Disclaimer – Los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda y el fic está basado en la Película "La Vida es Bella" del estudio Cecchi Gori Group dirigida por Roberto Benigni. Todo lo que puedan reconocer no me pertenece, excepto claro la loca idea de buscar unir dos historias que no son tan distintas…
Summary- Aun en los peores momentos siempre hay alguien que con su sonrisa convierte la cruda realidad en un simple juego de niños, Corazón está dispuesto a sacrificar todo porque Law no pierda su inocencia y alegría, la Vida es Bella y esa es la visión que quiere preservar en él.
Este fic participa en el Reto "Cineastas" del Foro One Piece: Gran Line (al que por cierto todos están invitados), en total 4,017 palabras, y sin más por el momento aquí les dejo la historia:
LUZ EN LA OSCURIDAD
"Esta es una historia simple y sin embargo no es fácil de contar,
cómo en un cuento hay dolor y como en un cuento hay alegría y felicidad…"
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- ¿Dónde está mamá? – sollozo el pequeño Law, mientras con la mano se frotaba sus cansados ojos. No entendía que estaban haciendo ahí, además tenía mucho miedo – Quiero irme de aquí, no me gusta este lugar…
Frente a él, un hombre delgado de cabellos rubios le sonrío. Era una sonrisa sincera y por inverosímil que pareciera en ese lugar, era una sonrisa tranquilizante, cálida y con un brillo alegre. Era además, una sonrisa única y excepcional, pues aunque en aquella pequeña habitación había al menos 50 hombres apretujados, todos ellos tenían en su mirada el reflejo lastimoso de la desesperación, de la derrota y del abandono; sentimientos lógicos ante la situación en que se encontraban.
Corría el año 1945, Italia era ocupada por la fuerza militar Nazi y los casos de racismo habían ido incrementando desproporcionadamente los últimos años, el campo de concentración en donde se encontraban era un ejemplo de ese odio ciego y sin sentido. Todos los presentes habían escuchado de esos sitios, lugares apartados a donde se llevaban a los judíos y algún otro desdichado y, de donde hasta el momento nadie había regresado; por lo que el temor y la desesperanza era lo único que se percibía en el ambiente.
Rosinante respiro profundo, sabía a lo que se afrontaba, pero su única preocupación en ese momento era el pequeño de negros cabellos que se encontraba frente a él: su hijo Law. Ese niño era lo que más deseaba proteger, le preocupaba que algo malo le sucediera y le aterraba que en ese sitio pasara por miedos y odios que destruyeran uno de los mayores tesoros que tenía su pequeño: la inocencia, esa pureza que permite sonreírle de manera natural al mundo, que te hace dormir sin ningún temor, que te permite creer en las personas aunque ellas mismas se esfuercen por olvidar su humanidad bajo kilos de prejuicios inútiles.
- Papa, quiero irme a casa – dijo el niño, sus ojos vidriosos miraban anhelantes al adulto.
- Pero Law, no podemos irnos a casa… ¡tenemos las mejores reservaciones!, Esta es una sorpresa especial por tu cumpleaños… es un juego para ganar un enorme premio… tatatatan… tatatan… ¡un carro tanque de verdad! – contesto con una sonrisa mientras con sus manos gesticulaba para acentuar sus palabras.
- Tengo hambre y esos hombres de afuera son malos, gritan mucho… - sollozó el pelinegro con los labios fruncidos, su voz cansada y temerosa hacían que Rosinante, mejor conocido como Corazón, buscara acentuar mas su sonrisa con la intención de ahuyentar los temores del niño
- Claro que gritan mucho, gritan porque quieren el premio para ellos, tienen que ser duros, estamos hablando de un carro tanque de verdad…
- Quiero ver a mamá…
- Claro que si, cuando acabe el juego iremos con ella…
- ¿Y cuando acaba? – pregunto Law un tanto curioso, un tanto desconfiado por lo que le decía su padre
- Pues fácil, ¡Gana el primero que logra 1000 puntos! – dijo como si fuera lo más obvio del mundo mientras su hijo lo miraba dudoso
- No te creo. Tengo hambre… ¿cuándo nos van a dar la cena?
- ¿Cómo que no me crees? – pregunto Corazón pegando un brinco que le gano una mirada de desconfianza del hombre que se intentaba acomodar en la litera de arriba - ¡Esto es un popular concurso! ¡casi no alcanzamos reservación!...Mira cuántos somos… - sus manos abarcaban algo que estaba mas allá de esas paredes- ¿tú crees que todos estuviéramos aquí si no valiera la pena el premio?...- el niño lo veía aun con desconfianza, pero la sonrisa del rubio no se rendía- ¿No me crees, ehh? – y volteando a ver al desconocido que estaba a su izquierda – verdad…
- Gin… - contesto el otro con voz triste, mientras miraba con compasión al niño
- Claro. Verdad Gin que el premio del concurso es un carro tanque de verdad – la sonrisa del rubio era exorbitante
- Si – susurro sin convicción. Law lo miro desconfiado
- ¡Ves, te lo dije!
- ¿Y la cena?
- Acaba de pasar –dijo Gin con un intento de sonrisa que volvía mas melancólico su rostro
- ¡Lástima, nos la perdimos por segundos!, Seguro era pan con mermelada… - Corazón chasqueo los dedos - Pero no puedes pedir de cenar a cada rato Law, eso quita muchos puntos…
Sus palabras fueron cortadas por la entrada de tres soldados, el silencio reino en la habitación inmediatamente. El que iba al centro debía ser el de más alto rango, su porte altivo resaltaba sobre sus compañeros, y al entrar comenzó a soltar un torrente de palabras en un tono firme e imperante, tras lo cual dirigió una mirada de desdén a los prisioneros.
- ¿Qué dijo? – pregunto en un susurro Corazón a Gin que parecía ser el único que entendía lo que el alemán había dicho.
- Pregunto que quién sabe Alemán. Va a explicar las reglas del campo.
En la cara del rubio se formo una boba sonrisa y antes de detenerse a pensarlo, levanto la mano. El oficial Nazi lo observo fríamente y le indico con un gesto que se acercara, lo que Corazón se apresuro a cumplir mientras la sonrisa se ensanchaba en su rostro.
- ¿Sabes alemán? –susurro atónico Gin
- Absolutamente nada – Le dijo mostrándole los dientas a través de su cada vez más amplia sonrisa, para de dos largas zancadas colocarse al lado del uniformado.
Los soldados lo dirigieron sendas miradas que habrían podido acobardar prácticamente a cualquiera, pero en cuanto el flacucho preso estuvo a su lado, el oficial, sin siquiera mirarlo comenzó a hablar con severidad, deteniéndose cada tanto para que el intérprete hiciera su trabajo.
- Alles herhören und ich sage es nur einmal …
- ¡Comienza el juego, el que esta, está y el que no, no! – grito Corazón en posición de firmes, intentando imitar el tono gruñón del alemán. Frente a él y camuflajeado entre el resto de prisioneros, Law lo miraba sorprendido, sus ojos brillaban curiosos y admirados por lo que estaba escuchando…
- Ihr seid nur aus einem einzigen Grund hier ins Lager transportiert worden, um zu arbeiten
- ¡Gana el primero en conseguir 1,000 puntos! – Law abrió la boca atónico, ¡su papa decía la verdad! – El premio es un carro tanque de verdad… ¡Nuevo!
- Jeder versucht der Sabotage wird mit dem sofortigen Tot bestraft die Hinrichtungen finden auf dem Hof mit Schüssen in den Rücken statt
- Todos los días daremos las clasificaciones por allá – continuo muy serio, señalando hacia el patio, como lo había hecho el oficial – Al que tenga menos puntos le pondremos un cartel que diga burro – gruño dirigiéndole una significativa mirada al pelinegro que lo miraba cada vez mas emocionado y sorprendido
- Ihr habt die Ehre für unser großes deutsches Vaterland zu arbeiten zu dürfen und am Bau des Großdeutsches Reiches teilzunehmen
- Nosotros estamos en el equipo de los súper malos, ¡nos gusta gritar!, así que si se asustan pierden puntos – Varios pares de ojos lo observaban atónicos, el silencio reinaba salvo por las pequeñas exclamaciones de asombro del niño
- Drei Grund Regel sollte Ihr nicht vergessen – Corazón intentaba comprender que decía el soldado, pero este, ignorándolo empezó a enumerar con la mano.- Erstens: versuchen nicht zu fliehen. Zweites: Folgen jeden Befehl ohne fragen. Drittens: Jeder Versuch eines Aufstandes wird mit dem Tod durch erhängen bestraft
- En tres casos se pierden todos los puntos: ¡uno, los que empiezan a llorar! ¡dos, los que piden a su mama! – con cada comentario los ojos de Law se dilataban cada vez más, mientras sus pequeñas manos tapaban su boca abierta de la impresión - ¡tres, los que tienen hambre y piden de cenar!
- Ist das Klar?
- ¿Quedo claro? – El grito hizo que el niño brincara en su lugar
- Ihr solltet Glücklich sein hier arbeiten zu dürfen
- Es muy fácil perder puntos por querer comer – siguió traduciendo Corazón, sus ojos centrados en el pelinegro
- Es wird niemanden etwas geschehen, wenn Ihr die Vorschriften befolgt
- Yo ayer perdí 80 puntos por querer un pan con mermelada – Law, negó con la cabeza con susto
- Gehorsamkeit ist alles!
- ¡Y no pidan dulces! – Una ligera sonrisa escapo de los labios del rubio al ver la expresión de terror de su hijo
- Noch etwas
- ¡Esos son míos!
- Bei diesem Pfiff alles Raus auf dem Hof. Aber schnell!
- ¡Ayer me comí cómo 50! ¡Yo solo! ¡Estaban muy buenos! – Mas gruñidos, acompañados de la mirada traviesa del rubio
- Antreten in zwei Reihe, schweifen
- Pero ahora me duele el estomago – Law se puso las manos en la boca para no reír, de lo contrario el soldado se enojaría con él y podría quitarles todos sus puntos
- Jeden Morgen ist Appell. So dass wollte ich Euch noch sagen. Da hinter werdet Ihr arbeiten. Ihr werdet die Dimensionen des Lagers leicht begreife
- Y ahora me retiro, porque voy al baño y después a jugar al escondite, yo voy ganando. Y recuerden, sigan las indicaciones para no perder puntos… - En cuanto Corazón cerro la boca, los soldados se giraron saliendo de la habitación.
La expresión de todos era de incredulidad, parecía que un ciclón hubiera pasado sobre ellos. Dos hombres se acercaron intentando pedirle una explicación de lo sucedido, pero se los quito diciéndoles que le preguntaran a Gin, estaba seguro que él si había entendido las instrucciones originales, ya después se encargaría de ir a informarse el mismo.
- ¿No te lo dije Law? Ese carro tanque será nuestro – dijo con una sonrisa traviesa al niño
- ¡Sí! – contesto este riendo
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Corazón sentía que sus fuerzas estaban por abandonarlo, estaba seguro de no poder soportar más ese suplicio. Llevaba varias semanas trabajando sin descanso, prácticamente sin dormir pues pasaba las noches velando el sueño de su hijo, además sentía que no podría dar un paso más sin desmayarse, la falta de alimento lo tenía débil y tembloroso, pero eso era un sacrificio menor a cambio de que Law pudiera tener comida extra.
Prácticamente se arrastro tras sus compañeros, su cuerpo curvado a causa del peso del yunque que acarreaba, su frente perlada de sudor por el esfuerzo y por el sofocante calor que generaban los hornos de fundición.
Ya no puedo más. Ya no puedo mas Gin, diles que ya no puedo… - dijo jadeando mientras con esfuerzos se obligaba a levantar un pie tras otro para subir las escaleras
- No tenemos elección – contesto con los dientes apretados su compañero
- No, ya no puedo más. Creo que voy a dejar esta maldita cosa aquí y me sentare un minuto o dos, al fin qué que me pueden hacer….
- Matarte- dijo sombríamente el compañero que venía tras él
Esa afirmación fue suficiente para que Corazón encontrara nuevas y redobladas fuerzas, estaba seguro de no poder mas, pero si él moría entonces Law quedaría solo y desprotegido, así que no se podía permitir morir ni claudicar, tenía que dar hasta lo último de él. Tras esta resolución se apresuro a alcanzar a sus compañeros, no quería provocar a ninguno de los soldados.
- Vamos que esto pesa toneladas….
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El sol comenzaba a ocultarse, podrían haber pasado minutos o horas, pero a Corazón le parecía que cada instante era tan terrible como una eternidad de tortura, su cansado cuerpo se movía solo a fuerza de voluntad y de temor.
Hacia unas horas Higuma, uno de los que había llegado en el tren con él, se había resbalado; la caída más el peso del yunque que cargaba habían ocasionado que se quebrara el brazo. Los gritos de dolor del hombre habían atraído inmediatamente a un par de soldados y en cuanto evaluaron con la mirada la situación, uno de ellos saco su rifle y sin mediar palabra de por medio había descargado su arma sobre el herido, acabando con la vida del infeliz.
La experiencia había sido terrible para todos, pero tras lo sucedido, la determinación de Corazón creció, pues estaba ahora completamente seguro de que esas personas no se detendrían en dañar a un indefenso, aunque se tratara de un niño. No quería que Law pasara por una experiencia similar y, que en el caso que lograran salir de ahí –que debían conseguirlo- esos hechos ocasionaran que guardara en su alma tristezas, rencores y odio, no quería que la pureza de su alma de niño muriera en ese sitio…
- ¡Papá! – la conocida voz lo saco de sus pensamientos bruscamente - ¡Papá!
- ¡Law! ¿Qué haces aquí? No tienes que estar en este sitio, si te ven nos quitaran todos los puntos que tenemos… - Intentaba sonreír, pero el que Law se encontrara ahí y lo viera en esas condiciones lo descoloco momentáneamente, para después pasar de la sorpresa a la alarma, ¡si lo veían ahí, podían incluso matarlos!
- ¿Qué es lo que estás haciendo papá? – el niño lo observo con el ceño fruncido, su padre cargaba un bulto que parecía muy pesado, pero no parecía importarle, pues sonreía aun más que de costumbre
- No es nada, estamos trabajando para hacer el carro tanque – estaba haciendo enormes esfuerzos por sonreír de manera convincente y que su voz se escuchara tranquila. Law lo veía dubitativo- todos los adultos nos encargamos de fabricar el carro tanque… ¡es bastante divertido…! – mas sonrisas- Ahora Law regresa a las barracas, no debe verte nadie o perderemos todos nuestros puntos…
- ¿Y cuántos puntos llevamos?
- ¿Cuántos llevamos? – el niño lo observaba atento – pues llevamos… haber yo he ganado 120 puntos ayudando a hacer el carro tanque el día de hoy y tu…. mmm... ayer no pediste cena ¿verdad? – Law negó con la cabeza – bueno eso nos da otros 30 puntos extra, más los que teníamos, llevamos como 800 puntos
- ¿800 puntos?- su boca se abrió de la emoción y sus oscuros ojos brillaron con alegría- ¡Ya casi ganamos!
- ¡Claro que sí!, Te lo dije, vamos a tener ese carro tanque, ¡será fabuloso! – Corazón sentía que sus brazos se le terminarían desgarrando por el peso del yunque que aun sostenía, además, cada momento que pasaba era más probable que alguien los descubriera- Y ahora Law, regresa a esconderte que si nos ven, nos quitaran todos los puntos – los ojos del pequeño se dilataron y se llevo a la cara sus manos con expresión de preocupación
El niño se dio la vuelta y salió corriendo siguiendo las indicaciones de su padre, ¡ya casi ganaban! ¡Vería a su mama pronto! ¡Iba a ganar el carro tanque de verdad! No podía dejar que nadie lo viera. Antes de perderse de vista volteo y le mando un beso a su papá con la mano, para después desaparecer de su vista.
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El sonido de gritos y disparos afuera era ensordecedor, muchos de sus compañeros observaban expectantes el exterior desde la destartalada ventana. Se podía ver a los soldados correr y gritarse órdenes entre ellos, algunos otros estaban ocupados subiendo a varios prisioneros a un vehículo, otros marchaban apurados inspeccionando todos los rincones, los reflejos de las luces y el fuego convertían a la escena en un caos rotundo.
- ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué dicen?- pregunto Corazón a sus compañeros, la última pregunta dedicada más específicamente a Gin que era el que entendía el idioma
- No se necesita saber alemán –contesto a su pregunta, sin mirarlo, absorto en las escenas que se desarrollaban afuera – es claro que están huyendo
- ¿Huyendo?
- Si, parece que han perdido la batalla y están huyendo antes de que los otros vengan por ellos
- ¡Al fin libres!- comento un hombre a su derecha
- Quizá...
- ¿Y esos vehículos?
- Están intentando deshacerse de todos, está claro que no hay que subir a ellos, se han estado yendo llenos y regresan vacios…
- Chicos esta es nuestra oportunidad, debemos irnos – dijo Corazón anhelante, sentía un poco de esperanza, pero estaba preocupado por las mujeres, su princesa, la madre de Law, podía estar en peligro o podía ser llevada en alguno de esos vehículos
- No creo que sea lo mejor irse, quizá sea mejor esperar… - dijo sin mucha convicción Gin mirando al rubio a los ojos
- No, no puedo. Si vienen a sacarnos de aquí, no habrá manera de escapar. El momento es ahora, en la confusión… – y sin esperar a que el otro le dijera nada se acerco a la litera despertando al pequeño que dormía.
- Vamos Law, el juego está por terminar, estamos llegando al final – el niño se froto sus ojos y dejo que su sonriente padre le pusiera un suéter, para después cargarlo y abrazado llevárselo de ahí...
- Corazón, no te precipites, es peligroso… – intento razonar Gin sin éxito alguno
- Te veré en Napoles, iremos a brindar por el triunfo y pensaremos en poner nuestro negocio de yunques – dijo a modo de despedida el rubio, dándole una palmada a su amigo- Gracias por todo
El caos que había era peor de lo que se podía apreciar desde la ventana. Los soldados iban y venían, algunos de ellos acompañados por perros buscaban detectar y atrapar fugitivos, el sonido de las metralletas era estridente, pero lo peor eran los gritos de terror que se escuchaban unos segundos antes de apagarse para siempre.
Tenía que ser cuidadoso y evitar las luces, no debían de verlos. Avanzo un poco mas ocultándose tras una camioneta mientras a unos metros un grupo de soldados pasaban con metralletas en mano. Tenía que encontrar una salida, pero no podía moverse con libertad cargando a Law, eso aumentaba las posibilidades de ser capturados. Siguió corriendo a hurtadillas hasta que en el patio que daba a las cocinas, vio un destartalado locker, seguro eso serviría de escondite para un niño.
El callejón apenas estaba iluminado, bajo a Law de sus brazos, sonriéndole.
- ¿Tienes frío? – El niño negó con la cabeza – Bien Law, escúchame. El juego está por acabar, hoy termina todo y estamos muy cerca de ganar – los ojos negros lo observaban serios
- ¿Por qué hay tantos gritos, papá?
- Eso es porque todos están emocionados con el final del juego, no podemos equivocarnos el día de hoy, y nos llevaremos el carro tanque… ¡Imagínate, un carro tanque de verdad!– los ojos de Law brillaron emocionados, Corazón sonrío con alegría - Escúchame bien, no tienes que dejar que nadie te vea.
- ¿Por qué?
- Porque si te ven, perdemos todos nuestros puntos.
- ¿Cuántos puntos tenemos?
- ¡Tenemos 940 puntos! – La boca de Law se abrió en una enorme O de sorpresa – El último juego son las escondidas y al que gane le darán 60 puntos
- ¡Papa, nos faltan 60 puntos!
- ¡Exacto! – La enorme sonrisa de Corazón acompaño el brinco de entusiasmo del niño – Si no te encuentran, ganaremos.
- ¿Pero por que todos gritan?
- Es que saben que vamos a ganar, todos están buscándote, están enojados por que no quieren que ganes, por eso debes ser muy cuidadoso, permanecer callado, no deben encontrarte. – señalo al Locker, para después abrir la puerta- Este será un buen escondite, cabes perfecto y nadie sabrá que estas aquí. Vamos metete – Law obedeció - pase lo que pase no debes salir de aquí. ¿Lo entiendes? – la respuesta llego en forma de repetidas afirmaciones con la cabeza – Bien, yo los voy a despistar, voy a atraer su atención.
- ¿Vas a regresar?
- ¡Claro que sí! – dijo con una sonrisa, mientras con la mano le revolvía el cabello.– Esto solo es una táctica de distracción - Le guiño el ojo
- ¿Y mamá?
- También. Nos llevaremos ese carro tanque a casa y se lo vas a presumir a mamá
- ¡Sí! ¡Mama se va a llevar una sorpresa! –Law se llevo las manos a la cara, medio tapando su boca y su sonrisa de maldad inocente. Corazón, lo abrazo.
- Bien, entonces me voy, pero promete que no saldrás de aquí. Si tardo en regresar tienes que esperar hasta que ya no se escuche ningún sonido, hasta que no se escuche ninguna voz, solo entonces puedes salir. – nuevo gesto de asentimiento – Law, eso es importante, promete que no saldrás de aquí hasta que no se escuche ningún ruido
- Lo prometo –dijo Law muy serio, mirando fijamente a Corazón
- Bien. – contesto abrazándolo nuevamente – Te quiero
- Yo también
Corazón le dirigió una última sonrisa antes de cerrar la puerta. Desde el interior del locker un par de ojos lo miraban atento a través de la pequeña rendija que tenía para meter papeles.
- Que no te vean…. Volveré – dijo antes de correr hacia el pasillo de la derecha.
El corazón le martilleaba con fuerza a Rosinante, le preocupaba que alguien descubriera a Law, pero que estuviera escondido era su mejor opción, de lo contrario alguien podría verlos.
Al amparo de las sombras siguió corriendo, esquivando soldados y luces hasta que llego al otro lado del campamento. Frente a él dos grandes puertas de hierro permitían la salida de camiones y carros; a su lado izquierdo otra puerta un poco más pequeña permitía el acceso a la zona de mujeres. Apenas alcanzo a escabullirse sin que la luz del vigilante lo alcanzara a percibir.
El caos era igual que de su lado del campo, varias mujeres eran obligadas a subir en las camionetas, los cuartos en donde habían estado durmiendo estaban vacios y se veía ropa esparcida por doquier. Esperaba que Bellemere se encontrara bien, que hubiera logrado ocultarse, que lograra salir de ese infierno.
Con el mayor cuidado que pudo volvió sobre sus pasos, estaba cerca de llegar al escondite de Law cuando lo descubrieron. Por pocos segundos no había logrado quitarse de la mira del reflector, en cuanto la luz lo percibió no le quedo mejor opción que correr e intentar ocultarse, pero era demasiado tarde los soldados le persiguieron logrando capturarle.
Seguro que la adrenalina mitigó parte del dolor de las patadas que recibió, el soldado frente a él le apuntaba con su rifle dispuesto a dispararle, cuando uno de los oficiales se le acerco gritando mas ordenes. No entendía que decían pero el resultado fue que los dos soldados que lo había atrapado lo obligaron a ponerse de pie y a caminar, estaba seguro que su situación no iba a mejorar.
Al dar la vuelta ubico de inmediato el sitio. Desde la calle por la que lo llevaban se podía ver el callejón donde estaba escondido Law, lo que quería decir que el niño debía estarlo viendo ser escoltado por esos soldados y si detectaba que algo estaba mal, saldría corriendo hacía ellos y lo descubrirían. Corazón debía evitar que eso pasara.
Sonrió ampliamente, sonrío como nunca antes lo había hecho y como seguramente nunca más lo haría. Y moviendo los brazos y las piernas como si estuvieran jugando a marchar siguió avanzando derecho mientras de la boca de los soldados escapaban algunas maldiciones por la burla de ese enclenque hombre. Todos los sentidos de Corazón se centraron en una sola cosa, los ojos negros de su hijo que lo veían admirado y que reían mientras creían que su padre solo estaba jugando interpretando a un soldado, el niño reía divertido pues la sonrisa de su padre era contagiosa, y cuando el rubio le giño el ojo con picardía, Law no pudo evitar llevarse la mano a la boca para ocultar su suave risilla por lo gracioso que podía ser su papá.
Corazón siguió sonriendo aun después de dar vuelta y desaparecer de la vista de Law, sabía que el niño cumpliría hasta el final del juego, sabía que todo estaría bien, que la guerra había acabado y que aunque él no estuviera allí para abrazarlo Bellemere lo llenaría de besos y lo amaría por ambos, y lo más importante, sabía que el niño inocente y alegre seguía vivo, sabía que ese lugar no había conseguido arrancar el alma de Law.
De una patada uno de los soldados lo hizo arrodillarse en el suelo. A unos metros los cuerpos sin vida de muchos otros le acompañaban en su final. Sintió como las balas penetraban en su carne, el dolor en un instante lacerante estaba desapareciendo junto con los sonidos y las imágenes de su alrededor. Con sus últimas fuerzas sonrío recordando a su familia, sonrío por que aún con algunos sinsabores su vida había sido bella, y sonrío con todo su ser, sonrío pensando en Law, imaginando la expresión de alegría que tendría cuando apareciera el carro tanque que le había prometido…
¿Qué les pareció? De antemano muchas gracias a los que se tomaron el tiempo de leer, espero les haya gustado n.n
Wooooww! Nunca había escrito algo tan largo… ¡ 9 páginas de Word! Y Nunca antes había participado en un reto y tampoco había escrito algo de One Piece, la verdad fue bastante desafiante escribir este fic y aunque no creo que le haga justicia a la película que me sirvió de inspiración, creo que el resultado me ha gustado bastante.
Nuevamente gracias a los que se pasaron por aquí, nos leemos pronto….
Saludos!
