¡Saludos lectores!

Después de los spoilers del capítulo 9 de TG:Re tuve que escribir esto.

Espero les guste.

Disclaimer: Tokyo Ghoul y Tokyo Ghoul:Re le pertenecen a Ishida Sui.

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-Oh vamos nii-san, cuantas veces tengo que decirte que tienes que recibir a los clientes cuando llegan—

Las palabras de la chica se habían ahogado en su garganta, frente a ella estaba el muchacho con el que se había encontrado unas semanas antes, ese joven que se parecía tanto a Kaneki que dolía.

Cada vez que pensaba en ese día su estómago se revolvía, había estado haciendo las compras semanales para el café cuando sintió que alguien la tomaba del brazo, Touka nunca había sido alguien que se dejara tocar así por ninguna persona, mucho menos un extraño, así que por impulso le propició un buen puñetazo en el estómago.

Nada la pudo preparar para lo que vería después, desde abajo la miraban unos ojos negros que reconocería en todas partes. Sintió sus propios ojos abrirse ante lo que presenciaba, no era posible ¿Kaneki...?

-Touka-chan-

Esas palabras la habían descolocado, ¿cómo se atrevía ese extraño a pronuncias su nombre de la misma manera que lo hacía Kaneki? No lo resistió más y, furiosa, salió corriendo de ese lugar.

Había pasado todo el día intentando olvidarse de ese suceso, Yomo le había dicho que era solo una coincidencia y que sería mejor dejar de pensar en eso.

Y lo intentó.

Touka en verdad lo intentó, pero sabía que era una tarea imposible, más cuando el objeto de ese desconcierto estaba parado frente a ella vestido con el traje típico de las palomas y rodeado de dos extraños mirándola fijamente.

-Bi-bienvenidos al Café:Re, por favor pasen- dijo finalmente reaccionando a las miradas extrañas.

Los guió por el establecimiento hasta una mesa desocupada, les tomo la orden y se retiro a la cocina, Touka intentaba mantenerse tranquila, pero ese joven era exactamente igual a Kaneki antes de todo el fiasco con Aogiri, la forma amable con la que trataba, la suavidad de su voz, todo.

La muchacha sabía que él también la había reconocido, pues la miró con algo de vergüenza y sorpresa cuando entró al café.

Touka observaba al grupo mientras atendía a otros clientes, comenzó a prestar mayor atención al muchacho que se parecía a Kaneki; parecía tener unos 22 años, no podía admirar bien su físico debido al traje que utilizaba, pero lo que más intrigaba a la muchacha era su cabello, parecía de color blanco con rayos negros, se podría pensar que el color original crecía después de blanco, era como sí el viejo Kaneki se recuperara después de todo lo que sufrió.

Escuchó una risa y su mirada de inmediato se poso sobre el rostro del muchacho de cabello blanquinegro, la joven sintió una punzada en su corazón al ver la sonrisa tan resplandeciente que ofrecía el investigador, ¿cuándo había sido la última vez que lo había visto tan… feliz? La imagen de un Kaneki sonriendo tímidamente se manifestó en su cabeza, de eso habían pasado ya casi cuatro años, era mucho tiempo.

En ese momento Touka tomó una decisión no muy inteligente y espero a que el grupo terminara su comida para ponerla en marcha, la muchacha no perdió de vista el detalle que el joven no había ingerido nada más que el café.

-Aquí esta su cuenta- dijo dejando el pedazo de papel en la mesa, pero no se retiro, ese era el momento.- disculpe, le molestaría quedarse un minuto más, solo serán una palabras, no tardaré- se dirigió al muchacho.

Vio la mirada suspicaz que le lanzaron sus acompañantes pero el joven accedió, y después de que se marcharan le prestó toda su atención.

Touka se preparó y después de unos segundos por fin hablo:

-Solo quería disculparme, por lo que paso hace unas semanas- comenzó- fue algo rudo de mi parte- Espero a la reacción de muchacho que solo se rasco el cuello de manera avergonzada.

-No es nada, tampoco fue muy educado tomarla del brazo así nada más- hizo una pausa dudando en si debía decir lo siguiente –es solo que se parece demasiado a una persona que creí conocer-se decidió al final a confesarlo.

La chica no había esperado eso, aunque el muchacho había dicho su nombre aquella vez, en ese momento no daba ningún indició de que la conociera.

-A decir verdad, tú te pareces demasiado a Kaneki- la joven se arriesgo con ese último comentario, observó atentamente la reacción del otro y se dio cuenta de que sus músculos se habían tensado así que presionó aún más- un muchacho de tu edad, solía tener el cabello negro, después blanco, trabajaba en un café muy parecido a este conmigo-

Lo que había pronunciado tenía un efecto extraño en el muchacho, con cada palabra que decía su cuerpo reaccionaba poniéndose tenso y un sentimiento de familiaridad se posaba en su pecho, era como si todo lo que le estuvieran diciendo fuera cierto, pero, no podía serlo, ¿verdad?

Lo es Haise…

Esa era mi vida…

Esa era tu vida…

La voz del joven de cabello blanco le taladraba la cabeza y no le dejaba pensar, él no era esa persona de la que hablaban, él era Sasaki Haise investigador de rango 1 de la CCG, mentor del Escuadrón Quinx, discípulo de Kishou Arima, un ghoul creado artificialmente, el no era el Parche, ni el Cienpies.

-Lo siento,- respondió por fin sonriendo de manera amable- pero mi nombre es Sasaki Haise, creo que me confundes con alguien- terminó llevándose la mano izquierda a su barbilla- si me disculpas me tengo que reunir con mi equipo, gracias por el café- y diciendo esto se marchó.

Touka permaneció en el mismo lugar por unos minutos tratando de asimilar lo que había pasado, después de eso se retiro a la cocina, se disculpo con Yomo y salió del establecimiento, se reclinó sobre la puerta y dejo que su cuerpo se deslizase hasta quedar sentada en el piso, se cubrió la cara con las manos cuando sintió como las lágrimas se acumulaban en ellos.

Kaneki había vuelto, de alguna forma u otra había encontrado el camino de regreso a Anteiku, o mejor dicho al Café:Re. La muchacha soltó una risa amarga, el idiota lo había hecho sin darse cuenta.

Ya no le cabía ninguna duda, sabía que era Kaneki, lo había visto en sus ojos, después de mencionarle quien era sus ojos se nublaron de una confusión inmensa, pero también de negación, más lágrimas cayeron de sus ojos.

Él le había mentido.

Touka recordaba lo que le había dicho Hide de Kaneki, "Cada vez que pone su mano izquierda en su barbilla está mintiendo o se siente incómodo." Ese muchacho, Haise, como se había hecho llamar, creía que la persona que pensaba que era, era la persona correcta.

No quería recordar.

No quería recordarlos.

No quería recordarla.

Aunque pensándolo bien Touka no lo culpaba, después de todo lo que había vivido ¿quién no querría olvidar todas las cosas malas que le habían pasado? La muchacha miró al cielo.

-Espero que al menos seas feliz, Kaneki-

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Gracias por leer.

Elizabeth Wolf