Disclaimer: Naruto no me pertenece. Es de Masashi Kishimoto.
No sé que tienen las flores, Llorona,
Las flores del camposanto,
Que cuando las mueve el viento, Llorona,
Parece que están llorando.
Son itsmeño.
He muerto de mil maneras, y he vivido de muchas más. Una vez me apuñalaron en la espalda. Morí dando a luz a un niño con síndrome de Down. Mi vida pasada culminó cuando caí de un acantilado. Me dispararon en la sien. Me ahogaron en un estanque. Un hombre me asfixió con las manos. Me suicidé colgándome de un manzano. Me quemaron en la hoguera acusándome de bruja.
Siempre muero. Siempre renazco. Nunca he fallecido de causas naturales. Nunca tuve una muerte serena, porque ninguna de mis vidas ha sido tranquila.
Y ahí estabas tú; eras la constante, el común denominador —como el presagio de una vida destinada al fracaso—. Un amor que nunca me salvó, y que jamás alivió mis penas. Dirían muchos que te guardo rencor, porque nunca me has defendido del cruel destino. Sin embargo, no es así. También has sufrido, ¿verdad, Neji?
Hemos sido tontos, ¿verdad que sí, Neji? Ah. ¿Te acuerdas? Siempre intentando luchar contra la muerte. Contra el hambre. Contra el frío. Contra la oscuridad. Contra la infeliz pobreza y contra la soledad. Siempre tontos, sin resignarnos a vivir así, como autómatas. Dos hormigas jugando a ser cigarras. ¿Verdad, Neji?
No, no. Cierra los ojos. Sé que quieres verme. Estoy muy cerca, pero todavía no podemos vernos. No hagas trampa. Ése es otro de tus defectos. Siempre mirando. A veces es mejor no ver nada. Cierra los ojos. Cuando te toque, puedes abrirlos.
La verdad es que estoy muriendo otra vez. No quiero que veas mi sangre. Ugh. Y estoy hecha un asco. ¡Estoy súper sucia! Cuando me muera, podrás verme porque estaré limpia otra vez. Sé que has esperado mucho —tú siempre me esperas—, así que esperar unos minutos no te va a hacer daño.
¿Sabes? Esta vida no ha sido tan mala. Ojalá hayamos terminado de pagar todo lo que debíamos. Espero que reencarnemos en un mundo menos violento. En un mundo donde pueda tomarte de la mano, y que mi mano no esté manchada de sangre, ni de tierra, ni de ninguna asquerosidad que me recuerde que soy esclava de mi destino. Espero que nuestro romance empiece como una novela rosa, y que termine igual de feliz. Ya me he cansado de pelear.
Uno piensa que después de tanto, tus espadas están preparadas para la batalla. Pero sólo pierden más filo. ¿Verdad, Neji? Yo sé que piensas más o menos lo mismo que yo…
Ah. Duele. Uhm. Otra vez me apuñalaron. En el estómago. Me arrastré a mi hogar. Dejé un rastro carmín por todo el jardín. Otra para la colección: he muerto por la misma acción antes, dos veces en la espalda, cinco en el pecho. Esta es la primera puñalada de su tipo. Ahora estoy en el sofá. Van a dar las seis de la mañana. Han venido un montón de pájaros a cantar. ¡Qué réquiem más adecuado! ¿Verdad que sí, Neji? Neji, ¿verdad que sí? Dime, no tienes que abrir los ojos. ¡No los abras, tramposo!
Esta vida no fue tan mala, ¿ya te lo he mencionado?
…
—¿Qué pasó?
—Fueron unos sicarios.
—¿Ya los están buscando?
—Gaara se está encargando de ello.
Naruto miraba a través de la ventana. Había muchas estrellas.
—Regresaste antes de lo previsto.
—Soñé que se moría un héroe.
—¿Pensaste que había sido yo?
Silencio.
—Han traído flores de las regiones más cercanas. Y Viene una marcha fúnebre desde Kumo. Es inevitable no sentirme… orgulloso. Sé que sus logros son independientes de Konoha, pero…
—También me siento orgulloso.
—Después de todo, era nuestra amiga. ¿No?
Silencio.
Ah. Esos silencios afirmativos. Naruto sonrió, y una suave lágrima cayó por su mejilla. El rubio la atrapó cuando resbalaba por su mentón. Miró su dedo humedecido con sorpresa. Sasuke suspiró, y la lágrima se secó.
…
—Te vas a encargar de la tienda por ti misma…
—Ya lo hice durante tres años.
—Ajá. Pero es diferente, ahora ella no estará para aconsejarte, o para resolver tus dudas…
—Ya, lo sé, Kankuro-san; pero puedo hacerlo por mí misma. Además, tengo derecho a equivocarme un par de veces.
—¿Tienes miedo?
—¿Y tú, Kankuro-san? ¿Tienes miedo?
Una risa brotó del marionetista. Pasó una mano por la katana de Tenten. Suspiró, conteniendo las lágrimas que se resguardaban detrás de su garganta. ¿Miedo? ¿De qué tendría miedo? ¿De haberse enamorado de un arcoíris efímero? ¡Por favor! Estaría bien.
—Estoy aterrorizada —respondió Moegi, obviando el silencio del titiritero, recogiendo el pétalo de una rosa que se había caído al piso—. No te imaginas cuánto.
…
—¿Escuchas eso?
—Sí. Son las cigarras.
—No cantan como esa vez.
—Todavía no pasan veintisiete años, Kiba.
—Pero deberían. Esos son los milagros que pasan en las películas.
Shino sonrió, mirando a través de los espejuelos negros. Los alrededores estaban repletos. La piedra de los héroes agregaba otro nombre a su lista, y Gai-sensei sentado frente al monumento lloraba con una sonrisa melancólica. Rock Lee apretaba el hombro de su maestro, con las mejillas inundadas. Había personas de otras naciones, prestando su respeto hacia la mujer que alguna vez los salvó. No eran muchos. No eran suficientes. El nombre de Tenten no era tan conocido como el de Naruto. Había personas en la aldea que no entendían por qué se había hecho un alboroto al saber que la mujer había sido asesinada. «Son cosas que les pasan a los ninjas».
Descubrieron su cuerpo hasta la tarde, aunque había muerto por la mañana. Fue Ino quien la vio desangrada sobre el sofá. Los arreglos fúnebres se hicieron en un dos por tres. A Ino le pareció horroroso lo fácil que era ser enterrado en Konoha. Naruto decidió que el funeral se haría al siguiente día por la mañana. Pero en vista de que varias personas viajarían para presentar sus respetos a la mujer, Naruto cambió de opinión, y conservó el cuerpo hasta que pasaron tres días. Y se había alargado hasta la noche porque Rock Lee había tenido una crisis nerviosa aquella mañana, y no pudieron enterrarla hasta las seis de la tarde.
—Es como si no quisiera irse, ¿no?
Shino guardó silencio ante la suposición de Sakura, quien sonreía nerviosa, mirando a los extranjeros con agradecimiento.
—Ella quería que todos estuviéramos aquí, ¿no, chicos? —dijo Chouji.
—Hay que cantar.
La voz de Temari hizo que los amigos se giraran para verla. A Tenten la habían enterrado con ese vestido blanco que la rubia le había regalado por su cumpleaños. La verdad es que nunca fueron tan cercanas, pero para Temari había sido un honor conocerla, y regalarle el último vestido que usaría su cuerpo mortal.
—Es cierto, ella quería que cantáramos.
Las voces se elevaron, primero tímidas, luego más potentes. Los que una vez fueron los novatos de Konoha, comenzaron a imitar el canto de las cigarras, con silbidos, alargando las vocales, moldeándolas con los recuerdos. Lo que fue un momento de confusión, se convirtió en un homenaje al que se unieron los extranjeros y los aldeanos de la hoja. Algunos cantaban su canción favorita, otros más, silbaban las nanas que sus padres usaban para hacerlos dormir. Sin seguir tonos específicos, comenzaron a entonar un réquiem para hacerla reencarnar.
—¡Qué bonita fiesta! —exclamó una niña, feliz.
—¿Verdad que sí? —dijo Hinata, quien pasaba al lado de la criatura.
…
Creo que nunca me morí a las seis de la mañana. Esta vida sigue trayéndome más novedades. Ya lo siento, Neji. Se me está yendo el aliento. Ya has esperado mucho, ¿verdad? Siempre te pregunto cosas obvias.
Les pedí que cantaran. No era necesario porque siempre reencarno. Pero creo que lo hice de manera inconsciente para que esta vez sus voces nos ayuden a ir a una vida más sencilla. Quiero pensar que esta vez seremos libres. Quiero creer que en la siguiente vida seremos cigarras y no hormigas.
Sí. Está aquí. Me estoy yendo. ¡El destino ha sido tan malo con nosotros! ¡No nos ha unido ni una sola vez! Pero nos hemos visto, ¿no? Y eso ha sido suficiente. Porque te he besado, porque nos hemos amado. Qué tontería, Neji. Mil vidas y todas han acabado mal. Incluso esta. Pero hemos sido felices en cada una de ellas; a veces hemos sido felices juntos, otras veces hemos sido felices separados. Yo no te necesito y tú tampoco me necesitas. Pero es bueno tenerte a mi lado.
¿Ya quieres verme? Espera.
Tres.
Dos.
Uno.
Abre los ojos.
Hola. ¿Pensaron que ya nunca actualizaría? Yo igual ;-;.
De verdad, perdón, perdón, perdón. Mil veces perdón. No tengo excusas. Le di mil vueltas a sacar este último capítulo. Quise subir una disculpa y dejarlo terminado en el capítulo anterior. Me daba terror subir el final. Creo que más que nada, porque no quería arruinarlo. Quería que todos los que siguen/seguían este fic quedaran cien por ciento satisfechos con el final. Que los emocionara y que sintieran que mereció el tiempo que dedicaron para leerlo. Creo que no puedo complacer a todos. Hice —no miento— unos cinco finales alternativos. Todos quedaron en nada. Pero justamente ayer sábado, regresaba de una fiesta con mi padre y mi hermana y estaba lloviendo. Caminamos dos cuadras para tomar un taxi. Mientras me hacía un moño con mi cabello mojado, pensé que no sería la primera vez que Tenten reencarnaría. Hay un post en tumblr donde habla sobre muchas vidas, sobre muchos finales y muchas historias, y eso me inspiró. En el taxi, no podía dejar de pensar en todas las vidas de Tenten. Todos sus finales, todas sus historias. De lo infeliz y feliz que fue.
Estoy orgullosa por escribir esta historia, aunque sé que hará falta que lo edite. Este fic me ha sacado lágrimas, me ha animado, me ha sacado canas verdes —sobre todo el final—, y sus comentarios me han hecho sentir muy feliz. Cada comentario, cada follow, cada favorito. Gracias a cada uno de ustedes, por leer, por comprender, por teorizar. Por creer que esto merece la pena. Por responder mis preguntas, por hacerme reflexionar con sus puntos de vista.
¡Muchas gracias! ¡A todos! He dedicado muchos fics, y este lo hice para mí, porque quería sacar algo que llevo muy dentro. Sin embargo, si ustedes leyeron una línea que les haya hecho sentir nostalgia, dolor, felicidad, o mucho amor, no duden en apropiarse de este fic.
Es hora de ponerle el "complete" a esta historia. Pero siempre pueden venir por más a mi perfil. ¡Los quiero! ¡Hasta luego!
¿Un review?