Disclaimer: Anda ya! Himaruya, anda ya!


"Tampoco pasa nada por hacerle una visita" se asegura una y otra vez el inglés durante las ocho horas que dura el vuelo. Podría haber esperado a Halloween, pero no quiere hacerlo con todos ahí, ni siquiera está seguro de querer hacerlo con él solo... está aterrorizado. No, aterrorizado es poco, está en BLOODY PÁNICO pero es que es... es que... es inexplicable.

Cada vez que piensa en ello decide que es una mala idea, pero su estómago no deja de darle vueltas mientras recoge las maletas en el aeropuerto... y cuando sale por fin, con una mano temblorosa es cuando marca el número de América en su teléfono.

Podría haberle llamado desde el parlamento, podría haberle contado por teléfono desde su casa, pero no. No, esto no. Quizás ha hecho el viaje en vano al final pero... algo no le deja dormir por las noches y sabía que no le dejaría hasta que, al menos, lo intentara.

—Hellooooo! – ¡Como grita el niño!

—Good morning —sonríe—. How are you?

—Súper enojado contigo —el tono denota completamente lo contrario, se ríe.

—What? Why?

— ¡¿Cómo es que vienes a visitarme y no me dices?! ¡Debería estar en el aeropuerto!

—What? Pues... ¡Te estoy diciendo ahora! Y... no vengo a visitarte, ¡Vengo a resolver un asunto con el embajador! —tsundere tsundere, ¿Cuándo no?

— ¡Pero estas aquí! Y no fui por ti y... Smith te está buscando ya, ¿Dónde estás exactamente?

—What? But... I... —da vueltas sobre sí mismo—. Frente... frente un McDonald's.

América se ríe.

—Come onnnn! Pobrecito Smith, vas a mandarlo a recorrer todo el mundo. ¡Hay cinco McDonald's aquí! ¿Estás enfrente del de la fuente? ¿El del puesto de periódicos? Fast food o... ¿Cómo que no vienes a visitarme?

—Eh? El de... hay una... tienda de ropa de... Hilfiger al lado y un quiosco al otro lado. Pero no tenías que mandar a nadie por mí, podía conseguir un taxi.

—Oh! ¡Ya sé cual es! Wait... Waaaaait —pone el altavoz, saca la lengua por la comisura de los labios, escribe a Smith y a la vez hace un pedido para llevar en el McDonald's —. ¿Quieres un McFlurry?

—No! —Aprieta los ojos—. America! —le riñe—. I just... cuando salgas de trabajar, podemos... ¿Vernos? —pregunta nervioso.

—Te compré de butterfinger y otro de M&M'S por si no te gustaba —sonríe sin hacerle ningún caso—, ahora sale Sally a darte la bolsa, ¡No te muevas! Le dije que eras un viejecito gruñón con cejas superpobladas —risas —, ¿Ya estás con Smith?

—What? ¡Ni siquiera sé quién es Smith! ¡Y no soy un viejecito gruñón! ¿Me estás escuchando lo que te digo?

—Yes, Yes... Algo de que me ponga a trabajar —no, no te está escuchando. Un hombre alto vestido como de Men in Black le toca el hombro al inglés, que pega un salto y se da la vuelta hacia él, levanta las cejas.

—England?

—Lord United Kigndom of Great Britain and Northen Ireland —corrige frunciendo el ceño.

—Ehh... England, right? —pregunta vacilante levantando una ceja, no es muy listo, claro, si lo fuera estaría dando clases en Harvard y no de chofer.

—Lord United Kingdom para usted, muchacho —asiente fulminándole igual.

—... no es posible construirlo! Y dicen que la energía no sería segura y con todo el asunto del gobierno y la deuda, me han dicho que los lagartos probablemente no encuentren una manera de abrir ese puente... —alguien está pegando un rollo al teléfono.

—Smith —saluda el chofer de vuelta con un gesto de cabeza, tomando la maleta de Inglaterra del suelo.

—Busca a Sally y dile que le dé los helados de Mr. United States —pide el inglés señalando el McDonald's a Smith, con el teléfono en el hombro —. America? America? —le detiene del rollo... o lo intenta, al volver a ponerse el teléfono al oído.

—...wesome llevarlo, aunque no sé cuándo es que... Eh?

— ¿A qué hora podemos vernos?

— ¿Ya vienes para acá?

—No sé a dónde me va a llevar Smith, está recogiendo los helados de McDonald's. ¿Tú cuándo acabas? No quiero hablar en la casa blanca.

—Tengo... Tengo una junta —voz de genuina tragedia y aburrición—. Pero salgo como en una hora, ¿Quieres comer?

— ¿No vas a comerte los helados ahora?

—Son tuyos...

Smith, para esto, se ha ido ya hacia el McDonald's y vuelve con la bolsa en la mano.

—Ehm... well, Ok, da igual. ¿Dónde quieres comer?

—Hmm algo bueno, nada de asquerosidades de esas que tú eliges. Hay un buffet nuevo de mariscos de los de coma todo lo que quiera... ¿Quieres ir?

— ¡No son asquerosidades! ¡Cuando eras pequeño te gustaban!

—Cuando era pequeño me habías quemado las papilas gustativas con esa comida asquerosa —se ríe.

— ¡No es verdad! Well, vamos a ese horrible buffet. ¿Dónde es?

—Smith te lleva, ¿Sabes que me contó Australia ayer? ¡New Zaeland no quiere que termine de filmar Avatar II en su casa! Y...—empieza a pegar el rollo otra vez en lo que camina hacia la sala de juntas, riéndose y saludando a todo el mundo.

Inglaterra no le escucha demasiado mientras habla con Smith.

—Well... Gotta go! Nos vemos al rato, old man! No le saques canas a Smith —corta el americano abruptamente.

— ¿Ah? —se queda con el teléfono al oído, comunicando.

Smith sube la maleta al coche y le pregunta que a donde le lleva. Y el inglés le explica lo del bufet mientras mira lo que hay en la bolsa de McDonald's. Dentro hay dos helados gigantes de esos que si los volteas no se caen, unas papas fritas y dos peluches de Angry Birds starwars.

Aprieta los ojos porque además NO quería helado ¡Si van a comer ahora! Es que al niño se le antojoooó, se le antojó que te lo comieras.

—Smith... ¿Le apetece un helado? —pregunta mientras se come las patatas, eso sí.

— ¿Helado? —Le mira por el retrovisor con sus lentes oscuros—, ¿De qué es?

—Hay dos... no tengo ni idea— El británico le sonríe un poquito por primera vez.

—Sure.

—Smith... ¿Ha llevado usted a Mr. United States últimamente? —pregunta mientras se los pasa.

—Lo llevé a un partido la semana pasada, yes... Me regaló un boleto y entré con él.

—Oh... ¿Por casualidad ha hablado con usted de Russia?— Hello, Mr Bond.

—Oh! ¿Va a darme los dos? —pregunta al notar que le ha pasado ambos helados. Si... este también es distraído, americans.

—Si los quiere... Pero no le diga que se los ha comido usted.

—Yes, yes... don't worry! Thanks man! —Pierde toda la formalidad en menos de diez segundos, mientras se mete un bocadon a la boca —. ¿Me defhia algo fhe Ruffshia?

—Yes... —responde con desagrado porque le habla con la boca llena.

—Hmm... yes. Vino hace poco —se sonroja un poco porque él no tuvo que llevarle pero le contaron que había pasado algo extraño en otra de las camionetas.

— ¿Y qué pasó?—Le pregunta el británico sin enterarse del sonrojo.

—Pues vino y pasearon, fue por los días que hubo toda esa persecución. Cuando se metieron a la casa de America, ¿Lo vio en las noticias?

—Algo... oí, pero no estoy muy seguro, ¿Podría contármelo?

—Well... yep. Fue súper raro, porque alguien cortó la luz como de cuatro manzanas en casa de America, en el departamento de NY, y se metió a su casa por la ventana, y... luego salió corriendo y nadie pudo atraparlo.

Aprieta los ojos pensando que Rusia es un psicópata y NO le gusta nada que esté con él y tiene mucho miedo ¡Y no le ha contado esto además! ¡Seguro que expresamente para que no le riña pero venga hombre! Que siempre lo anda regañando.

—Dicen que iba vestido además... de Batman. Jeez, la gente está loca —se ríe un poco —. Bueno, Russia estuvo por aquí unos días más tarde.

— ¿Ajá?

—Más o menos cuando el incidente del Pentágono —ok, los secretos nacionales no están bien guardados con este hombre.

— ¡¿Cuál incidente en el pentágono?! — ¡Escándalo!

—La verdad no sé bien que pasó, solo sé que triplicaron la seguridad y corrieron a algunas personas, dicen que entró alguien... y que quizás podría ser un alien —Tono de completa credulidad.

— ¿Que entró qué? WHAT THE HELL?!

Smith le mira por el retrovisor porque a él, como buen norteamericano, no le parece tan grave puesto que... ya está arreglado, ¿No? Es decir, no pasó nada.

—Well... homeland security ya lo arregló. Don't worry Mr. England.

—¡Ese no es the bloody point!

—No?

—Of course not! —empieza a reñir a Smith antes de notarlo y soplar cansado.

—Ehm... Sorry, yo solo creo que no debe preocuparse. Estamos muy bien protegidos.

—Well, ese no es el punto,

El chico se encoge de hombros empezando a comerse el segundo helado.

—Ya casi estamos ahí… ¿A dónde llevo su maleta mientras come?

—A mi embajada.

—Ah, right sir. La dejo ahí —asiente el chico deteniendo la camioneta frente a un restaurante que tiene una gran langosta inflable afuera —. Ya estamos aquí —asegura abriendo la puerta para bajarse a abrirle la puerta al inglés.

—Lord —corrige—. Thank you. ¿Entonces no le ha contado nada más al respecto? —pregunta bajándose y sin estar seguro de querer saber.

— ¿De qué? De Russia? —el cotilla, bien que sabe de qué le hablan. Sonríe un poquito mirándole bajarse —. Well... let me think... esta súper enojado con lo de Snowden... y algo pasó con lo de las armas químicas, eso me lo contó Peter...

—No, no, nada de lo que sale en el periódico, que le haya contado él—ojos en blanco.

—Hmm... ¿Algo que me haya contado él de Russia? Ehh... no. Hablamos del juego todo el tiempo, aunque recuerdo que me dijo que a Russia le gustaría jugar al football y que seguramente sería un muy buen contención —asegura después de hacer memoria unos instantes.

—Yes... well. Thank you.

—You're welcome! —sonríe, le da la mano para despedirse y se sube al coche otra vez, encendiéndolo —. Volveré por ustedes en un rato —asegura después de bajar el vidrio del copiloto.

—Ah, entonces mejor no lleve la maleta a ningún sitio, solo guárdemela.

—Ok, eso haré. Thanks for the icecream! —sonríe arrancando y cuando está a un par de metros se frena otra vez —. Ehh! England!

Parpadea y le mira, le sorprende y le incomoda un poquito tanta confianza de repente.

—Me dijo algo de darle una sorpresa a Russia, ¿Te sirve? —de verdad que es un chismoso este niño —. Algo de ir al sótano.

—What?! —se acerca al coche otra vez.

—Eso fue lo que me dijo, recuerdo porque yo le dije que un año habíamos asustado a mi primo Jack lanzando un muñeco tamaño natural lleno de paja por la escalera del sótano cuando bajó a lavar su ropa. Fue graciosísimo... estaba ahí abajo, apagamos la luz, y le lanzamos... —interrumpir si no pretendes escuchar tooooooda la historia. Gracias.

—Yes, yes... Jack —se ríe un poco fingidamente—. But, what about Russia?

—Me dijo que él iba a asustarlo en el sótano —se encoge de hombros.

— ¿Y nada más? ¿Cómo? ¿Cuándo?

—No lo sé... Halloween? —se encoge de hombros.

—Well, thank you —acaba por ponerse verde de preocupación por todo eso, pensando que luego va a tener que meterle la bronca y que no es a eso a lo que ha venido. Suspira pasándose una mano por el pelo, cada vez menos convencido de hacerlo.

Smith le sonríe y arranca esta vez sí yéndose y dejando al inglesito histérico ahí. ¡Maldito!

Inglaterra entra al restaurante a por una cerveza.

Cuando el inglés va en la segunda o tercera cerveza, repentinamente alguien... sí... "ALGUIEN" le llega por la espalda.

—BOOOOOOOOO!

Y pega un bote de cuatro metros guardándose en el cuello de la camisa la cadena con el anillo. América se ríe a carcajada limpia, que le gusta hacerse el gracioso pero que a él no lo asusten ¡¿Verdad?!

—You bloody git! —protesta.

—¡Debiste ver tu cara! —se sienta frente a él casi rodando de la risa,

Inglaterra niega con la cabeza y sonríe un poco. El americano que ve que ya se tranquiliza un poco, aunque sigue riendo levemente, extiende una mano y le despeina.

—How are ya?

— ¡No me despeines! —protesta un poco pasándose las manos por el pelo.

— ¡No seas viejito aburrido!

—Bah! —se pone bien el pelo y le mira con cara de angustias. América le sonríe sin enterarse.

— ¿Qué haces aquí? ¿A qué has venido? Ya hablé a tu embajada y no sabían que estarías aquí —suponemos... quizás si lo sabían, si sí ahora lo cambiamos, el poder de la autoras.

—What? Pero si llamé ayer por la mañana —frunce el ceño. El niño se ríe otra vez mientras pide una coca cola y se sienta medio desparramado en la silla.

—What's up, man... hace mucho que no me visitas por visitarme —asegura sonriendo.

—No estoy visitándote por visitarte...

—Yes, yes... blablabla de la embajada —ojos en blanco, perdona Inglaterra, es que no se entera.

—Me he enterado de algunas cosas...

Estados Unidos suspira, COMPLETAMENTE SEGURO de que le va a regañar por algo, que es cierto, prepárate.

— ¿Qué es todo eso del pentágono, la electricidad y Batman y todas esas cosas, eh?

Sonríe y a la vez frunce el ceño y niega con la cabeza.

—Pfff... Algunas cosas que han pasado. El commie está loco y hace cosas malas, pero ya resolví todo.

—Pero igual, ¿Es que no te preocupa?

—What?

— ¡Pues que haga todas esas cosas, America! ¡Y no me digas que te vas a meter a su sótano para devolvérsela! NO PUEDES ENTRAR AHÍ ¡¿Me oyes?!

—What? How do you know?! —levanta las cejas.

— ¿Crees que no te conozco?

— ¡Pero si el plan es súper secreto!

—Pero es súper evidente y predecible. Y seguro él también se lo espera, así que piensa en otra cosa para asustarle en Halloween.

—Pero si no es solo para asustarle en Halloween... es que él entró al pentágono y vio mis secretos, ¡Yo debo ver los suyos!

—America, he is bloody crazy! Va a matarte si le das la más mínima escusa, además, no hay ahí ningún secreto que no sepas ya.

— ¡Nunca he estado en su sótano! ¡Y él no va a querer que yo esté ahí! —sonríe malignillo, quieeeeere ver ESE sótano.

—Para eso métete en la sede del KGB, o lo que sea.

—Nah... Quiero ir al sótano. ¡Al parecer tiene cosas horribles ahí y su craaaaaaazy sister cree que puede matarme! ¡JA!,

— ¡Le voy a decir lo que planeas, America! —le advierte muy serio.

—Nooo! ¿Por qué harías eso? ¿Qué quieres? ¿Qué me mate en serio?

—Lo que no quiero es que te metas ahí. Invítalo aquí y métele un susto desde aquí. En casa. Donde puedas controlarle y estés en clara ventaja.

— ¡Pero así no tiene gracia, no me entero de nada!—Puchero.

—Ahí tampoco, lo único que vas a ver es que al psychokilker le gusta la gente muerta y cosas de tortura que si tienes suerte no usará contigo.

— ¿Suerte? ¡JA! ¡No es suerte! Es que yo soy awesome —dice la palabra mágica con suficiencia, como cada vez que la dice.

—Americaaa... just... I don't know, monta una sala de controles nuclear falsa con los chicos de tus platós de cine y le dices que apriete un botón o lo aprietas tú de forma accidental y le dices que has disparado cabezas nucleares sobre Moscow. Seguro alguien puede hacer un montaje bueno con videos hablando el ruso parecido a la explosión en Chernobyl.

El chico se ríe e Inglaterra le mira fijamente.

—Eso suena awesome... pero aun así me quiero meter en su casa.

—America! ¡Tú no le habrías matado porque eres un buen chico, pero él sí te matará!

—Yo también lo mataría, obvio. —Ajá.

— ¡No le mataste! Lo hizo y no lo hiciste, así que no me digas que lo harías.

—Pues no le maté porque no fue necesario.

— ¡Él no va a entender eso!

—Seh, si lo entiende. De hecho él dice que me va a matar su sister loca.

—America! ¡Basta ya! —le advierte muy serio.

—Ok, olvidemos al commie, ¿Va?

Pone los ojos en blanco pensando que a Rusia no le va a advertir, pero a Obama sí para que al menos le obligue a quedarse o algo.

—Además, ¿Qué no íbamos a celebrar Halloween todos juntos como siempre? No puedes irte a Moscow si es tu casa donde lo celebramos.

—No estaba seguro de hacerlo en Halloween... ¿Vas a venir seguro? —sonríe.

—Yes. No lo hagas.

—Alright, no lo haré en Halloween —oo promete nada.

—Ni en Halloween ni ningún otro día.

—How's France? —cambio de tema radical.

Se sonroja de golpe.

—I don't know. Vamos a buscar comida —se levanta huyendo nervioso. América sonríe orgulloso de sí mismo levantándose también.

Inglaterra se acerca a las bandejas de comida sin mirar apenas lo que elige, pensando de nuevo en el asunto que le traía hasta aquí a través del mar, de seguro que era una pésima idea.

El niño se sirve cuatro... si CUATRO platos GRANDES, mientras saluda a los meseros, al chico que limpia las mesas y a noséquienquesehaencontrado.

Estaba claro que definitivamente era una mala idea... América seguía siendo un niño, esas cosas con Rusia eran la absoluta prueba, lo que por supuesto es de por sí una mala elección para un asunto tan delicado... Pero no había más opciones.

Sin embargo... no había nadie mejor. Podría haberlo hablado con Suiza o con Japón, ambos eran sus amigos y eran mucho más serios y conscientes, tomarían el asunto con la discreción y el tacto adecuados, pero no, ni Suiza ni Japón eran América. Ni Suiza ni Japón le habían abrazado por la noche cuando solo eran niños y todo parecía ir hacia el abismo. Ni Suiza ni Japón habían estado enamorados de él.

—... ces le dije que no podíamos sentarnos a jugar nada más así, ¿Y sabes qué me dijo Japan? JAJAJA! Fue awesome! Todo serio me dijo "pero el juego no está hecho para eso, America" JAJAJA! —sigue parloteando en realidad, ahora con él.

Inglaterra suspira cuando vuelven a sentarse a la mesa aun pensando en ello y decide que... qué demonios, a eso había ido al final, al menos tantearía el terreno.

—America —le llama en un tono más solemne de lo que querría, para que deje de parlotear. El tono de voz le llama la atención, inclinando la cabeza con curiosidad, se calla.

—What?

—What... —empieza y aparta la mirada, sonrojándose un poquito—. What do you think about... well, you know... marriage?

—Marriage? —descolocado, se mete UN GRAN camarón en la boca.

El de ojos verdes se sonroja más y finge romper una pata de cangrejo para no mirarle, asintiendo muuuy suavemente.

—Marriage as in... marriage? ¿Cómo los finales de las pelis? —inclina la cabeza.

—Yes... well, no en una peli...

—Hmm... No en una peli. ¿Entonces? ¿Así como que... te inviten a una boda? Son aburridíiiiisimas.

—Oh, yes, algunas sí lo son —sonríe un poquito—. But... no, I mean... ¿Qué piensas de que la gente se case? ¿Crees que es una buena idea?

Esas cosas que el americano nunca había pensado.

—Mmmm... pues no sé, no lo había pensado. La gente que se casa, hmmm —se lo piensa metiendo una pata de langosta a la mantequilla —. ¿Pues por qué no?

—Well... digamos que es algo muy importante, no es en realidad como el final de la película... I mean, es el final y a la vez el principio de algo.

— ¿Pues eso no es malo o sí?

—No, pero hay gente que... bueno, tiene miedo o piensa que es una mala idea porque... implica un compromiso y una responsabilidad con otra persona.

— ¿Un compromiso de qué?

—Pues de... amor —se sonroja.

—Awwww —sonríe —, ¡Eso no es malo!

—No pero... a veces da miedo.

— ¿Crees que debería casarme con Russia? —pregunta inclinando la cabeza, sin entender el punto del tema.

—WHAT? NOOO!—le va a dar un infarto.

—No es eso lo que me estás queriendo decir así de esa manera como... ¿Cómo se dice? Suu...

—NO! NO! ¡Russia no tiene NADA que ver en esto!—histérico.

—Pues es que estás hablando así súper misterioso...

—Wait! ¿Tú QUERRÍAS hacer eso?

—No… No sé, no lo había pensado. Creo que no. ¿Tú querrías?

—No! no querría que te casaras con Russia, Russia es un peligro, ¡Un asesino psicópata!

—Naaah, hablo de casarte tú —Se ríe, tan adorableeeeeeee.

—What? —se sonroja de muerte echándose un poco para atrás en la silla incluso.

Se ríe un poco con la cara de espanto.

—W-w-w-what? —susurra.

—Tu cara de pánico...

Se pasa la mano por el pelo, nervioso.

— ¿Pero pof fhé prefhuntagh? —pregunta metiéndose todo lo que le queda al plato de un solo bocado.

—Curiosidad —niega con la cabeza, aun nervioso—. ¿Qué... qué pensarías de que yo lo hiciera?

— ¿Tú? ¿Casarte? Naaaah... te morirías.

—Ah... ¿Sí? Why?

— ¿Con quién? ¿Con France? —se ríe —, come on, pero si todo el tiempo le pegas y dices que es tu peor enemigo! Pfff ¿Qué te dijo él? ¿Qué quiere? JA.

—What? —sonrojo de muerte otra vez y más con las burlas.

—Pobre France —más risas.

—Como que pobre... what? ¿De qué estás hablando? —hasta tiembla, ay América.

—Pues... ¿Te dijo algo de eso? ¿O por qué me preguntas?

—NO! ¡Nadie me dijo nada! ¡YO NO LE DIJE QUE NADA! What the hell is wrong whit you?! —hasta se pone de pie, histérico. América parpadea un poco descolocado con la histeria repentina (es decir, es que acaba de percatarse de ella).

—With what? ¿Qué dije?

—You're a bloody git! Just forguet all of this! Ni siquiera sé por qué he pensado que sería una buena idea hablar contigo —sigue cruelmente, para sí mismo—. Tengo que irme.

—Nononono... wait, wait, wait! —le detiene del brazo y del otro hombro y se levanta también.

Inglaterra intenta soltarse con violencia.

—Waaait! Vas a lastimarte, no voy a dejarte ir —asegura deteniéndole con más fuerza —. What's going on? No entiendo nada...

— ¡No hay nada que entender! ¡Suéltame! —susurra con los dientes apretados para no hacer una escena.

—No, no... Please. I'm sorry, ok? ¡No te vayas! —cambia el tono a uno mucho más serio y suave, agobiado, definitivamente no es la primera vez que usa ese tono.

—No, sí me voy. Suéltame. NOW.

—Iggy. Come on, pleeeease! —le mira desconsolado porque sí que acaba de entender que Inglaterra quería hablar ALGO con él, algo importante y ni siquiera se ha dado cuenta —. No sabía que querías hablar conmigo.

El inglés se pasa la mano por el pelo muy nervioso, sin mirarle.

—I'm sorry; I'm an idiot, ok? Es solo que... no estaba pensando y sigo sin entender qué es lo que dije mal, but... no te vayas, please —insiste en su voz seria y agobiadilla deteniéndole con fuerza —. Sit down, ok? Please.

El mayor se masajea los ojos intentando de verdad calmarse, respirando con dificultades y América le empuja un poquito para que se siente otra vez.

—Are you ok?

—No —se sienta igual.

El americano respira un poquito, sentándose frente a él y tratando, de verdad, de ponerle atención esta vez.

—E-Entonces... The wedding.

—Fuck the bloody wedding, America.

—Come on, Iggy... no te enojes, la única vez que vienes a hablar conmigo —pide revolviéndose un poquito, pero bastante serio —, estabas hablando de eso, de bodas como las de Disney.

—No como las de Disney —se cruza de brazos—. Pero igual ha quedado muy claro lo que piensas. Poor France. ¿Cómo iba a decirme que quiere? ¡Pues que sepas que sería YO quien no querría y YO ya le rechacé una vez y las que haga falta!

—Pues eso es justo lo que pensé —asegura —, ¿Que no me dijiste que France te dijo? Y justo eso, que dijiste que no... ¿No es eso de lo que hablábamos?

— ¡Yo NO te hablé de France en ningún momento!

—Ohhh! Pero dijiste que... ohhhh! —levanta las cejas y se sonroja, ok, este camino está peor.

—Ni lo pienso hacer, solo estaba teniendo una conversación contigo, no necesitaba que me dejaras tan claro como es que crees que France me hubiera rechazado de haberlo hecho.

—What? ¡Yo no dije eso!

— ¡Justo eso dijiste y eso es lo que me ofende!

—No! Alright deja de enfadarte y de entenderlo todo al revés, YO lo que dije fue que si France te había dicho de casarse y tú le dijiste que no, poor France —hace los ojos en blanco —, tu NUNCA le dirías a él de casarse, obvio, si tú siempre estás diciendo que le odias aunque le des besos cuando crees que nadie les ve —carita de puaj.

— ¡YO NO LE DOY BESOS! —chillido tsundere, nadie te cree.

— ¿Ves? Menos ibas a pedirle que se casara contigo, obviamente no pensé poor France por casarse contigo —asegura revolviéndose un poquito.

—Well... no importa, igualmente —aunque sigue de malas.

—¿Por qué me...? ¿por qué me preguntaste qué pensaría si... tú...?

Inglaterra le mira de reojo con el ceño fruncido, los brazos cruzados y sonrojado.

—Come on, cuéntame. Soy toooodo oídos, no voy a decir nada tonto esta vez —sonríe un poquito recargándose en la mesa hacia él y poniéndole tooooooda su atención.

— ¡No hay nada que contar! ¡Sólo es una pregunta!

—Oh... ¿Entonces qué era de lo que querías hablar? ¿De eso? —pregunta y luego aprieta los ojos porque algo extraño se le está escapando —. Ok, dijiste que no era con France... ¿Es algo de... la reina?

—No, just forget —lo siento, América, has perdido tu oportunidad. El niño le mira unos segundos.

— ¿Viniste hasta acá... a contarme algo?

—No, vine hasta acá a tener una reunión con mi embajador.

El estadounidense le mira unos instantes más, y se pasa una mano por el pelo, tragando saliva y desviando la mirada.

—Fine, dime eso y luego ve a ver al embajador y luego ve a casa otra vez y ya —murmura.

—No vine a decirte nada, mi reunión es mañana y solo aproveché para pasar a verte hoy.

— ¡No es eso lo que dijiste hace rato, dijiste que tonto de ti que habías pensado en hablar conmigo!

Aprieta los ojos verdes con eso.

—Ya sé que lo hice mal, but... Come on, últimamente ya no hablas nunca conmigo de nada, menos aún desde el commie...

— ¡Pues es que últimamente parece que vuelves a ser un niño pequeño!

—Ya sé que no te gusta, pero no ha pasado nada malo, I'm not stupid. Pero no soy un niño pequeño, y tú aún eres my best friend, you know? Ya sé que lo hice mal, pero come on! —se quita los lentes.

—Yo solo... quería saber qué pensabas, nada más.

— ¿V-Vas a... vas a pedirle a France que se case contigo? —pregunta con voz seria mirando a Texas en sus manos.

—NOOO! —lo siento, es que esto tampoco es nada fácil para él... aprieta los ojos. Aprieta los ojos el menor también, sin saber cómo tomar esa respuesta.

—O-Ok, ok, no te enfades…

—But... —susurra—. ¿Qué pensarías si pasara? —pregunta de manera muy suave y bastante vulnerable.

—Well... I... —vacila, pensándolo muy bien y tragando saliva porque esto es una de esas cosas que le joden, que Inglaterra esté con Francia, aun cuando él esté muy feliz con Rusia y ya se haya acostumbrado, pero a la vez… —I... I remember, when I was a little kid...

—¿Ajá? —le mira de reojo.

Toma aire porque aún no se recupera de la idea y las ganas de sacudir a Inglaterra para preguntarle POR QUÉ es que le está preguntando eso.

—I... I... my brother and I used to talk and he... well... solía imaginaries a ti y a France...

—What? ¡Pero si entonces nos llevábamos mucho peor!

—Canada —se encogía de hombros.

—And?

—Y todos tenían mom and dad and...

—Pero no es la opinión del niño la que estoy pidiendo —niega con la cabeza.

— ¿Puedo ser your best man? —pregunta abruptamente de repente, abre los ojos y le mira desconsolado.

—No lo... —aprieta los ojos y se sonroja—. No lo voy a hacer.

— ¿Por qué no? Lo estás pensando y mira que yo pensé que nunca pasaría y... estás feliz con France —sonrisita remota.

—Es... —niega—. No, no. No es posible, políticamente, económicamente... no es como antes con la realeza, no se puede.

—Mmm... but... es que puesto así yo tampoco podría estar con Russia. ¡Y tú hablabas del... del compromiso de amor!

—No! ¡I hate him, además! —se sonroja con eso terriblemente, cerrando los ojos.

Estados Unidos sonríe, porque sigue haciéndole gracia el sonrojo, aunque un poquito tristemente porque casarse es... CASARSE, significa que de verdad ya no tendría la más mínima oportunidad, pero aun así...

—Y no es lo mismo estar... así a nivel personal, que a nivel público con toda la nación, eso es imposible.

—But, no... No hay nada que no se pueda hacer —niega con la cabeza, obstinado—. ¿Me puedes repetir lo que dijiste hace rato?

—What?

—Toda la parte esa del amor y el compromiso de algo...

—No! it's just... no! I don't know, ok? I... no. just forget. No va a pasar.

—Nooo, wait —sonríe un poco más, empezando a entusiasmarse —, sí puede pasar, solo no tenemos que decírselo a nadie. Look, podemos ir a las Vegas, por ejemplo y... se casan ahí, como cualquier persona normal. ¡Los puede hasta casar Elvis! Y estarían casados por el estado de Nevada, y ya.

—No! No! Stop! Stop! No, America. Stop. Nadie lo sabe, OK? Así que NO le digas a nadie que te lo he mencionado. No. —nervioso ahora porque prometieron que NADIE iba a saberlo, pero por algún motivo, necesitaba la aprobación de América.

— ¡Pero si solo te lo estoy diciendo a ti! —Baja un poquito el tono, y sonríe—. Come on Iggy, si estás pensando en casarte con France, es... wow!

— ¡NO LO ESTOY PENSANDO! —se sonroja de nuevo.

América se cruza de brazos y lo mira unos segundos, con una leve sonrisita. Desvía la mirada, levanta la mano y pide un café, dejando aun bastantes cosas en los platos, cosa un poco extraña. El inglés se mira las manos, sonrojado de muerte y medio hecho bolita.

—Ya know...Siempre pensé que tú y yo debíamos estar juntos.

El británico parpadea y le mira tomado por sorpresa con ese comentario.

—All the time, estaba seguro de que TENÍAMOS que estarlo, especialmente antes de que empezaste a... lo que sea esto con France —agrega y se sonroja un poquito desviando la mirada y hablando sorprendentemente como el adulto que es —. Estaba tan seguro de que iba a pasar, que cuando te fuiste con France de verdad me enfadé.

Traga saliva, escuchándole.

—Y luego vino Russia y... tuve que pelearme aún MÁS contigo —sonríe —, casi parecía the independence.

— ¡Sigo peleando contigo por eso! —susurra un poco.

—Y hace rato que dijiste de boda pensé por un momento, hell yeah! Van a terminar.

Levanta las cejas, ¿Eso pensaba?

—Pero por otro lado pienso que no sabría ahora que hacer contigo y con Russia y...

Inglaterra aparta la mirada, odiando más a Rusia por dentro.

—Y de verdad ahora me dices que sí que estás pensando en ello y creo que... I REALLY want to be your best man.

—But... es que no va a pasar. I think... ya eres my best man, eres el único que lo sabe.

—Si va a pasar, tiene que pasar. Quizás France no sea tan malo después de todo, sólo él te soporta enfadado y con todas tus mañas de viejito —se ríe.

— ¡No va a pasar! I hate him! —y luego cae en la cuenta de algo—. ¡No se te ocurra organizar nada! —le advierte. Demasiado tarde, por cierto.

—Ah come on! No te preocupes, alright? Tú relájate y yo me encargo de todo...

—No! NO AMERCIA! NO! Listen to me! ¡Estoy hablando en serio!

—Mira, tú sólo tienes que comprar los anillos...

—No! NO! NO. NO. NO. ¡Me negaré a cualquier cosa que propongas! ¡No voy a aparecer a nada! ¡Y como se lo digas a France o alguien voy a dejar de hablarte para siempre! —le señala con el dedo.

—But Iggyyyy! Why not? No le digo nada, tú vas, se lo propones... —sonríe un poco —, ya know? Creo que va a morirse de la alegría.

—NO! I HATE HIM! FORGET ALL OF THIS!

— ¡Pero yo quiero ser tu padrino! ¿Cómo funciona el anillo de compromiso con los hombres?

— ¡Basta ya! Me marcho. Ve a trabajar, trataré de adelantar mi reunión.

—What? Noooo! ¡Hay que contárselo a Canadá! Ihhhhh! Va a ponerse súper feliz —saca el teléfono.

— ¡NO SE LO CUENTES A NADIE!

—No, si no voy a contárselo a nadie más que a Canadá.

— ¡NI A CANADÁ!

—Pero es my broooooother —ojitos desconsolados, mientras empieza a escribir en el teléfono.

—Pero es MY SECRET! ¡Y te lo he confiado a ti ya nadie más!

— ¿France sabe que quieres casarte con él?

—¡NO QUIERO CASARME CON ÉL!

—Shhh...

—No debí decirte nada... ni siquiera sé porque lo he hecho —niega con la cabeza poniéndose de pie, agobiadísimo otra vez porque ahora va a saberlo TODO el mundo y va a querer morirse.

—Nooo, no, wait! —ooootra vez se para con él y es que Inglaterra... en serio, sé que no lo parece, pero no tienes idea del efecto que tienes en este muchacho, con todo y todo.

—Ya no quiero hablar más de esto, ni contigo ni con nadie. NO SE LO DIGAS A NADIE —se cubre la cara con las manos completamente avergonzado, yendo a la salida del restaurante.

A lo que el niño sale corriendo tras él sin pagar, diciéndole al mesero que vendrá mañana y pagara todo.

—Iggy! Waaait! —le alcanza ya cuando está en la calle seguramente.

Pues no es como que Inglaterra corra mucho. En la puerta, entonces.

—No te voy a volver a contar nunca NADA.

—Come on... no te enfades otra vez —pide sin saber qué demonios es lo que pasa hoy que todo sale tan tenso. Le pone una mano en el hombro.

—NEVER. NOTHING. —tan angustiado, este es el motivo de que nunca te cuente nada.

—¡Pero me gusta mucho que me cuentes!

— ¡Pero a mí no! ¡Mira lo que haces! ¡Me pones de los nervios y vas a tu rollo!

Le mira agobiado porque él ha sido siempre así e Inglaterra se las pasa TODAS, le defiende SIEMPRE y le quita las culpas. Le abraza contra él.

—I know... pero soy awesome y al final todo sale bien siempre y así me quieres.

—Pero no se lo digas a nadie, please —suplica muy suavecito apretando los ojos dentro del abrazo que tanto le gusta.

—Ok, no se lo diré a nadie... —sonríe —, con una condición.

—What?

—Que se casen en las vegas y yo seré tu best man. ¡Nadie más lo sabrá!

—Americaaa —protesta.

— ¡Es que no puedes no decírselo a France!

—I hate him! —Fiel a sus palabras hasta el último minuto—. ¡Solo es una idea! ¡No me presiones! ¡No quiero hacerlo!

—Fiiiiiine... no le diré nada a nadie y no voy a presionarte —hace los ojos en blanco—, ¡Este es un secreto muy raro! ¡El secreto sólo es que tienes una IDEA LEJANA de algo que dices que NUNCA vas a hacer!

—Yes...

— ¡Ya sé! ¡No le diré a nadie pero si me prometes algo!

—What? —aprieta los ojos otra vez.

—Si te casas YO voy a ser tu Best man —insistimos.

—Ok... si alguna vez pasa...

—Nada de que te casas sin que yo sepa y luego me dices que tu best man fue... yo que sé, Japan, o Sweden… ¡Switzerland o quien sea!

—No, no... Ok... —sonríe un poco —. Pero no será ahora porque ahora quiero ir a mi embajada.

— ¿A qué? ¡Yo no voy a trabajar en la tarde! ¡Venga, ya irás mañana! —le suelta un poquito dándole unas palmaditas en la espalda, ojos en blanco.

—¡Pues a mí reunión!

—Mmmm... Nah, voy a secuestrarte, vamos al cine y a comprar helado y a que veas los anillos esos de matrimonio —sonríe.

Aprieta los ojos de nuevo porque quería hablar con Francia y contarle y advertirle porque no se fía demasiado del niño después de todo.

—¡No voy a mirar ningún anillo de nada! ¡No quiero hablar de esto!

— ¡Pero es mi trabajo! ¡Tú dijiste que YO era tu best man! — Hace los ojos en blanco, otra vez.

— ¡Y también dije que no va a pasar!

—Pasará si yo me encargo —asegura, the hero.

— ¡No te vas a encargar de nada!

—No voy a decirle a nadie, ya me hiciste prometerlo. Eso no quiere decir que no vaya a encargarme —sonríe. Inglaterra aprieta los ojos. —Como siempre sólo necesitas un empujoncito...

—Escucha, hagamos algo... olvida la boda, OK? Deja eso... deja eso. Organiza mejor una fiesta para la despedida, ¿Vale? Invita a quien quieras y donde quieras y no les digas que es una despedida, pero... organízala tú, ¿Sí?

— ¿Y la boda? ¿Si habrá despedida me aseguras que habrá boda?

—No, no te lo aseguro. Pero es lo máximo que puedo ofrecerte.

—Yo me encargo de que sí haya –sonríe.

—NO.

— ¡Nunca me dejas hacer nada! —protesta cuando le suena el teléfono.

— ¡Te he propuesto lo de la fiesta!

—Yes, I know... Eso también lo voy a hacer —sonríe llevándose el teléfono al oído—. Hello?

Pone los ojos en blanco sacando su teléfono también, empezando a escribir un mensaje.


¿Tú qué opinas? ¿Inglaterra ha hecho bien o no? Cuéntanoslo en un review y no olvides agradecer a Josita la edición de esta historia!