Hola, seguramente os estaréis preguntando quien soy ¿verdad? Pues soy una nueva escritora que acaba de entrar a este mundillo de los fanfictions. El caso es que el otro día me vino la inspiración y se me ocurrió hacer un crossover entre estas dos series, ¿y por qué estas dos series? La verdad es que no lo sé... Pero me apeteció hacerla y aquí está. Por favor dejar reviews con lo que os pareció el principio, y también se aceptan críticas puesto que, como he dicho antes, soy una novata (pero no seáis muy duros T.T)

Inner: Te van a matar a tomatazos -.-

Yo: ... Cállate ¬¬

Quiero aclarar que ni los personajes de Naruto ni los de las Winx me pertenecen, son de Masashi Kishimoto y de Iginio Straffi respectivamente.


-Antiguas Conexiones-

Prólogo

Serían aproximadamente las tres de la madrugada cuando se podía observar a varios hombres con unas extrañas máscaras blancas en forma de animales saltando a toda velocidad de un árbol a otro mientras atravesaban un denso bosque. Eran un total de seis. El que parecía ser el líder iba encabezando al grupo y llevaba un gran pergamino en la espalda. Al llegar a cierto punto del camino, este ordenó a los demás que se separasen puesto que, al parecer, buscaban algo en específico, y sería mucho más fácil encontrarlo de esa manera.

Una vez solo, el líder del grupo se paró sobre una rama y volvió a repasar el pergamino con los datos de la misión que le habían encargado.

"Al parecer unos ninjas sensoriales de konoha encontraron durante una misión de reconocimiento una especie de ruinas de las cuales dijeron que contienen, y que se expande por sus alrededores, una gran cantidad de energía, pero que de alguna forma no era chakra. Un miembro del clan Hyuga el cual pertenecía a ese grupo describe esta energía como una serie de ondas por el aire de color verde las cuales provenían del interior de estas ruinas.

Misión: Encontrar e investigar tanto esas ruinas como esa extraña energía que proviene de ellas, y, si es estrictamente necesario, eliminar cualquier cosa que en algún futuro pudiera poner en peligro la seguridad de la aldea para no correr riesgos innecesarios.

Ubicación: El bosque que separa la frontera entre el país del fuego y el de la lluvia, al oeste.

Rango de la misión: ANBU

Quinta Hokage, Tsunade Senju"

El capitán del escuadrón cerró el pergamino y se lo volvió a guardar cuando uno del grupo transmitió un mensaje a todos los demás mediante una técnica del clan Yamanaka diciendo que había encontrado lo que buscaban y las coordenadas exactas del lugar.

El capitán de la misión, siguiendo esas coordenadas, acabó llegando a una especie de claro el cual era de una forma circular perfecta y carecía de algún tipo de vegetación por sus alrededores, entre aquellos árboles gigantescos. En el centro de este había un par de edificios medio derruidos y construidos con ladrillos viejos, pero aún así no parecía haber nada fuera de lo común. Cuando se reunieron los seis, y por supuesto cuando hicieron un reconocimiento por la zona, fue cuando entraron cuidadosamente de no causar ningún derrumbamiento en el lugar.

Si por fuera no parecía muy sospechoso, por dentro no podía ser más normal. Aquellas ruinas estaban prácticamente vacías, sólo había unas cuantas telarañas y ya. Los del grupo empezaron a dudar si ese era el lugar correcto, hasta que el capitán asignado para la misión encontró, entre todo ese polvo y telarañas, una palanca imposible de detectar a simple vista, pero parecía que no había sido activada desde una buena cantidad de tiempo. Accionó la palanca y se abrieron unas escaleras en el suelo. Fue entonces cuando los seis ANBU bajaron y todo lo que estaban pensando minutos antes cambió drásticamente. En ese... sótano... todo era diferente al lugar en el que habían estado antes de bajar aquellas escaleras. Todavía había telarañas eso sí, pero aparte de eso, se encontraban en una sala con cinco paredes formando un pentágono y con un montón de escrituras y un monumento extraño. Sin perder tiempo, los ninjas empezaron a revisar toda la habitación.

El capitán ANBU primero observó el monumento que en realidad parecería la estatua de un humano si no fuera porque tenía cuernos y alas en la espalda. A los pies de esa escultura había una inscripción en un idioma que no había visto nunca, en la cual ponía: "Superius in harmonia cum Magix".

Después de eso le echó un vistazo a las escrituras y dibujos que adornaban las paredes. En total había tres escenas, cada una en una pared, por lo que ocupaban tres de las cinco paredes, la cual, la cuarta la ocupaba esa escultura. En cada escena también había lo que parecía ser escrituras antiguas, las cuales, según él, no había ni siquiera una letra normal en ellas, por lo que pasó de las inscripciones y se centró en las pinturas. En la primera escena había unos dibujos un poco abstractos que parecían representar personas luchando entre sí. Estas personas aparentaban estar divididas en dos grupos, de los cuales, tanto las armas como la vestimenta eran muy diferentes las de un grupo a las del otro, por lo que era fácil distinguir a qué batallón pertenecían.

Cambió de escena, y en esa todavía estaban los dos grupos pero ya habían parado de pelear y estaban mirando a lo que debía ser el cielo. El capitán ANBU también subió la vista y entonces vio algo que le impactó un poco. En el cielo del dibujo había un hombre igual que el del monumento que acababa de ver, dándole la mano en señal de paz a otro hombre, ambos flotando como si nada. El ninja ahora observó a este otro hombre: tenía la piel completamente blanca, dos cuernos en su cabeza que le sobresalían de la frente y quién a su vez portaba un bastón negro en una mano. Para dejarlo más obvio aún, se fijó en sus ojos y fue cuando ya cayó completamente en la cuenta: estos eran morados divididos en anillas que se extendían por todo el globo ocular. –Rikudou... sennin...-apenas murmuró todavía de piedra por lo que acababa de descubrir.

Los otros miembros del escuadrón seguían revisando aquella sala. Unos intentaban buscar palancas, cuerdas, o lo que pudiera activar algún mecanismo, puesto que les habían ordenado claramente revisar todo a fondo. El ninja sensorial del grupo se fijó en una especie de puerta hecha de piedra, la cual formaba la quinta y última pared. Intentó empujarla con todas sus fuerzas pero esta ni siquiera se movió. Entonces en un intento de averiguar lo que había al otro lado, empezó a concentrar su chakra para detectar lo que fuera que hubiera detrás de la puerta.

Volviendo con el capitán del escuadrón, este seguía procesando la información recibida. Cuando se dispuso a cambiar a la siguiente y última escena, un extraño sonido apareció y lo siguiente que se pudo observar es que al ninja sensorial le empezó a salir descontroladamente el chakra por todo su cuerpo iluminando la sala de un brillo azul, color característico de esta energía. Después el sonido cambió a uno más estridente y el brillo azul se volvió de un verde intenso. Segundos después de eso, al líder de la misión se le activaron sus instintos de supervivencia shinobi, y supo de debían salir de allí sin perder ni un segundo. Intentó avisar a todos los demás, mientras se disponía a subir las escaleras para escapar de allí.

Los demás en un intento de querer salvar a su compañero, el cual ya no tenía esperanzas puesto que el brillo verde salía de él y estaba en una especie de trance, reaccionaron varios segundos tarde. El líder salió con un tiempo de ventaja, de aquellas ruinas, atravesó aquel gran claro en el que estaban situados y saltó de nuevo al bosque. Los otros intentaron hacer lo mismo, pero cuando estuvieron a punto de salir de allí, hubo una gran explosión de esa energía verde que, extrañamente, ocupó de manera perfecta todo el claro.

El capitán ANBU, sorprendido por la explosión y al que le había alcanzado la onda de choque y una pequeña parte de esa energía, se giró lentamente agarrándose el brazo izquierdo, para ver una escena horrible: los cuerpos de sus compañeros, a los que les había dado la explosión de lleno, estaban medio descompuestos y parecía como si hubieran estado muertos durante años. Horrorizado, y sin perder tiempo gastó todas las energías que le quedaban en volver a la aldea para informar de lo que había pasado.


Haciendo un reconocimiento por la aldea se encontraba cierto equipo formado por un pelinegro con cara de aburrido, una rubia de ojos azules y un... "rechoncho" comiéndose una bolsa de patatas.

-Que problemático...-dijo el pelinegro mientras bostezaba- con todos los equipos que había, va y nos toca a nosotros estar toda la noche despiertos-

-¡Oh vamos deja ya de quejarte, a alguien le tuvo que tocar!-le dijo la rubia, ya molesta. Mientras esos dos seguían discutiendo el de la bolsa de patatas seguía a lo suyo sin hacerles el mínimo caso.

Entonces en cuestión de segundos toda la atención de los tres fue a parar en un chico de unos diecisiete o dieciocho años, que llevaba ropa de ANBU, pero había perdido la máscara, entrando tambaleándose por las puertas de konoha. Este, cuando ya notó que se le desvanecieron todas las fuerzas que le quedaban, cayó a plomo sobre el suelo, desmayado.

-¡SAI!- y eso fue lo único que gritaron los tres al unísono al ver a este chico desfallecer por completo.

Fin de prólogo


¿Qué os ha parecido el prólogo? ¿Voy bien de momento? ¿Un desastre?

De todas maneras podéis dejar vuestras reviews con lo que os ha parecido.

Hasta el próximo capítulo :D (Espero... T.T)