Daré las indicaciones de siempre.

Por favor, sean creativos en sus comentarios.

Y se me olvidaba, si su intención es hacer un comentario ofensivo o despectivo, les pido encarecidamente que se abstengan. Así no pasan un mal rato y no me lo hacen pasar a mí. No comentarios denigrantes y mucho menos insultos. Les pido que por favor lean las indicaciones y las notas de autor al final de cada capítulo. No son un bonito adorno, si las coloco es por algo.

AVISO: si mis notas hieren la sensibilidad de alguien, quiero que sepan que las hago sin tal finalidad. Mi intención no es ofenderles, quiero que quede claro para que luego no vengan a etiquetarme como una persona grosera, malagradecida o prepotente. Simplemente soy sincera con aspecto que a muchos autores les desagrada pero que no son capaces de decir por miedo a ser tildado de la misma manera en la que me designan a mí. Mi finalidad es crearles conciencia en la forma de comentar para ayudar, más nada.

Aclaraciones:

Narración.

Diálogo —

‹‹Pensamientos››

Advertencias:

Posible OoC en los personajes.

Género: Romance | Drama.

Clasificación: T.

Disclaimer: La serie y sus personajes no me pertenece a mí, si no a ®Masashi Kishimoto.


Dreams come true.

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‹‹Los sueños son el espíritu de la realidad con las formas de la mentira.››

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Gustavo Adolfo Becquer.

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Capítulo único

Parte I.


Se dice que los sueños son oníricos, el acto de procesar imágenes y cumplir las fantasías de una persona en su proceso de descanso. Otros, que es el proceso cognitivo de la mente del ser humano.

Pero hay algunos, una pequeña parte… Que piensa que son los deseos y anhelos que se encuentran alejados, en lo más profundo de su ser, los anhelos de su corazón y su mente. Las ilusiones. Algo que aspiramos o ambicionamos, pero qué, en lo más hondo de nuestra esencia; sabemos que jamás sucederá. Nada más forma parte de nuestro pensamiento.

Sakura se consideraba parte de ese pequeño grupo de personas, aunque ¿en realidad podían ser solo anhelos? ¿O algo más que no deseaba admitir?

Suspiró pesarosa, sus ojos verdes continuaban inspeccionando el horizonte, el cielo comenzaba a perder color, apreciando únicamente los tintes naranjas producto del ocaso; dando paso a la oscuridad. Contemplaba una que otra estrella en el firmamento, centelleante, brillando como una farola en medio de la noche.

Oía el ruido de los autos, el tráfico, varias conversaciones de la gente que disponía regresar a sus casas después de una larga jornada de trabajo. Soltó otro suspiro, pensar en la infinidad de significados que tenía un sueño era simplemente agotador, la cabeza comenzaba a dolerle. Además, ¿por qué soñaba con él? ¡¿Qué tenía él que hacer en sus sueños?!

Bueno, hace mucho no lo dudes — recordó su consciencia con picardía.

¡Carajo! — masculló irritada, acomodó un mechón rosa detrás de su oreja.

De nada le sirvió, sus cabellos bailaban al compás de una melódica brisa caprichosa, el verano se acercaba y se manifestaba desordenando su cabello. Amaba ese clima. Cerró los ojos y sonrió inevitablemente ante lo agradable de aquel corto momento que le brindaba la naturaleza, aspiró hondamente llenándose de aire cálido y fresco.

¡Maldición! ¡¿Por qué no podía desaparecerlo de su cabeza?!

Intuyó que se hacía presente en su subconsciente a propósito, para incordiarla y ahogarle el momento de paz que conseguía. Respiró de nuevo. No tenía caso, las cosas eran como eran y no cambiarían aunque lo deseara.

Pareces incómoda — manifestó una voz ronca y despaciosa.

Sakura abrió los ojos de golpe y, con un movimiento lento giró su cabeza hacia la izquierda. Ahí estaba, a unos centímetros de ella, a un roce… Inevitablemente respingó asustada y se apartó sin disimulo.

¿Qué pasa? — interrogó él, luego sonrió ligeramente —. Parece que te sorprende verme aquí — señaló.

¡Oh, santa mierda! ¡Lo que le faltaba!

Su cuerpo temblaba, era obligatorio sentirse intimidada ante su mirada y su porte imponente.

‹‹¡Espera un momento!››

¿Cómo demonios entraste? — preguntó Sakura.

No recordaba haber dejado la puerta abierta, siempre era muy cuidadosa con lo que se refería a la seguridad en la ciudad. Especialmente en su departamento.

No lo sé, dímelo tú — respondió él.

Sakura lo miró como si se tratara de un espejismo, ¿acaso soñaba de nuevo? ¿Se quedó dormida mientras divagaba o qué carajos? Porque no encontraba otro sentido lógico a la presencia de ese hombre que le embotaba los sentidos, en su casa.

De repente la risa de Neji la descolocó, era baja y modesta.

Naruto me prestó su llave — manifestó él, Haruno frunció el ceño molesta.

Los ojos verdes estaban ausentes, pero lucían furiosos según Neji.

¿Para qué? — atinó a preguntar la peli-rosa.

Trataba incesantemente no desquitarse con el castaño de ojos luna, pero resultaba difícil, ya que si no le hubiese aclarado como había entrado, seguramente en ese momento estaría… ¡No! Mejor no pensarlo.

El nerviosismo sustituyó a la furia, ahora sentía como si un millar de mariposas se hubiesen desatado en su estómago sin permiso. Neji tomó unos instantes para contestar, se encontraba más interesado en las facetas por las que pasaba el rostro de Sakura.

Olvidó una carpeta importante, vine por ella — señaló después de unos minutos.

Sakura elevó una ceja, ¿por qué tenía que ser él precisamente?

Es mi caso, así que me tomé la libertad de venir por ella.

Claro, Haruno no lo dudaba en lo absoluto. Simplemente su mente no la dejaba en paz y el juego del enjambre en su estómago, nada más empeoraba las cosas.

Claro — murmuró Sakura —. Normalmente deja todas esas cosas en su habitación — añadió con intenciones de entrar al departamento, de repente el balcón ya no le pareció un buen lugar donde estar.

A Neji se le formó una leve arruga en el puente de su nariz, indicativo de la pequeña irritación que empezaba a nacerle.

¿Me podrías indicar dónde es? — pidió todo lo amable que su tono de voz le permitía, Sakura se percató que empezó a seguirla y guardó la distancia.

Debía admitirlo aunque su orgullo se burlara de ella, pero Neji Hyūga la ponía nerviosa. Total e irremediablemente nerviosa. No lo quería cerca, porque no sabía como su cuerpo reaccionaría a su cercanía y temía cometer un error que la comprometiera.

Así qué, con todo el aplomo que fue capaz de reunir, le dijo:

Por el pasillo, la primera puerta a la derecha es la habitación de Naruto — le señaló el pasillo y continúo caminando, debía salir de ahí a como diera lugar.

Aunque luego recordó que su compañero de apartamento era un olvidadizo de primera y, seguramente en su desorden cabía la posibilidad que la susodicha carpeta terminara en el despacho. Si era el caso, le podía preguntar a él, ya no daría más indicaciones. ¡No era su trabajo!

Sin embargo, Neji tenía otros planes. Le impidió su inminente huida tomándola del brazo firmemente, Sakura casi gritó aterrorizada.

¿Qué es lo que te sucede? — preguntó seriamente el castaño.

Neji no era ningún idiota, y se había percatado de lo esquiva que había estado Sakura en las últimas semanas. La compañera de su colega era muy sociable, de hecho, en algunas oportunidades les ayudó con uno que otro caso. No era su fuerte, pero su conocimiento médico aportaba lo suficiente para ampliar su entendimiento. Por esa razón, verla totalmente abstraída de su presencia, le generaba un sentimiento extraño que hasta ahora no conseguía catalogar.

¿Disculpa?

Sakura estaba sorprendida, más por el cuestionamiento que por el atrevimiento que tuvo de tironearla. No era de todos los días ver a Neji Hyūga tomándose ese tipo de libertades y mucho menos, preguntándole lo que pasaba por su vida. Neji tenía como regla no involucrarse con nadie excepto que fuera necesario, siempre tomaba su distancia.

Estás molesta, triste, abstraída… Me gustaría que me dijeras por qué — manifestó con paciencia, aunque de antemano sabía que la peli-rosa no le diría más de lo quería o necesitaba saber.

Haruno lo miró con dificultad, sostenerle la mirada le suponía un gran esfuerzo. Esas lunas que tenía por ojos la debilitaban a un grado que creía perder la conciencia y noción del tiempo si no se pellizcaba. Así era el poder que tenía Neji sobre ella, una sola mirada bastaba para que derrumbara todas sus defensas. Su sola presencia presuponía una emergente torpeza si no tenía cuidado. Él era la razón de las mariposas en su estómago.

Se sintió abochornada. Y la mano cálida sobre su brazo no lo mejoraba. Ese primer contacto de piel con piel, enviaba un montón de vibraciones a través de su cuerpo a una parte que no debería… Tendría espasmos ahí mismo si no conseguía controlarse y salir de esa situación.

¿Cómo era posible que él tuviera tanto poder sobre ella con tan poco? ¿Cómo era posible que un roce despertara toda esa gama de sensaciones?

¿Desde cuando te interesan los problemas de los demás, Neji? — contestó Sakura, agradeciendo que su voz no fallara —. Siempre te apartas. Tu vida es tu trabajo, es todo lo que sé de ti.

La peli-rosa estaba irritada, más por la falta de control en sus emociones que por el hecho de no saber nada de la vida de Neji. Intentó apartar suavemente su brazo del tacto de él, pero tenía un agarre firme imposibilitando su huida. Al contrario, pareció alentarlo más.

Neji se acercó a ella, mientras la miraba fijamente. Esas lunas la miraban tan intenso que a Sakura se le cortó la respiración y retrocedió un par de pasos. Quería huir, desesperadamente quería salir de ahí… Pero se topó con la pared de concreto, impidiéndole toda posibilidad de desaparecer de su tacto, de su mirada…

Sakura se estremeció, la respiración se le aceleró, estaba tan cerca que las solapas de su traje rozaban la seda de su camisa negra. Neji mantenía el agarre en su muñeca, quiso suplicarle con la mirada que la dejara libre… Si seguía por ese camino no sabía como terminaría aquello y su fuerza de voluntad estaba flaqueando junto con su deseo. Sin embargo, tenía orgullo, y uno muy grande que no le permitiría suplicarle jamás. Aunque su aroma estuviera mareándola, aunque su corazón latiera fuertemente dentro de su pecho tamborileándole en los oídos. No llegaría hasta ese punto, ¡no señor!

Ella estaba aturdida e hipnotizada por él, nunca antes habían estado en un acercamiento tan íntimo. Estuvo evadiéndolo durante mucho tiempo, que olvidó realmente cuanto podía llegar a atontarla su presencia.

Por su parte Neji estaba complacido, tanto que esbozó una sonrisa llena de gusto ante la vulnerabilidad de Sakura. Sabía muy bien que luchaba contra sí misma, que trataba de mantenerse al margen y lo más alejada posible de él. Lo sabía. Era abogado, y no era idiota. Se percató de todo eso, pero aguardó al momento correcto o a que se presentara una oportunidad para poder acorralarla. Disfrutaba verla así, sin salida, nerviosa. Temblando bajo su cercanía. Sería cruel si no lo admitiera.

Con mucho trabajo, Sakura reguló su respiración. Recién cayó en la cuenta que ella misma se estaba delatando. Tendría mucha suerte si Neji no lo notaba. Algo totalmente difícil, teniendo en cuenta que estaba frente a un hombre que era catalogado como genio desde temprana edad.

¿Por qué carajos me pasa esto a mí? — maldijo mentalmente.

¿Por qué no buscó la maldita carpeta y se fue? Así ella no estaría en esa situación tan incómoda. Hacía tanto que se sentía atraída por él… Demasiado tiempo. Y si bien era un sentimiento que no podía evitar, por lo menos podía ocultarlo.

Tú me interesas — contestó él finalmente.

Sakura abrió los ojos asombrada, esa respuesta no se la esperó. No se atrevió a alzar la mirada, temía perderse y dejarse llevar por el sentimiento que nacía dentro de su corazón. No, no podía.

No obstante, Neji tenía otros planes y, en contra de la voluntad de Sakura le alzó la barbilla con delicadeza. Sakura se estremeció, su calidez le provocó un escalofrío en el cuerpo.

Sakura.

¡Oh Dios! ¿Por qué tenía que decir su nombre de esa manera tan sensual, tan erótica? ¿Por qué tenía que provocarla de esa forma?

Él estaba demasiado cerca para ignorarlo, así que en contra de su razonamiento alzó la mirada y la clavó en ese par de lunas. Por primera vez en años consiguió interpretar su mirada.

Acogedor y dulce.

Eso distinguió en sus ojos.

¿Por qué la miraba así? Sakura meditaba tanto que no se percató cuando Neji se inclinó hacia ella, dejando sus rostros a un palmo. No, eso no estaba bien.

Esto no está bien, Neji… — murmuró ella.

Tan pronto como las palabras abandonaron los labios de Sakura, Neji la aprisionó con su cuerpo contra la pared. La peli-rosa ahogó un gemido y lo contempló con ojos temblorosos.

¿Por qué huyes de mí? — el tono que usó era delicado, cuidadoso.

Sakura sintió un horrible cosquilleo en una parte de su cuerpo que no debía, se recriminaba interiormente que su anatomía respondiera mucho más a su voz que a su cerebro.

No huyó — respondió Sakura.

Neji elevó una ceja escéptico.

¿Ah no?

El rostro de él se había acercado peligrosamente al de ella.

‹‹ Está demasiado cerca.››

Sakura estaba asustada, de su proximidad y de la respuesta de su cuerpo. No podía permitir que se acercara más, pero, ¿cómo lo impediría? Envuelta por el pánico, ella alejó todo lo que pudo su rostro, sin embargo, la misma pared que le impidió su huida en un principio también le quito la posibilidad de escapar del roce de los labios de Neji. Estaba a una pizca de perder el juicio.

Mientes — musitó Hyūga.

Sakura tomó valor para mirarlo, asombrada notó como los ojos de Neji estaban dilatados y su respiración contenida. Podía sentirlo, gracias a lo cerca que estaba de su torso. Parecía que le costaba trabajo sosegarse. El castaño le observaba los labios insistentemente, luego se distrajo en algún punto de la pared y finalmente habló.

Me esquivas, te escondes, te excusas… — enumeró con voz enronquecida e irritada —. He intentado leerte, descifrarte, pero no he podido. — murmuró, parecía que hablaba consigo mismo y no con ella.

La mujer de cabellos rosas le oteó confundida, no comprendía a qué se refería.

¿De qué me estás hablando..?

Toda pregunta se quedó atorada en su garganta, en el tiempo y en algún espacio del balcón de su departamento. Los calurosos y húmedos labios de Neji por fin hicieron contacto con los de ella, que estaban secos de expectación.

A él le parecieron seda y néctar, suaves, dulces como las cerezas. Le rozó la boca con dulzura y paciencia.

‹‹ ¿Pero qué rayos…?››

¿Acaso se había congelado el infierno y ella no se dio cuenta?

El movimiento de los labios de Neji era aterciopelado y a la vez exigente, demandante, apasionado. Le correspondió, no podía evitarlo y tampoco deseaba hacerlo. En ese momento dejó que aquella parte que lo anhelaba fervientemente tomara posesión de ella por unos segundos, solamente unos segundos.

Neji profundizó el beso intensamente. Se dejó llevar y le soltó la muñeca. Pronto aquella mano que la aprisionaba ahora se deslizaba por su cintura en una imperceptible caricia, presionando de tanto en tanto. Ese acto, le hizo a Sakura recobrar la cordura y alejarse de él, eso no estaba bien…

Neji, esto no está bien — repitió nuevamente, con la respiración agitada.

Él la ignoró atacando su cuello con vehemencia. Sakura ahogó un quejido, y se limitó a presionarle los brazos arrugándole el saco. Neji, atraído por el repentino ataque de agresividad de ella se separó ligeramente.

Haruno tenía los ojos cerrados, respiraba agitadamente mientras se aferraba a las mangas de su chaqueta como a una tabla salvavidas. Neji sonrió ampliamente, ella no lo veía y estaba seguro que no tenía la menor intención de abrir los ojos en ese momento. Lentamente se acercó al oído de la chica y le susurró unas palabras.

Dime que no lo deseas y me detendré.

Sakura se mordió el labio inferior, si lo pensaba tal vez le pediría que se detuviera pero… ¿En realidad deseaba que lo hiciera?

Ante la duda, Neji hizo un poco más de presión con su cuerpo arrancándole otro gemido. El empuje ejercido en su cadera demostraba que, aunque se lo pidiera él no se detendría. Hyūga interpretó su silencio como una afirmación.

Lo deseas igual que yo — susurró él, sensualmente sobre su labios.

Sakura no necesitaba verle a los ojos para darse cuenta la pasión y la lujuria, su tono de voz lo decía todo, desafortunadamente ella también sentía lo mismo.

‹‹¡Carajo!››

Ella tembló ante la caricia que Neji le daba a su mejilla, le rozó suavemente los labios y con la otra mano afianzó su nuca guiándola en un beso ávido que parecía un torrente a punto de desbordarse. Una parte de Sakura disfrutaba ese beso húmedo y cálido, mientras que la otra, la más racional; le recordaba que eso era incorrecto e inmoral. Que alguien los podía descubrir.

Espera — murmuró Sakura en cuanto Neji le permitió tomar aliento.

¿Qué? — inquirió él, un poco frustrado ante tanta reticencia.

Naruto puede llegar en cualquier momento — dijo, deseando que esa fuera razón suficiente para detenerlo.

Neji soltó una pequeña risa, parecía divertido ante lo que acababa de comentar.

No lo hará — aseguró, despertó la curiosidad en Sakura, pero se vio disipada ante un par de labios que le succionaban el lóbulo de oreja. Ahogó un gimoteo y, con mucha dificultad le preguntó.

¿Por qué estás tan seguro?

Él dejó un camino lleno de besos húmedos por su cuello, mientras sus manos exploraban su espalda, masajeándola cada tanto.

Le dejé una pila de carpetas que revisar — contestó succionando una porción de la tez de su cuello, marcándola. Dejando una huella que indicaba su pertenencia —. Deben estar revisadas para mañana.

Sakura asintió automáticamente mientras le desajustaba la corbata. Pero Neji era más hábil, en unos segundos había desabotonado su camisa y ahora admiraba el corpiño de encaje azul marino. Ella apenas pudo desarreglarle la camisa, él continuaba con su tarea. Besando, succionando su cuello, hombros, el nacimiento de sus pechos… Toda la piel que tenía al descubierto.

La camisa, el saco y la corbata cayeron al suelo. Una parte de su cerebro continuaba renuente a lo que sucedía, Sakura simplemente la ignoraba. Si prestaba atención a la moral que la aquejaba no podría hacer lo que llevaba tiempo soñando, y no planeaba perder esta oportunidad aún si fuera la última que tuviera.

Confiada, Sakura acarició los pectorales y hombros. Lo hizo despacio, sin prisa y con detalle. Quería grabarlos en su mente, como una llama, aunque luego se convirtiera en cenizas. Neji presionó su cuerpo nuevamente contra el de ella erizándole cada partícula de su ser, en especial sus pezones… Provocando un hormigueo intenso en su intimidad. Hyūga era consciente de cada una de las emociones y de las sensaciones que provocaba en el cuerpo de la mujer de cabellos rosados, sin embargo, no significaba que no se tomaría el tiempo para apreciarlo. Mientras ella se resistía a dejarse llevar completamente, él la observaba. Sonrió, Sakura era una mujer dura. No esperaba menos de ella.

Sigue, si te detienes… — dejó la frase inconclusa, pero Neji sabía cual era el final de esa frase.

Se iría, irremediablemente, aunque ambos ardieran en deseo. Una atisbo de duda y se le escaparía de las manos.


Notas de Autor:

Hola.

Hace mucho tiempo que no me pasaba a actualizar este tema, esta vez lo hago con una historia que escribí hace mucho pero qué, releyendo quise darle un enfoque diferente; aunque intenté no perder en absoluto su esencia... Y como me salió sumamente largo, decidí hacerlo en dos partes para no agobiarlas/os con un OS tan largo.

He de disculparme por mi ausencia del foro, por el sinfín de historias que he dejado inconclusas y en las que ya estoy trabajando para retormar el hilo en que las dejé. He de advertirles o bueno, más bien creo que se dieron cuenta a lo largo de todo este OS que mi calidad ha disminuido muchísimo y estoy tratando de volver poco a poco, así que espero que, a las lectoras/es que aún me siguen puedan tener paciencia para poder alcanzar el nivel que tenía o bien, mejorar un poco más. Espero que hayan disfrutado esta primera parte de este escrito y me dejen sus comentarios. Cuídense mucho y hasta la próxima.