Navidad en la Enterprise.

De la colección Festividades en la Enterprise.

Fiesta

―¡Valla! ―exclamó el capitán ―esto se ve aún mejor de lo que pensé

Las luces navideñas y el gran árbol de Navidad del comedor se notaban aún más bellos con la luz baja y las mesas decoradas para el gran festín. Estaban acomodadas de tal manera que en medio quedaba un gran espacio para bailar. Era una gran fiesta y duraría un turno completo, la primera mitad del beta y la segunda del gama, para que toda la tripulación pudiese asistir si lo deseaba, claro que la tripulación del gama tenían prohibido beber. Aunque uno que otro "inteligente" lo hacía a escondidas. Pasarían sus próximos días libres limpiando Ingeniería si el señor Spock o alguien más los descubría.

En el extremo contrario al árbol de Navidad estaba la mesa del banquete dispuesta. Decenas de platillos invernales y festivos de varios planetas estaban dispuestos para todos. Jim buscó con timidez la mano vulcana que sabía estaba a pocos centímetros de la suya, sonrió tenuemente cuando esta no rechazó su contacto, sino que lo aceptó y le dio un apretón. Jim volteó a ver a Spock y le señaló la mesa con la mirada, al lugar donde los platillos vulcanos esperaban. Los ojos del vulcano se suavizaron y asintió tenuemente.

―¡Oh por todos los cielos! ―exclamó una voz con acento sureño rompiendo la magia del momento― Si van a hacerse ojitos toda la noche al menos lárguense de la maldita entrada.

La expresión de Bones era de enojo, pero sus ojos delataban su diversión. No se había percatado de las manos unidas de ambos.

―No tan rápido Leonard ―dijo Scotty al lado del médico con una sonrisa pícara ―No se pueden ir, ¿ya viste lo que hay arriba de ellos?

La pieza de muérdago que colocó Nyota hace unos días colgaba en espera de nuevas y despistadas víctimas. McCoy sonrió con sadismo, dulce venganza.

O no tan dulce…

Sin vacilar Spock tomó entre los brazos a Kirk y lo besó con fuerza hasta dejarlo sin aliento.

―Woa ―dijo Kirk cuando el vulcano lo liberó

―¿Qué demonios? ―preguntó Bones frunciendo el seño ― No es justo ―señaló a Kirk ― tu tenías que tartamudear y enrojecer ―señaló a Spock ―y luego tu recitarías mil un razones por las cuales era ilógico hacerlo.

―No veo por qué es ilógico expresar mi amor por mi pareja, doctor McCoy ―respondió Spock ―más en favor de las tradiciones humanas, cultura que ambos compartimos.

―¿Pareja? ―repitió incrédulo el castaño ―pero si ustedes…

―Entremos, Leonard ―interrumpió Scotty tomando la mano del doctor ―veamos si aún queda algo de ponche de huevo que nuestro querido prodigio ruso no haya contaminado con Vodka. Traes el escocés, ¿cierto?

Bones se dejó arrastrar por Scotty, sin embargo su expresión de desconcierto aún permanecía en su rostro.

Jim soltó una carcajada una vez estuvieron lejos.

―Creo que es buena idea que también busquemos algo de beber Spock ―dijo el rubio

―Considero prudente cenar primero, capitán.

―Sí, eso también ―hizo una pausa dramática ―¡Muero de hambre!

―Ilógico, considerando que la comida ingerida en el último descanso fue tan solo cuatro punto tres…

―Es una expresión

Spock lo sabía, pero también sabía lo mucho que le divertía a Kirk que lo tomase todo tan literal.

Ambos tomaron un plato y se sirvieron una buena cantidad de comida del buffet. Luego se dirigieron a la mesa donde sus amigos estaban.

―Los vi a ustedes dos allá atrás ―dijo Carol en cuanto llegaron a la mesa ―¡Felicidades!

Todos asintieron y repitieron las felicitaciones. Jim arqueó una ceja al ver que Chekov tenía un brazo alrededor de los hombros de Sulu.

―¿Irresistible encanto ruso? ―preguntó a modo de respuesta ante la silenciosa pregunta de James.

―Felicidades a ambos también ―dijo el capitán.

―¿¡Es que acaso todos de pronto están emparejados!? ―preguntó Nyota alzando la voz

La mesa se quedó en silencio, hasta que de pronto Uhura soltó una carcajada.

―Solo bromeo ―dijo ella ―me alegro por ustedes.

James se relajó y le dedicó una sonrisa coqueta. Le besó la mejilla mientras se sentaba a su lado, Spock tomó el asiento junto a él, por supuesto.

―No te pongas celosa ―le dijo Jim ―yo aún te amo.

Nyota rio suavemente.

―Quítate de encima ―le empujó ―¿Cuándo comprenderás que tu obsesión por mí es enfermiza?

Kirk hizo un gesto de dolor mientras los chicos se reían. Incluso el vulcano parecía estar disfrutando la broma.

―¿Alguien ha visto a Bones? ―preguntó Jim después de un rato

Chekov señaló la pista de baile. Él y Scotty bailaban.

―Wow ―dijo Christine ―debe de amarlo mucho si prefiere bailar a beber.

―Y Scotty a comer ―respondió el capitán burlón.

Unos minutos después ambos llegaron con un plato repleto de comida cada uno y un gran vaso de lo que parecía ser ponche de huevo, con escocés, claro.

―¿Qué? ―dijo Scotty ―Estoy enamorado pero sigo siendo humano. Debo de comer y beber.

La mesa entera soltó una carcajada. Bueno, todos menos Spock. El vulcano únicamente levanto su perfecta ceja.

Carol miró en silencio como se desenvolvía toda la tripulación. Era cierto que apenas llevaba unos meses sirviendo en esa nave, pero al ver las decoraciones, los suaves villancicos y la gente riendo y disfrutando, sintió una calidez en el pecho. Miró a su propia mesa. Donde el ánimo parecía estar por los cielos y ella misma se contagió de la euforia que todos sentían. Sonrió, la Navidad con su familia era encantadora.