¡Hola! Aquí vuelvo con otro fic de One Piece. Para los que no lo saben, éste fic es una continuación de uno mío anterior llamado "Believe". No están obligados a leerlo, pero quizás haya ciertas cosas que no van a entender o van a confundirse un poquito. Claro que con un simple comentario o un mensaje privado preguntándome, estaría complacida de responderles.

Pero cambiando de tema, para los que ya saben, como bien dije en el Epílogo de Believe, esta parte dos se me ocurrió hacía ya unos meses, y bien por fin, me decidí.

Aclaro que los personajes de One Piece no me pertenecen, le pertenecen al Mangaka Eiichiro Oda, un genio.

El sol ya estaba saliendo por el este, quedaba poco tiempo, poco tiempo para desayunar, vestirse y dirigirse al centro universitario, donde asistían. Sabo quien había sido el primero en levantarse acorde al horario, miró a su hermano Ace, quien se había quedado dormido en la cama, mientras se vestía. Esa narcolepsia otra vez, pensó mientras bufaba. Ace todavía no estaba listo y Luffy, ni siquiera se había despertado ¡Llegarían tarde! ¡No podían empezar el año estudiantil de esa manera! Y Luffy... ¡Era su primer año! El rubio aún no creía que su pequeño hermano no éste nervioso por su primer día en una institución nueva, con nuevas reglas y nuevas personas.

- ¡Ace! - Comenzó a sacudirlo impaciente, eso iba a durar demasiado... - Ace... Vamos... - Si no se levantaba, comenzaría a fastidiarse - ¡Despiértate! - Gritó

Se sorprendió al ver que un mero grito despertó a su hermano, quien se puso de pie. El morocho lo contempló con los ojos entre abiertos, confundido y aturdido. Bostezó mientras se estiraba y luego de contemplarlo por unos segundos dijo:

¿Sabo? ¿Qué te pasa? - Su tono fue tan sumiso que apenas se escucho

Deja de dormir, te quedaste dormido y... ¡Luffy aún no se levanta! - Exclamó mientras lo apuntaba, el morocho mayor estaba a medio cambiar. Sus pantalones estaban subidos hasta la mitad de las piernas, la camisa estaba desabrochada y sus medias estaban a medio poner. Si de casualidad se tiraba en la calle, pensó Sabo, cualquiera creería que era un vagabundo alcohólico.

Pero... ¿Por qué tanto apuro? - Casi cae cuando se incorporó y su pantalón no lo dejó ponerse de pie, normalmente - Todavía es temprano - Se agachó y se subió el jean, lo abrochó y a eso, le sumó un cinturón de cuero negro

Ace, son las 7:30 - El rubio apuntó el reloj - Y ninguno de los tres ha desayunado -

¿¡7:30!? - Exclamó mientras rápidamente se abrochaba la camisa, tenían que estar en la Universidad a las 8. ¡Qué desastre! Acostumbrarse al horario de vacaciones era mala idea, sobre todo si estabas a días de empezar, nuevamente, el ciclo estudiantil - Vamos a despertar a Luffy -

Tomó sus zapatillas y corrió hasta la habitación continua. Sabo lo siguió lentamente, ver como Ace despertaba a Luffy era todo un espectáculo, nunca se cansaba. Comenzó a sacudirlo bruscamente, claramente estaban llegando tarde, no había tiempo de pensar una buena forma de hacerlo. Pero el morocho no cedía, nunca lo hacía, siempre tardaba el triple que sus hermanos en abrir los ojos y arreglarse.

¡Vamos, Luffy! - Dijo mientras intentaba hacerle cosquillas para que el pequeño se levante - ¡Tienes que levantarte! - Añadió al ver que no había caso - ¡Luffy, no me hagas...! - Suspiro mientras lo dejaba, y luego de tomar carrera, saltó sobre éste, aplastándolo

Ahhh... - El grito ahogado quedó sumergido bajo la risa del rubio, quien había estado esperando esa parte desde un principio

Ya, arriba - Comentó Ace mientras salía de la cama y se sentaba en la punta para poder calzarse - Sabo... tú ya estás listo ¿Podrías hacer el desayuno? -

¡¿Yo?! - Sabo se apuntó con el dedo - ¡Siempre termino haciéndolo yo! -

Prometo que cuando estemos allá, te haré el desayuno por dos meses - Sonrió el mayor mientras golpeaba un poquito a su hermanito para que no se volviera a quedar dormido

Más te vale que lo cumplas... - Murmuró ceñudo mientras se dirigía hacia las escaleras

¡Ya que! Eran sus hermanos, los había encontrado después de años, y en realidad no le molestaba convivir con ellos. Desde el momento que había aceptado, sabía que él era el más... No importaba. El hecho era que desde ahora estarían juntos como hermanos para siempre.

Cuando Sabo dejó la habitación Ace se puso de pie. Contempló al menor mientras este se intentaba parar, tirando todo lo que había en su mesa de luz, inclusive la lámpara. Ya habían pasado tres años desde que él había terminado el instituto y había empezado la universidad, y ahora, era el momento de su hermano, Luffy. Le tiró el pantalón y la camisa que debía ponerse, ya que el lugar exigía que el primer día, debían ir con una camisa blanca. ¡Estúpidas reglas de Universidad! No entendía para que, ni le agradaba pero... Era la única manera de asistir, cumpliendo las reglas.

El pequeño se puso como pudo el pantalón y necesito ayuda para abrocharse la camisa, y a pesar de que Ace lo ayudó, quedó un poco sorprendido ¿Qué le pasaba?

Oi, Lu ¿Estás bien? - Preguntó al verlo ponerse las zapatillas de una manera deprimente

Quiero mi desayuno... - Bufó mientras se ataba los cordones - Tengo hambre... -

Veo... - ¿Solo era eso? Rio mientras lo tomaba del hombro y lo arrastraba escalera abajo

Desayunaron a la velocidad de un rayo. Terminaron de arreglarse y empezaron a empacar las valijas en el momento que todos recordaron que debían irse antes de que llegase su abuelo. Cuando Ace y Sabo habían empezado la Universidad, había ido a exigirles que debían ir a la Armada para ser Marines, pero éstos se rehusaron y una batalla campal se desató en la puerta de la casa. Ahora pasaría lo mismo, haría a por Luffy. Con eso en su cabeza, se apuraron, guardaron las cosas, prepararon los autos e incluso pusieron en el remolque el cuadriciclo de Luffy.

Todo listo, Ace - Dijo Sabo luego de asegurarse que el cuadriciclo este bien sujetado

¡Bien! - Sonrió - Luffy ve con Sabo en su auto, yo iré detrás de ustedes - El auto de Ace era el que llevaba el equipaje, viajarían un tanto incomodos si alguno de los dos iba de acompañante

Condujeron hasta la Universidad, estaban llegando con el horario justo, pero no podían ir más rápido, no remolcando un cuadriciclo. El exceso de velocidad podía significar un accidente que ninguno de los tres quería.

Dieron vueltas y vueltas, pasaron por una avenida, pero finalmente, llegaron a la puerta de la Universidad. Era grande, inmensa, tanto que Luffy quedó sumido bajo un silencio abrupto cuando la vio. Frente a ésta, los departamentos, los departamentos donde se vivía. Típico de esa zona, los estudiantes acostumbraban a alquilarse departamento de entre dos o cuatro personas, y solía vivir todo el año universitario ahí, junto con otros estudiantes o sus amigos. Cuando bajaron de los autos, fueron directo a registrarse, y así poder alquilar las habitaciones.

Dos habitaciones por favor – Sabo fue el primero en hablar – Una para Sabo, Portgas D Ace y Marco, y la segunda para Monkey D Luffy y… ¿Luffy? – Lo llamó - ¿Con quién dormirás? –

Mmmm… Déjame pensar… ¡Zoro! ¡Usopp! Y… ¡Sanji! – Los nombres salieron en ese momento, nada estaba arreglado, pero como Luffy solía elegir y opinar sin consultar con los demás, estos cuatro, terminaron en la misma habitación

Perfecto – Dijo la mujer mientras tecleaba en su ordenador - ¿Tarjeta o efectivo?

Sabo quitó su tarjeta de crédito, y se la entregó. No era un noble, ya no, pero la profesión que estaba estudiando y las pasantías que hacía en el año, le dejaban una buena cantidad de dinero, incluso más que la de su hermano Ace, quien a pesar de tener una gran salida laboral, seguía siendo Ace, y la pereza, varias veces, le ganaba.

Cuando todo estuvo listo, los tres hermanos tomaron las dos llaves y comenzaron a caminar entre los demás novatos y alumnos de la universidad. Había gente de todos tamaños, colores y vestidos con toda clase de ropa, extraña, común, atrevida, colorida, grade, corta, ridícula, agradable… pero todos con camisa blanca. Luffy quien yacía caminando divisó a su grupo de amigos cerca de la entrada. Automáticamente salió corriendo.

¿Luffy? – Preguntó Ace antes de que divisara a los demás

¡Zorooooooo! – Exclamó mientras corría con todas sus fuerzas hacía el peliverde

Cuando el hombre volteó y lo divisó, fue tarde, el morocho, como tantas otras veces, ya se encontraba a centímetros de él, y segundos bastaron para que se estrellase contra el joven. El ruido que hicieron sus cuerpos al envestirse contra el suelo fue ensordecedor. Todos quedaron impresionados ante el sonido, si no fuera porque eran Luffy y Zoro, hubieran jurado que se habían roto la cabeza, literalmente. Cuando el morocho comenzó a reír, el peliverde se puso de pie.

¡Maldito! – Gritó con todo el enojo subiéndole por la espalda - ¡¿Qué no ves cuando corres?!

Lo siento, lo siento – Sonrió mientras se frotaba la nuca

Si… Lo sientes… - Murmuró aún encabronado

Luffy dio una mirada rápida a todos. Sí que habían cambiado desde la última vez que los había visto. Por un lado, Zoro estaba más alto, y el cambio más notorio era la extraña cicatriz vertical que yacía en su ojo izquierdo. Por otro lado, Sanji, quien yacía con un cigarrillo en la boca, no solo tenía el pelo un poco más largo, sino que, ahora tenía una pequeña barba que, al parecer, había crecido en los meses que no se habían visto. Usopp, otro de sus amigos, y al igual que el resto, había crecido en tamaño, pero su cambio era el mismo que el de Sanji, una leve barbita que decoraba su rostro. Poso su mirada en Vivi, una de sus amigas del instituto, se había recortado el cabello y al parecer habían aparecido hermosas ondas celestes que estaban sujetadas por una hebilla. También Robin sorprendió a todos, sus cabellos, jamás los habían vistos tan largos, pero a diferencia de Vivi, estos eran lacios y parecían ser suaves. Claro que ver a Nojiko con su cabello un poco más largo, no le sorprendió, la había visto seguido, debido a la relación con su hermano, pero ver a su hermana, la pelirroja fue sorprendente. Nami tenía el cabello mucho más largo que la última vez que la había visto, estaba más alta y estilizada, y en seguida quedo embobado por su delicada figura.

Todos están cambiados – Dijo al poder recuperar la conciencia

Tú también… Bueno no tanto, pero estas más alto – Vivi fue la primera en emitir palabra. Era verdad, no había cambiado mucho. Se le acercó y le tocó los bíceps – Aunque parece que si has cambiado por aquí - Todos quedaron en un incómodo silencio ¿Otra vez? ¿Vivi había empezado con eso, otra vez?

Bueno, ha pasado tiempo – Robin rompió el silencio

Oi ¿Dónde está Chopper? – La pregunta de Luffy sorprendió a todos

¿Qué no te acuerdas, Luffy? – Dijo Usopp – Él ha optado por otra Universidad, no estará con nosotros aquí –

¿Cómo? – Luffy quedó en silencio, aun procesando la información y disgustado de escuchar eso – Pero nos visitara ¿Verdad? –

Seguramente – Comentó el peliverde mientras bostezaba

Bueno… Entonces está bien – Luffy sonrió

¿Cómo están? – El morocho mayor de los hermanos, se acercó al grupo y acto seguido, beso a su novia, quien lo miraba son una sonrisa – Bueno, Zoro, Usopp, Sanji, ya tienen su habitación reservada, Sabo y yo nos encargamos – Les explicó – Después de todo, si van a dormir con Luffy, lo menos que podemos hacer es pagarles el cuarto –

¿Con Luffy? – Pregunto Sanji mientras se sacaba el cigarro de la boca

¿Por qué tanta confusión? – Sabo se hizo presente - ¡Luffy! – Bufó al segundo - ¿Acaso no les consultaste?

¿A quién? – Preguntó el morocho

¿Quién te dijo que queríamos dormir contigo? – Gritaron los tres al unísono

Yo no quiero dormir con él – Zoro y Sanji se apuntaron mutuamente

¿Pero por qué no? Sera divertido – El pequeño no quitó la sonrisa de su rostro

Nada se puede hacer – Suspiró Usopp agotado de las discusiones y las decisiones que tomaba Luffy – Tendremos que dormir juntos –

Maldición… - Bufó Zoro mientras se alejaba unos pasos del grupo

Bueno… - Habló Nami, intentando calmar las aguas - ¡Ya basta! Era evidente que terminarían durmiendo juntos – Dijo al ver que todos seguían discutiendo por la decisión tomada

Es verdad – Añadió Vivi - ¿Por qué no vamos a recorrer la Universidad? Parece encantadora – Lo que sea, con tal de distraerlos

Y así fue. Ace, Sabo y Nojiko decidieron quedarse en el lugar de registro para esperar a Marco y también a Koala, quienes podían llegar en cualquier momento. Y los novatos, decidieron ir a dar una vuelta por la hermosa y pintoresca Universidad, después de todo, jamás antes habían estado en un lugar tan grande como ese. Los hombres iban a la delantera, reían, gritaba y corrían mientras detrás de ellos el grupo de mujeres, cuchicheaban "cosas de chicas". Robin miró a Nami mientras ésta caminaba con la mirada puesta en Luffy.

Ha cambiado – Le susurró

Si… Es verdad – Comentó la pelirroja. No es que hubiese cambiado mucho físicamente, de hecho, de los siete era el que menor cambios había presentado, pero aun así, se notaba más maduro, y en cierto punto, eso era atrayente

Nami ¿Lo has visto? Su estado físico ha cambiado un montón – Acotó Vivi, claro que ella hablaba de los músculos

¿Vas a decirle? Después de todo, todos lo sabemos, menos él – Preguntó la morocha al verla preocupada, si, se notaba en su rostro

No lo sé – Murmuró mientras desviaba la mirada hacía el suelo

Caminaron por los elegantes patios, llenos de arboledas, sillas para descansar, y flores que decoraban los pastizales, todo muy agradable y reconfortante. La cantidad de gente no dejaba ver del todo el lugar, el primer día sí que era un lio. A penas podían caminar cuando se escuchó que alguien decía:

Nami-ya –

Todos voltearon, sorprendidos ¿Quién podría conocer a Nami allí? ¿Además de que ese extraño termino sonaba raro? ¿Quién podría emplearlo? Detrás de ellos, un joven cuyos ojos eran penetrantes y grises, decorados con unas notorias ojeras, se hizo presente. Sus oscuros cabellos estaban ocultos bajo un sombrero de piel, y su rostro estaba decorado con unas patillas y una leve barba del mismo color que sus cabellos. ¿Quién era ese hombre? Los ojos de Luffy se posaron en él cual lince.

Hola – Nami lo saludo como si fuera un antiguo conocido, cosa que extrañó al morocho – Oi, Chicos, quiero presentarles a Law – Volteó hacía el extraño – Ellos son mis amigos – Le sonrió

¿Y quién es él? – La voz seca y arrogante de Luffy se interpuso ante todos

Él y yo… - Comenzó la pelirroja – Estamos saliendo hace unas semanas –

La noticia lo shockeo, lo dejo mudo, sin aliento, sin saber que responder o que hacer. ¿Cómo era eso posible?

Bueno, hasta aquí he llegado con éste fic. Espero que les haya gustado como primer capítulo de ésta nueva historia, no tan nueva. Espero sus comentarios con sus opiniones, ya sean positivas o negativas, hasta luego.

Nos leemos :D

Próximo Capitulo: ¿Cómo era posible que en el tiempo que no se habían visto eso hubiera surgido? ¿Quién era ese maldito? ¿Qué pasara cuando una mujer se interponga entre Zoro y Robin? ¿Y cuándo dos? ¿Usopp habrá sido pinchado por la flecha de cupido? ¿Y Sanji?

Próximo capitulo se titula: Amores x 4