Finalmente...como diria The Rock, he vuelto a actualiar el fic XD, ¿No la vieron venir? Yo creo que si, pero bueno, ya viene lo bueno, una invasión a la aldea escondida entre la niebla, así que espero que les guste y recuerden es un fanfic NaruSaku, por lo tanto aqui no se va a ofender a nadie con diferentes gustos ni nada de eso y espero que se haga lo mismo hacía mi persona, una vez dicho eso, vamos a darle

. 1) Este Fic transcurre en una linea alterna de los eventos de Naruto Shippuden, pero también posee eventos que ocurrieron en el manga (ASÍ QUE NO ME VENGAN CON QUE NO FUE ASÍ)

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. 2) Este es un fanfic NaruSaku, no se dejen llevar por lo visto en los capítulos posteriores.

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. 3) No se hace este fic para un fin de lucro y solo se hace por diversión, Naruto Shippuden le pertenece a Masashi Kishimoto.

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4) La Actualización de este fic se hará cuando tenga tiempo

10 Años Después

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Capítulo 36: Kiri

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Kiri – barrios bajos

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Las cosas en Kiri estaban tranquilas y sin que su población tuviera miedo del a amenaza rebelde ya que tenían su confianza depositada de la Quinta Mizukage, quien no solo era bella sino gran luchadora y protectora de la aldea, todos la querían y respetaban, todos menos el propio consejo de ancianos quienes a pesar de darle su voto de confianza, no aceptaban que ella no quisiera contraer matrimonio solo para preservar un Kekkei Genkai por generaciones y sus constantes quejas y retos al consejo están haciendo que ella sea muy rebelde en espíritu, según alguno será una adolescente en el cuerpo de una mujer pero a Mei eso no le importaba y el matrimonio no era una posibilidad para ella en un futuro, además de que ella quería conocer a alguien que la valorara como alguien especial, sin embargo Mei por el momento tenía su mente en la Rebelión y necesitaba toda la información posible incluso de aquellos que son sus aliados. Los barrios bajos por ejemplo, se encontraba el equipo de reconocimiento de Konoha para verificar si en efecto había espías o no, en un callejón amplio fuera de la vista de la gente, el equipo Kiba discutía acerca de su misión.

-¿Encontraron algo?- Pregunto el capitán y responsable de la misión en el momento, aquel chico castaño mientras su mejor amigo perruno comía para que estuviera quieto por un rato.

-Nada sospechoso, las defensas siguen están firmes y no hay indicios de sabotaje.- Comento el miembro del clan Aburame con el tono de voz serio como es su costumbre pero poniendo en alerta a sus insectos en los puntos importantes como mosquitos o escarabajos.

-¿Hinata?- Kiba se enfocó a la heredera al clan Hyuga quien estaba algo distraída, pensando en Naruto.

-Nada entre los puntos más importantes de Kiri, nada de movimientos sospechoso a luz del día ni en la noche.- Dijo resignada la chica de los ojos perla, nuevamente descartando las posibilidades de encontrar algo.

-Yo tampoco encontré nada entre los barrios altos de la aldea y en los clanes principales menos, ¿Creen en verdad existe tal espionaje?- Kiba comenzó a cuestionar las indicaciones de la Hokage con Akamaru respondiéndole con un ladrido

-Es posible, por como la Godaime lo decía, parece ser un asunto muy importante.- Dijo Hinata tratando de despejar esas dudas en el chico del clan Inuzuka -¿Saben porque tenemos que estar aquí?- Lanzo la pregunta al aire para confirmar la presencia de la protectora de la aldea.

-La Mizukage en persona nos quiere ver, parece que quiere estar alerta a todo lo que investigamos, desconfiando incluso en sus propios shinobis.- Shino fue directo al punto mientras miraba al vacío contestando la pregunta de la chica azabache, unos minutos después uno de los escarabajos de Shino se posó en su mano, era una señal de algo.

-No a de tardar- Dijo Shino aun con el escarabajo en mano, a pesar del tiempo en el que conocía al chico del clan Aburame, Kiba se cuestionaba de sus métodos tan "extraños" de conseguir información.

-¿Cómo sabes eso Shino?- Pregunto Kiba muy interesado en la seguridad de su amigo a pesar de lo anterior, Hinata cuidaba a Akamaru mientras Kiba caminaba en círculos un poco desesperado, la chica Hyuga tenía su mente en el limbo total, claro, que pensando en el chico rubio y lo que estaría haciendo mientras ella estaba de misión, mientras que Kiba de igual forma estaba en el limbo pensando en que no saliera las cosas mal en esta misión y de paso mirar de reojo a Akamaru y paso a Hinata, apreciaba mucho lo que hacía ella con su querido amigo canino pero se sentía por alguna razón inquieto y no sabía lo que era, súbitamente una figura se les acerco con mucha tranquilidad.

-Perdón por la tardanza, tuve unos problemas personales.- Aquella voz tan seductora solo le podía pertenecer a una mujer en todo Kiri, los shinobis de Konoha dejaron sus asuntos para poder medirse con la Mizukage, Mei Terumi.

-¿Mizukage-Sama?- Hinata no se esperaba que la predicción de Shino fuera correcto, la mujer camino hacía ellos con la calma del mundo, vistiendo sus ropas clásicas sin el sombrero de Kage puesto, la mujer castaña se sentía cómoda por tener a los shinobis de Konoha en la aldea, decía muchas cosas positivas de la aldea escondida entre las hojas.

-Solo dime Mei, nada de formalidades entre buenos amigos y aliados.- Dijo Mei con la calma del mundo mientras saludaba a los shinobis, Kiba quedo sin palabras al ver enfrente a enfrente a una de las mujeres más bellas de todo Kiri.

-Cierra la boca Kiba, dejas entrar moscas.- Dijo Shino tratando de hacer que regresara a la realidad del Inuzuka, a lo cual tuvo éxito pero Kiba se sintió completamente ofendido por eso.

-¡Cállate!- El castaño trato de acercarse a Shino para enseñarle una lección siendo detenido por Hinata para evitar una falta de respeto a la Mizukage enfrente de ellos hasta por fin conseguir que Kiba se calmara.

-Lo siento por eso Mizukage, así es Kiba en algunas ocasiones.- Hinata trato de disculparse por la actitud del castaño pero la Mizukage no se sentía para nada ofendida y nada que se le pareciera, lo encontraba algo gracioso incluso riendo disimuladamente.

-No te preocupes, me encanta que sean así los jóvenes, llenos de vitalidad y energía.- Dijo Mei sin complicarse mucho en su respuesta, Kiba se sonrojo un poco por las palabras de Mei, tras ese pequeño momento de risa, la Mizukage tomo compostura y volvieron a sus asuntos más importantes.

-Es bueno saber que existen personas en las que puedo confiar, aparte de mi escolta- La escolta personal de la Mizukage empezó a hacer su aparición como si nada a lado de ella, uno de ellos era un conocido y de gran confianza para Mei, era Chōjūrō, el chico de lentes que ahora tenía el cabello un poco más largo que la vez anterior, vistiendo una ropa especial proporcionada por la Mizukage, un chaleco azul claro con el emblema de Kiri en blanco, camisa de manga larga con protectores de antebrazos debajo de la camisa y el pantalón clásico que llevaba antes para camuflaje, algunos nuevo aditamentos para él cumplimento de las misiones más importantes y en la parte de atrás tenía a su espada y arma predilecta: Hiramekarei, una de las siete espadas de la niebla. El otro escolta era también alguien conocido y poseía el mismo chaleco que Chōjūrō, pero sus ropas eran totalmente diferentes a las que él usaba en el pasado, la playera ahora azul fuerte con unas insignias de una serpiente alrededor y el pantalón era negro, en su espalda traía a Kubikiribōchō, la espada más conocida entre las 7 espadas de la niebla y que le perteneció en algún momento a Zabuza, el chico que cabello blanco y dientes afilados se hacía presente entre ellos, ex miembro del equipo Taka y ahora escolta de la Mizukage: Suigetsu Hozuki

-Ya decía yo que no estaría sola Mizukage.- Dijo Kiba dando una indirecta a Suigetsu el cual no le caía bien que digamos y ambos se miraron completamente en señal de desafío.

-Eres muy astuto, para ser un perro si me lo preguntas.- Dijo el chico de cabello blanco que igual manera a Kiba, quien solo se molestó para el mismo y evitar decir algo que no enfrente de las Mizukage.

-Calma Suigetsu, deja lo chistes para otra ocasión esto es un momento serio.-Dijo Chōjūrō tratando de mantener la relación entre su nuevo compañero y escolta de Mei Terumi, hasta el momento algo imposible.

-Relájate Chōjūrō, estamos entre amigos y el chico perro.- Suigetsu hablo más de lo que debía y Kiba de inmediato se le fue para chocar cabezas con fuerza y molestia.

-¡¿Cómo me llamaste cabeza húmeda?!- Kiba busco la pelea contra Suigetsu quien tampoco iba a tolerar que le dijeran ese tipo de sobrenombres incluso empuñando su espada al cual estaba lista para atacar.

-¡Lo que oíste saco de pulgas!- Dijo el albino con ganas de pelear a lo cual Kiba estaba complacido pero ambos no pudieron hacer nada ya que la heredera del clan Hyuga salió para parar esto y esperar a Kiba de un confronta miento inminente con Suigetsu.

-Ya los dos, no peleen por favor- Hinata ya había separado a ambos shinobis de su conflicto, Suigetsu retrocedió como si nada y sin quejarse, al contrario de Kiba.

-Está bien, solo porque tú lo pediste Hinata.- Murmuro Kiba tras la petición de la chica de ojos perla mientras Chōjūrō y Shino se avergonzaban de la actitud de los dos involucrados mientras Mei se quedaba callada, observando a los dos con gran pasión en sus venas, veía la próxima generación en curso en el mundo shinboi.

-Sé que debería recibirlos en el edificio de los Kages de Kiri, pero no puedo arriesgarme a que el consejo de ancianos este observándome todo el tiempo y es por eso que estamos aquí, lo siento de antemano.- La Mizukage seguía teniendo problemas con el propio consejo de ancianos en sus decisiones y en lo que debía preservar su descendencia.

-No se preocupe por eso Mizukage-Sama, lo entendemos.- Dijo Shino siendo el más centrado de todos y entendiendo las circunstancia

-Hemos estado observando e investigando toda la aldea durante estos días desde que llegamos y no hay indicios de nada, pero presentimos que intentaran algo, haremos lo necesario para comunicárselo a la Hokage- El joven del clan Aburame detallo todos los resultados que se habían obtenido en el tiempo de su estancia en Kiri, Mei estaba segura que Tsunade quería su aldea no fuera atacada como paso en Kumo.

-Lo sé, .puedo confiar en ustedes. Además, tengo que reunirme con los demás Kages para tratar esta situación, no será sencilla pero buscaremos parar esta rebelión de una vez por todas.- La Mizukage estaba convencida que para callarles la boca al consejo de ancianos es acabar con la rebelión antes de que amenazara la seguridad de su aldea, pero ya se discutiría esto más tarde ya que sus invitados inesperados se sintieran cómodos en su estancia en Kiri.

-A propósito ¿tienen dónde quedarse? Puedo proporcionarles un piso de un edificio oficial solo para ustedes.- Dijo la mujer castaña en acto de buena fe para los shinobis de la aldea escondida entre las hojas.

-Muchas gracias Mizukage, la verdad es que si lo necesitamos, en ningún hotel nos reciben a Akamaru.- Dijo Kiba muy risueño mientras Akamaru ladraba, había pasado mucho tiempo fuera solo por Akamaru y a pesar de que se transformaba para parecerse a Kiba, los terminaban por descubrir y los sacando el hotel.

-Más bien no te quiere recibir a ti, saco de pulgas.- Suigetsu continuo burlándose de Kiba y este no le faltaron ganas de darle su merecido al albino, solo que era detenido por Shino para evitar una pelea completamente innecesaria.

-Suéltame Shino, quiero patearle el trasero a ese bromista.- Kiba estaba de necio al querer pelear con Suigetsu, siendo apoyado por su buen amigo canino y Hinata buscando tranquilizarlo.

-Sería un honor Mizukage-sama.- Dijo Hinata en nombre de su equipo haciendo una reverencia, la Mizukage se sintió complacida del grupo tan excepcional de Konoha, pero no le hubiera molestado ver a cierto chico rubio ahí.

-Entonces no se diga más, les diré a mis contactos que les preparen todo y así podrán continuar con su investigación, mis shinobis de gran confianza también estarán al pendiente.- Mei miraba de reojo en los diferentes tejados de las casas, incluso con su escolta de mayor confianza, aún tenía algunos shinobis de clase ANBU observando en caso de cualquier movimiento sospechoso en el área.

-Ahora me despido, shinobis de Konoha y tengan cuidado, es posible que algunos shinobis leales al consejo de ancianos y no a mí, los estén observando, así que no dejen que se interpongan en su misión.- Mei se despidió del equipo de reconocimiento de Konoha al igual que sus escoltas, tenían que prepararse en caso de que llegaran a pisar su territorio.

-No se preocupe de eso Mizukage, nosotros sabemos cómo tratar a los metiches.-Kiba se sentía inspirada y le respondió a la Mizukage de una forma muy orgullosa estando muy confiado en la situación de los Rebeldes, cosa admirable por parte de Mei Terumi.

-Suerte.- La Mizukage dio media vuelta dejando a los shinobis de Konoha con la invitación abierta y con un gesto de buena fe, el equipo de Kiba decidieron separarse otra vez para continuar con la última ronda de búsqueda y luego descansar, Shino y Hinata habían tomado diferentes caminos dejando a Kiba en el callejón con Akamaru, al querer salir del callejón fue interceptado por cierto chico albino, poniéndose enfrente de él como si nada haciendo que Kiba se quedara con una cara de disgusto de tenerlo enfrente.

-Oye bola de pelos, quiero decirte algo.- Suigetsu se puso serio y bromista a la vez con Kiba quien no esperaba el momento en el que el escolta de la Mizukage hablara con el de una forma casi privada.

-¿Qué quieres fenómeno de cabezo color plasta?- Kiba sin duda se puso a la defensiva mientras Akamaru se encontraba en una posición defensiva gruñéndole a Suigetsu, el chico albino solo suspiro recargándose en la pared.

-He escuchado mejores chistes de una pulga, es más, de las pulgas de tu perro pero a eso no iba lo que te tengo que decir.- Dijo Suigetsu adoptando una actitud más madura y un tono de voz más serio, incluso para él dejando a Kiba con algo de incertidumbre.

-¿Entonces?- Exigió un Kiba mucho más calmado pero sin bajar su tono de voz, Suigetsu replanteo su pregunta para que lo pudiera entender el castaño sin complicaciones.

-¿Por qué te estás haciendo el tonto con la chica de tu equipo?- Cuando Suigetsu lanzo su pregunta demasiado directa para su gusto, Kiba inmediatamente hizo "click" en su cabeza al saber que el albino estaba haciendo una pregunta con respecto a Hinata.

-¿De qué hablas?- El castaño cruzo los brazos, queriendo saber el porqué de la pregunta del albino

-Vamos, no me digas que eres tonto por convicción o por nacimiento, quiero decir, obsérvala.- Suigetsu trato de medir sus palabras pero serian mal interpretadas por un Kiba que solo quería irse a cumplir su deber, Akamaru por otro lado solo sentía como su amigo estaba algo inquieto.

-No me digas que no has visto como es ella, cualquier hombre se pondría a babear cuando ella pasa por ahí, no sé cómo es ella si me lo preguntas pero debe ser todo un encanto, en todo sentido si sabes de lo que hablo.- Suigetsu fue tomado de sorpresa por Kiba quien lo sujeto del cuello chocándolo contra la pared con una actitud de pocos amigos, el albino estaba completamente extrañado de la reacción del Inuzuka mientras el castaño mostraba una mirada molestia incluso saliendo a relucir sus colmillos.

-Insensato, ¿Crees que puedes hablar así de Hinata con facilidad? Entonces estas muy equivocado, ella está casada con uno de mis mejores amigos y es una mujer derecha y recta, no te metas en asunto que no te incumben y no quiero que hables así de ella.- Kiba prácticamente quería golpear a Suigetsu pero luego se tranquilizó al ver que no era la intención molestarlo y era su propio opinión soltándolo al instante. El Hozuki solo miro la actitud de Kiba sin retroceder y de dispuso a irse.

-Está bien, no me meteré.- Antes de hacerlo, se le quedo viendo a Kiba fijamente por unos instantes sin antes decirle una cosa que le entraría la cabeza al castaño de forma subliminal.

-Solo digo, que ambos están en otro lugar en donde el esposo no está a la vista, es solo mi punto de opinión.- Suigetsu desapareció en el lugar dejando a Kiba con Akamaru un poco mal humorados con lo expresado por el albino pero no fue algo que fuera a distraer al Inuzuka de su misión inicial y con su fiel amigo perruno, salieron del callejón para mezclarse entre la gente, el shinobi de Konoha tendría una tarde ocupada en la aldea y más por la intervención de Suigetsu y su estúpida pregunta que puso de mal humor a Kiba, en su mente solo tenía una palabra para él.

"Imbécil"

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-La Frontera de la aldea escondida entre la niebla.-

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La neblina natural que cubría a Kiri ahora era utilizada como una defensa natural a favor de la rebelión, la cual se encontraba en su frontera planeando su golpe contra Kiri. Mientras todos los shinobis renegados se preparaban para el inminente asalto, el segundo al mando de la rebelión Irochi Yamanaka, discutía los planes de la operación "Niebla Sangrienta" con algunos de sus shinobis, esperando algunos informes a los cuales afortunadamente uno de sus informantes de mayor confianza llego con un pergamino, el renegado Yamanaka estaba complacido al ver a su informante.

-Señor, le traigo el informe de los espías.- El informante de la rebelión hizo reverencia ante Irochi quien continuo observando el mapa de la zona en la que estaban.

-Adelante- Fue directo la mano derecha de los "Seguidores de Madara Uchiha".

-Han reforzado las defensas en un tiempo impresionante, al parecer estuvieron atentos a todo movimiento sospecho y en especial lo que paso en Kumo, turnos interminables de día y noche en la búsqueda de sabotaje o que nuestros agentes, confirman que la Mizukage estaba reuniéndose con los ancianos para determinar su posición, hay un choque de pensamientos y a escondidas se dice que el mismo consejo no quiere a la Mizukage.- La información recopilada por cada espía en los diferentes puntos de la aldea había convencido a Irochi, quien sintió que el mayor punto débil de la aldea era la confianza y los lazos entre la Mizukage y el consejo de ancianos, Irochi de inmediato comenzó a formular su estrategia.

-Podemos usar eso para el ataque.- Irochi comprendía la gran ventaja de campo y las circunstancias a su favor y la rebelión pero aún faltaba la información clave.

-Aún hay más, se dijo que la Kage de la aldea se reunirá con los otros en la tierra del hierro, para discutir el curso de la situación.- Ahora la situación tenía un pequeño giro que podía poner en peligro. Si los Kages se reunían, La Alianza Shinobi se iría contra ellos de una forma impresionante y sus divisiones a pesar de continuar creciendo, los shinobis leales a los cinco países harían lo que fuera con tal de acabar con el conflicto.

-Planearan un golpe contra nosotros, después de lo que paso en Kumo creen que unidos una vez más podrán vencernos.- Irochi busco la salida más fácil al conflicto presentado pero antes de llegar por lo menos a una conclusión, alguien más se incorporó a su zona de tácticas haciendo que el informante saliera del lugar con cautela.

-No lo harán.- El auténtico líder de la Rebelión había ingresado como si nada hubiera pasado después de su "pelea" contra los espías de Kiri y de añadir unas bandanas a su colección reuniéndose con su segundo al mando

-Yohei-sama.- Irochi hizo una reverencia corta y el hombre con la máscara de oro de buena manera observo el campo geográfico de la aldea, él sabía que su ataque furtivo seria usando las debilidades de todos los Kages y en Kumo pudo verlo.

-Los Kages son muy orgullosos, incluso en tiempos de lucha, quiere dejar sus diferencias a un lado y combatir un enemigo en común, pero al final ellos solo quieren el expansionismo y quitar las libertades a países pequeños.- Yohei daba su explicación de la naturaleza de las cinco aldeas, a sabiendas del poder militar y territorial, aun carecían de unión a pesar de mostrarlos en los años después de la guerra, las diferencias eran aun vistas. El líder de la rebelión puso su mirada en el pergamino y una foto de la Mizukage, el éxito se encontraba en ella.

-La Mizukage es la pieza que debemos tirar, demostrarles que nada ni nadie es invencible en esta vida, usaremos su desconfianza con el consejo para alcanzar nuestro objetivo- Yohei dio una declaración muy convencido y seguro de su posición, Irochi solo escuchaba atentamente a lo expuesto por el hombre de máscara de lobo, Yohei se dio la media vuelta y se dispuso a salir pero sin antes decir una orden.

-Reúne a los hombres, esta noche con la luna de testigo…La Mizukage y Kiri caerán, ante nuestro manto- Yohei lanzo una kunai al mapa geográfico de la aldea, cayendo en la foto de Mei Terumi, la Mizukage.

-Sí señor.- Irochi conocía muy bien las ordenes de su superior, así que no perdió tiempo y con su técnica telepática comenzó a dar las instrucciones de lo que esta noche se llevaría a cabo, Yohei continuaba caminando hasta llegar su tienda particular donde se estaba preparando para su gran golpe, no sin antes comenzar a meditar en un círculo central y de inmediato las llamas azules lo rodearon., en sus pensamientos, su batalla personal contra el legado del Yondaime sería el inicio de todo.

-Y muy pronto Minato…tu legado será el siguiente.- Esta concentrado Yohei visualizando a Minato Namikaze y en esa imagen, el reflejo de su hijo: Naruto Uzumaki.

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Continuara...