Segunda parte y final de "el muffing mágico"


-oh Leeeeevi!- un llamado cantadito lo despertó por la mañana- querido enaniiiiin- siguió agregando un irritante cambio de tono en la "I"- más vale que veeeeeengaaaas-

-fuera de aquí maldita loca- respondió el sargento escondiendo la cabeza bajo la almohada.

-bueno… si eso quieres- dijo Hanji aparentando resignación- tendré que hacerlo-

-perfecto ¡solo vete!- gruño Levi desde dentro, convencido de que se saldría con la suya y podría seguir durmiendo.

-óiganme todos!- gritó de pronto Zoe- tengo algo muy interesante que contar sobre el sargento Rivaille! Vengan… acérquense!- Levi despabiló de puro espanto, se puso de pie y corrió hasta la puerta- Hace unas noches…- no alcanzó a completar la frase pues justo en ese momento apareció Levi y tapándole la boca con ambas manos la arrastró dentro de su habitación y cerró la puerta aunque no sin antes gritar un –FUERA DE AQUÍ- al grupo de soldados que se había reunido para escuchar la declaración de Hanji.

-qué crees que haces loca de mierda- preguntó exaltado el sargento aventado a su compañera hacia una pared. Ella amortiguó el golpe posando ambas manos en la pared y flectando los codos, luego se enderezó y volteó para devolverle la mirada a Levi.

-ya te lo dije- soltó encogiéndose de hombros con aire inocente. El arqueó una ceja y levanto un poco la barbilla dándole a entender que no tenía ni la menor idea de a que puta cosa se refería- ya sabes…. Tu… y Mikasa- tosió un poco para agregarle picardía al asunto- en el bosque- Levi no se movió- bien, enano ya sabes cuando un hombre y una mujer se sacan la ropa y…-

-¡cállate!- ordenó Levi volteándose- estás loca, ahora vete y no vuelvas a molestarme ¿entendiste?-

-sí, pero por desgracia no puedo hacer eso- respondió la castaña acomodándose los lentes- esto es demasiado divertido… no puedo dejarlo pasar- suspiró de forma tan ruidosa que Levi le observó por encima del hombro- te propongo un trato!- dijo sonriendo y apoyando ambas manos en la cintura.

-te escucho- respondió el sargento sin dejar de darle la espalda.

-si admites que te gusto follar con Mikasa, dejaré de fastidiarte-

-bien, si me gustó- respondió Levi- ¿contenta? Ahora vete- la castaña se sorprendió de lo rápido y fácil que le resultó hacer que Rivaille admitiera eso.

-no no no- se apresuró a decir Hanji moviendo las manos- demasiado fácil, ya sé, si invitas a salir a Mikasa, dejaré de molestarte-

-y si no lo hago?- preguntó con tono aburrido.

-mm… si no lo haces, tendré que contarle a todos que follaron duro en el bosque- dijo con tono apesadumbrado la científica- y tal vez les cuente sobre tus sentimientos hacia ella

-No tengo ningún sentimiento hacia ella- respondió Levi con el ceño fruncido a punto de perder la paciencia.

-eso no es lo que yo creo…..- dijo Zoe con tono picarón- creo que ella te guuuuusta enanin- caminó los cuatro pasos que lo separaban de su amigo y le dio un leve empujón en la espalda- creo que ya te enamoraste enano- agregó alzando y bajando las cejas repetidas veces.

-¿Qué?- preguntó sorprendido él- claro que no ya vete maldita loca del demonio que ¿no tienes nada más que hacer que andarme jodiendo todo el día?-

-la verdad, no- respondió ella- es triste, pero no tengo nada más que hacer- sonrió un poco- asique enano… hoy seré tu cupido.

-fuera de aquí, no necesito ningún puto cupido o no se que mierda- tomó a la científica por el brazo y la empujó fuera de la habitación.

-solo recuerda enanin, tienes hasta las 12 para pedirle que salga contigo y confesarle tu amor- advirtió la mujer intentado sonar como un hada madrina.

-Adios- dijo Levi antes de azotarle la puerta en la cara.

Caminó hasta alcanzar la cama y se sentó lentamente en ella, que se creía esa loca de mierda, el no sentía absolutamente nada por Ackerman, no le gustaban sus ojos oscuros tan llenos de secretos, ni su pelo brillante, y mucho menos se le antojaban sus labios rosados. Claro que no… en que estaba pensando estupida la cuatro ojos.

-¿Mikasa?- Eren la tomó del brazo en un pasillo y la invitó con suavidad a entrar en la pieza y sentarse en la cama junto a él. Ella sonrió y entrelazó sus dedos con los de su hermano- yo…yo quería preguntarte sobre el sargento Levi…- susurró con timidez el ojiverde. Mikasa dio un respingo pero disimuló la sorpresa conservando la compostura luego de respirar profundo.

-¿qué pasa con él?- preguntó fingiendo demencia, con aire desentendido. Eren tosió y luego se rasco la nuca nervioso- mmm… ya sabes- murmuró- dicen que tú y él, bueno-ejem- tienen algo- la pelinegra rió por lo bajo y luego negó delicadamente con la cabeza embelesando por un segundo a Eren con su belleza- no creas todo lo que te dicen- respondió ella para luego levantarse y salir de la habitación con un tranquilidad tan forzada que hasta a ella le pareció obvia, pero claro… Eren era demasiado despistado, por no decir idiota, para darse cuenta de que su hermana mentía.

Ni bien hubo salido de la habitación de su hermano se topó con la teniente Hanji. Le dedicó un breve saludo protocolar para luego seguir con su camino. La cara de la científica se iluminó en cuanto divisó a la pelinegra a la lejos y por nada del mundo estaba dispuesta a dejar pasar una oportunidad así- Mikasa! Querida...- llamó alcanzando a la muchacha por el hombro, la aludida se detuvo y volteó a verla con cortesía aunque lo único que deseaba en ese momento era ir a su habitación y rogar a todo lo divino que de una vez por todas la tragara la tierra.

-has visto al enano?- preguntó sacudiendo a la pelinegra por lo hombros y sonriendo de forma exagerada-em… la verdad no- respondió ella intentando zafarse sutilmente del agarre de la mujer que no dejaba de sacudirla enérgicamente de atrás hacia adelante. No importaba lo loca, demente y extraña que fuese era su teniente y debía respetarla… por mucho que quisiese gritar y salir corriendo espantada del lugar- ya intentó buscarlo en su habitación?- intentó razonar Mikasa.

-ah? ¿Su habitación?... con que lo conoces bien ¿no es cierto?... ¿conoces su habitación?...¿su cama?- Mikasa dio dos pasos hacia atrás arrastrando a la científica con ella sin querer, miro hacía ambos lados como rogando ayuda ¿Por qué de repente la teniente Hanji le preguntaba por la cama de Levi? ¡Ayuda por favor! Y ahí venía su salvador… cuando miró por milésima vez hacía la izquierda lo vio aparecer por el pasillo con el rostro desfigurado y una mano en la cabeza, como pensando sobre algo importante.

-Ahí está el sargento- exclamó Mikasa apuntando a Levi con el dedo y dando un pequeño saltito de felicidad. Apenas Hanji la hubo soltado se alejó de ella lo más que pudo.

-Levi!- gritó la castaña excitada por lo divertido de la situación- enanito querido no tienes nada que decirle a la hermosa Mikasa?- ambos pelinegros se miraron sorprendidos, de inmediato un leve color rosa adornó las mejillas de la chica y Levi se sumió en un estado de estupefacción tal que solo fue capaz de articular algunos insultos sueltos dirigidos a su amiga y luego desapareció por el pasillo contiguo directo a la cocina. Lo mismo hizo Mikasa dejando a la científica sola con un sonoro estallido de carcajadas provocadas por su propia ocurrencia que solo a ella podía parecerle graciosa.

Al llegar la castaña de lentes al comedor se ubicó en su asiento acostumbrado frente al sargento Rivaille y le indico con exagerados gestos y modulaciones el tiempo que le quedaba para dar cumplimiento al trato- teee queedaan diesss hoooraas enaano- musito la mujer mostrando la masa de molienda oscura que alguna vez había sido su almuerzo, Levi la observó en silencio mientras masticaba un chicloso pedazo de carne que se había llevado a la boca sin poner atención. Intentó terminar rápido ese bocado para poder insultar con soltura a la loca de mierda, porque por muy ofuscado que se encontrara no se rebajaría al nivel de hablar con la boca llena, pero por más que masticaba y masticaba el trozo que ocupaba su boca no se deshacía. Llevaba tanto tiempo masticando que le comenzaron a doler las mandíbulas por el esfuerzo además de que producto de la textura dura y excesivamente caliente e insabora que había adquirido el alimento en su boca le habían acometido unas terribles nauseas. Se levantó de la mesa y enfiló sus pasos hacía el baño con una rapidez inhumana a la que Hanji reacciono soltando una sonora carcajada que llamó la atención de todos incluida Mikasa que sin ser vista fijó su mirada por un momento innecesariamente largo sobre el asiento vacío del sargento. Suspiro y bajó la vista a su plato de comida aun por la mitad.

-¿Mikasa cómo has estado?- preguntó Jean llamando la atención de la pelinegra- bien- la típica respuesta corta y abatidora de cualquier esperanza del chico por entablar una conversación- que bueno- insistió esbozando una sonrisa la cual, sospechosamente, todos imitaron. De pronto, ella se había convertido en el centro de atención de la mesa y probablemente de todo el comedor, pues como es obvio… en la legión las noticias volaban tan rápido como el viento.

-¿ocurre algo?- preguntó pasando la vista sobre todo el grupo de amigos que le sonreía de manera boba y forzada. Todos negaron y se miraron entre si-¿cómo te sentiste luego de comer el muffing?, yo estaba eufórico… decir que pisaba nubes de algodón me parece poco- comentó Connie en un buen intento por entablar una conversación que posteriormente pudiera terminar en sutil: ¿Mikasa te gustó follar con el sargento? O algo similar.

-yo me sentía muy alegre- intervino Sasha- casi cualquier cosa podía provocarme un poderoso ataque de risa, pero lo más increíble fue el hambre titánico que me sobrevino luego!- exclamó.

-¿y eso que tiene de raro?- preguntó Jean frunciendo el ceño- tu siempre tienes hambre!-acusó- en cambio yo… no podía parar de comer y no me importaba en absoluto lo que fuese- Eren y Armin asintieron al unísono y confirmaron la afirmación del castaño- ¿y tú Mikasa que sentiste?- preguntó Connie muy discreto como siempre…

-ah?...mm pues no lo recuerdo bien- aseguró la pelinegra sin levantar la vista del plato- ¿segura?- intervino Sasha desde el otro lado de la mesa- no te entraron ganas de follar… digo cantar!- se apresuró en corregir la última palabra que se le había escapado- no- respondió la interrogada.

-¿y el sargento es bueno follando?... digo hablando- hablo ahora Jean cambiando de manera obvia la última palabra- mm?... pues igual que todos, supongo- respondió ella de una forma increíblemente inocente lo cual no impidió que las mentes de alcantarilla de sus compañeros de inmediato comenzaras a maquinar rumores sobre el "regular" desempeño en el sexo de su sargento.

-¿de que hablan?- la pregunta les sorprendió a todos de tal manera que de forma grupal dieron un respingo y dirigieron su mirada hacia la teniente Hanji que acababa de acercarse a la mesa atraída por la "extraña" conversación que le incumbía de sobremanera –nada teniente- se apresuró en contestar Armin-bien, terminé- agregó nervioso, se puso de pie seguido de la pelinegra y desaparecieron por el pasillo.

-tienes dos minutos para limpiar mi habitación- le dijo Hanji a Levi que se aferraba con fuerza a una puerta para no lanzarse sobre la mujer y matarla en ese preciso momento- no pienso entrar a ese lugar inmundo… casi parece que crías bichos mutantes ahí adentro!- musitó al tiempo que rechinaba sonoramente lo dientes.

-creo que no entendiste enanin- caminó hasta él desafiando su suerte y poniendo en severo riesgo su integridad física- no tienes opción… yo tengo un secreto, y una boca lo suficientemente grande como para confirmarle a todos los soldados de la legión de reconocimiento ¡O no! Mucho mejor a toda la humanidad dentro de las murallas que el gran sargento Levi no es más que un sucio y pervertido asalta cunas que…-

-Cállate- susurró Levi en un tono tan amenazante que la castaña no tuvo otra opción que obedecer aunque no sin dibujar una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro. Otra vez había conseguido lo que quería.

A los minutos estaba el sargento ataviado con sus ropas de levicienta listo para adentrarse en el mundo desconocido de la habitación de Hanji, más conocida como la loca de mierda. Dijo sus oraciones y se persignó al revés y al derecho- si no me apara dios que lo haga el diablo- murmuró antes de perderse en el nauseabundo mar de cosas, ropa, papeles y experimentos que cubría por completo el piso de la habitación. Casi le parecía que el desorden era adrede solo para fastidiarlo y en efecto lo era, solo unas pocas horas antes Hanji había tirado, volteado, ensuciado, y arruinado cuanta cosa encontró en su camino solo para sacar de quicio a Levi mientras podía.

Estaba luchando por contener las poderosas nauseas al comenzar a despegar las gomas de mascar bajo el escritorio de la mujer cuando sintió una patada en la nalgas, intentó incorporarse consiguiendo únicamente estrellar sonora y dolorosamente su cabeza contra el escritorio y si… pegarse una dichosa goma en el pelo.

-cuidado con pegarse- se burló Hanji que había entrado únicamente a fastidiar a su amigo y si seguía en ese plan… próximo asesino en serie: Levi.
El sargento se enderezó tirando del pegajoso objeto que jalaba de sus cabellos, arrancándole unas pequeñas lagrimillas de impotencia y dolor mientras la castaña lo observaba con el semblante tranquilo desde la orilla del camastro.

-Ya te rindes?... admites que te gusta Mikasa- preguntó impasible la mujer. Levi le miró en silencio conteniendo las ganas de lanzarle por la cabeza la espátula que tenía en la mano. Apretó ambos puños y respiró profundo- por supuesto que no- respondió.

-¿no que?... ¿no te gusta o no lo admites?- preguntó Hanji poniéndose de pie sobre el colchón- solo admítelo, y luego díselo a la cara y tu sufrimiento terminará aquí- no hubo respuesta- bien si eso quieres- dijo al tiempo que comenzaba a saltar sobre la cama recién hecha con las botas llenas de lodo ¿y qué era eso? ¿Excremento de caballo en sus botas? Si… eso era. El ojo izquierdo de Levi comenzó a temblar.

-ya son las 6 enano… creo que ganaré- gritó la mujer sin dejar de saltar y salpicar todo con el sucio contenido de sus botas. Levi inspiro con fuerza.

Inhala…

Hanji se sacó las botas y las lanzo con fuerza contra las murallas dejándolas pintadas de un lindo color marrón putrefacto.

Exhala….

La mujer metió sus manos en los bolsillos de la chaqueta y comenzó a regar la habitación con pedacitos de hierba que había recogido del bosque.

-has lo que quieras después de todo es tu puta habitación- le grito de vuelta. Hanji sonrió con malicia y antes de que el sargento pudiera reaccionar salió disparada corriendo en dirección a la habitación de Levi…. O no.

-nooo maldita loca!- le siguió corriendo a todo lo que sus pies le daban y la alcanzó solo cuando ya estaba parada en medio de su adorada y pulcra… ¡sobre todo pulcra! habitación amenazando con destruir todo a su paso. Igual que un huracán a punto de estallar- no- le ordeno- ni se te ocurra- la mujer sonrió y comenzó a soltar el pasto seco que guardaba en los bolsillos- no lo hagas- dejó caer los papeles que se encontraban perfectamente apilados en el escritorio.

-solo dilo y ya- le invitó ella mientras se acercaba peligrosamente con sus sucias manos llenas de lodo y pasto a la blanca sabana que cubría la cama del sargento que para ese momento estaba a punto de romper en insultos y cometer un asesinato.

-dilo- le amenazó acercándose aún más- DILO!- insistió pasando uno de sus dedos por la tela y dejando un leve rastro de mugre en el camino el cual hiso temblar al hombre.

Al no conseguir una respuesta, obviando la tensa posición del cuerpo, los puños apretados, el tic en el ojo y los dientes rechinantes… Hanji se dispuso a limpiar sus manos sobre la blanquecina sábana.

3 centímetros de distancia. 2 centímetros. 1 centímetro y bajando…

-ESTA BIEN! MALDITA LOCA HIJA DE PUTA- grito Levi alzando una silla sobre su cabeza dispuesto a aventarla en dirección de la científica- ACKERMAN ES PRECIOSA, ME ENCANTA SU CUERPO, SUS OJOS OSCUROS QUE BRILLAN CON UNA INTESIDAD SOLO COMPARABLE A LA LUNA, SUS LABIOS CARNOSOS QUE PARECE QUE RUEGAN POR SER DEBORADOS, SUS MEJILLAS SUAVES, SUS PECHOS PERFECTAMENTE REDONDOS QUE ME VUELVEN COMPLETAMENTE LOCO!- confesó temblando presa de la ira y el incontrolable nerviosismo que produce soltar la verdad bajo presión- Y SABES QUE MALDITA LOCA? ¡SI! ME ENCANTÓ FOLLAR CON ELLA Y LO HARÍA MIL VECES MÁS SI PUDIERA- sus gritos eran tan potentes que difícilmente alguien que se encontrase en un radio de unos 100 metros no lo habría escuchado.

Hanji se alejó de la sabana y aventó los brazos triunfante-ENTONCES VE Y DICELO- le animó contagiada de la feroz excitación de exhalaba Levi por cada uno de sus poros.

El hombre dejo caer la silla a sus pies y salió de la habitación caminando a un paso tan rápido que casi parecía que trotaba ¿Dónde iría? Ante la duda Hanji decidió seguirlo.

Entraron en el cuarto de la reclutas y Levi divisó a Mikasa de pie junto a la última ventana. Atravesó toda la habitación desvaneciendo la distancia que lo separaba- Ackeman- dijo para llamar su atención. Lo consiguió, Mikasa se volteó al escuchar su nombre y abrió los ojos de par en par cuando sintió los labios de su sargento arremeter contra los suyos con tanta potencia que le pareció como si le hubiesen aventado algo en la cara. Relajó los hombros y enredó los brazos en el cuello del hombre sin ser capaz de controlar sus acciones. Un chillido espantoso que salió de la boca de Hanji los devolvió de golpe a la realidad, se separaron avergonzados por el espectáculo que nuevamente estaban brindando ahora frente a tres mujeres: Hanji, Sasha e Historia. se arreglaron las chaquetas y tosieron disimuladamente. Como si nada hubiese pasado.

-oh…. por favor si todos aquí sabemos que se mueren por follar hasta que el mundo que caiga a pedazos- soltó la científica tan segura que terminó por romper el hielo.

Ambos se miraron un segundo- es cierto- dijo Mikasa despacito. Levi sonrió de medio lado y arrastró a la chica hasta su habitación.

Hanji suspiró y luego hizo una reverencia- otra vez Hanji… haciendo del mundo un mejor lugar para el amor- se felicitó ella misma. Sasha e Historia le miraron en silencio- bien ¿ahora quien de ustedes va a ayudarme con el desastre de mi habitación?- ambas chicas fingieron demencia y siguieron en sus actividades cotidianas-bien-

-jodido enano de la chingada- insultó mentalmente a Levi al llegar y ver el menudo caos que alguna vez había tenido nombre de habitación.


Bien definitivamente si se trata de algo que intenta ser gracioso... tiene que estar Hanji metida en medio... sin ella... no hay nada jajaja asique maldito isayama mas te vale que la preciosisima Hanji este bien! grrrrr 77. por otro lado que tal? hace muchisimo tiempo prometí continuar esto y aquí esta. fue divertido :) aunque debo reconocer que la comedia es lo más dificil de escribir e inventar del mundo... creo que esperare mucho tiempo antes de intentarlo denuevo. Bien les mando enormes besos! bye