Disclaimer: El mundo Twilight no me pertenece, tampoco la historia, yo solo traduzco.

Capítulo 4: Guardar tu fotografía

Carlisle POV

Nunca pensé que podría tener sentimientos tan fuertes por una chica de diecisiete años. Había tanta diferencia de edad entre nosotros, solo era unos pocos años más joven que su padre por el amor de Dios. Pero tenía sentimientos por ella, sentimientos fuertes. Sentía algo más fuerte por ella en una semana, que posiblemente en todo mi matrimonio. Estaba siendo ridículo, lo sabía y ella también. Pero decirle adiós después de haber estado juntos, rompió mi corazón en muchos pedazos.

Estacione en el camino de entrada de mi casa y tome unas respiraciones profundas antes de entrar. Esme había regresado, y yo asumí que era para recoger sus cosas. Pero cuando la vi sentada en la mesa con un gran sobre lleno de papeles delante de ella, supe que era por negocios.

"¿Qué son esos?" Le pregunté, dejando mis llaves en la mesa. Ella alzo la vista, sus ojos estaban rojos, pero parecía que era debido a sus alergias, y no por haber llorado.

"Papeles de divorcio." Susurró, con una voz demasiado suave, apenas la pude escuchar.

"Lo siento. No creo que te haya escuchado bien Esme."

"Lo hiciste, Carlisle." Dijo, sin mirarme a los ojos.

"No." Le contesté. "Porque sonó como si dijeras papeles de divorcio."

"Lo hice."

"¡Esme… solo han sido como… doce horas!" Le grite. Sabía que estaba siendo hipócrita. Casi había dormido con otra persona, pero Esme y yo estábamos técnicamente separados esta mañana, y yo era un hombre libre. Pero no importa que sintiera por Bella, mi matrimonio con Esme se estaba destrozando y todavía me dolía al pensarlo.

"Lo siento, Carlisle. Pero, ¿cuál es el punto de seguir juntos si no es lo que ninguno quiere?"

"No. Dime, ¿qué está pasando, Esme?"

"Tyler me propuso matrimonio anoche. Después de que me echaras, no tenía a donde ir asique me quede en su casa."

"¿Ya estas comprometida?" Le pregunte, completamente en shock. Sabía que algo no estaba bien con Esme, pero nunca creí que se rebajaría a este nivel. Pensé sobre eso un poco más, y ella tenía razón, no tenía sentido que siguiéramos casados. Ella ya no estaba enamorada de mí, sino de este hombre llamado Tyler.

"Por favor, solo piensa en ello." Susurro. Ella comenzó a dirigirse hacia la puerta, pero cuando la alcanzo, se detuvo y giro hacia mí. "¿Carlisle?" Pregunto.

"¿Qué?" Le respondí, alzando la vista hasta encontrarme con la suya. Ella tenía lagrimas formándose en sus ojos y su nariz comenzaba a ponerse roja.

"Lo siento."

"Lo sé." Coincidí, después de un largo silencio. Ella salió de la casa entre lágrimas. Yo tome uno de los jarrones que nos regalaron en nuestra boda y lo arroje contra la pared. Al igual que nuestro matrimonio, se rompió al entrar en contacto con la pared, y yo me derrumbe en una silla. Después de media hora, fui a la cocina y encontré una botella de Jack Daniels oculta en el fondo del armario. No me moleste en buscar un vaso, solo me senté en el sillón como el patético hombre de mitad de edad que era.

Pase los próximos tres días encerrado en mi estudio, llorando sobre los viejos álbumes familiares. No podía mirar las fotografías de las vacaciones o del jardín de infantes sin llorar y arrojar el álbum hacia la pared.

"¿Papá?" Escuche a Alice tocar la puerta. "¿Estás aquí?"

"¿Qué ocurre cariño?" Le pregunte, mientras observaba la fotografía del día en que Edward nació. Esme estaba sentada en la cama, sus anteojos en su rostro, yo estaba sentado a su lado con mi brazo a su alrededor, Alice sentada en mi regazo. Parecía hace tanto tiempo que estuvimos tan felices. Me mataba por dentro saber que nunca volveríamos a tener un momento como este.

"Te traje un poco de sopa." Ella dijo, sonando como el ángel que era. "¿Quieres?"

"No, gracias." Le dije, y vi cómo se entristecía. "Solo no tengo hambre, Alice."

"No has comido desde que mama estuvo aquí el otro día. ¿Qué ocurrió entre ustedes dos?"

"Nada." Mentí. Odiaba mentirle a ella, pero era demasiado para que manejara todo en un día.

"Papá, nos enseñaste a no mentir. Y, siendo sincera, no eres muy bueno en ello."

"Alice, cariño. Te amo… pero déjame decírtelo cuando yo quiera." Le dije, tomando la chaqueta ubicada en el respaldo de la silla. "Voy a la casa de Charlie." Dije cerrando la puerta detrás mio y caminando hacia mi auto. Maneje unas veces alrededor de la ciudad. Nosotros nos habíamos quedado en Forks así Esme podría estar cerca de sus padres mientras yo iba a la escuela, y nunca nos mudamos cuando los chicos se hicieron grandes, ni tampoco cuando me ofrecieron un trabajo en Boston. Nos quedamos aquí por ella, y ahora ella también se había ido. Estacione en la entrada de la casa de Charlie y recordé el momento en que Bella y yo nos dijimos adiós.

Camine hacia la puerta, esperando que Bella fuera la que abriera la puerta… así podría verla. Escuche a Charlie gruñir mientras se levantaba y caminaba a la puerta. Pude ver las piernas de Bella en la parte superior de las escaleras, y tome una respiración profunda antes de hablar con Charlie.

"Esme… ella…" Empecé a tartamudear, intentando encontrar las palabras adecuadas. Charlie se dirigió a la heladera y me entrego una cerveza. "Ella…"

"¿Qué hizo, Carlisle?" Pregunto mientras yo tomaba asiento. "Carlisle, ya he pasado por esto."

"Ella se casará con él." Le dije, y él solo me miro con incredulidad. Yo sabía que Renee no se había casado con el hombre con que tuvo una aventura por seis años cuando lo dejó.

"¿Es una maldita broma? Solo fueron tres días."

"Si… ella dejo los papeles de divorcio el domingo a la tarde. Diciendo que quería un nuevo comienzo y Tyler… ese es el nombre del sujeto… se lo iba a dar."

"No los firmes." Sugirió Charlie. Desee que esa fuera una buena idea pero ambos sabíamos que no lo era.

"No voy a seguir casado con ella solo para que no pueda casarse. No sería justo para ninguno de los dos. Ella ya no me ama, y por más duro que sea… tengo que aceptarlo."

"Bueno, a tu salud amigo." Se rio, alzando la lata de cerveza. "Yo era un desastre cuando Renee me envió los papeles de divorcio. ¿Vas a estar bien?"

"Lo estaré. Debo enfocarme en mis hijos." Le dije y escuche a Bella estornudar. Sonreí, pronto estaría en frente mío y pronto podría ver su hermoso rostro.

"¿Bells? ¿Estás ahí?" Charlie preguntó mientras se levantaba de su asiento.

"Si, solo baje por algo de té." Mintió. Ella no se había movido de las escaleras y escucho todo. Se dirigió a tomar una taza y el teléfono sonó. Necesitaban que Charlie fuera a un negocio local que había sido robado. Bella y yo nos quedamos solos por primera vez desde el hospital y me tome un minuto para procesar todo. Ella dejo una taza en frente de mí antes de que el agua empezara a hervir. Relleno ambas de nuestras tazas y tomo asiento en frente mío.

"Todo va a estar bien, Carlisle." Susurró. Sabía que solo intentaba apoyarme, pero eso era todo. Porque ambos sabíamos que esto se iba a poner peor.

"Puse todo en nuestro matrimonio." Le dije. "Hice todo lo que ella quería. Intente estar en casa todo lo posible cuando los niños habían nacido. Le di todo."

"Lo sé, no hiciste nada mal, Carlisle." Me dijo.

"Asique… ¿no soy yo, es ella?" Pregunté, un bufido escapando de mis labios.

"Básicamente." Ella me sonrió, una sonrisa hermosa. "Ella decidió hacer esto, no tú." Me dijo y de repente me invadió una ola de deseo. Estaba enojado, herido y en negación. Sabía que estaba mal pero en cuanto avance hacia sus labios, todo desapareció. Ella gimió en mi boca mientras yo enredaba mi mano en su pelo, solo queriendo estar más cerca de ella. Se puso de pie, sin romper el beso y se sentó en mi regazo.

"Mierda." Gimió mientras se movía contra mis caderas. Podía sentir la dureza que se formaba en mis pantalones con cada uno de sus movimientos.

"¿Cuánto tiempo tenemos?" Le pregunté cuando nuestros labios se separaron.

"Cuarenta y cinco minutos." Respondió, guiñándome un ojo. Me levante y enrolle sus piernas en mi cintura. Mis labios pronto encontraron los suyos y ambos gemimos cuando ella comenzó a presionarse contra mí. La lleve a su habitación, y la arroje sobre la cama. Ella me empujó hacia abajo y yo gustosamente le di lo que quería. Sin embargo, cuando estuve por desabrochar sus pantalones, ella me aparto.

"¿Qué ocurre?" Le pregunté, tratando de no sentirme rechazado.

"No puedo." Susurró, luciendo molesta. "No aquí." Dijo y me di cuenta que seguro ella y Edward habían dormido juntos allí. Le sonreí y la ayude a levantarse.

"¿Quieres que pidamos comida China?" Le pregunté, haciendo que sonriera. Ella asintió y tomo mi mano llevándome hacia la cocina. Ordenamos comida suficiente como para seis personas, imaginando que Charlie querría un poco al llegar a casa. La comida no tardó mucho en llegar, y nos sentamos delante de la televisión, viendo Forest Gump. No le preste mucha atención a la película, solo a Bella. Hasta hace poco tiempo, solo la veía como una chica linda para su edad. Ella siempre había sido hermosa, incluso en sus momentos incomodos de adolescente de fotos que Charlie me había mostrado cuando ella vivía con su madre. Pero ahora la veía de una manera completamente diferente. La veía como a la chica a la que quería sentir, tocar, besar. Quería todo de ella y no iba a dejar que nada se interpusiera en el camino.

Bella era una persona a la que le gustaban las mañanas. A ella le gustaba acostarse temprano y levantarse temprano, lo completamente opuesto a ambos de mis hijos. Ella se había dormido sobre mi hombro a la mitad de la película. Salte cuando escuche el ruido de las llaves en la cerradura pero las luces estaban encendidas y Forest estaba hablando acerca de lo rápido que podía correr. Me aparte un poco de ella para que no estuviéramos tan cerca, pero incluso Charlie siendo el Jefe de Policía, no era muy listo sobre su hija y los chicos.

"Hey… ¿ella ya se durmió?" Preguntó mirando el reloj, las ocho y cuarenta y cinco.

"Si, supongo que Forest Gump la dejo muy cansada." Me reí. "Ordenamos comida China, hay un montón en la heladera." Le ofrecí. Me agradeció y se dirigió a la cocina. Podía sentir a Bella suspirar y momentos después se sentó y limpio sus ojos.

"Hey." Me sonrió, con sus ojos abiertos. "¿Mi papá está en casa?" Me pregunto escuchando como el microondas se encendía.

"Si, recién regreso." Le dije besando su frente antes de dirigirnos a la cocina para unirnos a Charlie. Me quede allí por unos momentos más, pero sabía que no podía evitar ir a casa por siempre. Debía decirles a mis hijos en algún momento, pero Alice estaba estresada con volver a la escuela, y luego todo el asunto de Esme yéndose de casa, ella no necesitaba un recordatorio de que no volveríamos a estar juntos.

XXX

Agosto pasó muy lentamente. Había acordado firmar los papeles de divorcio y solo era cuestión de tiempo para que todo el proceso comenzara. Desde que empezamos a tener problemas, yo solía dormir en el sofá, pero ahora, con ella fuera de la casa, era libre para dormir en nuestra cama. Era extraño. No estaba acostumbrado a girar y no sentir nada a mi lado.

Apague la alarma despertador, me había dormido tarde luego de hablar con Bella en la noche. La chica seguía teniendo solo diecisiete, y seguía teniendo la misma energía a las once de la noche. Yo con mi edad, no tenía su energía, pero tomaba cada momento que tenía con ella. Me levante de la cama y me reí al mirarme en el espejo. Después de vestirme, me dirigí hacia la cocina, y me sorprendí al encontrar a alguien allí.

"¿Bella?" Pregunte mientras se daba la vuelta. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"¿Carlisle? Estuve aquí anoche." Sonrió, ubicando un plato lleno de huevos y tocino enfrente de mí. "Edward se quedó dormido y yo estaba aburrida."

"¿Cómo no me di cuenta?" Le sonreí, mientras la envolvía en mis brazos. "Bueno, gracias por el desayuno."

"No voy a dejar que ninguno de ustedes pase hambre." Se rio, mientras nos servía café. "Deje un poco de comida guardada en la heladera para ustedes."

"Gracias." Le susurre empezando a comer. Solo eran huevos, pero ella era una excelente cocinera con cualquier cosa que hiciera. Empezamos a hablar sobre las cosas más comunes, como lo emocionada que estaba por que empezara hockey y cuan feliz estaba de leer Hamlet para su tarea de verano. Ella era una chica simple, que se emocionaba por las pequeñas cosas. Aunque yo ame a Esme, era complicado manejarlo a veces. Ella necesitaba más cosas que Bella, siempre necesitaba estar hablando. En cambio, con Bella podía sentarme en silencio y nunca aburrirme.

"Buenos días." Apareció Alice bostezando en la cocina cuando yo ya terminaba de comer. Me sentía tan mal por la chica. Ella no podía dormir, no después de que les dijera a ambos sobre los papeles de divorcio. Yo no iba a ser el que pusiera odio en sus cabezas, pero cuando Esme les dijo la verdad sobre estar comprometida de nuevo, ambos salieron furiosos de la habitación y no volvieron a hablar con ella.

"Hola cariño." Le dije mientras Bella limpiaba los platos. "¿Dormiste algo anoche?"

"Más que las últimas noches" Dijo, apenas en un susurro. "Estoy bien, papá"

"No, no lo estás."

"Papá, se cuando estoy bien y cuando no." Ella bufo ubicándose en la mesa para comer. "Soy una chica grande."

"Chica grande o no, todo parece estar cambiando a tu alrededor." Le dije, y pude ver que estaba combatiendo con las lágrimas sin derramar. "Alice, está bien estar molesta."

"Es que no entiendo. Ustedes estaban casados, durante toda mi vida. ¿Cómo alguien puede hacer lo que ella hizo?"

"Tu madre y yo éramos muy jóvenes cuando tu naciste, y cuando nos casamos. A veces, las personas no están hechas para estar por siempre juntos." Le dije, observando a Bella que intentaba darnos un momento padre-hija. No mucho tiempo después de que Alice se levantara, tuve que irme a trabajar. Fui a ver a Edward antes de irme, sabía que era casi un adulto pero no importara si tenía ocho u ochenta, siempre seria su padre. Bella y yo nos dimos un corto beso antes de subirme al auto.

El camino hasta el hospital no fue largo, y era temprano asique nadie necesitaba cuidado inmediato. Me dirigí a mi oficina y cerré la puerta a mi espalda. Mis ojos se fijaron en el sobre color amarillo sobre mi escritorio. Camine así el, temiendo de que algo saldría. Lo abrí cuidadosamente y mi cuerpo empezó a temblar. Esme me había enviado los papeles de divorcio firmados finalmente.

Arroje los papeles al otro lado de la habitación con enojo. Todo se volvió blanco cuando cayeron al suelo. Nunca estuve tan enojado antes y lo único que quería hacer era romper cosas. Mire mi escritorio, y vi las fotos de Esme, los niños y yo. La fotografía que tomamos el día en que Alice nació, Esme estaba hecha un desastre pero más feliz que nunca antes. Una de los cuatro el día en que Edward empezó jardín de infantes. Nuestra boda.

Comencé a temblar cuando la tome, arrojándola contra la pared. Escuche como se rompía el vidrio en muchos pedazos. Después de esa, empecé a revolver mi despacho arrojando todas las fotografías de los dos contra la pared. Necesite todo mi control para no romper las fotos en la que estábamos los cuatro juntos, y aun así, rompí una. Después de que ya no hubiera ninguna foto más, me tire sobre la silla de mi escritorio, abriendo mi computadora para tratar de trabajar.

Mi corazón se detuvo cuando me di cuenta de la foto en la pantalla. Durante los nueve meses de crisis puse una fotografía de nuestra boda como fondo de pantalla para recordar los momentos felices. Estábamos los dos después de haber cortado la torta, nuestros brazos enlazados, alimentando al otro. En un momento de rabia y estupidez, desconecte la computadora del cargador y la arroje contra la puerta, no quería tener ningún recuerdo del pasado. Me recosté en la silla con las manos en mi cabeza.

"¿Qué diablos ocurrió?" Escuche la voz de Bella después de que mi corazón volviera a su ritmo normal. "¿Carlisle?" Preguntó, corriendo a mi lado.

"Bella, ¿qué estás haciendo aquí?" Le pregunté, deseando que no estuviera aquí. Ella no necesitaba ver mi rabia.

"Parecías molesto cuando te fuiste esta mañana." Dijo tranquilamente, dirigiéndose hacia mi, parándose sobre los vidrios. "Quería ver si estabas bien. Obviamente no lo estás." Dijo subiéndose a mi escritorio.

"Está sucediendo, Bella." Lloré, inclinándome y dejando caer mi cabeza sobre su regazo. "De verdad está sucediendo."

"Carlisle, sabias que iba a pasar."

"Lo se… pero nunca me prepare para esto. El divorcio." Continué llorando mientras ella acariciaba mi cabello. "No se estar sin ella."

"Hey." Ella dijo suavemente, levantando mi cabeza para verla a los ojos. "Has estado sin ella por un tiempo."

"Lo sé, pero…."

"Y me tienes a mí. Como una amiga o… algo más. Voy a estar aquí."

"¿Lo harás?" Le pregunté, sintiendo esperanza en mi cuerpo.

"Siempre." Susurró mientras se inclinaba y besaba mi frente.

NT: Al fin el capitulo 4. Espero lo disfruten y lamento si alguna parte esta mal acentuada o no se entiende muy bien, intentare mejorar. Cuentenme sus opiniones, lo bueno, lo malo, sus teorías. Solo con un review que me dejen para saber que esta historia todavía le interesa a alguien me harian muy feliz! Nos leemos pronto.