Los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi, esto lo hago sin fines de lucro


VERSOS DEL CORAZÓN

Sueños de primavera, que belleza el alba,

colores y naturaleza, le regala a mi alma,

un calor desbordante, y mi cielo resplandece

solo un roce tuyo y mi cuerpo se estremece.

Chispas me generas, y mi cielo oscurece,

azul oscuro, azul claro

que gama que ensordece

¿qué me darás hoy? ¿luz o oscuridad?

que importa si al final, a mi lado acabaras.

¡Oh sueños de primavera! Lo que cualquier joven anhela,

esos que desbordan de dicha, y abrigan la ilusión,

solo una sensación, y el efecto se cancela,

era mi imaginación, y este sueño de primavera.

Mejor esperar, a nunca dejar de soñar,

solo colores, flores y aromas he de apreciar,

la esperanza no debe morir, es mi palanca en este mundo terrenal,

cuando deje de sufrir y las cosas embellezcan a mi pasar,

cuando llegue ese día,

mi sueño se hará realidad.

Lo leía y releía, pero no la terminaba de convencer, solo empezó a escribir y fue lo que le acabó naciendo, y ahora que lo analizaba ¿estaba siendo muy obvia? Bueno era muy impersonal, quizás dependía quien lo leyera, pero la duda seguía palpando. Maldecía sin parar al profesor de literatura ¿por qué tenía que pedir crear poesía de tarea? Qué manera de molestar los profesores con esas cosas, encima la provocaban expandir sus fronteras y llegar a límites temerarios, abrir su corazón sin darse cuenta y caer en la realidad que su subconsciente le gritaba de lo que en verdad pasaba con ella. Odiaba darse cuenta de cómo era la realidad, de que a pesar de que no se lo merezca, le había robado su corazón sin proponérselo. ¡Maldito sea él! Que encima no la dejaba de insultar, y ella ahí estaba bien boba e idiota creando poesía pensando en él. Que tonta se sintió, e ingenua a la vez.

—Ranma idiota…—murmuro empuñando los labios—¿de qué habrá hecho él su poema? Seguro que de comida…o artes marciales—se dijo en murmullo con una sonrisa sin gracia.

Apoyo su mentón en su mano, y suspiro cansina, estaba sola en la casa, así que aprovecho para hacer la tarea en la sala y dejarse inundar por la linda vista al estanque y la brisa de estación tan agradable, esperando que eso le genere inspiración, volvió a ver su hoja con algo de desagrado, no es que fuera feo lo que escribió, pero le pareció algo arriesgado quizás. Iba a tomar la hoja pero esta de repente desapareció de su vista, giro su cabeza buscándola y cuando lo hizo hacia atrás pudo apreciar a su prometido parado detrás suyo leyendo la hoja. Su rostro palideció, justo él no tenía que leer esa hoja, pero era tarde, ya lo estaba haciendo, encima fue tanta la sorpresa que quedo anclada en su lugar y con sus músculos tensos.

Ranma recién había llegado, y al verla tan concentrada quiso gastarle una broma, pero al ver la hoja que tenía encima y muerto de curiosidad se la sacó sin pedir permiso y la comenzó a leer.

Akane estaba estupefacta, no sabía que iba a salir de ahí, pero tampoco se debía preocupar, no es como si le hubiera puesto su nombre, o alguna indicación directa para que se considere aludido a él, o a algún sentimientos amoroso o personal ¿No? su prometido era tan torpe que nunca lo entendería ¿De qué se preocupaba? Era una boba, y ya al darse cuenta de eso y razonarlo, se relajó, aunque aún algo nerviosa con su reacción.

—Vaya Akane ¿esto es la tarea de literatura? —preguntó viéndola de reojo con una ceja alzada, la vio asentir y frunciendo el ceño hablo—no sabía que fueras tan cursi, ¿flores, colores, primavera? ¿de verdad? Yo pensé que ibas a poner algo de artes marciales…con lo marimacho que eres…—hablo con burla, haciendo a su prometida rabiar, sintiendo su sangre bullir, pero sin ganas de pelear solo le arrancó la hoja de un movimiento veloz y lo vio furiosa.

—¡¿Qué demonios te pasa idiota?! ¡Por lo menos ya la hice! ¡Además que te importa que ponga o deje de poner en esa estúpida poesía! —le grito con el ceño fruncido, le dolió que le dijera esas cosas, por lo menos no se dio por aludido para su suerte, quizás el alivio que eso le generó fue lo que amedrentó su enojo y no lo envió a volar.

—¡Claro que si la hice! ¡Es más la acabo de terminar! —hablo con su ceño fruncido de que dudara de su capacidad, está bien que no era una luz en los estudios, pero se debía poner las pilas con esa materia ya que le daba una enorme pereza dar el examen en las vacaciones.

—¡JA! Pues me encantaría escucharla…—hablo con una sonrisa burlona y de brazos bruzados, haciendo que Ranma se sonroje y desviara su rostro mientras se rascaba su mejilla con el índice.

—No entiendo para que…solo es un tonto poema…—hablo algo cohibido.

—Es lo más justo, tu leíste la mía, anda léela…—le llamaba la atención esa actitud tan cohibida y hasta sumisa de él, así que para picarlo un poco agregó—aaahhh…ya se…temes que la mía sea mejor…—hablo jocosa, provocando que Ranma la viera con el ceño fruncido sin irse su rojo de su cara.

—¡Claro que no! ¡y par que veas que no te tengo miedo te la voy a leer!

—Te escucho…—hablo ella fingiendo indiferencia, pero muerta de curiosidad con lo que su prometido había hecho.

—Está bien, pero no te burles…—advirtió en son de amenaza.

—No prometo nada, ya tú te burlaste del mío…—hablo ceñuda y de brazos cruzados.

—Entonces no leo nada—hablo decidido, haciéndola desistir.

—Está bien, aunque no te lo merezcas no me burlare—la curiosidad ahora la carcomía, así que prefirió tragarse su venganza.

—Está bien—hablo inseguro todavía.

Akane lo vio con atención como sacaba del bolsillo de su pantalón una hoja algo arrugada, y alisándola con las manos y aclarando su garganta empezaba.

—Ejem, ejem…

Pienso y pienso y no entiendo ¿Qué hago tan mal?,

rebusco en mi cabeza y nada me hace razonar,

¿es que no se entiende? me gusta hacerte explotar,

tu cara de enojada, es todo un manjar.

Pero tu fuerza bruta de orangután, eso sí me hace sudar,

cuerpo de ladrillo, no te gusta escuchar,

pues ponte a dieta entonces, y deja de tragar,

¿no lo entiendes? es mi forma de hablar,

mi interior es duro pero tú lo haces debilitar.

¡Que fuerza la tuya!

solo por una broma personal,

que genio de verdad,

y luego me haces volar,

y ¡como cuesta regresar!

Pero ver tu sonrisa, me alegra al final,

bello detalle de tu rostro, que me hace anhelar,

nunca olvides lo que eres en realidad,

si te enojas, me castigas,

y yo regreso por más.

Pero no lo entiendes, es mi manera de actuar,

a la única que digo esas cosas,

y a lo único que busco demandar,

su atención toda mía, y sin hacer sospechar.

Marimacho eres, marimacho siempre serás,

bruta y torpe, y con delicadeza jamás,

pero a pesar de todo eso, tu eres especial,

y sé que al buscar tu perdón, una sonrisa aparecerá,

regocijo para mi alma, y así descanso en paz.

¿No lo entiendes ahora? ¿Por qué solo a ti te hago rabiar?

la recompensa merecida, y tu rostro es mi martirio el que debo soportar,

las cosas que me genera, y me las debo tragar.

¡Luego me cocinas! ¿Qué hice tan mal?

es mi castigo por el insulto ¿no me acababas de perdonar?

no comprendo tu actitud, ¿es que me quieres matar?

sorda y testaruda, entiéndelo ¡Cocinas muy mal!

luego me mandas al hospital ¿no te genera malestar?

igual no importa, soy de hierro para mi pesar,

y para mi pesar digo… porque lo vuelves a intentar.

A pesar de esas cosas sigo esperando,

el día con un gran final,

un símbolo de lo que significa,

lo que sentimos en verdad,

marimacho bruta ¿lo entenderás al final?

solo una me importa, y es a la que hago rabiar.

—¿Y?... —pregunto cuando termino, pero vio a su prometida emanando una potente aura amenazante y solo escucho su grito antes de salir disparado por los aires.

—¡RANMA IDIOTA! ¡CREASTE UNA POESÍA DONDE ME SALES INSULTANDO! ¡SI SERÁS IMBÉCIL! — y sacando su preciado mazo lo mando a volar.

Ranma resintió el golpe, y luego lo acarició el aire en su vuelo de esa tarde, mientras guardaba su hoja en el bolsillo y se cruzaba de brazos con el ceño fruncido.

—Estúpida marimacho, nunca más hago una poesía pensando en ella…—pero luego sonrió, sabía que eso no iba a quedar así, se lo decía esa sonrisa acompañada de un lindo sonrojo que llegó a ver antes de perderla de vista. "Quizás ahora sí llegó el día…" pensaba con ansiedad.

Akane respiraba agitada al llegar a su cuarto con su mano en su pecho, su rojo aún no se iba y estaba impactada, ya más recuperada se dejó caer en la cama con una sonrisa gigante.

—Ranma eres tan baka…pero espera a que regreses, hoy obtendrás más que una sonrisa… —se decía con un carmín en su rostro.

Quien diría que de unos simples versos, terminaran confesando sus sentimientos.

.

.

.

FIN


Bueno esto no tengo idea de donde salió, se me ocurrió hace dos horas mientras estaba jugando con palabras en mi mente, y en poco más de hora y media surgió este corto, no sé qué tal esta ya que solo hice poesía una vez cuando estaba en secundario y porque el profesor me obligo, y de eso hace ya como diez años. Espero que les haya gustado este pequeño desliz de mi parte, le mando un beso grande a todos y les agradezco de ya sus opiniones!:)

Natalia Saotome Tendo