Dulce.

No era tan complicado.

Ya se lo había demostrado.

Varias veces.

Con actos y miradas y esas cosas…

Pero nunca lo había dicho.

¡Y no importaba!

Toshiro no se iba a morir porque ella no le dijera un simple y estúpido "te amo".

Pero él si se lo había dicho a ella.

Cada vez que hacían el amor, él culminaba el acto con un dulce "te amo".

Cuando ella se sentía triste o deprimida, el albino siempre estaba ahí para recordarle que la amaba y que todo estaría bien.

Casi siempre que compartían risas o intercambiaban bromas el capitán de la decima se la quedaba mirando con expresión embelesada antes de decirle lo enamorado que estaba de ella.

¿Y ella, Kurosaki Karin, alguna vez le había devuelto las palabras?

No.

Ni una sola vez le había dicho que lo amaba en respuesta, ni siquiera había confirmado sentir lo mismo, solo le sonreía tímidamente cada que el de ojos turquesa confesaba su amor.

Claro que eso a su novio capitán del escuadrón diez eso no parecía molestarle, pero ella se sentía bien cuando Hitsugaya se le declaraba, y quería hacerlo sentirse bien.

Karin no era precisamente la chica más dulce del mundo, pero haría lo que fuera por hacer feliz a ese tonto ex enano de primaria.

Así que se puso su falda más corta, solo que sin nada debajo, más que la lencería más "sexy" según su cuñada, que tenía, se dejó el cabello negro y largo suelto, y una camisa casi transparente, sin sujetador.

Esperó a Toshiro en su recamara y solo permaneció estática mientras él la repasaba de arriba a abajo con la mirada.

Justo cuando reunió el coraje para hablar, el mayor ya se le había tirado encima.

Hicieron el amor un buen par de horas y luego ella cayó dormida de inmediato debido al agotamiento, él sí que sabía cansarla.

Antes de hundirse en el país de los sueños no falto el "te amo" susurrado por parte del chico, que, más que hacerla sentir especial, esa vez solo sirvió para recordarle su fracaso.

No había sido capaz de decirlo.

Cuando despertó en la mañana él ya se había ido.

Se la pasó refunfuñando todo ese día, hasta que finalmente solo fue a la oficina de él, se paró apoyando las manos en su escritorio, haciendo que una pila entera de papeleo fuera a parar al piso, y antes de que él pudiera decir nada, Karin gritó un claro:

-¡Te amo!- que seguramente media sociedad de almas había escuchado.

Eso sin duda no fue nada dulce, pero aun así él sonrió y dijo un divertido y despreocupado:

-Ya lo sé, tonta.-

A ella le había costado mucho decirle aquellas palabras, pero su respuesta no la enojó, al contrario, se sintió más relajada.

Ser dulce definitivamente no era su fuerte, de hecho, se la conocía por ser una amargada, a su novio también, de hecho, pero Toshiro siempre se las arreglaba para ser dulce con ella de vez en cuando, con sus constantes "te amo".

Y Karin, bueno, digamos que recurrió a la lencería "sexy" más seguido.

Ya que según Hitsugaya para él no habían momentos más dulces que cuando ella se ponía ese tipo de ropa, más precisamente cuando él se la sacaba.

Fin.

Aquí otro OS n.n

Lamento si está corto y raro pero no dormí nada D:

Los personajes de Tite -.-

Ahora me voy a comer algo y tratar de dormir cx

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaa!