No es mi primera historia , pero si la primera que subo a FF...Y esto supuestamente seria un one shoot ... pero por lo que veo creo que le seguiré con un par de caps mas...

Agradezco Enormemente a "BarbieEliz" por ayudarme con este fic y por seguir con mi locura, Mi chulita adorada la cual llevo al lado oscuro... osea "SwanQueen" xD ... Lean Y busquen sus Fics ... Son realmente buenos ... y ahora si, si mas que añadir los dejo para que lean... No olviden de dejar Review , les agradecería mucho ... Díganme lo que piensan :3 Pd: Les recomiendo leer el cap escuchando la canción "Down" de Jason Walker..


Emma Swan ha perdido muchas cosas a lo largo de su vida…Ha sufrido mas que otras personas…Desde pequeña había perdido a padres adoptivos que al tener hijos propios la devolvían sin importarles la pequeña, perdió aquellos años encerrada en prisión, se perdió 10 años de la vida de su hijo y había perdido a Neal, lo había visto morir en sus brazos sin poder hacer nada… Y ahora estaba sufriendo lo que nunca imagino, lo que jamás se imaginaria, lo que nunca pensaría que podría sufrir por perder a alguien, por alguien que nunca se hubiera imagino…Regina Mills…La Reina Malvada…Su Reina…Su Reina...

Se suponía que ese día seria igual a todos, un día normal en la vida de Emma Swan, aunque un día normal en la vida de la sheriff de Storybrooke incluía matar dragones, pelear con espadas o mas bien intentar no matarse ella misma con la espada, pero no, esta vez se trataba de buscar a una bruja que convertía todo en hielo…Se suponía que Emma y Regina irían a buscar el escondite de la Reina de las Nieves, que encontrarían su cueva y que juntas podría derrotarla…Se suponía que todo saldría bien…Se suponían tantas cosas…Después de todo se suponía que "Los buenos siempre deben ganar"….Las cosas eran tan fáciles, o por lo menos se veían sencillas…Un plan en mente…Emma tendría que hacerle creer a Ingrid que se rendían, que Emma aceptaba ser su tercera hermana…Pero nada era como se habían imaginado, nada había resultado conforme a su plan…Un instante y todo había cambiado…Una flecha lo había cambiado todo…Una flecha de hielo que iba en contra de Emma y que había sido recibida por Regina Mills…

-Emma!-el grito de Regina hizo eco en las paredes de hielo de la cueva de Ingrid, quien en un arranque de rabia al descubrir la mentira de la Salvadora le había lanzado una flecha de hielo, pero nada resulto según lo previsto, Regina se había interpuesto en el camino, en un segundo todo cambio, en un segundo Emma veía como Regina se había metido entre ella y la flecha…Un instante perdido…Un último respiro…Emma Swan había dejado de respirar aunque no hubiera recibido la flecha, había dejado de respirar en el momento que vio a una Regina Mills desplomándose ante el impacto de la flecha de hielo

-No!-el grito de cólera de Ingrid casi hace caer algunos pedazos de hielo, la Reina de las Nieves observaba con rabia a Emma, ella debía ser quien hubiera caído por mentirosa, por traicionarla, y ahora observaba como Emma parecía en estado de shock, sin moverse, pálida y sin poder reaccionar, con los ojos humedecidos por ver a Regina en el suelo, en sus brazos.

-Regina!-Emma reacciono en cuestión de segundos, se olvidó de la Reina de las Nieves, se olvidó de todo, la rubia prácticamente se dejó caer al lado de Regina para sostenerla en sus piernas, la miraba sin poder creer que la alcaldesa estuviera tan fría como el hielo de la cueva, Emma la sostenía y sin darse cuenta las lágrimas brotaban de sus ojos y corrían libres por sus mejillas…Esa flecha era para ella, para ella, no para Regina, era ella la que debería estar muriendo, la que debería estar sufriendo, no Regina, no la mujer con la que había pasado por tantas cosas hasta el punto de crear una extraña relación de amistad…Emma solo podía pensar en eso, solo podía sentir como su pecho le dolía al ver los ojos de Regina cristalinos, llorosos, verla tan frágil…Emma Swan solo podía pensar en las veces que había soñado que algo más que amistad podría surgir entre Regina y ella, no sonaba increíble? La Salvadora y la Reina Malvada…Pero para Emma sonaba perfecto, muchas veces se dijo que solo debía esperar y tener paciencia para que algo sucediera, para acercarse a ella y atreverse a decirle cuanto la quería…Tiempo…Un tiempo que ya no tenia, un tiempo que se agotaba a cada segundo que Regina agonizaba en los brazos de Emma…De que servía todo eso? De que servía cada pelea verbal, cada sonrisa fugaz y mirada cómplice que ocultaban tantos sentimientos?...De que servían si ahora los ojos verdes de Emma no dejaban de liberar lágrimas al ver como de los ojos chocolate de Regina se iba la vida lentamente…como caían al borde de la vida y la muerte…Emma Swan siempre se había jactado de saber leer las emociones de Regina a través de su mirada, con solo mirar los ojos de la morena entendía perfectamente lo que pasaba por la cabeza de la que alguna vez fue la tan temida Reina Malvada…Pero ahora no veía nada, solo veía como de sus ojos se escapaba la vida…dejando el vacío…

-Emma-musito Regina temblando de frio y con un rastro de sangre corriendo por la comisura de sus labios al sentir a Emma junto a ella, arrodillada y abrazándola para pasarle un poco de calor, sintiendo más dolor por ver a Emma llorando con el alma rota que por el impacto de la flecha…Regina no sabía por qué había hecho eso, todo fue tan rápido, pero en cuanto vio la flecha dirigiéndose a Emma no pensó más, tenía que salvarla, no podía permitir que algo le sucediera, quizá fue estúpido pero por tan extraño que pareciera Regina se sentía bien, como si por fin hubiera logrado entender por qué a pesar de todo aún seguía soportando a Emma Swan, aguantando cada estupidez de la rubia, por que seguía gozando las peleas verbales con la rubia…Era simple…Tan simple que nunca se dio cuenta…No podía dejar que algo malo le sucediera a la madre de su hijo…No cuando sentía tantas cosas y sentimientos tan intensos por Emma…por la hija de Blanca Nieves…Pero esas son jugadas del destino que ella jamás comprendería, y que no se esforzaría por comprender, no ahora que estaba recostada sobre las piernas de su Salvadora y envuelta en sus brazos

-Shhh, no, no hables…No te esfuerces-susurro Emma con la voz rota, sintiendo como las lágrimas no la dejaban hablar, como su pecho parecía doler cuando respiraba, y Regina cuando la miraba lo sabía, sabía que su vida estaba acabando y lo único que le dolía a la Reina Malvada era pensar en Henry, en su hijo, en su pequeño príncipe que tanto amaba, saber que no volvería a verlo, que no lo vería convertirse en un hombre, nunca imagino que su vida acabara tan rápido…Le dolía saber que no volvería a pelear con Emma por alguna estupidez que la rubia hubiera cometido…Esas cosas dolían mucho mas que la herida que estaba acabando con su vida-Regina, mírame…-suplica Emma tomando el rostro de Regina entre sus manos, sintiendo el frio de su rostro, un frio que le provoco escalofríos ante la idea de perderla

-No, Emma…-Regina no pudo continuar hablando, Emma la cayo al poner un dedo sobre sus labios, la morena no opuso resistencia, realmente no se sentía con fuerzas para emitir mas de una oración, Emma se aferró a ella con fuerza, abrazándola fuertemente, temiendo que al soltarla no pudiera mirar sus ojos abiertos.

-No te atrevas a rendirte, Regina-espeto Emma con una firmeza que dolía, Emma trago saliva y esforzándose por callar su llanto trato de hablar-Por qué lo hiciste?-pregunto Emma mirándola con dolor, observando los ojos de Regina-Dime que hago…Dime como te ayudo, como te puedo curar? No te atrevas a dejarme, Regina Mills, no lo hagas-rogaba Emma con el llanto impidiéndole seguir hablando, aferrándose a Regina, quien sentía como de sus ojos salían lagrimas sinceras, lágrimas de dolor al ver la desesperación de la rubia por salvarla, dolor al saber que nada podría hacer Emma por ella-Solo necesito que me digas como puedo salvarte, mi magia ayudara no? Para eso servirá, solo necesito que me ayudes-suplico Emma mirando fijamente a Regina, quien solo pudo asentir con dificultad, la morena cerro los ojos y dejo escapar unas lágrimas de dolor…Eso fue todo para Emma Swan, eso fue todo antes de que una nube de humo blanca las envolviera a ambas y las llevara al hospital…

Emma no sabe como pero estaban en medio de la sala de urgencias del hospital de Storybrooke con Regina en brazos, para la rubia no existía Ingrid ya, no existía la gente del hospital que las miraba sorprendidas y atónitas al ver a la Salvadora con la Reina Malvada en brazos y con sangre…Emma solo sabe que debe salvar a Regina, que debe ayudarla…

-Ayúdenla, ahora!-grita Emma con autoridad y miedo, provocando que una oleada de enfermeras salieran del asombro y se acercaran a ella con una camilla, donde Emma dejo cuidadosamente a Regina sin soltar su mano-Whale, sálvala-suplica Emma mas que como una orden, Whale traga saliva al ver a Regina así de mal frente a el, y siente como si todo fuera una alucinación el ver a la imponente Reina Malvada que conoció en su palacio ahora debatiéndose entre la vida y la muerte ante el

-Déjeme atenderla, sheriff, dígame lo que paso-musito Whale aun con la mirada clavada en Regina, tomando su pulso que era débil, sin perder tiempo Whale y las enfermeras llevaron a Regina a un cuarto para atenderla mejor, Emma no soltaba la mano de Regina, no iba a hacerlo, Whale miro a Regina inconsciente y no dudo en cargarla con cuidado y dejarla sobre la cama, Whale sintió que se trataba de una muñeca que se rompería en cualquier momento, le debía a Regina salvarla, le debía intentar ayudarla, se lo debía después de ayudar a Rumplestilskin a engañarla, se lo debía después de lo sucedido con Daniel, y le pagaría la deuda, de verdad que quería hacerlo

-Eso fue lo que paso, ella me salvo-decía Emma después de haber explicado lo mejor que pudo lo que había sucedido, Whale trago saliva, las enfermeras habían terminado de conectar a Regina a las maquinas, pero el rostro de Whale estaba pálido y su semblante era una sentencia para Emma

-Emma, yo quisiera salvarla, de verdad que si, pero esto es magia-musito Whale debatiendo su mirada entre Emma y Regina, sintiéndose impotente de no poder hacer algo que ayude-Lo siento, Emma, ante esto yo no puedo hacer nada-dijo Whale con derrota, Emma se quedó inmóvil, sin reaccionar, en medio de la habitación, sujetando la mano de Regina que estaba inconsciente…Ella estaba muriendo y no había nada que pudieran hacer para evitarlo…Eso no debía pasar, eso no puede pasar, piensa Emma sintiendo como la rabia y la impotencia se apoderaban de ella, negándose a aceptarlo

-Como que no puedes hacer nada?-gruño Emma con el semblante enfurecido, tomando a Whale por la bata de médico y forcejeando con el, desahogando su frustración y dolor con el médico-Se supone que eres doctor, que salvas vidas!-gritaba Emma desesperada contra Whale, quien no ponía resistencia ante Emma, estaba tan abatido como ella-Tienes que salvarla, ella no puede morir-decía Emma llorando como si la vida se le fuera a ella también-Es Regina, es Regina por el amor de Dios-se quejó Emma ejerciendo ms fuerza contra Whale y conteniéndose para no golpearlo

-Emma, lo siento, es la verdad-dijo Whale derrotado, Emma sintió como su corazón se desgarraba por dentro, y su mirada se oscureció al mirar al médico, mirándolo amenazante

-Si estás haciendo esto porque aun la odias…Yo te juro que te matare, Whale, te matare si no haces algo para salvarla, tienes que hacerlo-suplica Emma en un último intento, pero la mirada del doctor le decía que no era el caso, le decía que no mentía, y Emma hubiera preferido que no fuera así, que le diera esperanzas de salvarla, Whale sintió como Emma perdía fuerzas en su agarre y la abrazo para reconfortarla, lamentándose no poder salvar a la que fuera la Reina Malvada.

2 horas habían pasado…2 largas horas desde que Emma había llegado al hospital con Regina en brazos…Ya no había nada que hacer...Emma solo se quedó allí, sentada en una de las sillas del hospital, afuera de la habitación de Regina, no había podido seguir en la misma habitación que la morena, no cuando sabía que no podía hacer nada para ayudarla…No soportaba mirarla y ver como se escapaba su vida sin poder evitarlo…Whale y unas enfermeras intentaron hablar con ella, pero Emma parecía ausente, como si en ese momento no estuviera ahí…Como si en el instante en que Regina había cerrado sus ojos para siempre la vida de Emma también se hubiera ido…

-Podrían cuidar de ella mientras regreso? Necesito hablar con mis padres-musito Emma con dificultad, levantándose de la silla como pudo, la rubia ya no lloraba, ya no sentía nada, se sentía vacía, se sentía vacía al saber que Regina, que su tormento personal ya no estaba con ella, que se había marchado para siempre…

Emma camino con la cabeza baja hasta casa de los Charming, su mente estaba en blanco, caminaba por instinto, como si su cuerpo le respondiera en automático, todo parecía tan irreal, como si fuera un sueño, una pesadilla de la cual suplicaba despertar…Emma llego al departamento de sus padres y subió las escaleras con lentitud…En cuanto entro se encontró con Mary Margareth que la miraba con una cara de asombro y a un David que cargaba a su hermano que parecía había parado de llorar

-Emma, por fin volviste!-grito Mary Margareth lanzándose a los brazos de su hija, sin notar la tristeza que abarcaba todo el rostro de Emma.

-Como les fue? Encontraron la cueva de la Reina de las Nieves?-pregunto David sonriendo sin mirar a Emma, dejando a Neal en su cuna para poder saludar a su hija mayor.

-Donde esta Henry?-pregunto Emma sin más, Mary Margareth observo mejor a su hija y noto que algo no andaba bien, David miro detenidamente a Emma y sintió un mal presentimiento.

-Fue a dar un paseo con Elsa y Anna-dijo David acercándose a ella-Que sucede Emma, todo esta bien?-pregunto David ya consiente del estado de su hija, pero Emma no respondía a sus preguntas, su mirada estaba perdida en algún punto

-Que paso, Emma?-pregunto Mary Margareth de nuevo, sintiendo un escalofrió recorrer su cuerpo, deseando que no fuera nada grave, pero algo le decía que no era así.

-Ella la mato-dijo Emma sin más, reaccionando por fin, dejando inmóviles a David y Mary Margareth, que parecían palidecer ante las palabras de Emma.

-Quien mato a quien, Emma, que paso?!-pregunto Mary Margareth casi gritando, comenzando a respirar agitado, David paso su mano por el hombro de su esposa, ambos mirando a su hija

-Está muerta-dijo Emma, alarmando aún más a sus padres, los ojos de Emma se inundaron de lágrimas una vez más-Está muerta y yo no pude hacer nada para salvarla-dijo Emma llorando silenciosamente, con un llanto que desgarro el alma de sus padres-Ella me salvo…Regina se sacrificó por mí y no pude salvarla-termino de decir Emma antes de romper en llanto, dejando a David y Mary Margareth en shock, ambos mudos e inmóviles, como si no terminaran de procesar la información, los ojos de Mary Margareth se llenaron de lágrimas al escuchar las palabras de su hija

-Emma…-Mary Margareth dejo caer un par de lágrimas sin poder evitarlo, se acercó a Emma para mirarla a los ojos-Dime que no es cierto-pidió la morena con suplica, Emma deseo poder hacerlo-Regina no pudo morir, ella no…-Mary Margareth rompió en llanto y David la abrazo, consolando a su esposa, aunque los ojos del príncipe también estaban llenos de lagrimas

-Lo es…Regina me salvo pero yo no pude hacer lo mismo por ella-decía Emma llorando sin poder evitarlo-Whale dijo que no podía hacer nada por ella…Ingrid la mato…-Emma dejo de hablar al momento en que Mary Margareth se había soltado de David y se lanzaba a los brazos de Emma, aferrándose a ella, ambas llorando desconsoladas

-Emma, lo siento mucho-musito David acercándose a abrazar a su esposa e hija, sintiéndose agradecido con Regina por salvar a Emma, pero triste por no poder seguir contando con la ex Reina Malvada, su relación había mejorado en el último tiempo…Emma se apartó de sus padres y se dejó caer en el pequeño sofá de la sala

-Sin ella no me siento como una heroína...no me siento la salvadora-dijo Emma con la voz rota, mirando al suelo y recordando una y otra vez la escena en que perdía a esa mujer que tanto amo en silencio durante mucho tiempo, un tiempo que ahora se arrepentía de haber perdido...Por su parte, Mary Margareth lloraba desconsolada en los brazos de su marido, sufriendo al saber que aquella mujer que tanto amo y odio durante años ya no estaba, su relación con Regina había mejorado mucho y estaban empezando a formar una familia…pero ahora ya no podría ser, ya no sería jamás…La puerta de la casa se abrió dando paso a un muy emocionado Henry…

-Qué bueno que ya llegaron, ma, Anna y Elsa me dejaron abajo, tenían que alcanzar a Kristoff-dijo Henry acercándose a Emma para saludarla, sin notar aun la tristeza que todos tenían ahí-Estábamos paseando y me acorde de mamá cuando…-Henry noto el rostro de Emma, noto sus lágrimas inundando sus ojos y sintió un golpe en el pecho, el niño lo supo de inmediato, sabía que algo había pasado, algo malo, Henry se dio media vuelta y vio a sus abuelos llorando, supo que algo grave había pasado, y en ese momento cayo en cuenta de algo-Emma…Mi mamá vino contigo? Dónde está mi mamá?-pregunto Henry con un nudo en la garganta, deseando que sus temores no fueran reales, que la rubia le dijera que su mamá estaba por ahí y todo estaba bien…Henry salió corriendo al baño y a la cocina, abriendo las puertas con desesperación-Mamá!-grito Henry con desesperación al no encontrarla-Mamá estas aquí?-pregunto el muchacho comenzando a sentir lágrimas en sus ojos al darse cuenta que Regina no estaba en ningún lado de la casa, Henry corrió a la sala y miro a sus abuelos y a Emma, quienes lo miraban con tristeza marcada en sus rostros

-Henry…-Emma se levantó del sofá con los ojos llorosos, sin saber cómo decirle a su hijo que su madre había muerto hace un par de horas, Henry la miraba con angustia

-Qué pasa?-pregunto Henry comenzando a desesperarse, mirando a todos-Donde está mi mamá?-pregunto Henry mirando a Emma y sus abuelos, quienes negaron con la cabeza en silencio, Mary Margareth volvió a romper en llanto sin poder evitarlo-Esta en la mansión, cierto?-pregunto Henry respirando agitado, el llanto amenazaba con salir, Henry estaba a punto de llorar y fijo su mirada en Emma-Emma…donde está mi mamá?-musito Henry con la voz rota, con los ojos llorosos, sintiendo un vacío en su pecho y una voz en su cabeza que le gritaba que su mamá ya no estaba, que ya nunca estaría con el.