Capítulo 2: Y Ahora se Agrega un Duende.

Stiles caminaba por el pasillo, tratando de que no se notara que tenía un hada en la cabeza, hablando hasta por los codos. Ahora entendía a su padre.

- Es solo que no entiendo porque no te revuelcas con el perro – el hada sigue bufando, jalando el cabello de Stiles.

- Ya te dije que Derek y yo apenas si somos amigos. Yo diría que somos como aliados que tienen que soportarse y además no sé porque tengo que explicarte esto a ti. ¿Qué no se supone que tú odias a los hombres lobo?

- Pero veo su utilidad, ¿Crees que no tengo nada mejor que hacer que cuidarte? Tengo una agenda ocupada.

- Pues entonces vete, Sparky será suficiente para cuidar mi pureza o lo que sea.

- El unicornio fue quien me hablo, niño tonto – el hada patea la cabeza de Stiles, pero realmente no duele- tu eres muy descuidado, y claramente el Druid ni siquiera se ha molestado en entrenarte. Con razón este lugar esta infestado de perros y de…

Ante el repentino silencio, Stiles voltea a ambos lados tratando de ver si hay peligro. El hada baja de su cabeza y se esconde en el bolsillo de su camisa. ¿Pero qué le pasa?

- Stiles.

Lydia se aproxima a Stiles, con su sonrisa calculadora.

- Lydia, tan hermosa como siempre.

- Rumores dicen que tienes una nueva mascota – Lydia ve sus uñas con calma - y no me habías dicho nada.

- Bueno, tú te fuiste con Jackson a ver 'Diarios de una pasión' por milésima ocasión, no pensé que quisieras ser molestada.

- Corta la farsa, Stiles – Lydia exige - ¿Cómo es que un hada apareció de repente? El Bestiario ni siquiera habla de ellas, así de escurridizas son. ¿Dónde la tienes?

- Uhm…

Stiles señala su bolsillo.

- ¿Y? Dile que salga.

- Originalmente estaba en mi cabeza, pero de repente se metió en mi bolsillo. Déjame ver…

Stiles abre su bolsillo, viendo al hada lo más arrinconada posible, haciendo señas que no entiende.

- ¿Qué? – Stiles la ve con duda.

- No voy a salir – el hada dice en voz baja, pero Stiles logra entenderle – así que dile a la Banshee que busque otro bocadillo.

- ¿Uh? ¿Piensas que Lydia va a comerte? – Stiles sonríe – créeme, Lydia Martin no va a hacerte nada.

- No voy a salir – el hada se cruza de brazos.

- Sal de ahí – Stiles suspira. ¿A dónde va su vida?

- No.

- No te va a pasar nada, sal – Stiles comienza a sacudir su bolsillo.

- ¡NO! –el hada sopla polvo a la cara de Stiles.

Demonios, apenas si había quitado el polvo que le quedo en la oreja después del encuentro de esta mañana. Stiles levanta la vista, notando a Lydia con una ceja arqueada.

- No quiere salir. Dice que vas a comértela.

Lydia resopla, ofendida ante tal acusación.

- ¡Déjame hablar con ella! – Lydia se acerca a Stiles, tomando su camisa. Esto es como sus sueños húmedos, excepto que actualmente es Derek en lugar de Lydia, no están en la escuela, y no tiene un hada pataleando en su bolsillo.

- ¡NO! –escucha Stiles que el hada grita cuando Lydia mete la mano a su bolsillo.

- ¡ME MORDIÓ! – Lydia retrae su mano con enojo.

- NO ME VAS A COMER, BANSHEE – el hada sigue gritando.

- ¡Lydia!

Stiles ve a Jackson acercarse junto con Scott y Allison.

- Nos acaban de decir que tú y Lydia estaban en el pasillo, forcejeando – Scott explica – y Jackson, naturalmente, quiso venir a marcar territorio.

- Ugh, ¿Quieres superar que me gustaba Lydia, Jackson? ¿Qué vas a hacer? ¿Orinarla?

Dios, el imbécil parece que lo está considerando seriamente.

- El hada de Stiles piensa que voy a comérmela – Lydia explica – quise convencerla de lo contrario.

- ¿Y? – Allison la ve con duda.

- Me mordió. No tengo idea de dónde saca que me la pienso comer.

- Quizás es porque eres una Banshee – Stiles explica – parece que ella tiene una serie de pre-concepciones de todas las criaturas sobrenaturales.

Stiles siente un golpecito en su pecho y asume que es el hada. Cuando voltea a su bolsillo, la ve con el ceño fruncido.

- ¿Qué? – Stiles pregunta.

- ¿La Banshee se junta con los hombres lobo? – el hada parece sorprendida.

- Si, todos somos como una gran familia feliz. Excepto Jackson, él es la mascota.

Jackson gruñe, pero Lydia pone una mano en su brazo para detenerlo.

- De hecho es novia de uno – Stiles explica – no hay duda que en gustos se rompen géneros.

El hada va saliendo poco a poco, asomando la cabeza sobre el bolsillo de Stiles, y parpadeando rápidamente.

- Y promete que no va a comerme, ¿Verdad? – el hada dice con voz temblorosa.

- Querida – Lydia bufa, ofendida – soy muy selectiva en todo, incluyendo mi dieta.

- Lydia no es una Banshee como otras, es una Banshee chévere – Stiles dice con sarcasmo.

- ¿En serio, Stiles? ¿Haciendo referencias de 'Chicas Pesadas'? – Lydia sacude su cabeza con desaprobación.

- Pero se supone que las Banshee y los hombres lobo no se mezclan – el hada dice, sorprendida. Aún sigue escondida en el bolsillo de Stiles, pero al menos ya asoma la cabeza.

- Somos la excepción a la regla – Allison sonríe - ¿Por qué no sales y nos explicas más al respecto?

- ¡No! – el hada se vuelve a esconder – ¡Que se vaya la Banshee!

Stiles se encoge de hombros mientras Lydia ve con ojos asesinos el bolsillo de Stiles, como si esa ofensa fuera algo que no va a superar jamás.

- Bien – Lydia cede, lo cual debió costarle mucho trabajo – pero tenemos que resolver esta situación pronto. Stiles, mi casa, después de la escuela. Hablaremos más sobre esto. Si tú… amiga quiere, puede quedarse escondida todo el tiempo, me da igual.

- Lydia, ¿Es esa una propuesta indecorosa? – Stiles hace un guiño.

- Yo también iré – Jackson se apunta, porque es un idiota celoso.

- Yo tengo que trabajar – Scott dice – pero quizás pueda ir cuando termine.

- Yo también tengo entrenamiento con papá – Allison agrega – pero igual, Scott y yo los alcanzaremos.

- ¿Qué hay de la chocopandilla de Derek? ¿Los lobitos en cuero? – Stiles se ríe de su propio chiste, mientras que los demás niegan con la cabeza.

- Le diré a Isaac – Scott sonríe – creo que ellos tienen entrenamiento con Derek, así que igual no pueden ir.

- Solo Derek seguiría entrenándolos cuando tenemos otras cosas más importantes que hacer, como ver qué hacer con toda la fauna sobrenatural que está apareciendo para protegerme de poder divertirme como un adolescente normal… ¡Hey! – Stiles siente un golpe en su pecho.

Al abrir su bolsillo, el hada lo está viendo con enojo.

- ¡No te hagas el que no te gusta el perro! – el hada lo señala con su minúsculo dedo - ¡Apestas tensión sexual no resuelta alrededor del hombre lobo!

- ¡SHHHH! – Stiles cierra su bolsillo rápidamente, mientras Lydia y Allison lo ven con curiosidad y Scott hace una cara de asco que no puede con ella. Genial, igual escucho todo lo que el hada dijo. Jackson parece indiferente, pero al menos sus hombros ya están más relajados, por lo que Stiles concluye que el plan de orinar a Lydia ha quedado en segundo término.

- Stiles… - Scott comienza a hablar, y si lo conoce, Stiles sabe que está a punto de explotar.

- Bueno, te veo en la tarde Lydia. Scott, tengo que hablar contigo.

Antes de que los demás se quejen, Stiles toma a Scott de la mochila y lo jala al primer salón vacío que encuentra.

- ¿¡Te gusta Derek!? – Scott finalmente explota.

- ¡NO! – Stiles se defiende inútilmente, porque sabe que Scott puede escuchar que miente.

- Digo, sabía que te gustaba en un nivel superficial, porque pues el tipo no es feo – Scott frunce el entrecejo – podría ser considerado atractivo por algunas personas.

- ¿Estas bromeando? – Stiles lo ve con calma – Derek es como un Dios Griego, por favor. Sus abdominales son para comerse, y ese trasero merece ser mordido.

- Muy bien, primero… EWWWWW – Scott golpea con cuidado a Stiles en el brazo – y segundo… es Derek… ¡DEREK!

- Sé muy bien quien es Derek, Scotty – Stiles suspira.

El hada escoge justo ese momento para salir del bolsillo de Stiles, y ponerse de nuevo encima de su cabeza.

- Si se revuelca con el perro, entonces ya no tendríamos problemas – el hada dice con calma.

Scott luce horrorizado de solo imaginarse a Stiles… 'revolcándose' con Derek.

- Aparentemente el hada dice que si Derek me estrena, todo este asunto de la pureza se resuelve – Stiles decide que al menos debería incluir a Scott en este asunto de Derek y él y la tensión sexual. No en una manera rara, solo para que este enterado.

Además es muy divertido ver la cara de azoro de Scott.

- ¿Qué no el cuidarte de que alguien te 'estrene' es lo que tenemos que hacer? – Scott pregunta con duda.

- ¿Ves? – Stiles trata de ver al hada – te dije que no tiene sentido.

- No esperaría que el otro perro entienda sobre la entrega de la pureza, y tú eres muy tonto – el hada resopla – mientras estés en peligro, te vamos a cuidar.

- Aun no puedo creer que te guste Derek… - Scott ve a Stiles como si lo hubiera traicionado - ¿Por qué no has hecho algo como con Lydia?

- En primera, porque el asunto con Lydia empezó cuando era más joven, y además… si Lydia era inalcanzable… Derek es imposible. Así que más te vale que mantengas tu boca cerrada.

- Pero es que…

- Scott, promete que no dirás nada a nadie. Ni siquiera a Allison.

- Es que…

- Pacto de saliva, o comenzaré a divulgar que cuando tú y Allison comenzaron a andar decidiste usar…

- ¡BIEN, BIEN! – Scott interrumpe – pacto de saliva. Cielos.

Scott escupe en su mano, y Stiles hace lo mismo, pactando silencio hasta la tumba.

- Eso sí que es desagradable – el hada vuela de nuevo a la cabeza de Stiles.

Stiles no puede decir lo contrario, la verdad es que sus pactos de saliva han sido un dolor de cabeza para su padre y la mamá de Scott. Ambos salen del aula, Scott aun dirigiéndole miradas de incredulidad a Stiles. Bueno, no puede decirse que Stiles tiene mal gusto. Derek, aun con sus problemas de actitud, estaba para comérselo.


Al salir de clases, Scott se va con Allison porque Stiles debe reportarse a casa de Lydia Martin. Como si tener un hada en su cabeza no fuera suficiente. Al encaminarse a su Jeep, un chico que jamás había visto antes se aproxima a él.

- Hola – el chico le sonríe - ¿Vas a esta escuela?

Stiles lo ve con duda. El hada le jala el cabello, pero no dice nada.

- Ahm… ¿Si?

- ¡Qué bien! Es que soy nuevo en la ciudad, y no sé muy bien si estoy en el lugar correcto. ¡Mi nombre es Darren! ¿Y tú eres…?

- Eh… Stiles – el chico extiende su mano para conocer oficialmente al tal Darren – pues si buscas la preparatoria de Beacon Hills, estás en el lugar correcto.

Darren se ríe, lo cual hace que Stiles frunza el entrecejo, porque su comentario no fue tan gracioso. A menos que… ¿Podría ser esto posible? ¿Podría ser que este chico estuviera coqueteando con Stiles? Como jamás había estado en tal situación, no sabe distinguir señales.

- Me alegra haber dado ya con la escuela entonces – Darren sigue sonriéndole a Stiles.

- Si gustas puedo…

Antes de que Stiles pudiera ofrecerse a guiar a Darren por la escuela, escucha un gruñido muy cerca de su oreja. Oh, por favor, que no sea Derek actuando como un acosador.

- Ehhh – Darren ve a la persona atrás de Stiles y retrocede un paso – no sabía que tuvieras novio.

- ¿Qué? ¡Claro que no tengo! – ahora si queda confirmado: Derek es el peor, siempre arruinando las oportunidades de ligue que puede tener Stiles – este es… mi primo… Miguel.

- ¿Tu primo? – Darren los ve con duda, y Derek, el imbécil, sigue sin decir nada – no se parecen mucho.

- Es adoptado. Pero si… solo es mi primo… oye primito, ¿Por qué no vas a casa? Te alcanzaré después.

Cuando Stiles voltea con Derek, la mirada de furia que recibe le dice que eso no pasará.

- Tengo que irme, Darren – Stiles se disculpa – pero aún están los encargados de control escolar, ellos podrán darte la información que necesitas.

- Oh – Darren parece decepcionado – bueno… de seguro nos veremos en los pasillos, Stiles. Me dio mucho gusto conocerte… créeme…

Otro gruñido de Derek hace que Darren tiemble ligeramente, y mejor se aleje de ellos. Furioso, Stiles empuja a Derek, pero para el dolor de su ego, el idiota ni se inmuta, ni siquiera se mueve.

- ¿Se puede saber cuál es tu problema? – Stiles comienza a reclamarle - ¿Acaso careces de todo parámetro de desempeño social?

- Puede ser una amenaza – Derek dice como si eso tuviera sentido – no me gusta.

- Si hubiera sido una amenaza, ¿No crees que mis alarmas hubieran hecho algo? – Stiles señala a su cabeza, donde el hada solo está jugando con su cabello, y luego ve a Sparky, el cual de algún modo consiguió bajar la ventanilla de su auto y asomar su cabeza.

- El humano apestaba tensión sexual – el hada dice con calma – pero no es una amenaza.

- Ya escuchaste, le gruñiste a una persona totalmente inocente, felicidades – Stiles sigue refunfuñando.

- Quizás el perro no quiere competencia – el hada agrega alegremente, golpeando la frente de Stiles.

- Ya dije que ese tema no se toca – Stiles dirige ahora su furia al hada. ¿Por qué siempre tiene que estar agregando cosas que no vienen al tema?

- ¿De qué demonios hablan? – Derek los ve con enojo.

- Nada que te importe – Stiles dice de mala gana - ¿Qué no tenías entrenamiento con los lobitos en cuero?

- Ya te he dicho que no les llames así – Derek gruñe, pero Stiles puede ver que no está enojado – van a entrenar solos. No puedes estar sin supervisión.

- ¿Te parece esto estar sin supervisión? – Stiles vuelve a señalar al hada y a Sparky.

- ¿A dónde vas? – Derek cambia el tema de repente.

- Bien, gracias por no responder a mi pregunta. Lydia me ha llamado a su casa, esta sentida de que el hada no la quiera.

- Me quiere comer – el hada jala el pelo de Stiles - ¿Así es como pagas mi protección?

- Generalmente las hadas temen a las Banshee – Derek asiente, como si eso tuviera sentido.

- A ver, a ver… ¿Le tiene miedo a las Banshee, pero no le tiene miedo a los hombres lobo?

- ¡Yo puedo con los perros apestosos! – el hada se ofende.

Derek se acerca a Stiles, lo cual hace que su corazón palpite de manera acelerada. Este es el momento, Derek lo besará o lo matará. Y lo peor, las dos posibilidades le causan una gran excitación. Stiles hasta comienza a entrecerrar los ojos, cuando nota que Derek levanta su mano y toma algo de su cabeza.

Cuando abre los ojos para ver qué pasa, nota que Derek tiene las alas del hada en sus dedos, mientras ella patalea sin cesar.

- ¡Suéltame! ¡Grandulón!

- Si no guardas silencio te voy a encerrar en un frasco – amenaza Derek poniéndola al nivel de sus ojos.

- ¡Apestoso! – el hada patea el ojo de Derek, el cual la suelta rápidamente mientras frota su ojo y el hada vuela directo al bolsillo de Stiles.

- Uhm… creo que eso no fue lo mejor – Stiles dice mientras Derek sigue gruñendo - ¿Te dolió?

- No Stiles, me quejo porque me hizo cosquillas – Derek dice con sarcasmo, haciendo que Stiles sonría. Vaya que el grandulón estaba puliendo su ironía.

- Claramente ya ofendiste al hada, así que mejor vete y luego…

- Iré contigo a casa de Lydia.

- ¿Qué?

- Ya te dije que no puedes estar sin protección… Y ESTOS DOS NO CUENTAN.

Stiles frunce el entrecejo cuando Derek no lo dejo decir precisamente lo que estaba pensando. ¿Y de cuando acá le importa a Derek lo que le pase a él? Stiles sabe perfectamente que su enamoramiento con Derek no era exactamente reciproco, y la única razón por la que el tipo le dirigía la palabra era por Scott. Si no lo conociera, hasta pensaría que le importa que le pase a Stiles.

- Mira, no sé qué demonios pienses, pero no vas a seguirme con Lydia. Ve con tus lobitos y…

- Sube al Jeep, o te desgarrare la garganta con mis dientes – amenaza Derek.

- Bien – se resigna Stiles. Ya que Derek recurre a la violencia, nada bueno se puede esperar – pero tendrás que irte atrás.

- ¿Qué?

- Sparky va adelante.

Como si quisiera reforzar el punto, Sparky golpea a Derek en el brazo con su nariz y suelta un bufido.

Derek ve a Sparky, luego a Stiles y finalmente al hada que se está asomando sobre el bolsillo de su camiseta, y se cruza de brazos. Esta será una tarde muy larga.


- Stiles, no recuerdo haber invitado a Derek a esta reunión.

Lydia le dirige una mirada de reclamo mientras Jackson está sentado en la cama, Derek recargado en la pared, y Cora en medio de la habitación.

- ¿Crees que puedo decirle a Derek que hacer? Quiso venir porque según él necesito protección.

- ¿Y el hada…?

Todos voltean a ver el bolsillo de Stiles, donde el hada solo asoma sus ojos, pero en cuanto Lydia la ve, se vuelve a esconder.

- Aun piensa que te la vas a comer – explica Stiles –Lydia, no es que no aprecie que me invites a tu casa, pero ¿Qué quieres lograr exactamente? No tenemos ni idea de quien sea esta cosa que quiere mi virtud, y…

- ¡Yo tengo una candidata! – Cora dice, emocionada.

- ¿En serio? – Stiles pregunta con cierta reserva. Cora sospecha hasta de su propia sombra.

- Si, es esta chica de la escuela, Mandy Miller. Creo que es una bruja.

Todos ven a Cora con extrañeza.

- Pensabas que Lydia era una bruja – Stiles le recuerda – creo que podemos confiar en ti para decidir quién es bruja y quién no.

- ¡Pero al final resultó ser una Banshee! ¿No? – Cora se defiende.

- Además Mandy Miller es solo rara, pero no es una bruja – Lydia apoya a Stiles.

- ¿Y tú como sabes? – Cora frunce el entrecejo - ¡Hay algo mal con esa chica! Me da mala espina.

- Cora, todos te dan mala espina, tienes el gen Hale de desconfiar de todo aquel que te vea feo – Stiles dice con sarcasmo, ganando un gruñido de Derek – no gruñas, sabes que es cierto.

- Basta - Lydia interrumpe la discusión – Stiles, he estado investigando, y podemos hacer que pierdas el 'magnetismo' con eso de tu pureza.

- ¿Ah sí?

- Son varias recetas, que podemos ir probando…. Imagino que cuando encontremos la adecuada, tus amigos se irán.

- ¿Recetas? No sé si me gusta el sonido de eso, Lydia – Stiles siente un escalofrío por todo su cuerpo.

- Casi todas son seguras, Stiles – Lydia dice con calma.

- ¿Casi todas? Lydia, entiendo que no te guste el hecho de que el hada te odie, pero no tienes que desquitarte conmigo.

- No es necesario, podemos seguir protegiéndolo como hasta ahora – Derek interviene, quizás temiendo que una de esas recetas sea matar a Stiles.

Y si Stiles no estuviera ya perdidamente enamorado de Derek, esa minúscula muestra de preocupación de su parte haría que cayera rendido a sus pies.

- Derek – Lydia dice en su tono calculador – no tenemos idea sobre que o quien quiere a Stiles, es más fácil quitar lo atrayente que tiene, que esperar y arriesgarlo. Es todo por su bien.

- ¡Si se revuelca con el mphhh –! – el hada iba a intervenir, pero sabiendo su argumento, Stiles solo pone su mano sobre su bolsillo para evitar que abra su boca delante de todos y saque eso de revolcarse con Derek.

- ¿Qué dijo? – Cora lo ve con duda.

- Nada, sigue diciendo sandeces de protección y cosas así. Entonces, Lydia… estoy en tus manos.

- Oh, Stiles… claro que lo estás.


- Esto es tan estúpido – Stiles bufa, mientras trata de respirar por la boca para evitar el olor.

- Tú dejaste que Lydia te pusiera eso en el cuello – Derek le recuerda.

- No sé cómo soportas esta peste. Apenas si puedo tolerarla, y mi sentido del olfato no está tan desarrollado.

- He olido cosas peores – Derek se encoge de hombros, como si esa fuera una explicación lógica.

- ¿Y tú que dices? – Stiles ve a su cabeza, donde el hada le está haciendo pequeñas trenzas.

- No apesta tanto como los hombres lobo.

- ¿Qué dijiste? – Derek fulmina con la mirada al hada.

- Lo que escuchaste, perro apestoso.

- Te voy a…

- ¡Basta! – Stiles interrumpe la discusión – bien, ya estoy en casa, gracias por tu caballerosidad. Ahora lárgate de mi cuarto.

- No me iré – Derek se cruza de brazos – cuando duermes estas más vulnerable.

- Derek, creo que mi papá fue muy claro, dijo que no te quería en el cuarto de su hijo menor de edad.

- No, dijo que no quería que entrara por la ventana al cuarto de su hijo menor de edad. No dijo nada sobre entrar de manera normal y quedarse a hacer guardia.

- ¡Esto es ridículo! ¿Qué crees que pasará? ¿Qué algo va a entrar por la ventana y…?

Para su sorpresa, Derek lo toma del brazo, jalándolo a su pecho y abrazándolo. Esto debe ser lo que las novelas románticas dicen que pasa cuando el amor de tu vida actúa heroicamente. No que Stiles leyera algo así, era solo investigación para conquistar a Lydia y… momento, ¿Por qué Derek está gruñendo?

- Suéltame – Stiles trata de liberarse de esos musculosos y atléticos brazos. Mal tren de pensamiento.

- ¿Quién demonios eres? ¿Qué quieres? – le escucha decir a Derek.

Stiles gira su cabeza, viendo a… ¿Un duende? O algo muy parecido.

- Ya era hora de que aparecieras – el hada vuela directo al sombrero del recién llegado.

- Tengo cosas que hacer – bufa la criatura – ohhh, un hombre lobo… ¿Puedo cortarle las orejas?

Derek gruñe, y Stiles solo atina a apretar su nariz con sus dedos. Pronostica que le dará migraña pronto.

- A ver – Stiles se separa de Derek, muy a su pesar – ¿Tú también fuiste convocado a cuidarme?

- ¿Esta es la chispa? – La criatura ve a Stiles con duda – no se ve muy virtuoso.

- ¡Hey! – Stiles no sabe ni porque se ofende. Lo último que quiere es ser virtuoso de cualquier modo.

- No puedes tocar al perro – explica el hada – la chispa es su amigo.

- Bueno, ¿Y dónde voy a dormir? Me gusta ese closet.

- A ver, a ver – Stiles debería estar más sorprendido de que su vida se esté convirtiendo en una serie de eventos sin sentido – ¿Tu quién eres?

- Oh, soy…

- ¡No! – El hada lo interrumpe – los nombres tienen poder, ¿Qué no te he enseñado nada?

- Ah sí… bueno, soy un duende, y tengo como misión cuidar a la chispa. Y como tú eres la chispa, aquí me quedaré. Aparto el closet para dormir.

Stiles voltea con Derek, el cual sigue con el ceño fruncido.

- ¿Derek? ¿Algo que agregar?

- Más criaturas siguen apareciendo.

- Gracias, Derek, tu aportación como siempre ha sido de gran ayuda.

- ¿Qué no entiendes? ¡Más criaturas siguen apareciendo!

- Escuché la primera vez – Stiles bufa - ¿Y?

- Stiles, esto es serio. No creo que Lydia con sus ideas vayan a ayudarte, cuando criaturas siguen apareciendo para protegerte – Derek frunce el entrecejo. Se ve tan sexy. – No, creo que tendré que vivir aquí por un tiempo.

- ¿DISCULPA? – Stiles casi se ahoga con su propia saliva.

- ¡El perro solo busca una excusa! – el hada jala el cabello de Stiles, quien ni siquiera lo siente al seguir aun en shock por semejante revelación.

- ¡Hey! ¿Te importa que duerma encima de tu ropa? – El duende comienza a esculcar en su closet - ¡Oh! ¡Ropa interior de ositos!

- Stiles…

Todos ven a la puerta, notando a su padre, de pie, riendo abiertamente y sosteniendo una taza de café. Esto debe ser una pesadilla.

- Dame eso – Stiles se acerca al duende y le arrebata la ropa interior – fue un regalo.

- ¿Puedo dormir encima de tus camisas? Son muy cómodas.

- Stiles – su padre dice de nuevo - ¿Qué demonios tienes en el cuello?

- Oh, si… es idea de Lydia. Piensa que va a ayudar a quitarme lo 'atrayente' y lo que sea que quiere mi virtud me dejará en paz.

- Yo le dije a la Banshee que no iba a funcionar – el hada vuela directo a la cabeza de su padre. Aduladora – no puedes confiar en una Banshee, anuncian la muerte y comen hadas.

- Oh – su padre levanta una ceja a Stiles, y él solo niega con la cabeza. Ni siquiera él tiene idea de qué demonios pasa.

- Pero yo cuidaré de su hijo – el hada sigue hablando – lo prometo. Si usted quiere, le puedo cortar las orejas al perro.

Derek gruñe y Stiles solo atina a suspirar.

- No es necesario – su padre trata de prevenir la masacre del hada – ¿Y eso que está en el closet…? ¿Es un troll?

- Oh, no, esos no existen – la voz en el closet finalmente se asoma – soy un duende.

- Ah – Su padre ve a Stiles con los ojos de '¿Me estas bromeando?'

- Si existen – el hada agrega – pero son pocos, y prefieren comer cosas más nutritivas que humanos.

- Stiles, no quiero que duermas en la cama con esa peste. Acabamos de lavar las sábanas – su padre alecciona, como si esta situación fuera de lo más normal.

- Sheriff – Derek se acerca a su padre con la cara menos amenazadora que tiene – Stiles no puede estar solo, sin protección. La manada ha decidido que lo mejor es que yo vigile a Stiles de momento.

- ¿La manada ha decidido? – Stiles repite con sarcasmo - ¿A qué hora les preguntaste?

- Como ve, Stiles no toma en serio esta situación, pero que criaturas sobrenaturales sigan apareciendo no es buena señal.

- Derek, ¿Es esta tu forma sutil de pedir mi autorización para quedarte en el cuarto de mi hijo?

- ¡Solo para cuidarlo! – Derek aclara, como si la insinuación de que algo más pudiese pasar entre él y Stiles fuera repulsiva.

Eso no ayuda mucho a su ego, que aunque ya sabía que Derek estaba a años luz de sus posibilidades, aun así se siente herido. Y por lo tanto, no va a dejar que el idiota de Derek se quede aquí a torturarlo.

- Pues fíjate que no necesito tu protección – Stiles comienza a exaltarse.

- Stiles… - Su padre ya sabe bien que pasará.

- No, no te quiero en mi cuarto. Ya sé que para ti solo soy una carga, pero ¿Adivina qué? ¡Ya tengo quien me cuide! ¡Sparky, el hada, y ahora el duende! ¡Así que tu presencia no es necesaria, ni ahora, ni nunca! ¡Mi collar de limones con ajo y agua de pantano me va a mantener puro y casto! Voy a ponerme la pijama, y cuando regrese no quiero verte aquí, o te echaré wolfsbane.

Stiles sale dramáticamente de su cuarto, azotando la puerta. Ya estaba bien de Derek insinuando que Stiles era solo un humano inútil que necesitaba protección. Además, tenerlo diario en su cuarto va a causarle demasiados problemas, es mejor que vaya alejando a Derek antes de que termine de romperle el corazón.

Porque si lo hace, Stiles sabe que no podrá recuperarse, al menos no en un buen tiempo.


Al regresar a su cuarto, gracias a todas las deidades solo están su padre y los tres chiflados.

- Hijo, creo que fuiste muy rudo con Derek – su padre alecciona.

- ¡Tú eres el que siempre me dice que es un ex - convicto!

- Si, y tú eres el que siempre se apresura a agregar que fue un error que tú y Scott cometieron. ¿Qué pasa en realidad?

- Quiere revolcarse con el perro – el hada dice feliz.

Su padre casi se ahoga con su café.

- ¡NO ME QUIERO REVOLCAR CON DEREK! –Stiles espera que el gritarlo sea suficiente para que entre en la cabeza dura del hada.

- Hijo… - su padre aun trata de recuperarse - ¿Es esto lo que pasa? ¿Te gusta Derek?

- Si le gusta – el duende agrega, desde el closet – huele a tensión sexual y hormonas.

- ¿Acaso todas las criaturas sobrenaturales tienen mejor olfato que yo? – Stiles se queja.

Sparky le pega en el brazo, como diciendo 'sip'. Ya hasta se está encariñando con esos golpes que el unicornio le da.

- Bueno… es un poco más grande de lo que me gustaría… pero supongo que si pueden esperar a que seas mayor de edad y…

- Papá, voy a interrumpirte antes de que sigas en la tierra de la fantasía. Por más 'buena onda' que seas con esta situación, Derek no está interesado en nada que tenga que ver conmigo. La única razón por la que se preocupa acerca de eso de la pureza es porque si muero, Scott va a dejar de ser parte de su manada. Así que gracias, pero no sucederá jamás.

- Stiles, es obvio que a Derek le preocupa tu bienestar. Hijo, no debería yo decirte esto, pero ese muchacho ha estado rondándote desde hace tiempo, y no creo que sea solo por Scott.

- ¡Eso dije yo! – El hada apoya a su padre – el perro apenas si puede contener su deseo.

- Es obvio que el hombre lobo busca tener cachorros con el humano – el duende agrega - ¿Es eso posible?

Sparky bufa, al parecer apoyando todos los argumentos.

- Gracias a todos por su apoyo, pero si hay alguien que conoce a Derek, ese soy yo – Stiles quiere ya olvidarse de toda esta tontería – mejor vamos a dormir.

- A veces nos cegamos a las cosas más obvias – su padre le da una palmada en la espalda – piénsalo.

- Es un niño muy idiota – el hada sigue en la cabeza de su padre.

- Bueno, creo que es hereditario. Yo era igual, jamás pensé que su madre me haría caso.

- Oh, pero de seguro…

Stiles ya no alcanza a escuchar lo que el hada le dijo a su padre, ya que ambos salieron del cuarto, cerrando la puerta y dejándolo con sus pensamientos. Decide preparar su bolsa de dormir, porque es claro que Sparky dormirá de nuevo en la cama, y volteando a ver al duende en su closet, el cual se acurruca entre su ropa (que quitó de los ganchos y tiró al suelo), suspira. Esto no tiene trazas de mejorar mañana.