Hola gente bonita, verán, estaba pensando hacer esto un gran OS pero me dije...
"¿Oye Alex, por qué mejor no te haces varios capítulos cortos, que se sientan como leer un one shot pero que no lo sean?"
(Sí, hablo sola, es lo que pasa cuando sos hija única)

En síntesis cada capitulo tendrá un recuerdo (Eso viene siendo la sensación de OS) pero la historia del transcurso del día del personaje es lo que se continua capitulo tras capitulo.
No sé si me explico, en fin cuando termine el cap dos y lo suba lo van a entender bien. XD

Ok, ya no los hago perder el tiempo.
Discleimer: Como siempre Legend of Korra no me pertenece y la verdad no sé por qué gasto tiempo en escribir estoy si todos saben que LOK no es mio...


Memories

Había sido una semana tranquila, nada que la policía de la ciudad no pudiera controlar, los típicos rufianes, matones y ladrones de quinta, ninguna cosa que requiriera de su presencia e intervención, tampoco había ninguna reunión importante agendada para un futuro inmediato, las cuatro naciones estaban en completa armonía en este momento, no existían ya quejas de los cambios, tal parecía que al fin había logrado mantener el balance en el mundo...

¿Entonces? Si todo estaba tan bien... ¿Por qué se siente así? ¿Por qué tiene ese extraño deseo de que alguna cosa en la cuidad haga explosión o que algún maniático amenace con destruir la ciudad? ¡Simple! Porque está sentada en la comodidad de la sala de su nuevo hogar sin nada mejor que hacer que sostener su quijada.

No la mal interpreten, no es que ella desee el mal para la cuidad, pero después de años de estar en constante acción, la paz puede ser algo muy calmada, y eso para alguien como ella era demasiado aburrido. Y para "mejorarlo" aún... Asami salía temprano por la mañana y regresaba hasta la noche, lo que quiere decir que se la pasa todo el día sola.

Cuando por fin tiene tiempo suficiente para actuar como cualquier ciudadano normal, no tiene con quien compartirlo.

Las horas continuaban su incansable avanzar, y ella se encontraba en ese mismo sofá, la única diferencia era que sus pies estaban apoyados en el respaldar mientas su cabeza quedaba guindando fuera del mueble, en pocas palabras, estaba totalmente de cabeza.

Tic-tac-tic-tac...

Cada tic y cada tac eran como un golpe a sus nervios, sintió como un tic en su ojo derecho comenzaba a nacer, estaba comenzando a comprender los ataques de nervios de Tenzin Pobre hombre ahora lo compadecía por todo lo que lo hizo pasar.

Un Tic-tac más y...

–¡Ah! ¡Juro por los espíritus que haré que Asami invente algún reloj que no haga en mínimo ruido!– Termino expulsando su tensión mediante un grito a la nada mientas estiraba sus brazos haciendo que el desesperado Avatar perdiera su equilibrio, sus piernas perdieran su apoyo y de un giro termino de cara al piso.

–Genial, lo que me faltaba.– De nuevo dirigiéndose a la nada y con la cara apoyada en el piso.

Hasta el Avatar tiene días malos.

Se levanto del suelo decidida a hacer algo en este día. De hecho un simple y relajado paseo por la cuidad no sonaba mal, claro, prefería mil veces ir acompañada de Asami pero cuando no se puede, hay que aceptarlo y lidiar con ello.

Estaba decidido un paseo será.

Caminó hasta la habitación que comparte con Asami, en especifico su destino era el closet.

–¿Qué me pongo?– Hablo para sí misma, al mismo tiempo que colocaba el dedo índice derecho sobre sus labios. Sumergió su cabeza dentro de aquel espacioso lugar, el cual estaba lleno en su mayoría por las cosas de su pareja, no se explicaba cómo era que podía tener tantas prendas esa mujer, para ella unas cinco camisas, unos tres pantalones y dos pares de zapatos eran suficientes, aun así y hasta en contra de su voluntad ella misma tenia mayor numero de prendas de las que consideraba necesarias, y es que Asami había dejado muy en claro que tan pocas prendas era un crimen y que una persona tan importante como ella no podía solo tener cinco camisas. Claro, toda la ropa que la ingeniera le compraba estaba guardada en la sección del armario que le correspondía, dejando la parte designada para el Avatar con las prendas que ella tanto ama y que son tan cómodas para momentos donde no hay ninguna gala no reunión importante.

Al final opto por usar una camisa de botones celeste cuya manga llega hasta los codos, unos pantalones beige y sus habituales botas. Cambió sus ropas, tomó las llaves de su nuevo hogar y salió. Caminaría todo el trayecto hasta llegar al centro de la ciudad, le hacia falta un poco de tranquila actividad física. Antes de partir del todo echo un ligero vistazo a su hogar y de forma inevitable recordó el día que Asami llego con una sorpresa.

Ya había pasado un año desde que el portal en Republic City había nacido, un año desde que ella y Asami habían comenzado una relación, en ese año ambas habían estado muy ocupadas, el establecimiento del orden en el reino tierra ahora conocido como Naciones unidas de la tierra y la reconstrucción de la cuidad eran asuntos que demandaban mucho tiempo, pero que al finalizar el año ya era posible ver una luz en el problema, ya casi todo estaba bajo control y era debido a esto que a cierta ingeniera se le había ocurrido un idea.

Korra se encontraba entrenando en la parte de atrás de la mansión Sato cuando escucho la voz de la de cabellos negros llamar su nombre.

¡Por aquí Sami!– Avanzo hasta alcanzar una toalla que estaba sobre el suelo, la cual utilizo para secar el sudor que descendía por su cara y cuello.

Al fin te encuentro, ven acompáñame, quiero que veas algo.– La empresaria guió al Avatar hasta una mesa de jardín que estaba cerca, al llegar extendió el gran rollo de papel que traía y esperó a que Korra llegara.

Amm, ¿Un plano?– En efecto eso era, pero a la de piel morena eso no explicaba el porqué Asami se veía tan entusiasmada.

Sí, es un plano, pero no cualquier plano, es el plano de nuestro futuro hogar– Asami sonreía de forma tal que le fue imposible a Korra no imitarla, aunque aún no entendía bien lo que Asami quería decir con "futuro hogar".

Verás.– Comenzó a explicar la mayor. –Estaba pensando que ahora que todo está retornando a la normalidad, ambas tendríamos más tiempo para compartir y que un lugar más privado nos vendría bien.– Un ligero tinte rojizo se hizo presente en las mejillas de Asami. Tenia que admitirlo, ambas tenían muy poco tiempo para pasarlo con la otra, y ya estaba harta que algún empleado o visitante las interrumpiera en esos pocos minutos que tenían para ponerse románticas.

Oh, más pri-privado ya entiendo.– Korra por otro lado, su sonrojo fue un poco más fuerte. Comprendan, no todos los días tu pareja llega diciendo que tiene planes de construir su nidito de amor.

En fin, mira será un lugar pequeño, después de todo quiero que sea acogedor y cálido.– Se apresuro a cambiar el ambiente la ingeniero, cosa que la de ojos color cielo agradeció ampliamente, además, lo que pronuncio Asami le gusto, un lugar donde ellas tuvieran comodidades pero que las mantuviera siempre juntas una de la otra le encantaba, ciertamente en la mansión había momentos donde no tenia idea de donde estaba su Sami.

Ah, su Sami, esa mujer fuerte que incontables veces ha estado ahí cuando necesitaba a alguien, ya sea para salvarle el pellejo o para tener una platica tranquila, esa que es su mano derecha en todo momento y quien le ha ayudado en restaurar el orden, esa que ha sido cómplice en un par de sus travesuras, esto en un arranque para liberar el estrés acumulado en el transcurso del año. Esa mujer perfecta que le ha alegrado la vida y la verdad no sabría que tan loca estaría ahora si Asami no estuviera a su lado. Sí, Asami esa mujer que en este momento la estaba mirando con una ceja alzada.

¿Korra, en qué estas pensando?– Esa mirada inquisidora aun presente durante toda la lenta formulación de la pregunta.

¿Eh? ¡Oh! ¡No, no, no! ¡Juro que no estaba pensando en tú y yo y lo que hicimos en el mundo espiritual!– Movía erraticamente las manos el Avatar. La expresión de Asami cambio de inquisidora a perpleja. –Al menos no esta vez.– Concluyo Korra apenada.

¡Korra!– Las mejillas de Asami ganaron un tinte rojizo, las palabras del Avatar le habían hecho recordar ciertos momentos en esas vacaciones.

Lo siento.– Debía cambiar de tema y rápido. –¿Me decías algo de nuestro futuro hogar, cierto?– En estos casos el disimulo para desviar la conversación no era importante.

Este... ¡sí!– Asami sacudió su cabeza para despejar su mente de ciertas imágenes y se concentro en los planos frente a ella. –En fin, como dije estaba pensando en una casa pequeña, solo siete habitaciones, dos despachos, tres baños, una cochera con espacio para cuatro satomobiles y una piscina en el jardín.– La ingeniero hablaba con tranquilidad mientras señalaba con su índice derecho cada parte de la casa que mencionaba, por otro lado a Korra le había comenzado a dar un tic en el ojo.

¿Qué clase de concepto de pequeño es ese?

La dueña de Industrias Futuro alzo la mirada ante el silencio de su pareja, lo que vio fue a la morena con expresión de shock y un tic en su ojo derecho. Se acerco a la menor y paso una mano un par de veces frente sus ojos, Korra solo parpadeo, respiro profundo y dejo salir su voz.

Asami, creo que tenemos que hablar.–

Tras una platica acerca de conceptos de lo que es grande y lo que significa pequeño, ambas llegaron a un acuerdo, dando como resultado una casa con cuatro habitaciones, ambos despachos se mantuvieron, los baños pasaron a ser solo dos, uno en la habitación principal, una cochera para dos satomobiles y la piscina no estaba en discusión, ésta se quedaba. Además que las medidas de algunas partes de la casa se redujeron, no era necesario una cocina del tamaño de la de los restaurantes ni tampoco una sala de estar del tamaño de un lobby.

Dio la vuelta, guardo las llaves en su bolsillo izquierdo y comenzó a caminar con una sonrisa dibujada en la cara. Su día estaba comenzando a cambiar... para mejor.


Espero les haya gustado! :3
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