MADOKA POV.

Era tarde muy tarde. Las calles están desiertas, frías por el vacío de la soledad y aunque yo misma no pueda creerlo, no estoy en casa. Mi padre seguro me castigara por esto. Pero aun así no quiero irme a casa.

Kyouya me hiso caminar durante mucho tiempo y cada vez estábamos mas lejos del ruido de la ciudad, en un momento comencé a sentir miedo, digo: no conocía bien a Kyouya no sabía que "mañas" tiene y lo poco que conocía del era que no le importaba nadie, absolutamente nada más tenía valor en su mente más que derrotar a todos y no se detendría por nada ni por nadie.

Pero el miedo que sentía en ese momento desapareció, cuando llegue con él a la cima de una pequeña montañita cubierta totalmente por césped lejos de la ciudad.

Desde ahí se podía ver toda la ciudad, con las luces iluminando las calles y las estrellas iluminando el cielo. Los autos en las calles que corrían a gran velocidad para llegar pronto a sus destinos, se veían como pequeñas luces corriendo de un lado al otro. Ambos escenarios eran sin duda hermosos. Sin pensar apreté mi agarre a la mano de Kyouya mientras aún seguía sorprendida por el panorama que nunca creí que pudiera ser posible en una ciudad tan activa, mirarla como si fuera un lugar de ensueño. Nunca me di tiempo de pensar en eso.

NORMAL POV.

-Kyouya este lugar es hermoso -dijo Madoka mirando aun el panorama que la iluminaba un poco por las luces de la ciudad. Antes de recordar que aun la tomaba de la mano –P-pero me trajiste aquí por una razón, ¿no?- ahora Madoka miraba a Kyouya que solo estaba mirando al frente.

-Primero respóndeme algo- dijo con voz firme y soltando la mano de Madoka -¿por qué estabas llorando? -.

Madoka al instante sintió un pinchazo en el corazón y se formó un nudo en su garganta al recordar por qué avía estado llorando hace unos minutos.

-No es nada, solo que extrañare a todos cuando me valla- dijo Madoka mirando hacia la ciudad. Ocultando que "TODOS" en realidad significaba Ginga –Si fuera por mí me quedaría aquí con todos pero tengo que darle mi apoyo a mi padre- dijo dando una ligera sonrisa mientras sus ojos se cristalizaban, recordando el desinterés que demostró Ginga ante la noticia –Sabes, es gracioso como yo daría y aria lo que fuera por todos, pero nadie aria nada por mí- forzar una sonrisa con esas palabras demuestra lo fuerte que alguien puede ser para ocultar sus emociones.

-Eso puede que sea cierto en los demás, pero no conmigo- dijo Kyouya al momento en el que tomo de nuevo la mano de Madoka- Madoka, tu no me conoces bien- agrego tomando la mejilla de Madoka con su mano, lenta y suavemente. Para acercarse lentamente a ella y mirarla por unos momentos a los ajos, esos ojos cristalinos y brillantes, para después besarla profundamente sin un tramo de duda y con determinación.

MADOKA POV.

Kyouya estrelló sus labios junto con los míos. Eran cálidos pero un cosquilleo en mi espalda hizo que sus labios de cálidos pasaran a calientes y de calientes a ardientes. Me estaban quemando sus labios y en poco no solo sentí así sus labios, comencé a sentir lo mismo en mis mejillas y en todo mi cuerpo.

Era como estar en un baño de vapor el vapor estando recorriendo cada parte de tu cuerpo a una temperatura alta pero no desagradable, era calor secó.

El entonces se separó de mí y con las luces de la ciudad reflejadas en sus ojos y el viento jugando con su desordenado cabello confesó que me amaba. Después de todo lo que acababa de pasar me quede sin palabras, no sabía que decir, no sabía que responder a esto...pero lo que si sabía era que quería más de sus labios.

-Kyouya...- dije al acercarme rápidamente a él y tomarlo de sus hombros para atraerlo hacia mí, donde sus labios chocaron nuevamente con los míos y ese ardor en mis labios regresó.

NORMAL POV.

Kyouya sostuvo a Madoka de sus caderas y la atrajo hacia él. Madoka envolviéndose más en el beso lleno de pación cruda se abrazó a él sosteniendo con fuerza su chaleco negro.

Madoka tenía los ojos cerrados para poder saborear esta nueva sensación tan salvaje y ardiente. Estaba tan perdida en sus sentidos de deseo que olvido bloquear sus pensamientos y un simple nombre fue el que se apareció en ellos, el nombre de su Beyblader número uno, el nombre de su mejor amigo y amor secreto, Ginga.

Un frío escalofriante le recorrió la espalda en segundos en el recuerdo de ese nombre. Rápidamente de separo de Kyouya y comenzó a respirar agitadamente.

-¿estás bien?- dijo Kyouya mirando a Madoka tomándola de ambos hombros.

-Si...solo que...no sé qué me paso- dijo Madoka evitando la mirada de Kyouya. Aun que decía estar bien un sudor frío corría por su frente y su corazón palpitaba rápidamente.

-Solo estas cansada te llevare a casa- dijo Kyouya soltando a Madoka.

-Gracias Kyouya- Madoka regreso su mirada a la de Kyouya y le dio una sonrisa. Él en cambio dio solo una pequeña sonrisa que no afectara su imagen de chico malo.

OooO

Enfrente del B-pit Madoka estaba con una triste mirada mientras hablaba con Kyouya.

-no te preocupes por Ginga, el dejo en claro lo que sentía- dijo Madoka dejando salir un suspiró pesado y abrasándose a ella misma.

-Bien, yo...te iré a despedir mañana- dijo Kyouya mirando como Madoka miraba a lo lejos.

-Quisiera quedarme aquí, tal vez pudimos avernos convertido en algo si me lo hubieras dicho antes- dijo Madoka sin mover su mirada.

-Lose...pero estaré batallando por el mundo, tal vez pronto nos volvamos a ver- dijo a lo que Madoka lo miro Con intriga, le recordaba de cierta forma a Ginga.

-eso espero- dijo Madoka ahora dando una cansada sonrisa con sus ojos brillando por la luz de la clara luna.

Madoka entro a su habitación y con cuidado se sentó en su cama. Era preferible no despertar a su padre, para que no se enterara de a qué hora avía regresado a casa. Sintiéndose como un ladrón silencioso se quitó los zapatos lentamente, dejándolos en el suelo con cuidado y respirando hondo para tratar de acomodar sus pensamientos. Se quedó sentada en la misma posición durante mucho tiempo, repasando todo lo que avía pasado, todo lo que avía sentido y todo lo que avía descubierto de sentimientos encontrados. Pero aun después de eso solo quería ver a Ginga.

Madoka dejo salir un rápido suspiró y sus ojos se volvieron cristalinos al momento en el que recordó el dolor que le provoco la persona que ama o AMABA.