-No se que me molesta más.- dijo el joven Shane luego de colocar la bandeja en una mesa para arreglar su ropa.- Los pasajeros presumidos o este disfraz.- Su babosa infierno comenzó a reir.

-¡PUES YO CREO QUE TE VES MUY SEXY!- gritó una de las muchachas en el set.

-¡Corte! Por favor, estamos en plena grabación.- pidió el director mientras Eli miró avergonzado su corbatín.


Uno de los enormes trenes de carga de industrias Blakk frenó justo a tiempo antes de chocar con una locomotora mucho más pequeña adelante.

-Ya era hora de que vinieran.- dijo el extraño conductor del vehículo mal aparcado.- No puedo lograr que esta cosa se mueva.- explicó golpeando una de sus ruedas.

-Prueba ahora.- le indicó el guarda que había bajado a ayudar. El anciado acató, pero no sucedió nada.- Bueno, la verdad es que no entiendo. Tal vez tenga algún repuesto que nos sirva.- dijo caminando hacia su propio tren.

-Pero que mal estoy.- rió el desconocido al hacer arrancar de repente el cacharro.- ¿Puedes creer que estuve...?- Silencio repentino.

-¿Shannon?- llamó el director al ver su expresion al quitarse la máscara.

-Lo siento.- dijo ella con una mano en su garganta.- Fingir voces no es lo mío.


-Aquí vienen.- dijo Eli asomándose desde afuera.- Sigan con el plan. Todo saldrá... ¡Wow, cuidado!- exclamó de repente sujetando la cintura de su compañera.

-¿Y ahora que pasa?- se quejó el director.

-Shannon estuvo a punto de caer.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No es mi culpa que las ventanas de los trenes no tengan barandas para asomarse con medio cuerpo afuera.- se defendió la chica.


Trixie lanzó una babosa jabonosa. Todo dependía de esta ahora para detener el veloz tren antes de estrellarse contra el muro de roca. Afortunadamente, fué suficiente para retener el impacto. Más no evitó la caída de los cuatro pasajeros en su interior.

-¡Corte! Buena toma, chicos.- felicitó el señor Fipke. Shannon y Samuel salieron del tren.- ¿Y los otros?

-Una ambulancia, por favor.- escucharon pedir a Davi. Samuel se asomó para ver apenas su mano debajo del gran troll.

-


Furiosas de lo que acababan de oir, las babosas se lanzaron contra el joven de cabello rubio, como una especie de venganza por los suyos que habían sido convertidos.

-¡Auch! ¡Hey, esperen!

-¡Corte! ¡Corte! ¿Qué pasa?- Las criaturas lo dejaron en paz al escuchar esto.

-Una de ellas me mordió.- Sorprendido, el director volteó a ver a las criaturitas, encontrando culpable a una sierra que miraba "casualmente" en dirección contraria...

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