Segunda secuela de 'Vínculo', original de Anna Fugazzi

Traducción de Dulzura Letal

Personajes y universo de JKRowling

Draco/Harry

Tres capítulos. Línea de tiempo: el primer aniversario

Oooooo

Aniversario

I

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-¿Me pasas la manteca, por favor?- Dijo Hermione.

-¿Cómo está Ron?- Preguntó Blaise, alcanzándosela.

-¡Ah, mejor! Gracias a Dios-. Dijo ella, esparciendo manteca sobre su tostada.

-Aunque nos dio un gran susto-. Dijo Harry.

-¿Y qué estaba haciendo?- Preguntó Blaise, y puso los ojos en blanco al ver que Harry y Hermione intercambiaban una mirada incómoda. –No importa, no pregunté nada.

-No es que no queramos decírtelo…

-No importa-. Repitió Blaise, con la voz teñida de molestia y afecto. –No me interesa. Supongo que anduvo por allí, haciendo algo terriblemente heroico, y si me contaran, después tendrían que matarme…Salió herido, pero ahora está mejor, y eso es todo lo que necesito saber, realmente.

-Eso y que en dos días saldrá del hospital-. Dijo Draco, contento porque su voz no traicionó su sentimiento de anticipación por la fecha…no mucho. El Trío estuvo fuera por tres semanas debido a su última incursión. Draco había esperado con ansias volver a tener a Harry solo para él, pero con Weasley herido, Harry insistió en que Granger se quedara con ellos hasta que el pelirrojo mejorara. Por estos días, Granger no le resultaba tan molesta, pero él deseaba vehementemente que los dejara solos, por lo menos algunos días antes de que debieran volver a irse.

Blaise le sonrió con sorna. –Sí, eso también. ¡Ah, Draco!-. Dijo, con una expresión inocente. –¡Me olvidaba! ¿Cómo está tu…escoba, estos días? ¿Pudiste volar mucho?

Draco reprimió una risa y pisó un pie de Blaise, bajo la mesa. –Bien, gracias. No he volado mucho, no.

-¿Qué pasó con tu escoba?- Preguntó Hermione.

-Mm, no he volado lo suficiente últimamente y eso me pone nervioso. Nada de que preocuparse.

-Probablemente, su escoba solo necesita un poco de cuidado amoroso-. Dijo Blaise, y se mordió el labio por el golpe que le dio Draco.

Harry frunció el ceño, distraído por su tostada. –Nunca me dijiste que tenías problemas con tu escoba. ¿Cuándo pasó?

Draco abrió la boca y una extrañamente familiar lechuza marrón lo salvo de responder, pues golpeó la ventana y Harry tuvo que levantarse a abrirle.

-¿Ordenaste algo?- Preguntó Harry, desatando la pequeña carta de la pata de la lechuza y lanzándosela a Draco.

Draco negó con la cabeza y abrió el pequeño paquete. –También está dirigida a ti, Harry-. Dijo. -¡Mierda!- Exclamó, y Blaise miró inmediatamente por sobre su hombro, con la boca abierta.

-¡Mordred! ¿En qué estaba pensando esta mujer?

-Les deseo un día maravilloso…¡Se volvió loca!-. Espetó Draco, incrédulo.

-¿Qué es?- Preguntaron Harry y Hermione.

-¡Sabía que esa jodida lechuza me resultaba conocida!- Dijo Blaise, asombrado. –Es de Pansy.

-¿¡Parkinson!?- Exclamaron Hermione y Harry.

-Dice Jennifer Stuyvesant, pero es de Pansy.

-¿Qué dice? ¿Va a desertar?- Preguntó Harry.

-No, no lo hará-. Dijo Draco, simplemente, releyendo el mensaje. –Nos felicita por nuestro primer aniversario de bodas.

-¿Nuestro qué?

-Aparentemente, hoy es nuestro aniversario-. Dijo Draco, sacudiendo la cabeza, con incredulidad. –Y decidió que era una excelente oportunidad para tirar la cautela por la ventana, darle vacaciones a su cerebro y ponerse en peligro, felicitándonos. ¡Qué espléndido regalo de aniversario sería: una Pansy a la Crucio!

-Qué gracioso- Dijo Blaise, completamente serio. –Se supone que debería ser un saludo de aniversario de bodas, y no de muerte de una amiga.

-Mierda, está loca. ¡Encima en nuestro jodido aniversario!

-No recordé la fecha…- Dijo Harry.

-No, tampoco yo-. Dijo Draco. -¡Dios, qué idiota!

-Supongo que no lo hizo en el aniversario real, el primero- Dijo Hermione.

-Bueno, difícilmente creo que cuente como aniversario porque se divorciaron antes de terminar el año-. Apuntó Blaise.

-Sin mencionar que no consentimos, ni siquiera recordamos el evento-. Dijo Draco. -¡Puta madre! ¿Qué carajo le pasa?

-Te lo dije, no está bien allí-. Respondió Blaise.

-¿Y qué, va a ser más feliz si la maldicen con Crucios hasta la imbecilidad? O, tal vez ya lo hicieron y eso explica la jodida tarjeta-. Tiró la tarjeta sobre la mesa y se levantó para hacerse un té.

-Vamos, Draco, solo es una tarjeta-. Dijo Harry.

-Es una tarjeta de alguien que está con los Mortífagos de Emerson para alguien que, definitivamente, no lo está-. Replicó Draco, sirviéndose té. –Es estúpido, innecesario e idiota-. Frunció el ceño mirando el té por un momento, luego lo tiró por el drenaje y buscó el café.

-¿No planeaban celebrar su aniversario, verdad?- Preguntó Hermione, en tono inexpresivo.

-¿Qué? No, por supuesto que no. ¿Por qué lo haríamos?- Respondió Draco, bruscamente, llenando su jarrito.

-En general, la gente celebra su aniversario.

-En general, la gente no se pasa la mitad de su primer año de casados cazando todo tipo de Mortífagos-. Apuntó Harry. –U ocultándose…No es la gran cosa.

-¿No te importa?- Preguntó ella.

-No, por supuesto que no-. Dijo Harry. -¿Por qué tendría que importarme?

Draco exhaló, aliviado, mientras el café le calentaba la garganta. Se forzó a distanciarse de la desagradable sorpresa que fue la tarjeta de Pansy. ¡Qué estúpida! Justo ahora, Pansy se hacía la Hufflepuff... ahora que Harry y el resto de la Orden estaban tan cerca de hallar a los últimos grupos de Mortífagos y esos grupos ya se traicionaban unos a otros como locos…¡justo ahora se le ocurría hacer algo semejante a Pansy!

Tal vez…esta sea una verdadera movida de su parte, tal vez esté planeando desertar pronto y con esto intenta recordarle que él prometió ser su contacto en el otro lado, si alguna vez llegaba a necesitarlo. Como si él necesitara recordatorios.

Draco terminó su café y levantó la tarjeta. -Granger, ¿te importaría buscar encantamientos o hechizos?

-¿Crees que te mandó algo para dañarte?- Comenzó Hermione, sorprendida. Draco puso los ojos en blanco, con impaciencia.

-No, por supuesto que no, pero me pregunto si no habrá puesto algo para pasarnos información, u ofrecerse como espía, o si nos pide que la rescatemos.

-Sí, podría ser-. Dijo Blaise, frunciendo el ceño hacia la tarjeta. –Dámela, es probable que yo tenga más suerte que tú, Granger, conozco mucho mejor a Pansy, y sé qué podría mandar…

-Quémala cuando termines, Blaise-. Dijo Draco.

-Cierto-. Dijo Blaise, y la tomó. –Confío en que ustedes dos no le comentaran esto a nadie-. Les dijo, a Harry y a Hermione. Ambos asintieron. -Bueno, me voy. En unas horas tengo que encontrarme con mi madre en el Callejón Diagon. No te preocupes, Draco, si hay algo en la tarjeta, lo hallaré-. Tomó un puñado de polvos flú y entró a la chimenea.

-Gracias-. Dijo Draco, apoyando la taza de café. -¡Mierda, me olvidé que debo encontrarme con Severus en una hora!- Corrió hacia la chimenea.

-No vayas a decir algo parecido a 'feliz aniversario'-. Susurró Hermione. Draco entró a la chimenea y le lanzó una mirada desconcertada.

ooooo

-¿Alguna vez deseaste haber tenido una verdadera boda?- Preguntó Harry, esa noche en su pequeño laboratorio, mientras él terminaba un reporte y Draco controlaba su stock de pociones.

-¿Qué?- Preguntó Draco, mirando de soslayo sus higos arrugados, tratando de decidir si encargaba más o no.

-¿Alguna vez deseaste una verdadera boda?- Repitió Harry.

Draco frunció el ceño y bajó la vista. -¿Me crecieron pechos de golpe?

Harry rio. -No, solo me lo preguntaba. ¿Las bodas son importantes en el mundo mágico? ¿Cómo en el mundo muggle?

-No sé decirte sobre el mundo muggle, pero sí, en el mundo mágico son importantes, dependiendo quiénes se casen.

-La tuya hubiese sido grande, ¿no? Si te hubieras casado con quién se suponía que ibas a casarte.

-Ajá. Probablemente-. Respondió Draco, con indiferencia, y agregando los higos arrugados en la lista de ingredientes que tenía que encargar. –Sé que mi padre quería un casamiento ventajoso. Hubiese salido en la Sección de Sociales del Profeta, ¿por qué?

-Me preguntaba…

-¿Por qué?

-Ah, por nada, solo…- Harry se encogió de hombros, y corrigió algo en el reporte. –Solo me preguntaba si te hubiese gustado algo así.

-¿Y por qué tendría que gustarme?

-Porque solía gustarte ser el centro de atención.

Draco bufó, sin delicadeza. –Creo que tuve suficiente el año pasado, con el Profeta reportando cada evento, cada especulación, cada estornudo tuyo o mío…

Harry rio. –Así que estás curado de ese deseo particular, ¿entonces?

-Permanentemente.

-Aunque, hubiese tenido una mejor publicidad que nuestra boda. Te hubiera favorecido.

-A menos que el apellido Malfoy anduviera por la mugre, o que me casara con alguien de una familia de seguidores de Voldemort.

-Pero, si no, ¿te hubiera gustado una gran boda?

-Supongo que sí-. Respondió Draco, ausentemente, luego levantó la vista de la lista. -¿Por qué me estás preguntando esto?

Harry se encogió de hombros.

-¿Por qué?

-Me intriga… ¿no puedo preguntarte?

Draco frunció el ceño, desconcertado. –Por supuesto que sí, pero me parece raro que me preguntes eso. No tuvimos una gran boda pública, pero ya pasó, ¿para qué insistir con el tema?

-¿Y no te molesta?

-No, ya te lo dije.

Hubo una larga pausa, Draco regresó a su lista. Sin embargo, algo le quedó dando vueltas y levantó la vista. -¿Por qué, a ti te molesta?

-No, por supuesto que no-. Replicó Harry, y firmó su reporte.

-¿Por qué, deseabas tener una gran boda algún día?

Harry rio. -¿Me crecieron pechos a mi también?- Draco sonrió. –No me criaron para que pensara en cosas así. Primero, los Dursley se aseguraron de que entendiera que nunca nadie querría casarse conmigo. Después, en el colegio, creí-casi con seguridad- que moriría antes de pensar siquiera en casarme-. Golpeó la mesa, ausentemente, con la pluma. –Bodas, cumpleaños…aniversarios, lo que se te ocurra…todo eso era para los demás.

Draco asintió, olió el frasco de esencia de murtlap, y decidió agregarla a la lista. -¿Cómo son las bodas de los muggles?- Preguntó, con curiosidad.

-¿Cómo podría saberlo?

-¿Nunca fuiste a una boda, cuando eras niño?

-¿Honestamente, crees que los Dursley me hubieran llevado a un lugar tan público? Me mandaban a empujones la casa de la señora Figg y sus gatos.

-¡Puta madre, esos tipos eran unos idiotas!- Dijo Draco, terminando con la lista de ingredientes y preparando su portafolio para el día siguiente.

-Lo siguen siendo, seguramente.

-¿Te gustaría volver en el tiempo y hechizarlos?

-¡Sería genial!- Harry rio.

-¿Mejor que volver en el tiempo al día de nuestra boda y convertirla en una boda real?

Harry sonrió y enrolló su reporte. –Absolutamente. Ven, vamos a la cama-. Se puso de pie y estiró los músculos.

-Vé tú adelante que me quedó algo más por hacer.

-Ah, bueno-. Dijo Harry, un tanto decepcionado.

-Es mi versión de la poción pimentónica-. Respondió Draco, lamentándose. –Me falta trabajarla un poco más y Granger se ofreció a ayudarme.

-Debe estar levantada todavía.

-Cierto, enseguida subo.

-Bien. Mm. Buenas noches-. Harry subió las escaleras.

Draco controló la poción, que hervía lentamente, tratando de descubrir por qué era verdosa en lugar de azulada-como decían las instrucciones-. Mientras tanto, un molesto zumbido mental le avisaba que se estaba olvidando de algo.

Frunció el ceño…tal vez…tal vez Granger pudiera ayudarlo a darse cuenta de qué era.

Xxxxxx Dulzura Letal, 10 de noviembre xxxxxxxx