Después de mucho tiempo de ausencia al fin le traigo la continuación de esta historia. Espero que aún no hayan perdido el interés y pueda disfrutarla. El final ya está cerca y esta vez no tardará casi una eternidad.
Muchas gracias por sus comentarios!


From the inside

En cada segundo podía sentir como el latir de mi corazón golpeaba todo mi cuerpo, mi respiración se había hecho lenta como si evitara romper la atmosfera a la cual me había inmenso al comenzar a correr la serie de videos que contenía el archivo. Sentía que estaba viendo un pasado que Maura intentó esconder con todas sus fuerzas, pero del cual siempre estuvo cargando sin poderse librar de él y ahora aquello quizás pudiera darme una idea de dónde encontrar tanto al asesino como a la forense. Suspiré y sin pensarlo más abrí mis ojos para observar la escena que aparecía en la pantalla.

Se encontraba Maura dentro de un pequeño cuarto en color rojo, las paredes estaban diseñadas con material especial para aislar el sonido, alrededor se exhibían instrumentos del sadomasoquismos, desde látigo hasta falos y esposas de diferentes tamaños y grosores. La débil luz que iluminaba la habitación sólo ayudaba a crear un ambiente de misterio, ya que la proyección de sombras era más marcada provocando la fantasía de ver más personas. Tras transcurrir varios segundos, noté que una primera mujer entraba ataviada con una bata negra seguida por una segunda persona; era una mujer alta de cabello negro largo, su cuerpo era resaltado por un traje de color rojo, el cuál realzaba sus pechos y glúteos además de contar con una fusta la cual golpeaba repetidamente contra la palma de su mano. El audio aunque era bajo se podía escuchar con claridad como la segunda mujer le daba órdenes a la encapucha de desvestirse y colocarse frente a ella. Los segundos parecieron ir más lento al ver como la prenda caía y daba paso a una espesa cabellera rubia con destellos rojizos; en el segundo en que la cámara enfocó su rostro; sentí como mi cuerpo se detenía por completo, ya que sin lugar a duda se trataba de Maura. Intenté detener el video, pero ninguna parte de mi cuerpo respondía a mi orden, ni siquiera sabía si a estas alturas seguía respirando. El tiempo seguía transcurriendo y la escena comenzaba tomar forma, la dominante por llamarla de alguna manera, comenzó a dar indicaciones a la forense las cuales impedí que se escaparan de mi campo auditivo.

-Como sabrás, estás aquí ya que firmaste el contrato el cual me protege por cualquier inconformidad que se presente durante el acto, así mismo estas dispuesta a cederme todo poder de hacer lo que me plazca con tal de recibir satisfacción, en pocas palabras te conviertes en la sumisa.- Declaro la morena. - ¿Tienes alguna objeción? Cuestionó segura de la respuesta.

-No.- Respondió la forense sin dejar apartar la vista de su rostro. Parecía como si estuviera contemplando un ser místico, el brillo de sus ojos además de reflejar deseo también transmitía una completa seguridad y un afecto que jamás le había visto.

-¿Si qué?- Sentenció la morena.

-Si ama.- Respondió Maura sonriendo ante el pequeño enojo de su dominante.

La morena le pidió a la forense que se pusiera de pie y se colocara en el centro de la habitación, Maura siguió sus indicaciones y como si aquello fuese algo natural la morena blandió su fusta golpeando la piel de sus glúteos, Maura apenas soltó un gemido tras recibir el golpe. Durante varios minutos la mujer observaba el rostro de la forense; no pude precisar si estaba buscando algún rastro de duda o bien quería descubrir algo más. En cada segundo que pasaba sentía que mi cuerpo se estremecía hasta darme cuenta que mis manos estabas aferradas al filo de la mesa volviendo mis nudillos completamente blancos. Tras analizar y dar por satisfecho su estudio interno tomó las muñecas de Maura y los sujetos con arneses, junto con sus tobillos. El cuerpo de la forense quedó inmovilizado, sólo su dominante podía caminar sin ningún problema a su alrededor, contemplando el perfecto cuerpo de Maura.

Al paso de unos minutos la mujer sonrió para sí misma y golpeó de nueva cuenta el cuerpo de Maura, pero esta vez con más fuerza, provocando que un gritó saliera de sus labios para después ser callado con sus labios; traduje ese acto como un pequeño premio por su obediencia ya que carecía de conocimientos en ese tipo de actos.

-Borra esa tonta sonrisa de tu rostro petit, ya que no te he dado permiso para que disfrute.- Sentenció la mujer con un tono autoritario y golpeando el costado derecho de la forense. – Te recuerdo que tenemos reglas establecidas y estas no deben ser quebrantadas. ¿Has entendido?- Alzó su tono de voz acompañado de otro latigazo, pero esta vez en la espalda. El sonido hizo estremecer mi cuerpo, acrecentando una rabia hacia esa desconocida.

-Lo siento, no volverá a pasar, Ama.- Respondió cerrando los ojos al sentir un segundo golpe en la espalda.

-Sabes que no me gusta la desobediencia, ya que no habría recompensa para ti, mi querida petit.- Justificó sus palabras besando la marca que había dejado la fusta en su espalda. – Si permaneces en silencio durante el siguiente acto, te prometo que te llevaré a un estado de éxtasis total.- Apremió besando la mejilla de la forense.

-Si ama.- Respondió sin dejar de ver el rostro de la morena.

El tiempo pasaba y la dinámica seguía su curso como si todo hubiese sido ensayado, la morena golpeaba repetidamente el cuerpo de Maura con diferentes artefactos los cuales incrementaban las marcas, pero al mismo tiempo la excitación por ambas partes. Una parte de mi quería dejar de ver el video y seguir con la búsqueda de la forense pero sabía que aquello era la prueba que necesitaba para dar con su paradero por lo que debía ver cada uno de los videos hasta el final.

-Sabes Petit, de todas las mujeres que han estado en este cuarto, tú eres mi favorita, tienes esa mirada desafiante la cual no piensa doblegarse ante mi autoridad aun cuando seas castigada de formas las cuales jamás creí utilizar en ti.- Expresó la morena sosteniendo el rostro de la forense con la punta de la fusta.-

-Gracias.- Respondió Maura desafiando su mirada.

-Sabes que odio pero al mismo tiempo amo esa mirada tuya.- Habló al golpear al mismo tiempo la espalda de Maura produciendo que ella gritará del dolor.

- Anyala.- Gritó Maura al sentir como otro golpe era proporcionado a su espalda.- ¡Anyala!.- Volvió a gritar pero esta vez apartando su rostro de la cara de la morena.

-Lo siento Maura, yo… me deje llevar.- Se disculpó liberando a la forense.

-Descuida, supongo que a veces uno puede perder el control cuando su cerebro segrega demasiado dopamina y adrenalina.- La justificó tomando su rostro y depositando un cálido beso en sus labios.- Podremos seguir mañana si aún lo deseas.

-Me encantaría.

El video había finalizado en ese cálido beso, golpeé con fuerza el escritorio al punto de hacer una fisura en la madera del mismo. Respiré profundamente, concentrándome en lo importante, el buscar a Maura y no dejarme llevar por los celos absurdos como si fuese una estúpida colegiala, era claro que en ese época Maura amó y estuvo con varias personas, así era ella, jamás se dejó atar por nadie, pero ese beso, era diferente de las veces que la había visto hacerlo, expresaba un claro amor hacia esa persona pero sobre todo compresión de sus actos. Al pasar al siguiente video la escena volvía a repetirse, el hablar de la palabra de seguridad la cual había descubierto que era lo único que hacia detener el acto, así como el consentimiento que Maura había otorgado a la morena, permitiéndole hacer lo que ella deseara a cambio de placer. Durante varios minutos el acto se llevaba sin ninguna complicación, golpes, recompensas, seguido de más golpes para después llegar al éxtasis en ambas partes; sin embargo ocurrió la misma escena la morena volvía a golpear con más fuerza a Maura provocando que usara la palabra de seguridad, por un segundo la morena observo el rostro desafiante de Maura y no dudo en golpear una segunda y tercera vez sobre su costado derecho hasta provocar que los brazos de la forense se cubriera de los golpes que estaba recibiendo, aun cuando insistía en repetir una y otra vez "Anyala" Me levanté de la silla al ver como la forense estaba siendo golpeada con mayor fuerza hasta llevarla al borde de las lágrimas, su cuerpo se encontraba hecho un ovillo, mientras que los golpes eran repartidos por todo su cuerpo, la morena reía y se tocaba así misma al escuchar y ver como se encontraba Maura, y ella como pudo gritó con todas sus fuerzas hasta hacer que los golpes cesarán. Amabas se observaron con desconcierto, la morena con culpa mientras que la forense con miedo, aquella expresión que había tenido de desafío hace minutos había desaparecido por completo.

-Esto no puede seguir, creo que….- Intentó hablar Maura pero fue callada por una bofetada en el rostro.

-Jamás debes interrumpirme de esa manera, ¿Lo has escuchado?.- Dijo cambiando drásticamente el semblante- Limpia este desastre.- Ordenó saliendo de la sala.

La forense intentó ponerse de pie, pero sus piernas simplemente habían decidido dejar de responderle. Observé el tiempo de la cinta y había transcurrido dos horas desde que la morena abandonó la habitación, en ese lapso Maura permanecía en el suelo sin siquiera poder mover un músculo de su cuerpo. Adelanté la cinta al menos unos veinte minutos más y al reproducirla vi como luchaba por ponerse de pie y caminar hacia la puerta para abandonar el cuarto. Cerré los ojos e intenté buscar una lógica a lo que estaba viendo, para que llevar acabo el dichoso contrato o crear una palabra de seguridad si al final no se iba a respetar, pero sobre todo porque Maura seguía practicando algo tan desagradable, ¿qué había ocurrido para que ella terminara en esa situación?

Lo últimos tres videos eran incluso peor, los actos ya no tenían nada de placer para Maura sino todo lo contrario era más un castigo que una satisfacción, sin embargo la morena se encontraba perdida en placer, por el exceso de fuerza que ejercía en el cuerpo de la forense; ya que las marca iban en aumento a tal punto de ver correr sangre en su espalda y brazos. Cerré de golpe los videos al saber que no podían ayudarme en nada sino todo lo contrario; pues ahora creía que esa misma persona era la culpable de cada una de las muertes pero sobre todo de la desaparición de Maura.

Tenía una teoría, el agresor siente un alto índice de placer al infligir dolor al cuerpo de Maura y como ella se reusó a seguir con su juego buscó la manera de atraerla de nuevo al tablero, en este caso comenzar a matar a personas con una complexión similar a la de ella, pero no conforme con ello intenta herirla no sólo físicamente sino psicológicamente ya que ella sabe que la estoy buscando y tratará de infundirle vergüenza al decirle que quizá ya descubrí su pasado y por ende desistiré de su búsqueda por rechazo. ¿Podría Maura creer que yo la dejaría de buscar por algo que paso hace años? La respuesta sin duda era un rotundo si.

Tomé una fuete bocana de oxígeno hasta hacer que todo a mi alrededor diera vuelta por la intensidad de mi acto, suspiré sin aparta mi vita del ordenador y ver como el video que horas antes me habían indicado que observara seguía pasando la misma escena, repasaba una y otra vez los acontecimientos pero parecía como si hubiese llegado a un callejón sin salida. El sonido del timbre le levantó de mi concentración, busqué mi arma comprobando que esta estuviera cargada. Salí del estudio para dirigirme con cautela a la entrada; abrí con demasiado cuidado la puerta para ocultar el arma en caso de ser alguien inocente. Me sorprendió ver en la entrada a Diana con aquella sonrisa la cual siempre consigue lo que desea. Exasperada por su insistencia esbocé una media sonrisa e intenté lucir lo más educada posible.

-Hay algo en lo que pueda ayudarte?- Cuestioné con más brusquedad de lo normal.

-Le puedes decir a Maura que la reunión es a las 5;00 pm, espero que sea puntal.- Explico ignorando la brusquedad de mis palabras.

-Claro, le daré tu recado.- Dije cerrando la puerta con brusquedad, pero la mano de Diana evito que esta se cerrara por completo.- Oh Jane, pensé que intentarías fingir un poco más.- Habló al abrir la puerta por completo, sus ojos recorrieron mi cuerpo hasta ver como mi mano sostenía el arma.- Espero que no recibas así a todas las visitas.- Expresó sonriendo por la escena.

-Puedo saber porque debería fingir?- Cuestioné con cautela. Desde un inicio había sentido que Diana planeaba algo, pero si ella había sido la causante del secuestro de Maura, estaba en lo equivocada si creía que iba a salir con la suya.- Te hice una pregunta.- Exclamé acorralándola contra la puerta mientras sujetaba uno de sus brazos tras su espalda a tal punto de quebrarlo.

-Sasha me dijo que vio a Maura salir del bar con otra mujer, así que… pensé que te… encontraría destrozada.- Gimió al sentir la presión en su brazo.- Jane… me estás lastimando.- Suplicó al borde de las lágrimas.

Observé su rostro para identificar si sus palabras habían sido alguna clase de broma o si podía considerarla como pista para dar con el paradero de Maura; y en sus ojos vi que aquello era verdad. La solté me alejé de ella cerrando con fuerza la puerta; me dirigí rápido al estudio para tomar las llaves del auto para buscar a Sasha y saber la apariencia de la mujer con la que se fue la forense.

Durante el trayecto al bar, mi mente iba pasando las imágenes de las torturas a las cuales Maura fue sometida, trataba de buscar un patrón alguna pista sólida que me dijera que dirección tomar, pero era como si estuviese dejando pasar algo por mis sentimientos hacia ella, debía pensar como una detective y no como alguien enamorado. Golpeé con fuerza el volante al ver la luz roja del semáforo. Cerré mis ojos intentando tranquilizar mi respiración y aquello me hizo recordar la palabra de seguridad "Anyala" Intenté tomar mi celular pero al recordar que este estaba extraviado me hizo soltar una sarta de juramentos por la desesperación ya que necesitaba contactar con Frost y cuestionarlo sobre algo que quizás mi compañero pudiese saber. Al llegar al bar, vi que a lo lejos se encontraba Sasha cargando unas cajas con botellas de cerveza y alcohol, la saludé con un gesto, le pregunté que si podía usar rápido su celular por lo que ella me vio con rareza para después tenderlo en mi mano.

-Si gustas puedo darte tu celular, lo dejaste ayer sobre la barra cuando saliste con Maura.- Dijo buscándolo detrás de la barra.- Toma.- Reemplazo su celular con el mío sin esperar a que cuestionará aquello.

Lo tomé y me alejé un poco, revise las notificaciones y teniendo varias llamadas perdidas de Frost y Casey, ya tendría tiempo de explicarle a Casey lo que había ocurrido en cada de que esta pesadilla llegase a su fin. Marqué el número de Frost el cual contesto al primer tono.

-Tienes alguna noticia de Maura?.- Cuestionó con miedo.

-Aún no, pero creo que estoy a punto de saber quién la secuestro y para ello necesito de tu ayuda; ¿has visto todos los videos que estaban encriptados?.- Cuestioné en voz baja.

-Afirmativo, has encontrado algún patrón?

-Por casualidad la palabra "Anyala" te es familiar?

-Si, todas las mujeres en los videos terminan gritando esa palabra.- Explicó con desagrado producto de las imágenes que se le formaban en la mente.- Acaso tiene algo que ver con la Dr. Isles?- Cuestiona esta vez con voz queda.

-Busca en la lista de las mujeres que viven aquí alguna coincidencia con ese nombre no importa que sea de un sobrenombre, ya que por la personalidad de esta mujer quien disfruta del dominio absoluto podría haber sido tan egocéntrica para usar su propio nombre y dar al mismo tiempo el perdón de sus actos.

Tras finalizar mi llamada con Frost me acerqué a la barra donde me esperaba Sasha con un gesto de preocupación y desconcierto; no sé hasta qué punto había sido capaz de escuchar, pero poco importaba ya que tras escuchar que ella pronunciaba el nombre que hace segundos le había dicho a Frost, mi cuerpo se heló por completo pues en sus ojos pude distinguir el horror de una persona que ha experimentado por un trauma imposible de superar. El sonido de un cristal quebrándose contra el piso hizo que ambas despertásemos del trance al cual nos habíamos sumergido. Tragué saliva al estar a punto de preguntar su expresión, pero fue ella la que impidió que tal cuestionamiento saliera de mis labios.

-Ella se llevó a Maura verdad?- Me cuestionó como si yo supiera la respuesta.- Vi como las tres salieron del bar, al principio creí que era alguna amiga de Maura, ya que lucía feliz y no tensa, pero después tu regresaste por el bolso de Maura pero alcancé a ver como ellas ya no estaban en la entrada donde tú las habías dejado.- Explicó con un deje de miedo por las palabras expresadas, como si aquello fuese a costarle la vida.

-Puedes decirme de quien estamos hablando, quien es esa tal Analaya?- Pronuncié al fin su nombre con miedo y furia en partes iguales.

-Es la persona con la cuál jamás desearía que Maura esté a su lado, ella es la causante de que Maura se alejará para siempre de aquí, de que Edeline se refugiara a las afuera de Femme sur le ciel, ella ha causado tanto dolor…- Su voz que quebró producto del llanto o quizás del miedo.- Su nombre es… Ayalana.- Susurró a penas lo suficiente para que la escuchara. El sonido de mi celular cortó con la atmósfera.

-Jane el nombre es.- Lo corte al pronunciarlo primero que él.- Cómo sabes eso?

-Alguien me lo acaba de confirmar. ¿Qué sabemos de ella?.- Le cuestioné sin perder de vista a una Sasha la cual se encontraba al borde del llanto.

-Su madre es una de las fundadora del Femmer sur le ciel, tiene varias propiedades y…- Un silencio llenó la línea al principio creí que se había cortado, pero al escuchar la respiración de Frost entendí que había encontrado algún dato muy comprometedor. – Es una de las fiscales con mayor influencia y por lo que veo de las más conocidas, es por ella que nadie había sospechado de los asesinatos, pero sobre todo de los registros médicos de las mujeres que habían sido golpeadas en los videos que vimos, ya que… nadie levantaba cargados en su contra, todas adjudicaban algún evento diferente de lo que había ocurrido salvo una persona.

-Maura.- Dije sin más. – Y quizás cuando ella habló al respecto coincide con la fecha de salida del femme sur le ciel.- Terminé la frase al deducir algo tan simple.

-Es correcto, pero eso no es todo Ayalana también se aparta de ahí y su rastro es confuso.- Pero en cuanto Maura ingresa al departamento de Boston como médico forense sus actividades vuelven a ser notorias, es como si ella estuviera esperando a la Dr. Isles hiciera su aparición en escena para poder llamar su atención, una clase de ¿juego?- Deja la pregunta al aire.

-¿Alguna de sus propiedades pasa desapercibida?-

-Ninguna, todas son grandes, estructuras que datan de siglos.- Explica

-Si ella es fiscal y tiene a casi a todas las mujeres de su lado, tendrá algún lugar como la policía de su lado algún departamento de justicia a su nombre?- Esperé paciente hasta que Frost realizará una búsqueda hasta dar con algo a lo que buscar.-

-No puede ser, ella es prácticamente dueña del departamento de policía, descargué el plano y consta con un cuarto completamente oculta incluso hasta para el personal. El arquitecto debió ganar una suma considerada de dinero ya que existen dos planos uno donde muestra ese cuarto y otro donde siquiera pensarías en mirar ahí. En estos momentos te lo estoy enviando.- Exclama con un poco de emoción.- Sé que la encontrarás a tiempo.