira se iban a pasar de nuevo. Dejando eso de lado se volvió a concentrar en la chica —Siempre me imagine que no sería una chica muy bonita, digo, no es por nada pero de niña tenía una frente inmensa y llevaba una trenza al estilo palmera, siempre tenía los ojos cerrados y era muy menuda

La imagen de la chica encorvada, con enormes gafas y una frente que le llegaba más allá de una mano entera que tenía en su mente se desvaneció y fue sustituida por esa hermosa chica— Aunque, al menos estaba en lo correcto en algo, sus dos trenzas, pero, si hubiera sido como originalmente me la imaginaba aun la seguiría queriendo- al decir esto se abofeteo mentalmente tratando de eliminar el sonrojo que se había formado—la quiero, pero como amiga de la infancia ¡ A-MI-GA!, espera un momento ¡por qué rayos llevaba puesto un atuendo de chica repartidora de ramen!

—Ah, Lambo-san ha vuelto— el de camisa de estampado de vaca se sobresaltó, había llegado frente a la mansión Bovino y no se había dado cuenta— Ha recibido una orden del Decimo Vongola

—Yare yare, ¿Una orden?—tomo el papel que le extendían, tenía la marca de la última voluntad así que era real, lo desenrollo y comenzó a leer. Tenía una redacción bastante personal, lujo que el Vongola solo se daba para referirse con sus más cercanos amigos

Lambo:

El tiempo ya ha pasado, espero que disfrutaras de tu vida "normal" en Italia, pero ya es hora de que vuelvas a Japón para continuar tu entrenamiento como el Décimo Guardián Vongola del Rayo, todo está listo para que regreses en quince días, los boletos de avión ya están comprados y tu inscripción en Nami-chu completa.

Te estaremos esperando, por cierto, mi madre espera ansiosa volver a verte, también vivirás con ella y te hemos acomodado en la misma aula que I-pin para que estés más cómodo.

Atte.

Sawada Tsunayoshi Decimo Vongola

—¿Con que ya es hora de volver he?—se tomo un momento procesando la información—¡Espera! ¡¿Qué?!


Fin del primer capítulo, por cierto: ¡Hola!, siempre olvido eso, pues ustedes que opinan, me merezco una palmadita en la espalda o una patada en el trasero, pero recuerden que soy novata así que no me pateen muy duro, y si alguien me quiere dar una "crítica constructiva" bienvenida sea.

*Notas después de corregirlo*

(*)Chupeta, pirinola, ya saben, como las de la Chilindrina, Lambo por lo general tiene una rosa en su desastre de cabello.

Enserio, tuve que reescribir gran parte del capítulo, además de lo que ya recalque antes, le faltaba mucha narración ¡y estaba súper OoC -sabía que estaba OoC, pero no tanto-, es el primer capítulo, así que espero que los demás no estén tan mal.

Iba a borrar mis viejas notas pero me dio nostalgia :)

Nos leemos la próxima ;)