Hola a todos, he pasado por tantas cosas tratando de terminar esta historia y parece que por fin estoy a punto de hacerlo a pesar de todo, parece que necesité una pandemia para hacerlo. Les pido disculpas, parece que solo escribo de sexo de estos dos recientemente.

HOT WATERS

Y dejaría por siempre de acariciarte,

porque sé que de alguna manera me sientes,

tú eres lo más cerca del cielo que alguna vez estaré,

y ahora mismo no quiero irme a casa.

Iris - Goo Goo Dolls

Izzy estaba pasando por un excelente momento, a pesar de todo, estar al otro lado del planeta alejada de los problemas de cazadores de sombras, con Simon era como unas vacaciones que nunca había tenido, ambos se sentían insaciables del otro, ella quería ponerse al día de todos los meses que no habían estado cerca y él quería descubrirla y redescubrirla una y otra vez, como la ocasión en la que Isabelle decidió darse un baño en la mitad de la tarde y terminó asaltada por él de sorpresa, Simon sabía exactamente lo que ella quería porque la puso contra la pared y la tomó allí mismo sin preguntarle nada. O la otra ocasión en la que terminaron haciendolo en la mesa de la cocina, sin importarles nada ni nadie. Isabelle también le gustaba asaltarlo sin que se diera cuenta, en una ocasión Simon se había quedado dormido y ella lo despertó cuando ya lo había amarrado de pies y manos a la cama, dándole una dosis de sexo oral que lo hizo erizarse desde la cabeza hasta los pies. Ellla sabía cómo dominarlo, porque justo cuando estaba a punto de llegar al tope del placer se detuvo, él la miraba torturado sin poder zafarse de las cuerdas.

-Así que te gusta asaltar chicas embarazadas en la ducha. - Le susurró. - Te gustan las chicas indefensas?

-Tú no eres una chica indefensa Iz. - Ella hizo un ademan de de damisela en apuros. - Izzy por favor, se que te gusta hacerme sufrir, para ya. - Ella le dio un besito en la punta para provocarlo, él no podía moverse por las ataduras. -Voy a hacerte pagar por esto. Lo prometo

-Me amenazas ahora? Sabes qué sucede cuando te quieres portar rudo conmigo.

-Lo lamento de verdad, lo lamento. ¿Podrías soltarme? ¿podrías hacer lo que estabas haciendo hace unos minutos con la lengua? Esta volviendose doloroso. Por favor.

Ella terminó de quitarse la bata que llevaba puesta, subiendosele encima y de un solo empujon ya lo tenía dentro, Izzy sabía moverse a pesar del embarazo, Simon ya estaba demasiado excitado y no pudo aguantar demasiado el ritmo, ella lo sintió como se venía, le gustaba tenerlo a su merced

-Necesitas un momento?

-Eres diabólica. Libérame de mis ataduras y vas a ver. - Izzy se separó de él y lo liberó con una risa malvada.

Simon se levantó de la cama, ella pensó que había llegado demasiado lejos porque casi parecía enfadado, pero entonces se le acercó y la beso en los labios, todavía estaba duro.

-Si… no te enfades, era solo un juego.

Simon la miró fijamente los dos desnudos de pie frente a la cama.

-Te gusta jugar rudo conmigo Isabelle Lightwood, pues no vas a salir de aquí hasta que hayas gritado mi nombre. -ella soltó una carcajada pero él seguía muy serio, de repente la hizo girar para que quedara de espalda y la penetró sin avisarle, había Sido un poco rudo pero a ella le encantaba que fuera así también. A veces suave y delicado y a veces autoritario, ella ajustó su posición apoyando las manos en la cama para que fuera más cómodo para los dos, Simón la tomó de las caderas para obtener un mejor ritmo, era vigoroso y rápido e Izzy está vez estaba a la merced de él, varios minutos después estaba literalmente gritando su nombre, suerte que nadie vivía a menos de 30 minutos de allí porque hubiera Sido muy escandaloso, ambos llegaron al placer, ęl una vez más y después se dejaron caer en la cama agotados.

-eres diabólica.

-lo soy, me encantas cuando te pones mandon.

Malcom Fade ingreso a la corte de las hadas sin invitación, la reina Seelie estaba sentada comiendo arándanos. Ella sonrió como quien sonríe a un aliado.

-Su alteza real. - El brujo hizo una reverencia teatral y la reina con una señal despidió a todos sus súbditos de la corte.

-Que quieres Malcom?

-Tengo información que pensé que le sería útil, acerca del vampiro diurno y la nefilim.

-Todo lo que se escuchan son rumores tan fuertes que Vlad se presentó en mi corte para pedirme ayuda, pero los he desestimado. Hasta no ver no creer.

-Su majestad, tengo que decir… que he visto y he creído.

La reina se levantó de su silla curiosa, acercándose al brujo.

-Qué quieres decir?

-He visto a la nefilim, ella está embarazada del vampiro. Es verdad.

-La viste, ¿Donde? ¿Como?

-Londres. Algunos de mi especie la han estado ayudando.

-Diras tus amigos.

-Mis amigos. Sí.

-Los estas traicionando por contarme a mí esta información. ¿Por qué?

-Me gusta tener aliados poderosos, no solo amigos. - La reina soltó una sonora carcajada.

-Su majestad, no debería desestimar, he escuchado decir que el bebé podría ser inmortal pero no por sangre de demonio.

-NO sangre de demonio? Entonces?….- La reina abrió los ojos llena de avaricia.

-Que quieres Malcom Fade?

-La nefilim está en Reikiavik.

-En territorio de hadas. Quieres mi ayuda para secuestrarla.

-Puede imaginar el precio tan alto que un demonio pagaría por esa clase de inmortalidad, con ella podrían construir un reino demoníaco si quisieran.

-Vlad está obsesionado con matar al Diurno y al bebé.

-Hay una antigua profecía que dice que solo puede morir si hay otro Primero, él la conoce. Mientras ese bebé este vivo él es vulnerable.

-Tal vez solo deberíamos ayudar a un viejo amigo.

-Tal vez su majestad. Pero primero debemos de arrebatarle la inmortalidad a la criatura.

Vlad estaba en su guardia cuando vio aparece la guardia real de las hadas seguida por la misma reina en persona. El vampiro estaba realmente sorprendido porque la última vez lo había desechado como si fuera nadie, pocos conocían la locación y como llegar a su guarida, la reina Seelie era una de esas pocas persona.

-A qué debo el honor? - Saludó haciendo una reverencia. A la guarida se entraba por una cueva pero era bastante profunda, metros y metros bajo tierra donde no llegaba un rayo de luz del sol. Era como si hubieran construido un castillo bajo tierra, con cientos de candelabros que alumbraban con velas, techos de llenos de pinturas que relataban historias de la grandeza vampírica, todo el estilo era muy medieval.

-He estado pensando que debería ayudarte en tu… objetivo. - él hizo un gesto de desconcierto.

-De verdad? Eso es…

-Tranquilo mi querido, fue un error no haberte creído, parece que los rumores acerca de la nefilim y el vampiro diurno son ciertos. El bebé es inmortal

-Me va a ayudar a matarlos? Que quiere a cambio? - Vlad no era del todo estupido, era viejo y desconfiado, nadie en el submundo confiaría en las hadas.

-Te ayudaré a hacerlo si dejas que un brujo amigo mío haga un hechizo primero sobre el bebé, antes de que lo mates.

-Que clase de hechizo?

-Necesito su sangre- Vlad frunció el ceño, las hadas no podían mentir pero tenían una manera de disfrazar la verdad. La frase quedó flotando en el aire. - Quieres mi ayuda, sí o no?

-Es imposible encontrarla, todo el mundo ha tratado.

-Sé donde está, Reikiavik.

-Territorio de hadas.. - Vlad se rascó la cabellera. -Esta bien pero yo mato al Diurno

-Es tan solo un humano.

-Yo lo mato. - La reina sonrió

Simon había mejorado muchísimo con el arco y en general con su estado físico. Había aprovechado muy bien el tiempo inspirado en la idea de que tendría que defender a Isabelle y a su hija en algún momento. A Iz le gustaba mirarlo entrenar por horas, eso era más divertido que ver tv o cualquier cosa, con el paso de los meses le costaba más moverse, le dolía la espalda, casi no podía dormir porque la barriga pesaba lo suficiente para hacerla sentir supremamente incomoda, muchas veces se portaba irritable pero Simon trataba de ser comprensivo la mayoría de las veces, había mucho amor en esa pequeña casa de madera. Simon muchas veces tocaba la guitarra hasta que se durmiera y aun después de eso continuaba haciendo armonías mientras pensaba en su familia y en NY. Extrañaba mucho a Becca y a su madre, pero también extrañaba mucho a Clary. Simon sacó del bolsillo de sus jeans un pequeño regalo que Clary le había hecho, era un anillo dorado, a pesar de que no recordaba ese episodio, Clary le había dicho que en momentos difíciles los mantuvo unidos cuando Clary se había ido con Jonathan.

-Está todo bien? - Preguntó Iz viéndolo tan concentrado mirando el objeto, en la oscuridad ella no pudo distinguir bien qué era. Simon estaba sentado en el suelo recostado a la cama, así que la distancia tampoco se lo permitió, el chico guardó el anillo de vuelta al bolsillo.

-Deberías estar durmiendo.

-Tengo ganas de hacer pis. Hay 0 espacio para mi vejiga. - Simón se paró para ayudarla a levantarse e ir al baño.

-Al me dio una gran idea, me dijo que sumergirte en aguas termales podría ayudarte Iz. - Ella estaba ya sentada en la taza y su novio le hablaba desde la puerta.

-No se si este bien salir al aire libre Si.

-Vamos Iz!, te meteras con ropa hasta el cuello si deseas, nadie se va a dar cuenta de tus runas. Solo quiero que te sientas mejor. - La voz de Simon era melodiosa y encantadora. - Hemos estado meses aquí sin ni siquiera un susto.

-Voy a pensarlo.

Todo el plan de las hadas por encontrar a Isabelle y a Simon se desplegó. La corte Seelie era enorme y en todo el mundo, en los paises nordicos aumentaba su influencia. La reina había mandado a llamar a una de sus pequeñas sirvientes, era joven, mitad hada mitad humana.

-Carlin, mi querida. - la pequeña hada se acercó, tenía apariencia como de una joven de 17 años.

-Mi señora.

-Te ordené vigilar al mundano hace unos meses. Podrías decirnos algo que fuera de utilidad?

-Es un chico regular mi señora, no tiene nada de especial.

-Sabes donde podría estar?

-Nadie lo sabe mi reina. - La reina estaba realmente disgustada.

-Tienes algo interesante que decirme? Algo que pueda servirnos. - El tono era amenazante y la pequeña se asustó. - ALGO?

-Tenía un anillo de hadas mi reina. Lo vi tan solo una vez, pero lo tenía. - Ahora la soberana de las hadas tenía una risa malévola.

-Todos a trabajar, quiero saber donde está esa nefilim y ese mundano cuanto antes. Sabemos que están en Iceland pero necesito un lugar específico, sabemos que los meses de luz van a terminar pronto y tendrán que moverse de allí. NO QUIERO QUE LOS PIERDAN.

La corte entera hizo una reverencia.

Para el viaje/paseo Al le había prestado su viejo carro a Simon, no era realmente tan lejos, solo un poco a las afueras de la ciudad, el viento se sentía frío a través de la ventana, pero Izzy estaba disfrutando muchísimo del paisaje. Era un espectáculo visual, durante los 30 minutos que duró el recorrido pudieron disfrutar del aire fresco y un hermoso paisaje. Obviamente tras días de ver a Izzy incomoda, Simon logró convencerla de que hicieran algo divertido y nadaran juntos en las aguas termales de Iceland, definitivamente nadie podía pasar por ese país sin hacer eso.

Izzy a pesar de todo el peso que llevaba ahora, estaba animada, el agua caliente no solo era un pensamiento feliz, le recordaba el regalo que le habían dado en el instituto.

-Iz? En qué estás pensando? - Simon ya se había bajado del carro pero ella continuaba mirando por la ventana hacia el río. -Tierra llamando a Iz. - Ella sonrió.

-Estaba pensando en casa.

-Lo sé, el otro día estaba pensando en NY. - Simon sacó el anillo de su bolsillo y se lo puso

-Qué es eso? - Preguntó la chica bajándose del auto como pudo

-Un regalo que me dio Clary. - Ella se quedó mirándolo y algo trataba de hacer clic en su cerebro pero entonces el bebe pateó y ella perdió toda la concentración.

-Ouch. El bebe está moviendose. - Simon corrió a poner sus manos sobre la panza para sentirlo, era uno de los momentos favoritos de los dos. Ella se quedó mirandolo por unos momentos sonreir.

-Me estas mirando. - Simon se sonrojó

-Me gusta verte sonreir tonto. - Ella también se había sonrojado. -Eres… - Izzy estaba mordiendose un poco los labios, Simon no pudo resistirse y la besó suavemente para no dejarla terminar.

-Vamos a meternos algún día al agua o no? - Ambos seguían mirándose como dos estúpidos.

-Vamos!

El agua era perfecta, a pesar de que Izzy había tenido que usar mangas largas para taparse las runas, eso no le impidió disfrutar de la sensación. El lugar era un rio de agua cristalina, muy calmado, el plan funcionó perfectamente, estaba relajada y a gusto.

-Simon, vas a meterte algún día? - Simon se quitó la camiseta que llevaba y se sumergió junto a ella.

-Te sientes mejor?

-Es perfecto! Gracias. - Ella se recostó en su hombro. - Sé que no lo digo muy a menudo pero… Gracias por todo lo que haces, gracias por venir aquí. Vas a ser un gran papá, lo eres desde ahora- Él le dio la sonrisa más brillante.

-Estar contigo, hacer todo más llevadero era lo único que quería Iz. Lo único. Lamento que hayas tenido que hacer tantas cosas sola.

-Si …. Tú hiciste una enorme diferencia al venir acá. Lo juro.

Ambos se quedaron relajándose en el agua termal por un buen rato pensando en que la vida era buena y todo iba a salir bien, pero no todo estaba bien, el anillo que Simon estaba usando era un anillo Seelie y ya había Sido detectado por las ninfas del río, ahora era imposible esconderse.