Chasing My Destiny.

Capítulo 5.

La muerte de Issei.

(Parte 2).

Por un amigo…

Alrededores de Kuoh (Minutos antes)

La velocidad con la que se desplazaba por el sitio era increíble, evadía y saltaba por los distintos obstáculos naturales que la zona le colocaba con una gran maestría.

Pequeñas gotas de agua caían sobre su rostro y su ropa mientras que el sonido característico de pisar el agua encharcada hacía eco por el lugar.

Su apariencia no era la mejor de todas; la tela que cubría la piel por debajo de sus rodillas se encontraba parcialmente cubierta de lodo al igual que sus zapatos, su camisa se encontraba totalmente mojada y en algunos sitios resaltaba un pálido color verde que había sido producido cuando el joven había entrado a la zona montañosa y por consecuencia, había impactado con algunas de las varias ramas y plantas que había por el lugar.

Su expresión amable y refrescante de chico apuesto que siempre mantenía impecable ahora se transformaba en una expresión seria mientras esos ojos grisáceos recorrían la zona incesantemente.

Aun así, esto no parecía molestarle en lo más mínimo al príncipe de Kuoh, si no que más bien una pequeña sensación de nostalgia lo invadía por instantes, ya que si bien la época era diferente, la zona en si se parecía mucho al lugar en el que hace ya mucho tiempo había entrenado hasta el cansancio con su maestro.

Lamentablemente, ahora mismo él no se encontraba en una situación en la que pudiese detenerse de improvisto y pudiese admirar el paisaje a sus anchas. Tenía en mente un claro objetivo que era la razón por la cual se desplazaba a tan monstruosa velocidad, dicho objetivo tenía nombre y apellido, Hyodo Issei.

El rubio había decidido emprender carrera en el momento en que considero todas las posibilidades que pudieran afectarle después de haberse separado de su pelinegro "compañero", si es así como calificaría a Saiga.

Sabía perfectamente que todas sus compañeras de clan estaban más que molestas con el que el había proclamado su mejor amigo. Sin lugar a dudas ellas lo atacarían en el preciso momento en el que lo encontraran de improviso.

Eso era lo que le preocupaba.

Issei podría barrer el piso con cada integrante del grupo Gremory sin excepción si el así lo quisiera, eso estaba más que claro para todos los que lo conocían, sin embargo, en estos momentos él no se encontraba en una situación a la que se pudiese llamar beneficiosa, y aunque así lo fuera, él estaba totalmente seguro de que Issei jamas se atreveria a atacar a sus compañeros sin importar cuanto daño le causasen.

Además de ello, también le molestaba el hecho de que su mejor amigo se encontrase con Saiga a quien no hace más de diez minutos le había tirado todo el teatrito de chico bueno, dejando así ver que de bueno no tenía nada, o por lo menos eso aparentaba.

Recordaba la sonrisa psicópata que el había profesado justo antes de desaparecer y gritar a los cuatro vientos que mataría a Issei sin importar lo que le costase.

Fue allí donde se dio cuenta.

El pelinegro escondía además de un gran secreto, una abrumadora cantidad de poder que posiblemente nunca antes se había visto en ninguno de los mundos y que por razones que el desconocía, no había demostrado cuando ambos tuvieron su pequeño encuentro.

Al pensar detenidamente en ello, un escalofrió recorrió todo su cuerpo, razón por la cual aumento la velocidad.

Poco a poco, la vegetación predominante había comenzado a volverse más espesa y con ello, también se amplificaban los estruendosos alaridos que se proclamaban en el calor de la batalla.

El eco que proporcionaba la zona hacia que para el rubio localizar el lugar de la batalla fuera más que difícil, por lo que, tomando un amplio impulso, salto a un arbol de altura considerable y comenzo a buscar de un lado a otro.

Desesperado, impaciente, sus ojos recorrían el lugar con velocidad mientras que todo su cuerpo se giraba bruscamente una y otra vez.

Finalmente, y después de unos segundos de incesante búsqueda, su ya de por si cansada vista se enfocó en un amplio claro dentro del bosque el cual era recubierto por toneladas de piedra que cada cierto tiempo terminaban hechas espesas nubes de polvo debido a la terrible colisión que allí se realizaba, razon por la cual bajo del árbol de un salto y contrario a hace unos minutos, comenzó a caminar.

No era como si de pronto se hubiese acobardado ni nada por el estilo, si no que queria evitar el delatar su precensia con una estruendosa llegada tal y como se lo había sugerido Berserker hace no mas de veinticuatro horas.

Se detuvo por unos segundos y sin poder evitarlo comenzó a pensar en el enigmático enmascarado. Era realmente extraño todo lo que había sucedido a su alrededor.

Primero aparecía de la nada a mitad del inframundo buscando la legendaria Llamarada Oscura del Emperador Dragón Negro, hizo de todo para poder obtenerla, incluido el hecho de haber pateado el trasero de los Dos Dragones Celestiales y la ex-Diosa Dragona del Infinito, sin mencionar que había dejado casi muertos a los mismísimos Thor y Odín, además de haber dejado medio Asgard bajo escombros.

Luego, después de haberla perdido cuando la misma entro en los cuerpos de Issei y Vali, decidido huir sin la más mínima intención de tomar venganza por ello.

Al principio pensó que la razón por la que se había dado a la fuga era porque habían aparecido Sirzechs y Grayfia, pero, si él había sido lo suficientemente fuerte como para haber trapeado el suelo con todos los antes mencionados, ¿por qué razón no se había quedado a confrontarlos?

La incógnita prevalecía y el, impaciente, trataba de encontrar sentido a los sucesos.

Después el tipo decidía aparecerse nuevamente la tarde anterior, con la excepción de que esta vez la víctima era Saiga.

Según sus palabras en el bosque del inframundo, él tenía como objetivos el destruir a Issei, Vali y a Ophis, sin embargo aun teniendo la oportunidad por alguna extraña razón los había dejado vivir. Lo mismo sucedía con Saiga. Sin mencionarlos a ellos, a todo el grupo Gremory que ya en dos ocasiones se había cruzado en su camino. Sin importar cuantas veces lo atacaban, el simplemente se defendía, jamás los había atacado por cuenta propia, y por si fuera poco, mas allá de las palizas que habían recibido, parecía que el sujeto, en lugar de confrontarlos, les daba lecciones.

Había nombrado algunas de sus técnicas y las capacidades que poseía, probablemente por simple arrogancia como actualmente lo creían Rías y la gran mayoría de los involucrados, pero él no era como ellos, a decir verdad, tal vez era el único que hasta ahora se había tomado el tiempo suficiente para darse cuenta de esos pequeños detalles que cada vez se volvían más intrigantes.

Lo dicho, era muy extraño.

Confundido, Kiba comenzó a mover los arbustos precavidamente mientras avanzaba tratando de hacer el menor ruido posible. Camino unos minutos y finalmente se detuvo

Frente a él, a no más de tres metros se encontraba un pequeño de aspecto andrógino que vestía el uniforme femenino de la preparatoria Kuoh. Curioso, ya que a pesar de poseer un rostro afeminado era un chico. Dicho sujeto se encontraba de rodillas viendo por un pequeño agujero entre los arbustos, aparentemente no se había dado cuenta de la presencia de su sempai.

Al ver esto, el príncipe de Kuoh se acercó a él con cautela y coloco su mano sobre su hombro derecho. Rápidamente noto que había sido una mala idea.

Al hacer esto, se dio cuenta que había asustado al travesti quien se disponía a gritar por reflejo, por lo que rápidamente coloco su mano en su boca logrando así evitar delatar su presencia por segunda ocasión en el día.

- tranquilo Gya-kun, soy yo -

Al escuchar la voz de su amigo, Gasper rapidamente giro su rostro para poder verlo a la cara mientras que Yuuto retiraba su mano de su boca.

Al verlo mas detenidamente, el rubio mayor pudo notar como el pequeño Vladi se encontraba temblando, sus ojos se encontraban vidriosos con unas pequeñaz lágrimas en ellos.

Se sentía impotente.

Inútil

Sin saber la razón de esto, Yuuto se decidió a preguntar. Aunque claro, la respuesta no le gustaría.

- ¿Qué sucedió? -

El vampiro ni corto ni perezoso extendió su brazo izquierdo hacia el pequeño agujero que había entre los arbustos a lo cual Kiba se decidió a observar por allí. La escena que se estaba llevando a cabo simplemente lo afecto.

Debido a que hace unos momentos el había visto el campo de batalla a una altura considerable, no se había podido percatar del estado en el que se encontraban sus compañeros, mucho menos se imaginaba que Issei se encontraría en tal situación.

Ahora lo entendía, entendía por que Gasper se encontraba temblando de esa manera, no era miedo lo que corrompía al pequeño vampiro, si no que más bien se trataba de impotencia.

Pero, ¿Por qué impotencia? La respuesta era sencilla, actualmente él era incapaz de ir directamente contra los Gremory y asi salvar a Issei, a pesar de que su mente le decia a gritos que tenía que ayudar a su amigo, su cuerpo no respondía.

Le debía mucho a Rías Gremory. Fue ella quien se encargó de brindarle un hogar y un propósito en la vida, había jurado protegerla y luchar en su nombre, por lo que ahora mismo, el que el decidiera atacarla sin pensárselo dos veces, era tabú.

Sin embargo, y aun siendo consciente de lo que le podía pasar, Kiba no se quedaría de brazos cruzados. Lentamente se puso de pie y asi sin más invoco a la espada demoniaca imperial que había obtenido tras asesinar a Siegfried.

Gasper lo miro confuso.

- Quédate aquí Gya-kun, yo me encargare de ayudar a Ise-kun -

- p-pero, Yuuto-sempai, si usted va entonces... -

- lo sé, soy perfectamente consciente de lo que me podría pasar si trato de ayudarlo, aun así estoy dispuesto a arriesgarme -

- Sempai -

El rubio volteo a verlo por última vez con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

- No te preocupes, te aseguro que lo salvare –

Actualidad

Rías Gremory permanecía estática. Sus ojos se encontraban abiertos en gran medida, tanto, que si llegase a abrirlos un poco más posiblemente estos se saldrían de sus cuencas, su boca se encontraba ligeramente abierta siendo que de alguna manera trataba de proclamar alguna palabra, más sin embargo, su voz simplemente se reusaba a salir.

Allí, a no más de diez metros se encontraba el que hasta ahora había sido su caballero más leal. Deteniendo la única oportunidad que a su parecer tenía de ser feliz.

En unos instantes y después de procesar un poco lo sucedido, su mirada se afilaba mientras sus parpados se estrechaban de una manera en la que nadie jamás la había visto hacerlo.

- ¡Yuuto! ¿Qué significa esto? -

Al escuchar su nombre ser pronunciado con tanto odio, el rubio desvió la mirada de la peliazul frente a él y la enfoco en su pelirroja ama.

- Lo siento, Rías-Buchou, pero no puedo permitir que sigan con este acto tan cruel -

Fue lo único que dijo, no tenía la concentración suficiente para decir algo más, justo ahora su atención se encontraba en la Ex-Durandal de Xenovia. Sabía perfectamente que un solo rose de esa espada le haría pasar momentos de dolor incalculables, y lógicamente, no estaba dispuesto a correr semejante riesgo.

Rías miraba confundida al caballero, no era la única, todas las chicas presentes y sin excepción observaban confusas y sin saber qué hacer ante las palabras del que alguna vez fue su compañero.

Acto de crueldad, esa frase se encontraba grabada en su psique mientras se repetía con fuerza una y otra vez, logrado confundirla aún más, por breves momentos su mente la traicionaba dando rienda suelta a su imaginación que de un momento a otro comenzaba a mostrarle imágenes de la época en la que ella era feliz en compañía de su sequito y de esa persona.

Sin embargo, los sucesos de la tarde anterior aún se mantenían frescos en su ser, una herida que aún no había cerrado y que probablemente jamás lo haría. Nuevamente su psique se encargaría de mostrarle aquella escena que la mantenía tan perturbada

"- Solo servían para entretenerme, por ello, siempre me comporte como aquel chico bueno y pervertido del que ustedes se enamoraron, eso me encantaba, me extasiaba por dentro, cada vez que las hacía pensar que realmente me importaban, cada vez que veía sus rostros ilusionados por mis palabras amorosas, verlas así siempre me hacía regocijar por dentro, se veían sumamente patéticas -"

Inconscientemente, comenzó a apretar con fuerza sus níveas manos, sus labios comenzaban a temblar de rabia. Su corazón comenzaba a latir a mil por hora mientras se cuestionaba a si misma tratando de ignorar la realidad.

Y es que;

¿Que tenía de cruel el tratar de ser feliz con la persona a la que ella había escogido?,

¿Que tenía de cruel castigar a aquellos traidores que habían osado jugar con sus sentimientos y que le habían dado la espalda a una vida llena de dicha y felicidad a su lado?

¿Qué había de crueldad en un acto en el que saldría beneficiado todo el mundo al librarse de una plaga como lo era Hyodo Issei?

Incrédula, con la venda en los ojos debido a su ignorancia, la pelirroja ensombreció la mirada mientras las finas facciones de su bello rostro comenzaban a volverse severas.

De su cuerpo una maligna aura rojiza que casi rallaba en el negro total comenzó a rodearla, bajo sus pies un amplio círculo mágico con el emblema de Gremory había aparecido y en sus manos dos llamaradas del poder de la destrucción se hicieron presentes, su cabello comenzaba a moverse grácilmente debido a la liberación de su propio poder.

El suelo a su alrededor comenzaba a agrietarse mientras que su sequito y el mismo Saiga se alejaban de ella por precaución.

Sin previo aviso, la de ojos azules arrojo con fuerza una de las dos llamaradas que se encontraban en sus manos hacia donde Kiba yacía de rodillas.

Al darse cuenta de esto, el caballero pateo con fuerza el abdomen de la peliazul apartándola de la trayectoria asesina de la ráfaga de poder, instantes después, Kiba tomo rápidamente a Issei, lo subió a su hombro y dio un amplio salto, evitando por poco la ráfaga de poder de la destrucción que termino impactando con fuerza varios metros atrás, estremeciendo la tierra a su alrededor

Cayó grácilmente, para después clavar su espada en el suelo, instantáneamente una docena de espadas sacro-demoniacas lo rodearon mientras estas comenzaban a expulsar insanas cantidades de aura, actuando asi como una barrera.

- ¡Por favor buchou!, ¡Deténgase!, ¡No me obligue a empuñar mi espada en su contra! –

- … ¡Yuuto! ¡Te daré una última oportunidad!, suelta a Ise y vuelve a mi lado, si lo haces en los próximos tres segundos, entonces tu castigo no será tan severo –

Lentamente, la pelirroja levanto su mano libre, a la par en que levantada tres dedos que se encargarían de dictar la sentencia de su caballero.

- ¡3! –

- … No sé qué le esté sucediendo o porque situación sentimental este pasando, lo cierto es que no me importan sus razones, usted ésta actuando mal, ¡Esta no es la Rías Gremory a la que respeto! –

Imperturbable, la pelirroja continúo con la cuenta regresiva.

- ¡2! –

- Usted siempre fue de las personas a las que más afecto le he tenido, me cuido y aconsejo en mis momentos más oscuros, siempre fue una buena maestra y quiero agradecerle por todo lo que hizo por mí –

- ¡1! –

- Sin embargo, Issei Hyodo es mi mejor amigo, mi hermano, ha salvado nuestras vidas en más de una ocasión y siempre ha estado cuando lo hemos necesitado, por ello, ¡Me niego a dejar que lo asesine a sangre fría! –

- Se acabó tu tiempo, puedo considerar esas como tus últimas palabras –

Lentamente, el aura negro-rojiza comenzó a moverse con brusquedad.

El rubio cerró los ojos con parsimonia, se dio el placer de la relajar sus músculos por unos segundos para después tensarse y mirar determinadamente a la de pelo rojo.

- ¡Sí!, ¡Esas serán mis últimas palabras como caballero de la casa Gremory! –

Sin hacer mella en su actitud, la princesa de Kuoh se acercó un par de pasos y hablo con autoridad;

- Entonces, no me dejas otra opción, con todo el pesar de mi corazón. ¡Tendré que eliminarte de la existencia de este mundo! – El aura a su alrededor comenzó a moverse con impaciencia a la par con la que su cabello danzaba con el viento, aquellos bellos ojos azules lentamente comenzaban a ganar intensidad hasta terminar en un brilloso carmesí que era adornado por aquel ceño fruncido que pocas veces se había manifestado con tanta furia.

Su mirada se estrechaba en una genuina expresión de ira y desprecio dirigida a los que se encontraban delante de ella y así, sin más pesar, ataco.

Las dos pequeñas llamaradas de poder de la destrucción en sus manos se convirtieron de un momento a otro en dos colosales masas de energía que se dirigían a Kiba con la única intención de destruirlo.

El rubio maldijo internamente al ver el predicamento en el que se encontraba. La situación comenzaba a tornarse en una enorme desventaja, tanto en número como en poder, probablemente, si fuera solo el, sería fácil el poder escapar del aquelarre al que recientemente había abandonado, sin embargo, el hecho de que tuviera a Issei semi-inconsiente sobre sus hombros limitaba ampliamente sus habilidades.

Levantando su única mano libre, el príncipe invocaba un pequeño círculo mágico, posteriormente comenzaría a moverlo de un lado a otro. Justo antes de que la colosal masa de energía lograse tocarlo, las espadas que anteriormente había invocado ahora acudían a su rescate, actuando como un gran escudo que por poco se destruye en el proceso.

Nuevamente, una amplia cortina de polvo y energía mágica residual se levantaba siendo adornada con los fragmentos de varias de las espadas que habían sucumbido a la envestida, Rías Gremory esperaba impaciente por el próximo movimiento de su ex protegido, no solo ella, Koneko, Rossweisse y Xenovia se colocaban a su lado mientras que Asia se refugiaba tras la espalda de Saiga quien dedicaba una mirada severa a la situación,

No fue larga la espera, segundos después de haberse posicionado, dos espadas sacro-demoniacas salían disparadas a la izquierda y derecha respectivamente con la única intención de revenarlas en varios pedazos, sin embargo, estas eran rápidamente desviadas por Xenovia, quien utilizando su increíble velocidad, lograría destruir ambas armas.

Instantes después, la peli azul aparecería varios metros delante del grupo para después usar su legendaria espada y lanzar una enorme ráfaga de viento que disipo en su totalidad la cortina de polvo.

Su vista se agudizo mientras sus sentidos se disparaban, en lugar de encontrar a Kiba delante de ella, una tercera aproximaba con velocidad.

- ¡No será suficiente con esto! –

Sin inmutarse o exaltarse, la peli azul retrocedía grácilmente hacia el grupo detrás de ella, una vez posicionada, arrojaba su espada contra la de Kiba causando que esta última se destruyera,

No fue lo que uno esperaría de un espadachín, sin embargo, el rubio ocultaba varios trucos bajo la manga, uno de ellos rápidamente se presentó como cuatro delgadas dagas que, sin que nadie pudiese evitarlo, se incrustaban en el suelo justo a su alrededor.

Kiba nuevamente aterrizaba a varios metros de ellos.

Nadie lo noto, y si alguno lo hizo no le presto mayor importancia, pero aun así, ese ligero descuido les traería un gran problema.

Los fragmentos de las espadas destruidas lentamente comenzaban a emitir un ligero brillo que de un segundo a otro se convirtió en múltiples ases de intensa luz cegadora.

Lo siguiente de lo que el grupo fue consiente, fue del como la temperatura a su alrededor descendía de golpe.

Kiba los miraba con seriedad, observaba con detenimiento cada centímetro del ahora enorme bloque de hielo que mantenía prisioneros a los antes mencionados, con precaución comenzó a acercarse a este.

Se mantuvo callado por unos segundos, instantes después coloco su mano libre sobre aquella fría superficie mientras que sus grises ojos observaban con tristeza a la pelirroja del centro cuya mirada solo irradiaba furia descontrolada

- Discúlpenme por favor, las cosas no debieron terminar de esta manera -

Con desden, el príncipe retiraba su mano mientras daba media vuelta. Segundos después, su figura desaparecería del lugar

Desde lo alto del árbol que había abordado hace ya varios minutos, Berserker dedicaba una mirada severa a la situación. Su temple impasible y aquella aura de seriedad se desvanecían lentamente al soltar un amplio suspiro.

- Por un segundo pensé que tendría que intervenir, sería un gran problema si Xenovia los hubiese matado -

Suspiro por segunda ocasión y lentamente comenzó a ponerse de pie.

- Aun así, debo decir que Kiba me tiene bastante sorprendido – tomo un pequeño impulso y cayo grácilmente en el suelo - No esperaba que lograra atraparlos de esa manera, debo decir que fue algo inesperado, no lo crees así -

Giro su cabeza hacia la derecha y allí la vio, una pequeña ardilla de pelaje grisáceo que se encontraba comiendo una nuez.

La miro unos segundos, acaricio su mentón y luego la tomo con delicadeza para después colocarla en el suelo, sin inmutarse comenzó a dirigirse hacia el enorme bloque de hielo.

El increíble castillo Gremory jamás se había sentido tan vacío, ni siquiera cuando Khaos Brigade atacara el inframundo y se creyera que aquella persona había muerto en batalla, el ambiente nunca logro ser tan pesado como lo era ahora.

La servidumbre del sitio se mantenía realizando sus actividades como lo hacían generalmente, sin embargo, nunca sería igual que antes.

El aura de tristeza invadía los pasillos e inundaba las habitaciones ocupadas, la noticia que había sido revelada apenas la noche anterior termino por acabar con el ánimo y la felicidad que generalmente rodeaba a los que allí habitaban. Las sonrisas en sus rostros ahora eran remplazadas por semblantes afligidos que no hacían más que empeorar la situación del lugar.

Hyodo Issei. El Heroico Oppai Dragón, el legendario Sekiryuuttei, prometido de Rias Gremory y aquel que había sido proclamado salvador del inframundo por más de uno, ahora era juzgado de una manera diferente, y todo porque ahora se creía que él había cometido el delito de alta traición en contra de la alianza de las facciones mitológicas.

Sin saberlo, lentamente se había ido ganando el cariño y aprecio de la servidumbre quien veía en él un brillante destello de luz en mundo de sombras. Su nombre solía ser comentado en más de una conversación entre los mismos, siendo siempre representado como una encarnación de esperanza, sacrificio y auto superación.

Había pasado de ser uno más de los tantos demonios reencarnados a convertirse en todo un icono a lo largo del inframundo, sus logros, desde la derrota de Phoenix hasta la caída de Cao Cao lentamente habían ido acumulándose, sin quererlo, había logrado demostrar que no importaba el origen que se tuviese o la falta de talento que opacase su nombre, el trabajo duro siempre lograría vencer al talento natural.

No fue sorpresa que el ánimo decayera de golpe en el lugar, no solo en el castillo, el inframundo completo se encontraba conmocionado por la noticia, reacios a querer creerlo, se habían sumido en un estado de profunda negación.

No era posible que alguien que sacrificaría todo, incluso su propia vida para poder evitar que sus seres queridos sufriesen, fuera capaz de cometer los actos que tanto se negaban a creer.

El rumor se esparció como fuego en madera seca y en pocas horas se convirtió en noticia, los primeros en enterarse fueron por supuesto los Reyes Demonio y cabezas de clanes nobles además de los dirigentes de las facciones aliadas.

Los primeros habían negado fervientemente los hechos después de ser informados, alegando que él jamás haría semejante acto tan deshonroso, los segundos y terceros simplemente se mantuvieron al margen de la situación, evitando hacer cualquier comentario que pudiese involucrarlos de más con el acusado, sin embargo todos habían llegado a la misma conclusión, algo muy malo estaba a punto de suceder.

Aun a sabiendas de esto, existía una única persona que se mantenía imperturbable, su semblante serio no era diferente al de siempre, su caminar elegante y sin tambaleos, su postura firme frente a la situación solo remarcaban aún más la calidad de mujer que era.

Su actitud rápidamente había logrado cambiar el semblante de las criadas del lugar quienes si bien, no podían cambiar lo que sentían, ahora eran capaces de disimular mejor sus emociones.

Lentamente se habría paso entre las mismas, dando órdenes y dirigiéndolas hacia sus trabajos habituales dejando en claro la posición que cada una de ellas tenía.

Sin mayor inconveniente, continuo su camino hacia la sala principal, estando frente a la puerta, se detuvo.

Podía escuchar claramente los sonidos que provenían de allí dentro, era un poco intimidante el saber que una persona a la que ella misma consideraba tranquila ahora mismo estuviese en semejante estado.

Una débil sonrisa se formó en su rostro, esperaba que su actitud no empeorara.

Finalmente se decidió a abrir la puerta, la escena de la habitación la confundió más de lo que tenía pensado que lo haría.

El sitio se encontraba parcialmente obscurecido debido a la falta de luz, las ventanas no suministraban suficiente iluminación a pesar de que las cortinas que las cubrían se encontraban parcialmente desgarradas.

Había cenizas esparcidas por todo el sitio, la chimenea que se encontraba en el fondo de la habitación había sido reducida a escombros, los leños que hasta hace no más de veinticuatro horas se encontraban dentro de la misma, ahora estaban esparcidos por toda la habitación siendo cubiertos por pequeñas llamas que lentamente se esparcían por el lugar.

Aquellos bellísimos cuadros derrochantes de talento que generalmente adornaban la habitación, ahora estaban desgarrados, quemados, estropeados.

La mueblería del sitio no se encontraba mejor, podían divisarse cajones magullados a golpes, algunos incluso se encontraban parcialmente destruidos.

En medio de toda la destrucción se encontraba el. Su llamativo cabello carmesí se encontraba ensombrecido por el polvo de las paredes agrietadas y de la ceniza que invadía el suelo, sus carísimas ropas de noble ahora se veían opacadas por un leve tono grisáceo debido a la suciedad, en sus manos se encontraba una espada de hermosa forjadura cuya belleza se veía progresivamente opacada por el estado maltrecho en que se encontraba la hoja.

No noto su presencia, y si lo hizo la ignoro por completo, simplemente sujeto con fuerza la espada y dedico toda su atención en continuar golpeando al sofá arruinado que se encontraba justo delante de él.

Levemente consternada por el estado del lugar, la de pelo plata finalmente decidió hacer notar su presencia.

- Sirzechs ¿Qué ocurrió aquí? -

No hubo honorifico después de pronunciar su nombre, lo cual evidenciaba lo molesta que se encontraba por el estado de la habitación. Sirzechs estaba en problemas.

Al darse cuenta de la otra presencia en la sala, el pelirrojo detuvo momentáneamente su auto-impuesta labor y se dedicó a observarla, segundos después le dedico una sonrisa,

- Busco una fuga… saludable en mi vida – sujeto la espada con fuerza y esta vez dirigía su atención a la última lámpara intacta de la habitación que sería arrojada por un estruendoso golpe por parte del pelirrojo y que terminaría impactando en la última ventana del lugar – … Y aun no la encuentro – Le dedico un pequeña sonrisa y se dispuso a continuar, sin embargo la peli plata se lo impidió.

- No es excusa, no me parece apropiado que alguien de tu calibre destroce propiedad ajena por un simple arranque de ira, tu comportamiento es infantil e inapropiado –

- Que me envíen la factura –

Con sus palabras resto importancia a las de su esposa. Le importaba muy poco lo enojada que ella se encontrara, simplemente continuo desquitando su furia con el que alguna vez fue un elegante sofá.

La respuesta desinteresada y frívola del pelirrojo termino por colmar la poca paciencia que le quedaba a la reina más poderosa del inframundo, por lo que haciendo gala de su habilidad, logro inmovilizar uno de los brazos con los que Sirzechs sujetaba la empuñadura de la espada justo antes de que este pudiese golpear una vez más.

- Si no te detienes ahora mismo, vas a lamentarlo Sirzechs -

Fueron pocas las palabras usadas, sin embargo, tuvieron todo el efecto que solo una mujer enojada podría expresar. Sin más remedio, el de pelo rojo soltó la espada y posteriormente retiro el agarre de su esposa con delicadeza.

- Lo siento Grayfia, pero esta fue la única forma en la que pude evitar ir a Kuoh yo mismo en busca de Ise –

La peli plata lo miro medianamente sorprendida, acción que se desvaneció tan rápido como se hizo presente. Probablemente la situación era peor de lo que pensaba.

- ¿Llegarías hasta ese nivel?, ¿Realmente caerías tan bajo por un traidor de poca monta como lo es él? –

- ¿De poca monta dices? – Pregunto burlándose – No, te equivocas, Issei no es como cualquier otro ladronzuelo, si realmente lleva tanto tiempo planeando esto como asegura, entonces es probable que aun esconda muchas cosas que podrían ocasionarnos serios problemas – paseo su vista brevemente por el lugar, admirando detenidamente el desastre que había ocasionado – ¿No crees que Issei tenga algún truco escondido bajo la manga? -

La mirada que fue dirigida hacia ella por alguna extraña razón logro incomodarla, aun así no fue suficiente para hacer mella en la actitud tan seria por la que se había hecho famosa.

- Aun cuando así fuese, me parece absurdo que tú, un Rey Demonio, viaje a un sitio tan lejano solo para exterminar a una plaga tan insignificante, recuerda que por eso Rias fue encargada para la misión –

- ¿Quién hablo de exterminar a Ise? – Pregunto extrañado - Lo único que quiero es que sea traído al inframundo para poder dictar su sentencia, después de todo, sigue siendo como mi hermano – No presto atención a la mirada desencajada de Grayfia, simplemente se dedicó a alborotar levemente su cabello para poder desprender las partículas de polvo y ceniza que allí se encontraban – Pero por sobre todo, sigue siendo el Sekiryuutei, aún podemos favorecernos de su fuerza –

Fue la gota que reventó la presa, Grayfia no fue capaz de seguir fingiendo compostura, por lo que frunciendo el ceño dedico una mirada iracunda a su marido.

. Con todo el respeto que te mereces Sirzechs, voy a pedirte que dejes de hablar de manera tan hipócrita cuando estés frente a mí, ¿Quedo claro? –

Una simple ceja levantada fue lo que obtuvo como respuesta, y no era para menos, ella jamás le había contestado de esa manera, ni siquiera cuando verdaderamente se enojaba, por lo que por unos instantes, fue incapaz de pronunciar palabra alguna.

- … No entiendo que quieres decir –

- No me salgas con esas tonterías, ¿Dices no querer asesinar a Issei?, ¿Aun lo consideras tu hermano? – Conforme la Maid hablaba su tono aumentaba considerablemente a la par en que se acercaba a su rostro, sus ojos jamás se desviaron de los de su conyugue – Entonces dime, ¿Porque ordenaste darle casa como si se tratase de un perro rabioso?, ¿Porque ordenaste a Kiba Yuuto traerlo en el peor estado posible?, ¿Porque enviaste a Rias en busca suya si sabes que ahora mismo ella es inestable emocionalmente? –

Fue todo lo que dijo, si hubiera seguido entonces probablemente hubiese terminado golpeándolo, eso solo agregaría más problemas a lo que ya era una situación difícil.

Por otra parte, el pelirrojo mantuvo una expresión desencajada por un par de segundos, no es que la actitud explosiva de ella lo hubiese intimidado, si no que más bien pensaba cuidadosamente las que serían sus siguientes palabras.

. ¿Qué porque lo hice preguntas? – la vio asentir disimuladamente aun con aquella expresión sombría – La respuesta es muy sencilla, se trata de un escarmiento, quiero que Ise aprenda que no puede ir por el mundo haciendo lo que quiera y a quien quiera, tiene que aprender que sus acciones tienen consecuencias –

La sala se llenó de un silencio sepulcral, ninguno se movió o hizo ningún gesto, simplemente se mantuvieron firmes sosteniéndose la mirada, la peli plata miraba con indignación y el pelirrojo le respondía con suficiencia.

- ¡s-Sirzechs-sama! -

Justo en ese momento, la gran puerta de madera fue abierta de manera estrepitosa dando paso a uno de los diversos caballeros que custodiaban el castillo, se le veía agitado y de cierta manera consternado.

Su interrupción fue suficiente como para que los presentes olvidaran momentáneamente sus asuntos. De esta forma las miradas terminaron sobre él.

No fue sino cuestión de segundos para que este colocase una rodilla al suelo y posara su mano derecho sobre el área circundante a su corazón.

- Te escucho –

- ¡h-Hi!, parece ser que el escuadrón B por fin ha logrado acorralar a Vali Lucifer y a la jovencita que escapo con el – alzo la cabeza por unos segundos solo para observar la mirada de satisfacción del pelirrojo – Ahora mismo se encuentran en las fronteras del territorio Sitri, justo al oeste, pero es improbable que permanezcan en ese sitio por mucho tiempo, el escuadrón que los intercepto no llevaba consigo demasiadas personas que se especializaran en combate -

- Perfecto, iré personalmente a lidiar con esos dos, por favor, encargate de informar a mis padres y que ellos informen a quienes crean necesario –

Sin más que hacer el caballero salió precipitado del salón, detrás de él y a paso más armonioso iba Sirzechs quien se detuvo antes de cruzar el umbral de la puerta

– ¡Grayfia! – Pronuncio su nombre y poso su vista sobre ella - Recuerda que a pesar de ser mí esposa sigues siendo mi sirviente, y no permitiré este tipo de insultos en el futuro, espero que moderes tu comportamiento –

Sin más que decir salió por las enormes puertas de la estancia dejando así a una muy decepcionada peli plata.

Esta se encontraba ardiendo en ira, jamás pensó que las cosas entre ellos dos terminarían así, creyó que aún no era demasiado tarde como para hacer cambiar a su marido de parecer, pensó que podría hacerle recobrar un poco el sentido común, sin embargo, Sirzechs había sido muy claro en cuanto a su postura, por lo que los días felices en los que ella y cualquiera que habitara el castillo probablemente habían llegado a su final.

- … ¿Cómo fue que de la noche a la mañana tu sequito se convirtió en esto?, ¿Sería posible que el amor del que tu clan tanto se jacta solo sea una mentira? ¿O es que son solo un montón de demonios hipócritas tratando de aparentar aquello que jamás serán? – Con su cabello agitado suavemente por el viento y una mano posada en el bloque de hielo, Berserker dedicaba aquellas palabras llenas de razón al aire. – Deberías aprender a poner atención a tu entorno, de lo contrario terminaras en predicamentos como este -

Sabía perfectamente que ella no lo escuchaba, mucho menos podía verlo y eso era porque él cuidadosamente se había colocado a espaldas de la enorme prisión de hielo. Aun así, decidió permanecer hablando un poco más.

Solo hizo falta un perezoso movimiento de su mano para que la barrera fuese reducida a miles de fragmentos, muchos de ellos permanecieron en el aire unos segundos para después encontrar su lugar en el suelo.

Por supuesto, Berserker no permanecería para enfrentar al sequito que se había dignado en desafiarlo la tarde anterior, le gustaba demasiado la idea de permanecer como un simple espectador, aunque probablemente no pasaría mucho tiempo para que el tomase parte en la batalla.

No fue sino cuestión de segundos para que el sitio nuevamente se llenase de esa aura asesina que tanto había incomodado a Kiba, para desgracia del mismo, esta vez no era una sola persona quien la emitía.

Ninguna se preocupó en lo absoluto por la forma en la que habían sido liberadas, probablemente porque cada una había llegado a la conclusión de que había sido una de sus compañeras la que las salvaría de semejante embrollo.

Ni siquiera los angustiantes minutos que pasaron dentro de tan crudo castigo habían sido suficientes para hacer mella en sus mentes, por el contrario, su ira había aumentado.

La primera en demostrarlo fue sin lugar a dudas Xenovia, quien sin dudar un segundo, en cuanto fue liberada utilizo su increíble velocidad para comenzar con la cacería del rubio que en pocos minutos fue capaz de ganarse su odio.

Las demás, con excepción de Asia, estuvieron a punto de imitar a su compañera, para fortuna del caballero fueron detenidas por Saiga.

- Creo que sería buena idea informar de esto a Sirzechs-sama, el tener ahora a dos traidores hace que la situación se complique –

Las chicas lo miraron como si de un completo extraño se tratase, aunque solo fue cuestión de segundos para que enfriaran su cabeza y se dieran cuenta de que tal vez sería buena opción.

Rias asintió en aprobación, las chicas fueron acercándose a ella y en pocos segundos el círculo mágico que los transportaría al inframundo se hizo presente, Saiga fue el último en acercarse, a diferencia de las presentes, él sabía perfectamente que el hielo no había sido destruido desde el interior, por lo que dedico un par de segundos a observar detalladamente el área.

La pelirroja poso la mirada en su amante tratando de descifrar que era aquello que observaba con tanta dedicación, siendo que desde que salieron de esa prisión el jamás había apartado la mirada de un lugar en específico.

- ¿Sucede algo malo? -

- … No es nada, me pareció haber visto algo – Sin más que decir, el pelinegro se acercó a las demás.

Un intenso brillo carmesí fue lo único necesario para que el sitio que alguna vez fue una zona rodeada de vegetación quedase vacía.

- Ise-sama -

- Ese tipo, el de cabello puntiagudo, no es alguien normal -

Una voz tranquila y educada rompía la tensión que reinaba en el sitio.

- ¿Crees que se haya dado cuenta de nuestra presencia? –

- No podría asegurarlo, ciertamente Kuroka y Le Fay han visto días mejores-

– No deberías culparlas de nada, yo también estaría enfadado si hubieran apaleado a mí… ahora que lo pienso, no sé qué tipo de relación tengan con Hyodo Issei –

- No hablen de nosotras como si no estuviésemos aquí –

- No sería necesario hacerlo si controlaran su temperamento, de no haber sido por Bikou es probable que el de la máscara o incluso Rias Gremory nos hubiesen encontrado –

La pelinegra frunció el ceño después de escuchar al rubio.

- ¿Me reprochas ahora?, las ordenes de Vali fueron claras; ¡Debimos ayudar a Hyodo Issei! –

Le Fay se mantuvo en silencio, sin embargo su mirada demostraba que estaba de acuerdo con Kuroka.

- Por haberlo ayudado Vali está siendo cazado por el ejército del inframundo, ya tenemos suficientes problemas con su situación, ¡No permitiré que ustedes nos metan en más líos solo por un tonto amorío! –

Las facciones de Kuroka se volvieron severas, apretó los puños y se dispuso a confrontar a Arthur, sin embargo, se detuvo en el acto.

- Hay demasiado drama ocurriendo en este lugar –

Todo quedo en silencio, los presentes se congelaron en el acto, con los ojos abiertos de par en par, lentamente dirigieron sus miradas a una de las ramas más gruesas y elevadas del sitio.

- b-Berserker – atino a decir Arthur mientras lentamente dirigía su mano hacia la espada que se encontraba colgando en la funda que colgaba de su cadera.

- Agradezco que me tengan miedo, de hecho es bastante entendible, yo también estaría aterrado si la criatura más poderosa de todo el mundo me hubiese encontrado –

- ¿c-Como nos encontraste? – pregunto Bikou nervioso.

- pues verán… -

En un parpadeo el pelinegro había desaparecido de la rama en la que se encontraba sentado.

- Yo no lo haría si fuera tú, alguien podría salir lastimado –

Sin que nadie lo notase, este se había colocado rápidamente detrás de Arthur y había posado su mano izquierda sobre la espada a medio desenfundar del rubio.

- … ¿Qué es lo que quieres de nosotros?, hasta donde recuerdo no te hemos hecho nada – pregunto confuso el rubio.

- Aun – termino de decir este mientras comenzaba a acercarse a Le Fay.

Al comprender las intenciones del enmascarado, Arthur se posó con velocidad frente a su hermana y extendió su brazo derecho con el fin de cubrirla de la vista de Berserker.

- No te acercaras a ella – declaro Bikou quien se colocó junto a Arthur mientras hacía aparecer su Ruyi Jingu Bang.

Berserker permaneció en silencio por unos segundos, posteriormente les dedico una risa burlesca.

- ¿Debo asumir que están desafiándome? –

- … -

Ninguno de los presentes fue capaz de verlo hasta que fue muy tarde, Berserker había desaparecido de la vista de Arthur y Bikou. Rápidamente se había colocado a sus espaldas mientras sujetaba las nucas de ambos con ambas manos, posteriormente procedió a estamparlos de cara al suelo, creando instantáneamente dos cráteres que se ajustaban perfectamente a sus siluetas.

El impacto fue terrible para ambos. Arthur, quien fue el primero en reaccionar, trato de sujetar su espada la cual había soltado al igual que Bikou al ser sujetados por el enmascarado.

– Les diré que es lo que no vamos a hacer – en un rápido movimiento, sujeto el brazo izquierdo del rubio y procedió a torcerlo de manera brusca, no se detuvo hasta que este emitió un sonido desagradable. – No vamos a sentirnos invencibles cuando es tan fácil para mí destruirlos –

Se puso de pie, cogió el arma de Arthur y procedió a clavar el filo sobre la tierra– Te voy a meter esta espada por el trasero, hasta que realmente sientas que te ahogas –

– d-¡Detente! ¡Por favor!, te daré lo que sea que quieras conmigo, pero por favor ya no los lastimes – la rubia apretó los puños contra su pecho mientras se acercaba al pelinegro.

- … Parece que no lo entiendes, pequeña –

- ¿Entender qué? – se aventuró a preguntar Kuroka.

Berserker se acercó a Le Fay, se encorvo levemente y coloco su mano sobre su rostro.

- No te atrevas a hacerle daño – grito Arthur encolerizado, el al igual que Bikou aun permanecían en el suelo.

El pelinegro suspiro y después procedió a hablar.

- No quiero nada de ustedes, es más, estoy dispuesto a perdonar sus miserables vidas, a cambio solo pido una cosa –

- … -

- Quiero que se alejen de Hyodo Issei, es mi objetivo y no me hace ninguna ilusión tener que enfrentar inconvenientes que interfieran en nuestro encuentro, una vez que termine con él, Vali será el siguiente –

- ¿Porque te empeñas tanto en enfrentarlos? ¿Qué te han hecho ellos? – pregunto alterada Le Fay

- Eso es algo que ha ustedes no les incumbe, lo único que deben saber es que aquel que se meta en mi camino, conocerá un destino peor que la muerte. – Dio media vuelta, dedico una última mirada al lugar y a paso lento comenzó a andar, en pocos segundos, no quedo rastro alguno de él. – ¡Considérense advertidos! –

Conmocionados, los presentes permanecieron en silencio tratando de sobrellevar el miedo que les había provocado la situación. La primera en ceder fue Le Fay quien cayó de rodillas notoriamente afectada.

- Pudo habernos matado – murmuro Bikou mientras se ponía de pie y procedía a ayudar a Arthur a hacer lo propio. De los dos, el que peor la había pasado era el rubio.

- … ¿Ahora entiendes a qué me refiero, Kuroka? – no le gusto para nada hacer esa pregunta, sin embargo debía hacerla entender, todos debían hacerlo.

Ella no dijo nada, simplemente sujeto su brazo derecho con su mano izquierda mientras ensombrecía la mirada.

- Bikou, podrías... – dirigió una mirada suplicante a su compañero.

- No te preocupes, te va a doler más a ti que a mí – sin un ápice de duda o compasión, el Rey Mono procedió a colocar el brazo del de ojos azules de vuelta en su lugar. Una mueca desagradable y un breve alarido fue lo que este necesito para saber que había hecho bien su trabajo.

- Sera mejor que nos larguemos de aquí – movió un poco su brazo, logrando hacer que el dolor mermara, posteriormente se acercó a Le Fay y ayudo a ponerla de pie, dio media vuelta y comenzó a caminar siendo seguido por su hermana y compañero, sin embargo, la pelinegra se quedó quieta - ¡Kuroka! –

- Te he escuchado perfectamente, también lo he escuchado a él, aun así, no me importa –

- ¡Es que acaso no lo vez! ¡Morirás por culpa de un sentimiento que ni siquiera has definido! –

- Es por ello que lo hago, Arthur. No tengo idea de que es lo que siento, es por eso que voy, una vez que esto acabe, quiero que esa duda desaparezca – Dio un par de pasos antes de darles la espalda - Sé que ocurrirá si me voy, pero no quiero huir pensando en que es lo que hubiese pasado si hubiese decidido quedarme, aun si al final de todo esto termino muerta, lo hare sabiendo que pude tomar mi decisión, que, como pocas veces ha sucedido, hice lo correcto -

- … Una vez que te alejes de nosotros, no habrá vuelta atrás, no estaremos cerca para ayudarte, estarás completamente sola, ¿Puedes entender eso? –

- Por supuesto que sí –

No fue necesaria ninguna palabra más, los cuatro se entendieron perfectamente.

Una pequeña cortina de hojas y viento fue lo que anuncio la partida de Kuroka.

- Oni-sama, ¿Qué es lo que haremos ahora? –

- … Algo estúpido, Le Fay, algo muy estúpido -

Academia Kuoh.

Nos situamos en la academia Kuoh, un instituto reconocido por su alto nivel educativo, sus alrededores eran hermosamente cubiertos por la vegetación predominante que la zona montañosa le proporcionaba, los distintos edificios que la componían hacian que de lejos se viera como un lugar de alto nivel que sin lugar a duda tendria estudiantes de primera, y es que esa idea no estaba muy lejos de la realidad.

El alumnado se dedicaba en su mayoría, al estudio en general y al desarrollo de sus actividades extracurriculares que, en lugar de darles problemas a la hora de clases, hacían que sus estadías en ellas fuesen más amenas.

Todo esto había sido producto de una sola estudiante: Sona Sitri, la presidenta del consejo estudiantil que de entre todos los estudiantes era la que más sobresalía, ella sola había logrado diseñar un sistema que había permitido a la escuela poder llevar la fiesta en calma aun después de la inclusión del alumnado masculino.

- ¡Kyaaaaaaaaaa! –

- ¡Pervertido! –

Lamentablemente siempre había una excepción.

El por ahora dúo pervertido del instituto se encontraba en uno de sus muy frecuentes predicamentos que, probablemente, terminarían con uno, sino es que con los dos gravemente heridos en la enfermería.

La falta de escrúpulos que el par demostraba era legendaria dentro de la escuela, y es que a ninguno de los dos le molestaba en lo más mínimo terminar en castigos pesados con tal de disfrutar de la vista que proporcionan los cuerpos desnudos de la población femenina del lugar.

Con el tiempo ambos habían aprendido a deslizarse con sigilo por casi todos los lugares que prometiesen una vista suculenta, sin embargo y como bien dicen, a cada acción corresponde una reacción.

Esto se demostraría claramente cuando intentasen escapar después de que uno de los dos por accidente golpeara una de las paredes de madera de los vestidores de Kendo con la cabeza, fueron pocos segundos los necesarios para que las que se encontraban dentro dedujeran él porque del singular sonido, por lo que ardiendo en rabia, se vistieron más rápido de lo que las leyes de la física lo permiten y salieron a por las cabezas de los fisgones.

Por supuesto, ellos no serían tan estúpidos como solía serlo Issei en ese tipo de situaciones, sin necesidad de escuchar los improperios dignos de un camionero veterano que las refinadas señoritas balbuceaban, ambos emprendieron la huida.

No fue muy difícil para ellas localizarlos, los dos tenían el mal hábito de hacer notar su presencia durante sus escapes como si se tratase de un desfile, por lo que una vez más, el instituto Kuoh fue testigo de una "persecución armada" en contra de los ya mencionados, siendo quienes la encabezaban las co-capitanas del club.

- ¡Si nos atrapan estamos muertos! –

Desde que había emprendido la huida, el rubio había tratado una y otra vez de cerrar la gran herida que Xenovia había colocado sobre su compañero. Haciendo uso de sus escasos conocimientos en cuanto a magia curativa y aplicando importantes cantidades de poder fue que finalmente había logrado detener el sangrado que la ya mencionada provocaba.

Desgraciadamente las cosas nunca eran tan fáciles cuando de una espada sagrada se trataba, esto había quedado más que claro hace ya bastante tiempo, cuando Asia había tratado de curar heridas similares. Incluso con su increíble talento para la magia y su habilidad innata para la curación, la rubia demoro un tiempo considerable en terminar el proceso.

Cabe destacar que él no se encontraba ni remotamente cerca de poder equiparar su nivel, por lo que por el momento le era totalmente imposible hacer algo más.

Resignado, el de ojos grises había decidido aumentar un poco más el ritmo. Fue solo cuestión de tiempo para que este se diera cuenta del gran error que había cometido.

Su visión comenzó a volverse borrosa, su respiración se volvía más sonora y agitada, su velocidad lentamente decaía. No era estúpido, sabía perfectamente que estas eran las consecuencias de haber utilizado grandes cantidades de poder consecutivamente en tan poco tiempo y en una técnica que aún no dominaba.

Una tenue sonrisa se formó en su rostro, hacía ya bastante tiempo que nadie lo hacía llegar a sus límites.

Solo fue necesario un pequeño descuido de sus ahora temblorosas piernas para que este terminase perdiendo el equilibrio, no teniendo otra opción, decidió detenerse al pie de uno de los gruesos árboles que llenaban la zona.

Fue cuidadoso en el aterrizaje y mucho más en el momento en que coloco al castaño en el suelo, posteriormente se dispuso a sentarse a su lado-

- ¿q-Que estás haciendo aquí, niño bonito? –

- ¡Ise-kun! – respondió sorprendido el príncipe, desde que había rescatado al mencionado, este no había mostrado indicios de haber recuperado la conciencia.

- … ¿Tienes idea del problema en el que te acabas de meter? – Su cabeza se encontraba agachada, su cabello cubría levemente sus ojos, ninguna otra parte de su cuerpo se movía más que su boca - Rias no es la única que ha intentado matarme, Sirzechs-sama envió un escuadrón ayer por la noche al hospital con las mismas intenciones –

- … Eso ya lo sabía, hoy por la mañana el llego a tu casa para informarnos de la situación, posteriormente nos ordenó que por cualquier método te lleváramos ante el -

- … ¿Acaso eres estúpido?, en cuanto Rias informe sobre esto, tu cabeza va a tener precio –

Con dificultad el castaño comenzó a ponerse de pie, le dolía el cuerpo como el infierno mismo, pero a estas alturas ya no era algo que le preocupase demasiado. El rubio lo miro levemente desconcertado, se dispuso a responderle pero su interlocutor se le adelanto.

- Aun no es demasiado tarde, debes regresarme con Rias, inventa cualquier excusa creíble – Camino un par de pasos hasta estar de frente a su compañero - Lo importante ahora es que salgas bien librado de esta situación –

Ninguno de los dos hablo por un par de segundos, simplemente se sostenían la mirada, el frio viento erizaba su piel mientras comenzaba a correr libremente por la zona.

- … Estas haciéndolo de nuevo, ¿Sabes? – soltó un suspiro y procedió a llevarse la mano a la frente

Los ojos del castaño se abrieron impresionados por lo que escuchaba.

- ¿Qué cosa? –

- Cargar el peso del mundo sobre tus hombros –

El castaño permaneció en silencio, conmocionado por las palabras.

- No soy ningún cobarde que busca a quien culpar a la menor señal de problemas, siempre he tratado de responsabilizarme por mis acciones por más difícil que sea el castigo que estas conlleven – desvió levemente la mirada hacia las copas de los árboles – Sabia las consecuencias que tendría el intervenir anteriormente, Gasper me lo advirtió, sin embargo, no podía quedarme de brazos cruzados mientras castigaban a alguien que no había cometido ningún crimen –

- Kiba, tu... –

- Yuuto, de ahora en adelante llamame por mi nombre, después de todo somos amigos ¿O no? – cerro sus ojos mientras le dedicaba una expresión divertida.

Las palabras del rubio lograron afectarlo más de lo que hubiera pensado, por primera vez en los últimos días, una sonrisa se colocaba en su rostro

- … Gracias, es bueno saber que aun cuento contigo – la voz del castaño se había quebrado levemente, sus ojos lo traicionarían en cualquier momento.

Lentamente levanto su brazo derecho mientras extendía la mano a su acompañante en esta tragedia.

El rubio por su parte lo miro satisfecho mientras respondida el saludo.

- … Bueno, creo que deberíamos seguir moviéndonos, no tengo un idea precisa de cuánto tiempo pueda resistir aquella trampa de hielo, por lo que entre más lejos estemos de ella, mejor – dicho esto, Yuuto sujeto el brazo derecho del castaño y posteriormente comenzaron a caminar.

- … ¿Sabes cuál es la razón por la que me atacaron? – pregunto Issei confundido, no había sabido nada de ellas desde la vez que estuvieron en el hospital.

- Ciertamente es una historia confusa – el rubio mantenía su mirada en el camino – Todo comenzó ayer por la tarde, Berserker ataco a Saiga dentro de los bosques que rodean al instituto, no nos enteramos hasta que el mismo se presentó mal herido en la sala del club, Buch… Rias salió a confrontarlo y nosotros la seguimos, fue un combate desigual, nos apaleo a todos, sin embargo, fue solo hasta el final del encuentro que logramos romper su máscara, fue ahí donde la cosa se puso fea –

- No te estoy entendiendo, ¿Qué fue lo que vieron? –

- Su rostro, su voz e incluso la mirada… Aun me cuesta tratar de entenderlo, era idéntico a ti, el mismo se presentó como Hyodo Issei –

- ¿Cómo dices? –

- El shock inicial fue grande en nosotros y él supo aprovecharlo, utilizo su apariencia para jugar con sus sentimientos, cada palabra que dijo solo provoco que ellas terminaran dolidas, después de eso, simplemente se fue, nadie se preocupó por seguirlo – su mirada se estrechaba por el simple hecho de recordar el suceso – Estábamos heridos y consternados, Rias se encargó de informar al Maou, supongo que él les dijo a los directivos del inframundo –

- ¿Cómo supiste que no era yo? -

- … No lo sé, recuerdo que cuando nos revelo eso quede petrificado, el aprovecho para atacarme, no pude dormir en toda la noche, me mantuve pensado una y otra vez las posibilidades de que mintiera, pero creo que fue más por influencia de mi instinto que me negué a creerle –

- Ya veo, supongo que… -

El castaño detuvo su hablar de inmediato, un escalofrió recorrió todo su cuerpo, sin haberlo planeado se detuvo. No solo el, Yuuto había sido presa de la misma situación, sus ojos se abrieron aterrorizados. Por primera vez los dos habían decidido mirar atrás.

Fuertes estruendos comenzaron a oírse por el sitio, los grandes árboles que se encontraban a varios metros frente a ellos comenzaron a caer uno a uno, una nueva ráfaga de viento se había formado frente a ellos, pero de alguna manera era diferente.

- ¡Cuidado! – los sentidos de Kiba se dispararon en alerta, razón por la cual en un rápido movimiento tacleo a Issei quedando ambos fuera de la trayectoria del viento, que instantes después golpeo con la vegetación que se encontraba detrás de ellos, reduciéndola a escombros.

Sorprendidos, ambos dirigieron la mirada al frente, lo que vieron no les gustó nada.

De entre los escombros comenzaba a asomarse una mata de pelo azul, poniendo un poco más de atención el rubio fue capaz de ver un distintivo mechón de cabello verde.

- ¡Xenovia! –

- ¿Xenovia? – pregunto Issei espantado, a pesar de haber volteado a esa dirección, su deteriorada vista solo le permitía detectar varios borrones de colores.

- ¿Cómo demonios fue que se liberó? ¡Esa maldita prisión debía durar varios minutos más!… Algo no está bien, ¡nos encontró demasiado rápido! – el rubio se encontraba en una mala situación, no le quedaba demasiada energía, las piernas de las que estaba tan orgulloso comenzaban a temblar por el cansancio, solo quedaba una salida –… Sé que estás enojada, comprendo tu sentir perfectamente, pero no hace falta derramar sangre innecesariamente, calmate y hablemos –

Dio un par de pasos al frente y extendió sus manos vacías en señal de súplica, una mal presentimiento lo abordo al presenciar el silencio de su ex-compañera.

La de pelo azul lo miro sin un ápice de interés, comenzó a caminar lentamente, aumentando la velocidad a cada paso, una vez se encontraba corriendo, desapareció de la vista de sus interlocutores.

- ¿A dónde se fue? – aun con sus ojos entrenados, el rubio fue incapaz de seguir la velocidad de su captora, cuando finalmente noto el lugar en el que había aparecido, fue demasiado tarde.

El rubio había recibido un poderoso golpe en la mandíbula por parte del mango de la espada de Xenovia, la fuerza fue tanta que este salió disparado en dirección contraria, una vez toco suelo, continuo arrastrándose dolorosamente hasta que se detuvo al cabo de varios segundos, sobre un pequeño cráter que describía la trayectoria que había recorrido.

- ¡Yuuto! – al darse cuenta de lo que había sucedido, el castaño trato de dirigirse a donde presentía que había caído su compañero, sin embargo un potente golpe en el abdomen lo detuvo.

- … ¿Valió la pena, Ise? – la peli azul se mantuvo estoica aun cuando el nombrado haba caído de rodillas sujetándose la zona afectada. - ¿Valió la pena traicionarnos? – En un rápido movimiento había vuelto a golpear al castaño, solo que esta vez sería su rodilla la que conectara con el rostro del desdichado.

- ¡Que fuerza tiene! – Solo ese golpe basto para que el castaño cayese de espalda al suelo, un pequeño hilillo de sangre escurrió por su nariz como producto del impacto. – Xenovia, yo no… - No fue capaz de continuar.

- ¡Respondeme maldito traidor! - había soltado su espada y rápidamente se había sentado sobre el abdomen del castaño, posteriormente lo había sujetado del cuello de la camisa, no le importo en lo absoluto quedar cubierta de leves rastros de barro y sangre. Su expresión dolida y sus ojos llorosos habían calado hondo en la conciencia de aquel que se encontraba debajo de ella – Hubiese hecho cualquier cosa por permanecer juntos, ¡Habría muerto por ti! –

- Has entendido mal las cosas, dejame explicártelo… - fue difícil encararla, y aún más difícil soportar lo que vendría.

- ¡No quiero escuchar más mentiras! – un par de sollozos seguidos de aquel grito cargado de dolor habían sido suficientes para detener al castaño.

Lo siguiente que este supo fue que su rostro se encontraba siendo constantemente golpeado por su compañera.

- ¡Defiéndete, maldito cobarde! – Le molesto su silencio, pero más le molesto que no tratara de defenderse, como si aceptara el castigo por sus actos, ella continúo golpeándolo salvajemente - … ¿Por qué no te defiendes? – su tono de voz era alterado por las emociones, coloco ambas manos sobre su rostro mientras lloraba, aun después de todo lo ocurrido, le dolía causarle daño.

Una pequeña parte de si se negaba a creer en las atrocidades que los llevaron hasta este momento.

Yuuto, quien recién se reincorporaba de lo sucedido, miraba impotente la situación que se desarrollaba frente a él, no era posible que el grupo Gremory se hubiese fragmentado de esta manera en solo un par de días.

Pasaron los segundos y estos eventualmente se volvieron minutos, Xenovia comenzaba a alejarse de Issei, recogió su espada y la empuño con fuerza, por la mirada que dedicaba, parecía que había logrado soltar todos esos sentimientos que llevaba dentro.

- ¡No quiero tener que lastimarte más, Ise! – La peli azul extendió su brazo derecho que era el que se encontraba libre, unas mejillas sonrosadas, una mirada vidriosa y un tono de súplica le fueron dedicados - ¡Por favor!, ven conmigo, hablare con Rias-Buchou, te prometo que no dejare que nadie más te ponga una mano encima, seré yo quien imparta tu castigo. ¡Te prometo que seré piadosa! –

La sorpresa inundo su rostro, se reincorporo como pudo y prosiguió a dirigirse a donde Yuuto recién comenzaba a reincorporarse, le temblaban las rodillas y eso podía notarse a cada paso que daba, Xenovia lo miraba expectante.

- No me atemoriza aceptar ningún castigo, no importa quién sea el que lo imparta – la peli azul se alegró al escucharlo – Lo siento Xenovia, pero no puedo ir contigo, sé que no me creerás, pero yo no he hecho nada de lo que se me acusa, no pienso aceptar las consecuencias de un crimen que yo no he cometido… –

No dijo más, hacía ya un rato que su respiración se había vuelto agitada, con cada paso que daba una enorme opresión invadía su pecho, no pudo evitar colocar su mano derecha sobre él, tratando de apaciguar el dolor. Una vez más, la sangre maldita hacia acto de presencia.

Yuuto miraba con preocupación al castaño, no le gustaba nada su apariencia, temiendo incluso lo peor decidió acercarse. Justo a tiempo, después de haber tropezado, el castaño volvía a ceder al dolor que le provocaban sus heridas.

- Ise-kun no se merece nada de lo que está pasándole, él es inocente, no entiendo porque te reusás a creerlo – teniendo el mayor cuidado posible, el rubio volvía a colocar al castaño sobre su hombro. En ningún momento bajo la guardia.

- Me llevare a Issei conmigo, sea por las buenas o por las malas - hizo oídos sordos a las palabras del rubio, ahora que no podía defenderse le sería más fácil capturarlo sin tener que lastimarlo – Además, Rias-Buchou tiene cuentas pendientes contigo, si no cooperas, tendré que lastimarte – lo miro fijamente, esperando cualquier movimiento que le diera la oportunidad de acabar con el

- Es una pena… Siempre quise tener mi revancha contigo, jamás imagine que sería en estas circunstancias – un círculo mágico se hizo presente debajo de él, nuevamente se había visto rodeado de espadas sacro-demoniacas.

Todo quedaba en silencio nuevamente, sus severas miradas se cruzaron dando así, comienzo a la batalla.

Caminaba tranquilo por los alrededores del lugar, hace ya un rato que había pasado el mediodía, la mañana nublada desaparecía dando paso a una tarde soleada, aun el, con las ropas tan ligeras que portaba se sentía levemente afectado por la temperatura, que lejos de ser placentera, se había vuelto todo un tormento.

Consideraba seriamente el quitarse la máscara, después de todo, se encontraba a medio claro dentro del bosque, los arbustos que rodeaban la zona eran bastante frondosos por lo que nadie pensaría que se encontraba allí. Además, si alguien llegaba a ver su rostro sin su consentimiento, simplemente debería matarlo y asunto arreglado.

Aun así prefirió no hacerlo, quería evitarse la mayor cantidad de problemas hasta que tuviera que volver a aparecer en público. Suficiente había tenido con escarmentar al grupo de Vali hace ya una par de horas.

Soltó un amplio suspiro y continuo caminando, más sin embargo, se detuvo abruptamente.

No cualquiera se habría dado cuenta a tiempo, afortunadamente él no era uno más del montón. Ágilmente se había desplazado hacia la derecha del sitio dando rápidos y consecutivos saltos, una vez se sintió fuera de peligro dirigió su mirada al sitio en el que anteriormente se encontraba:

No encontró absolutamente nada, el viento no corría y no sentía ninguna clase de energía, tampoco vio nada fuera de lo común. Por ende su sorpresa al ver que el lugar en el que había estado ahora se reducía a un pequeño páramo de rocas y cenizas.

Instantáneamente se puso en guardia, pero ni eso fue suficiente.

De la nada, una grotesca mano, tal vez una garra cubierta por la oscuridad misma había aparecido sobre el, era grande, razón por la cual pudo tomar a Berserker de la cabeza y estamparlo contra el suelo, tal y como él lo había hecho con Arthur y Bikou.

Sus ojos se abrieron sorprendidos tras la máscara, ¿Quién en este mundo tendría el poder para tratarlo de semejante manera?

- ¿Quién eres? ¡Muéstrate! – se puso de pie tan rápido como dejo de sentir presión sobre su nuca.

Busco incansablemente con la mirada por todo el lugar, no fue hasta un par de segundos después que una grieta dimensional se abriría frente a él, aunque esta, de alguna manera, era distinta.

De lejos podía sentirse el poder que emanaba aquel que se encontraba dentro de la brecha, era tan abrumador como asqueroso el poder sentir esa oscura energía a flor de piel, aun para Berserker.

Se mantuvo sereno, pero por dentro lo carcomían los nervios, si era quien el pensaba, entonces estaba en serios problemas.

- Creí haber sido claro en cuanto a mis órdenes – una gruesa voz resonó por todo el lugar, al mismo tiempo, algo comenzaba a moverse dentro de la brecha dimensional.

Berserker fue perfectamente capaz de ver una enorme dentadura repleta de colmillos amarillentos, por encima de ellos un par de brillantes ojos rasgados terminaron por decirle de quien se trataba.

- Debías eliminar al Hakuryuukou y al Sekiryuutei lo más rápido posible… ¿Porque es que aún permanecen con vida? – la brecha dimensional cambio de tamaño, permitiendo que aquel ente pudiese atravesar su brazo y tomase a Berserker del cuello, su agarre aumentaba la presión cada vez más y mas

- a-Ha habido… algunos inconvenientes, esos dos no son… no son sujetos a los que pueda subestimar – le costaba demasiado respirar, había intentado aligerar el agarre con sus brazos, sin embargo, era inútil

- No me interesan tus excusas, si no me entregas algún avance significativo para el final del día, será tu cabeza la que rodara –

Aprovecho la posición en la que se encontraba para arrojar a Berserker a una distancia significativa, cuando este pudo ponerse de pie, la brecha y aquel ente siniestro habían desaparecido sin dejar algún indicio de que alguna vez existieron

- ¡Bastardo! – murmuro por lo bajo, levanto una de sus manos y comenzó a frotarse el cuello.

Se encontraba consternado, la sola presencia de ese sujeto traería demasiados problemas, no solo para el, sino para todo aquel que se le opusiera.

No le gustaba para nada la idea de asesinar a alguno de esos dos, aun los necesitaba, pero si no lo hacía entonces terminaría pagando por las consecuencias, obviamente era algo a lo que no estaba dispuesto.

Dio media vuelta decidido a completar la misión que le había sido impuesta, se compadecía del pobre que tratara de detenerlo.

Nuevamente la había visto desvanecerse del sitio donde se encontraba, no comprendía como era que de la noche a la mañana Xenovia hubiese superado su velocidad de tal manera. Si no hacía algo para contrarrestarlo, probablemente Issei no sería el que terminaría con el peor estado físico.

Por su lado, Xenovia miraba expectante cada ángulo, cada ligero movimiento que le diese la apertura que necesitaba, no tardo mucho para encontrarla. En un vano intento por escapar, Yuuto había dejado al descubierto su espalda.

Sin remordimiento alguno, la de pelo azul se arrojó hacia el con la intención de golpearlo con la hoja de su espada, justo en el momento que estuvo sobre aquella barrera de armas, algo sucedió.

No entendía como era posible, pero de alguna manera el rubio había logrado golpearla con una potente descarga eléctrica.

Pronuncio un quejido de dolor y maldijo su nombre mientras trataba de ponerse de pie, no le había resultado como quería. La descarga había sido lo suficientemente potente como para ejercer presión en cada musculo de su cuerpo, se encontraba paralizada.

- ¿c-Como hiciste eso? – pregunto adolorida.

No recibió respuesta, el rubio estaba poniendo toda su atención en un círculo mágico de tamaño considerable que recién había trazado, una vez este emitió un leve brillo, el rubio dio media vuelta y utilizando su velocidad se colocó en una de las ramas más altas de los arboles cercanos, posteriormente, se marchó.

La peli azul no termino de entender el comportamiento de su rival hasta que aterrada vio como nuevamente cuatro espadas se clavaban a su alrededor, creando casi al instante esa molesta prisión de hielo que tantos problemas le había traído con anterioridad.

Xenovia podría parecer ingenua y torpe en ocasiones, sin embargo algo que le quedaba como guante era el aprendizaje a lo largo de las batallas, la habían sorprendido en una ocasión y por ningún motivo permitiría que volviera a ocurrir.

Segundos antes de que Kiba se marchase y aprovechando que este se encontraba concentrado en aquel círculo mágico, la peli azul aprovecho para utilizar una de las habilidades de la Excalibur que ahora servía como funda para Durandal. Pasaron los segundos y la figura que una vez se encontraba atrapada, ahora se desvanecía como si jamás hubiese existido.

La verdadera haría su aparición instantes después detrás de un árbol un poco alejado del lugar.

Durandal emitió un leve brillo, instantes después, Xenovia salió disparada en dirección al rubio.

Tardo un par de minutos en localizar una silueta en movimiento a la lejanía, por lo que aun siendo casi imposible logro aumentar su velocidad un poco más, cuando estuvo lo suficientemente cerca, arrojo una cortante onda de energía a su adversario, fue capaz de ver como esta impactaba exitosamente haciendo que incluso unos cuantos árboles se viesen afectados, cuando localizo la figura inmóvil en el suelo fue que se sorprendió.

No se trataba de Yuuto, mucho menos de Issei, por el contrario, ni siquiera era humano, eso lo confirmo al ver como dicha silueta lentamente desaparecía.

- ¡El Balance Breaker de Kiba! – dijo para sus adentros.

Se dispuso a emprender la marcha, mas no pudo dar siquiera dos pasos más cuando tuvo que bloquear un ataque de espada dirigido por Yuuto con la propia.

- Sigues siendo descuidada –

- Aun así tengo una clara ventaja –

Ambos continuaron con el choque de espadas un par de segundos, se encontraron en igualdad, pero conforme pasaba el tiempo Xenovia lograba imponerse al rubio cuyo cuerpo resentía los daños físicos y mágicos que había recibido toda la mañana.

Por ello, solo fue necesario un movimiento brusco de la peli azul para que esta lograse derribar a su adversario, antes de que este lograse hacer algo en contra, Xenovia logro colocar la punta de su espada a escasos centímetros de su cuello.

- No pienso repetir la pregunta, ¿Dónde está Ise? – le dedico una mirada severa y con paciencia que no tenía espero una respuesta.

El rubio coloco sus manos a la altura de su cabeza al momento en que su agresora lo amenazara con su espada. Le dedico una sonrisa burlona y apunto sus manos hacia el cielo, lo más alto que la posición le permitía.

Xenovia lo miro confundida, realmente no quería distraerse con nada que le impidiese cumplir la meta que se había planteado, aunque por una extraña razón decidió voltear, sus facciones denotaron la sorpresa que sentía.

Allí, sobre las copas de los árboles se encontraban varios de los caballeros dragón que Kiba había creado con su Balance Breaker, parados sobre amplios círculos mágicos que les permitían la hazaña de mantenerse sobre el aire.

Eso no era lo más impactante de todo, lo confuso era que cada uno de ellos llevaba consigo una réplica exacta de Issei, había seis de ellos, siete tal vez, no se había detenido a contarlos. Rápidamente había volteado su rostro a su contrincante debajo de ella con la intención de cuestionarlo sobre la situación, grande fue su sorpresa al percatarse que debajo de ella no se encontraba nada más que tierra.

No supo cómo lo había logrado hasta que un pequeño silbido llamo su atención, regreso su vista hacia su espalda y allí lo vio, al igual que sus caballeros, el rubio cargaba consigo una réplica exacta de Issei.

Ninguno de los involucrados espero órdenes o alguna señal, tan pronto como Xenovia se percató de lo que sucedía, estos se dieron a la fuga por diferentes direcciones.

Su paciencia finalmente había llegado a sus límites, se encontraba furiosa con el rubio quien nada hacía por ponerle fácil la situación. Aun cuando ella había logrado eclipsarlo con su recién obtenida velocidad, Yuuto demostró ser lo suficientemente capas de burlarla, de superarla.

Sus dientes se apretaron por furia y desesperación, sujeto con fuerza el mango de su espada y rápidamente comenzó a fluir su energía a través de la hoja a la par en que esta emitía el sagrado brillo que la caracterizaba. En un rápido movimiento y haciendo uso de la energía acumulada, enterró el filo de su espada sobre la tierra e instantáneamente provoco una enorme onda expansiva.

Yuuto, quien se encontraba varias decenas de metros alejado de ella se vio sorprendido por tan repentino suceso, no vio venir el movimiento de la de pelo azul hasta que los escombros estuvieron sobre él, instantáneamente comenzó a evadirlos, se concentró tanto en ellos que no se percató del siguiente ataque hasta que fue muy tarde.

Xenovia nuevamente demostraría a su adversario que podía sorprenderlo de diferentes maneras. Su rostro se llenó de dudas al ver como la de pelo azul manipulaba una más de las habilidades que otorgaba Excalibur, la vio blandir su espada con destreza y abrió sus ojos en sorpresa al ver como la punta de su espada comenzaba a estirarse de manera desproporcionada en contra de sus invocaciones y el mismo.

No fue capaz de eludir el ataque, ella había sido muy astuta al atacarlo cuando el mantenía su atención en los escombros, trato de sujetar la hoja de la espada santa con su palma derecha con la intención de desviar aunque fuese un poco la embestida, pero esto solo empeoro la situación, instintivamente retiro su mano al sentir como su carne ardía, instantes después volvió a sentir ese dolor, solo que esta vez fue en su hombro izquierdo, la hoja había logrado clavarse en su carne y se había detenido cuando no pudo atravesar completamente el hueso. Sin poder evitarlo, su espalda conoció el suelo por milésima ocasión en el día.

Xenovia llego instantes después, aun con su espada deformada, aunque no se dirigió a él, su vista se enfocó en el cuerpo del castaño quien yacía varios metros alejado por el impacto. Lo sujeto de los hombros con la intensión de cargarlo, fue cuando se dio cuenta que algo andaba mal.

Vio como este se movía ligeramente, al principio pensó que Ise comenzaba a despertar, pero descarto esa idea en el momento en que sintió los bruscos movimientos provenir de cada extremidad del mismo. La figura comenzó a distorsionarse a la par en la que perdía la forma humana, finalmente, colapso en una nube de murciélagos que se esparcieron por la zona.

- Quería pedirte un favor -

- ¿Un favor? -

- necesito que utilices tus poderes para crear algo, un señuelo -

- ¿p-puedo saber p-por qué? -

- si el peor de los casos se llegara a presentar y ellas decidiesen atacarme, entonces necesitaría de un plan disuasorio -

Sin perder un segundo más, Gasper hizo lo que Kiba le había solicitado, fue cuestión de segundos para que una silueta apareciera, aunque, a pesar de tener una leve semejanza a un humano, los detalles que destacaban en el rostro no eran los adecuados para una persona, más por que esta "marioneta" por asi llamarla, presentaba rasgos caninos.

- l-lo siento se-sempai, aun no soy capaz de controlar apropiadamente mis habilidades - excuso Gasper.

- no te preocupes, es suficiente para lo que tengo planeado –el rubio procedió a conjurar un círculo mágico que se encargaría de "Guardar" a aquella silueta tan extraña - escucha bien, pase lo que pase allí afuera, no quiero que salgas, voy a tratar de salvar a Ise-kun a como dé lugar, pero eso significa que me estaré revelando a Rias-Buchou, y tal como se encuentra ahora, es probable que me ataque sin siquiera pensarlo -

Al escuchar esto, Gasper se puso de pie rápidamente y esbozo una mirada de determinación.

- Iré con usted, si yo voy hay más probabilidades de salir con vida, aun si no controlo mis poderes, quiero ayudar a Ise-sempai -

- No Gasper, no puedo dejar que hagas tal cosa, ya fuiste exiliado de tu hogar una vez, no puedo permitir que eso suceda por segunda ocasión, además tú tienes un deber como el último hombre del clan Gremory – esbozo una mirada de determinación - deberás cuidarlas -

- ¿A quién?, después de lo que Rias-Buchou ha estado haciendo, para mi será imposible volver a confiar en ella -

- yo nunca dije que protegerías a Buchou - Kiba soltó un suspiro - parece ser que aún no te has dado cuenta, no te culpo, recién comencé a sospecharlo, pero yo no soy el único que apoya a Ise-kun, aún hay otras personas que lo ayudaron a escapar -

- Otras personas… ¡No se referirá a...! -

Kiba le dedico una última sonrisa.

- Cuídate Gasper -

Antes de que el vampiro pudiese decir una palabra más, Kiba desapareció de su vista, lo siguiente de lo que pudo darse cuenta, fue que alguien lo había golpeado en la nuca, en unos segundos, todo se había vuelto oscuridad para él.

Habían pasado un tiempo considerable tratando de atraparlos; ¿Cómo era siquiera posible que ese par de perdedores tuviese mejor condición física que ellas?

Su compromiso con la persecución era aterrador, lo que en un principio había comenzado como una docena de encolerizadas mujercitas, había terminado solo con ellas dos tratando de capturar a los parias. Conforme aumentaban la velocidad el paisaje a su alrededor cambiaba, las peculiares instalaciones de la academia se habían desvanecido y en su lugar, gran cantidad de árboles y maleza del bosque hacían acto de presencia.

Sería lógico pensar que eventualmente su trayecto se vería detenido por el propio cercado de contención que se encargaba de enmarcar el perímetro del instituto y de hecho, sí que se habían encontrado con semejante obstáculo; El problema recaía en que aquella era una de las pocas zonas por la que los encargados de mantenimiento o cualquier empleado del instituto jamás se paseaban; Gracias a ello, a algunos cuantos de los más problemáticos alumnos se les había hecho fácil agujerar el alambrado con el fin de obtener una ruta de escape para ellos y cualquiera que desease abandonar el aburrido sitio.

Claro está que ellas, al ser un par de alumnas ejemplares, jamás habían oído hablar de tal cosa, hubiese sido imposible para ambas encontrar aquel agujero, sin embargo, el destino parecía sonreírles por esta ocasión.

Katase había tenido la suficiente agudeza visual para descubrir a Motohama detrás del alambrado de contención, mientras trataba nerviosamente de colocar un arbusto con el fin de esconder el agujero por el que habían escapado. Advirtió a Murayama de ello, lamentablemente lo había hecho en un tono lo suficientemente fuerte como para que el de lentes también la identificara.

Maldijo su suerte al ver como aquel repugnante sujeto se daba a la fuga, no paso mucho tiempo para que ellas de igual forma atravesaran por la cerca y continuasen con su intento de cacería.

No fue el movimiento más inteligente que pudieron haber hecho, lo sabían, pero su orgullo e indignación fueron más grandes.

Eran inexpertas recorriendo este tipo de lugares, solo fue cuestión de tiempo para que la de pelo rosa tropezara con una de las tantas raíces sobresalientes y fuese a parar de bruces al suelo. El golpe, por fortuna no había sido tan severo, sin embargo, la vergüenza por haber tropezado de manera tan ridícula había hecho que su rostro se tiñera de rojo. Su compañera, quien se encontraba varios metros por delante de ella, se detuvo al ver que no la seguía, volteo la vista y la noto en el suelo, se dispuso a ir en su ayuda; Al momento de haber dado el primer paso, cayó en cuenta del lugar y la situación en la que se encontraban.

Lo arboles las tenían rodeadas por todos los ángulos, lo suficientemente altos y gruesos como para impedir la vista hacia los alrededores, de follaje tan abundante que impedía sus intentos por mirar hacia el cielo y que solo permitían que unos cuantos rayos de luz iluminasen ineficientemente la zona.

El suelo desnivelado y la abundante maleza por cada sitio en el que decidía posar su vista, por si fuera poco, no había rastro alguno de Matsuda o Motohama.

Vio a su amiga levantarse y posteriormente acercarse a ella, llevaba los ojos llorosos y los puños contra su pecho, al parecer, también se había percatado de su situación.

No hicieron falta palabras, las miradas afligidas rápidamente les dieron a entender que se sentían incomodas en el lugar. Tomaron su manos, y con un valor que ninguna poseía, comenzaron a andar. ¡Al diablo con Matsuda y Motohama!

Por más que lo intentaron, no lograron hallar ningún punto a través del cual poder orientarse. El cansancio, tanto físico, como mental, pronto hizo mella en sus conciencias.

De un momento a otro habían comenzado a sentir el frio que provocaban las sombras perpetuas ofrecidas por los perennes, esta de más de decir, que el uniforme de verano femenino de la academia nunca sería el adecuado para este tipo de situaciones. Por si fuera poco, ambas habían conseguido vestirse apresuradamente por querer castigar a sus pervertidos compañeros, por ende se hacía razonable que ninguna de las dos portase las medias escolares que en este momento tanta falta les hacía.

Los mosquitos de la zona no habían dado tregua al encontrarse con su piel desnuda, por lo que ahora ambas portaban diversos puntos rojos adornando sus esbeltas piernas. No conformes con ello, ahora mismo se encontraban cruzando por una zona de abundantes arbustos y plantas. Su suerte parecía haberse acabado.

La mirada de súplica de Katase fue suficiente para que Murayama decidiese aumentar el paso. Una vez más, el destino parecía burlarse de ellas; ahora había sido Murayama quien se encontraba de boca al suelo, con raspaduras tanto en codos, como en rodillas. Trato de levantarse, mas algo se lo impidió.

Confundida, la de pelo castaño logro girar su cuerpo, vio el rostro de Katase, inexplicablemente cubría su boca con sus manos, volteo bruscamente hacia su tobillo izquierdo, trato de zafarse de lo que fuese que la apresaba, intento una y otra vez, y aun así, no pudo hacerlo. Prosiguió entonces a tratar de liberarse con sus manos, una vez que estas hicieron contacto, el alma abandono su cuerpo. Fue solo por instinto, rápidamente había utilizado su pierna libre para golpear hacia la maleza. Una vez libre, retrocedo gateando hasta donde se encontraba Katase.

- u-¡Una mano! –

No lo entendió al principio, razón por la cual volteo hacia aquel lugar una vez más. El ángulo en el que se encontraba le permitió percatarse de que no solo era una mano lo que se encontraba escondida entre aquellos arbustos.

Caminaban tranquilamente por la zona, habían logrado perder a sus perseguidoras desde hace un buen rato, voltearon a verse y sonrieron satisfechos, ¡Hacían falta más que unas cuantas Kendokas novatas para poder atraparlos!

Motohama ajusto sus lentes y Matsuda sonrió con lascivia, con una seña del de poco pelo los dos habían logrado hallar el camino de regreso a la escuela, una vez que cruzaran la cerca volverían a aquello a lo que se habían visto interrumpidos. ¡Mirar pechotes!

Matsuda fue el primero en llegar al agujero, justo cuando se dispuso a cruza, algo les helo la piel a él y al de lentes.

- ¿Escuchaste eso? – Pregunto Motohama mientras volteaba en sentido contrario a la escuela – Me pareció escuchar a alguien gritar –

Se alejó un poco más de Matsuda con la intención de poder escuchar mejor.

- ¡Ni siquiera lo pienses, Motohama!, seguramente son ese par de locas tratando de tendernos alguna trampa.

- Es probable que así sea, pero… ¿Y si no? – la pregunta del de lentes había puesto en duda al calvito – No parecen ser personas que frecuenten este tipo de lugares, ¿Y si se encuentran lastimadas? – coloco su mano en su barbilla, tratando de tomar una decisión.

Un segundo grito volvió a escucharse del mismo lugar, esta vez ambos se miraron con seriedad, Matsuda volteo la vista hacia la escuela, dentro de la pista de atletismo el equipo femenino se encontraba practicando. Maldijo su suerte y tan rápido como vio salir corriendo a Motohama, este lo siguió.

Evadieron cuanto árbol y arbusto se les puso encima, cambiaron levemente su dirección un par de veces y en cuestión de segundos los dos se encontraban a espaldas de las Kendokas.

Las vieron intentando analizar la situación, ambas se encontrabas sentadas, con los ojos abiertos de par en par mirando en una sola dirección.

Fue el de poco pelo quien se percató primero de ello, por lo que lentamente comenzó a acercarse al lugar.

- Escuchamos gritos, ¿Sucedió algo malo? – pregunto Motohama con genuina preocupación.

- … Hay algo ahí – tardo en responder, y una vez lo hizo, la de pelo rosa señalo entre los arbustos.

- ¿Aquí? – Pregunto Matsuda mientras, cuidadosamente metía las manos, tanteando el terreno – Aquí no hay na… - se detuvo abruptamente, un escalofrió recorrió por todo su cuerpo, no fue capaz de moverse del lugar.

Motohama lo vio con preocupación, prosiguió a acercarse.

Matsuda logro recuperar levemente la compostura, cuidadosamente fue sacando su mano y una vez vio aquel liquido cubrirla parcialmente de carmesí, cayó bruscamente sobre su trasero.

- s-¡Sangre! – no hubo otra palabra por parte del calvito, este miraba aterrorizado su temblorosa mano derecha.

Los pelos de la nuca de Motohama se crisparon como nunca lo habían hecho, trago duro y con precaución se acercó al sitio. Al igual que su compañero, trato de escombrar la zona, eventualmente también había sido capaz de ver un poco de la sangre que se había colocado en la mano de su igual-

- …e-¡Es Ise! – no fue capaz de reconocer lo que allí se encontraba a primera vista, pero haber pasado tanto tiempo con el nombrado fue el detonante para que este pudiese terminar de identificarlo.

- ¿Qué? – pregunto Matsuda aún más confundido.

- ¡Maldita sea!, ¡Es Ise! – atrás habían quedado el miedo y la incertidumbre, rápidamente había logrado sujetar a Issei de los antebrazos y teniendo cuidado procedió a sacar al desdichado del lugar.

Los presentes quedaron helados al momento en que Motohama sacara al castaño, lo vieron colocarlo con delicadeza sobre el frio suelo y como posteriormente este acercaba su cabeza al rostro del herido.

- Esta demasiado frio pero… ¡Esta respirando! – una vez se dio cuenta de esto logro aligerar ligeramente los hombros, tratando de imaginar que lo había dejado en semejante estado.

Temerosas de estar ante un cadáver, Murayama y Katase soltaron un suspiro de alivio al escuchar al de lentes, procedieron a acercarse.

Una vez estando frente a él fue que finalmente comprendieron la angustia en la voz de Motohama. Lo vieron tendido en el suelo, con el uniforme de la escuela parcialmente desgarrado y cubierto de sangre semi-seca. La camisa, que en su situación actual no era capaz de mantenerse correctamente abotonada daba una vista perfecta al trabajado torso del castaño. Probablemente en otra situación, las féminas hubiesen enrojecido ante la vista, lamentablemente la idea ni siquiera cruzo por su cabeza al ver que la piel era adornada por diversas heridas y hematomas.

- c-Creo que deberíamos llevarlo a la Academia – Matsuda se colocó frente a Motohama, tratando de mover a Ise.

- Creo que sería peligroso moverlo en semejante estado, podríamos dañarlo más de lo que ya está – razono Motohama

- Si no lo llevamos pronto a la escuela entonces terminara igual – el calvito se mostró impaciente mientras trataba de levantar a Issei.

Viendo que no había más opción, el de lentes se dispuso a ayudarlo. Dio unos cuantos pasos pero se detuvo al ver como el cuerpo del castaño se retorcía levemente, por último, lo vio toser un gran coagulo de sangre.

Murayama vio la situación aterrada, justo en el peor momento un breve recuerdo azoto su mente; Un niño y una niña castaños se encontraban sentados en el césped de un parque, viendo asombrados a las numerosas mariposas que se posaban sobre las plantas.

Sintió una leve opresión en el pecho, cuando se dio cuenta, ya se encontraba sosteniendo al castaño por el brazo libre.

Todo se mantuvo silente por unos minutos, posteriormente escucho a Yuuto soltar una leve carcajada que poco a poco se mesclaba con pequeños quejidos de dolor que le provocaba la espada incrustada en su hombro. Fijo su vista en él y comenzó a acercarse.

- ¿Qué fue lo que hiciste? – pregunto enfurecida mientras ejercía presión sobre su espada. Lo escucho quejarse por la acción.

- … No eres la única que tiene sus trucos reservados – mantuvo su expresión divertida en todo momento.

- Te advertí que no estaba de humor para lidiar con tus trucos, sino me dices que hiciste con Ise por las buenas, te obligare a hacerlo por las malas –

- .. Pues, aunque me gustaría responder la pregunta, lo cierto es que no puedo hacerlo –

- ¿Qué quieres decir con eso? – pregunto impaciente.

- No sé dónde estará en estos momentos, le perdí el rastro desde que comenzaste a perseguirnos después de que trate de inmovilizarte por segunda ocasión – vio la sorpresa en su rostro y ensancho aún más su sonrisa – Todo este tiempo, solo me has estado persiguiendo a mí, Ise-kun nunca estuvo conmigo -

Señalo el sitio en el que los murciélagos se dispersaron.

- Eso que sujetaste hace algunos segundos, era un señuelo, el real nunca estuvo con nosotros –

- ¡Eso no puede ser!, ¡Te vi llevar a Ise desde un principio! –

- … Una simple ilusión… - fue interrumpido abruptamente al sentir como la espada comenzaba a quemar su carne con un poco más de intensidad - … Lo que viste que mantenía a mi lado, solo era un señuelo disfrazado que había preparado con anterioridad -

- … Entonces ¿Por qué te tomaste la molestia de invocar tu Balance Breaker? ¿Por qué hacerme pensar que había más de uno cuando en realidad nunca estuviste con el verdadero? –

- .. Pues veras – aprovecho la sorpresa en la peli azul para desencajarse la espada del hombro, dio varios saltos para mantener su distancia y una vez se detuvo, coloco su atención en su ya casi calcinada mano – Todo lo que he hecho hasta ahora fue para ganar tiempo, el Balance Breaker fue pensado como una distracción y tu caíste redondita –

- Como creaste el señuelo, me parece difícil creer que lo hayas hecho tu solo, en tu condición actual… -

- Ya olvidaste la capacidad de mi Sacred Gear, a veces pienso que me subestimas demasiado – (es más astuta de lo que recuerdo, espero que se trague ese cuento) -

- No ha pasado mucho tiempo, si me apresuro todavía podría encontrarlo, no debe estar muy lejos – se dio la vuelta rápidamente, dispuesta a volver por el camino que había llegado, comenzó a correr teniendo cuidado de sujetar su espada a un costado para que esta no le causase mayores problemas.

El rubio se mantuvo en su lugar en todo momento, cuando Xenovia estuvo a punto de salir de su rango de visión, Yuuto clavo el filo de su espada, invocando su Sacred Gear.

La vio detenerse abruptamente cuando una decena de espadas gigantes le bloquearon el paso, fue capaz de notar la frustración que recorría su cuerpo cuando ella encorvo su espalda mientras sus hombros comenzaban a temblar, finalmente, la vio darse la vuelta en un arranque de ira mientras utilizaba su espada para generar un violenta corriente de aire, y aun así, se mantuvo sereno.

- Creo que no me has entendido correctamente – coloco su mano buena sobre la calcinada justo en el momento en que esta comenzó a emitir un leve brillo verdoso – Para poder irte de aquí, primero deberás vencerme a mí en un combate – invoco su espada demoniaca y procedió a revestirla con una de sus espadas sacro-demoniacas, flexiono sus rodillas y se lanzó contra Xenovia.

Esta le siguió instantáneamente, no hubo ningún truco, no hubo ilusión alguna, no se molestaron en esquivar el ataque del otro.

Irremediablemente sus espadas terminaron colisionando en contra de la otra, utilizaron su fuerza para tratar de opacar a su oponente, la energía que genero el choque de fuerzas termino por enviarlos a los dos justo por donde habían llegado.

- Es increíble -

Saji Genshirou se encontraba de pie frente al escritorio de la presidenta del consejo estudiantil, observando detenidamente la escena "poco común" que se suscitaba.

Dos extravagantes pelinegras que destacaban por su seriedad e inteligencia, ahora mismo se encontraban ocupando los asientos del escritorio, una de frente a la otra. A los costados, dos tazas de porcelana, una tetera y una bandeja de bocadillos que la más voluptuosa de ellas, había preparado con anterioridad.

La líder del clan se encontraba particularmente de buen humor ese día y como ya era costumbre en situaciones similares, se había ofrecido en la preparación de los bocadillos que ahora se encontraban sobre la mesa.

Cuando los presentes escucharon la petición, no pudieron evitar pensar en lo mucho que peligraba su vida, Shinra Tsubaki aun podía recordar el pastel de chocolate que su líder había preparado para Hyodo Issei semanas atrás, aquel peculiar postre legendario que se decía era suficiente para asesinar a un Rey Dragón, incluso a los Dragones Celestiales, curiosamente, el único que había salido bien parado después de haber comido uno de esos postres era el rubio que yacía en la habitación, Hyodo Issei lo había intentado y aun cuando pudo disimular perfectamente frente a su ama, fue incapaz de asistir a la escuela por varios días debido al dolor estomacal.

Fue difícil lograr que Sona desistiera en la cocina, pero Shinra había sido astuta, prometiendo que en una ocasión futura permitiría que ella se encargase sola de esa labor.

Sona había asentido con satisfacción y de esta manera, los miembros del consejo estudiantil habían logrado evitar la muerte, al menos por un tiempo.

Las dos mantenían ambos brazos sobre el escritorio, paseando la vista incesantemente por el tablero de ajedrez que se encontraba en el medio, tomando las piezas correspondientes y colocándolas en nuevas posiciones sin ningún intervalo de tiempo de por medio. Para ser una partida de un juego estratégico, las dos jugaban a una velocidad considerable.

- A este paso la partida no durara mucho – dijo para sus adentros Saji sin saber lo equivocado que estaba.

Tres suaves golpes a la puerta fueron suficientes para lograr desviar su atención, contrariamente, las chicas a su lado se encontraban totalmente inmersas en su juego, por lo que él fue quien dio la autorización para que ingresara quien quiera que estuviese del otro lado.

La puerta se abrió con parsimonia y detrás de ella salieron dos de sus compañeras, una chica linda de largo cabello ondulado y una bishoujo de corta cabellera azulada.

Por un segundo, las chicas que se encontraban sentadas detuvieron su juego y dirigieron su mirada hacia la entrada, cuando confirmaron de quien se trataba volvieron a su labor.

- ¿Hubo novedades? – pregunto Saji en vista de que sus superioras se encontraban indispuestas.

- Lo mismo de siempre – comento Tsubasa Yura, soltó un pesado suspiro y comenzó a masajear sus hombros con desdén -

- Hoy ha sido particularmente vergonzoso irrumpir en el club de ajedrez – menciono Hanaki Momo, su rostro se enrojeció levemente.

- ¿Continúan apostando prendas durante sus partidas? – pregunto Saji con obvio interés, en ocasiones había presenciado la cúspide del ya mencionado juego erótico de ese club.

- Un hombre y una mujer, de segundo año, se encontraban ya en paños menores cuando entramos a inspeccionar -

- Define paños menores – aun cuando trataba de realizar su trabajo en el consejo de la mejor manera posible, Saji dejaba salir su muy reprimida vena pervertida de vez en cuando.

Su sonrisa comenzó a evidenciar la lascivia que sentía, sin embargo, se detuvo abruptamente al notar la pesada mirada que su compañera de cabellera ondulada le dedicaba, todo empeoro cuando dejo de escuchar el constante golpeteo de las piezas colocadas en el tablero. Volteo la vista y aterrorizado vio las miradas que sus superioras le dedicaban.

Sin poder evitarlo, las piernas comenzaron a temblarle, sabía lo que opinaba su ama acerca de ese tipo de comportamientos.

- Bueno, cambiando de tema, el club de manga sigue con sus publicaciones ilegales – Yura intervino tratando de salvar a Saji, cuando las miradas se posaron sobre ella, supo que lo había conseguido – Hoy se ha publicado el volumen 19 de "La bestia y el príncipe" –

- ¿Ya son 19 volúmenes? – pregunto Shinra con leve interés

La de pelo azul asintió.

- Pobre Hyodo – murmuro Saji, él había irrumpido en la sala de ese club cuando recién se había publicado el volumen 10, una semana antes del viaje a Kioto, la portada de ese volumen en particular era demasiado sugerente, perturbadora.

- Parece ser que la demanda ha subido esta semana, probablemente tenga que ver con la desaparición de varios de los miembros del club de ocultismo –

- Si Rias llegara a enterarse que ese manga existe, es seguro que destruiría ese club y a quienes lo publican – comento Sona, tomo la taza de porcelana y dio un pequeño sorbo – Jaque Mate

- ¿Cómo dice? – pregunto alarmada Shinra, un solo segundo de descuido le había costado la partida completa.

- ¿Estaban jugando? – Pregunto Momo. Le gustaba ver a su líder enfrentarse a la vicepresidenta.

- Fue un juego peculiar – respondió Saji quien había estado atento desde el principio de la partida.

- A final de cuentas, fue algo necesario – respondió Sona.

- Creo que no la comprendo, no fue un simple juego de ajedrez –

- No como tal, el objetivo era poner a prueba nuestra agudeza mental, saber cómo reaccionaríamos a situaciones adversas en cortos periodos de tiempo… - tomo un poco de dango dispuesta a probarlo – En menos de medio año nos hemos enfrentado a situaciones inesperadas, en ocasiones hemos tomado decisiones que no fueron del todo acertadas, por ejemplo… -

- Pudo haberme vencido hace tres turnos – murmuro Shinra sin despegar la mirada del tablero, a pesar de la velocidad a la que jugaban, recordaba perfectamente los escaques en los que había colocado sus piezas.

- ¿Cómo dices? – pregunto Sona perpleja.

- Mi Rey se encontraba atrapado, usted tenía a su Rey de frente al mío y su Reina a un costado a varios escaques de distancia, no me había percatado de que su reina se encontraba en ese lugar así que no moví mi pieza con anterioridad –

Sona se mantuvo pensativo por unos segundos - … Había colocado a la reina en ese lugar desde un principio, supongo que debí olvidarlo, en consecuencia, hice retroceder al Rey y te di la oportunidad para escapar –

Shinra asintió ante el comentario.

- Si recuerdan el lugar en el que colocaron las piezas, ¿Porque la presidenta no movió a su reina con anterioridad? – cuestiono Tsubasa.

Sona escucho la pregunta, tomo el último sorbo del contenido de su taza.

- … Es por eso que le pedí a Tsubaki esta partida, debemos ser capaces de superar esos defectos, si se tratase de una batalla real, probablemente habría perdido a alguno de ustedes por ese simple descuido –

Termino su breve discurso y fijo su mirada en sus sirvientes, pudo ver la admiración en sus ojos.

- ¿Le apetece otra partida? – pregunto la vicepresidenta ansiosa de la revancha, el juego había tenido un desarrollo interesante.

- Sera en otra ocasión, supongo que debo encargarme del club de manga y el club de ajedrez – menciono Sona levantándose de su asiento.

- A propósito – menciono Tsubasa sacando un cuadernillo de su mochila – Confisque el original del volumen 19 del club de manga, sin él no podrán hacer más copias – se acercó al escritorio y lo coloco cerca de la bandeja de bocadillos.

- "Almas oscuras"… – menciono la presidenta colocando su atención en el cuadernillo.

- Hay una leyenda al reverso – menciono la de pelo azul

Intrigada, Sona dio vuelta al cuadernillo,

- "La noche es más oscura antes del amanecer" – podía leerse en letras de diseño llamativo, debajo de ellas, en un recuadro a la derecha había una pequeña descripción del volumen.

- Un título un tanto rebuscado para un manga homo-erótico – menciono la de largo cabello negro.

- Tengo entendido que Aika-san es miembro de ese club, es probable que ella diera varias ideas acerca de lo que sabe del mundo sobrenatural y el drama que gira en torno al club de ocultismo – menciono Sona.

- ¿Aika-san? – pregunto Saji desconcertado.

- Tengo entendido que ella descubrió la identidad de Xenovia-san hace un par de semanas, Rias está al tanto de esto, como es un nuevo cliente supongo que le permitió a Xenovia-san mantener contacto con ella –

- ¿Usted está de acuerdo con eso? – pregunto Momo.

- Mientras no divulgue lo que sabe, no le veo el problema, además, eso es problema de Rias –

- Y, ya que estamos hablando del grupo Gremory – intervino Saji en la conversación – ¿Usted sabe cómo se encuentra Hyodo? – pregunto con genuina preocupación, se enteró hace algunos días de la golpiza que le habían propinado a él y a Vali, desde entonces no había parado de preguntar.

- Mi hermana contacto conmigo ayer por la noche, me dijo que no teníamos permitido intervenir en los asuntos del grupo Gremory a menos que se me ordenara lo contrario – menciono mientras se dirigía al gran ventanal a sus espaldas – Algo malo está pasando, pero ella no quiso darme más detalles -

- ¿Tiene eso que ver con el hecho de que no nos permitiese inspeccionar los lugares de donde hasta hace unas horas salían grandes cantidades de ondas mágicas? – cuestiono Tsubasa.

La de pelo negro asintió.

- De cualquier forma… -

Detuvo sus palabras abruptamente, frente al escritorio comenzó a trazarse un círculo mágico de tamaño considerable, de él salió un holograma de cuerpo completo.

- ¡Sirzechs-sama! – exclamo Sona desconcertada, instantáneamente sus sirvientes realizaron una profunda reverencia.

- Sona-chan, tengo una misión especial para ti, no tengo mucho tiempo así que pon mucha atención – dijo el de pelo rojo mientras posaba su atención sobre los siervos de la Sitri – Por favor, levanten la cabeza, esto es algo que les incumbe a todos –

- ¿Tiene esta misión alguna relación con Rias y su nobleza? – Cuestiono, lo vio asentir instantáneamente – Con todo respeto señor, pero mi hermana… Leviatán-sama me ha ordenado no intervenir con ellos –

- Tu hermana está al tanto de la situación y lo aprueba, y aun si no fuera así, no tiene la autoridad suficiente para ir contra mis órdenes – exclamo Sirzechs seriamente.

La pelinegra asintió en respuesta, no le estaba gustando en lo más mínimo el curso que estaba tomando la conversación.

- Ayer por la tarde, se nos revelo cierta información perturbadora, los datos no son precisos al 100%, pero todo apunta a que Hyodo Issei se ha convertido en un criminal de rango S –

- ¿Disculpe? – pocas eran las veces en las que el rostro de Sona Sitri mostraba una expresión que no fuese su típica cara de póker, sus siervos no se encontraban mejor, la noticia era desconcertante. - ¿Bajo qué cargos? -

- Se le acusa de alta traición al tratado de las grandes facciones, se ha confirmado que él es quien atento contra la ciudad de Asgard hace unos días, sumado a ello, ataco a su propio grupo ayer por la tarde –

- ¿Hyodo ataco a Rias-sempai? – cuestiono Saji, su expresión no daba crédito a lo que sentía.

- ¡Saji! – a pesar de la situación, Sona no permitiría actos deshonrosos. El rubio agacho la cabeza profundamente al reflexionar sobre su comportamiento

- No te preocupes, yo reaccione de la misma manera cuando me entere – levanto su mano en señal de aceptación, inmediatamente el rubio levanto la cabeza.

- Su misión consistirá en unirse al grupo Gremory y apoyarlos durante su búsqueda, ahora mismo deben encontrarse en los alrededores de la ciudad, encuéntrenlos lo más rápido posible –

- Disculpe, pero… ¿No se supone que Hyodo Issei estaba hospitalizado dentro del territorio de mi familia, siendo vigilado constantemente?, ¿Cómo es que fue capaz de atentar contra Rias? – cuestiono.

- Ahora mismo, muchas de las cosas que sabíamos sobre el son inciertas, nos ha estado mintiendo desde que se convirtió en demonio, tiene muchos trucos escondidos, tengan cuidado cuando lo enfrenten –

- Dijo que él fue quien ataco a los dioses nórdicos, ¿No se supone que el perpetrador había sido un sujeto denominado Berserker? –

- Resultaron ser la misma persona – respondió el de pelo rojo.

- ¿Y usted cree que seamos capaces de enfrentar a alguien que venció en batalla a dos de las más poderosas deidades de todo el mundo? –

- Cometió un grave error mientras estaba en el hospital, se confió, gracias a ello pudimos enterarnos de algo particularmente interesante… Está muriendo, contrajo una enfermedad hace algunos meses, según tengo entendido, no le queda ni siquiera un mes de vida –

Nuevamente su psique había sido azotada, hasta hace unos cuantos minutos era ignorante de todo lo que había estado sucediendo a su alrededor, era demasiada información para asimilar tan repentinamente.

El círculo mágico comenzó a emitir leves destellos, el holograma comenzaba a deformarse.

- e-Espere, ¡Por favor!, esto es… - trato de acercarse al holograma, pero la mano extendida del Maou se lo impidió.

- Confió en que no nos defraudaras – fueron sus últimas palabras antes de que el holograma desapareciera.

La presidenta se mantuvo inamovible durante un par de minutos, procesando la poca información que se le había brindado, había cosas que no le habían mencionado y que ahora carcomían su mente, se sentía abrumada.

- p-Presidenta – menciono Shinra quien se encontraba delante del ventanal tratando de ordenar su mente - ¿Qué es lo que vamos a hacer? –

- … Ya escucharon a Sirzechs-sama, no podemos ir contra sus órdenes –

- ¡Pero eso es injusto!, ¿usted no creerá que Hyodo se convirtió en un criminal de la noche a la mañana? – cuestiono exaltado Saji, sus puños se encontraban fuertemente apretados

- Lo que yo crea ahora mismo no importa, si no acatamos las órdenes de un Maou, las consecuencias serían desastrosas -

- ¡Presidenta! – nuevamente la voz de Shinra la había descolocado, sabía que todos se encontraban perturbados, pero no esperaba que ella le levantara la voz.

Se dispuso a reprenderla, sin embargo, cuando vio su mirada clavada en el ventanal se detuvo y decidió acercarse, lo que vio del otro lado la sorprendió aún más.

- Tiene que ser una broma –

La cancha de atletismo de un momento a otro se había visto llena de estudiantes de todas las edades, lo sorprendente no era eso, sino lo que sucedía justo en el medio.

Dos personas, un hombre y una mujer siendo seguidos por dos más, se movían apresuradamente, en sus brazos se encontraba el cuerpo de un hombre joven, malherido, con el cabello desordenado y las ropas desechas, gracias a sus sentidos aumentados fue capaz de divisar las manchas de suciedad y sangre que opacaban lo poco que quedaba del uniforme.

Lentamente, los miembros restantes comenzaron a acercarse.

- ¡Rápido!, encárguense de los alumnos, no quiero que se involucren en esto, deberán modificar los recuerdos de todo aquel que haya visto la situación –

- ¿Qué hay de él? – pregunto Shinra aun intranquila.

- Por su trayectoria diría que se dirigen a la enfermería, dejemos que lleguen, si vamos a hacer esto, entonces debemos tratar de involucrar a la menor cantidad de gente externa a la situación.

Los vio dudar ante sus palabras, aunque a final de cuentas no era más que una reacción natural ante la situación. Uno a uno fueron saliendo de la habitación, volvió la vista a la cancha de atletismo y trato de concentrar sus sentidos lo mejor que pudo.

Un gran alboroto había comenzado a desarrollarse dentro de la cancha de atletismo y los alrededores de la misma, cientos de estudiantes que se encontraban realizando sus respectivas actividades habían comenzado a acercarse con la intención de poder ver más detenidamente la situación que se suscitaba.

- ¡Auxilio! –

Katase había tomado la delantera, tratando de llamar la atención del profesorado o de algún trabajador de la escuela, lamentablemente, hasta ahora solo habían acudido varios alumnos que, una vez divisaban la situación del castaño a sus espaldas, se quedaban totalmente inmóviles en su lugar.

- ¿Hyodo Issei? -

Los silenciosos susurros lentamente se habían convertido en ruidosas exclamaciones, aun entre ellas, Murayama fue capaz de identificar la voz de la mujer que tan desesperadamente estaba tratando de encontrar.

Rápidamente una mujer de corto cabello castaño y de finas, pero severas facciones había comenzado a abrirse paso entre la multitud, vestía un típico traje de oficinista y sobre él una larga bata blanca, antes de que cualquiera se diera cuenta, ya se encontraba sujetando al castaño del brazo que anteriormente sostenía Murayama.

- ¿Qué fue lo que le paso? – pregunto alarmada la doctora, solo había pasado unos segundos a su lado, pero podía sentir claramente la baja temperatura corporal del chico, no ayudaba mucho el maltrecho estado que presentaba.

- … Tiene un corte profundo en su espalda, parece que había estado sangrando bastante – Motohama había logrado salir de su ensimismamiento y torpemente había logrado responder a las palabras de la doctora.

- … Esto no está bien, ¡Tenemos que llevarlo rápido a la enfermería! – escucho las alarmantes palabras de uno de los miembros del dúo pervertido, tuvo que forzarse a mantener la calma - ¡Todo el mundo atrás!, ¡Necesitamos espacio! –

Un solo alarido fue suficiente para que los alumnos que se encontraban en su camino se apartaran, no perdiendo tiempo, apresuro el paso en compañía de Matsuda, quien aún la ayudaba a sostenerlo, poco detrás de ellos Motohama, Murayama y Katase los seguían, sin haberlo notado, en pocos minutos se encontraban frente a la puerta de la enfermería.

La de pelo rosa se había adelantado nuevamente y sin ningún tipo de delicadeza había abierto la puerta, instantáneamente los demás habían ingresado.

- ¡Ayudame a ponerlo sobre esa cama! –

Fue complicado llegar al lugar, Matsuda había estado cargando la mayor parte del peso desde que lo encontraron en el bosque, los músculos de los brazos, hombros y espalda habían comenzado a entumecerse.

Lograron sentarlo con delicadeza sobre uno de los bordes, Matsuda comenzó a recostarlo mientras la enfermera se dirigía a los estantes en busca de las herramientas necesarias, por lo poco que había visto, era necesario limpiar y suturar varias de las heridas.

Se detuvo abruptamente cuando se disponía a tomar lar vendas, un doloroso quejido había llamado su atención, dio media vuelta.

El de poco pelo recién había recostado al castaño en la cama, pudo ver una particularmente dolorosa expresión en su rostro así como violentos espasmos musculares.

- ¡La herida en su espalda! – la idea rápidamente cruzo por su mente, coloco los medicamentos en una mesa adyacente y lo ayudo a sentar a Issei sobre la cama.

Matsuda se colocó del lado contrario de la cama, teniendo cuidado de no soltar el cuerpo del castaño mientras la doctora comenzaba con el diagnostico.

El par de chicas que se encontraban junto a la puerta observaban detenidamente el trabajo de la doctora, fueron necesarios poco más de 20 minutos para que concluyera con su trabajo.

Tomo su nuca con su mano izquierda y coloco la derecha sobre su pecho, comenzó a recostarlo con delicadeza, las chicas la miraban con preocupación, esperando cualquier reacción negativa, se alarmaron un poco cuando expreso un leve gemido, pero suspiraron aliviadas cuando no ocurrió nada más que eso. Matsuda procedió a acercarse a Motohama

- ¿Qué fue lo que le paso? – pregunto la doctora sin despegar su mirada de las reacciones del castaño.

- … No lo sabemos, lo encontramos en el bosque en este estado – Murayama tardo en responder, realmente no sabía cómo expresarse después de lo que había tenido que experimentar.

- Ya veo, ¿Qué estaban haciendo ustedes en medio del bosque? – cuestiono con una mirada interrogante.

Las dos chicas dedicaron una mirada aterradora al dúo pervertido, sin poder evitarlo, estos dos comenzaron a sudar copiosamente.

- … nosotros… Los detalles no son importantes ahora – menciono Motohama mientras agitaba las muñecas en señal de negación – Lo importante ahora es; ¿Se va a recuperar? –

El ambiente cambio su rumbo nuevamente, la expresión molesta de las chicas se desvaneció al instante, la preocupación en el rostro de Murayama había vuelto.

- Algunas de las heridas no eran tan profundas, sin embargo hay varias contusiones y hematomas distribuidas por todo su cuerpo, probablemente haya algunos huesos fisurados – se dirigió al escritorio que se encontraba junto a la ventana con intensión de tomar su móvil – Por ahora no hay señal de algún riesgo, sin embargo, desconozco el tiempo que paso a la intemperie con esas heridas abiertas, será mejor que llame al hospital, es muy poco lo que puedo hacer en este lugar –

- Eso no será necesario –

La puerta fue abierta abruptamente.

- s-Sona-kaicho – exclamaron preocupados el de gafas y el de poco pelo.

La de pelo negro ingreso en la enfermería seguida de su segunda al mando, instantes después de que su nombre fuera mencionado.

- Eso será todo por ahora, puedes retirarte Akira – la de menor busto se acercó a la cama donde yacía el castaño.

- Con todo respeto Sona-sama, es necesario que Hyodo Issei sea trasladado a mejores instalaciones, la situación lo amerita –

- Me hare cargo de la situación, como dije antes, puedes retirarte –

- p-pero, Sona-sama –

- ¿Te atreves a cuestionar mis órdenes? – no le gusto que la cuestionase. No solía pasar muy a menudo, tenía tantas cosas en las que pensar, le dirigió una mirada afilada y filtro un poco de su aura por el lugar.

- … Disculpe mi atrevimiento – inclino la cabeza en una profunda reverencia, posteriormente se dirigió a la salida – Con su permiso, me retiro –

- Tsubaki, encargate de ellos – Sona no se movió de su lugar, su mirada se mantenía sobre el castaño.

La de cabello más largo asintió con la cabeza, sin que pudieran evitarlo, se colocó frente a ellos impidiéndoles el paso.

Motohama vio a la presidenta estática frente a la cama, anteriormente la había visto detenidamente, pero ahora mismo se sentía diferente, no podía explicarlo correctamente, pero de alguna manera sentía que ahora mismo, Sona Sitri era peligrosa.

Todo paso en un instante, Sona rápidamente había extendido su mano derecha, en pocos segundos se materializo en un círculo mágico y de él varias cadenas habían emergido, sin delicadeza alguna, habían envuelto el cuerpo del castaño.

- Espera un momento, ¿Qué le estás haciendo? – pregunto Motohama preocupado, había logrado esquivar a Shinra y se dirigía ante Sona.

- Esto debe acabar ahora – un segundo círculo mágico se había materializado y comenzaba a emitir un peligroso sonido.

Las chicas escucharon el alboroto, se encontraban fuera de la enfermería, pero el grito de Motohama había logrado alertarlos, sin que Shinra pudiera evitarlo, estas entraron.

El de gafas se arrojó contra Sona, dispuesto a evitar lo que fuese que ella intentara lograr, un grito desgarrador fue todo lo que los presentes pudieron escuchar antes de que la habitación fuese consumida por la luz.

- ¡Ise! –

Fin del capítulo.

Notas del autor.

Siento que es mi deber decir algo profundo como "Si vas a hacer las cosas, entonces hazlas bien" o "No puedes esperar crear algo bueno si lo haces de manera apresurada" o cualquier otra frase que me ayude a justificar el tiempo que ha pasado, pero lo cierto es que lo único en lo que puedo pensar en este momento es; "Siento que pase todo este tiempo pensando en que es lo que escribiría en esta sección del capítulo".

¿Cómo han estado?, ¿Los ha sorprendido la actualización?, apuesto que sí.

Han pasado casi dos años desde que se publicó el capítulo cuatro de esta tan "controversial historia", he de suponer, que la mitad de los seguidores se mantienen indiferentes ante el tiempo de actualización, por otro lado, es casi seguro que la otra mitad se encuentra molesta por mi demora, puedo entenderlo, y sé que esperan una explicación, una razón lo suficientemente fuerte para que de un día para otro abandonase esta historia que tanta aceptación tuvo en su momento.

Déjenme decirles, no fue solo una razón, en su momento se suscitaron varias situaciones y lentamente se fueron acumulando, llego un momento en que todo me exploto en la cara y me vi forzado a dejar de hacer algunas cosas que tanto me gustaban.

Se preguntaran ¿Qué tipo de cosas te hacen abandonar algo como esto?, ¿acaso fue la escuela?; ¿Te abrumaron los proyectos? ¿O acaso fue el trabajo?; ¿Tu jefe es un patán que no logra comprender tu situación?, les aseguro que no se trata de nada de eso, no puedo dar una excusa significativa, porque realmente no existe como tal.

En este momento tratar de defenderme será inútil, nada de lo que les diga será lo suficientemente satisfactorio, por ello, no voy a hacerlo.

Pasemos a lo importante.

Créanme cuando les digo, que este capítulo ha sido inusualmente difícil de escribir, no solo por lo extenso que se ha tornado, sino también por las diversas situaciones que he planteado; Hay escenas que me han gustado como ninguna otra que haya escrito jamás, por otro lado, están las escenas que por más que me he replanteado, no terminan de encajar como deseo, aun cuando sé que son necesarias para el desarrollo de la historia y de los personajes. Si ustedes llegan a toparse con alguna escena desagradable en particular, por favor háganmelo saber, realmente me interesa su opinión.

Algunos pocos misterios se han ido revelando a lo largo de esta actualización, como por ejemplo, la situación actual del equipo de Vali o también, por qué el grupo Sitri no había intervenido hasta el momento y de igual manera cuál será su rol en los siguientes capítulos.

De igual forma, he incluido a la historia personajes que algunos de ustedes pensaron que no estarían y les he dado cierta relevancia. El punto de divergencia yace en el hecho de que aparentemente, Issei y Murayama se conocían desde pequeños, lo cual justificaría de cierta manera el comportamiento que ella tuvo al ver a Ise en semejante situación. La posibilidad había estado rondando por mi cabeza desde hace mucho tiempo, cuando vi la oportunidad para incluirla, me dije a mi mismo ¿Por qué no?

Por otro lado, el capítulo se lo han llevado casi por completo Xenovia y Yuuto, sobre todo la de pelo azul, he tratado de dejar su personalidad casi intacta, aunque supongo que no ha resultado en ocasiones.

Realmente, he querido evidenciar una gran verdad de la psicología humana en ella:

Las personas generalmente actúan de manera más volátil y precipitada cuando por primera vez reciben noticias que pueden afectar todo su sistema, en otras palabras, tienden a actuar de manera más estúpida ante situaciones que no alcanzan a comprender del todo, sin saberlo, se dejan llevar por lo que los demás dicen.

He aplicado esta analogía a personajes como Rias, Koneko, Xenovia, Rossweisse y en menor medida, Asia.

Dicho esto, cuando una persona se detiene a analizar de manera más tranquila la situación, cuando se analizan todas las posibilidades, es más fácil tomar decisiones acertadas.

He aplicado esta analogía a personajes como Yuuto, Grayfia y en menor medida, a Gasper.

Dicho esto, ¿Ustedes que creen que pasa cuando sujetos con una mentalidad como lo dicta la primera analogía, comienzan a reflexionar sobre sus actos justo como lo hacen los de la segunda analogía?

Es sencillo en realidad, Caos, cuando finalmente comienzan a comprender que algunas cosas que hicieron estuvieron mal, su conciencia comienza a presionarlos, emociones como la culpa, la empatía, comienzan a hacerse presentes y sin poder evitarlo, abruman su mente, llega un momento en que lo único en lo que pueden pensar es en cómo solucionar lo que provocaron. Eso es justo lo que le ha pasado a Xenovia en este capítulo.

Por más situaciones adversas que pasen los personajes, por más maduros u oscuros, por más sexuales o despiadados que traten de describirlos, nunca deben olvidar que los personajes de esta novela ligera son solo un grupo de adolescentes, que algunos de ellos esconden lo frágil de su personalidad tras una máscara, es natural que actúen como tal en algunas ocasiones.

Las escenas finales de este capítulo se enfocan en el grupo Sitri, nos han revelado un poco de su personalidad y de igual forma, nos han mostrado un poco como es que se desarrollan las cosas en la escuela sin el club de ocultismo presente.

Dicho esto, déjenme hacerles esta pregunta, ¿A qué analogía creen que pertenecen los miembros de este clan?, por las situaciones que he planteado y aquellas que se han mostrado en la novela, creo que la respuesta es obvia, sin embargo, ahora mismo están obligadas a ejecutar las ordenes que se les han dado, así que déjenme cambiarles la pregunta; ¿Sona Sitri será capaz de pasar por alto las ordenes de un Maou si su raciocinio la convence de que lo que harán es incorrecto? ¿O acaso su sentido de obediencia será más fuerte?, hay un 50/50 de probabilidades para cada situación, por supuesto, yo sé que es lo que pasara, aun así, me parece interesante poder escuchar sus teorías.

Por favor traten de pensar lo más críticamente posible, esta historia ha demostrado que las cosas no son siempre lo que parecen, como el más obvio de los ejemplos que puedo dar, debo recordarles la situación de Akeno en el capítulo 2, todos creían que ella inevitablemente traicionaría a Ise, incluso llegue a recibir review en los que se pedía de antemano por su sufrimiento, pero, ¿Qué fue lo que paso en el capítulo 3?, después de que Akeno confeso su situación, reafirmo sus sentimientos hacia al castaño, y posteriormente se involucró activamente en un complicado plan que ayudo a Ise a escapar, todos volvieron a amarla. Lo que trato de decir, es que no deben dejar que sus sentimientos nublen su juicio, de vez en cuando es necesario detenerse a reflexionar.

Lo bueno y lo divertido de las teorías es que a pesar de crearse tantas e incluso cuando algunas son de hecho bastante coherentes, en ocasiones, ninguna resulta ser correcta, pero aun así ayudan a mantener la expectativa, por eso muchos de nosotros pasamos la noche en vela tratando de crear diversas situaciones.

Finalmente, creo que es mi deber explicar la situación en la que Yuuto se encuentra, ¿cómo es que de la noche a la mañana el rubio aprendió a crear ilusiones?; ciertamente en el anime jamás se demuestra que posea dicha habilidad, sin embargo, sino mal recuerdo, el utilizo este tipo de técnicas durante su batalla con Siegfried, así que es natural que la incluya en su arsenal.

La habilidad de su Sacred Gear fue clara desde un principio, poder crear una sin número de espadas demoniacas dependiendo de la imaginación de su portador, o en este caso, del escrito en turno. Si les puedo ser completamente sincero, el Sacred Gear del rubio es a mí parecer uno de los más impresionantes de todo ese universo, y aun cuando me ha gustado relativamente el camino que el personaje ha tenido a lo largo de la historia canónica, lo cierto es que me encuentro inconforme con el desarrollo de sus habilidades, así que espero no se les haga muy extraño verlo desarrollar cierto tipo de técnicas o habilidades como las que ya se han mostrado en esta historia, lógicamente, tratare de no exagerar mucho en este aspecto, si ustedes llegan a pensar que realmente exagero, por favor háganmelo saber, con gusto tratare de corregirlo.

Para terminar con Yuuto me veo en la necesidad de explicar las técnicas de sanación que utilizo en este capítulo, ciertamente no es una habilidad canónica, tampoco la he visto en ninguna de las historias que he leído hasta ahora, sin embargo me pareció lógico que el pudiese desarrollarla. En cada anime y novela ligera en que una habilidad similar se presenta en algunos personajes, los requisitos son siempre los mismos, poseer una cantidad considerable de la energía que maneje la trama (chackra, mana, aura, ki, haki etc...) y tener un control destacable sobre la misma.

Si bien no se ha demostrado que Yuuto posea grandes reservas de energía mágica hasta ahora, lo cierto es que el control que tiene sobre ella es casi perfecto, ¿o de que otra forma hubiese sido capaz de unir luz y oscuridad en una espada?, aun así y con todo el control que posee, él no es capaz de dominar esta habilidad como uno pensaría, ya se ha explicado en su respectiva escena, por lo que resulta inútil tratar de compararlo con Rias o Akeno, quienes se ha demostrado tienen un gran dominio sobre esta técnica, ni hablar de Asia.

Supongo que es todo de mi parte, pasemos a los review:

Roy-AoiryuuX23: Si, de cierta forma a mí también me disgusta un poco la perversión extrema de Issei en las novelas, ósea, ¿Qué es eso de ganar poder apretando unos senos? En fin, despreocúpate, mandar la escena de sexo por venganza para perdonar a Rias es algo que no voy a hacer, ya viene siendo hora de que estos fics de traición cambien un poco.

Element-OverLord: Se agradecen los buenos sentimientos, de alguna manera hasta a mí me ha dado un poco de rabia la actitud de Rias, pero eso lo que yo quiero que los lectores sientan.

colocolo4178: Lo sé, soy un maldito bastardo por demorar tanto, tu eres el unico o de los pocos que no quieren romance y hasta eso tu punto está bien estructurado, pero aún falta ver como se desarrollaran los sentimientos de Issei.

Acqua Of The Back: Jamás mi querido compañero, yo soy de esos que no se echan para atrás, mucho menos cuando esta historia tiene tanta aceptación. En cuanto a tu pregunta sobre Ddraig. (JODER eres quizás el segundo que se preocupa por el). No sé, puede ser, la verdad es que sin el sello de la Boosted Gear él no es más que un alma que debería pertenecer al mundo de los muertos, y el hecho de que él quiera salir a ayudar a Issei solo empeora las cosas para su situación.

RAYHACHIBY: Me alegra que te gustara la paliza, fue probablemente la escena a la que le dedique más tiempo de este cap.

Accelerator Breaker: Entiendo perfectamente lo que quieres decir, incluso a mí me da rabia redactar a Rias de esta manera, pero como tú dices y a pesar de lo gastado que está el tema, sigue teniendo aceptación.

aten92: Jamás mi querido compañero, yo no renuncio y no huyo (me sentí Naruto). A decir verdad ya tengo planeado el fic (más o menos), y que él se vaya con la facción del cielo no está dentro de esa planeación, lamento si esto te desilusiona pero pronto sabrás porque Issei no se va con ellos. Eres el primero que comenta acerca del título del fic y hasta cierto punto tienes un poco de razón, no coloque ese título solo como un adorno, son palabras que tienen un peso importante dentro de la historia, además de ser un pequeño gran spoiler para el que sepa interpretarlo correctamente. (Nadie ha podido descifrarlo hasta ahora, quizás porque no le prestaron la debida atención)

Jeffersongongora: Se lo que tratas de decir, Issei ya tiene bien merecido un nuevo camino, pero no puedo poner de un cap a otro que ya es feliz con un harem que no tardo más de medio cap en conseguir. ¿Me entiendes?

Yesuso17: Tal vez porque esa es mi intención (lo se soy un sadista). Todos esperan la venganza de Issei y garantizo que será lo que esperan o tal vez no, ya se verá en unos caps.

leonwe5ker: Es mi intención que el lector sienta lo que al prota le pasa, y eso de que se te salió una lágrima cuando lo leíste, no te preocupes, ya van varios que me lo dicen, personalmente, a mí me ha pasado varias veces,

AidenDarkdragon: No digas más, harás que se me infle el ego.

Erendir: En realidad yo pedí lo de los oc's para que fueran compañeros de Issei, la pareja principal ya la tengo decidida, lo cual ya debería ser más que obvio, y ni Bills el destructor me hará cambiar de parecer. (Ok no)

Wolf1998: Ya sabes lo que dicen, la traición vende, ¿o era el sexo?

The Gold Dragón: Eres el segundo que me pide no meter romance y como sucedió con el otro escritor, tu punto está muy bien fundamentado, aunque aún falta ver lo que opina la mayoría. En cuanto a tus otras sugerencias, desde ya te digo que no tengo ninguna intención de hacer crossover.

Chico-Taco: No tengo intención de meter harem, pero como ya pudiste darte cuenta, la mayoría ya lo está pidiendo así que habrá que ver, en cuanto a tu oc. Debo decir mi querido compañero que lamentablemente ese oc es de mi propiedad. Lo unico que tiene de diferente al que yo cree en "Mi lado Maligno" es el tamaño de las proporciones ya que la Elizabeth que yo cree (hasta el nombre es igual) es más voluptuosa: (Para más información ver cap 23 y 24 de Mi Lado Maligno) (pd: ¿Cambiaste tu seudónimo a Ritchy Moore?, o me equivoque al escribir esto).

FireAkai15: Yo también tengo ese sentimiento con Asia, así que puedo decir que te comprendo, y si, en ningún fic de este tipo he visto que los padres de Issei se preocupen, no sé si sea pereza de los otros escritores o simplemente no consideraron las posibilidades.

Darker 201: Es bueno saber que te gusta la historia, trato de plasmar lo que siento cuando describo la situación, de igual forma me esfuerzo por describí el cómo creo que se sienten y actuarían los personajes.

Kuroi; Como decirte que pasara con Rias y las otras sin spoilearte a ti y a los que lean este review… Creo que por ahora me abstendré de contestarte directamente, pero creo que podría dejar algunos pocos indicios en los próximos capitulo (si es que se publican este siglo)

hola; gracias por el elogio

ElmaCanon: En esa ocasión tarde menos en actualizar en comparación a este capitulo, pero me sigue pareciendo divertido poder saber de la incredulidad que generan mis actualizaciones.

Hyakki Yako: ¿Qué te pareció la actuación de Xenovia en este capítulo?, trato de escribir esta historia basándome en el dicho "No todo es lo que parece"

Jasonbrody33: Se agradece el que te hayas tomado unos cuantos minutos para dejar tu comentario, se agradecen aún más las sugerencias.

Guest: Lamento si llego a desilusionarte, pero no está en mis planes volver a Ise un ángel.

rami457: ¿La espera a merecido la pena?

Gladiador: Siendo totalmente sincero, pensaba utilizar a los oc como personajes circunstanciales, que no tienen protagonismo directo, pero que se encuentren en los momentos precisos, ya sea para hacer el bien, o el mal.

ZeruXT: Ya tengo medianamente planeado el futuro de Ravel, por motivos de privacidad no puedo decirte que le depara, pero es probable que te sorprendas.

Red c: Lo se y lo siento mucho.

antisaiga: Seré sincero contigo, no he visto Sekirei, mucho menos uno de sus hentai

pbgg: ¿Por qué todos quieren leer como Grayfia abandona a Sirzechs para después irse declarando su amor a Ise?, tal vez exageran un poco los sentimientos que la de pelo plata posee por el castaño. (Ya han pasado 2 años desde que dejaste este review, ¿Publicaste la historia con la que me pediste ayuda?)

antisaiga: ¿Cuántos review me dejaste? ¿5?, parece que leíste los comentarios más rápido de lo que yo lo hice, pero como siempre digo, no es buena apresurarse a situaciones que aún no han ocurrido (Ravel).

Alone: Lo cierto es que cualquier otra mitología fuera de las que ya conocemos esta fuera de mi pensamiento, al menos por ahora, tengo una idea de que es lo que quiero hacer y la mitología griega no está incluida, al menos por ahora.

Rey: Gracias por el comentario.

Black bull: pase de prometer 2 semanas a cumplir en casi dos años, aunque aún recuerdo perfectamente cuando leí tu comentario, me reí por la hipocresía de mis palabras.

Imvader zim: Te diré lo mismo que le dije a Black bull.

FireAkai15 (2): No es mi deseo el hacer un crossover con esta historia, siendo sincero, me molesta un poco que otros escritores lo hagan con sus historias y las publiquen en las secciones que no corresponden como tal.

No todo es lo que parece, y hoy pudiste haberte dado cuenta de ello al leer este capítulo, Saiga es, ha sido, y mientras siga vivo siempre será una amenaza, al menos para Ise.

Jstapia: Me gusta pensar que con esta historia puedo demostrar que los fics de traición no tienen por qué ser un cliché, como dirían acá en mi país "Hay talento, solo falta apoyarlo", con eso no me refiero a mí, sino a algunos pocos escritores que no tienen el reconocimiento que se merecen.

Draig2018: Creo que eso de ir por ahí haciendo promesas a lo Naruto Uzumaki no es lo mío.

Guest: Encontrar un review que expresa que me comprende en un mar que siempre pide actualizaciones (aunque justificadas debo decir) es reconfortante.

Miguel16310: Gracias por el comentario, aunque no deberías juzgar solo por las apariencias, Xenovia demostró eso en este cap.

rami457 (2): Agradezco que trataras de comprenderme, no te preocupes, no planeo hacer las cosas que mencionas, o tal vez solo un poco…

Adro-Sama: Espero que por ahora sea suficiente, te has podido enterar de que paso con el Vali Team, incluso di un leve indicio de sus movimientos a futuro, en cuanto a otras de tus dudas, ¿Acaso tú vas por el mundo lastimando tanto física, como mentalmente a tus amigos con la esperanza de que te perdonen?

Omnipotente Vargas: Leí tu review y de repente sentí una extraña necesidad de redactar una de las situaciones que propones, no te diré cual, tendrás que tener paciencia.

Soul: Ya es 2017 bro.

Ouroborus: Eres el único que ha comentado acerca del dragón negro que plantee en el cap 1, no creo que debas olvidar que Vali también tiene una parte de ese poder.

anthony1997: Sigo aquí mi amigo, no he abandonado.

Shino95: Creo que en lugar de aclarar que le depara a Kiba en el futuro, solo logre crear más suspenso (espero que sea así).

No importa: Sigo aquí mi amigo, no he abandonado.

Antipaulos: antisaiga, ¿Eres tú?

Dasabo: Sigo aquí mi amigo, no he abandonado.

lanky k: Aquí sigo, vivito y coleando

KuroNanashi: Como que te equivocaste con Berserker, aunque supongo que ahora mismo su futuro en esta historia es incierto, ¿Tu qué crees que tengo en mente para él?

Brayan Rojas: Tu qué piensas, ¿Kiba vive o muere?

Guest: Creo que ya lo he mencionado antes, pero lo vuelvo a repetir, no he visto One Piece, realmente no me hace mucha ilusión seguir la trama, por lo que cualquier parecido con esa historia es mera coincidencia.

Luis6040xd: No eres el primero que me pide los derechos de esta historia (sino mal recuerdo, B.E.R.Z es el que se lleva ese título) sin embargo, sí que eres el primero en exigirla, cuando leí tu review con sinceridad pensé "Tiene agallas", como puedes ver, la actualización finalmente ha llegado, no puedo prometer fecha de entrega, porque todos aquí sabemos que no soy muy responsable con mis promesas, pero aseguro que la historia continua.

Aun así he podido notar que tienes esta historia en alta estima, como ya le mencione a Antisaiga hace mucho tiempo, si quieres tomar los cuatro capítulos disponibles hasta el momento eres libre de hacerlo, crea tu propia historia a partir de lo que les he dejado y en base a las suposiciones y teorías que seguramente tienes, si decides hacerlo, por favor notificame el nombre de la historia, me hace ilusión saber de qué serás capaz, ¿Quién sabe?, a lo mejor y tu historia supera a la mía.

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Como último punto a tratar, están en todo su derecho de descargar su ira en los comentarios, sin embargo, me veo en la necesidad de pedirles, si van a expresarse a base de insultos, por favor háganlo en los pm, no es necesario que la mitad de este fandom se entere de su más oscuro vocabulario.

Por ahora eso es todo, espero que de ahora en adelante las actualizaciones puedan ser más regulares.

Nos leeremos pronto.