Disclaimer: Nada me pertence, todo es de J.K.R. Yo solo amo esta pareja y tergiverso todo a mi favor

Este fic participa en el reto "Amortentia al azar" del foro "La Sala de los Menesteres".

Nota de la autora: Este fic contiene un "What If...?" (¿Y si Tom Riddle hubiera nacido en la era de Harry Potter?) Y tendrá una relacion slash entre Tom Riddle y Harry Potter, un leve OoC por parte de Tom y Harry y finalmente una serie de obsesiones extrañas nacidas con el fin de que este fic cumpla los requerimientos del reto.


Scent Chronicle: Guardian of carnation

Cada vez que el prefecto de Slytherin pasaba, Harry no podía dejar de suspirar al sentir ese delicioso aroma a clavel que despedía el joven. Un delicioso, perfecto aroma a clavel como si el joven estuviera dormitando en un campo de claveles antes de partir a clases cada mañana.

El aroma hizo su aparición en su primer año en Hogwarts, después de Halloween había comenzado a oler claveles en el castillo, justo cuando había recibido el mapa del merodeador por parte de su padre y padrino. A veces era un olor opaco y otras veces era un olor fuerte a claveles recién cortados y otras veces era un olor minuciosamente mezclado con la esencia propia del joven que lo poseía.

Cuando les conto a sus padres sobre el delicioso aroma que lo perseguía, sus padres solían decirle que era su imaginación, que no hay claveles en Hogwarts, pero no podía evitar contradecirles. Olía a clavel en los pasillos en donde él pasaba, en las mazmorras de Slytherin y sobre todo, emanaba a clavel en su ropa y él mismo despedía aroma a clavel cada vez que pasaba a su lado y le saludaba o sonreía.

Harry sabía que habían muchas chicas que suspiraban igual que él por el delicioso aroma, sabía que no era el único que se había dado cuenta de eso, incluso su amiga Luna lo había notado, pero ella es mucho más perceptiva que Harry e incluso Neville había olido el aroma a clavel y cuando Harry le pregunto sobre ello, Neville simplemente respondió que era el aroma de claveles rosas, los claveles que se dan a la persona amada que es casi tu obsesión, que los claveles rosas tenían un aroma un poco diferente a las demás clases de claveles, aunque claro que Neville era el genio de herbología y podría diferenciar dos clases de mandrágoras dependiendo de cuando se hayan cosechado.

Odiaba a las chicas que cuchicheaban y creían que ellas eran las que enviaban los claveles, nadie sabía quién los enviaba, pero siempre se podía saber que él entraba por el aroma que desprendía. Algunas creían que era porque él quería a una chica que amaba los claveles, pero no era así, él no necesitaba atraer la atención de nadie porque simplemente era perfecto, no necesitaba nada más que pararse frente a una chica con una sonrisa para que esta aceptara todo; Harry creía que si el prefecto se los pedía, ellas serían capaces de ir solas hasta el fondo del lago y abrazar al calamar solo para ver una sonrisa de esos perfectos labios.

Harry amaba el aroma a clavel del joven, un olor a clavel que era fuerte en algunos días o a veces el aroma a pergamino que tenía siempre era más fuerte que el aroma a clavel y desde luego, cuando el aroma a clavel desvanecía, al día siguiente Harry se hallaba volviendo a inhalar el toxico aroma de su amor platónico a clavel perfectamente mezclado y tenía el fuerte instinto de que podía encontrarlo en cualquier parte del castillo donde estuviera.

Y eso hizo aquel día de Halloween en el que todos habían ido a la cama ya cuando las campanas iban a tocar las doce de la noche y la luna iluminaba todo el castillo. El día siguiente no tenían clases, era un hermoso viernes del día 31 de octubre, el día favorito de sus padres y padrinos y Harry se hallaba caminando poseído por la fuerza seductora y extraña que lo hacía querer ir más y más cerca del dueño de sus sueños más dulces, agridulces y amargos.

Siguió el delicioso aroma por todo el colegio debajo de la capa de invisibilidad de su padre, Harry a veces se quedaba un momento quieto esperando a que las brisas de viento llevaran el aroma hasta él, había sido el día en el que el aroma había sido más débil, así que tenía que tener cuidado de que nadie apareciera cerca de él ni de que lo pillasen y, entrando a las mazmorras de Slytherin susurrando la contraseña que se la había sacado a un primer año de Slytherin a cambio de unos productos de la tienda de bromas de Hogsmade, Harry sintió la sala común de Slytherin flotar con el aroma incesante que estaba impregnado en distintos puntos en diferentes intensidades, en el sofá frente al fuego y en la chimenea mezclado con el aroma del fuego y sobre todo en las puertas que llevaban al dormitorio de los hombres.

Pasó por el dormitorio de chicos hasta el dormitorio del prefecto, el aroma era fuerte en ese momento, en la puerta, en el umbral del lecho en donde yacía descansando su obsesión. La emoción y adrenalina corría por sus venas al comprobar que su teoría era cierta, podía hallar a su amor platónico en donde sea por ese delicioso aroma a clavel que dejaba un rastro por todo el lugar, por todo el colegio, por todos los poros de la piel de Harry.

Sin poder entrar por las barreras de protección que el prefecto ha puesto en su puerta, Harry se desilusiona y con un suspiro, deja otro ramo de claveles rosas en la puerta y se va una vez más perdiéndose en la oscuridad de la noche regresando en silencio y con una desilusión más en su rostro hacia la torre Griffindor.

Bueno, mañana olerá más fuerte los claveles y eso es lo que importa.

~SC: GC~

Cuando Tom Riddle abrió la puerta de la mañana siguiente, miro hacia abajo y encontró el exacto ramo de claveles rosas en sus pies y lo recogió rápidamente antes de que alguno de los otros estudiantes de Slytherin despertara y lo metió a su cuarto.

Nadie debía saber de sus regalos semanales, suficiente era con que ellos supieran del aroma a claveles, nadie nunca debía saber de esto, el que envía los claveles es solo suyo y de nadie más, así que se encargará para siempre de eso.

Cerrando la puerta sonrió al ver que su habitación seguía llena de los muchos floreros llenos de claveles rosas que adornaban cada lugar de su habitación, era un hombre posesivo, celoso y arrogante, por eso amaba los claveles rosas, porque eran solo para él, para nadie más, los claveles rosas con el claro significado de que alguien lo amaba con pasión y desespero.

Cada semana, exactamente el día viernes de cada semana, un ramo de claveles rosas hacían su aparición en su puerta desde su segundo año de colegio, al comienzo fue extraño porque nunca nadie le había dado algo a él, todos lo trataban como la mugre de Slytherin, así que era imposible de que fuera alguno de sus compañeros, por lo que estuvo buscando al responsable mucho tiempo, hasta el momento en el que otro ramo hizo su aparición.

Cada semana, un ramo, un año completo de búsqueda incansable por hallar a la persona que lo enviaba para buscar una explicación.

Cuando se cumplieron dos años desde que comenzaron los envíos de los ramos de claveles, Tom había encontrado una forma de hallar a su admirador. Los ramos eran traídos de alguna parte, por lo tanto solo había dos opciones:

—pedirle a un elfo domestico que los traiga

—pedirlos por lechuza

Buscó durante toda la semana una lechuza con ramos de claveles pero no halló ninguna lechuza, por lo tanto fue a las cocinas a preguntarles a los elfos, uno de los elfos acepto ser quien traía los ramos, pero no dijo el nombre de quien se lo pidió, por lo tanto Tom pasó otro año de búsqueda sin resultado.

El tercer año desde que los ramos comenzaron, logró armar una serie de características para encontrar a su admirador secreto y actual obsesión:

—no era un Slytherin

—tenía un acceso a las contraseñas de Slytherin

—podía evadir a los maestros y a Filch

—era un estudiante

—era un año menor que Tom

—era alguien que seguía a Tom la mayor parte del día

Cuando Tom empezó a fijarse por la persona con quien más se encontraba en sus ratos libres, pero era imposible, tantas personas trataban de llamar su atención que era difícil hasta que se fijó en el punto dos de su lista.

Pregunto a todos los estudiantes de Slytherin sobre a quién le dieron la contraseña asegurando que era porque alguien había entrado a robar algo de su compañero Malfoy (aunque en realidad Tom se había llevado algo de Malfoy para que lo ayudase a buscar) y ahí supo que un grupo de chicos de primer año vendían las contraseñas a alguien a cambio de dulces, cosas de la tienda de bromas o galeones.

El único que daba algo a cambio de las contraseñas de Slytherin era Harry Potter.

Pero tenía a su obsesión.

Ahora, en su cuarto año de los ramos, cada que pasaba junto a Harry le sonreía. Aun no podía decir nada.

Pero pronto será.


El título está basado en la trilogia de Vocaloid: "Color Chronicle", pero se cambió Color por Scent que significa aroma

El título de este capitulo está basado en la primera cancion de la trilogía: "Guardian Blue", pero se cambió el color (Blue) por el aroma (carnation, que significa clavel en ingles)

Esta es la primera parte de los tres capitulos de esta pareja del reto.

Siguiente capítulo: Scent Chronicle: Parchment Reflection

Gracias por leer