CAP. 31 Hoy, somos mayores

Heather estaba inquieta desde que le dijeron que ese día temprano llegaría el equipo de Tacio con los Black faltantes.

La solución que encontró para ocultar lo que sentía fue esperar al lado de los otros por su llegada, Hipo se encontraba al frente para darles la bienvenida, pero la azabache apenas si prestó atención.

Se enfocó nuevamente cuando vio a Thoor y sonrió al ver poco después a Tacio, habló un poco con el castaño antes de despedirse, mientras que Helmy y Thorlak bajaban con su pequeño.

Verificó al rubio de pies a cabeza y una vez no notó ninguna señal de que estuviera lastimado, soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo, sus sentimientos se estaban saliendo de control, y aún no reunía el valor para ser sincera con él, ¿Él siquiera sentía lo mismo que ella?

Cuando lo vio alejarse de los demás pensó en hablarle, pero Patapez le había ganado, se quedó con la mano medio levantada mientras los veía hablar y suspiró.

— ¡Heather!, ¿Pasa algo?

La azabache volteó a ver al de ojos verdes.

— Quería hablar con Tacio, pero Patapez me ganó, no importa, el viene cansado, será más tarde.

Se dio cuenta que habló más rápido de lo normal y su vista fue de nuevo hacia el par de rubios, parecía decepcionada, él intuyo que fue por no poder hablar con Tacio antes que los demás. Hipo sonrió, pero se guardó la risa para sí, se pregunto si así se sentían sus amigos cuando el y Astrid no aceptaban sus sentimientos.

— ¡Patapez, necesito que me ayudes con algo!

— ¡Claro, voy enseguida Hipo!

El de ojos verdes le guiñó un ojo a su amiga, que se sonrojó al saber que lo hizo para que pudiera hablarle a Tacio.

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Aaren no era un guerrero, él lo sabía, sólo era un sobreviviente que pudo congeniar con un dragón peligroso, le faltaba mucho para llegar a un nivel en el que los demás guerreros lo vieran como un igual, pero en aquel momento sentía una gran impotencia al estar en el Gran Salón, discutiendo sobre el ataque a la tribu Berserker sin poder decir nada de ayuda, sencillamente no sabía si debería estar ahí.

Ver a Hipo escuchando opciones luego de dar su plan principal le dejaba ver aún más claramente lo mucho que había cambiado su amigo, ahora era el líder de una tribu y él era el chico que fue esclavo y tenía poco de haber regresado. Incluso Axell hacía comentarios de vez en vez, aunque muchos de ellos los dirigía primero solo a Hipo.

Tacio, a pesar de su reciente llegada de un viaje sin descanzo estaba allí de pie también, poco después, Hipo lo despidió diciéndole que descanzara un poco, al final hizo caso aunque mencionó que no era problema para él estar un poco más tiempo despierto; una vez acabado todo, se sintió tan inútil como la vez que Erik le gano en un pequeño encuentro.

— Siento no ser de mucha ayuda. — le dijo al de ojos verdes una vez estaban afuera y los demás se habían ido.

— No sientas nada Aaren, sé que todo esto es nuevo para ti, para mí ya es un gran apoyo que estés aquí y nos ayudes con Snowmoon y en la Academia.

El joven líder le sonrió y salió junto a Axell, parecía que tenía algo importante que hablar con él, Aaren suspiró, esperaba convencerse de ello el mismo.

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Unos días después de la reunión de toda la familia Black, se enteraron de la disputa entre el alpha y el nuevo dragón que no quería aceptarlo, aparentemente, el SnowBlizzard hizo algo imperdonable para el normalmente amistoso Furia Nocturna, nadie lograba hacerlo hablar, irradiaba enojo solamente contra el nuevo visitante.

Por supuesto, eso se habría arreglado más rápido si el castaño haya estado disponible para hablar con su amigo dragón, pero Chimulo se estuvo guardando su disgusto, y ese día que empezaron a insistir más, tuvo menos ganas de dar razones a los demás.

Si algo tenían en común Chimuelo e Hipo, era su insaciable sed de paz entre humanos y dragones, el Furia Nocturna confiaba en el castaño desde aquella vez que un chico humano no lo mató a sangre fría e intentó enmendar su error haciendo que el pudiera volver a volar.

Juntos pasaron por muchas cosas y siempre estaban el uno para el otro, custionaba a su amigo humano cuando lo consideraba pertinente, aunque la mayoría de las veces resultaba que tenían ideas parecidas y congeniaban en las acciones que hacían en conjunto, por eso fue que había dejado que los Hooligans mataran a ese par de dragones que estaban envenenados.

Pero el que se había salvado, a ese no lo aceptaría, el no sería el alpha de un dragón así.

— Vámos, el chico nuevo ocupa un lugar, Hipo quiso salvarlo.

Le dijo Patán para intentar convencer al dragón, pero él solo resoplaba molesto y gruñía para con el SnowBlizzard que estaban pidiendo que aceptara.

El Jefe de Berk estaba ocupado, iba a reunirse con otros Jefes para hablar sobre las acciones que planeban los Hooligans en contra de Narfi, también quería informarles sobre la participación del grupo de Valeska. Asi que estaban los principales jinetes intentando convencer al alpha de los dragones de Berk.

Pero Chimuelo no lo aceptaría, estaba corrompido, su sexto sentido le decía que en cualquier momento llegaría a atacar a las crías, tanto de dragones como humanas, ese dragón no tenía salvación, estaba lleno de odio hacia cualquier ser vivo.

Si Hipo tenía desición sobre los humanos, el tendría sobre los dragones, con todo lo que eso implicara, sabía que podría hacer comprender a su mejor amigo de ello.

Mientras pensaba todo eso, los jinetes seguían insistiendo, pero Chimuelo no escuchaba y se hartó, porque sencillamente no soportaba ver a aquel dragón y le molestaba aún más que no aceptaran su desición.

Rugió molesto, mostrando esos tonos azules que le caracterizaban, los que usaba solo cuando daba una orden y pidió que se alejaran de él.

Los jinetes y todos los presentes se congelaron al ver a Chimuelo así.

"No me cuestionen, si tienen réplicas, sólo las hablaré con mi hermano".

El SnowBlizzard parecía intimidado, y de todas formas solo podía mantenerse quieto mientras estaba encadenado y aislado de los demás, Hipo no había podido hacer su magia en esos días y sólo Chimuelo era quien se acercó al dragón y el cual le dio la órden a los demás dragones de alejarse de él.

"A ese dragón… lo único que le espera es la muerte, no podrá convivir con nadie más."

— ¿De qué estás hablando? — Eret fue el único que pudo hablar, pero sin usar el lenguaje de los dragones.

Aún con eso, Chimuelo le entendió, llevaba suficiente tiempo conviviendo con humanos para entender parte de sus expresiones también.

"Esperaré a que venga mi hermano y se lo diré a él… después él les contará."

Dejó de ver a los jinetes y se dirigió al SnowBlizzard.

"Tú, tendrás que irte pronto, no quiero verte cerca de mi territorio."

Pocas veces se veía al Furia Nocturna de aquella manera, Thunder, que estaba cerca, era de las pocas que sabía que estaba pasando con aquel dragón, tampoco parecía feliz cerca de él. Chimuelo comenzó a apartarse, ignorando lo que decían los jinetes, Thunder lo siguió.

"Podrías ir a contarle primero a Astrid…"

"¿A la pareja de mi hermano?, he escuchado que es mejor no preocupar a las hembras humanas cuando están esperando crías."

Thunder rugió enternecida por las atenciones que tenía Chimuelo para con la rubia, contrario a como otras hembras podrían interpretarlo e incluso celar debido a las atenciones que tenía el otro Furia Nocturna, ella sabía que Chimuelo veía a los líderes de Berk como su familia y Thunder comprendía bien ese sentimiento.

"¿Qué?"

El joven líder Alpha no entendía la reacción de Thunder.

"Nada, sólo espero que pronto puedas contarle todo a Hipo, sé que él entenderá."

"Mientras lo vigilen al menos no hará una locura, pero debe de irse de Berk… o morir."

"Podría ocacionar problemas fuera… ¿Crees que Hipo lo acepte?"

"El ya ha matado humanos por el bien de Berk… yo mataré a los dragones que sean una amenaza."

Ella acercó por un momento su hocico al cuello de él, una breve caricia para tranquilizarlo. Chimuelo se estremeció y por ese instante olvido parte de su enojo, se había vuelto tan natural entre ellos… pero ahora entendía a su hermano de no querer contar sinceramente a todos lo que estaba pasando, no era el momento, aún cuando quería que Thunder fuera su compañera-y única posible, si lo pensaba sinceramente-. Con todo lo que sucedía…

"¿Chimuelo?"

Salió de su ensimismamiento y miró al cielo, no faltaba mucho para que se acabara la reunión de los Jefes y el tuviera que hablar con Hipo.

"Sólo estaba…pensando."

"Deberías sacarlo ya, para que te concentres solo en hablar sobre ese SnowBlizzard con Hipo."

"Las hembras de cualquier especie son astutas, apuesto a que ya sabe lo que me tiene así" pensó. Él la miró por un momento que pareció demasiado, pero Thunder esperó pacientemente. Chimuelo supuso que era un momento tan bueno como cualquier otro, asi que la guió hasta el bosque, quería mostrarle aquél lugar donde se hizo amigo de su jinete y al cuál llamaba hermano.

"Aquí lo conocí…"

Sabía que Thunder lo escucharía hasta que llegara a la razón principal de todo.

"Es un lugar lindo, no me imagino lo frustrado que estuviste aquí sin poder volar."

"Fue una tortura, estaba tan enojado y luego el llegó de pronto e intentó ponerme aquella cola ficticia… pero estoy feliz de que sucediera."

Siguieron hablando un poco, a ambos les gustaba hablar sobre viejos recuerdos. Hasta que Chimuelo decidió ir al punto.

"Nosotros… no somos como los humanos y yo quiero estar contigo Thunder… pero no puedo pensar en crías con todo lo que viene, quiero estar allí y deseo vengarme de quien mató a uno de los míos, y sé que tu también quieres ayudar a Erik y a su familia."

Ella supuso a donde iba Chimuelo, pero decidió dejarlo continuar.

"¿Aceptarías eso?... ¿El que te llame mi pareja aún cuando tengamos que esperar hasta casi el próximo tiempo de nieve?"

Si pudiera ella había sonreído ampliamente como lo hacían los humanos, en su interior saltaba de alegría.

"Podríamos ser posiblemente los últimos de neustra especie… creo que podremos tomarnos nuestro tiempo."

Volvió a acercarse, esta vez, ambos escondieron sus narices en el cuello del otro. Estaban juntos, se entendían y formarían una familia en el futuro y eso los alentaba a acabar con todo lo relacionado con Narfi y los Berserker que aún amenazaban con su paz.

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— Si Chimuelo dijo que no, entonces liberen al dragón, no obligaré al alpha de los dragones de Berk a aceptar a alguien que no se ganó su confianza.

Los demás jinetes se miraron un momento entre ellos. Poco después llego el nombrado al lado de Thunder.

"Hermano…"

— Está bien amigo, puedes contarme después, nadie te detendrá ahora.

Chimuelo le dio un leve empujón amistoso, contrario al enojo que les había mostrado a todos ese mismo día, sabía que Hipo lo dejaría tomar su desición.

"Es una amenaza… pero dejaré que el destino decida ya que aún no ha hecho nada aquí".

Y esa misma noche, hizo que el dragón se fuera de Berk, un alivio lo enredo, aunque Chimuelo se sorprendió a sí mismo deseando que aquel dragón no viviera mucho más, alguien con pensamientos tan oscuros sólo estaba a un paso de dañar a los demás.

Ya en la casa, mientras las mujeres dormían, Hipo encontró a su amigo afuera, era tarde y se preguntó si a su amigo dragón también le cotaba conciliar el sueño, se abrigó y salió para quedarse al lado de él.

Así, en medio de la noche, el Furia Nocturna se confundía con el entornó, sólo sus ojos verdes resaltaban entre la falta de luz.

— ¿Me contarás lo que pasó con ese dragón?

"Él era malo, Hipo… si los dragones pudieran reírse, el lo habría hecho cuando vio lo que le pasó a sus compañeros, dijo que nisiquiera sus restros servirían de alimento ahora."

El castaño comprendió que no era todo, asi que esperó a que continuara.

"Cuando estuvimos a solas, le conté acerca de los Furia Nocturna, dijo que ni siquiera valía la pena, que era la supervivencia del más apto." —parecía totalmente asqueado, Hipo no sabía que los dragones pudieran denotar eso mientras se expresaban. —"Me contó cómo ayudaba a maltratar a otros dragones para que obedecieran a los humanos, el lo disfrutaba, siempre tuvo ideas sobre hacerle lo mismo a sus opresores, y cómo le daban los restos de los dragones que mataban allí, el los comió y ahora cree que pueden llegar a saber mejor que los peces incluso."

Hipo nunca se esperó que el dragón fuera un canival o casi un demente total como Dagur para el caso, para Hipo, eso era lo que más diferenciaba a los humanos de los dragones, naturalmente ellos sólo buscaban sobrevivir, no eran como los humanos en busca de poder y gloria, llenos de egoísmo y con ansias de ser superiores a los demás, ya se consideraban por encima de la cadena alimenticia debido a ello. Se sorprendió cuando hace poco llegó a esa realización, y ahora su amigo dragón, se enfrentaba a algo así con los dragones.

— Eso…es horrible, creo que es la peor primera impresión que he escuchado.

Intentó aligerar un poco la tensión con su comentario, pero al ver que Chimuelo no contestó, decidió seguir por el camino más serio.

— Mi padre siempre me intentó advertir, quería que yo fuera un guerrero y yo me empeñé en simplemente ser yo y creer que todas las situaciones podían resolverse sin tener que elegir entre matar o dejar vivir, estaba aún más convencido cuando lo logré en varias ocaciones, llegué a ser jefe y la realidad me golpeo.

Era refrescante hablarlo por fin, por supuesto, con sus acciones había mostrado que cambió su enfoque y su forma de ver el mundo, pero nunca lo había expresado así.

— Ser el líder significa tomar desiciones difíciles, incluso cambiar las cosas en las que creías por el bien de las personas que confían en ti. — miró directamente a su amigo y puso su mano en el cuello del dragón. — Chimuelo… si hayamos tenido un refugiado así en Berk, los Hooligans me hayan pedido su cabeza, ¿Y sabes que? Lo habría hecho, para los humanos el canibalismo es una aberración que no debe existir…con los dragones es distinto, pero debías tomar una desición así para protegerlos y si regresa o daña a alguno de los nuestros, sé que no dudarás en ir a su cuello.

Fue la primera vez que ambos hablaban de eso, Chimuelo lo sabía, pero contrario al castaño, él no había tenido que derramar sangre hasta el momento.

— Ya hablé con todos, no te van a cuestionar más, ustedes son nuestros amigos y parte de Berk, pero a la vez deben tomar ese tipo de situaciones sin nuestra intervención, ya hacen demasiado por nosotros, pero si necesitas un consejo, siempre estaré aquí amigo.

En algún tiempo, sólo planeaban juntos una nueva isla que recorrer o la estrategia para ganar una carrera. Ahora hablaban de sus preocupaciones como líderes a mitad de la noche, Hipo tenía las mejillas sonrrojadas por el viento invernal que ya había llegado a Berk, Chimuelo sabía que se sentiría mejor adentro, acurrucado junto a Thunder; pero ambos sencillamente necesitaban ese momento juntos.

Pronto, pasaron a otros temas, aunque todos relacionados con el futuro inmediato y las batallas que vendrían.

El dragón también se preguntó cuándo Hipo creció tanto -en más de un sentido-, o cuándo comenzó a preocuparse por la diferencia de tiempo entre ambas especies… el castaño estaba por ser padre, nunca pensó en sentirse abrumado por esos pensamientos.

Aún faltaba mucho tiempo, no debía apresurarse, pero parecía ayer cuando sólo era un chico enclenque que no podía levantar un arma.

— Amigo… ¿Estás bien?

Su voz incluso había cambiado, nunca entendió esa parte de los humanos. Volteó a verlo, se preguntó si sus ojos reflejarían sus pensamientos tristes, tal vez era la noche o la tristeza de pensar que ni Hipo ni Astrid estarían para verlo volverse viejo.

— Realmente me estas asustando un poco Chimuelo, ¿Qué pasa con toda esa expresión?, ¿Algo más que quisieras hablar?

Él no se atrevería a hablarle de la muerte, no ahora, cuando la mayor esperanza del castaño era la familia que le esperaría en casa, no cuando estaban en una situación tan peligrosa.

"Después… tal vez te lo diga, hay que ir adentro hermano, tu enclenque cuerpo humano no podrá soportar mucho más el frío y tu mujer rubia se enojará si te enfermas."

— ¡No evadas el tema, amigo! Pero tienes razón, me ha empezado a doler la pierna.

Una vez adentro el Jefe de Berk habló de nuevo.

— No te lo guardes mucho tiempo, ¿Sí? Es malo para la salud.

Bromeó un poco, pero ambos sabían que el castaño estaba preocupado.

"De acuerdo…"

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Si, lo sé, siempre tardo, lo siento :,p

Pero, ¡Aquí está! La verdad no pensaba que tardaría todos esos meses, pero he estado muy ocupada, igualmente, está a la puerta de la esquina el estreno de la tercera película y este fanfic es algo que adoro hacer, así que agradezco a todas aquellas personitas que se toman el tiempo de leer lo que esta escritora sin mucho tiempo libre hace con mucho esmero.

Como podrán ver, en este capítulo me fui por un estilo que empecé en mi otra historia de HTTYD, algunos capítulos serán escritos así para avanzar más la historia, también siento que sea mucho más corto de lo usual, pero preferí subirlo a tener más tiempo en stand bye esta historia.

Tenía tiempo queriendo escribir más sobre el punto de vista de Chimuelo y me quedó un poco melancólico el final. ¡Espero leer lo que piensan!