Qué tal amigos, aquí les otro el episodio 9 seguido del 8, sip, dos capítulos seguidos...y relativamente pronto, es parte de la compensación que les debo.

En fin, disfrútenlo.

Gracias a mi amigo CrossDashner17 por hacerme favor de darme ideas para las escenas románticas. (Solo será por esta ocasión que no tenía inspiración).

-•-•-

Capítulo 9: Diamante en bruto, segunda parte.

-¿Rarity?...oh carajo...¡tu no!.- exclamo con sorpresa la peliarcoiris.

Por su parte, Rarity centro su atención en la recién llegada, su corazón se lleno de temor, de angustia y sobre todo de frustración.

-¡¿oh rayos que hago que hago?!...Hey Rares tranquila yo...

Pero al intentar acercarse, una muy diferente Rarity le devolvía la mirada, una salvaje y un tanto aterradora, esta solo gruñía bestialmente. Sacando los colmillos manchados por su propia sangre, y las garras igual. Estaba casi dominada por sus instintos, por lo que instintivamente salió corriendo del baño hacia afuera empujando a Dash.

Rainbow no tenía idea de como reaccionar, solamente salió del baño con intención de seguir a su amiga mientras el cristal seguía brillando, pero Rarity le llevaba ventaja, y por cuestiones obvias era más rápida que Rainbow, solo alcanzó a verla salir del plantel a través del campo hasta llegar a las arboledas que rodeaban la escuela, igual que casi todos los lugares está también conectaba con parte del bosque.

-Rarity...se que sigues ahí, ¡no dejes que te controle!...diablos...concéntrate Rainbow...

Justo entonces, con la confianza de que la amenazante chica que tenía justo delante no se perdiera, Dash cerró los ojos centrándose en la idea de demostrar su poderío.

Y así, apoyada por su cristal, reabrió los ojos con su mirada versátil y grandiosa, esas iris de color morado fosforescente, que le proporcionó las fuerzas de alcanzar a la joven de ojos azules, tumbándole en el lodo.

Entonces Dash centro la vista en su amiga quien, por su parte se levantaba del golpe y le miraba con esos ojos penetranes y brillosos que daban miedo, en un intento desesperado Rainbow dispuesta a demostrar su poderío uso su mirada de alfa para calmarle, instantáneamente Apaciguó a la fiera de ojos azules. Haciendo que segundos después cayera al suelo reaccionando y volviendo a si misma.

-pero...que pasó...¿rainbow?...¡oh dios que me pasó! Por qué tengo garras!-exclamó asustada mientras se arrastraba en el suelo.

Entonces Dash se arrodilló donde ella y la miro con los ojos fosforescentes, sonsacando más a Rarity, un parpadeo y volvieron a su magenta conocido, pero con una mirada sería, la peliarcoiris se sentó frente a ella, solo para tomarle de los hombros y decirle.

-sé que estás asustada, en cierta forma yo también...pero tengo algo que decirte y quiero que pongas atención.-dijo ella, comenzando a explicarle el sorprendente acontecimiento que acababa de vivir.

45 gritos después.

-¡hombres lobo!...¿estas diciéndome que todo esto se trata de hombres lobo?-preguntó Rarity, mientras apretaba fuerte a Dash de los hombros.

-¡si!...por enésima ves, si...por eso estás así, ahora tenemos que hablar con la directora Celestia, ella sabrá qué hacer.

-¿la directora Celestia? ¿Por qué la directora?.

-oh bueno...digamos que ella también está involucrada en todo esto, sabe más que yo obviamente.

-Rainbow...¿cómo supiste que estaba así?, y bueno...tú sabes. -preguntó la joven aún sentada en el suelo mojado, seguía temblando.

Entonces ella le devolvió la mirada y saco el cristal que brillaba en su bolsillo, extendiendo su mano hacia ella y dándoselo en la palma mugrienta de Rarity.

-¿qué es esto?.

-con esto te encontré así, se supone que estos cristales *muestra el suyo* son más que un simple collar, son mágicos y se conectan con sus portadores...en tu caso comenzó a brillar conforme pasaba por los pasillos y me trajo hasta ti...quizás puedas apoyarte en el para volver a la normalidad.

Rarity se confundió y la miro.

-¿cómo?...¡veme! Soy un monstruo...

Pero antes de poder responderle una presencia más se anexó a ellas, interrumpiendo de golpe.

-¡no eres un monstruo! -exclamó Celestia quien se acercaba a ellas por la derecha.-lo último que quiero oír de parte suya es que son monstruos, por qué no lo son.

-¿¡directora!?-dijeron al unísono.

-Rainbow, debo decir que estoy sorprendida de que hayas encontrado tan rápido a una de tus futuras acompañantes...excelente trabajo calmando a Rarity.-decía mientras se arrodillaba frente a la mencionada.-ahora que tenemos aquí, ¡vaya!...¡eres una loba fuerte también!.

Rarity la miró extrañada.

-habrá tiempo de explicar, ahora tienes que regresar a la normalidad, bien...esto será sencillo si te concentras.

-no quiero parecer pesimista ni nada por el estilo directora, ¿pero es que no me está viendo?...no creo concentrarme en nada ahora mismo.

-lo lograras Rarity, yo sé que puedes -le contestó acariciando su mejilla.-ahora concéntrate en cómo quieres cambiar, en palabras simples, imagínate cómo estás, y como quieres estar...el cristal te ayudará, solo tómalo con tu mano, y hará el resto, enfócate, piensa y cambia.

A pesar de no tener mucho sentido, la joven de Iris azul no tuvo más que obedecer, estaba un tanto desesperada por estar "normal", así que tomó el cristal que Rainbow le dio con la mano derecha, con cuidado de no arañarlo con las garras, y cerró sus ojos, creyendo que así sería más fácil, se proyectó como estaba, salvaje, tenebrosa y horrible. Después se vio como la chica que era, respiro lentamente, exhalando por la boca, de repente en un parpadeo todo se volvió silencio.

Solamente hubo un dolor punzante de un segundo como si todo se fuera, al abrir sus pupilas observó sus manos sucias, había vuelto a la normalidad. Saltó del suelo alegremente y con una sonrisa.

Rainbow en su mente no paraba de sorprenderse de lo rápido que manipuló su transformación, con un poco de recelo, dado a que ella tuvo mayores dificultades, pero aun así el asombro le decía que aparentemente Rarity era un tipo de loba especial.

-¡buen trabajo querida!...ahora, ve a asearte, las espero en mi oficina en cuanto terminen-indicó Celestia, alzándose del suelo y volviendo dentro del plantel.

Ambas callaron un lapso corto de segundos. Posteriormente compartieron miradas la una con la otra, con la inerte intención de una respuesta o una justificación.

Pero en ves de eso, Rainbow le devolvió una mirada de confianza desafiante a su amiga, quien a su ves devolvió el gesto pesadamente, se pusieron de pie y ambas regresaron al baño de chicas.

Minutos más tarde.

Ahora las dos súper chicas, por decirlo de algún modo trivial, se encontraban sentadas frente al escritorio de Celestia, quien las miraba con confianza.

-bien, ¿y ahora que?-preguntó Rarity a su acompañante de pelo multicolor.

En eso, Celestia entró y se sentó en su silla.

-ahora hay que planear meticulosamente lo que sucederá esta noche, aún quedan 4 días de luna llena, incluido hoy, por lo tanto ustedes se transformarán aunque no quieran y quiero recalcar que no puede ser en público...no sabemos qué categoría de loba seas Rarity, pero es probable que esta noche lo sepamos-explicó en tono serio.

La joven de ojos azules por su lado, se encontraba algo asustada por las palabras tan directas de la directora, asumiendo sencillamente que se convertiría en una bestia que se supone no existe, no le hacía para nada de gracia. Tenía miedo, un frívolo miedo hacia su ser interno, que cada ves sentía más vivido y realista, le hablaba para dejarlo libre, en su subconsciente era lo más adecuado, pero en el ámbito cuerdo no.

La cosa fue simple, durante el resto de la hora Celestia justificó las faltas a clase de ambas, aprovechando para poner al día a Rarity con la misma información que poseía Rainbow, exaltando algunos detalles como el que Rainbow fue la primera y que se había transformado una noche antes, o que soarin pintaba en el lienzo más de lo que tenía, cosas como esa, tardo alrededor de una hora hasta que por fin acabo.

-eso es lo que les puedo decir hasta ahora, ahora estás en esto Rarity, en fin...quiero a ambas fuera del radar a las 7:00, para que tengan tiempo de salir de vista...los cristales las guiarán no se preocupen chicas, bien...descansen un poco, al menos tuviste suerte de que te explicarán las cosas antes de convertirte Rarity.-concluyó la directora con cierto tono de burla en su voz.

"A las 7!?" Pensó Rainbow alterada.

"¡Pero mi cita con Soarin es a las 5!...carajo"

-•-•-

3:47 pm.

Ambas chicas caminaban por las calles solitarias camino a su hogar, en silencio, si siquiera voltearse a ver, la preocupación de Rarity era comprensible hasta cierto punto, aún intentaba procesar correctamente la información que había recibido, eso y los acontecimientos de hoy, había demasiadas interrogantes en su ser.

Rainbow por otro lado no iba enfocada en eso al 100%, había decidido darle espacio a Rares, además su cerebro estaba más preocupado por el asunto de la cita con Soarin, tenía miedo de que algo fuese a fallar, dada la falta de tiempo.

Posteriormente antes de adentrarse en la mansión Rarity detuvo su andar a lo que Dash replicó igual.

-oye...¿todo en orden?.-preguntó tontamente.

-Ammm, no lo sé, esto es difícil de entender...al ver mis manos siento que ya no soy humana, que ahora soy algo más...algo terrible.

-¡no digas eso!...estamos juntas ahora en esto, si no nos ayudamos mutuamente probablemente sí terminemos convirtiéndonos en monstruos...cosa que no quiero.

-sabes necesito una siesta, de paso analizaré las cosas...estaré en mi habitación al fin y al cabo no habrá nadie esta noche.

Y así de este modo la chica entro a la vivienda vacía y se encerró en su habitación, dejando a Rainbow perpleja, pero con cierta duda. Esa noche efectivamente no habría nadie en casa, flash, Twi, Pinkie y Aj saldrían a la feria nocturna del puerto, Shy por su lado solo aviso que andaría fuera.

Al parecer las cosas se aligeraban un poco, pero aún debía pensar en qué hacer con respecto a su cita, lo único que se le vino a la mente fue cancelarle a Soarin, sacó su teléfono y dispuesta a marcar observó el número un segundo pensando en si hacerlo o no, pero justo antes de marcar una mano familiar la tomó por el hombro y la viro hacia atrás.

-hola guapa, ¿llego tarde a nuestra cita?-preguntó entusiasta mientras le daba un cálido abrazo.

Ella pudo notar cierto rubor en sus mejillas, al mismo tiempo que se molestaba de no haber escuchado a Soarin detrás dadas sus nuevas habilidades, de manera agresiva se separó de él con la cabeza baja.

Rainbow notó una emoción que le era familiar cuando intento abarcar de una sola mirada a Soarin.

-hola idiota...de echo llegas una hora antes, ¿acaso no sabes leer el reloj?, eso que es digital.

-bueno amargada, quise adelantar nuestro encuentro a esta hora, digo...tenía un par de ideas antes de ir por ese café...entonces, ¿te apuntas?-inquirió estirando su mano en dirección de Dash, quien dudó un segundo antes de tomarla, con la confianza a tope creyó que si administraría sus tiempos correctamente.

-bueno...supongo que está bien, si alcanzo a llegar...

-¿eh? ¿Llegar a donde?.-dijo mientras caminaban al garaje para subir a su auto.

-n-no nada n-nada...¿iremos en tu auto?.

-sip, a donde iremos está un poco lejos, para no gastar en taxis.

4:30 pm.

El camino estuvo infestado de un incómodo silencio. Lejos de una conversación confortable, ambos estaban nerviosos y ambos no se creían de lleno el echo de que tenían una cita como posible futura pareja, pero lo que para ellos era aún peor, el echo de que todo esto había sido idea y proposición de Rainbow.

-entonces...¿a dónde me secuestras?-dijo ella intentando quebrar el incómodo silencio.

-bueno, a ambos nos gusta el lacrosse, así que estaba pensando hacer algo parecido.

-¿parecido al lacrosse? ¿Cómo que?.

-¡HOCKEY!-exclamó frenando de golpe y estacionándose frente al estadio de hockey de los lobos grises.

-¿hockey?...¡cuando construyeron esto!.

-no lo sé, pensé que sabrías has vivido aquí más que yo...pero vaya que eres despistada -contestó sarcástico-anda vamos, ¡será divertido!, ¿o es que temes perder?.

La propuesta desafiante de Soarin fue más que suficiente para encender esa llama suya del amor a la competencia, con una mirada segura y confianzuda solo sonrió y bajó del vehículo.

-¿miedo a perder contra ti? ¡Ja!.

Entonces los dos adolescentes entraron al estadio, que mientras no hubiera partido, era un lugar donde la gente normal podía pasar y jugar un rato. Pidieron un par de equipamientos y ambos se cambiaron en los vestidores, entraron a la cancha y se pusieron a jugar.

Rainbow se veía muy confiada,creyendo ciegamente en que sus habilidades sobrehumanas le ayudarían aquí, no contó conque no sería del todo así. A diferencia del lacrosse, el hockey era un deporte de hielo, y a diferencia del pasto, en este no era fácil maniobrar de manera ágil y veloz, moviéndose alrededor de la cancha, Soarin se reía de la manera en que Dash no podía mantener el equilibrio sobre el hielo, de echo tropezaba un par de veces cada ves que intentaba hacer un movimiento osado.

-vaya vaya, ¿dónde quedó la señorita presuntuosa?-le dijo burlón.

-¡cállate tonto!...no es tan fácil-diciendo esto último casi en susurro.

Como era de esperarse el juego estuvo lleno prácticamente de caídas por parte de la peliarcoris, ganando Soarin por default, hubo cantidad de risas y golpes amistosos, ya que en dado momento Rainbow se dejó llevar y por primera ves en su vida hizo a un lado el ganar, para solamente divertirse en su poco ortodoxa cita.

Y en verdad se había divertido bastante.

5:16 pm.

Los dos chicos divagaban por las calles coloridas del centro de la ciudad, a pesar de a penas ser noviembre, la cantidad de color que había parecía decembrino, y como habían salido del hockey hace un rato, Soarin había manejado de regreso para ese café que tanto ansiaban.

El joven no podía dejar de verla, el rostro iluminado de Dash era tierno de cierta forma, maravillada por los colores y la vibra positiva del lugar solo podía sonreír, y a él le encantaba verla sonreír.

Rainbow volteo indirectamente hacia el, dándose cuenta de cómo la miraba con esos ojos verdosos cautivantes que aparente solo ella podía comprender. Lejos de eso, y del rubor que se había formado en sus mejillas, había un contacto visual diferente, con cierto deseo.

¿Se estaría sensibilizando demasiado? ¿Qué tenía el para hacerla hacer cosas tan fuera de lugar?, sin saber la respuesta, y guiada igualmente por esos impulsos sentimentales y salvajes, solamente se acercó a su mejilla y le plantó un cálido beso en esta, haciendo que él se sorprendiera bastante por el acto despreocupado de ella, pero disfrutándolo de igual manera. Logrando expresar lo que las palabras lo lograrían, aquel beso que se dedicaba solamente a decir "te quiero".

Sonriéndose uno al otro, Soarin opaco el momento para indicarle a Dash que ya estaban en el lugar prometido, donde tomarían ese dichoso café.

Entraron sin ajetreos y buscaron una mesa junto a la ventana, se sentaron frente al otro y desviando miradas buscando cualquier otra cosa que no fueran los ojos del otro.

Ambos se dedicaron a pedir lo mismo sin conciencia del otro, pastel de chocolate y moka late.

La música de fondo mezclándose con el ruido del tráfico. El sonido del aire acondicionado, las risas y los murmullos. El sonido de unos pasos, seguidos de esa esperada voz diciendo que por fin su orden ha llegado. El tranquilo sonido del comer, y la silenciosa platica entre dos corazones hambrientos de dos cosas diferentes, pero con un mismo fin. El éxtasis de la armonía palpitante, esos roces juguetones de ves en cuando, esas miradas indiscretas y esas sonrisas acarameladas, cargadas de enigmátismo. Esos murmullos y susurros sin fin. El comer, el descansar y el poder gozar de ese momento era algo que habían olvidado ya. Habían olvidado lo bien que se siente estar a lado de alguien que se preocupa por ellos, el compartir un momento tan importante con alguien que le regala miles de razones para vivir y volverse a encontrar. El estar sentados, compartiendo de su tiempo y de su espacio con una persona que le obsequia un cariño incondicional, a pesar de los errores que pudiesen cometer, un cariño que no podían conseguir con nadie más. Y, por suerte o infortunio para los dos, ese sentimiento tenía nombre y olor, tenía una fragancia dulce y ácida a la ves. Una fragancia tierna y suave, pero lo suficientemente penetrante para aliviar el corazón.

Amor.

-entonces...¿ya me dirás por qué la idea de la cita?-preguntó el.

Ella no respondió.

-vamos, no más secretos ¿vale?.

Esta última frase resonó en la culpa de Rainbow.

-de acuerdo...quería aclarar lo que pasó en el hospital, bueno, desde que me salvaste de aquel lobo, acerca de...¿nosotros?.

Soarin sonrió con pesadez.

-claro, creí que ya habíamos hablado de eso.

-lo sé pero...

-¿pero?.

-hubo cosas que no dejamos en claro...especialmente yo tengo ese extraño y fastidioso vacío de no decir algunas cosas, ya sé que sueno ridícula, pero soy una idiota en estas cosas.

Sin poder pensar en nada.

Ahí estaba, con un sentimiento de miedo, con inseguridad. Y era un sentimiento que no le agradaba en lo más mínimo. Se sentía como si estuviera indefensa. Indefensa ante el, ante el mundo, ante sus sentimientos y sensaciones.

Expuesta ante una mirada que podía atravesarla y que la hacía sentir desnuda. Estaba abrumada por esos ojos verdes que eran todo un enigma y que no podía leer. Era realmente abrumador como le hacían sentir tan inferior e indefensa. Por primera vez se sintió como un niño perdido, como un viajero sin rumbo. Y acumulando mucha nostalgia solo pudo agachar la mirada.

-si, eres un poco torpe...al igual que yo.

-bruto...el punto es que quiero decir lo que siento, por ti...últimamente he tenido algunos "cambios" que no creerías, entre ellos sentimentales, los odio pero a la ves los atesoro, y no paro de pensar en todo esto, ¡en que quiero estar contigo pero me asusta!.

-de acuerdo...te escucho.

-en realidad esperaba que iniciaras tu.

El no estaba seguro porque Rainbow había bajado la cabeza, así que no podía saber cuál era su expresión en ese momento. Muy despacio y con cautela se acercó a la figura temblorosa de Dash, hasta quedar solamente a unos centímetros de ella sentándose a su lado. Sabía que debía decir algo.

-sabes a veces no es necesario pensar tanto- Dijo con certeza.

-eso no quita mi confusión.

-Lo sé- se acomodó mejor para tener de frente a Rainbow, y así proseguir con la platica.- pero a veces es así, el corazón es muy caprichoso y nos hace enamorarnos de manera...¿extraña?. Y a veces de personas tercas y a simple vista "incompatibles"-. Enfatizó la última palabra de manera extraña.

-¿acaso estás enamorado de mi?-interrogó con ánimos de una respuesta apresurada que su corazón anhelaba, sorprendiéndose a sí misma por esa pregunta.

-¿te soy sincero?.

-por favor.

-no lo sé...

-•-•-

5:02 pm.

Se dice que la ducha es algo catártico, y es gusto de muchos pensar en la regadera, en silencio y en sincronía con el agua. Ahí estaba Rarity, con los ojos cerrados, erguida, con un cabello que parecía más largo de lo normal. Sin pensar en nada, con la mente vacía. No quería pensar en nada, si lo hacía sentía que cometería una locura. Un error, error que no se perdonaría. Cerró la llave y salió de la regadera. Pronto descubrió que su ropa no estaba y que en lugar de esta había otras, que por deducción pertenecían a su querida Applejack, de quien llevaba enamorada años atrás, dado a que ambas se conocían desde la infancia, juntas hicieron todo incluso venir a este lugar. Por un momento dudó. Dudó en ponerse esa ropa, pero tampoco quería salir en toalla, dado a que si esas ropas estaban ahí, significaba solo una cosa. AJ estaba en la casa.

Tomó las prendas y se vistió con ellas de manera calmada, como solo ella sabía hacerlo. Se miró en el espejo del lavamanos y vio sus ojos, aún podía verse esa fosforescencia en ellos, cosa que la hacía temblar.

Salió del baño para encontrarse con la rubia campirana, quien la miraba con ojos de dicha y en cierta forma cariñosa. Sorprendida, Rarity se sentó a su lado con múltiples interrogantes.

-¿qué haces aquí querida? ¿No ibas a salir con Twilight y Flash?.

-que tal dulzura, pues...digamos que esos dos tienen ciertas ondas, no quería ir de mal tercio, además me gusta mucho más estar aquí contigo...a pesar de que me fastidien tus cosas de modista.

-muy graciosa Applejack, pero me alegra que estés aquí, es decir...vaya ¿hace calor no?-dijo despistada y nerviosa, era la primera ves que aflojaba tanto sus sentimientos amorosos frente a ella, se le dificultaba reprimirlos.

-¿sucede algo?.

-ammmm n-no nada.

-pues ese "nada", no parece disimularlo tu cara, además tus ropas están arañadas y sucias ¿cómo explica eso la señorita todo moda?.

Ahora si la estaba dominando la presión, y en cierta forma sus instintos, aún no se acostumbraba a nada y tenía miedo de que lo que pasó hace rato sucediera ahora frente a su platónica.

-bueno verás y-yo...

Pero antes de poder contestar la vaquera la tenía apretada en un cálido abrazo.

-sea lo que sea, ya pasara...estoy aquí contigo.

A tal gesto no pudo resistirse, de echo devolvió el abrazo demasiado alegre, como si en ese corto abrazo se hubiesen ido los problemas y los dolores.

-te amo-. Se escucho levemente.

Al alcanzar a oír esto, Applejack se separó del abrazo y la miro extrañada, a lo que Rarity solo le dio una sonrisa nerviosa y se separó por completo.

-¿escuche "te amo"?-preguntó la vaquera.

-noooope...estas delirando querida.-respondió nerviosa.

-claro -contestó con desilusión, y algo de rubor.-oye Rares ¿a ti te gusta alguien?.

Esta pregunta realmente le había congelado la sangre, por dentro sus impulsos salvajes hacían que ardiera en deseo, pero por otra parte su idea de autocontrol era salir de ahí, pero no pudo, tenía que darle alguna respuesta.

-bueno, y-yo...digamos que si.-intento responder calmada.

-ah ya, pues...¿es lindo?.

-¿qué?...pues, no es precisamente un chico...

Cada ves se alteraba más.

-¿no es un chico?...¿entonces quién es?...

-pues...¡primero dime si a ti te gusta alguien!.

-¿yo?. ¡Pero si te pregunte primero!.

-¿y?. Yo también te puedo preguntar.

-no es justo, ¡siempre tienes que salir con estas estupideces!.

-¿ah sí? ¡Pues si no te parece entonces por qué sigues aquí!.

Ambas estaban subiendo el tono de voz.

-pues..¡por que te quiero!.

-¡Y YO TE AMO!...¡LLEVO ENAMORADA DE TI DESDE HACE AÑOS Y JAMÁS LO NOTASTE! ¿Querías saber no? ¡pues ya lo sabes!-gritó lo más fuerte que pudo, dejando callada a AJ y intentando no delatar sus gruñidos, junto con las puntas afiladas de sus colmillos.

-Rarity yo...

-no digas nada, no es necesario...a fin y al cabo nadie se esperaría que la tonta Rarity se enamorara de una chica, y lo que es peor, de alguien tan...

Pero de repente, los labios de Rarity fueron silenciados al contacto con otros, AJ le había plantado un beso.

Sin sabes el porque, se dejó llevar por la tierna caricia que estaba recibiendo por parte de su amiga. No era su primer beso, pero si era su primer beso con alguien de su mismo género. Y eso hasta cierto punto la incomodo, al grado de no sentirse incómoda por besarse de esa manera con otra mujer. Un juego brusco de palabras paradójicas.

Con sus ojos cerrados y sus labios disfrutando del momento, no se dio cuenta realmente de lo que estaba haciendo, aunque tampoco le importaba gran cosa. Por primera ves en mucho tiempo se dejaba llevar, y es que a lado de Applejack siempre hacia locuras, y no se había dado cuenta de ello hasta ahora.

El beso fue corto, pero realmente intenso. Al separarse dos miradas se encontraron la una a la otra, sin saber qué decir ahora.

-¿por que lo hiciste?-preguntó Rares con su voz temblorosa.

-a que niña tan tonta, ¿no es obvio?...¡también estoy enamorada de ti!...igual nunca te diste cuenta de ello, sabes, creo que ambas somos unas torpes por no darnos cuenta, pero hubo un momento en que me di por vencida y di por echo de que jamás te fijarías en una sucia campesina como yo -resaltó esto último con dolor en su voz.

-¡pero qué dices!, hay una faceta de mí que no conoces, no me importa que seas una campesina...siempre me gustaste por por tu forma de ser, y por cómo me tratabas cual princesa y caballero, pero igual pensé que a ti no te gustarían las chicas tan...superficiales como yo, así que igual deje de intentar.

-bueno...¿y ahora que?.

-no lo sé, sinceramente no creo que esto esté pasando, digo la chica de la que estoy enamorada me beso al fin y me dijo que también me amaba...tuve un día increíblemente sobrenatural, no me sorprendería saber que en realidad estoy durmiendo-dijo azotando su cuerpo sobre la cama y con pesar.

-entonces me encargaré de que este sea el mejor sueño que hayas tenido-contestó con voz coqueta colocándose sobre Rarity.

-¡Applejack pero que estas!...

La chica rubia ya había comenzado a besar lenta y cariñosamente el cuello de Rarity, quien no pudo evitar dar unos gemidos audibles.

-A-Applejack...p-pero q-que haces...¡ah!.

-quiero cerciorarme de que no estamos soñando.

Y así, el juego había iniciado formalmente, como dama que era, Rarity no dejo que la vaquera moviera las riendas de la situación, quien con entusiasmo hizo de esta lo que quiso de manera muy energética, sus aspectos animales la dominaron casi por completo, regida por el deseo y el amor, fue toda una fiera en la cama.

Hubo besos, caricias y lamidas por todos lados, sin saber cuánto tiempo habían perdido, al final pasadas unas dos horas ambas se encontraban abrazadas sobre la cama de Rarity tapadas con una sabana, mientras a simple vista el resto del cuarto era un terrible desastre.

-vaya que eres muy ruda en la cama Rarity-comentó mientras ponía su cabeza sobre la almohada.

-*rie*...tú no estuviste mal, vaya que aguantaste el ritmo, y eso me gusto...espero no haber sido demasiado brusca.

-al contrario Rares , me gustan las rudas...-concluyó sarcásticamente plantándole un beso en la mejilla a su amante, provocando un rubor creciente en esta.- aún me pregunto por qué gruñías y me olfateabas tanto, pero debo admitir que fue sexy.

Esto había sonsacado un poco a la peliazul, quien no se había dado cuenta en absoluto. Sonriendo falsamente cambio de tema.

Ahora la charla se había puesto más normal, como solían tener siempre, hablando de cosas pasadas en el día, evitando hablar del asunto de los lobos claramente. Rarity había llegado a un punto sin retorno, esto estaba pasando y estaba segura de que era real, había declarado sus sentimientos al amor de su vida, y esta los había correspondido. Había intimado con ella, habían sellado un lazo. Lo único que quedaba era pedirlo formalmente, Rarity seguía siendo de las que les gusta lo clásico.

-bueno terroncito, supongo que esperas que yo lo diga así que...¿tú querrías...Ammm, querrías ser mi novia?-preguntó con el rubor haciéndose más notorio.

-¡si si quiero!-exclamó mientras besaba sus labios.- vaya que eres mala para esto no?.

-¡calla!...no acostumbro ser yo la que pide estas cosas.-concluyó besándola de nuevo muy apasionadamente, pero cortándolo en la mejor parte.-bien, tengo que irme.

-¿qué? ¿A dónde vas?.

-solo había venido a ver cómo estabas, en realidad no tenía planeado acostarme contigo *ríe* tenía otros planes esta noche...tengo que...salir.

La joven había notado que Aj ocultaba algo, pero por educación decidió creerle y no preguntar, al menos de momento.

-ok querida...será mejor que no estés aquí esta noche-dijo esto último en voz increíblemente baja, recordando por qué debería estar sola.

-¿qué dijiste?, no importa.

Una ves acabo de vestirse, Applejack se dirigió a la puerta dispuesta a irse, pero no sin antes acercarse de nuevo a Rarity y darle un beso de despedida justo en la boca.

-te amo.

-yo también te amo.

Después de esto la vaquera se puso su sombrero y se marchó, Rarity pudo escuchar con sus agudos oídos como arrancaba su motocicleta y se iba. Suspiro de alivio para recostarse en la cama, habían dejado un desastre, lejos de eso no dejaba de pensar en lo feliz que estaba, tenía novia, y no cualquier novia, la única que amaba con locura. Sintiendo el aroma a ella esparcido en las cobijas, olfateo como can ese Hedor, dando una sonrisa placentera, se había dejado llevar de mas, ahora solo quedaba esperar a ver qué sucedía esa noche. Tomó su celular de la mesita para encontrarse con la sorpresa de que ya eran las 8: 12, cuando habían quedado que tenían que estar fuera de la casa a las 7. Un temor creciente invadió su ser. "Donde estás Rainbow", pensó para si. Sin dudarlo subió a su habitación para ver si de casualidad ya había vuelto, pero nada, aún desnuda se paseó por la alcoba. No había nadie, pero pudo percatarse de cosas anormales en la habitación, por ejemplo, las marcas de garras en el suelo cerca del baño, al parecer si era cierto que Rainbow la había pasado mal la noche anterior, y las marcas no se detenían ahí, varias se trasladaban por todo el lugar, dando a entender que había 4 juegos de estas, en sus manos y pies. Rarity y su miedo se hacía cada ves más grande, si Dash la pasó mal, ¿cómo sería con ella?.

Las preguntas cesaron cuando una sensación de presión sobre su pecho la hizo reaccionar, casi inconscientemente volvió la mirada hacia el tragaluz, para toparse con lo último que quería ver.

La luna llena había dado la cara al fin. El sentimiento de salir huyendo creció más, pero al sentir su corazón apretarse con fuerza la hizo caer al suelo, para después levantarse rumbo hacia la ventana. Igual de inconsciente, saltó por ella hasta caer detrás de la casa, fue como haber saltado un par de escalones a pesar de que en realidad eran varios metros de caída, eso daba a entender de qué las cosas se estaban acelerando, se adentró rápidamente entre los árboles, tratando de huir, pero era tarde.

De repente, todo su cuerpo se convulsionó. Ella cayó al suelo del bosque abrazando sus lados, como si luchara contra la urgencia de vomitar. Rarity vio con terror acerca de lo que se trataba.

El cambio había comenzado.

La joven arrastro su cuerpo por el suelo tratando desesperadamente de escapar hacia más adentro del bosque. De repente, su espalda se arqueó violentamente. Gritando de dolor que rodeo sus brazos sobre su estómago. Levantó las manos en el aire extendiendo sus dedos temblorosos contra la luna. Rarity vio que sus dedos se habían vuelto de un tono rojizo y empezaban a sangrar. Con un sonido repugnante todas sus uñas estallaron en una explosión de sangre y tejidos. Largas garras blancas y curvas surgieron en su lugar.

-•-•-

7:22.

-no lo sé.

"¡¿Se está burlando de mí?!".

-oh...

-pero...

-¿pero?.

-pero de lo que estoy muy seguro es que quiero tenerte muy cerca de mi, que seas más que una amiga, quiero que seas algo más para mí, y que yo sea algo más para ti. Eso es todo lo que quiero por ahora, sé que eres la chica de la que me podría enamorar.

-¿t-tu...podrías?, es decir no lo sé, no es que no piense lo mismo, pero no se amar ¿qué siempre es necesario tener citas para andar con alguien?.

La experiencia de Rainbow en el amor era prácticamente nula, pero tenía entendido que se salía estando enamorados. Era cuestión de un poco de sentido común. Había olvidado el poco sentido común que poseía Soarin.

-lo sé Dash, sin embargo yo pienso que se sale con una persona para conocerla más a fondo y ver con mayor claridad lo que te atrajo de ella en un principio. Claro que, también te encontrarás con cosas que no te gusten, pero que reafirman y embellecen lo que más te gusto de esa persona, no sé cómo expresártelo, tampoco soy muy bueno en cuestiones amorosas.- paro de decir, solo para meditar lo que estaba intentando expresar.

-¿¡entonces a qué viene el sermón si estás igual que yo!?, ¿¡Eh!?.

-lo que sí se, y que tengo muy buen plateado es que tú me gustas, me gustas y mucho. Me gusta tu cabello, que es tan vivo como el arco iris, tu piel tan tersa junto a esas delicadas manos, esos ojos presuntuosos con ese color que me enloquece. Me gusta tu sonrisa desafiante, junto con tu porte de guerrera. Hay demasiadas cosas que adoro de ti, lejos de solamente pensar en lo físico, igual puedo afirmar que amo tu personalidad excéntrica y extrovertida. Eres muy hermosa Dashie, de Bello parecer que es un placer admirarte, y aunque a veces seas un poco brusca, terca, necia y grosera, también eres una persona inteligente, perfeccionista y aunque no lo admitas muy sensible, detrás de esa dureza encuentro una Rainbow Dash sincera, tierna y muy cariñosa. Admito que me gusta cada una de tus facetas, y aunque a veces quererte duela, no puedo evitarlo. Bien, lo dije, ¿ahora estás más feliz?.

Y así, sin advertirlo Soarin se había metido al terreno que tanto había evitado infinidad de veces. Amar solo trae problemas y era algo que él no quería, pero sin siquiera pedirlo se vio envuelto en ello, y es que Rainbow siempre lo orillaba a hacer cosas que por sí mismo no haría. Aunque de cierto modo le molestara, no podía negarse ante la joven de ojos magenta.

Ambos estaban conociendo otro sentimiento, un tanto pegajoso, cálido, pero que les hacía sentir bien de sobremanera.

Ahora él se sentía extraño y mirando hacia abajo, dadas dichas circunstancias. Pero antes de poder voltear a cualquier otro lado sintió como algo suave y húmedo, tanto como el dulce Rocío de la mañana se posaba sobre sus rosados labios. Sintiendo como su cuerpo se estremecía y como sus sentidos se alborotaban, una carga eléctrica de disparo por su espina dorsal erizando su piel. Una especie de éxtasis. No estaba seguro cómo una caricia de esa índole podía ser tan placentera, y más viniendo de alguien a quien quería tanto, que por cierto es su mejor amiga. ¿Amiga?, quien aseguraría que lo seguirían siendo después de esto.

Los labios de Soarin eran suaves y cálidos, mientras que los de Dash parecían arder, ya no aguantando más, el chico correspondió el gesto que le brindaba aquella mujer.

Aquel beso fue tendido, vivido y lleno de sentimiento.

-¿Soarin?.

-¿que sucede?.

-estoy aterrada.

-¿por qué?.

-no sé nada acerca del amor.

-entonces aprendamos juntos.

Sintiendo como a su compañera le temblaban las manos, este decidió tomarlas para darles un tierno beso, que sellaría por esa noche el sentimiento recién encontrado por los dos.

Por fin se dieron la oportunidad de sentir, y por fin los sentimientos los alcanzaron.

-jamás te alejes de mi vida, por que yo jamás me iré de la tuya-concluyó ella, con un notorio rubor en su mejilla y postrando su rostro en el pecho del chico. Solo hasta ese entonces, se dio cuenta de lo vulnerable que era en su interior, en un mundo lleno de cuestiones e interrogantes, donde el destino de cada vida en el es completamente incierto.

Lástima que el completo descuido de Rainbow sobre el tiempo finalmente la alcanzase también, observando el reloj en la pared que había enfrente, el tiempo se le había ido volando, de echo hasta se había pasado por mucho. Faltando 15 minutos para dar las 8 de la noche, Rainbow comenzó a sentir presión sobre su pecho, y al mismo tiempo un escalofrío recorrió su espalda, volviéndose hacia la ventana y observando aquella brillante y poderosa luna llena alzándose sobre ella.

-oh no.

Apretando sus manos de sobremanera y sintiendo como la presión se hacía más fuerte con cada respiración, como sus latidos se aceleraban, se levantó impactando a Soarin quien solo la miro, ella actuaba raro.

-¿Rainbow estás bien?.

-agh...yo, t-tengo que irme S-Soarin...lo siento.

Ella saltó sobre la mesa para salir corriendo de ese lugar, dejando al muchacho atónito y sospechando.

Dash corría a toda velocidad entre las calles acercándose lo más que podía hacia su hogar, con los aires del cambio haciéndose presentes, en medio de un callejón arqueo violentamente su espalda y callo el suelo mojado por la llovizna, se retorció un poco para sentir como un ardor intenso en su boca se podía sentir, y así en un segundo los colmillos habían brotado violentamente, salpicando algunas gotas de sangre, lo mismo ocurrió con sus dedos, los cuales estallaron sin avisar reluciendo aquellas largas, curvas y afiladas garras negras, junto a los pies que imitaron la anterior acción. Arrebatándose los tenis que estaban agujereados por sus garras, se volvió a levantar para seguir cada ves más dolorida y pesada su camino, incluso ella, quien pensaba que la segunda noche sería menos pesada que la anterior, se había equivocado. Con el sabor de la sangre en su boca, y las mismas goteando por sus dedos de manos y pies, la oscuridad finalmente le alcanzaba por completo, para su buena suerte, o quizás no tanta, finalmente había llegado a su hogar por los patios traseros de cada casa en la manzana, viendo a lo lejos a una chica desnuda saltar por la ventana de su cuarto y cayendo sobre el lodo, encaminándose al bosque, entendió al instante que esa chica se trataba de Rarity, pudiendo olfatearla y reconociendo también ese largo pelo azul.

-¡aaah!...c-carajo, ¡RARITY!-gritó con el dolor en su cuerpo cada ves más fuerte, corriendo deprisa hasta estar lado a lado con la mencionada, abrazándola y alzándola por el brazo.

-R-Rainbow...¿que nos está pasando? ¡Aah!...d-duele mucho...

Con dificultad para responder, ambas dieron un vistazo rápido hacia el cielo, del cual brillaba fuertemente la luna de noviembre; que solo afirmaba que lo inevitable sucedía.

Con escepticismo, con incredulidad, con dudas crecientes en su interior, Rainbow finalmente decidió actuar mientras aún le quedaba algo de tiempo, arrastrando a Rarity por los árboles, a una velocidad inhumana, ya que ambas ahora estaban aumentadas por sus habilidades lobunas, estando a la distancia más o menos adecuada y no aguantando más el peso de sus corpóreas se soltaron a la fuerza y cayeron a diferentes distancias una de la otra, solo quedaba cambiar ahí, no había de otra.

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Y odio tener que arruinarles la lectura en momentos como este pero, hasta aquí el episodio de hoy, espero les haya gustado, y nada, dejen sus review opiniones y demás, que les pareció el ámbito romántico de esta ocasión? Les gusto que haya metido un romance de lleno como el de Rarity y Aj?. Bueno, y por último, quiero invitarlos al fic más reciente que he estado haciendo, del cual pronto publicare su primer capítulo. Se llama "The Last Recruit", no los llenare de spoilers pero si les diré que estará bueno, al menos para mí. Nos leemos hasta el siguiente episodio!.