Después de varios meses, vuelvo con otro oneshot. Esperemos que no vuelva a pasar lo mismo y pueda trabajar con todos esos trabajos que tengo encima y tanto me gusta trabajar en ellos.

Adelanto que en este oneshot es un AU pero en el mismo universo, es decir, ¿qué hubiera pasado si Hiroshi no hubiera odiado a los maestros de elementos, y Korra y Asami se hubieran conocido de niñas? E aquí el resultado (?) Y sólo una parte.

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Agua control (Primera parte)

Una niña de seis años está sentada sobre el césped, mirando el pequeño río en frente suyo y con ropa negra: Estaba de luto por el actual fallecimiento de su madre, y que hoy es su entierro. Simplemente no quiere estar presente y decirle "adiós" a su madre; simplemente le duele demasiado. Tiene los pies recogidos, de tal manera que pueda abrazarse las piernas y hundir sus labios entre sus rodillas, mirando el agua con tristeza.

Su madre había sido asesinada a causa de un robo a manos de la Tríada Agni Kai. La niña es demasiado pequeña como para entender el motivo del asesinato, y sinceramente, los adultos tampoco lo entienden; simplemente eran unos criminales perseguidos por la ley.

La niña sigue metida en sus pensamientos hasta que frunce levemente el ceño al ver como el agua del río empieza a hacer cosas extrañas. Una parte del río empieza a moverse como si hubiera un terremoto, pero curiosamente no es así; se pone de rodillas y apoya sus manos en el césped para acercarse un poco más al río y ver mejor ese curioso suceso, pero sin previo aviso esa parte estalla como si hubieran tirado una bomba en él.

La ojiverde se asusta, tanto que había retrocedido y cae de espalda, viendo confundida todo aquello. Pestañea un par de veces totalmente confundida, pero entonces escucha una risa traviesa. Frunce el ceño y gira el rostro, viendo a una niña morena, de cinco años que se sujetaba su panza con un brazo mientras que con su dedo índice la señalaba.

-¡Te asustaste!

-¡¿Y te parece divertido?! –Se pone en pie y corre por ella.

-¡Ah! ¡No! –Y sale corriendo de ahí en cuanto ve como la niña corre hacia ella bastante enfadada.

La pelinegra persigue durante un buen rato a la morena, e incluso llega un momento en que se dedican a correr alrededor de un árbol. La niña para de correr para simplemente apoyarse en el tronco, y en cuanto la otra pasa en frente suyo, mueve el pie para hacerle la zancadilla y hacer que esta caiga.

-¡Ou! ¡Burra! –Se queja tras sentarse y acariciarse la nariz.

-¡Tú empezaste con tu control agua! –Se defiende la pelinegra, inflando las mejillas.

-¡Deberías agradecérmelo! –Se cruza de brazos.

-¿Por mojarme? Claro, ¡gracias! –Comenta de manera irónica y cruzándose de brazos.

-¡Vamos! ¡He hecho qué dejarás de poner esa cara tan larga, como la de un caballo avestruz!

-¿Y para eso tenías qué mojarme?

-Claro, ¿qué hubieras preferido? –Alza su mano derecha, como si llevara una bandeja- ¿Qué te achicharrara el culo o…? –Levanta la otra mano de la misma manera- ¿O que te hubiera tirado al suelo por levantar un trozo de tierra debajo de ti? –Y sonríe ampliamente, la típica sonrisa juguetona de un niño.

-¿Cómo? –Pestañea un par de veces los ojos totalmente confundida- La única persona que puede controlar tantos elementos es el Avatar… -Arquea una ceja- Te burlas de mí, ¿verdad?

La morena arquea una ceja y se pone de pie de un salto. Se gira para dar un puñetazo al aire y que de su puño saliera una pequeña llama de fuego, así luego girar sobre su pie mientras el otro da un pisotón sobre el césped, alzando la tierra en esta. Mira con gran orgullo a la más alta mientras lleva sus puños sobre su cintura y sonríe abiertamente, sintiéndose más orgullosa tras ver la gran sorpresa de la niña.

-¡Soy la Avatar Korra! –Exclama toda orgullosa.

La pelinegra se había quedado boquiabierta y sin habla, sin saber que decir en lo que sigue confundida y sorprendida por tener a la Avatar delante de ella. La ojiazul pestañea un par de veces los ojos y se acerca a ella, pasando su mano delante de su cara.

-¿Holaaa? ¿Hay alguien ahí? –Y por último le da un toque en su frente con su dedo índice, haciendo que la más alta frunza el ceño y haga un puchero.

-¡Deja de molestarme ya!

-¡Por Raava, si reaccionaste! A poco y creí que te convertiste en una estatua

-¿Y se puede saber cómo sería eso posible? –Pregunta con una ceja arqueada.

-No lo sé, alguna enfermedad rara que hay en este mundo podría atontarte más

-¡Oye! –Y Korra estalla en risas por la reacción de la contraria.

La pelinegra solo puede inflar las mejillas, mirando mal a la Avatar por sus descaradas risas a su costa. ¿Ella es la Avatar? ¡Pues menuda Avatar iba a ser!

-Ya sabes mi nombre, ¿qué tal si me dices el tuyo?

-Asami Sato –Le responde aún con las mejillas infladas, pero estas fueron desinfladas por Korra al haber apretado estas con sus dedos índices.

-¡Un gusto conocerte Asami! –Sonríe de oreja a oreja en lo que le tiende la mano para estrechársela.

Asami pestañea un par de veces, pero sonríe con cierta timidez y acepta la mano de la Avatar, estrechando esta con tranquilidad, tranquilidad que Korra rompe al ponerle más énfasis al movimiento de sus manos.

-¡Así mucho mejor! –Dice llevando de nuevo sus puños hasta su cadera.

Asami sin duda alguna está sorprendida por la actitud de la menor, pero al fin termina riendo de manera muy tierna.

-Admito que eres graciosa –La halaga, provocando que Korra sonría aún más ampliamente.

-¡Korra! –Se escucha una voz femenina a lo lejos, haciendo que ambas niñas miren para ver quién era- Hay que ir al barco para volver a casa

-¡Ya voy mamá! –Mira a Asami unos segundos, para al final quitarse el pasador de su pelo, tomar su mano y dárselo- Un pequeño obsequio, ¡para qué te animes! –Se va corriendo, mirando hacia atrás y despidiéndose con la mano- ¡Adióoos!

-¡A-Adiós! –Se despide, mirando aquel pasador de su mano- Avatar Korra… -Susurra para sí misma, sonriendo con cariño y abrazando aquél pasador.

Siente una mano apoyándose sobre su hombro, asustándola un momento pero al girarse y ver la sonrisa de su padre la tranquiliza.

-Hola papá, ¿ya se terminó… el funeral?

-Así es, ya todos se despidieron y se fueron –Mira a los Jefes de la Tribu del Sur con su hija a lo lejos- Así que has conocido a la Avatar, ¿qué te parece?

-Es una cabezona y no usa mucho la cabeza, pero… -Mira el pasador- Creo que será una buena Avatar –Lo mira con cierta timidez- ¿Podré volver a verla?

-Claro que sí, mamá se enfadaría mucho conmigo si no te dejara conocer a alguien tan importante

-¡Genial! –Exclama contenta, lanzándose para abrazarlo realmente contenta.

No puede esperar por volver a verla.

….

Y hasta aquí la cosa, no me matéis mucho (?) Espero no tardarme mucho en escribir la segunda parte, y lo más seguro la última o penúltima. Todo depende de cómo se desarrolle :D

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