Estación V (Error)
Una semana había pasado desde que Nico huyó de Percy.
Fue duro irse casi todos los días con Will, con el único propósito de no encontrarse con Percy, aunque eso no fuera de mucha ayuda, ya que el muchacho sabía el lugar en donde Nico trabajaba.
Nico fingía la mayoría de los días que no era un estúpido por haberse ido de esa forma, como si Percy fuera a violarlo…
Por los dioses, sí que era un idiota en toda la extensión de la palabra; lo que le sucedió fue hace muchos años atrás, no tendría por qué estarle estorbando la vida todas las malditas veces que tiene la oportunidad de establecer una relación con una persona que desea.
Sin embargo, sabía que era completamente incapaz de hacerlo y que defraudaría a Percy, y sería un fracaso como lo es en todo aquello que tiene que ver con amar. Él estaba desesperado por amor, estaba desesperado por caricias y besos, y aún después de eso sabía que era inútil intentarlo. Nico tenía que conformarse con ver a Percy a lo lejos.
Jason le preguntó muchas veces si estaba bien, porque Jason es el hombro en el que se puede recargar, pero en ese momento no lo era, no quería preocupar a Jason, no de nuevo, como siempre lo hacía y vaya que después terminaba por sentirse la peor persona del mundo. Jason sabía mucho de él y era por esa razón que no podía estarle regando sus problemas como si fueran agua. La primera vez que Nico le dijo una parte de su pasado Jason estuvo deprimido una semana y media. Una experiencia que sin duda Nico no quería repetir.
Thalia fue más como una hermana que le dijo «Sigue adelante, di Angelo»
ㄌ
— No es que me moleste que vengas conmigo pero tengo una pregunta.
—Claro— Nico se encogió de hombros, se colocó el casco de Will y se subió en la parte trasera de la motocicleta.
— ¿Algo está mal?
—No. ¿Por qué la pregunta?— Will se volteó a mirarlo con ojos de preocupación.
Nico siempre odió esa expresión en particular. Él ya no estaba seguro de si quería escuchar la respuesta.
—Ya no te vas en metro.
— ¿Me quieres correr?
—No, no es eso demonios, tú sabes que no es así. Simple curiosidad.
—Sólo quiero ir contigo y punto— Nico frunció el ceño y desvió la mirada frustrado por el palabrerío de Will.
Will enarcó una ceja. Se bajó de la moto dejando a Nico perplejo, Will estaba de pie frente al él con una mano en la cintura y su cara demostraba enojo.
Nico también se bajó y trató de irse para caminar a donde sea, con tal de quitarse a Will y sus preguntas tontas, como si fuera su padre, ese es claramente el trabajo de Jason.
Todos los doctores deben ser así de molestos porque preguntan de todo. Nico rodó los ojos.
Will lo acorraló contra la moto y le obligó a mirarlo.
—Will, tú mano… me está lastimando.
La mano de Will no se aflojó ni un poco, continuó sosteniendo sus dos brazos.
Nico podía adivinar que eso dejaría marcas porque su brazo ya se estaba poniendo blanco por la presión.
—Will, hablo en serio, me estas…
— ¿Quién es él?— Will espetó con enojo. Una vena en la frente le saltaba y Nico estaba asustado, pero no quería demostrárselo. Las manos de Will estaban provocando más dolor y de todas formas Nico no cambió su expresión.
— ¿¡De quién demonios estás hablando!?— Oh, Hades, Nico quería arrancar las manos de Will de su cuerpo. Odiaba como se sentía el tacto de Will, odiaba ser tocado por Will, en especial.
Su pie derecho trató de dar un paso atrás pero la moto estaba obstruyéndolo.
La calle estaba completamente vacía para su desgracia, y hacía ya un tiempo que Jason salió para la universidad, mientras Thalia se había ido a resurtir los comestibles.
—Es él la causa de que me busques ahora ¿verdad, Nico?— Los ojos de Will estaban inyectados en sangre.
Un momento… ¿estaba hablando de Percy?
— ¿Qué importa? Yo no lo hacía para tratar de seducirte o algo por el estilo, puedes estar seguro de ello, tampoco estaba tratando de herirte o lo que mierda hice. Will somos amigos, así que por favor…— Nico ya no sabía que más decir para que Will le dejara de estrangular la piel de sus antebrazos.
Will nunca se había portado así con él por lo que tomó por sorpresa a Nico. Ni si quiera sabía que el rubio podía ser tan fuerte o alguien peligroso.
— ¿Amigos?— Will se burló. —Yo no soy ni eso para ti… te gusta ese tipo y apenas lo conoces, yo estuve tratando muy, muy duro Nico, yo merezco que me tomes en cuenta. No es mi problema que te hayas peleado con él, sabes que me gustas y duele que sólo me busques cuando estás enojado y no puedes tomar el transporte público. — Will se estaba acercando más a Nico. Todo lo que Nico podía hacer era mirar y escuchar. —No estaba mal con que te fueras conmigo todos los días y no iba a protestar a pesar de saber que no era nada más que puro capricho tuyo… pero debiste ser sincero, Nico. Al menos considerado con lo que yo siento por ti ¿es eso mucho pedir?
— ¿Considerado dices?— Nico formó una sonrisa triste de lado. — ¿Eres considerado con Austin? No puedes hacerte el tonto y fingir que no sabes que te quiere.
Will aflojó su agarre un poco. Con los ojos grandes y vidriosos.
—Somos lo mismo, Will. Pero la diferencia es que yo no me negaba a verte, tú eres otra historia. Ni siquiera sé por qué Austin se molestaría en alguien como tú — Nico mintió. Era una mentira, Will era muy amable y sincero, en verdad podía ver por qué Austin se había fijado en alguien como él, pero sólo quería las manos de Will fuera de él, se disculparía más tarde.
— ¿Por qué no me amas?— Will soltó por completo a Nico. Con la cabeza gacha y tratando de evitar el contacto visual con Nico.
—Will, lo siento. ¿Puedes mirarme?
Will obedeció.
—Eres un gran tipo, yo no decía todo eso en serio, sólo quería que me soltaras. Pero si tan sólo te dieras cuenta que no estamos hechos a la medida del otro, ojalá le dieras una oportunidad a Austin, sabes que la merece, él te ha amado durante mucho tiempo— Nico le ofreció una mirada suave y una sonrisa sincera, que Will tomó.
Él le sonrió otra vez.
—Yo lo siento por eso— Señaló ambos brazos de Nico.
—No te preocupes— El más joven no se inmutó.
— ¿Aún quieres ir a la escuela?
Nico miró inquisitivamente, pero asintió sin decir palabra. Tenía miedo de decir algo que lo hiciera reaccionar mal.
El camino a su facultad fue tranquilo.
—Probablemente hable con Austin—Will le dijo sonriendo con vergüenza.
—Es una buena idea.
ㄌ
—Nico ya puedes irte a casa— El profesor a cargo de su proyecto dijo. Se ajustó los lentes.
— Pero no he terminado, Leneus— Nico siguió trabajando en la parte más pequeña del nervio.
Leneus levantó una ceja.
—Soy tu profesor, Nico, no puedes llamarme sólo así y haz caso y vete a casa.
—No hay nadie en clase no tienes que fingir que no te hablo así— Nico rodó los ojos y no le prestó atención.
—Voy a cerrar.
Los ojos de Nico se abrieron de inmediato y le dedicó una mirada del infierno. Leneus le levantó las dos cejas sugestivamente.
—Ya me voy, tú ganas ¿contento?
Recogió su mochila y algunos papeles necesarios para el estudio del proyecto.
—En realidad sí.
Pero aunque Leneus dijo eso su rostro se siguió conservando en uno de póker. El profesor no era muy expresivo pero era más amable de lo que aparentaba.
Desde que Nico entró a la universidad Leneus se quedó a cargo de él. Fue Leneus quien descubrió el potencial de Nico y lo ayudó en todo lo que pudo, le permitió que darse horas después de que las clases habían finalizado y le confió los proyectos más ambiciosos.
Nico siempre cumplió con sus expectativas y Leneus no podía estar más feliz de que por fin llegaba a sus manos alguien igual de apasionado que él e Ethan a la facultad.
Los prototipos que Ethan y Nico hacían eran los mejores que Leneus había visto en años, por lo que aparte de ganarse su respeto de ganaron su confianza.
Tuvo una vida muy triste. Su esposa murió en un incendio mientras que su hijo murió por un infarto, así que empezó a considerar a Nico y a Ethan como parte de su familia, como si fueran sus hijos.
Fue una pena que hubiera tenido que abandonar el laboratorio donde trabajaba a causa de su artritis, pero decía que tenía un poco más de amor por la enseñanza, y se convirtió en uno de los mejores profesores que Nico había conocido.
Se despidió del profesor con un apretón de manos amistoso. Cuando salió no estaba seguro de sí Leneus había sonreído, al igual que él casi nunca lo hacía.
Tenía que dejar de pensar mucho en las cosas que no hacía y hacer algo con la manga quemada que tenía. Por lo mientras llegar a casa era la prioridad y después vería si su manga tenía una clase de arreglo o si tendría que tirar por enésima vez otra playera de manga larga, él se lamentó en silencio, esa era una de sus favoritas, además de que fue un regalo de Hades.
—Hola.
Nico levantó los hombros por el asombro.
—Debes dejar de aparecerte así— Nico le sugirió indignado.
Percy se acercó a él y le sonrió.
— ¿Cómo sabes que estudio aquí, de todos modos?
Percy se sonrojó, provocando que la curiosidad picara más en la mente a Nico.
—Larga historia… ¡Ese no es el punto!— Frunció el ceño avergonzado. No iba a hablar de eso con Nico o por lo menos no en el corto plazo.
— ¿Cuál es el punto entonces?— Levantó una ceja sugestivamente.
No perdió un segundo y empezó a caminar. La sensación de su sangre burbujear cuando Percy estaba a su alrededor no era una buena señal para él.
—He estado pensando… Yo no sé por qué estabas asustado, pero una buena razón debes tener, por lo que pensé que tal vez estaba yendo muy rápido.
—Percy… Escucha— Suspiró con pesadez, estaba harto de todo.
—No. Tú escúchame a mí— Percy entrelazó sus manos con las de Nico.
De nuevo la piel de Nico comenzó a enfriarse más, trató de separarse pero Percy lo detuvo.
« ¿Cuántas veces tiene que pasarme esto hoy?»
A medida que Percy mantenía sus manos juntas el calor se iba propagando, sustituyendo por completo la frialdad. Era una nueva sensación, una buena está vez.
—No sé por qué, pero de verdad quiero esto. Yo sé que debo estar sonando desesperado y tal vez sea cierto, pero no puedo dejarnos solamente así, como medio-conocidos. Así que pensé en una solución.
— ¿Y cuál sería "esa solución"?— Nico trató de no pensar en el miedo que le corría por la espina dorsal, en su lugar se propuso concentrase en el tacto suave y cálido de Percy, era sutil y agradable pero a pesar de eso su corazón latía de pánico.
Los estragos que había pasado todavía eran una pesadilla constante para él, nadie nunca se ofreció a levantarle y tampoco le enseñaron a superarlo por lo que se arrastró durante toda su vida, aprendió a vivir con ello, lo que significaba que el problema no se había ido y fue difícil acostumbrase pero al final terminó por hacerlo, lo cual no fue muy saludable.
Nico sabía que debería haber buscado ayuda, pero no lo hizo, él fue un cobarde en el pasado y ahora lo pagaba caro, como si fuera su deuda de vida.
—Lentitud— Sus ojos se iluminaron y Percy le dio un suave apretón a la palma y torso de las manos.
Su cara estaba peligrosamente cerca de Nico.
Su aliento olía bien. Menta y sal.
— ¿Huh?
—Podemos ir poco a poco, no me importa el ritmo que sea, pero…— Separó una mano para levantar el dedo índice y tocar la punta de la nariz de Nico en forma de juego. —También debes intentarlo conmigo, nada de presiones, Nico. El ritmo que elijas. ¿Trato?— Percy le tendió la mano sonriente.
El más joven se le quedó viendo con duda durante cinco minutos y justo cuando Percy la iba a retirar la estrechó con la suya en la última fracción de segundo.
Fue cierto que seguía estando inseguro acerca de que fuera a funcionar, pero él prometió que seguiría el ritmo que Nico quisiera; sabía que Percy iba a tener que cargar con las consecuencias de sus palabras, y que le dolería si Percy lo terminara odiando, el peso de eso se aglomeraba en él más y más y se preguntó si en verdad podía hacerlo, después de tanto tiempo… años que lo dejaron marcado para siempre ¿Percy sería capaz de cargar ese peso?
Pero fuese como fuera ya no podía dar marcha atrás, había elegido dar una oportunidad al amor.
Sus piernas le temblaban y no sabía si era por la emoción o el miedo, pero la razón de eso quedaba en segundo plano cuando Percy le dio un beso en la frente.
—Gracias— Susurró al tiempo que Nico estaba pasmado por la acción del muchacho más alto.
Todas sus extremidades se sacudieron.
Él empezó a negar con la cabeza una y otra vez. Una terrible sensación acumulándose en su interior gritando por salir.
Percy frunció el ceño.
—Sí queremos que esto funcione tienes que contarme por qué… tanto pánico a esto— Percy lo miró con determinación pero con un atisbo de inseguridad de si había usado la palabra correcta o no.
Nico tembló por el significado de esas palabras.
— No es necesario— Su cabeza estaba colapsando.
—Cuando estés listo entonces, sólo promete que me dirás.
Nico odiaba prometer cosas, pero más odiaba romper promesas.
—Está bien— Contestó con cautela.
También quería que funcionara, más de lo que nunca había querido nada desde… "eso".
—Quiero el ritmo lento, por cierto— Se armó de valor para sonreírle.
El pecho de Percy estalló por la vista.
—Por supuesto.
Le soltó las manos y se ofreció a acompañarlo a su departamento.
ㄌ
En el camino Percy trató de abrazarlo y darle un beso.
— ¡Percy!— Nico lo regañó gruñendo.
—Sí, lo siento. Lo olvidé. Lento ¿verdad?— Percy estaba tratando lo mejor que podía de ocultar su emoción.
Oh, dioses, Grover iba a estar tan orgulloso de él al igual que Annabeth. Sin duda tenía que contarle a ambos al otro día.
Nico rodó los ojos pero asintió.
—Poco a poco— Nico recalcó.
—Como quieras, si crees que eso me desanima estas equivocado.
Nico sonrió para sus adentros, rozando su antebrazo con el de Percy, sutilmente, intentando acostumbrarse a lo que de ahora en adelante sería…
Era obvio que a la larga los toques comenzarían a ser más íntimos y frecuentes; la idea era un poco aterradora pero agradable a la vez, cuando pensaba que sería Percy quien le llenaría de arrumacos y sería Percy quién le proporcionaría el tacto que sabía le hacía falta y necesitaba.
Pero no se forzaría demasiado, con ese simple roce le bastaba por ahora.
—La mejor parte siempre viene hasta el final.
—O la peor— Nico murmuró.
Las risas escaparon de los labios de Nico al darse cuenta de lo pesimista que era.
Desde que Percy era un niño su madre se había encargado de repetirle que todo tenía un final feliz si se buscaba de la manera correcta. Siempre fue fiel a ello.
Su dislexia no le impidió estudiar lo que desde chico siempre pensó que sólo sería un sueño lejano y Nico era más importante que eso. Sí luchó así por estar en la universidad, lucharía más por Nico, como nunca lo hizo por nada antes.
No iba permitir que la opción de "peor" estuviera disponible, la iba a borrar a como diera lugar. Sería un tonto si permitiera que se arruinara, no era Percy Jackson por nada.
Estaba seguro que las ganas de estar con Nico no expirarían por muy lento que todo pasara. No se trataba de un cupón o de una oferta. Era la persona de la que se había enamorado.
Tenía la sensación de que todas las decisiones y caminos que había tomado habían sido para llegar a Nico. Un tonto era el que dejaba pasar algo como eso y Percy no era tonto.
No darse por vencido era una de sus cualidades, Nico no lo sabía pero pronto se daría cuenta de lo testarudo que es Percy en realidad.
—Voy a hacer lo posible, Nico.
Nico se descuidó y Percy le tomó de la mano.
Él lo miró y se relajó hasta donde su cuerpo le permitió, todavía era difícil acostumbrarse.
— ¿Lo posible para qué?— Había un toque de amargura en su voz.
Percy lo percibió.
—Para que seamos felices.
Los ojos de Nico se ensancharon y no contestó nada, porque estaba de acuerdo.
Gracias a Piffle Priincess y a TsukihimePrincess por sus comentarios en el capítulo IV me motivaron (:
Bueno llegamos a la parte en que comienza la historia real.
