Mi todo en ti


Una nueva meta


Llevó una mano a su boca, y se deslizo por la por la puerta, incrédula a lo que sus oídos oían.

Ella ha sido una muy buena sirvienta para mí, es por eso que aun no la he votado de mi departamento, es muy útil a la hora de prepararme la cena, mi cama, hasta mi baño.

Y tras eso se escucharon risitas. Ella apretó su labio nferior y tratando de no romper en llanto, que por más que trato le fue muy difícil y ya esas gotas cristalinas estaban saliendo de sus ojos perlas.

Pero aunque sea útil en esas cosas, es una total fracasada, dejo sus sueños por seguir ayudandome, ya sabiendo yo que tenía el éxito seguro, pero no, quiso seguir a mi lado, y bueno ella es la que paga este departamento y la comida, en tanto a mi es dinero ahorrado.

Abrió sus ojos de sopetón y se paro, apretando sus puños.

¡Fracasada!

Una ira interna se apodero de ella, su seño se frunció y su labio inferior tembló de ira.

No supo cómo, pero se volteo y abrió la puerta de sopetón, encontrándose con la imagen de él sentando sobre aquella desconocida chica acariciándole la mejilla, el escuchar que la puerta se abrió ambos viraron sus rostros. La chica se sorprendido pero él se mantuvo sereno, se separo y la miró de arriba abajo.

De estatura mediana, cabello largo color negro, hermosa mirada perla cual ocultaba bajo unos feos anteojos y ropa holgada y sencilla.

Sonrió burlón haciendo enojar más a la ojiperla.

—Escúchate todo.

— ¡Eres un maldito Sasori! —Le grito, las lagrimas no pudo retenerlas por más tiempos, y cayeron por sus mejillas—, ¡Después de todo lo que hice por ti!, ¿¡me pagas con esto!?

— Yo no pedí tu ayuda—Aquello la impacto.

— Pero tu…

— Si, dijer que vinieras conmigo, pero no que te pegaras como un chicle a mi por toda tu puta vida—Habló sin perder la postura, calmado como si no pasara nada que lo destrozara a él—, Si pedí tu ayuda, ¿pero sabes qué?, ya no la necesito—Camino un poco hacia ella—, Me estorbas, eres una molestia…

Apretí más sus puños. ¿Por qué le estaba pasando aquello? ¿Qué había hecho mal ella?

—Sasori—Su voz retumbo—, ¡Esta me la pagas! —el chico siguió mirándola como si nada, eso la enfureció más—, ¡Me vengare, ya verás maldito!

Él se río.

— ¿Cuál es tu risa? —Se acerco más a él—, ¡Estoy hablando muy enserio!

—Me gustaría en verdad ver como lo haces—Y miró su vestimenta de camarera—. No eres nadie, eres una simple camarera, no creo con eso logres hundirme.

Hinata cerró sus ojos, pensando que tenía razón pero enseguida pensó que no debía darse por vencida sin intentarlo.

— ¡Eso ya lo veraz!, entrare al círculo del entretenimiento —Aquello le hizo a Sasori alzar una ceja y luego estallar en risas, haciéndole fruncir más su seño a Hinata. Las lagrimas ya se habían secado completamente—, ¡Ya verás, lo logare uzuratokashi!

— Veremos si es cierto, porque si a mí me concierne no tienes algún talento—Se cruzo de brazos divertido.

Ella sonrío sardonia, aunque sabía que era verdad, pero no podía demostrarle cuenta razón tenía.

— Eso es lo que crees tú.

Y con esas palabras abandono el edificio.


Camino y camino, no sabiendo a donde ir, aquel departamento era su único hogar. Frunció el seño, hubiera reclamado eso antes de abandonarlo. Pero ya no podía regresarse, era demasiado orgullosa para volver ahí, además…

Agacho su mirada trsite.

No quería volver a verle, llevó una mano a su cabeza, le dolía y su pecho le ardía. Las ganas de llorar se presentaron inmediatamente.

¿Cómo había podido Sasori decir todo aquello?

Aun no se lo podía creer.

Tropezó varias veces con los transeúntes, que se quejaban pero ella ni los escuchaba, era como si solo estuviera ella en una inmensa oscuridad.

— ¡Muévete, ¿quieres que te mate?! —Aquellas cornetas hicieron regresarla a su realidad, y volteando se encontró a varios carros esperando a que terminara de cruzar para poder ellos avanzar. Molestos era lo que estaban esos conductores—. ¡Mueve niña, muévete! —le grito otro, y ella agacho su mirada cruzando rápidamente, apenada por lo que había causado.


En esa misma cola, había estado, dentro de una limosina negra polarizada nada menos que un chico muy impaciente que le irritado estar metido en esa cola y no ver nada de movimiento.

—¿Pero que pasa?, ¿por que nose mueve?, la luz del semáforo ya debió de haber cambiado hace mucho—pregunta a su chofer—. Voy a llegar tarde—comento irritado.

—Lo siento—hablo el conductor—. Al parecer hubo un pequeño obstáculo y cuando pudieron quitarlo ya había pasado otra vez el semáforo a rojo—informo.

—Vamos Naruto, tranquilízate, aun falta diez minutos para que grabes y el set queda a una cuadra, estás tan cerca—trato de calmarlo un chico de cabellos castaños y mirada azabache, mientras miraba unos papeles y lapto a la vez.

El chico rodo sus ojos, sabia eso, solo que no le gustaba llegar tarde.

—Por cierto Kiba, ¿que tengo para hoy?, a parte de mi grabación claro—pregunto mientras se recostaba y acomodaba mejor en el asiento, así se relajaba y escuchaba hablar a su manager mientras miraba por la ventana de su auto.


Corrió la puerta y saludo, los que estaban presentes le devolvieron el saludo sonriendo y una señora se le acerco sonriente.

—Hinata-chan, que bueno que llegas, estamos hasta el tope, necesito que me ayudes con la cocina—Comenta, era una hermosa mujer de cabellos rubios y linda mirada verde. La chica asintió, tratando de disimular su tristeza, bajo su mirada, pero igual no funciono por que la señora ya se había dado cuenta. Le levanto el rostro por el mentón preocupada—. ¿Hinata-chan, ocurrió algo? —pregunto.

Hinata mordió su labio inferior, tratando de retener las lagrimas, pero ya no podía más y abrazo a la mujer, sorprendiéndola al instante.

— Señora Makomi…—Sollozó, la señora correspondió el abrazo enseguida y acarició su cabello, esperando a que dejara de llorar y le pudiera contar que era lo que le había pasado.

¿Qué había pasado para que Hinata llorar así?


— Ya veo.

La rubia miro a Hinata, quien tenía los rastros de haber llorado fuertemente. Se habían apartado de la cocina del restauran para que ella pudiera contarle tranquilamente.

Nunca imagino que hubiera dejado a todo tan solo por ayudar a un amigo, quien a final de todo no era un amigo de verdad.

Y jamás de los jamases pensó que esa amigo era el solista más joven conocido en Japón; Sasori.

— ¿Y ahora que vas hacer? —vio como ella suspiraba.

—Pensaba vengarme, entrando al círculo del entretenimiento—Respondió mientras movía su té—.Y lograr llegar ser tan famosa que Akasuna no Sasori no tendría más que arrodillarse ante mi—Una gota resbalo por la nuca de Makomi al ver como Hinata sacaba un muñequito de Sasori y lo asfixiaba.

— ¿Y en que te especializarías Hinata-chan? —Aquella pregunta hizo a la ojiperla desanimarse—, ¿Hinata-chan?

—No tengo idea, no se en que soy buena, Makomi-san.

La rubia miro de arriba abajo a Hinata, y vio algo que no le gusto, ni le ha gustado desde que la conoció.

Hinata era una chica muy bonita, y a ella no le gustaba que lo ocultara con esas ropas tan holgadas y feos anteojos de botellas, así que algo se le ocurrió.

—Hinata-chan, creo que primero deberíamos cambiar algo de tu imagen—la chica miro a la rubia y luego a ella misma de reojo.

— ¿Imagen?

—¡Sí!, así que… ¡Querido me voy de compras! —grito y una voz desde la cocina de escucho.

— ¡Si, pero traerme algo si puedes!

Makomi agarro el brazo de Hinata y salió disparada de ese lugar.

— Vamos Hinata-chan, nos divertiremos.


—Y…¡Corte, se guarda! —grito el director.

Suspiro cansado, agarro una toalla y se sec su brillante rostro productor por el sudor, Kiba se le acerco.

— Excelente trabajo, Naruto—comenta. El rubio agarro una botella de agua y se la empino, asintiendo a lo que su manager decía—. Por cierto, me llamaron de la agencia, Jiraiya-san quiere hablar contigo.

—Ahora que querrá ese viejo—chillo, dejando la botella de agua en su sitio y entrando a la tienda para cambiarse de ropa.


—Kawuaii, te vez tan linda Hinata-chan.

Los ojos de Makomi brillaban, y es que verla con así parecía toda una muñequita.

Hinata se sonorjo y se miró, llevaba puesto una falda de tablones blanca, una camisa de tirantes rosa y ajuego un chaleco sin mangas color gris, bufanda blanca, medias de mallas negras y zapatillas.

Llevaba el cabello suelto y peinado, y sus gafas habían sido reemplazadas por lentes de contacto.

—Makomi-san, no cree que es mucho—Habló avergonzada Hinata mientras tiraba de su falda—. No estoy muy acostumbrada a llevar este tipo de ropa, y usted ha gastado mucho.

—Nada de eso, Hinata-chan—Y se pararon para tomar un helado en un puesto ambulante, en eso pudo fijarse como el chico heladero no le quitaba la vista a Hinata muy embobado, pero la niña ni cuenta se daba. Río—.Hinata-chan es tan inocente —pensó, sonrío—. Deme dos helados sabor a fresa, por favor—pidió haciendo que el chico despertara de su embobamiento.

—Aquí tiene—extendió los helados después de rápidamente prepararlo—. Aproveche—y miro a Hinata.

—Gracias—Makomi agarro su helado y Hinaa igual el suyo, y siguieron caminando por aquel gran parque de Sakura.

Hinata en el resto del camino miraba siempre al piso, ya había terminado su helado. Le avergonzaba vestirse así, ella preferiría unos simples jeans y una camisa manga corta con algún anime estampado, sí, eso sí era comodidad.

Entonces, algo le hizo salir de sus pensamiento. Había pisado algo, un papel cuando lo agarro. Era lo que quedaba de algún periodido. Iba a ignorarlo pero vio que era de ayer y algo más había llamado su atención.

— ¿Hinata-chan? —Makomi se había acercando a la joven, curiosa por ver que leía.

Hinata miro atentamente ese anuncio, cuando de pronto grito y sonrió como nunca.

— ¡Makomi-san, esta es mi oportunidad! —Volvió a gritar haciendo que la rubia brincara feliz. Hinata le mostro el articulo haciendo que la rubia leyera.

— Inscripciones abiertas para ingresar a la agencias de talento; MK, fecha de inscripcines hasta el martes dieciséis, horario de 9:00am a 5:00pm—Termino de leer.

— ¡Tengo que ir ahora mismo! —Elevo su puño y entonces miro a la rubia nuevamente y agarro su manos—.Señora Makomi gracias, por toda, pero debo ir ahora mismo.

—Traquila pequeña, ve y consigue esa inscripción—Le alzo el pulgar en modo de apoyo, la peliazul asintió. Makomi miro su reloj—. Es mejor que te apure, ya son las 4:30pm, MK queda como a siete cuadras de aquí.

— ¡Sí! —y salió corriendo, a todo lo que daban sus pies.

Debia llegar cuanto antes, si quería entrar y llegar a ser la más famosa de Japón y así humillar a Sasori como tanto quería.

¡Ya lo veras Sasori!

Makomi vio alejarse a la ojiperla y sonrió.

Esa niña tenía tanta energía que sorprendía a cualquiera que la conociese.

Entonces volteó y se sorprendió a ver una gran pancarta de Akasuna no Sasori frente a ella, sonriendo como todo atractivo chico.

—De lo que te has perdido chico.

Y así siguió su camino, tarareando una canción felizmente.


— ¿Y bien? ¿Qué es lo que querías hablar conmigo? —pregunta de una, mientras llevaba una taza de té a sus labios.

El señor frente a él suspiro, y habló.

—Naruto, últimamente tu forma de actuar en las escenas de amor no transmiten emoción, cuando se supone que debe confesar lo que sientes por la chica, no se nota que la quieres, es al menos lo que el director me ha dicho, te equivocas tanto en esas escenas que el directo tuvo que llamar a un doble.

El chico se quedo callado, apuñando sus manos debajo de la mesa, mientras su mirada era seria y mirada a él peliblanco.

—El director me dijo, que si seguías así no volvería a contratarte, cosa que lo entristece mucho ya que siempre quedada satisfecho contigo, y yo estoy de acuerdo con él.

— ¿Entonces por qué no me despide de una vez? —soltó brusco.

—Tampoco es eso lo que queremos—Jiraiya también soltó brusco—. Tu eres un gran actor Naruto, y siempre has actuado con tanta fluidez, ninguna escena te ha resultado difícil, siempre las manejas bien, pero últimamente eso ha cmabiado—tomo un sorbo de su té, y continuo—, ¿Acaso ha pasado algo? —pregunto de repente, y se dio cuenta del sobresalto del blando.

Naruto se acomodo en su silla y contesto.

— No me ha sucedido nada, Jiraiya.

— ¿Seguro?

—Completamente—Naruto miro la ventana, que prácticamente era todo la pared—. Me he equivocado tanto porque me he estresado tanto con tanto trabajo.

— ¿Enserio? —Naruto frunció el seño—. Porque eso nunca había sido un problema para ti.

—¡Maldición, debe saberlo todo Jiraiya! —se levanto bruscamente, Kiba se sorprendió había estado callado desde que ingresaron a hablar con el presidente de MK—. ¿Y que si es por el estrés?, a todo actor le pasa, y no es raro que me pase a mi esta vez—se volteo y camino a la puerta, cuando salió cerró la puerta duro.

—Este muchacho—Jiraiya se masajeo la sien.

Kiba suspiro para luego también retirarse.

—Jiraiya-sama—el señor lo miro—. No reprenda a Naruto, el paso por algo que lo destrozo y por eso es que actúa así últimamente, no solo actuando si no también fuera del set.

Y con eso se retiro.

Jiraiya se levanto y miro por su gran ventana.

—Ya sabía yo que era por algo, ahijado.


Hinata miro el gran edificio de MK, apretó sus puños y decidida, más aun nerviosa, cruzo esas puertas giratorias, y observo lo grande que era en el interior.

Silbo.

—Pero ahora que hago—pensó, entonces busco algo con su mirada, y con lo primero que pensó en una posibilidad eran esas chicas detrás del escritorio—.Buenas.

— ¿La puedo ayudar en algo señorita? —una de las chicas hablo, Hinata asintió, abrió su boca pero nada salió—. ¿Señorita?

—No sé qué decir—murmuro, pero entonces miro el papel en sus manos y asintió decidida—. Que me den la oportunidad para poder demostrar que puedo ser una gran estrella—hablo, una gota resbalo por nuca de ambas chicas.

—Entonces, está aquí por la planilla de inscripció para las audiciones, ¿no? —Hinata asintió sonriente.

—Pero es que..

— ¿Sucede algo? —Hinata s giro, y vio a un chico de cabellos negros y ojos azabaches. Se sonrojo, era muy apuesto.

—Itachi-san, la señorita vino por la planilla, pero ya acabaron las inscripciones—Hinata y cayó al piso.

¿Había fallado?

—Pues no veo de malo en que le demás a alguien más la planilla—eso la hizo girar su cabeza hacia el chico tan atractivo—.Así que vamos pequeña—le extendió su mano la cual Hinata acepto agradecida.

—Pero Itachi-san, si Kakashi-san se entera que hiso eso, ¿no lo regañaran?

—Eso no ocurrirá, tranquilas—y les guiño el ojo, haciéndolas sonrojar.

Entonces subió las escaleras mecánicas junto a Hinata, quien no dejaba de sonreír.

No había fallado después de todo.

Continuara.


como habia dicho anteriormente, tuve problemas con mi anterior cuenta y correo, más que todo por este ultimo, y tuve que hacerme una nueva.

La esplicación esta más detallada en mi perfil :3

disculpen por empezar de nuevo con el fic, quizás no tenga la misma aceptación pero quiero terminarlo, es algo que me he propuesto.

espero algun comentario de ustedes, querido lectores. pronto capitulo 2, re-acomodado al igual que este :3

Nos vemos, besos!